por Eduardo Mart�nez de la Fe

05 Agosto 2021
del Sitio Web Tendencias21

La Luna,

tal como fue registrada el 21 de junio de 2016

por el comandante Jeff Williams de la NASA

durante la Expedici�n 48 en la

Estaci�n Espacial Internacional.

NASA



El paulatino aumento de luz solar que se produce cada d�a en la Tierra desde hace 4.500 millones de a�os por la influencia de la Luna, fue lo que permiti� la eclosi�n de vida en el planeta despu�s de la Gran Oxidaci�n.

Desde hace unos 4.500 millones de a�os la rotaci�n de la Tierra se ha ido ralentizando gradualmente porque la Luna ejerce una atracci�n gravitacional que se debilita a medida que se aleja de nuestro planeta.

Por los registros f�siles sabemos que los d�as terrestres llegaron a durar solo seis horas durante la infancia del planeta, que ten�an solo 18 horas hace 1.400 millones de a�os y que hace 70 millones de a�os el d�a duraba 23,5 horas.

Cada siglo, ganamos 1,8 milisegundos de luz solar.

Aunque esa desaceleraci�n es imperceptible a escalas de tiempo humanas, no deja indiferente a la vida del planeta porque provoca cambios a lo largo de eones.

Una nueva investigaci�n ha determinado ahora que ese imperceptible alargamiento de los d�as est� relacionado con la oxigenaci�n de la atm�sfera terrestre y la subsiguiente eclosi�n de la vida.

El aumento de los niveles de ox�geno al principio de la historia de la Tierra allan� el camino para la espectacular diversidad de la vida animal en nuestro planeta.

Ese proceso de oxigenaci�n se prolong� durante casi 2.000 millones de a�os, pero c�mo se desarroll� nunca ha sido totalmente comprendido por la ciencia.


M�s luz, m�s ox�geno

La nueva investigaci�n sugiere que el aumento de la duraci�n del d�a en la Tierra primitiva fue lo que aument� la cantidad de ox�geno liberado por las cianobacterias fotosint�ticas.

Se tratar�a, espec�ficamente, de las algas verde-azules que emergieron y proliferaron hace unos 2.400 millones de a�os: habr�an podido producir m�s ox�geno porque los d�as de la Tierra se alargaron.

A lo largo de la mayor parte de la historia de la Tierra, el ox�geno atmosf�rico escase� durante mucho tiempo y se cree que aument� en dos grandes momentos.

- En primer lugar, durante la Gran Oxidaci�n, que ocurri� hace unos 2.400 millones de a�os, debido a las primeras cianobacterias fotosintetizadoras.

- Casi 2 mil millones de a�os despu�s, ocurri� una segunda oleada de ox�geno, conocida como Evento de Oxigenaci�n Neoproterozoica (The Neoproterozoic Oxygenation Event - Environmental Perturbations and Biogeochemical Cycling).

En aquellos tiempos se produjo una eclosi�n tan grande de cianobacterias que provoc� un aumento considerable de la cantidad de ox�geno disponible en la atm�sfera con consecuencias catastr�ficas:

una extinci�n masiva en la biodiversidad de la �poca porque para los microorganismos anaerobios dominantes entonces el ox�geno era t�xico.


Nueva oportunidad para la vida

La otra cara de esta tragedia ecol�gica fue que proporcion� una nueva oportunidad para la diversificaci�n geol�gica, porque aument� el suministro de energ�a para los organismos vivos, produciendo un impacto ambiental global.

La nueva investigaci�n (ver 'Referencia', a pie de pagina), de la que son autores principales,

  • Judith Klatt, del Instituto Max Planck de Microbiolog�a Marina

  • Arjun Chennu, del Centro Leibniz de Investigaci�n Marina Tropical,

...considera que los cambios en la rotaci�n de la Tierra propiciaron la eclosi�n de vida subsiguiente a la Gran Oxidaci�n.

Su conclusi�n se inspir� en el estudio de las comunidades microbianas actuales que crecen en condiciones extremas en el fondo del Lago Hur�n, el segundo en tama�o de los cinco conocidos como Grandes Lagos, que se halla en la zona central de Norteam�rica, entre Estados Unidos y Canad�.

A unos 25 metros de profundidad, el agua en ese lago es rica en azufre y baja en ox�geno, y las bacterias de colores brillantes que prosperan all� se consideran buenos an�logos de los organismos unicelulares que formaron colonias en forma de alfombra hace miles de millones de a�os, porque el ambiente extremo de su fondo se asemeja a las duras condiciones que prevalec�an en los mares poco profundos de la Tierra primitiva.


Simulaci�n reveladora

Los investigadores simularon la desaceleraci�n gradual de la velocidad de rotaci�n de la Tierra y demostraron que los d�as m�s largos habr�an aumentado la cantidad de ox�geno liberado por las primeras esteras de cianobacterias de una manera que ayuda a explicar los dos grandes eventos de oxigenaci�n del planeta.

Descubrieron que en el fondo de ese lago se produce una danza microbiana que se repite a diario:

l�minas transparentes de microbios p�rpuras y blancos luchan por posicionarse a medida que avanza el d�a y las condiciones ambientales cambian lentamente.

Las bacterias blancas que comen azufre cubren f�sicamente a las cianobacterias p�rpuras por la ma�ana y por la noche, bloqueando su acceso a la luz solar y evitando que realicen la fotos�ntesis productora de ox�geno.

Pero cuando los niveles de luz solar aumentan a un umbral cr�tico, las bacterias oxidantes de azufre migran de regreso por debajo de las cianobacterias fotosint�ticas, lo que les permite comenzar a producir ox�geno.

Los investigadores consideran que algo similar ocurri� al principio de la historia de la Tierra.


El atardecer, clave

Aunque la migraci�n vertical de bacterias oxidantes de azufre se ha observado con anterioridad, esta investigaci�n (Possible link Between Earth's rotation rate and Oxygenation), publicada en Nature Geoscience, es la primera en vincular estos movimientos microbianos y las tasas resultantes de producci�n de ox�geno, con el aumento de la duraci�n del d�a a lo largo de la historia de la Tierra.

Una clave para comprender el v�nculo propuesto entre el cambio de la duraci�n del d�a y la oxigenaci�n de la Tierra, es que los d�as m�s largos extienden el per�odo de luz alta durante la tarde, lo que permite que las cianobacterias fotosint�ticas produzcan m�s ox�geno, explican los investigadores en un comunicado.


Referencia