por�Sayer Ji�
02 Febrero 2016�
del�Sitio�Web�GreenMedInfo

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

En el post-gen�mico,

una revoluci�n est� en marcha,

pero se sentir� primero

antes de que sea completamente conocida

por el intelecto.

"Uno no puede arrancar una flor

sin molestar a una estrella ".

Francis Thompson

Un nuevo estudio publicado en�Medical Hip�tesis�sugiere, entre otras cosas, la existencia de un mecanismo molecular plausible para explicar un aspecto hasta ahora inexplicable de la llamada hip�tesis de Gaia;�una teor�a que propone que la Tierra es autorreguladora y controlada por la comunidad de organismos vivos.�

El nuevo estudio, con su�
t�tulo indiscutiblemente largo, "Posible papel de los microRNAs como mediadores inter-especies de informaci�n epigen�tica en la patog�nesis de la enfermedad: �Es la materia oscura no codificante del genoma la responsable de la comunicaci�n epigen�tica inter-individual o inter-especie?", identifica elementos transcribibles dentro de la llamada�"�materia oscura" del genoma(el 98.5% del genoma que no codifica prote�nas) conocido como ARN no codificante.

Se cree que un tipo de ARN no codificante identificado en el estudio conocido como microARN es capaz de actuar como un regulador maestro de la expresi�n g�nica en todos los reinos.


Representaci�n de un microRNA


Producidos por bacterias, hongos, plantas y animales, los�
microARN�son capaces de sobrevivir a los procesos digestivos y de asimilaci�n intactos, ingresan a los tejidos de estos organismos y afectan la expresi�n de una amplia gama de genes (aproximadamente�un tercio de nuestro genoma completo).

Si los MicroRNAs de hecho funcionan como reguladores maestros de todo el reino de los diversos miembros de la biosfera, por lo tanto, todo ser vivo est� conectado inseparablemente a trav�s de redes interpenetrantes de relaciones gen�ticas y epigen�ticas.

Esta perspectiva difiere radicalmente de la teor�a evolutiva cl�sica en la que los organismos son vistos externamente relacionados entre s�, con la autoconservaci�n y la supervivencia, no la cooperaci�n, como instinto primario.

Hip�tesis m�dica 84 (2015) 150-154

Posible papel para micro RNAs como mediadores entre las especies de informaci�n epigen�tica en la patog�nesis de la enfermedad: es la materia oscura no codificante del gen responsable de epigen�tica interindividual o entre las especies

RESUMEN

Las micro ARN son mol�culas de ARN cortas y no codificadas que participan en la regulaci�n epigen�tica pos-transcripcional de la expresi�n g�nica. Los datos recientes muestran que los micro ARN se pueden encontrar en los fluidos corporales, y estos micro ARN podr�an entrar en las c�lulas dando lugar a una forma de acci�n similar a la hormona. Los micro ARN liberados en los fluidos corporales podr�an afectar a otros individuos, y tambi�n hay algunos datos de la acci�n potencial de especies cruzadas de los micro ARN. Aqu�, los autores discuten hip�tesis sobre la relevancia patog�nica potencial de la acci�n interindividual y entre especies de los micro ARN, incluidos los microARN derivados de alimentos. Suponiendo que los microARN podr�an atravesar el tracto gastrointestinal, el microARN podr�an vagar a trav�s de la cadena alimenticia e incluso podr�an considerarse microARN reguladores maestros que podr�an influir en la expresi�n g�nica en una amplia gama de especies y, por lo tanto, podr�an vincular diferentes especies a trav�s de la expresi�n g�nica com�n en una amplia gama de especies y podr�an vincular diferentes especies a trav�s de firmas comunes de expresi�n g�nica. Dado que muchos genes de microARN se encuentran en la "materia oscura" del genoma que no codifica prote�nas, se genera una funci�n novedosa de la "materia oscura" con respecto a la comunicaci�n epigen�tica interindividual y entre especies a trav�s de la transferencia de informaci�n por productos gen�ticos codificados por la codificaci�n no proteica parte del genoma.

Esta visi�n tambi�n invita a una completa revisi�n del �rbol de la vida.

A diferencia del modelo convencional, donde el ADN se cierra herm�ticamente dentro de la caja de seguridad de cada especie, evoluciona aisladamente a un ritmo glacial, excepto por raros eventos de transferencia de genes horizontales extremadamente raros (como los vectores retrovirales que se incorporan a la l�nea germinal y se endogenizan como retrovirus end�genos), el modelo m�s nuevo y de "acceso abierto" permitir�a a las especies alterar y afectar el�fenotipo�de otra persona�en tiempo real, adem�s de alterar potencialmente su trayectoria evolutiva a largo plazo al afectar los patrones de herencia epigen�tica.

