por�Kate Golembiewski
16 Octubre 2020

del�Sitio Web�EurekAlert

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Versi�n en italiano



Las ruinas del Foro Romano,

una vez un sitio de un gobierno representativo.
Cr�dito: (c) Linda Nicholas, Field Museum


El mundo nunca ha visto una Tecnocracia, pero todas las civilizaciones y sistemas gubernamentales anteriores han ido y venido.

En consecuencia, los Estados Unidos y su gobierno de Rep�blica Constitucional se encuentran en su fase de extinci�n a menos que sus ciudadanos puedan resucitarlo.

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La historia muestra

que las sociedades colapsan

cuando los l�deres socavan los contratos sociales...

Todas las cosas buenas deben llegar a su fin.

Ya sea que las sociedades est�n gobernadas por dictadores despiadados o por representantes m�s bien intencionados, se desmoronan con el tiempo, con diferentes grados de severidad.

En un nuevo art�culo (Moral Collapse and State Failure - A View from the Past�- aqu��tambi�n), los antrop�logos examinaron una amplia muestra global de 30 sociedades premodernas.

Descubrieron que cuando los gobiernos "buenos", los que proporcionaban bienes y servicios a su pueblo y no concentraban la riqueza y el poder, se derrumbaban, se derrumbaban m�s intensamente que los reg�menes desp�ticos, cuando se derrumbaban.

Y los investigadores encontraron un hilo conductor en el colapso de los buenos gobiernos:

los l�deres que socavaron y rompieron con la defensa de los principios, la moral y los ideales fundamentales de la sociedad.

"Los estados premodernos no eran tan diferentes de los modernos.

Algunos estados premodernos ten�an un buen gobierno y no eran tan diferentes de lo que vemos hoy en algunos pa�ses democr�ticos", dice Gary Feinman, curador de antropolog�a de MacArthur en el Field Museum de Chicago y uno de los autores de un nuevo estudio en Frontiers in Ciencias Pol�ticas.

"Los estados que ten�an un buen gobierno, aunque pudieron haber sido capaces de mantenerse un poco m�s tiempo que los dirigidos por los autocr�ticos, tendieron a colapsar m�s a fondo, m�s severamente".

"Observamos el potencial de fracaso causado por un factor interno que podr�a haber sido manejable si se hubiera anticipado adecuadamente", dice Richard Blanton, profesor em�rito de antropolog�a en la Universidad de Purdue y autor principal del estudio.

"Nos referimos a un inexplicable fracaso del liderazgo principal para defender los valores y normas que hab�an guiado durante mucho tiempo las acciones de los l�deres anteriores, seguido de una posterior p�rdida de confianza ciudadana en el liderazgo y el gobierno y el colapso".

En su estudio (PDF),�Richard Blanton,�Gary Feinman�y sus colegas analizaron en profundidad los gobiernos de cuatro sociedades:

  • el imperio Romano

  • la Dinast�a Ming de China

  • el Imperio mogol de la India

  • la Rep�blica de Venecia

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Estas sociedades florecieron hace cientos (o en el caso de la antigua Roma, miles) de a�os, y ten�an distribuciones comparativamente m�s equitativas del poder y la riqueza que muchos de los otros casos examinados, aunque parec�an diferentes de lo que hoy consideramos "buenos gobiernos". no tuvieron 'elecciones populares'...

"B�sicamente, no hab�a democracias electorales antes de los tiempos modernos, as� que, si quieres comparar el buen gobierno en el presente con el buen gobierno en el pasado, realmente no puedes medirlo por el papel de las elecciones, tan importante en las 'democracias' contempor�neas...

Hay que idear otros criterios, y las caracter�sticas centrales del concepto de buen gobierno sirven como una medida adecuada de eso", dice Feinman.

"No ten�an elecciones, pero ten�an otros controles y contrapesos sobre la concentraci�n del poder personal y la riqueza de unos pocos individuos.

Todos ten�an medios para mejorar el bienestar social, proporcionar bienes y servicios m�s all� de unos pocos, y medios para que los plebeyos expresaran sus voces ".

En sociedades que cumplen con la definici�n acad�mica de "buen gobierno", el gobierno satisface las necesidades de la gente, en gran parte porque el�gobierno depende de esas personas para los�impuestos�y�recursos�que mantienen a flote al estado.

