por Michael Howard
Mayo 16, 2013

del Sitio Web NewDawnMagazine

traducci�n de Editorial-Streicher
9 Octubre 2013

del Sitio Web Editorial-Streicher

Versi�n original en ingles


Michael Howard ha estado estudiando ocultismo, paganismo, magia, folklore y brujer�a durante m�s de cuarenta a�os, y vive en Inglaterra, y es editor y redactor de la revista de brujer�a The Cauldron y autor de diversos libros.

Este art�culo que pusimos en castellano apareci� en la revista New Dawn N�110 (Septiembre-Octubre de 2008) y en newdawnmagazine.com en Mayo de este a�o.

Como �l mismo lo dice, m�s que extrapolar el concepto de chamanismo a cuanta cultura parezca admitirlo, el enfoque aqu� es centrarse en un viaje descriptivo de la pr�ctica original que detenta dicho concepto, la que se ha dado hist�ricamente, como se sabe, en Siberia y Mongolia.

El se�or Howard nos presenta aqu� las vicisitudes incluso m�s recientes de esta interesante visi�n y proposici�n del mundo.




Secretos del Chamanismo Siberiano

Hoy, sobre todo en los c�rculos New Age, el t�rmino "chamanismo" a menudo es usado de un modo generalizado para describir toda clase de pr�cticas m�gicas aut�ctonas en una amplia variedad de culturas por todo el mundo.

Tambi�n ha sido proyectado atr�s hacia un pasado que nunca tuvo, de tal manera que nos podemos encontrar con libros modernos sobre un supuesto "chamanismo celta" y hasta un "antiguo chamanismo egipcio". Los escritores modernos sobre el tema, como el doctor Michael Harner, tambi�n han creado lo que es llamado como "chamanismo fundamental" o "chamanismo urbano".

Esto toma la esencia de las creencias y pr�cticas cham�nicas y las embala de nuevo con una configuraci�n segura, as�ptica y a menudo diluida que es aceptable para los buscadores occidentales de una espiritualidad alternativa.

En este art�culo, sin embargo, examinamos y describimos el verdadero "chamanismo fundamental" como ha sido practicado durante cientos de a�os en su patria de Siberia y en las �reas de habla turca de Mongolia, y donde est� siendo revivido ahora.

A finales del siglo XVI y comienzos del XVII el �rea conocida como Siberia fue colonizada por los rusos.

Ellos fueron atra�dos all� por su abundancia de animales salvajes, la que cre� un floreciente comercio de cueros de animal y pieles. Los Zares usaron los ingresos de esta empresa para incrementar su econom�a y tener acceso a las divisas extranjeras que ayudaron a crear el Imperio ruso. El influjo de cazadores rusos, comerciantes de pieles y mercaderes afect� dr�sticamente a la poblaci�n local, que consist�a en muchas tribus diferentes.

Hacia los a�os 1900 la poblaci�n nativa se hab�a reducido aproximadamente a un 10% de la gente total que viv�a en Siberia. Junto con los comerciantes de pieles tambi�n llegaron misioneros y, en tiempos posteriores, antrop�logos. Los primeros estaban interesados en la conversi�n de la poblaci�n ind�gena al cristianismo Ortodoxo, mientras que los antrop�logos quer�an estudiar su cultura tribal, creencias espirituales y pr�cticas rituales.

Ambos grupos de forasteros se pusieron en contacto con los chamanes tribales de Siberia y, por motivos totalmente diferentes, registraron y comentaron sobre sus observancias religiosas.

Las referencias m�s tempranas a practicantes m�gicos que podr�an ser descritos como chamanes de hecho se remontan al siglo XIII.

Precisamente entonces los primeros viajeros occidentales penetraron Asia Central y visitaron la corte de los gobernantes mongoles. El explorador Marco Polo, por ejemplo, encontr� magos que eran sanadores y que pod�an diagnosticar las enfermedades mediante el uso de la adivinaci�n. Polo dice que ellos llegaban a ser pose�dos por lo que �l describi� como "un diablo", quien luego usaba las cuerdas vocales de �stos para hablar mediante ellas.

Sin embargo, fue un explorador ingl�s llamado Richard Johnston en el siglo XVI quien describi� primero que nadie lo que suena muy parecido a las actividades propias de los chamanes.

