por�Rami Sajdi

1997

Del sitio Web�AntiqillumOfTheIlluminati

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Teor�as sobre su origen


Entre las tribus n�madas de la Pen�nsula Ar�biga hay una tribu peculiar que son los que m�s saben de los desiertos de la Pen�nsula, oasis, wadis, colinas y monta�as, as� como sus animales y plantas.�

Esta tribu, llamada�Al Sulaba, es la m�s extendida en aquellas partes, y la m�s capaz de cruzar los llanos �ridos.�Algunos los llaman los beduinos�de Al Sulban�(es decir, los cruces) o�Al-Khlawiyah�(un nombre derivado de�khala, lo que significa desierto, lo que implica una comparaci�n con los perros parias).�

A pesar de sus prodigiosas habilidades, la tribu es humilde, peque�a en n�mero, de d�bil resistencia, baja en estatus, y de modesto origen ancestral.�De hecho sus or�genes no se conocen entre los �rabes (que decir que es, en la cultura �rabe, un insulto).�

La tribu no tiene ning�n territorio tribal o�deereh,�o un pa�s en el desierto en el que habitan.�

Sus ramas se extienden desde el�desierto sirio en el norte (alrededor de Palmyra) a�Mosul�y al desierto del sudeste de Irak, a�Najd�y al extremo sudoeste de Hijaz en la contempor�nea Arabia Saudita, y en�Dahna�m�s all� de Kuwait.

La primera referencia literaria a ellos fue por�Suleiman Al-Bustani, que public� una conferencia en�Al-Muqtataf, en la que dividi� a los n�madas en tres categor�as:

  • los beduinos

  • los semi-beduinos

  • los beduinos de beduinos

A los Sulaba�los puso en la tercera categor�a, y lanz� la teor�a de que descienden de�los cruzados�(Al-Salibiyeen�en �rabe), despu�s de que los mamelucos los derrotaron �losy dispersaron.�

Al-Bustani hizo una segunda y m�s extensa referencia a Al-Sulaba en el 11� volumen de�Da'erat Al Ma'aref, una enciclopedia publicada por�Butrus Al-Bustani�en 1911.�

En este texto �l defiende la teor�a de que�descienden de los cruzados.

El primer escritor extranjero en referirse a esta tribu fue�W.�Pierre, en la enciclopedia isl�mica, quien afirm� que son� �rabes los que se convirtieron al Islam en un per�odo de retraso, y que sus costumbres y humilde estado indican que fueron v�ctimas de un viejo desastre.�

Antrop�logos franceses durante el mandato sobre Siria y el L�bano desarrollaron la teor�a de que los Al-Sulaba son de un origen racial no �rabe, posiblemente indio, probablemente tra�dos a Bagdad como m�sicos para un califa abas�.�

Se cree que se dispersaron en el desierto para escapar del ataque de Tamerl�n en Bagdad.�

Esta teor�a se basa en algunas de las expresiones de Al-Sulaba que est�n cerca de algunos dialectos indios, que algunos de sus mitos son similares a los del libro�Las mil y una noches, y porque muchos de sus clanes viven cerca del Golfo.�

Curiosamente, los primeros viajeros, como�Karsten Neibuhr, que visitaron Al Hijaz y Yamen, y viajeros anteriores no hicieron referencia a esta tribu, lo que parece sugerir que�Al-Sulaba�no exist�a antes de esta fecha.�

El primer viajero que se refiri� a ellos fue�John Burkehardt, quien los describi� como una tribu del norte, que no criaban caballos ni camellos, cuyas tiendas son ra�das, y que cazan para alimentarse, confiando en otras tribus para la p�lvora, o los medios para comprarla.�No hizo referencia de que son extracci�n india.�

Sir�Richard Burton,� cuyo viaje se llev� a cabo en 1853, se refiri� a ellos por el nombre�Khlawiyah, pero no se refiri� a ellos como siendo de�origen Cruzado, ni siquiera que son�cristianos.�Dijo que eran despreciados como�la tribu de Haytam�que habita alrededor de Yanbu, y que trabajan como caldereros y criadores de perros de caza Saluqi y burros que ellos intercambian como dotes para sus mujeres, lo que les hace objeto de oprobio entre los beduinos.�


La primera persona que sugiri� la posibilidad de un origen cristiano era el viajero Ingl�s�William Belgrave�que viaj� en la pen�nsula en 1862, y quien public� el libro de sus viajes en 1866.�

Se refiri� a ellos en el transcurso de su libro sobre medicina y marcado entre los beduinos, refiri�ndose a ellos como los curanderos m�s h�biles entre los beduinos.�Postul� que no eran de origen �rabe, y que afirmaban ser un pueblo del norte, que recibi� el apoyo a causa de su piel blanca y hermosos rasgos, as� como por su espontaneidad, en oposici�n a la naturaleza sospechosa de sus compa�eros habitantes del desierto.�

Sostuvo que sus nombres y costumbres son cristianos, pero no sugiri� un origen Cruzado.�


Otros viajeros creyeron que son Gitanos, y describieron su migraci�n anual a finales de invierno a trav�s del �ufrates para cazar burros salvajes con el fin de criarlos y cruzarlos con sus propios reba�os.�

