por�
Christa Mackinnon

30 Abril 2017
del Sitio Web�
Wakeup-World

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

"En ausencia de lo sagrado,

Nada es sagrado.

Todo est� a la venta".

Oren R. Lyons

Guardi�n de la Fe del clan de la Tortuga


Al escribir mi�
�ltimo libro, me sorprendi� lo dif�cil que me pareci� escribir un 'breve cap�tulo sobre la naturaleza y el car�cter sagrado' para un p�blico que ser�a principalmente urbano.

Ahora que el movimiento ind�gena en contra de la finalizaci�n de la�'Dakota Access Pipeline'�llev� el tema a la luz, me vino a la memoria que necesitamos urgentemente reconectarnos con el aspecto sagrado de la naturaleza, no s�lo porque nos enfrentamos a una crisis ecol�gica y la necesidad de soportar en gran n�mero a la creciente destrucci�n del h�bitat y recursos naturales impulsados, sino tambi�n porque la separaci�n del aspecto de la naturaleza de nosotros mismos, de nuestras ra�ces de la tierra y las almas, contribuye ampliamente a la des-conexi�n de nuestra propia naturaleza salvaje y a nuestro sufrimiento mental, emocional y f�sico y des-encantamiento.


Puntos de Vista Ind�genas en lo Sagrado en la Naturaleza


Una de las ense�anzas m�s importantes con las que hemos sido bendecidos, es que la gente de todo el mundo que todav�a tienen sus ra�ces en las tradiciones basadas en la Tierra siempre han mantenido que estar incrustado en la naturaleza significa estar cerca de la creaci�n, el creador y lo divino - que lo sagrado se experimenta directamente a trav�s de la creaci�n y puede entenderse a trav�s de la observaci�n y la comunicaci�n con los esp�ritus de la naturaleza.

Mientras nosotros, en nuestro llamado�mundo moderno�hemos sido desde hace milenios llevados a creer que lo divino est� en alg�n lugar 'ah� fuera', los maestros ind�genas nos recuerdan que lo sagrado y divino est� 'aqu�'.

La maestra aborigen y artista�Miriam Rose Ungunmerr-Baumann�expresa esto cuando escribe que es f�cil para ella experimentar a Dios cuando ella caza, se encuentra en el monte o se encuentra entre los �rboles, y que su pueblo ha sido tan consciente de la naturaleza que es natural que ella se sienta cerca del creador.�[1]

Y�Carlos Perez Shuma, un cham�n peruano, hace eco de esto desde el otro lado del mundo cuando dice:

"...porque en la naturaleza hay un Dios y Dios conversa con nosotros en nuestras visiones."�[2]

Pero no s�lo se nos ha llevado a creer que lo divino est� 'ah� fuera', tambi�n se nos ha llevado a creer que estamos separados de la naturaleza y, lo m�s importante, que somos una especie superior.

Las actuales�creencias espirituales actuales, de las sociedades basadas en religiones, afirman la superioridad humana en lugar de la igualdad y la santidad de todos los seres vivos.

En el�G�nesis, Dios�dice,

"Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra y sometedla. Dominad a los peces del mar y a las aves del cielo y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo."�[3]

Por el contrario, desde un punto de vista ind�gena y cham�nico, todo en la red de la vida no s�lo est� vivo y relacionado entre s�, sino que no es menos sagrada, ya que se deriva del mismo campo subyacente (espiritual).

La p�rdida de este conocimiento ha dado lugar a consecuencias devastadoras.

Cuanto m�s nos definimos como 'separados' de la naturaleza, menos seguimos la intenci�n de la dimensi�n espiritual de la que hemos surgido, y m�s da�amos, no s�lo la dimensi�n manifestada de nuestra Tierra, que podemos ver en el da�o ecol�gico que hemos hecho, sino tambi�n la dimensi�n espiritual y sagrada de la Tierra y nuestras propias almas.

Viviendo de la Forma correcta�



Tomando conciencia de nosotros mismos y permiti�ndonos experimentar la dimensi�n espiritual y sagrada, el despertar a lo divino en la naturaleza, lleva inherente a todo lo que est� siendo tratado con respeto, en lugar de ser explotado para el beneficio de una especie, es decir, nuestra propia.

Esto no significa, sin embargo, que las culturas basadas en la Tierra sean sentimentales acerca de los animales y las plantas.�Los animales son matados para alimento y las plantas se comen, pero la comprensi�n de sus esp�ritus inherentes conduce a una forma honorable de tomar sus vidas.

