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por�John Broomfield
The Scientific & Medical Network
traducci�n de
Adela Kaufmann � �
� � � � � � � No tener en cuenta los problemas que enfrenta la Tierra y continuar con la rutina en la educaci�n ser�a una traici�n a la confianza. � Nuestros estudiantes quieren saber c�mo hacer una diferencia.�Ellos necesitan esperanza.�Y no va a venir si todo lo que podemos ofrecer es otra teor�a cient�fica o soluci�n tecnol�gica.�Debemos ampliar nuestra visi�n de buscar alternativas no cient�ficas.�Para marcar la diferencia, tenemos que buscar diferentes entendimientos.�Echemos un vistazo a la sabidur�a de nuestros antepasados. � Ellos cre�an que la inteligencia no se limita a los seres humanos, pero es pose�da por todas las criaturas -�plantas y animales�- y por la�propia�Tierra.� � Tambi�n cre�an en los esp�ritus.�Era entendido que el bienestar humano depend�a de aprovechar estas fuentes de sabidur�a, y todas las sociedades antiguas (al igual que los pueblos ind�genas de hoy) ten�an especialistas expertos en�comunicaci�n con el mundo natural y con los�esp�ritus. Ahora llamamos�chamanes�a estas personas, y este art�culo aboga por la inclusi�n de la pr�ctica Cham�nica en el curr�culo educativo. � El chamanismo da acceso a una t�cnica alternativa de adquirir conocimiento. � Aunque pragm�tico, este sistema a prueba del tiempo no tiene pretensi�n de ser ciencia.�Sus puntos fuertes y limitaciones son diferentes de los de las ciencias y de este modo las complementan. � Siendo afectivo y subjetivo, el chamanismo ofrece otra forma de saber.
Por supuesto la ciencia ofrecer� algunas valiosas nuevas direcciones, pero al mismo tiempo tenemos que ampliar nuestra visi�n de buscar alternativas no cient�ficas. � Para marcar la diferencia, tenemos que buscar diferentes entendimientos.�Tengo la suerte de vivir en un pa�s, Nueva Zelanda, donde muchos de mis compatriotas tienen una comprensi�n del pasado y el futuro que es fundamentalmente diferente de la prevaleciente visi�n "occidental". � La mayor parte de nuestra civilizaci�n considera que es evidente que estamos frente al futuro con el pasado detr�s de nosotros, pero tradicionalmente para los Maor�es de Nueva Zelanda�es el futuro el que est� detr�s de ellos.� � Ellos est�n de pie frente al pasado y sus antepasados son�una presencia viva en�esp�ritu.� � Es la visi�n de los antepasados la que gu�a la generaci�n actual en el futuro no visto, con un claro y primordial prop�sito:
"Los d�as del pasado a los cuales estamos llegando."
Proverbio Maori Tomemos nuestro ejemplo de los maor�es y consideremos la visi�n de nuestros propios antepasados. � No importa cu�l sea nuestro origen �tnico, descubriremos que nuestros antepasados (excepto algunos de los m�s recientes) cre�an, como los maor�es, en la existencia de esp�ritus. � Tambi�n estaban en el temor de la rica diversidad de formas de vida, y creyeron en la mutua interdependencia entre estas formas, incluyendo a los humanos, ya que todo lo que existe est� vivo y consciente. � Ellos eran de la opini�n que la inteligencia no se limita a los seres humanos, pero es pose�da por todas las criaturas - plantas y animales - y, para el caso, por la propia Tierra. � Las rocas, el suelo, las corrientes, el oc�ano, el viento, el aire, el cielo, las estrellas -�todos est�n imbuidos de�conciencia.� � Reconociendo que la Tierra y muchas de sus criaturas predatan enormemente a la humanidad y por lo tanto poseen mucha m�s sabidur�a y mucho m�s antigua, nuestros antepasados honraban seleccionadas formaciones de tierra, �rboles, plantas y animales como sus antepasados. � Ellos entendieron que hay una profunda sabidur�a en los ritmos de la Tierra y una infinita variedad de experiencia de vida almacenada por nuestros semejantes y por los esp�ritus. �
Se entiende que la salud humana y el bienestar depender�n de la
utilizaci�n de esta fuente de la sabidur�a.�En
un planeta que est� vivo todas partes, es consciente y tiene
esp�ritu, se cree que los seres humanos tienen muchos aliados sabios
para consejo y ayuda.
