por Rand y Rose Flem-Ath

New Dawn Magazine No. 47

Marzo-Abril 1998

del Sitio Web NewDawnMagazine

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Rand y Rose Flem-Ath son los autores de �Cuando el Cielo se Cay�: en busca de la Atl�ntida, que plantea la teor�a de que la Ant�rtida era la Atl�ntida antes de la corteza de la tierra se moviera en 9600 A.C. Ellos creen que el relato de la Atl�ntida de Plat�n es una descripci�n exacta de toda la geograf�a de la tierra cuando se ve desde una perspectiva radical del hemisferio sur que pone la Ant�rtida en el centro del mundo. El libro fue publicado originalmente en Canad� en enero de 1995 y ahora est� disponible en diez idiomas.

Su p�gina web es: http://www.flem-ath.com.

En la pel�cula 'Contacto', Jodie Foster juega el papel de un astr�nomo que establece comunicaci�n con una civilizaci�n m�s all� de nuestro sistema solar.

En un reciente programa de televisi�n, 'La maldici�n de las momias de la coca�na', se establece un diferente, pero igualmente fascinante

contacto entre el antiguo Egipto y el antiguo Per�.

Un cient�fico forense alem�n rompi� la momia egipcia de Rams�s II

por posesi�n de coca�na. La coca�na, como la mayor�a de la gente sabe,

s�lo crece en los Andes.

�C�mo consigui� Ramses II su droga?


La idea del antiguo contacto transoce�nico entre el Viejo y el Nuevo Mundo antes de Col�n (que no fueran los vikingos) simplemente no es aceptable dentro de los pasillos estrictamente controlados de la academia.

El Profesor John Baines, egipt�logo de Oxford es un caso t�pico. �l llama a la idea del antiguo comercio transoce�nico "absurdo" y refuerza su "argumento", se�alando que �l no conoce a ning�n egipt�logo profesional, antrop�logo o arque�logo que est� "seriamente" investigando la idea. Esto se debe a que, seg�n �l, la idea no es "percibida" como teniendo "un significado real para los temas."

El punto de vista del profesor Baines nos recuerda a los sacerdotes que se negaron a mirar a trav�s del telescopio de Galileo para ver las manchas en la Luna, porque esta revelaci�n no se ajustaba a sus ideas preconcebidas de la realidad.

La academia est� orientada a no ver el problema. Este enfoque de avestruz tiene resultados predecibles: resultados, que no necesariamente tienen alguna relaci�n con la b�squeda de la verdad y, de hecho, impiden la b�squeda.

El simple hecho de que nos encontramos con las civilizaciones adoradoras del sol construyendo pir�mides, obeliscos y preservando a sus muertos envolvi�ndolos en un pa�o (momias) en ambos lados del Atl�ntico es rara vez discutido en las revistas arqueol�gicas y antropol�gicas, a pesar del hecho de que cada ni�o, cuando primero confrontado con los hechos, plantea la pregunta obvia: "por qu�?".

Durante cuatrocientos de los �ltimos 500 a�os, los estudiosos se han preguntado sobre los hechos. Tres teor�as surgieron, y sin embargo, s�lo una sobrevive hoy.

El secretario de Cort�s fue uno de los primeros en proponer la idea de que ambos, el Viejo y el Nuevo Mundo eran remanentes de una civilizaci�n "perdida" incluso m�s antigua.

El "Aztlan" del M�xico antiguo y el "Atlantis" del antiguo Egipto, seg�n �l, eran uno y lo mismo. Con esta sencilla idea de los puntos en com�n entre los edificios, la cultura y las mitolog�as de los antiguos habitantes de M�xico, Per� y Egipto podr�an todos ser explicados como "ecos" de un mundo perdido.

La segunda teor�a presentada fue la idea de que M�xico y Per� fueron fundados por la gente del Viejo Mundo que ya pose�an las habilidades necesarias para construir las pir�mides y preservar �rganos. La mayor�a sostuvo que ven�an de antiguo Egipto, pero otros sugieren que los sumerios, los pueblos de la antigua India, los fenicios y hasta los templarios de Francia.

Una vez m�s, una simple idea fue utilizada para explicar un problema obvio.

La tercera teor�a, era la idea de "desarrollo separado". Aqu� el enfoque se centra en "c�mo" llegaron las personas a Am�rica, m�s bien que sobre las impresiones de los europeos despu�s del "descubrimiento" de Col�n del Nuevo Mundo.

Aunque esta es la m�s complicada de las teor�as - violando as� el principio cient�fico de la navaja de Occam (tan bellamente articulado en Contacto) que cuando se enfrentan a teor�as contradictorias de un fen�meno inexplicable, uno debe preferir la explicaci�n m�s simple, es, sin embargo, la �nica teor�a que se considera acad�mica en las universidades de hoy en d�a.

Es en este contexto que debemos ver La maldici�n de las momias de coca�na.

La coca�na y el tabaco son plantas que se originaron en Am�rica y eran desconocidos para el Viejo Mundo, si hemos de creer el paradigma tradicional. La primera ruptura en el tejido del dogma lleg� el 16 de septiembre de 1976, cuando los restos momificados de Ramses II llegaron al Museo del Hombre en Par�s.

Para reparar el da�o a la momia, un equipo de cient�ficos se reuni�, incluyendo al Dr. Michelle Lescot del Museo de Historia Natural (Par�s).

Recibi� fragmentos de las vendas y encontr� un fragmento de planta atrapado dentro de las fibras. Cuando ella lo mir� con un microscopio se sorprendi� al descubrir que la planta era tabaco. Ante el temor de que hab�a cometido un error, repiti� sus pruebas una y otra vez con el mismo resultado cada vez: Una planta del Nuevo Mundo hab�a sido encontrada en una momia del viejo mundo.