Cuando estuve en Mongolia me conmovieron c�mo los pastores n�madas, cuyo sustento era criar y sacrificar animales, honraban a sus esp�ritus.

Se pueden encontrar en todas partes cr�neos de animales utilizados para albergar a los esp�ritus de los animales sacrificados.

Las sociedades que se basan todav�a en la Tierra tambi�n agradecen a los esp�ritus de los animales por dar su cuerpo terrestre para la alimentaci�n humana y con frecuencia llevan a cabo ceremonias en honor de ellos.

Cuando trabaj� con chamanes de Am�rica del Sur, ninguna comida era consumida sin ofrendas a los esp�ritus y todos los restos de comida era regalada en lugar de botada.

Cuando cortan plantas para la curaci�n o recolectaban madera para una ceremonia, ellos siempre dejaban una ofrenda a cambio y agradec�an a los �rboles y a las plantas.

En la mayor�a de las tradiciones, entre ellas la de Am�rica del Norte, los Inuit y de Siberia, todas las partes comestibles de los animales eran comidas, se les ped�a a los esp�ritus gu�as que guiaran a los cazadores al esp�ritu del animal para agradecerle, y sus plumas y pieles son usadas en ceremonias.

El contraste con nuestra agricultura industrial y cruel matanza de unos 56 mil millones de animales por a�o en todo el mundo no podr�a ser m�s fuerte.�

Una vez que reconectamos con lo divino en la naturaleza y empezamos a sentirlo, tambi�n apreciaremos la noci�n cham�nica que la naturaleza nos ense�a bien del mal y que la sostenibilidad est� conectada directamente a esto.

Eli Gatoga, un jefe Cherokee, expres� esto cuando dijo,

"El indio hizo un esfuerzo para conocer las cosas espirituales de sus propias observaciones de la naturaleza, porque toda verdad se puede encontrar en la naturaleza".�[4]

Slava Cheltuev, un cham�n del clan Dyayat kypchak de las monta�as de Altai de Rusia, dice:

"Nuestra tierra es sagrada... que viviendo en la tierra, cada persona debe respetar su lugar. Hay que respetarla, protegerla y nos dar� la vida, nos dar� salud".�[5]

Mientras�Oren R. Lyons, profesor universitario, autor de numerosos libros y Guardi�n de la Fe del clan de la Tortuga, lo resume rigurosamente:

"En ausencia de lo sagrado, nada es sagrado. Todo est� en venta".�[6]

Es lo sagrado en la naturaleza que tenemos que volver a experimentar debido a que el momento en que entendamos la santidad, tambi�n nos daremos cuenta de que la forma correcta de vivir est� en equilibrio y armon�a con las leyes naturales que son inherentes en el campo subyacente de la divina madre.

Esto significa respetar la preciosidad de toda vida, devolver algo cada vez que tomamos algo, en honor a los esp�ritus en la naturaleza, lo que contribuye positivamente al campo espiritual energ�tico subyacente y tratar de vivir de una manera que sustente toda la creaci�n y le ayude a prosperar.�

La Naturaleza es mi Religi�n.

La Tierra es mi Templo.

Nuestras almas terrestres est�n muriendo de hambre

Pero es no solamente la Tierra y las muchas formas de vida que da�amos con nuestro 'olvido sobre lo sagrado' de toda vida.

Dentro de esta cosmolog�a de la sagrada interconexi�n de toda vida, se hace evidente que el da�o que hacemos a la naturaleza dentro de la red tambi�n nos lo hacemos a nosotros mismos, a nuestro cuerpo / mente y a nuestras almas.�

Si nos fijamos en el desarrollo humano, nos damos cuenta que en realidad somos seres de naturaleza y cultura, y que nuestro creciente descuido de la dimensi�n de la naturaleza de nosotros mismos causa el hambre del alma y problemas mentales / emocionales.

Mis propias observaciones como psic�logo, terapeuta y practicante cham�nico a lo largo de muchos a�os me han demostrado cu�nto desencanto, desequilibrio emocional y mental y desarraigo experimenta la gente moderna.

Esto es apoyado por la investigaci�n profunda, que tambi�n nos muestra el poder curativo de la naturaleza de la psique. .

