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La industria farmac�utica es una industria de inversi�n
impulsada por los beneficios de sus accionistas.�Mejorar la
salud humana�no es�el motor de esta industria.
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La industria de inversi�n farmac�utica fue creada
artificialmente y desarrollada estrat�gicamente durante todo
un siglo por los mismos grupos de inversi�n que controlan
las industrias petroqu�micas y qu�micas globales.
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Las enormes ganancias de la industria farmac�utica se basan
en el patentado de nuevos medicamentos.�Estas patentes
esencialmente permiten a los fabricantes de medicamentos
definir arbitrariamente los beneficios de sus productos.�
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El mercado para la industria farmac�utica es el cuerpo
humano, pero solo durante el tiempo en que el cuerpo
presenta enfermedades.�Por lo tanto, mantener y expandir las
enfermedades es una condici�n previa para el crecimiento de
la industria farmac�utica.
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Una estrategia clave para lograr este objetivo es el
desarrollo de medicamentos que simplemente enmascaren los
s�ntomas y eviten la curaci�n o eliminaci�n de enfermedades.
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Esto explica por qu� la mayor�a de los medicamentos
recetados que se comercializan hoy en d�a no tienen eficacia
probada y solo son dirigidos a los s�ntomas.
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Para expandir a�n m�s su mercado farmac�utico, las compa��as
farmac�uticas buscan continuamente nuevas aplicaciones
(indicaciones) para el uso de medicamentos que ya
comercializan.
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Por ejemplo, la pastilla para el dolor de Bayer, la
aspirina, ahora es tomada por 50 millones de ciudadanos de
EE. UU. con�la ilusi�n de�que evitar� los ataques
card�acos.�
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Otra estrategia clave para expandir los mercados
farmac�uticos es�causar�nuevas enfermedades con
medicamentos.
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Si bien simplemente enmascaran los s�ntomas a corto plazo,
la mayor�a de los medicamentos recetados que toman millones
de pacientes hoy en d�a causan una multitud de nuevas
enfermedades, como resultado de sus efectos secundarios,
conocidos a largo plazo.
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Por ejemplo,�se sabe que�todos�los medicamentos que
reducen el colesterol�actualmente en el mercado aumentan
el riesgo de desarrollar c�ncer, pero solo despu�s de que el
paciente haya estado tomando el medicamento durante varios
a�os.
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Los efectos secundarios mortales conocidos de los
medicamentos recetados son la cuarta�causa
de muerte�en
el mundo industrializado, superada solo por la cantidad de
muertes por ataques card�acos, c�ncer y accidentes
cerebro-vasculares (Diario de la Asociaci�n M�dica Americana,
15 de abril de 1998).
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Este hecho tampoco es una sorpresa, ya que las patentes de
medicamentos se emiten principalmente para nuevas mol�culas
sint�ticas.
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Todas las mol�culas sint�ticas deben ser desintoxicadas y
eliminadas del cuerpo, un sistema que falla con frecuencia y
produce una epidemia de efectos secundarios graves y
mortales.
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Mientras la promoci�n y expansi�n de enfermedades aumentan
el mercado de la industria farmac�utica de inversi�n.
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La�prevenci�n y el tratamiento de las causas de las
enfermedades disminuyen la rentabilidad a largo plazo.�Por
lo�tanto, son evitados o incluso obstruidos por esta
industria.
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Lo peor de todo es que la erradicaci�n de las enfermedades
es, por su propia naturaleza, incompatible con los intereses
de la industria farmac�utica de inversiones y diametralmente
opuesta a ellos.
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La erradicaci�n de enfermedades ahora consideradas como
mercados potenciales de medicamentos destruir� miles de
millones de d�lares de inversi�n y eventualmente�eliminar�
toda esta industria.
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Las vitaminas y otras terapias efectivas para la salud
natural que optimizan el metabolismo celular amenazan el
"negocio de la enfermedad" farmac�utico, porque atacan la
causa celular de las enfermedades m�s comunes de la
actualidad, y estas sustancias naturales no pueden ser
patentadas.
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A lo largo de los m�s de cien a�os de existencia de la
industria farmac�utica, las vitaminas y otros nutrientes
esenciales, con funciones definidas como cofactores en el
metabolismo celular, han sido la competencia m�s feroz y la
mayor amenaza para el �xito a largo plazo del negocio de
inversi�n farmac�utica.
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Las vitaminas y otras terapias efectivas para la salud
natural que previenen enfermedades de manera efectiva son
incompatibles con la naturaleza misma del "negocio
farmac�utico con enfermedad".
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Para proteger el desarrollo estrat�gico de su negocio de
inversi�n contra la amenaza de terapias efectivas, naturales
y no patentables, la industria farmac�utica ha utilizado,
durante todo un siglo, los m�todos m�s inescrupulosos, tales
como:
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Reteniendo informaci�n de salud para salvar vidas de
millones de personas.�Es simplemente inaceptable que
hoy en d�a muy pocos sepan que el cuerpo humano no
puede producir vitamina C y lisina, dos mol�culas
clave para la estabilidad del tejido conectivo y la
prevenci�n de enfermedades.
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Desacreditando las terapias de salud natural.�La
forma m�s com�n es a trav�s de campa�as globales de
relaciones p�blicas organizadas por el C�rtel
Farmac�utico, que difunden mentiras sobre los
supuestos efectos secundarios de las sustancias
naturales, mol�culas que la Naturaleza ha utilizado
durante miles de a�os.
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Prohibiendo por ley la difusi�n de informaci�n sobre
terapias de salud natural.�Con ese fin, la industria
farmac�utica ha colocado a sus grupos de presi�n en
posiciones pol�ticas clave en mercados clave y
naciones l�deres en la exportaci�n de medicamentos.
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El "negocio farmac�utico con la enfermedad" es el mayor
negocio de enga�o y fraude en la historia de la humanidad.
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El producto "salud" prometido por las compa��as
farmac�uticas no se entrega a millones de pacientes.�En
cambio, los "productos" m�s a menudo entregados son los
opuestos:
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La supervivencia de la industria farmac�utica depende de la
eliminaci�n por cualquier medio de terapias efectivas de
salud natural.
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Estas terapias naturales y no patentables se han convertido
en el tratamiento de elecci�n para millones de personas a
pesar de la oposici�n econ�mica, pol�tica y medi�tica
combinada de la industria de inversi�n m�s grande del mundo.
