por Jorge Alvarez
18 Enero 2017

del Sitio Web LaBrujulaVerde





Posible representaci�n de los Ojos de Luna

foto: roadsideamerica.com



El pueblo Cherokee era uno de los que formaban las Cinco tribus civilizadas junto a,

  • choctaw

  • chickasaw

  • creek

  • sem�nolas

Fueron llamados as� por los europeos al considerar que ten�an un grado de civilizaci�n superior al del resto de los indios y adaptarse r�pidamente a las costumbres blancas (lo que no les sirvi� para evitar ser despojados de sus tierras y desplazados a Oklahoma partir de 1838, en lo que se conoci� como el Sendero de las l�grimas).

En el caso de los Cherokee, a esa f�cil asimilaci�n se le busc� explicaci�n bas�ndose en una extra�a leyenda tradicional sobre el origen de un sector de ese pueblo que presentaba unos rasgos f�sicos diferentes a los dem�s.

Se la conoce como la leyenda de los Ojos de Luna, en referencia al color predominantemente claro del iris de parte de los Cherokee, unido a un tono de piel m�s p�lido de lo normal.

Concretamente los Cherokee que habitaban en los bosques de Carolina del Norte, en la regi�n correspondiente de los Apalaches, que ha llevado a m�s de un investigador a intentar averiguar cu�nto hay de verdad y cu�nto de mito en esa historia.

Porque lo que la tradici�n ha ido pasando de generaci�n en generaci�n es una amalgama de elementos fant�sticos mezclados con otros presuntamente hist�ricos que resultan bastante sorprendentes.


Bandera de la naci�n cherokee

Imagen: Hosmich en Wikimedia Commons


En realidad, cuando contactaron con los colonos blancos por primera vez los cherokee se extend�an por un territorio muy amplio que ocupaba zonas de los actuales estados de,

  • Alabama

  • Kentucky

  • Georgia

  • Virginia

  • Tennessee

  • las dos carolinas

No se sabe exactamente su origen, si proced�an del norte y llegaron a los Apalaches en el siglo XV o si llevaban all� desde tiempos prehist�ricos, lo cual dificulta la interpretaci�n de su g�nesis mitol�gico, formado por varias leyendas.

En cualquier caso, una de ellas, tambi�n recogida en la tradici�n n�huatl, cuenta que alg�n d�a llegar�an unos seres malignos de ojos blancos trayendo la desgracia y la destrucci�n, siendo los ni�os los encargados de regenerar el mundo.

�Guardaba todo esto relaci�n con la leyenda de Ojos de Luna?

Es dif�cil saberlo.

Ese otro mito cuenta que en Murphy, Carolina del Norte, antes de la llegada del hombre blanco, viv�a una tribu anterior de gente de muy peque�a estatura, rostro p�lido y poblada barba a los que se conoc�a como Ojos de Luna porque sus ojos eran de tono azul claro y muy sensibles a la luz, lo que les obligaba a tener h�bitos nocturnos de vida.

Ese raro pueblo ser�a el autor de la construcci�n de las ruinas precolombinas que hay en la mitad oriental de los actuales EE.UU. (Cahokia, por ejemplo, una ciudad amurallada con pir�mides y t�mulos).

Los Ojos de Luna habr�an sido expulsados de su territorio por los creek, en un �xodo realizado a la luz de la luna llena siguiendo el cauce de un r�o.

Otra versi�n dice que los Cherokee se enfrentaron a ellos y los empujaron hacia el oeste (Tennesse) y/o el norte (el occidente de Virginia), haciendo que terminaran ocult�ndose bajo tierra y viviendo en el subsuelo a partir de entonces.


Reconstrucci�n de la ciudad de Cahokia

Imagen: Legends of America


En 1797 el naturalista Benjamin Smith Barton public� un libro titulado New Views of the Origin of the Tribes and Nations of America (Nuevas opiniones sobre el origen de las tribus y naciones de Am�rica) en el que recog�a la leyenda india de boca de un colono llamado Leonard Marbury, que hab�a combatido al lado de los revolucionarios llegando a ser congresista por Georgia, puesto en el que hizo de mediador con los indios y aprendi� mucho de su folklore.