�l relat� haber presenciado a un sacerdote tribal que llevaba puestas pieles de animales y tocaba un tambor "formado como un gran cedazo" en "ritos diab�licos".

Durante el ritual el percusionista cay� en un trance y fue pose�do por "esp�ritus malignos".

En 1692 otro explorador occidental, Nicholas Witsen, describi� la vista de un "cham�n" o "sacerdote del Diablo". �l estaba vestido con ropajes rituales, que consist�an en un tocado con cornamenta y un traje ricamente decorado, y cantaba y daba golpes a un tambor para atraer a los esp�ritus.

Generalmente, reflejando la cultura cat�lica de donde ellos proven�an, estos occidentales consideraron a los chamanes como fan�ticos "adoradores del diablo" que obligaban a sus ignorantes e incultos seguidores a servir a los esp�ritus malignos y demonios.


�Qu� es el Chamanismo Siberiano?

El significado de la palabra "cham�n" est� envuelto en el misterio ling��stico y varias explicaciones han sido propuestas para declarar su origen. Una teor�a es que es posiblemente derivada de un antiguo t�rmino chino para un sacerdote o monje budista.

El Oxford English Dictionary define su significado como,

"un sacerdote o m�dico-brujo de una clase que afirma tener un contacto �nico con dioses, etc."

Dice que la palabra viene del ruso "shaman" y que es una traducci�n de la palabra tungusa "saman".

En Siberia y Mongolia el chamanismo era conocido como Tengrianismo, lo cual significaba una reverencia hacia los esp�ritus del cielo. �ste reflejaba un sistema de creencias animista donde todo en el mundo natural estaba vivo, impregnado por una fuerza espiritual o, en t�rminos simples, habitado por esp�ritus.

Estos esp�ritus ten�an que ser respetados y apaciguados o la tierra se har�a est�ril y yerma, los animales que sirven como alimentos desaparecer�an y finalmente el mundo llegar�a a un final. Para conseguir este equilibrio esencial y vital entre los humanos, la Naturaleza y el mundo de los esp�ritus, se requer�a un especialista m�gico, y el cham�n tom� ese papel.

�l o ella actuaba como una persona intermediaria o mediadora entre la Humanidad y lo Otro, y como un guardi�n de la tradici�n cultural y m�gica.

Su trabajo implicaba conducir las bendiciones, sobre todo en beb�s reci�n nacidos, realizando rituales de protecci�n, adivinando el futuro, sanando a los enfermos, exorcizando fantasmas y demonios, supervisando el entierro de los muertos, y generalmente comunic�ndose de parte de la tribu con el mundo de los esp�ritus y sus habitantes.

La iniciaci�n en el culto cham�nico pod�a ser conseguida de varios modos diferentes.

El m�s f�cil era la ruta hereditaria, donde el conocimiento, el poder y la habilidad m�gicos eran transmitidos del abuelo o padre al hijo o, m�s raramente, de la abuela o madre a la hija. A veces los ni�os eran elegidos a una edad muy temprana o incluso en el nacimiento por los esp�ritus e instruidos por ellos por medio de visiones y sue�os.

Los j�venes que sufr�an una enfermedad o afecci�n grave o de ataques epil�pticos, que eran introvertidos y so�adores, o que ten�an alguna forma de enfermedad o discapacidad mental, eran considerados como chamanes naturales que hab�an sido especialmente elegidos por los esp�ritus.

En su vida posterior, aquellos que hab�an sentido una fuerte vocaci�n para convertirse en un practicante m�gico se retirar�an de la sociedad, por lo general a un lugar remoto en �reas silvestres, y se someter�an a una vigilia durante la cual ellos invitaban a los esp�ritus a ponerse en contacto con ellos y a ense�arles los caminos cham�nicos.

Cuando una persona realmente era tomada por otro cham�n como su ayudante o aprendiz de hechicero, a menudo era realizado un rito de iniciaci�n formal.

El candidato ofrec�a un sacrificio de animal, ped�a a los esp�ritus que lo ayudaran en su tarea, hac�a un juramento de lealtad a su maestro cham�nico o clan espiritual, y aceptaba los ornamentos rituales especiales del oficio de un cham�n.