Esto habla de un modelo co-evolutivo y cooperativo, con todas las �reas del �rbol de la vida, el desarrollo conjunto de una manera altamente compleja y aparentemente muy inteligente, cuidadosamente orquestada.


Una representaci�n en forma de espiral del �rbol de la vida.

introducido por los investigadores de la universidad del templo

en 2015

La era pos-gen�mica y la infraestructura gen�tica de la vida de "acceso abierto"

Uno de los descubrimientos m�s importantes de nuestro tiempo es que, si bien solo una peque�a parte (1,5%) del ADN en el genoma humano codifica prote�nas ("hardware"), se transcribe casi todo el genoma.

Anteriormente etiquetado como "ADN basura", se ha estimado que el 70-90% del transcriptoma son mol�culas que contienen informaci�n y moduladoras del gen conocidas como�ARN�no codificantes�("software").

Se sabe que los ARN no codificantes, como los microARN, regulan la expresi�n de la mayor�a de los genes codificantes de prote�nas en el genoma humano, principalmente a trav�s de sus propiedades de silenciamiento g�nico.

Y as�, el descubrimiento del papel potencialmente primario de los ARN en la expresi�n g�nica agrega una capa de complejidad muy necesaria para ayudar a explicar el milagro del cuerpo humano y la vida en general.

En �ltima instancia, creo que el descubrimiento revela que la infraestructura gen�tica de las innumerables especies en el �rbol de la vida es en realidad mucho m�s "de acceso abierto" y, por lo tanto, tan resistente/cambiante y fr�gil, como nunca se hab�a imaginado.

En otras palabras, los ARN no codificantes hacen posible un proceso horizontal de,

  • 'comunicado'

  • 'intercambio'

  • Incorporaci�n de informaci�n de vital importancia,

... de una manera relativamente libre, y en tiempo real versus el tiempo glacial.

Y como resultado, las especies, en todos los reinos, se�integran en una interdependencia similar a una red y una�colaboraci�n�co-evolutiva�que hasta ahora se consideraba, desde la perspectiva de la biolog�a molecular, la gen�tica y la biolog�a evolutiva ortodoxa, imposible...

El regreso de la diosa

En 1970, cuando el qu�mico�James Lovelock�y el microbi�logo�Lynn Margulis�invocaron por primera vez la imagen de una diosa griega para describir la evoluci�n de las�capas�vivas (bi�ticas) y�no vivas�(abi�ticas)�estrechamente unidas de la Tierra�en un auto sistema regulador, el establecimiento cient�fico estaba lejos de estar listo para abrazar tal noci�n.�


Despu�s de todo, en ese momento, no exist�an mecanismos biol�gicos conocidos para explicar c�mo las innumerables especies vivas de la Tierra pod�an comunicarse y/o compartir informaci�n codificada de �cidos nucleicos entre s�, a trav�s de los reinos.

La composici�n gen�tica de plantas y animales, por ejemplo, se cre�a encerrada dentro del n�cleo herm�ticamente sellado de la c�lula, con la �nica direcci�n teorizada de la informaci�n que fluye desde adentro hacia afuera:

prote�na ADN> ARN>...

Adem�s, se cre�a que el principal impulso mecanicista del elemento gen�tico de la vida era�reproducirse ego�stamente.

El�principio de Gaia, por lo tanto, parec�a excluido por el inherente�ego�smo de los genes.�

En los a�os intermedios, ahora casi medio siglo despu�s, ha surgido una oleada de nuevos descubrimientos e investigaciones para socavar el viejo paradigma centrado en los genes, ahora francamente muerto, junto con sus ideolog�as "co-m�rbidas", como el�imperativo�evolutivo vorazmente dise�ado por�Dawkins.�

Por ejemplo:

  • El descubrimiento de la transcriptasa inversa en 1970, muestra que la informaci�n gen�tica a trav�s de un retrovirus puede insertar ARN nuevamente en el ADN del genoma.

  • Los genes de salto de Barbara McClintock, que mostraron que la transferencia horizontal de genes es un hecho com�n, y que muestra una movilidad, plasticidad y promiscuidad en nuestra composici�n gen�tica tan escandalosa como para provocar que una bater�a de suposiciones ortodoxas se hundan.

  • El descubrimiento de los�exosomas: las nanopart�culas secretadas por c�lulas vivas, plantas y animales, contienen informaci�n que contiene mol�culas que alteran directamente la expresi�n g�nica, incluida la informaci�n de soma a las c�lulas de la l�nea germinal, �esencialmente la validaci�n del�Larmarckismo!