Smith Barton suger�a que los Ojos de Luna eran albinos, tal cual hab�a descrito en el siglo XVII el explorador y bucanero Lionel Wafe en un estudio sobre ind�genas paname�os que tambi�n hablaban de antepasados Ojos de Luna.

En 1902 el etn�grafo James Mooney, que hab�a vivido varios a�os entre los Cherokee, public� una obra titulada Myths of the Cherokee (Mitos de los cherokee) en la que tambi�n rese�aba esa leyenda y recordaba que otros autores la hab�an recogido ya, caso del historiador John Haywood en su The Natural and Aboriginal History of Tennessee of "white people, who were extirpated in part, and in part were driven from Kentucky, and probably also from West Tennessee" (Historia natural y aborigen de Tennessee de "personas blancas, que fueron exterminadas en parte, y en parte fueron expulsadas ​​de Kentucky y probablemente tambi�n del Oeste de Tennessee") publicada en 1823.

Tras Mooney insistieron en el tema Ezekial Sanford y James Adair.


Canoas redondas de los indios Mandan,

muy similares a las tradicionales galesas

Imagen: dominio p�blico en Wikimedia Commons


La tentaci�n de explicar la leyenda teorizando sobre la llegada de blancos antes de Col�n es muy fuerte, por supuesto, y se extendi� la hip�tesis de algunos que habr�an alcanzado el Nuevo Mundo mucho antes que los espa�oles.

Es cierto que los vikingos consiguieron desembarcar en la costa noreste, pero en el caso de los Ojos de Luna se hablaba m�s bien de navegantes galeses que tocaron aquella tierra en el siglo XII, bas�ndose en lo descrito por un anticuario de Gales en un manuscrito del siglo XVI.

El hombre se llamaba Humphrey Llwyd y contaba que un tal pr�ncipe Madoc o Madog, hijo de Owain Gwynedd, hab�a atravesado el Atl�ntico hasta arribar en Mobile Bay, Alabama (en realidad hay m�s sitios candidatos) en el a�o 1171.

Era una actualizaci�n de un cuento medieval recuperado por la Inglaterra isabelina como justificaci�n de su derecho a establecer colonias en el Nuevo Mundo a despecho de los espa�oles, que reclamaban la exclusividad.

Madoc y lo suyos se internaron por el valle de Tennesse y nunca se volvi� a saber de ellos pero se habr�an mezclado con los indios Mandan en un mestizaje que dej� gente de rasgos blancos e incluso una lengua de resonancia similar al gal�s.

De hecho, esa leyenda atribuye a Madoc la erecci�n de las citadas ruinas, algo a lo que enseguida se apuntaron los blancos decimon�nicos, para quienes los indios carec�an de capacidad para ello:

por ejemplo, el ex-gobernador de Tennessee, John Sevier, dej� escrito en una carta fechada en 1810 que as� se lo hab�a dicho treinta a�os antes el jefe Cherokee Oconostota.

La cosa no pasa del plano fant�stico, aunque hizo fortuna en la literatura y muchos norteamericanos lo creen a pies juntillas.

Sin embargo, hoy sabemos que los autores de aquella peculiar arquitectura correspond�an a la llamada Cultura Missisipiana, que floreci� entre los a�os 800 y 1550 aproximadamente.

Otros apuestan por una fusi�n en torno al siglo III d.C. entre los Cherokee y otra cultura denominada Adena, de la que quedan muestras similares (tumbas, t�mulos�) en el valle del Ohio.


Mapa de culturas Mississipianas

Image: Herb Roe en Wikimedia Commons


Por tanto, de fondo persiste el enigma de los Ojos de Luna, agravado por la ausencia de registro arqueol�gico, salvo que se considere una muestra representativa la escultura de esteatita encontrada en Murphy en 1840 y conservada en el Museo Hist�rico del Condado de Cherokee (dos figuras antropomorfas unidas, una de ellas con enormes ojos, como se aprecia en la foto de cabecera).




Fuentes