A menudo estas iniciaciones por otro cham�n o por los esp�ritus implicaban una muerte visionaria traum�tica y una experiencia de renacimiento. A veces esto inclu�a un viaje al inframundo, encuentros con deidades y el cuerpo del cham�n aspirante desmembrado y luego reunido otra vez.

Las insignias rituales dadas al nuevo cham�n reflejaban el hecho de que �l o ella era una persona especial que era separada y diferente de los otros miembros de la tribu.

Los chamanes siberianos llevaban puestos trajes hechos de cuero de animal y piel y decorados con bordados, plumas de aves, borlas de seda, cintas, campanas, peque�os espejos, joyer�a representando motivos simb�licos como el �rbol del Mundo, y artesan�a met�lica surtida como discos de cobre.

El adorno de la cabeza consist�a en una gorra c�nica o puntiaguda hecha de fieltro o piel o en la cornamenta de un reno. Algunos chamanes llevaban puestas botas de cuero herradas, de modo que cuando ellos caminaban en�rgicamente pod�an ahuyentar a los esp�ritus malignos.

La mayor�a de los chamanes llevaba un tambor ritual similar en su forma al tradicional bodhran irland�s.

�stos eran hechos de una piel de animal estirada sobre un marco de madera y decorada con plumas y s�mbolos m�gicos que representan viajes del esp�ritu al Otro Mundo o la cosmolog�a cham�nica. El tambor era muy importante y representaba al corcel simb�lico y m�gico que permit�a al practicante viajar desde la Tierra Media al reino de los esp�ritus.

Era tambi�n un objeto m�gico en s� mismo que conten�a y enfocaba la fuerza del esp�ritu o la energ�a. Al hacerlo sonar el cham�n pod�a tanto atraer a los esp�ritus como exorcizarlos. Adem�s del tambor a menudo era llevado un bast�n m�gico.

�ste estaba hecho de madera o de metal y estaba decorado con plumas, campanas, cintas y las pieles de peque�os animales del bosque.


Diferentes Tipos de Chamanes

Aunque los occidentales han usado el t�rmino gen�rico "cham�n" para describir a todos los practicantes m�gicos tribales de Siberia y Mongolia, en la pr�ctica ellos estaban divididos en varios diferentes tipos, categor�as o clases con espec�ficos deberes y responsabilidades m�gicos.

Usando la terminolog�a inglesa, entre �stos se inclu�an,

  • los "conjuradores", que convocaban y controlaban a los esp�ritus

  • los profetas o ps�quicos, que preve�an el futuro

  • los hechiceros, que practicaban "magia negra"

  • los expertos en trance, que viajaban en forma de esp�ritu al Otro Mundo

  • los sanadores, que eran expertos en medicina popular y en el uso de plantas medicinales

  • los gu�as de los muertos, que preparaban los cad�veres y conduc�an los ritos funerales

Los chamanes-sanadores eran a menudo mujeres y se especializaban en asuntos de salud relacionados con la fertilidad humana y animal, la sexualidad y los ni�os.

Ellas eran reconocibles por sus faldas distintivas hechas de cuero de animal y sus sombreros de lana brillantemente coloreados. En vez del tambor ritual usado por los chamanes masculinos, ellas llevaban un abanico de seda y abalorios para rezos.

Lamentablemente cuando el budismo lleg� a Siberia y Mongolia muchas de estas sanadoras fueron despiadadamente perseguidas y exterminadas por los monjes mis�ginos.

Como resultado de esto, su amplio conocimiento de hierbas y plantas usadas para la curaci�n natural fue o perdido completamente o asumido por sanadores budistas y s�lo practicado en una forma corrupta o debilitada.

Otro practicante femenino era la cham�n-partera, que heredaba su poder por la l�nea materna de su ascendencia familiar.

A la vez que asegurarse de que los beb�s entraran en este mundo sin peligro en un sentido f�sico, ella era tambi�n responsable de su protecci�n espiritual de malas influencias durante el nacimiento y de su bienestar como ni�os.

En este sentido ella tomaba el papel de un hada madrina humana.

Inmediatamente despu�s de un nacimiento la partera cham�n cortaba el cord�n umbilical y luego purificaba al beb� reci�n nacido con agua con sal y fuego. Cualquier testigo del nacimiento (�nicamente mujeres) s�lo pod�a estar presente si primero hubiera sido ritualmente purificado por la partera con fuego y agua.