El simbolismo naturaleza es, por ejemplo, dominante en las experiencias de curaci�n, y las personas de todas las edades se sienten emocionalmente m�s estables, m�s pac�ficos, m�s vivos, m�s compasivos y re-encantados despu�s de pasar tiempo en la naturaleza.�

La naturaleza tambi�n nos muestra las alternativas a nuestra forma de vida orientada al consumo y envenenada por la tecnolog�a.


Bill Plotkin, un eco-cham�nico psic�logo que facilita largos e intensivos campamentos de desierto, observa que,

"... el desarrollo humano saludable requiere un equilibrio constante de las influencias y demandas de la naturaleza y la cultura...

Al suprimir la dimensi�n de la naturaleza del desarrollo humano... la sociedad de crecimiento industrial engendra una ciudadan�a inmadura, incapaz de imaginar una vida m�s all� del consumismo y de empleos que suprimen el alma".�[7]

Y�George Monbiot, el columnista de The Guardian y autor de 'Feral - Rewilding the Land, the Sea, and Human Life' observa:

"Ya no es raro encontrar adultos que nunca han nadado excepto en una piscina, nunca han dormido, excepto en un edificio, nunca corrieron una milla o se subieron a una monta�a, nunca han sido picados por una abeja o una avispa...

Estamos separados del mundo por una capa de vidrio... en nuestros recintos de temperatura controlada, todo se puede reducir a abstracciones".�[8]

Desafortunadamente nuestro anhelo por la naturaleza es cada vez m�s empujado al subconsciente.

S�lo cuando se nos anima a profundizar un poco m�s nos damos cuenta de que nuestra mente todav�a asocia el ser poderoso y salvaje, estar en casa, sentirse seguro, tranquilo y sano, con estar en la naturaleza.

En mi pr�ctica nunca he experimentado a nadie que, cuando se le pide encontrar su lugar de poder, santuario, paz o curaci�n visualizan una ciudad llena de gente, su lugar de trabajo, un centro comercial, un club o cualquier otro lugar en nuestro mundo urbano.

Personas de todas las edades y condiciones sociales visualizan un lugar en la naturaleza.


La conexi�n con la naturaleza no s�lo es importante para nuestro bienestar mental y emocional, sino tambi�n para volver a experimentar lo 'salvaje sagrado' dentro de nosotros mismos.

Al comenzar a reconectarnos conscientemente con la naturaleza, reconocemos que nuestra alma de la Tierra es de hecho salvaje y necesita que se le permita sintonizar en esto donde vive, es decir, los grandes y hermosos reinos de la naturaleza, con el fin de ser alimentado y reflejarse de nuevo a nosotros .

Cada vez que nos conectamos con la naturaleza de una manera sagrada, reforzamos lo sagrado dentro de nosotros, alimentamos nuestra alma y nos da la oportunidad de experimentar 'estar en casa'.�

As� que, �porqu� estoy escribiendo sobre esto?

Pues bien, sobre todo para hacer hincapi� en que todos nosotros, que seriamente queremos volvernos integrales, enteros y hacer una diferencia, tenemos que hacer tiempo para estar en la naturaleza.

Hay que centrarse en el aprendizaje de la naturaleza, ser inspirados por ella, revitalizar y re-energizar nuestros poderes naturales, buscar la visi�n, sintonizar las estaciones y utilizar las diversas formas y medios abiertos a nosotros, desde campamentos de desierto hasta la b�squeda de visiones, desde ceremonias de fuego hasta conectar con las esencias espirituales subyacentes de �rboles, plantas monta�as, rocas, agua, estrellas y planetas.

Por encima de todo tenemos que recordar, en nuestros estilos de vida y el mundo tecnol�gico urbano, que volver a experimentar lo divino en la naturaleza - y dentro de nosotros mismos - es necesidad si queremos llegar a ser enteros, integrales y agentes de cambio.

Referencias

  1. Ungunmerr-Bauman, M.R. (2007) - Dadiiri Inenr Deep Listening and Quiet Awareness

  2. Narby, J. (2003) The Cosmic Serpent, DNA and the Origin of Knowledge

  3. Genesis, 1, page 28

  4. Gatoga, E. (1914-1983) http://www.freepressjournal.in/the-call-of-nature

  5. http://ourworld.unu.edu/en/land-has-breath-respecting-nature-in-altai

  6. Lyons, O. http://www.indigenouspeople.net/orenlyon.htm p.1

  7. Plotkin, B. (2008) - Nature and the Human Soul - Cultivating Wholeness and Community in a Fragmented World - Novato, California: New World Library p. 6

  8. http://www.monbiot.com/2017/03/02/screened-out