A diferencia de�Belgrave, otros viajeros europeos describen a los�Al-Sulaba�como muy feos en apariencia, viviendo como par�sitos que reclaman ser pobres a pesar de ser ricos, pero entierran su dinero para conservarlo, y se ganan la vida mendigando, apostando y cazando.�El desprecio que se les tiene les permite tener libertad de movimiento, sin obst�culos por las fronteras nacionales o tribales, y les ahorra de pagar impuestos, ya que nadie se digna a solicitarlo de ellos.�


Una de las descripciones m�s elocuentes de los�Al-Sulaba�fue dado por�Lady Anne Blunt, quien describi� a dos j�venes de la tribu como de gran belleza, con unas caras perfectamente formadas, ojos almendrados, dientes blancos, y la piel como el marfil pulido.�

Tambi�n describi� a una mujer de un metro de altura y una ni�a como las criaturas m�s encantadoras que hab�a visto nunca.�Ella les muestra como un siendo de muy corta estatura, pero perfectamente proporcionados, con manos y pies peque�os, con una extra�a sonrisa como aquel que tiene miedo, y una mirada de sorpresa en sus ojos que hace que se vean m�s como criaturas salvajes en lugar de seres humanos.�

Lady Anne deduce que los�Al-Sulaba�son ni gitanos, ni ��rabes, sino que�tienen su origen en la India�, como los gitanos.�


Un viajero posterior,�William Writ�busc� sus or�genes en la Pen�nsula Ar�biga.��l lanz� la teor�a de que escaparon del asedio de los Karbala, dejando a sus compa�eros de armas para ser masacrados.�Desde entonces, fueron maldecidos y se mantienen en la verg�enza, a la par con las mujeres.�

En consecuencia, se les considera indignos de montar a caballo o incluso de poseer caballos, siendo sus monturas confinadas a los burros.�

Seg�n esta teor�a, pertenecen a�la fe ismaelita.�A diferencia de otros habitantes del desierto, escribe�Writ�que no guardan rencor a nadie, y que no son traicioneros.�En lugar de caer en guerras tribales e incursiones,� viven de la caza y de la crianza de burros.�

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Uno de los documentos m�s autorizados sobre�la Sulaba�es el estudio del antrop�logo�Henry Field�quien realiz� estudios cef�licos en diversas tribus y los pueblos del Oriente Medio.��l estudi� m�s de un centenar de Sulabas que viv�an alrededor de Kuwait, y coment� que ellos constituyen un grupo aparte, en gran parte debido al desprecio que sus vecinos �rabes les tienen, lo que les impide mezclarse e interactuar con otros.�

Se dio cuenta de que tienen largas cabezas estrechas, con ojos negros, pero no le han permitido realizar mediciones de la cabeza.


Costumbres y tradiciones


Los propios Al Sulaba� afirman que su nombre se deriva de la palabra�SALB�(que significa r�gido o duro), que sostienen que es una indicaci�n de que ellos son los primeros de los �rabes.�

Ellos tambi�n afirman ser�el pueblo escogido de Dios, a pesar de todos los dem�s �rabes los desprecian extremadamente..�

Entre sus peculiares costumbres en bodas y circuncisiones es erigir una cruz de madera cubierta con un pa�o rojo y decorado con plumas, que simboliza una invitaci�n a la tienda de la persona que celebra.�

En estas ocasiones, los hombres y mujeres j�venes forman dos l�neas opuestas entre s�, y bailan alrededor de la cruz, acerc�ndose unos a los otros hasta que casi se tocan, y a los hombres se les permite besar los hombros de las mujeres en el curso de la danza.�

Los Al Sulaba�s�lo se casan entre s�, por acuerdo entre la novia y el novio, y despu�s del consentimiento de los padres.�Ning�n beduino se dignar�a a casarse con una mujer de esta tribu, aunque muchos admiten que las mujeres Al-Sulaba son las m�s bonitas en el desierto.�.

En los funerales y en la oraci�n, tambi�n tienen diferentes costumbres de otros beduinos.�Llevan a cabo su peregrinaci�n, no a La Meca, sino a�Harran�en Irak.�Algunos de sus hombres mantienen sagradas escrituras similares al Antiguo Testamento, escritos en caldeo o asirio.�

Ellos veneran�la estrella del norte�que llaman�Jahya que es el punto de referencia constante que gu�a a los viajeros.�Tambi�n veneran a otra estrella en el Capricornio.�Para mostrar su reverencia permanecen de pie frente a la estrella, con los brazos extendidos, a modo que el cuerpo se asemeje a una cruz.�


Los Al Sulaba�son cazadores maestros, en particular los ciervos, que cazan por la comida y por su piel, con la que se visten.�

Pero el suplemento de esta dieta con d�tiles, langosta, y pr�cticamente cualquier cosa que encuentren.�A diferencia de todos los�monmotheists, los Al-Sulaba comen carro�a, sangre y carne de perro.�

Ellos tienen un m�todo peculiar de cazar venados. Se cubren con piel de venado y siguen a la presa en cuatro patas hasta que est� al alcance de sus rifles.

A veces su disfraz les permite acercarse lo suficiente como para capturar vivo al animal.