Durante las primeras semanas de vida de un beb� era muy importante que fueran realizados los rituales apropiados para proteger al ni�o hasta que su esp�ritu estuviera totalmente establecido en el mundo material. Si dichos rituales no eran realizados correctamente entonces el esp�ritu del beb� podr�a retornar al lugar de donde hab�a venido.

Estos ritos esenciales eran la responsabilidad de la partera cham�n y sus ayudantes.

Otro tipo de sanador cham�nico era el arreglador de huesos, quien invocaba a esp�ritus gu�as para que lo ayudaran con su trabajo de curaci�n. Ellos principalmente reparaban huesos quebrados y dislocados y ligamentos rotos, sanaban dolores de espalda causados por heridas espinales o enfermedades y tambi�n infecciones de la piel como diviesos, sarpullidos, psoriasis y eczemas.

Estos talentos eran heredados por el lado paterno de la familia y, porque se pensaba que los huesos del cuerpo humano eran espiritualmente "masculinos" en su naturaleza, estos arregladores cham�nicos de huesos eran siempre varones.

La mayor parte de los chamanes trabajaba con lo que los modernos seguidores de la New Age llaman aliados animales o ayudantes del esp�ritu en forma de animal. Estas entidades los ayudaban en su trabajo m�gico y tambi�n les ense�aban.

Por ejemplo, las chamanes parteras ya descritas trabajaban con un esp�ritu animal en forma de zorra de monta�a. Se supone que al primer arreglador de huesos le fueron ense�adas sus habilidades por una serpiente, de modo que esa criatura era sagrada para el clan.

Otros practicantes cham�nicos eran asistidos por renos o lobos para atacar y destruir esp�ritus malignos, y cuervos para deshacerse de enfermedades. Otros importantes ayudantes de esp�ritu animal inclu�an a b�hos, patos salvajes, gansos, ardillas, osos, ranas y sapos, perros, gaviotas y �guilas.

Uno de los tipos m�s importantes y respetados de practicantes m�gicos era el cham�n-herrero. En todas las culturas por todo el mundo desde Europa a �frica el herrero ten�a un papel central en la sociedad tribal y era considerado como un mago o hechicero poderoso debido a su dominio sobre el fuego y su habilidad para trabajar con el metal.

Hay muchas leyendas sobre herreros que hacen pactos con demonios, dioses o el Diablo o los enga�an y los burlan para adquirir sus habilidades.

Hay tambi�n muchos dioses herreros en la mitolog�a antigua que eran magos, hac�an armas para los Dioses o actuaban como ejemplos culturales inventando herramientas agr�colas. En Siberia los chamanes-herreros fabricaban y consagraban m�gicamente los objetos met�licos rituales usados por otros chamanes.

Ellos s�lo eran elegidos por los esp�ritus, y en vez de un tambor ellos usaban sus yunques para comunicarse con el reino espiritual.



Chamanes "Negros" y "Blancos"

As� como entre diferentes tipos de practicantes m�gicos, los chamanes tambi�n estaban divididos en dos categor�as separadas, pero a veces superpuestas:

los chamanes "negros" y los "blancos".

Los "negros" eran considerados como los m�s poderosos de los dos, y eran a veces conocidos como los "chamanes-guerreros" porque ellos combat�an a las fuerzas malignas y eran consultados como consejeros militares.

Ellos obten�an su poder del Norte (probablemente del Polo Norte o de la Estrella Polar - North Star) y pod�an ser f�cilmente identificados por cuanto ellos siempre llevaban puestos trajes negros con muy poca decoraci�n, si es que alguna. La funci�n primaria del cham�n negro era tratar con demonios y dioses oscuros de parte de sus clientes.

En este papel ellos eran contratados para maldecir a sus enemigos y arruinar sus cosechas y su ganado.

En tiempos de guerra los chamanes negros se integraban al ej�rcito, como los modernos capellanes militares, y ayudaban a ganar batallas usando sus poderes ocultos. En tiempos de paz ellos asum�an un papel m�s positivo como diplom�ticos, consejeros pol�ticos y emisarios, y supervisaban la preparaci�n y la firma de tratados con los ritos m�gicos apropiados.

