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del Sitio Web NewDawnMagazine
traducci�n de Editorial-Streicher del Sitio Web Editorial-Streicher
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� Hoy, sobre todo en los c�rculos New Age, el t�rmino "chamanismo" a menudo es usado de un modo generalizado para describir toda clase de pr�cticas m�gicas aut�ctonas en una amplia variedad de culturas por todo el mundo. �
Tambi�n ha sido proyectado atr�s hacia un pasado que
nunca tuvo, de tal manera que nos podemos encontrar con libros
modernos sobre un supuesto "chamanismo celta" y hasta un "antiguo
chamanismo egipcio". Los escritores modernos sobre el tema, como el
doctor Michael Harner, tambi�n han creado lo que es llamado como "chamanismo
fundamental" o "chamanismo urbano". �
En este art�culo, sin embargo,
examinamos y describimos el verdadero "chamanismo fundamental" como
ha sido practicado durante cientos de a�os en su patria de Siberia y
en las �reas de habla turca de Mongolia, y donde est� siendo
revivido ahora. � Ellos fueron atra�dos all� por su abundancia de animales salvajes, la que cre� un floreciente comercio de cueros de animal y pieles. Los Zares usaron los ingresos de esta empresa para incrementar su econom�a y tener acceso a las divisas extranjeras que ayudaron a crear el Imperio ruso. El influjo de cazadores rusos, comerciantes de pieles y mercaderes afect� dr�sticamente a la poblaci�n local, que consist�a en muchas tribus diferentes. � Hacia los a�os 1900 la poblaci�n nativa se hab�a reducido aproximadamente a un 10% de la gente total que viv�a en Siberia. Junto con los comerciantes de pieles tambi�n llegaron misioneros y, en tiempos posteriores, antrop�logos. Los primeros estaban interesados en la conversi�n de la poblaci�n ind�gena al cristianismo Ortodoxo, mientras que los antrop�logos quer�an estudiar su cultura tribal, creencias espirituales y pr�cticas rituales. �
Ambos grupos de forasteros se pusieron en contacto con los
chamanes tribales de Siberia y, por motivos totalmente diferentes,
registraron y comentaron sobre sus observancias religiosas. �
Precisamente entonces los primeros viajeros occidentales penetraron
Asia Central y visitaron la corte de los gobernantes mongoles. El
explorador Marco Polo, por ejemplo, encontr� magos que eran
sanadores y que pod�an diagnosticar las enfermedades mediante el uso
de la adivinaci�n. Polo dice que ellos llegaban a ser pose�dos por
lo que �l describi� como "un diablo", quien luego usaba las cuerdas
vocales de �stos para hablar mediante ellas. � �l relat� haber presenciado a un sacerdote tribal que llevaba puestas pieles de animales y tocaba un tambor "formado como un gran cedazo" en "ritos diab�licos". �
Durante el ritual el percusionista cay� en un trance y
fue pose�do por "esp�ritus malignos". �
Generalmente, reflejando la cultura cat�lica
de donde ellos proven�an, estos occidentales consideraron a los
chamanes como fan�ticos "adoradores del diablo" que obligaban a sus
ignorantes e incultos seguidores a servir a los esp�ritus malignos y
demonios. �
� El Oxford English Dictionary define su significado como,
Dice que la palabra viene del ruso "shaman" y que es una traducci�n de la palabra tungusa "saman". �
En Siberia y Mongolia el chamanismo
era conocido como
Tengrianismo, lo cual significaba una reverencia
hacia los esp�ritus del cielo. �ste reflejaba un sistema de
creencias animista donde todo en el mundo natural estaba vivo,
impregnado por una fuerza espiritual o, en t�rminos simples,
habitado por esp�ritus. � �l o ella actuaba como una persona intermediaria o mediadora entre la Humanidad y lo Otro, y como un guardi�n de la tradici�n cultural y m�gica. �
Su trabajo
implicaba conducir las bendiciones, sobre todo en beb�s reci�n
nacidos, realizando rituales de protecci�n, adivinando el futuro,
sanando a los enfermos, exorcizando fantasmas y demonios,
supervisando el entierro de los muertos, y generalmente
comunic�ndose de parte de la tribu con el mundo de los esp�ritus y
sus habitantes. � El m�s f�cil era la ruta hereditaria, donde el conocimiento, el poder y la habilidad m�gicos eran transmitidos del abuelo o padre al hijo o, m�s raramente, de la abuela o madre a la hija. A veces los ni�os eran elegidos a una edad muy temprana o incluso en el nacimiento por los esp�ritus e instruidos por ellos por medio de visiones y sue�os. �
Los j�venes que sufr�an una
enfermedad o afecci�n grave o de ataques epil�pticos, que eran
introvertidos y so�adores, o que ten�an alguna forma de enfermedad o
discapacidad mental, eran considerados como chamanes naturales que
hab�an sido especialmente elegidos por los esp�ritus. � Cuando una persona realmente era tomada por otro cham�n como su ayudante o aprendiz de hechicero, a menudo era realizado un rito de iniciaci�n formal. �
El candidato ofrec�a un sacrificio de
animal, ped�a a los esp�ritus que lo ayudaran en su tarea, hac�a un
juramento de lealtad a su maestro cham�nico o clan espiritual, y
aceptaba los ornamentos rituales especiales del oficio de un cham�n. � Los chamanes siberianos llevaban puestos trajes hechos de cuero de animal y piel y decorados con bordados, plumas de aves, borlas de seda, cintas, campanas, peque�os espejos, joyer�a representando motivos simb�licos como el �rbol del Mundo, y artesan�a met�lica surtida como discos de cobre. �
El adorno
de la cabeza consist�a en una gorra c�nica o puntiaguda hecha de
fieltro o piel o en la cornamenta de un reno. Algunos chamanes
llevaban puestas botas de cuero herradas, de modo que cuando ellos
caminaban en�rgicamente pod�an ahuyentar a los esp�ritus malignos. � �stos eran hechos de una piel de animal estirada sobre un marco de madera y decorada con plumas y s�mbolos m�gicos que representan viajes del esp�ritu al Otro Mundo o la cosmolog�a cham�nica. El tambor era muy importante y representaba al corcel simb�lico y m�gico que permit�a al practicante viajar desde la Tierra Media al reino de los esp�ritus. � Era tambi�n un objeto m�gico en s� mismo que conten�a y enfocaba la fuerza del esp�ritu o la energ�a. Al hacerlo sonar el cham�n pod�a tanto atraer a los esp�ritus como exorcizarlos. Adem�s del tambor a menudo era llevado un bast�n m�gico. �
�ste estaba hecho de madera o de metal y
estaba decorado con plumas, campanas, cintas y las pieles de
peque�os animales del bosque. �
� Usando la terminolog�a inglesa, entre �stos se inclu�an,
Los chamanes-sanadores eran a menudo mujeres y se especializaban en asuntos de salud relacionados con la fertilidad humana y animal, la sexualidad y los ni�os. � Ellas eran reconocibles por sus faldas distintivas hechas de cuero de animal y sus sombreros de lana brillantemente coloreados. En vez del tambor ritual usado por los chamanes masculinos, ellas llevaban un abanico de seda y abalorios para rezos. � Lamentablemente cuando el budismo lleg� a Siberia y Mongolia muchas de estas sanadoras fueron despiadadamente perseguidas y exterminadas por los monjes mis�ginos. �
Como resultado
de esto, su amplio conocimiento de hierbas y plantas usadas para la
curaci�n natural fue o perdido completamente o asumido por sanadores
budistas y s�lo practicado en una forma corrupta o debilitada. � A la vez que asegurarse de que los beb�s entraran en este mundo sin peligro en un sentido f�sico, ella era tambi�n responsable de su protecci�n espiritual de malas influencias durante el nacimiento y de su bienestar como ni�os. � En este sentido ella tomaba el papel de un hada madrina humana. � Inmediatamente despu�s de un nacimiento la partera cham�n cortaba el cord�n umbilical y luego purificaba al beb� reci�n nacido con agua con sal y fuego. Cualquier testigo del nacimiento (�nicamente mujeres) s�lo pod�a estar presente si primero hubiera sido ritualmente purificado por la partera con fuego y agua. � Durante las primeras semanas de vida de un beb� era muy importante que fueran realizados los rituales apropiados para proteger al ni�o hasta que su esp�ritu estuviera totalmente establecido en el mundo material. Si dichos rituales no eran realizados correctamente entonces el esp�ritu del beb� podr�a retornar al lugar de donde hab�a venido. �
Estos ritos esenciales eran la responsabilidad de la
partera cham�n y sus ayudantes. �
Estos talentos
eran heredados por el lado paterno de la familia y, porque se
pensaba que los huesos del cuerpo humano eran espiritualmente
"masculinos" en su naturaleza, estos arregladores cham�nicos de
