por�Adam Frank�
13 Abril 2018

del�Sitio�Web TheAtlantic

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Adam Frank es profesor de astrof�sica en la Universidad de Rochester.�Su trabajo ha aparecido en Scientific American, The New York Times y NPR.��l es el autor de La luz de las estrellas: mundos alien�genas y el destino de la Tierra.

A�Gavin Schmidt�solo le llev� cinco minutos�superar�la especulaci�n.�

Schmidt es el director del�Instituto Goddard de Estudios Espaciales�(tambi�n conocido como�
GISS)�de la NASA,�una instalaci�n de ciencia clim�tica de clase mundial.

Un d�a el a�o pasado, llegu� a GISS con una propuesta lejana.�En mi trabajo como astrof�sico, comenc� a investigar el calentamiento global desde una "perspectiva astrobiol�gica".�Eso significaba preguntar si cualquier civilizaci�n industrial que surgiera en cualquier planeta, a trav�s de su propia actividad, desencadenar�a su propia versi�n de un cambio clim�tico.

Estaba visitando GISS ese d�a con la esperanza de obtener algunos conocimientos de la ciencia clim�tica y, tal vez, colaboradores.�As� es como termin� en la oficina de Gavin.�

Justo cuando estaba acelerando mi tono, Gavin me detuvo en seco.

"Espera un segundo", dijo.�"�C�mo sabes que somos la �nica vez que ha habido una civilizaci�n en nuestro propio planeta?"

Me tom� unos segundos levantar mi mand�bula del suelo.

Ciertamente, hab�a entrado en la oficina de Gavin preparado para los ojos en la menci�n de "ex-civilizaciones".�Pero las civilizaciones sobre las que preguntaba habr�an existido muchos millones de a�os atr�s.

Sentado all�, viendo el vasto telescopio evolutivo de la Tierra ante mi mente, sent� una especie de v�rtigo temporal.

"S�", tartamude�, "�Podr�amos decir si hubo una civilizaci�n industrial en ese fondo del tiempo tan lejano y profundo?"

Nunca volvimos a los alien�genas.

En cambio, esa primera conversaci�n lanz� un nuevo estudio (The Silurian Hypothesis - Would it be Possible to Detect an Industrial Civilization in the Geological Record?) que hemos publicado recientemente en el�International Journal of Astrobiology.

Aunque ninguno de nosotros pod�a verlo en ese momento, la penetrante pregunta de Gavin abri� una ventana no solo al pasado de la Tierra, sino tambi�n a nuestro propio futuro.

Estamos acostumbrados a imaginar civilizaciones extintas en t�rminos de las estatuas hundidas y ruinas subterr�neas.�Este tipo de artefactos de sociedades anteriores est�n bien si solo est� interesado en escalas de tiempo de algunos miles de a�os.

Pero una vez que recuperas el reloj a�decenas de millones o cientos de millones de a�os, las cosas se vuelven m�s complicadas.


Cuando se trata de evidencia directa de una civilizaci�n industrial, como ciudades, f�bricas y carreteras, el registro geol�gico no se remonta al�
per�odo Cuaternario�hace 2,6 millones de a�os.

Por ejemplo, el tramo de superficie antigua m�s grande a gran escala se encuentra en el�desierto de Negev.

Tiene "solo" 1,8 millones de a�os de antig�edad: las superficies m�s antiguas son en su mayor�a visibles en secci�n transversal a trav�s de algo parecido a un acantilado o cortes de roca.�Retrocede mucho m�s que el Cuaternario y todo ha sido convertido en polvo.�

Y, si volvemos tan lejos, ya no hablaremos de civilizaciones humanas.

El Homo sapiens�no hizo su aparici�n en el planeta hasta hace 300,000 a�os m�s o menos.�Eso significa que la pregunta se traslada a otras especies, por lo que Gavin llam� a la idea la hip�tesis Siluriana, despu�s de un viejo�episodio del Dr. Who�con reptiles inteligentes.�

Entonces,

�podr�an los investigadores encontrar evidencia clara de que una especie antigua construy� una civilizaci�n industrial relativamente ef�mera mucho antes que la nuestra?

Tal vez, por ejemplo, alg�n mam�fero primitivo se elev� brevemente a construir una civilizaci�n durante la �poca del Paleoceno hace unos 60 millones de a�os.�

Hay f�siles, por supuesto.�Pero la fracci�n de vida que se fosiliza es siempre min�scula y var�a mucho seg�n el tiempo y el h�bitat.