Los chamanes negros eran temidos enormemente, incluso despu�s de su muerte.

En el siglo XIX cuando una famosa cham�n negra muri�, ella fue colocada en un ata�d hecho de la madera "sucia" de un �lamo. Su cad�ver fue clavado entonces con estacas de �lamo, de modo que ella no pudiera convertirse en una "caminante de la noche" y merodear a los vivos.

En contraste, los llamados chamanes "blancos" obten�an su poder m�gico desde una direcci�n del Oeste, la casa de las deidades y esp�ritus ben�volos. Ellos funcionaban en un nivel tribal casi exclusivamente como sanadores y zahor�es, y s�lo ten�an tratos con entidades ben�ficas.

Era su papel pacificar a los esp�ritus malignos o enojados, exorcizarlos si ellos pose�an a seres humanos, y ayudar a la tribu a vivir en armon�a con su ambiente natural y con el mundo de los esp�ritus.

Para este fin en un nivel f�sico ellos a menudo eran empleados en un rol administrativo para supervisar los asuntos tribales.





La Yurta, el �rbol del Mundo y el Vuelo Espiritual

En el chamanismo siberiano, y sobre todo en el mongol, la yurta, una vivienda tradicional construida a partir de una estructura de postes de madera cubiertos con pieles de animales, y con un agujero central para la salida del humo en el techo, era un s�mbolo del microcosmos o una representaci�n del universo.

Por esta raz�n todo el movimiento dentro de la yurta se hac�a, en la medida de lo posible, en sentido deosil o direcci�n del recorrido del Sol [movimiento dextr�giro en el hemisferio Norte, en el sentido del reloj]. Esto tambi�n reflejaba la direcci�n tradicional del movimiento usado en los rituales y bailes cham�nicos.

El centro de la yurta, donde un fuego se quemaba en un fog�n y que era rara vez extinguido, era simb�lico del centro real del mundo o universo.

La columna de humo que se elevaba del fuego y abandonaba la yurta por el agujero central en el techo era simb�lica del axis mundi:

la Monta�a del Mundo, el Pilar del Mundo o el �rbol del Mundo.

Esto es lo que vincula al inframundo con el cielo, y termina en el Norte y en la Estrella Polar alrededor de la cual todas las otras estrellas giran en el cielo de la noche.

Los chamanes cre�an en tres mundos de la existencia conectados por el �rbol del Mundo o �rbol de la Vida.

Ellos eran:

  • el mundo inferior o inframundo, habitado por los muertos que est�n esperando la reencarnaci�n

  • el mundointermedio o Tierra Media, el plano material de la existencia en el cual los esp�ritus humanos est�n encarnados

  • el mundo superior o Cielo, el lugar donde moran los Dioses

Numerosos esp�ritus no-humanos tambi�n habitan cada uno de estos tres mundos.

El cham�n puede tener acceso a estos otros mundos durante un trance, por medio de un viaje espiritual. Su alma corporal sube por la columna de humo desde el fuego y pasa por la abertura en el techo de la yurta. Es interesante notar que en los tiempos medievales se supon�a que las brujas europeas volaban a su sabbats subiendo por la chimenea en sus palos de escoba.

Es obvio que esto no era hecho f�sicamente, de manera que ellas tambi�n practicaban un tipo cham�nico de vuelo del esp�ritu.

Los chamanes tambi�n pueden volar por el aire cuando ellos viajan con el esp�ritu, ya sea metamorfose�ndose en forma de aves (como gansos) o montados en la espalda de un ciervo o caballo volador o alg�n otro animal grande. Nuevamente, hay muchos grabados en madera que datan de la Edad Media representando a brujas cabalgando por el cielo nocturno en las espaldas de cabras y carneros.

A veces el cham�n visitaba el mundo de los esp�ritus subiendo al �rbol del Mundo mismo o viajando a lo largo de un arco iris.

�ste es otro s�mbolo que se encuentra en el paganismo de Europa del Norte, donde un puente de arco iris conecta al Midgard (la Tierra Media) con Asgard, el reino de los Dioses.