Los resultados, poco conocidos en Am�rica del Norte, causaron sensaci�n en Europa.

El profesor Nasri Isk-ander, conservador jefe en el museo de El Cairo pens� que ten�a una explicaci�n. Como un �vido fumador de pipa, argument� que "tal vez un pedazo de tabaco se cay� por azar" de la pipa de alg�n arque�logo distra�do.

El Dr. Lescot respondi� a esta acusaci�n de "contaminaci�n" extrayendo cuidadosamente nuevas muestras del abdomen de Rams�s II, mientras a la vez fotografiaba el proceso. Estas muestras que no podr�an posiblemente ser "excrementos" fueron probadas nuevamente, y luego una vez m�s, y se estableci� que era tabaco.

El descubrimiento de fragmentos de tabaco en el cuerpo momificado de Rams�s II debe haber tenido una profunda influencia en toda nuestra comprensi�n de la relaci�n entre el antiguo Egipto y Am�rica, pero esta pieza de evidencia fue simplemente ignorada. Entonces, diecis�is a�os m�s tarde, de nuevo por casualidad, surgi� m�s evidencia.

En 1992, el toxic�loga, Dra. Svetla Balabanova del Instituto de Medicina Forense de Ulm (Alemania) prob� antiguos restos egipcios momificados de Henut-Tawy, la Se�ora de las Dos Tierras.

Los resultados llegaron como un "shock" a este cient�fico, que regularmente utiliza m�todos de prueba id�nticos para condenar a las personas por consumo de drogas. No esperaba encontrar nicotina ni coca�na en una antigua momia egipcia.

Ella repiti� las pruebas y envi� muestras frescas de otros tres laboratorios. Cuando llegaron los resultados positivos, ella public� un documento con otros dos cient�ficos. (Balabanova, S., F. Parsche y W. Pirsig, "Primera Identificaci�n de Drogas en Momias Egipcias - First Identification of Drugs in Egyptian Mummies", Naturwissenschaften 79, 358 (1992), Springer-Verlag 1992.)

Si Balabanova fue sorprendida por los resultados de sus pruebas, fue a�n m�s sorprendida por la mordaz respuesta a su publicaci�n.

Ella recibi� una avalancha de cartas amenazadoras, insultantes y acus�ndola de fraude. Cuando les record� a sus cr�ticos que estaba simplemente aplicando las mismas t�cnicas que hab�a utilizado durante a�os en el trabajo en la polic�a, donde sus resultados fueron considerados "pruebas positivas" a sus cr�ticos no pareci� importarles.

Ella fue condenada como un "fraude".

La Dra. Rosalie David, Guardiana de la egiptolog�a en el Museo de Manchester, asumi� el reto de investigar las "momias de coca�na", que ella pensaba que "parec�a casi imposible."

Empez� enviando tejidos y muestras de cabello de su museo a los laboratorios. Ella estaba trabajando en el doble supuesto de que una de dos cosas eran ciertas:

  1. Las pruebas de Balabanova estaban comprometidas

  2. La momia no era realmente antigua (es decir, que era falsa)

El Dr. David viaj� a Munich para revisar las t�cnicas y los registros de excavaci�n para ver si el cuerpo, que originalmente hab�a sido comprado por el rey Luis I de Baviera era aut�ntico o no.

El Dr. Alfred Grimm, conservador del Museo Egipcio de Munich, dijo que,

"las momias de Munich son verdaderas momias egipcias. No hay falsificaciones. No hay momias modernas. Vinieron desde el antiguo Egipto."

Despu�s de pasar d�as empap�ndose sobre la documentaci�n asociada a la "momia de coca�na", el Dr. David cedi� diciendo:

"parece evidente que son probablemente aut�nticos..."

Cuando regres� a Manchester descubri� que en las momias de su propio museo hab�a rastros de tabaco.

El Dr. David dijo:

"Estoy realmente muy sorprendido por esto."

El trabajo del Dr. Balabanova hab�a sido validado por los resultados de las pruebas de Manchester, pero ella ahora estaba enganchada en el problema y comenz� a recoger muestras de los cuerpos preservados de forma natural, alojados en museos de toda Europa.

Obtuvo 134 cuerpos separados tomados del antiguo Sud�n, datando de una �poca mucho antes de Col�n o los vikingos. Una tercera parte de estos cuerpos conten�a tanto nicotina como coca�na.

La realizaci�n emocionante que fue sin duda el contacto entre el antiguo Per� y el antiguo Egipto ya se hab�a establecido. Las momias de coca�na procedentes de Egipto y Sud�n, cambiaron las reglas de este controversial juego. Ya no hay una orden judicial para excluir la hip�tesis del comercio transoce�nico en la antig�edad.

�Es el principio de la navaja de Occam s�lo a ser aplicado cuando el resultado est� asegurado para confirmar el dogma tradicional de las teor�as del pasado? Parece que s�.

Las momias de coca�na aumentaron las huellas de visitas establecidas desde hace tiempo.

A pesar de la abrumadora evidencia a�n nos encontramos en la �ltima d�cada del siglo XX, tratando con un establecimiento "cient�fico" que ridiculiza a sus propios miembros y se niega a ver los resultados de sus propios principios, si los resultados no confirman las vistas favoritas de la ortodoxia reinante.

Un paso adelante. Dos hacia atr�s...


Referencia

"La maldici�n de las momias de coca�na", escrita y dirigida por Sarah Marris. (Productores: Hilary Lawson, Maureen Lemire y narrado por Hilary Kilberg). Una producci�n de TVF para Channel Four en asociaci�n con el Discovery Channel, 1997.