Ser�a f�cil, por lo tanto, perder una civilizaci�n industrial que solo dur� 100,000 a�os, lo que ser�a 500 veces m�s de lo que nuestra civilizaci�n industrial ha hecho hasta ahora.�

Dado que toda la evidencia directa ya hubiera desaparecido hace muchos millones de a�os, �qu� tipo de evidencia podr�a existir todav�a?

La mejor manera de responder a esta pregunta es averiguar qu� evidencia dejar�amos si la civilizaci�n humana colapsara en su etapa actual de desarrollo.�

Ahora que nuestra civilizaci�n industrial se ha vuelto verdaderamente global, la actividad colectiva de la humanidad est� estableciendo una variedad de rastros que ser�n detectables por los cient�ficos 100 millones de a�os en el futuro.

El uso extensivo de fertilizantes, por ejemplo, mantiene alimentados a 7 mil millones de personas, pero tambi�n significa que estamos redirigiendo los flujos de nitr�geno del planeta hacia la producci�n de alimentos.�

Los futuros investigadores deber�an ver esto en las caracter�sticas del nitr�geno que aparece en los sedimentos de nuestra �poca.

Del mismo modo, nuestro insaciable apetito por los elementos raros de la tierra utilizados en artilugios electr�nicos.�Muchos de estos �tomos ahora est�n deambulando por la superficie del planeta debido a nosotros, que de otra manera ser�a el caso.�Tambi�n pueden aparecer en futuros sedimentos tambi�n.

Incluso nuestra creaci�n y uso de�esteroides sint�ticos�ahora se ha vuelto tan penetrante que tambi�n puede ser detectable en los estratos geol�gicos dentro de 10 millones de a�os.�

Y luego est�
todo ese pl�stico.�Los estudios han demostrado que se est�n depositando cantidades cada vez mayores de "desechos marinos" de pl�stico en el fondo marino, desde zonas costeras hasta cuencas profundas e incluso en el �rtico.

El viento, el sol y las olas reducen los artefactos pl�sticos a gran escala, dejando los mares llenos de part�culas de pl�stico microsc�picas que eventualmente llover�n hasta el fondo del oc�ano, creando una capa que podr�a persistir durante escalas de tiempo geol�gicas.�

La gran pregunta es cu�nto durar� cualquiera de estos rastros de nuestra civilizaci�n...

En nuestro estudio, encontramos que cada uno ten�a la posibilidad de convertirse en sedimentos futuros.�Ir�nicamente, sin embargo, el marcador m�s prometedor de la presencia de la humanidad como una civilizaci�n avanzada es un subproducto de una actividad que puede amenazarla m�s.�

Cuando quemamos combustibles f�siles, estamos liberando carbono en la atm�sfera que una vez fue parte de tejidos vivos.�Este antiguo carbono se agota en una de las tres variedades naturales de ese elemento, o is�topos.�Mientras m�s combustibles f�siles quememos, m�s�cambia�el equilibrio de estos�
is�topos de carbono.

Los cient�ficos de la atm�sfera llaman a este cambio el�Efecto Suess, y el cambio en las proporciones isot�picas de carbono debido al uso de combustibles f�siles es f�cil de ver en el �ltimo siglo.�Los aumentos de temperatura tambi�n dejan se�ales isot�picas.

Estos cambios deber�an ser evidentes para cualquier cient�fico futuro que analice qu�micamente capas de roca expuestas de nuestra �poca.

Junto con estos picos, esta�capa del�Antropoceno�tambi�n podr�a contener picos breves en,

  • nitr�geno

  • nanopart�culas pl�sticas

  • incluso esteroides sint�ticos

Entonces, si estos son rastros que nuestra civilizaci�n est� destinada a dejar para el futuro, �podr�an existir las mismas "se�ales" en este momento en las rocas, esperando a que nos cuenten sobre civilizaciones desaparecidas hace mucho tiempo?


Hace cincuenta y seis millones de a�os, la Tierra pas� por el�M�ximo T�rmico�del�Paleoceno-Eoceno�(
PETM).

Durante el PETM, la temperatura promedio del planeta subi� hasta 15� Fahrenheit (-9.44�C) por arriba de lo que experimentamos hoy.�Era un mundo casi sin hielo, ya que las temperaturas t�picas de verano en los polos alcanzaban cerca de 70�Fahrenheit (21�C).

Al observar el registro isot�pico del PETM, los cient�ficos ven que las proporciones de is�topos de carbono y ox�geno se disparan exactamente de la manera que esperamos ver en el registro del Antropoceno.

Tambi�n hay otros eventos como el PETM en la historia de la Tierra que muestran rastros como nuestra hipot�tica se�al del Antropoceno.