  • El descubrimiento de�priones�y la capacidad de las prote�nas para transferir su informaci�n (pat�gena y beneficiosa) lateralmente sin ninguna transferencia de sustancia f�sica, nucleica o de otro tipo, ponen todo el dogma y la ortodoxia erigidos en �l, en ca�da libre y, finalmente, la des-validaci�n ideol�gica total, es decir destrucci�n.

  • El descubrimiento del�microbioma, que centra nuestra identidad gen�tica y epigen�tica no en las secuencias de ADN primarias de nuestro genoma, sino en las contribuciones compartidas del genoma y el epigenoma de todas las especies de microbios en nuestros cuerpos, m�s el nuestro, el llamado�holobionte.

�Y luego el dogma central de la biolog�a molecular, tan basado en la fe y generalizado como el de cualquier religi�n (quiz�s m�s), colaps� con la finalizaci�n del proyecto del genoma humano�(2003)!

Ni siquiera hab�a suficientes genes codificadores de prote�nas para explicar las aproximadamente 100 mil prote�nas diferentes que se encuentran en el cuerpo humano.

Claramente, tuvimos que buscar factores m�s all� de estos genes codificantes de prote�nas para explicar incluso la existencia y las funciones del cuerpo humano.

Esto provoc� una explosi�n de inter�s�en la epigen�tica, seguida r�pidamente por el microbioma, que fue un horizonte de eventos que atravesamos al final del tercer milenio.

La mayor�a de nosotros no tenemos idea de que haya ocurrido, pero en realidad es copernicano en implicaci�n (vea la presentaci�n en el Foro Funcional en Boulder abajo):

Por lo tanto, en la era posterior al genoma, est� empezando a parecerse a que la 'materia oscura' del genoma humano est� eclipsando en importancia las secuencias codificadas de prote�nas conocidas, que representan solo alrededor del 1,5% de los 3 mil millones de pares de bases del ADN.

�Porqu�?�Debido a que recientemente se descubri� que la mayor parte de nuestro genoma (aproximadamente del 70 al 90%) se transcribe en ARN no codificante.

�Y por qu� ser�a as�, si no fuera por un prop�sito?�La vida no se ocupa de producir nada sin raz�n.

El nuevo art�culo sugiere esto como una posible respuesta:

"La funci�n de estos ARN no codificantes es en gran parte desconocida.

�Se puede suponer que una funci�n de la no codificaci�n ('materia oscura') ser�a la mediaci�n de la comunicaci�n interindividual, inter-especie o cruzada del reino?

Cuando se trata del ADN codificante de prote�nas, son capaces de modular la mayor�a de su expresi�n, principalmente a trav�s del silenciamiento de genes epigen�ticos.

Son, pues, en teor�a las mol�culas reguladoras maestras.�No solo eso, los microRNAs pueden viajar entre tipos de c�lulas dentro del cuerpo (soma a l�nea germinal), sino entre especies.

Y aqu� es donde la hip�tesis de Lovelock puede recibir alguna reivindicaci�n:

"Dado que los microARNs son productos principales de la parte no codificante de prote�nas del genoma, estos podr�an ser los mediadores principales de la informaci�n epigen�tica que atraviesa tejidos, diferentes individuos e incluso especies, y por lo tanto vinculan diferentes organismos.

No puede excluirse que, adem�s de los microARN, otras mol�culas de ARN no codificantes (por ejemplo, las mol�culas de ARN no codificantes largas [30]) tambi�n puedan participar en la mediaci�n de la informaci�n gen�mica, pero los microARN de peso molecular peque�o ser�an los m�s adecuados para tal comunicaci�n, dado su estabilidad.

Dicha comunicaci�n a trav�s de mediadores epigen�ticos de microARN que atraviesan diferentes individuos, especies y reinos podr�a considerarse en parte an�loga a la anterior hip�tesis de Gaia que supon�a una interacci�n din�mica entre diferentes criaturas e incluso el entorno abi�tico.

En contraste con la hip�tesis de Gaia, sin embargo, solo la comunicaci�n entre criaturas vivientes puede formularse hip�tesis a trav�s de estos mediadores epigen�ticos ".

El �ltimo punto es importante.

La hip�tesis de Gaia�necesita m�s que microRNAs para tener sentido.�Y, de hecho, existe una buena cantidad de investigaciones convincentes que apuntan a la vida microbiana como el mecanismo principal a trav�s del cual la Tierra se autorregula.


Dicho esto, el descubrimiento de�
microRNAs�como un posible regulador maestro de la informaci�n gen�tica y epigen�tica en todo el reino es profundo...

MicroRNA y las Perlas de Indira


Si los microRNAs son capaces de una gran libertad de movimiento, atravesando su cuerpo dentro de veh�culos exos�micos similares a virus, entre las c�lulas soma (cuerpo) y las c�lulas de la l�nea germinal (espermatozoides), y luego, entre nuestros cuerpos y los de bacterias, hongos, plantas y Biosfera en su conjunto, estamos repentinamente conectados, en el tejido molecular de nuestro ser, de una manera que invoca la red de perlas de la Diosa�Indira�(o�Lakshmi), por ejemplo.