huesos eran siempre varones. � Por ejemplo, las chamanes parteras ya descritas trabajaban con un esp�ritu animal en forma de zorra de monta�a. Se supone que al primer arreglador de huesos le fueron ense�adas sus habilidades por una serpiente, de modo que esa criatura era sagrada para el clan. �
Otros practicantes cham�nicos
eran asistidos por renos o lobos para atacar y destruir esp�ritus
malignos, y cuervos para deshacerse de enfermedades. Otros
importantes ayudantes de esp�ritu animal inclu�an a b�hos, patos
salvajes, gansos, ardillas, osos, ranas y sapos, perros, gaviotas y
�guilas. � Hay muchas leyendas sobre herreros que hacen pactos con demonios, dioses o el Diablo o los enga�an y los burlan para adquirir sus habilidades. � Hay tambi�n muchos dioses herreros en la mitolog�a antigua que eran magos, hac�an armas para los Dioses o actuaban como ejemplos culturales inventando herramientas agr�colas. En Siberia los chamanes-herreros fabricaban y consagraban m�gicamente los objetos met�licos rituales usados por otros chamanes. �
Ellos s�lo eran elegidos por los esp�ritus, y en vez de un
tambor ellos usaban sus yunques para comunicarse con el reino
espiritual. �
Los "negros" eran considerados como los m�s poderosos de los dos, y eran a veces conocidos como los "chamanes-guerreros" porque ellos combat�an a las fuerzas malignas y eran consultados como consejeros militares. � Ellos obten�an su poder del Norte (probablemente del Polo Norte o de la Estrella Polar - North Star) y pod�an ser f�cilmente identificados por cuanto ellos siempre llevaban puestos trajes negros con muy poca decoraci�n, si es que alguna. La funci�n primaria del cham�n negro era tratar con demonios y dioses oscuros de parte de sus clientes. �
En este papel ellos eran contratados para
maldecir a sus enemigos y arruinar sus cosechas y su ganado. � Los chamanes negros eran temidos enormemente, incluso despu�s de su muerte. �
En el siglo XIX cuando una famosa
cham�n negra muri�, ella fue colocada en un ata�d hecho de la madera
"sucia" de un �lamo. Su cad�ver fue clavado entonces con estacas de
�lamo, de modo que ella no pudiera convertirse en una "caminante de
la noche" y merodear a los vivos. � Era su papel pacificar a los esp�ritus malignos o enojados, exorcizarlos si ellos pose�an a seres humanos, y ayudar a la tribu a vivir en armon�a con su ambiente natural y con el mundo de los esp�ritus. � Para este fin en un nivel f�sico ellos a menudo eran empleados en un rol administrativo para supervisar los asuntos tribales. � � �
� Por esta raz�n todo el movimiento dentro de la yurta se hac�a, en la medida de lo posible, en sentido deosil o direcci�n del recorrido del Sol [movimiento dextr�giro en el hemisferio Norte, en el sentido del reloj]. Esto tambi�n reflejaba la direcci�n tradicional del movimiento usado en los rituales y bailes cham�nicos. � El centro de la yurta, donde un fuego se quemaba en un fog�n y que era rara vez extinguido, era simb�lico del centro real del mundo o universo. � La columna de humo que se elevaba del fuego y abandonaba la yurta por el agujero central en el techo era simb�lica del axis mundi:
Esto es lo que vincula al inframundo
con el cielo, y termina en el Norte y en la Estrella Polar alrededor
de la cual todas las otras estrellas giran en el cielo de la noche. � Ellos eran:
Numerosos esp�ritus no-humanos tambi�n habitan cada uno de estos tres mundos. � El cham�n puede tener acceso a estos otros mundos durante un trance, por medio de un viaje espiritual. Su alma corporal sube por la columna de humo desde el fuego y pasa por la abertura en el techo de la yurta. Es interesante notar que en los tiempos medievales se supon�a que las brujas europeas volaban a su sabbats subiendo por la chimenea en sus palos de escoba. �
Es obvio
que esto no era hecho f�sicamente, de manera que ellas tambi�n
practicaban un tipo cham�nico de vuelo del esp�ritu. � A veces el cham�n visitaba el mundo de los esp�ritus subiendo al �rbol del Mundo mismo o viajando a lo largo de un arco iris. �
�ste es otro
s�mbolo que se encuentra en el paganismo de Europa del Norte, donde
un puente de arco iris conecta
al Midgard (la Tierra Media) con
Asgard, el reino de los Dioses. � Est� estrechamente asociado con propiedades m�gicas en mitos y cuentos de hadas, y es representado con frecuencia en ilustraciones de historias modernas para ni�os sobre elfos, hadas y trasgos que viven en los bosques. �
El hongo amanita muscaria est�
reputado como capaz de abrir la "grieta entre los mundos", y
experimentos realizados en el siglo XX por los dos bien conocidos
etnomic�logos Gordon y Valentina Wasson revelaron
las cualidades
psicotr�picas de este el m�s famoso de los "hongos sagrados". � Los chamanes dec�an que tomar aquello los pon�a en contacto con el esp�ritu de la planta, que aparec�a como peque�os hongos con ojos y brazos y piernas. � Dem�s est� decir que en grandes cantidades dicho hongo es muy venenoso y puede ser mortal. Debe ser utilizado, como todas las plantas alucin�genas usadas en la pr�ctica m�gica, en peque�as cantidades, tratado con respeto y s�lo tomado despu�s de una adecuada preparaci�n espiritual, y luego s�lo bajo una supervisi�n experta. �
Tambi�n deber�a se�alarse que en muchos pa�ses
la amanita
muscaria y otros hongos psicod�licos est�n clasificados como drogas
peligrosas, y la posesi�n de ellos o su ingesti�n es ilegal. � Hay sitios especiales en el medioambiente natural - sacra loci [lugares sagrados] - donde los dos reinos se encuentran, se tocan y se interconectan. � �stos pueden ser una monta�a sagrada o una colina, una piedra, un r�o, un lago, un bosque o cualquier se�al natural en el campo. Mientras que los chamanes pueden ser capaces de tener un f�cil acceso a tales "entradas" o "portales" entre aqu� y all�, los simples mortales pueden ser inconscientes de ellos o, si ellos son sensitivos, pueden sentir que ellos son "diferentes" u "otros". �
Los lugares
fantasmag�ricos, ya sean sitios naturales en el paisaje o edificios,
asociados en el folklore con fen�menos paranormales y lugares
embrujados, son por lo general portales de acceso de los esp�ritus. � Muchos aceptaban que los humanos ten�a un doble et�rico, astral o espiritual, y que �ste pod�a ser proyectado en un trance o viaje del esp�ritu para vagar sobre la Tierra y tambi�n entrar en el Otro Mundo. � Los chamanes cre�an que el alma de un ser humano resid�a en un campo de energ�a esf�rico u ovoideo que rodea a cada uno de nosotros. Es probablemente lo que los ocultistas occidentales denominaban como el campo �urico o aura. �
Era este campo de energ�a el que era atacado por los demonios o por
los chamanes negros cuando ellos atacaban ps�quicamente a sus
v�ctimas, y de esa manera ellos pod�an causar la enfermedad o la
muerte. Era la tarea del cham�n blanco reparar el equilibrio curando
el aura da�ada y, de ser posible, llevar a la v�ctima de vuelta a la
salud plena. � A diferencia de la creencia cristiana, se aceptaba sin cuestionar que los animales ten�an alma, y que cuando se los persegu�a y mataba era esencial que sus esp�ritus fueran respetados y apaciguados. Si esto no se hac�a, el desastre y la desgracia podr�an acontecer al cazador, a su familia y a su tribu. � Cuando un cazador mataba a su presa, siempre �sta era despachada r�pidamente, de manera limpia y sin crueldad. � Antes de que fuera matada, el cazador ped�a perd�n por tener que hacer eso, y despu�s de la muerte sus restos eran tratados con cuidado y respeto. La misma regla se aplicaba a los animales dom�sticos. Un esp�ritu animal maestro reg�a a cada especie, y se hac�an rezos y ofrendas sacrificiales de incienso y fuego para ellos antes de que la caza comenzara. �
La caza puramente por placer, como
se practica en Occidente, era un concepto desconocido. �
� En el siglo XVI, sin embargo, un gobernante mongol llamado Altan Jan invit� a una misi�n budista tibetana al pa�s. Sus motivos eran pol�ticos, por cuanto �l quer�a consolidar su propia posici�n como el l�der tribal supremo, afirmando ser la reencarnaci�n de gran Kublai Jan. �
Los budistas estuvieron de acuerdo en reconocer su
reclamaci�n, y a cambio el jan dio al jefe de la orden budista el
t�tulo espiritual de Dalai Lama, el que por supuesto
existe hoy
aunque su portador actual est� en el exilio en India. Como resultado
de la conversi�n del jan, �l aprob� leyes que prohib�an los rituales
cham�nicos y concedi� al clero budista un status especial en la
sociedad y privilegios que no fueron concedidos a los chamanes. � La hermandad de chamanes negros rechaz� someterse a la nueva religi�n y muchos fueron asesinados. Algunos chamanes blancos llegaron a un acomodo con ella. �
Esto condujo a la creaci�n de un tercer camino llamado el
"chamanismo amarillo" que se someti� al control de los lamas y
combin� las creencias y pr�cticas cham�nicas con el budismo
tibetano. �
La Iglesia Ortodoxa rusa tambi�n oblig� a las tribus
paganas a aceptar el bautismo a punta de espadas y ellos azotaron o
encarcelaron a cualquiera que se atreviera a practicar ritos
cham�nicos como la adivinaci�n y el sacrificio de animales. � Este movimiento produjo sectas h�bridas que hac�an coincidir sus sacrificios con fiestas de la Iglesia y que hac�an ofrecimientos a los santos. �
Algunos chamanes aceptaron a los santos patronos de Rusia, Jorge y
Miguel, como sus deidades. Dieron incluso a Miguel el t�tulo
honorario de "Maestro de los Chamanes", y se hac�an sacrificios de
sangre a sus iconos. � Sin embargo, con el comienzo del sangriento r�gimen estalinista en los a�os '20, la nueva pol�tica del colectivismo agr�cola caus� cambios dr�sticos en la sociedad siberiana. Los comunistas sovi�ticos consideraban a los chamanes como un ejemplo de superstici�n primitiva y de desigualdad social, y ellos fueron condenados como enemigos del Estado. �
Hay historias horrorosas de agentes del KGB arrojando
chamanes desde helic�pteros para demostrar a sus seguidores que
ellos no pod�an volar, y tambi�n ejecut�ndolos al azar mediante
pelotones de fusilamiento. En 1980 el gobierno central en Mosc�
afirm� que el chamanismo estaba extinguido en Siberia. � En ese momento �l acept� esto, pero m�s tarde lleg� a creer que varios antiguos chamanes hab�an logrado sobrevivir a los pogromos. � Con el colapso del comunismo sovi�tico a fines de los a�os '80 y principios de los '90, hubo un renacimiento de la cultura tradicional entre los pueblos �tnicos de la antigua URSS. El profesor Hutton ha descrito un encuentro de algunos m�sicos brit�nicos de visita en Siberia en 1997 con una persona que afirmaba ser un cham�n hereditario. �
�l dijo que �l hab�a heredado sus poderes
y conocimiento desde su abuelo, que hab�a sido un herrero, y que �l
usaba sus habilidades para curar y para exorcizar a los esp�ritus
malignos. �
� �ste r�pidamente se organiz� y ahora afirma disponer de una membres�a bastante inflada de 500.000 personas. Uno de sus l�deres destacados es un miembro del parlamento de Kirguist�n llamado Dastan Sarygulov, quien tambi�n dirige un centro cient�fico internacional de estudios tengrinistas. �
Sus miembros tienen una agenda pol�tica e intentan
difundir sus creencias e ideolog�a en c�rculos del gobierno. Por lo
visto ellos han tenido un cierto �xito, dado que tanto un
ex-Presidente kirguizo como el actual Presidente de Kazajst�n han
declarado que el tengrianismo es la religi�n natural y nacional de la
poblaci�n t�rquica. � Est� firmemente basado en las preocupaciones "verdes" o ambientales modernas y cree que la Humanidad deber�a vivir en armon�a con el mundo natural. Olvidando o ignorando la persecuci�n del pasado, tambi�n predica la tolerancia hacia otras religiones y procura coexistir con ellas en un esp�ritu inter-religioso. � Extra�amente es tambi�n una religi�n sin dogmas, oraciones o un clero. �
La acad�mica estadounidense Marlene Larvelle,
que ha estudiado el tengrianismo, afirma que �ste ha sido influido por
el ate�smo de la �poca sovi�tica y por las ideas contempor�neas
sobre la modernidad. Su agenda pol�tica pide un reconocimiento de
los ideales nacionales t�rquicos y la unificaci�n final de todos los
pueblos de habla t�rquica. �
Su creciente popularidad entre rusos urbanos
est� basada en una imagen id�lica de los yurts en las estepas, un
estilo de vida n�mada y vivir en armon�a con la Naturaleza. Esto
est� en contraste directo con la lucha diaria por la existencia en
una moderna sociedad neo-capitalista y corrupta gobernada por
dirigentes autocr�ticos. � Sin embargo, los chamanes siberianos y sus hom�logos mongoles no estaban tanto interesados en la conservaci�n del medioambiente como en la supervivencia del d�a a d�a apaciguando los esp�ritus que ellos cre�an que habitaban en �l. �
En ese sentido,
el chamanismo del pasado era una parte esencial de la vida diaria.−
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