Uno de los m�todos usados por los chamanes siberianos para lograr el trance y los viajes espirituales era la ingesti�n del hongo alucin�geno Amanita Muscaria. Este hongo venenoso rojo con manchas blancas tiene una relaci�n simbi�tica tanto con los abedules como con los abetos, que crecen profusamente en los climas del Norte y �rticos.

Est� estrechamente asociado con propiedades m�gicas en mitos y cuentos de hadas, y es representado con frecuencia en ilustraciones de historias modernas para ni�os sobre elfos, hadas y trasgos que viven en los bosques.

El hongo amanita muscaria est� reputado como capaz de abrir la "grieta entre los mundos", y experimentos realizados en el siglo XX por los dos bien conocidos etnomic�logos Gordon y Valentina Wasson revelaron las cualidades psicotr�picas de este el m�s famoso de los "hongos sagrados".

En Siberia el amanita muscaria se le daba a veces como alimento a los renos y luego se beb�a la t�xica orina del animal.

Los chamanes dec�an que tomar aquello los pon�a en contacto con el esp�ritu de la planta, que aparec�a como peque�os hongos con ojos y brazos y piernas.

Dem�s est� decir que en grandes cantidades dicho hongo es muy venenoso y puede ser mortal. Debe ser utilizado, como todas las plantas alucin�genas usadas en la pr�ctica m�gica, en peque�as cantidades, tratado con respeto y s�lo tomado despu�s de una adecuada preparaci�n espiritual, y luego s�lo bajo una supervisi�n experta.

Tambi�n deber�a se�alarse que en muchos pa�ses la amanita muscaria y otros hongos psicod�licos est�n clasificados como drogas peligrosas, y la posesi�n de ellos o su ingesti�n es ilegal.

En com�n con las creencias populares aut�ctonas en Occidente, era aceptado en el chamanismo que el mundo espiritual no estaba completamente separado del mundo material.

Hay sitios especiales en el medioambiente natural - sacra loci [lugares sagrados] - donde los dos reinos se encuentran, se tocan y se interconectan.

�stos pueden ser una monta�a sagrada o una colina, una piedra, un r�o, un lago, un bosque o cualquier se�al natural en el campo. Mientras que los chamanes pueden ser capaces de tener un f�cil acceso a tales "entradas" o "portales" entre aqu� y all�, los simples mortales pueden ser inconscientes de ellos o, si ellos son sensitivos, pueden sentir que ellos son "diferentes" u "otros".

Los lugares fantasmag�ricos, ya sean sitios naturales en el paisaje o edificios, asociados en el folklore con fen�menos paranormales y lugares embrujados, son por lo general portales de acceso de los esp�ritus.

En la creencia chaman�stica, todos los objetos inanimados estaban habitados o pose�dos por una energ�a o fuerza espiritual que controlaba su entorno. Algunos chamanes ense�aban que los seres vivientes, sobre todo los humanos, pod�an tener m�s de un esp�ritu habitando en su cuerpo f�sico.

Muchos aceptaban que los humanos ten�a un doble et�rico, astral o espiritual, y que �ste pod�a ser proyectado en un trance o viaje del esp�ritu para vagar sobre la Tierra y tambi�n entrar en el Otro Mundo.

Los chamanes cre�an que el alma de un ser humano resid�a en un campo de energ�a esf�rico u ovoideo que rodea a cada uno de nosotros. Es probablemente lo que los ocultistas occidentales denominaban como el campo �urico o aura.

Era este campo de energ�a el que era atacado por los demonios o por los chamanes negros cuando ellos atacaban ps�quicamente a sus v�ctimas, y de esa manera ellos pod�an causar la enfermedad o la muerte. Era la tarea del cham�n blanco reparar el equilibrio curando el aura da�ada y, de ser posible, llevar a la v�ctima de vuelta a la salud plena.

Antes vimos c�mo los animales eran importantes t�tems del clan y gu�as espirituales para el cham�n. Antes del siglo XX y del aumento de la producci�n de comida a escala industrial, la caza estaba extendida en las estepas y en los bosques siberianos.

A diferencia de la creencia cristiana, se aceptaba sin cuestionar que los animales ten�an alma, y que cuando se los persegu�a y mataba era esencial que sus esp�ritus fueran respetados y apaciguados. Si esto no se hac�a, el desastre y la desgracia podr�an acontecer al cazador, a su familia y a su tribu.