� Si la 'categor�a de estrella' dada por nosotros los modernos a nuestra especie es injustificada - Si sapiens (la sabidur�a) no es exclusiva al homo (la humanidad) - entonces podr�a ser que el destino de la Tierra no es exclusivo ni est� principalmente en nuestras manos. � Por medio de nuestros antepasados, hemos exagerado groseramente nuestra propia importancia en la intrincada red de la vida. � �No es concebible que entre nuestros compa�eros inteligentes en este viaje lleno de torbellinos por el espacio haya algunos que puedan ser capaces de restaurar el equilibrio que los seres humanos han alterado, de deshacer el da�o que hemos causado? � Posiblemente hay muchos m�s hombros de lo que pensamos, compartiendo esta carga.�
� Tom� meses antes de que se detuviera el flujo, pero mientras tanto, se descubri� que las bacterias que se alimentan de petr�leo hab�an florecido en la columna de aceite y �ste conten�a una gran cantidad de ella.�Los microorganismos no s�lo se hab�an multiplicado a una velocidad asombrosa, tambi�n hab�an incrementado su propio metabolismo interno para digerir el aceite de manera eficiente. � Formaron un equipo de limpieza natural capaz de reducir la cantidad de aceite en la columna submarina a la mitad cada tres d�as.�
� Estas mujeres y hombres eran altamente estimados, y eran abordados con cierto temor y respeto, porque eran percibidos de estar en comuni�n con misteriosas y terribles fuerzas. � En franc�s antiguo se les llamaba "sorcier," aquellos en contacto con la "Fuente".�Los anglosajones hablaban de los "Caminos del Wyrd" conocidos a los "hechiceros" y "brujas".� � El chamanismo es el t�rmino que ahora se aplica a lo que ha llegado a ser reconocido como un fen�meno mundial, cuya pr�ctica se puede encontrar muy atr�s en la historia humana. � Dada la asociaci�n en la imaginaci�n popular del t�rmino chamanismo con culturas nativas, tribales, vendr� como una sorpresa para muchos aprender que sus propios antepasados practicaban el chamanismo.�Todos somos descendientes de pueblos cham�nicos.� � Las investigaciones realizadas durante los �ltimos 150 a�os por los estudiosos de la religi�n comparativa, la prehistoria y antropolog�a han revelado sorprendentemente estrechas similitudes en las t�cnicas cham�nicas empleadas en las culturas antiguas y modernas en las sociedades ind�genas en todo el mundo. � La palabra cham�n es tomada de una de esas sociedades ind�genas contempor�neas,�los pueblos Tunguses de�Siberia. � Tenemos la suerte de que hay chamanes nativos a�n en el trabajo, a pesar de los sostenidos, y en muchos casos brutales esfuerzos de los gobiernos coloniales, iglesias cristianas, y autoridades m�dicas de suprimirlos. � En los �ltimos cuarenta a�os tambi�n ha habido un renacimiento occidental de la pr�ctica Cham�nica inspirada por maestros ind�genas y reforzada por el reconocimiento de que estas antiguas tradiciones espirituales son nuestra herencia compartida. � � �
� Trabajan para mantener o restablecer el equilibrio arm�nico entre los humanos y el resto de la naturaleza a trav�s de poderosas conexiones con ayudantes espirituales.�Esto requiere un dominio de las t�cnicas de viajar. � Un viaje cham�nico es un estado de trance a prop�sito inducido por una actividad que altera la mente, como el movimiento r�tmico o un sonido repetitivo, con mayor frecuencia un sonido constante y sostenido de tambores.�Con menos frecuencia, una sustancia psicotr�pica es ingerida. � En su�estado alterado de�conciencia,�utilizando t�cnicas disciplinadas, las personas pueden experimentar visiones de volar o entrar en la Tierra. � En sus viajes, los participantes piden a los esp�ritus animales o tutor que aparezca y les ayude en la b�squeda de la respuesta a una pregunta sobre su vida o sobre otra persona que haya solicitado la ayuda.�La curaci�n es el trabajo cham�nico primario. � Esto incluye la curaci�n de la Tierra y sus plantas y animales.�Tambi�n incluye la curaci�n humana, tanto la curaci�n de disensi�n en grupos y la enfermedad f�sica y emocional de las personas.�En la cosmovisi�n Cham�nica, el malestar se entiende que el resultado de la p�rdida de la conexi�n con los esp�ritus de la naturaleza y la consiguiente p�rdida del alma - individual o colectiva. � Los viajes cham�nicos nos llevan a lugares donde podemos recuperar fragmentos del alma perdida.� � El viaje es �til para una amplia gama de efectos pr�cticos, y la experiencia puede ser poderosa, a menudo sorprendiendo al principiante con la contundencia y amabilidad de lo que es revelado.�Aqu� est� un ejemplo personal. � Comprar una propiedad es dif�cil en el mejor de los tiempos, pero cuando usted ha estado viviendo en los Estados Unidos durante 30 a�os y quisiera encontrar un lugar en su pa�s de origen, Nueva Zelanda, es un gran desaf�o. � As� es como lo fue para m� en 1991, y necesitaba ayuda.�La recib� de un esp�ritu guardi�n, un �guila. � En un viaje cham�nico, el �guila me llev� volando sobre Marlborough Sounds y me mostr� una propiedad a distancia, con tal detalle que yo fui capaz de dibujar un croquis:
Mi esposa Jo y yo llevamos el mapa con nosotros cuando llegamos a Nueva Zelanda tres a�os m�s tarde. � Encontramos un lugar que estaba en la lista en la primera oficina de bienes ra�ces que visitamos, y cuando nos llevaron a la tierra, sab�amos en el lapso de los primeros diez minutos que era el lugar al que mi �guila me hab�a llevado.�No tuvimos necesidad de mirar otras propiedades.� � Tengo otra historia cham�nica exitosa en el sector inmobiliario. � Una vez particip� con otros 30 en un viaje cham�nico para buscar un nuevo campus para el California Institute of Integral Studies, la peque�a escuela de postgrado de San Francisco, de la cual yo era entonces presidente. Muchos de los participantes se vieron conducidos por sus esp�ritus guardianes a un barrio en particular de la ciudad. � Tres personas en el grupo viajero describieron la ornamentaci�n en el exterior de un edificio. � Uno se fue por una chimenea y vio una habitaci�n con un suelo de madera pulida y una alfombra oriental.�Otra persona report� un delicioso aroma de hornear.�Lo m�s divertido es que algunos en el grupo viajero comentaron sobre un penetrante olor de marihuana en la zona.�Peque�a maravilla. � Tres semanas m�s tarde, encontramos una excelente propiedad a media cuadra de la esquina de las Calles Haight y Ashbury! � Como est�bamos por descubrir, la tienda m�s cercana, a s�lo doscientos metros de nuestro nuevo campus, era una tienda de delicatessen, cuyos productos horneados se volver�an los favoritos de los estudiantes y profesores, y los detalles del viaje sobre la ornamentaci�n en el edificio, la chimenea, y la habitaci�n con el suelo de madera pulida y alfombra oriental demostr� toda ser igualmente precisa.� � Como esto sugiere, �el chamanismo puede ser divertido! � Los chamanes son teatrales.�Para remachar la atenci�n de los participantes, los chamanes suelen llevar trajes dram�ticos y mostrar talismanes de colores, ya que queman hierbas y r�tmicamente giran, aplauden y tamborilean fuertemente. � Casi todos los sentidos f�sicos de los participantes est�n comprometidos. � Como docentes, debemos reconocer a los chamanes como ejemplares de excelente pr�ctica educativa.�La gente aprende con mayor fuerza a partir de formas que involucran m�s que su intelecto.�Ellos recuerdan mejor lo que hacen, en lugar de lo que leen o se les dice. � La educaci�n efectiva debe tener un gran componente experiencial y pr�ctica Cham�nica puede ser una experiencia totalmente agradable.� � Los chamanes pueden ser juguetones, pero no son juegos.�Su trabajo tiene un prop�sito serio: la evocaci�n de poderosas fuerzas espirituales.�Los practicantes cham�nicos, en consecuencia, deben asumir la responsabilidad por el bienestar de los individuos y grupos a los que gu�an. � Al igual que con la psicoterapia y pr�cticas similares que pueden traer a la conciencia profundos y subconscientes recuerdos excitantes y emociones fuertes, el chamanismo debe ser practicado con moderaci�n disciplinada e integridad �tica. � Tambi�n, con la humildad.
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Reconect�ndose con la naturaleza � Dado el actual desequilibrio fundamental entre los seres humanos y otras especies, la naturaleza debe ser un �rea primaria de educaci�n experiencial. Debemos equilibrar las abstracciones de los salones de clase con experiencias de la vida, de las cosas que crecen silvestres. � Despu�s de la centenaria pr�ctica de los chamanes, los estudiantes y sus profesores deben pasar tiempo en la naturaleza para restablecer una conciencia directa de las complejas interconexiones que sustentan la vida. � Un tiempo de silencio pasado lejos de las elaboradas construcciones de nuestras ciudades puede ayudar a ganar la quietud en la que podemos escuchar las voces de la naturaleza.� � El viaje cham�nico tambi�n puede conducir a un conocimiento �ntimo de la naturaleza.�En su libro�La aventura del�auto-descubrimiento, el�psicoterapeuta�Stan Grof�informa que en los viajes que �l y la esposa�Christina�dirigen, muchos participantes experimentan "identificaci�n completa y realista" con los animales y las plantas y reciben un extraordinario conocimiento de los procesos org�nicos. � En este modo de la conciencia,
Esto puede conducir a profundas nuevas comprensiones.