Estos incluyen un evento unos millones de a�os despu�s de que el PETM se denomin�Capas�Eocenas�de Origen Misterioso, y eventos masivos en el Cret�ceo que dejaron al oc�ano sin ox�geno�durante muchos milenios (o incluso m�s).�

�Son estos eventos indicaciones de civilizaciones industriales no humanas previas?�Casi seguro que no.

Si bien hay evidencia de que el PETM pudo haber sido impulsado por una liberaci�n masiva de carbono f�sil enterrado en el aire, lo que importa es la escala de tiempo de estos cambios.

Los picos de is�topos de PETM se elevan y caen durante unos cientos de miles de a�os.�Pero lo que hace que el Antropoceno sea tan notable en t�rminos de la historia de la Tierra es la velocidad a la que estamos descargando el carbono f�sil en la atm�sfera.

Ha habido per�odos geol�gicos en los que el CO2 de�la Tierra�ha sido tan alto o m�s alto que en la actualidad, pero nunca antes en la historia de miles de millones de a�os del planeta se ha vertido tanta cantidad de carbono enterrado a la atm�sfera tan r�pidamente.

Entonces, los�picos isot�picos�que vemos en el registro geol�gico pueden no ser lo suficientemente puntiagudos para ajustarse a la ley de la hip�tesis siluriana.�

Pero hay un�acertijo�aqu�.�Si la actividad industrial de una especie anterior es de corta duraci�n, es posible que no podamos verla f�cilmente.�

Los picos de PETM en su mayor�a nos muestran las escalas de tiempo de la Tierra para responder a lo que sea que lo haya causado, no necesariamente a la escala de tiempo de la causa.

Por lo tanto, podr�a llevar tanto m�todos de detecci�n dedicados como novedosos, para encontrar evidencia de un evento verdaderamente ef�mero en sedimentos antiguos.�En otras palabras, si no lo est� buscando expl�citamente, es posible que no lo vea.

Ese reconocimiento fue, tal vez, la conclusi�n m�s concreta de nuestro estudio.�

No es frecuente que escriba un art�culo proponiendo una hip�tesis que usted no respalda.�Gavin y yo no creemos que la Tierra alguna vez alberg� a una civilizaci�n del Paleoceno de 50 millones de a�os.

Pero al preguntar si pudimos "ver" civilizaciones industriales verdaderamente antiguas, nos vimos obligados a preguntar sobre los tipos gen�ricos de impactos que cualquier civilizaci�n podr�a tener en un planeta.

Eso es exactamente la perspectiva astrobiol�gica sobre el cambio clim�tico.

La construcci�n de la civilizaci�n significa recolectar energ�a del planeta para hacer el trabajo (es decir, el trabajo de la construcci�n de la civilizaci�n).

Una vez que la civilizaci�n alcanza escalas verdaderamente planetarias, tiene que haber alg�n comentario sobre los sistemas planetarios acoplados que le dieron nacimiento (aire, agua, roca).

Esto ser� particularmente cierto para las civilizaciones j�venes como la nuestra, que todav�a est�n subiendo en la escalera de la capacidad tecnol�gica.�En otras palabras, no hay almuerzo gratis...

Si bien algunas fuentes de energ�a tendr�n un impacto menor, digamos contra combustibles f�siles o solares, no se puede impulsar una civilizaci�n global sin un cierto grado de impacto en el planeta.�

Una vez que te das cuenta, a trav�s del cambio clim�tico, de la necesidad de encontrar fuentes de energ�a de bajo impacto, menos impacto dejar�s.

Entonces, cuanto m�s sostenible se vuelva tu civilizaci�n, menor ser� la se�al que dejar�s para las generaciones futuras.�

Adem�s, nuestro trabajo tambi�n abri� la posibilidad especulativa de que algunos planetas podr�an tener ciclos impulsados por combustibles f�siles de construcci�n y colapso de la civilizaci�n.

Si una civilizaci�n usa combustibles f�siles, el cambio clim�tico que provocan puede conducir a una gran disminuci�n en los niveles de ox�geno en el oc�ano.�Estos bajos niveles de ox�geno (llamado�anoxia del oc�ano) ayudan a desencadenar las condiciones necesarias para fabricar combustibles f�siles como el petr�leo y el carb�n en primer lugar.

De esta manera, una civilizaci�n y su desaparici�n podr�an sembrar la semilla de nuevas civilizaciones en el futuro.�


Al preguntar sobre las civilizaciones perdidas en el tiempo profundo, tambi�n estamos preguntando sobre la posibilidad de reglas universales que gu�en la evoluci�n de todas las biosferas en todo su potencial creativo, incluida la aparici�n de civilizaciones.

Incluso sin los restos paleocenios, solo ahora estamos aprendiendo a ver cu�n rico podr�a ser ese potencial.