Cuando un cazador mataba a su presa, siempre �sta era despachada r�pidamente, de manera limpia y sin crueldad.

Antes de que fuera matada, el cazador ped�a perd�n por tener que hacer eso, y despu�s de la muerte sus restos eran tratados con cuidado y respeto. La misma regla se aplicaba a los animales dom�sticos. Un esp�ritu animal maestro reg�a a cada especie, y se hac�an rezos y ofrendas sacrificiales de incienso y fuego para ellos antes de que la caza comenzara.

La caza puramente por placer, como se practica en Occidente, era un concepto desconocido.


El Budismo y la Erradicaci�n del Chamanismo

A pesar de la temprana llegada de los comerciantes de pieles y mercaderes a Siberia y Mongolia, el chamanismo sobrevivi�.

En el siglo XVI, sin embargo, un gobernante mongol llamado Altan Jan invit� a una misi�n budista tibetana al pa�s. Sus motivos eran pol�ticos, por cuanto �l quer�a consolidar su propia posici�n como el l�der tribal supremo, afirmando ser la reencarnaci�n de gran Kublai Jan.

Los budistas estuvieron de acuerdo en reconocer su reclamaci�n, y a cambio el jan dio al jefe de la orden budista el t�tulo espiritual de Dalai Lama, el que por supuesto existe hoy aunque su portador actual est� en el exilio en India. Como resultado de la conversi�n del jan, �l aprob� leyes que prohib�an los rituales cham�nicos y concedi� al clero budista un status especial en la sociedad y privilegios que no fueron concedidos a los chamanes.

En el siglo XVII los gobernantes mongoles hicieron intentos para erradicar la supervivencia cham�nica completamente.

La hermandad de chamanes negros rechaz� someterse a la nueva religi�n y muchos fueron asesinados. Algunos chamanes blancos llegaron a un acomodo con ella.

Esto condujo a la creaci�n de un tercer camino llamado el "chamanismo amarillo" que se someti� al control de los lamas y combin� las creencias y pr�cticas cham�nicas con el budismo tibetano.

Durante el siglo XVIII en Siberia, misioneros budistas, cristianos Ortodoxos y musulmanes intentaron convertir a la poblaci�n nativa y se opusieron a la pr�ctica de todas las religiones rivales. Considerando su moderna imagen pac�fica y pacifista, los monjes budistas fueron los m�s severos a este respecto, y ellos persiguieron a los chamanes, los golpearon y destruyeron sus sitios sagrados sustituy�ndolos por sus propios santuarios llenos de im�genes.

La Iglesia Ortodoxa rusa tambi�n oblig� a las tribus paganas a aceptar el bautismo a punta de espadas y ellos azotaron o encarcelaron a cualquiera que se atreviera a practicar ritos cham�nicos como la adivinaci�n y el sacrificio de animales.

A pesar de esta persecuci�n religiosa, el chamanismo sobrevivi� a las conversiones forzadas y continu� de manera clandestina en remotas �reas rurales. A veces eran incorporados elementos cham�nicos a una forma poco ortodoxa de cristianismo popular que prosper� a pesar de la censura de los sacerdotes.

Este movimiento produjo sectas h�bridas que hac�an coincidir sus sacrificios con fiestas de la Iglesia y que hac�an ofrecimientos a los santos.

Algunos chamanes aceptaron a los santos patronos de Rusia, Jorge y Miguel, como sus deidades. Dieron incluso a Miguel el t�tulo honorario de "Maestro de los Chamanes", y se hac�an sacrificios de sangre a sus iconos.

Despu�s de la Revoluci�n bolchevique en 1917, el chamanismo tuvo un breve renacimiento dado que el poder y la influencia de la Iglesia Ortodoxa rusa y el budismo en Siberia se desvanecieron.

Sin embargo, con el comienzo del sangriento r�gimen estalinista en los a�os '20, la nueva pol�tica del colectivismo agr�cola caus� cambios dr�sticos en la sociedad siberiana. Los comunistas sovi�ticos consideraban a los chamanes como un ejemplo de superstici�n primitiva y de desigualdad social, y ellos fueron condenados como enemigos del Estado.

