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traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � � � "La religi�n del futuro ser� una religi�n c�smica. Tendr� que trascender un dios personal y evitar el dogma y la teolog�a. Abarcando tanto lo natural y lo espiritual, tendr� que estar basada en un sentido de la inteligencia que surge del esp�ritu de todas las cosas, naturales y espirituales, considerada como una unidad significativa�.
Albert Einstein
El hombre se ha convertido en un animal castrado espiritualmente, un ser neutralizado siendo desconectado del todo - en mente, cuerpo y el alma. � Lo que ha sido cortado de �l es la naturaleza de s� mimo, m�s expresamente, y por consiguiente, su propia naturaleza espiritual: su conexi�n con su animal interior - la criatura - el asombro que tiene el potencial de trascenderse a s� mismo y lograr lo numinoso, el tipo de abrumadora sensaci�n interconectada que puede sentirse de las bolas a los huesos, los ovarios hasta la m�dula, y tiene el potencial de hacer dioses-animales / animales-dioses de todos nosotros.� � Por desgracia, la p�rdida del Alma se ha vuelto insostenible.�Hemos olvidado c�mo hablar una lengua m�s antigua que las palabras, porque confiamos demasiado en las tradiciones obsoletas que ol�an a valores parroquiales poco saludables y toscos. � La Religi�n dogm�tica�es un resultado directo de este fen�meno. � "El silencioso tejido del esp�ritu" de Hegel se ha desentra�ado en nudos discordantes de ansiedad y neurosis.�Es hora de contrarrestar�la religiosidad disfuncional�y sus ideales dogm�ticos y los valores anticuados con una espiritualidad actualizada que cura la divisi�n disociativa entre Cosmos y Psique, entre la Naturaleza y el alma humana.� � Nuestra cultura excesivamente religiosa puede renacer, pero con el fin de volver a nacer en una cultura espiritual primero debe aprender a morir.�Debe morir una muerte hermosa, con las poderosas semillas de la espiritualidad plantadas en su cad�ver en descomposici�n. � Nietzsche�dijo una vez,
Pero no fue suficiente. � Envi� ondas de choque de cambio en patrones de pensamiento, al menos para aquellos que realmente piensan, pero se encontraron con una disonancia cognitiva religiosa que absorbi� y sigui� adelante.� � Simplemente no est�bamos listos para que�Dios�estuviera muerto.�No est�bamos listos para el fin de la religi�n en s�.�Pero ahora, con las florecientes pr�cticas espirituales y modos de iluminaci�n ascendentes por todo el planeta, cada uno es capaz de ver m�s all� de la�gran estafa�de la religi�n. � Ahora estamos listos.
Entonces, �a�n podemos seguir llam�ndolo "Dios?" Seguro, �por qu� no? � Pero ahora finalmente seremos capaces de mirar hacia el vasto e impresionante cosmos y afirmar, con una verdad evidente por s� misma e interdependiente, las siguientes palabras, una vez pronunciadas por�el Maestro Eckhart,
� � � La religiosidad dogm�tica
�Cu�l es la funci�n oculta de la religi�n dogm�tica?�Es la presentaci�n de lo inexplicable por lo imposible con el fin de robar las mentes de los que no piensan.�
� Esto conduce a una lamentable ignorancia y deliberada miop�a.�Esto hace a los devotos muy f�cil de manipular y controlar, ya sea en la medida extrema de la esclavitud o la medida encubierta de la esclavitud por deudas, la gente se vuelve f�cil de convencer y excesivamente temerosa de la autoridad. � �De qu� otra forma se explica�c�mo el Cristianismo y el Islam, dos religiones basadas originalmente en la tolerancia amorosa, son ahora tir�nicamente intolerantes? � Por desgracia, comenzaron como�pr�ctica espiritual, pero se disolvieron en religiosidad dogm�tica. � Como�Carl Jung�intuy�,
Pero, como�James Joyce�afirm�,
As� que no todo est� perdido si usted se ha encontrado a s� mismo espiritualmente embaucado, como estamos la mayor�a de nosotros. � Todos nacemos con la facultad de maravillarnos;�es deber del individuo no perderla, o ser distra�do con la �santidad simiesca� (Campbell) del perezoso que se apoya sobre las religiones alimentadas con cuchara y facilitadas. � Pero no es f�cil. � El�adoctrinamiento religioso, al igual que el�condicionamiento cultural es dif�cil de superar.�La disonancia cognitiva es un plano psicol�gico colgado en el cual incluso el m�s inteligente de nosotros puede f�cilmente engancharse. � Pero, como�P.C. Hodgell�dijo,
La religi�n es tentadora porque creemos que cumple un prop�sito. � Y talvez tenga buenas intenciones, pero inevitablemente se queda corta debido a su propia falta de visi�n.�Proporciona una muleta para los espiritualmente perplejos, para los esp�ritus perdidos y las almas rotas.�Pero la religi�n es a un alma rota como una muleta es a una fractura en la pierna;.