"Estos sistemas depend�an en gran medida de la poblaci�n local para obtener una buena parte de sus recursos.

Incluso si no hay elecciones, el gobierno tiene que ser al menos algo receptivo a la poblaci�n local, porque esta es la que financia al gobierno", explica Feinman.

"A menudo hay controles tanto del poder como del ego�smo econ�mico de los l�deres, por lo que no pueden acaparar toda la riqueza".

Las sociedades con buen gobierno tienden a durar un poco m�s que los gobiernos autocr�ticos que mantienen el poder concentrado en una persona o un grupo peque�o.

Pero la otra cara de esa moneda es que cuando un "buen" gobierno colapsa, las cosas tienden a ser m�s dif�ciles para los ciudadanos, porque han llegado a depender de la infraestructura de ese gobierno en su vida cotidiana.

"Con una buena gobernanza, tiene infraestructuras de comunicaci�n y burocracias para recaudar impuestos, mantener los servicios y distribuir los bienes p�blicos. Tiene una econom�a que sostiene a la gente y financia al gobierno", dice Feinman.

�Y as�, las redes e instituciones sociales se vuelven altamente conectadas, econ�mica, social y pol�ticamente.

Mientras que, si un r�gimen autocr�tico colapsa, es posible que vea a un l�der diferente o puede ver un capital diferente, pero no penetra hasta el fondo en la vida de las personas, ya que tales gobernantes generalmente monopolizan los recursos y financian sus reg�menes de maneras menos dependientes de producci�n local o impuestos de base amplia ".

Los investigadores tambi�n examinaron un factor com�n en el colapso de sociedades con buen gobierno:

los l�deres que abandonaron los principios fundacionales de la sociedad e ignoraron sus roles como gu�as morales para su gente.

"En una sociedad de buen gobierno, un l�der moral es aquel que defiende los principios, la �tica, los credos y los valores fundamentales de la sociedad en general", dice Feinman.

"La mayor�a de las sociedades tienen alg�n tipo de contrato social, ya sea que est� escrito o no, y si tienes un l�der que rompe esos principios, la gente pierde la confianza, disminuye su disposici�n a pagar impuestos, se muda o toma otras medidas que socavan la salud fiscal del estado".

Este patr�n de l�deres amorales que desestabilizan sus sociedades se remonta a mucho tiempo atr�s:

el articulo, usa el Imperio Romano como ejemplo...

El emperador romano C�modo�hered� un estado con inestabilidad econ�mica y militar, y no estuvo a la altura de las circunstancias;�en cambio, estaba m�s interesado en actuar como gladiador e identificarse con�H�rcules.

Finalmente fue asesinado y el imperio descendi� a un per�odo de crisis y corrupci�n.

Estos patrones�se pueden ver�hoy en d�a, ya que�los l�deres corruptos o ineptos�amenazan los principios b�sicos y, por lo tanto, la estabilidad de los lugares que gobiernan:

...todos se evidencian en las naciones democr�ticas de hoy.

"Lo que veo a mi alrededor se parece a lo que he observado al estudiar las historias profundas de otras regiones del mundo, y ahora lo estoy viviendo en mi propia vida", dice Feinman.

"Es como el�D�a de la Marmota�para los arque�logos e historiadores".


"Nuestros hallazgos proporcionan conocimientos que deber�an ser valiosos en el presente, sobre todo que las sociedades, incluso las que est�n bien gobernadas, son pr�speras y muy respetadas por la mayor�a de los ciudadanos, son construcciones humanas fr�giles que pueden fallar", dice Blanton.

"En los casos que abordamos, es muy probable que se haya evitado la calamidad; sin embargo, los ciudadanos y los constructores del estado asumieron con demasiada voluntad que sus l�deres se sentir�an obligados a hacer lo que se esperaba en beneficio de la sociedad.

Dada la falta de anticipaci�n, los tipos de barreras institucionales necesarias para minimizar las consecuencias del fracaso moral fueron inadecuados ".

Pero, se�ala Feinman, aprender sobre lo que llev� al colapso de las sociedades en el pasado puede ayudarnos a tomar mejores decisiones ahora:

"La historia tiene la oportunidad de decirnos algo.

Eso no significa que se vaya a repetir exactamente, pero tiende a rimar.�Y eso significa que hay lecciones en estas situaciones".