Hay historias horrorosas de agentes del KGB arrojando chamanes desde helic�pteros para demostrar a sus seguidores que ellos no pod�an volar, y tambi�n ejecut�ndolos al azar mediante pelotones de fusilamiento. En 1980 el gobierno central en Mosc� afirm� que el chamanismo estaba extinguido en Siberia.

Cuando el profesor Ronald Hutton de la Universidad de Bristol visit� Siberia a principios de los a�os '80 los expertos en la materia le dijeron que no hab�a m�s chamanes vivos y que el chamanismo hab�a muerto.

En ese momento �l acept� esto, pero m�s tarde lleg� a creer que varios antiguos chamanes hab�an logrado sobrevivir a los pogromos.

Con el colapso del comunismo sovi�tico a fines de los a�os '80 y principios de los '90, hubo un renacimiento de la cultura tradicional entre los pueblos �tnicos de la antigua URSS. El profesor Hutton ha descrito un encuentro de algunos m�sicos brit�nicos de visita en Siberia en 1997 con una persona que afirmaba ser un cham�n hereditario.

�l dijo que �l hab�a heredado sus poderes y conocimiento desde su abuelo, que hab�a sido un herrero, y que �l usaba sus habilidades para curar y para exorcizar a los esp�ritus malignos.



El Tengrianismo

En los a�os '90 un movimiento neo-cham�nico conocido como Tengrianismo surgi� en Asia Central y en la nueva Federaci�n Rusa.

�ste r�pidamente se organiz� y ahora afirma disponer de una membres�a bastante inflada de 500.000 personas. Uno de sus l�deres destacados es un miembro del parlamento de Kirguist�n llamado Dastan Sarygulov, quien tambi�n dirige un centro cient�fico internacional de estudios tengrinistas.

Sus miembros tienen una agenda pol�tica e intentan difundir sus creencias e ideolog�a en c�rculos del gobierno. Por lo visto ellos han tenido un cierto �xito, dado que tanto un ex-Presidente kirguizo como el actual Presidente de Kazajst�n han declarado que el tengrianismo es la religi�n natural y nacional de la poblaci�n t�rquica.

A diferencia del chamanismo de los antiguos tiempos, el tengrianismo es una forma monote�sta de religi�n con una cosmolog�a que es adecuada para el mundo moderno.

Est� firmemente basado en las preocupaciones "verdes" o ambientales modernas y cree que la Humanidad deber�a vivir en armon�a con el mundo natural. Olvidando o ignorando la persecuci�n del pasado, tambi�n predica la tolerancia hacia otras religiones y procura coexistir con ellas en un esp�ritu inter-religioso.

Extra�amente es tambi�n una religi�n sin dogmas, oraciones o un clero.

La acad�mica estadounidense Marlene Larvelle, que ha estudiado el tengrianismo, afirma que �ste ha sido influido por el ate�smo de la �poca sovi�tica y por las ideas contempor�neas sobre la modernidad. Su agenda pol�tica pide un reconocimiento de los ideales nacionales t�rquicos y la unificaci�n final de todos los pueblos de habla t�rquica.

El renacimiento del chamanismo en su moderna forma tengrianista parecer�a remontarse a un pasado rom�ntico que probablemente nunca existi� en realidad.

Su creciente popularidad entre rusos urbanos est� basada en una imagen id�lica de los yurts en las estepas, un estilo de vida n�mada y vivir en armon�a con la Naturaleza. Esto est� en contraste directo con la lucha diaria por la existencia en una moderna sociedad neo-capitalista y corrupta gobernada por dirigentes autocr�ticos.

Un deseo interior de unirse de nuevo con el mundo natural y seguir valores espirituales en una tecnocr�tica sociedad de consumo, una visi�n rom�ntica del pasado y una urgencia por "salvar el planeta", son tambi�n la fuerza impulsora detr�s del llamado "chamanismo urbano" en Occidente.

Sin embargo, los chamanes siberianos y sus hom�logos mongoles no estaban tanto interesados en la conservaci�n del medioambiente como en la supervivencia del d�a a d�a apaciguando los esp�ritus que ellos cre�an que habitaban en �l.

En ese sentido, el chamanismo del pasado era una parte esencial de la vida diaria.−




Bibliograf�a Selecta