Grof coment� que hablar de la conciencia planta podr�a parecer,
Estaba escribiendo a finales de 1980 cuando la biolog�a estaba dominada por genetistas moleculares, que, en su momento, estaban muy confiados en que toda funci�n biol�gica era programada por secuenciaci�n del ADN. � En los siguientes 20 a�os, sin embargo, ha habido una revoluci�n conceptual en gen�tica y biolog�a celular, con el reconocimiento de que las redes celulares en organismos son sistemas din�micos que responden inteligentemente a las cambiantes condiciones externas, incluso la modificaci�n de la estructura del ADN cuando es necesario. � En su libro de 2005,�La Biolog�a de la�Creencia,�el bi�logo celular�Bruce Lipton�escribe:
Sobre la base de este tipo de investigaci�n pionera,�Fritjof Capra�concluye:
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Conciencia compartida � Por medio de participar del buen ojo del �guila, la gran fuerza del oso, el poder sanador de la hierba, o el calor abrasador de la llama, el cham�n nos muestra pasajes de sabidur�a espiritual de las formas naturales. � Los chamanes son cambiadores de forma, ense�ando que los l�mites entre las formas no son tan impermeables como parecen. � Dram�ticamente, este antiguo conocimiento de que "no hay un muro entre especies", rechazado durante tres siglos por la ciencia reduccionista cartesiana, ha sido redescubierto en esta d�cada por bi�logos moleculares. � Lipton de nuevo:
Esta observaci�n por Stan Grof sugiere una raz�n importante para la inclusi�n de la pr�ctica Cham�nica en el curr�culo educativo. � El chamanismo da un acceso de trabajo a una t�cnica alternativa de adquirir conocimiento.�Aunque un sistema pragm�tico, la prueba del tiempo no tiene pretensi�n de ser ciencia.�Sus puntos fuertes y limitaciones son diferentes de los de las ciencias y de este modo los complementan. � Siendo afectivo y subjetivo, el chamanismo ofrece otra forma de saber. � � �
� En esto sirve como terapia de choque para los estudiantes que han crecido con la creencia no examinada de que la ciencia moderna es�el �nico "verdadero camino" al�conocimiento. � Se les ha ense�ado que el m�todo cient�fico es de un orden diferente de todos los otros sistemas humanos de comprensi�n.�La pretensi�n es que la ciencia, y s�lo la ciencia, proporciona una ventana transparente en la realidad y tiene la capacidad �ltima de responder a todas las preguntas sobre la naturaleza. � Estas afirmaciones son insostenibles.�La representaci�n de la realidad de la moderna civilizaci�n occidental es limitada como la de todas las otras civilizaciones. � Las ciencias son construcciones culturales que nos ayudan a salir adelante en el mundo.
La ciencia es una simplificaci�n del universo, que en su inmensidad insondable siempre amenaza con abrumar a la limitada capacidad del organismo humano de comprender.
Sin embargo, la ciencia reina y ciega a la mayor�a de nuestros estudiantes, al igual que la gran mayor�a de nosotros, a las diversas y ricamente variadas rutas de acceso a los conocimientos ofrecidos por otras civilizaciones, contempor�neas e hist�ricas.
La escritora es�Mara�Freeman,�cuyo campo es el folklor c�ltico y brit�nico.
Tradicionalmente, Freeman dice, eran los chamanes los que ten�an el valor y la habilidad de abrir de par en par la "puerta llameante."
Los chamanes son�caminantes del borde y�cambia-formas, que disipan la ilusi�n de que todo est� fijo, ordenado y controlable. � � Un paso hacia fuera por cualquier lado Del ordenado camino que pisamos, Y todo el mundo es salvaje y extra�o; Incauto y demonio y Djinn y duende Deber� acompa�arnos esta noche, Porque hemos llegado a la Tierra m�s antigua En la que los poderes de Oscuridad reinan. Rudyard Kipling � � El chamanismo es un reconocimiento de los impresionantes poderes espirituales que dan forma al universo.�Es un reconocimiento de que el misterio se mantendr� a pesar de toda nuestra ciencia y erudici�n.� � Animemos a nuestros estudiantes a deleitarse con la permanencia de lo incognoscible y sentarse en temor y reverencia ante la majestad de lo misterioso. � Anim�moslos tambi�n a escuchar el mensaje de los chamanes, que la fuerza que mueve el universo es esp�ritu, que hace posible la vida y le da sentido.�La noticia emocionante que los chamanes nos traen es que no estamos solos. � En un planeta que est� vivo en todas partes, consciente y con esp�ritu, los humanos tienen muchos sabios aliados para consejo y ayuda. � Debemos enterrar nuestros temores exagerados de que no tenemos los recursos para mantener este programa en marcha.�Igualmente, tenemos que aprender la humildad.�La arrogancia del homo sapiens en reclamar superioridad sobre todas las dem�s especies ha sido la fuente de graves da�os. � La humanidad no es m�s que una forma de esp�ritu entre incontables miles de millones.
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