� La religi�n tiene fe en vendas de los ojos y nos dice qu� ver;�la espiritualidad nos quita la venda y nos ense�a a ver.�Pero lo que uno ve a menudo puede ser aterrador.�La religi�n quiere mantenernos peque�os, d�ciles, temerosos y adaptables a la autoridad. � La espiritualidad nos despierta a cu�n grande es en realidad nuestra peque�ez, que nos puede dar el tipo de poder que obtiene poder sobre el poder mismo. � Fue�Rumi�quien dijo:
De hecho, la religi�n nos mantiene peque�os e indiferentes al universo;�la espiritualidad ayuda a entender que nosotros somos el cosmos y que el cosmos es nosotros.� � Pero no es f�cil.�El amor y el miedo son constantes desacuerdos dentro de nosotros, y, a veces de manera inversa.�El hombre religioso buscando posiblemente liberarse de su religi�n para convertirse en un hombre espiritual tendr� "miedo" de salir de la religi�n que "ama". � Despu�s de todo, �l tiene casi la totalidad de los sesgos cognitivos y falacias l�gicas inherentes a la condici�n humana que trabaja en contra de �l. � Como�Oscar Wilde�dijo en su famosa frase,
Pero en el otro lado de la moneda hay una raz�n gritando en todos nosotros. � Como�Carl Sagan�sucintamente afirm�,
En vez dicen,
La evoluci�n del hombre en s� avanza dependiendo de con cu�nta frecuencia �l puede intercambiar m�todos anticuados, parroquiales de alcanzar la iluminaci�n con nuevos m�todos, m�s integrales. � Dejando atr�s la religi�n dogm�tica y evolucionando hacia una espiritualidad adaptable es precisamente un intercambio muy sagrado.�Pero todo se reduce a una elecci�n cr�tica, y una que s�lo el individuo puede hacer por s� mismo. � Como�Bill Hicks�dijo,
� � � Espiritualidad adaptable
Si, como�Voltaire�afirm�,
El estafador se ve obligado a conciliar su culpabilidad, o no. � Porque,
Aqu� est� la cosa: hay que abandonar la idea de que la religi�n y la espiritualidad son una cosa.�Son enemigos.� � Es la religi�n la que destruye todas las posibilidades:
No son uno y el mismo;�son
dos conceptos separados y antag�nicos entre s�. �
� Pero la espiritualidad es moral, a pesar de cualquier ley hecha por el hombre o que leyes adoctrinadas sean consideradas Evangelio. � Como�H.L. Mencken�conjetur�,
Como tal, la persona espiritual no es reacia a convertirse en amoral si es necesario. � Como�Arthur C. Clark�observ�,
Pero el individuo espiritualmente s�lido, adaptable y auto-superable, secuestra la moralidad de vuelta de las aceradas garras de la religi�n y lo trae de vuelta a la alineaci�n con una mitolog�a saludable/no saludables, a pesar de las nociones parroquiales del bien y el mal.� � Lo que queda entonces es una plasticidad moral que es adaptativa a la experiencia numinosa de la interdependencia. � Ense�a la humildad espiritual, la compasi�n humana, y eco-c�ntrica e igualitaria, en contraposici�n a los valores egoc�ntricos y sexistas.�Esta flexibilidad moral a la vez subsume todas las religiones bajo un paraguas gigante de espiritualidad. � El individuo espiritualmente auto-actualizado tiene, pues,�la libertad de escoger y elegir lo�sano�y�bueno�de todas las religiones, mientras libera lo que no es inmoral y no-saludable.� � Pero tal agudeza espiritual tambi�n arroja luz sobre la falibilidad de la propia condici�n humana, y sobre lo f�cil es para que las personas equivocarse.�Como tal, se necesitan tanto las proclamas religiosas y espirituales con un grano de sal. � Porque como�Mark Twain�se�al�,
Tanto si lo llamamos espiritualidad o no, cualquier cesta en la que nos vemos tentados a poner todos los huevos habr�n de mantenerse sospechosa y manejado con circunspecci�n.� � Al final, el individuo espiritual adaptativo supera incluso a su propia ansiedad ante la muerte, convirti�ndose en un mediador del terror natural a trav�s de su propio y robusto oficio de su alma.�Ella se convierte en un facilitador para los que tratan de reducir la brecha entre el sufrimiento mortal y floreciente m�stica.� � Una persona espiritual se convierte entonces en el arte, la literatura, la religi�n y el extintor de ansiedad ante la muerte y el elevado paso sagrado hacia una nueva manera de triunfar sobre �l. � Ella subsume lo sagrado.�Ella libera al animal humano a ser individualizado en el ego y auto-actualizado en el alma, a pesar de los peque�os temores de otra vida pedaleado por los que a�n encerrado dentro de una construcci�n dogm�tica y religiosa.� � Como�Adolfo Quezada�dijo, hablando de la espiritualidad perdida:
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