Tire de un hilo y todos los dem�s en el universo se mueven, o se ven afectados.

Tal interdependencia es la muerte del ego, o la arrogancia de,

"cada hombre por s� mismo", reduplicado en la ideolog�a de la biolog�a molecular como "toda secuencia de genes ego�stas por s� misma".

Aqu� tenemos una rudimentaria �tica con base ontol�gica.

Es decir, en lugar de pensar "correcto" e "incorrecto" existe simplemente en el �mbito de las valoraciones subjetivas, los juicios del ego, el �mbito de la mente que se proyecta sobre la materia.

Estamos obligados a ampliar nuestra apreciaci�n de un orden natural de las cosas.

�Una inteligencia?��Una compasi�n?

La compasi�n, por supuesto, significa "sufrir con".�Sufrimos el uno con el otro, en este universo mediado por ARN de interdependencia epigen�tica.�Tambi�n nos regocijamos, juntos, si como se ha determinado con miles, si no, millones de a�os de colaboraci�n co-evolutiva, respetamos los patrones/leyes naturales que imbuyen la aptitud, la salud y la sinergia y el equilibrio ecol�gico.

Estas "leyes morales" de "causa y efecto" (karma), son inherentes a la imagen de la Diosa.

Es fundamentalmente su significado.�Y cuando Lovelock invoc� a Gaia, esto se debi� a que solo lo misterioso puede explicar o aproximar lo milagroso, que es la vida misma.�Este papel es importante.

Pero es solo un vistazo de lo que vendr�, o ya est� aqu�.��Hay mucho m�s!�

Estamos, literalmente, en este mismo momento en la historia humana y planetaria, experimentando el regreso de la Diosa.

La Ciencia Valida el Mito


La Ciencia misma (logos), que una vez fue utilizada para�
quemar la Madre Naturaleza en la hoguera, torturando para que saque sus secretos, como lo expres� una el�fil�sofo del siglo 18,�David Hume, cada vez confirma y sinergiza con los mitos de la antig�edad.

La ciencia no solo est� descubriendo, sino fomentando activamente una apreciaci�n de las leyes universales de la vida, una vez encapsuladas tan po�ticamente, pero ahora a trav�s de la �ptica de la ciencia, en el s�mbolo de la diosa.�

Y as�, hoy vivimos en un clima intelectual radicalmente nuevo, incluso si la gran mayor�a del p�blico laico y la comunidad profesional todav�a se aferran a estos memes viejos y cansados.

La posibilidad ha eclipsado la necesidad...

El ego de la ciencia ha sido tan gravemente da�ado, luego de la muerte de sus preceptos ideol�gicos b�sicos y sus creencias anteriores, que se ha vuelto a poner en su definici�n adecuada como�metodolog�a�y no como�sistema de creencias, religi�n (cientificismo) o bio-pol�tica, construcci�n dise�ada para el control de la poblaci�n.

La diosa

Este antiguo s�mbolo, aunque literal, de un marco perceptual y ethos universal, que abarc� el planeta desde Iberia a Siberia (como lo demuestra el registro arqueol�gico pre-neol�tico de artefactos supervivientes, que se refer�an universalmente a la Diosa), reaparece hoy en el fen�meno de herencia uniparental.

El descubrimiento de una�Eva mitocondrial, por ejemplo, o que la madre de nuestra especie transmite, comenzando en el �tero, la gran mayor�a de los microbiomas a la descendencia, no es un cambio peque�o en perspectiva.

Si SOLAMENTE las mujeres transmiten el material gen�tico mitocondrial en nuestras c�lulas, los bi�logos convencionales creen que representan la mayor�a de las necesidades energ�ticas de la c�lula, claramente su papel es dominante sobre las contribuciones limitadas del espermatozoide masculino.

Lea m�s sobre esta notable transici�n en el art�culo:�"How the Microbiome Destroyed the Ego, Vaccine Policy and Patriarchy".�

El empuje patriarcal de la biolog�a, de medio siglo de antig�edad, centrado durante tanto tiempo en la creencia de que la esencia m�s significativa de la vida estaba en la informaci�n digital codificada en el n�cleo de la c�lula, reproduc�a el mismo impulso ps�quico que ha existido durante miles de a�os para miles de personas, y evidenciado en textos como el�G�nesis�donde el�Dios�masculino�toma una costilla de Ad�n para crear a Eva, en lo que�Erich Fromm, creo correctamente, critic� psico-biogr�ficamente como la�envidia al �tero.

Vemos las reversiones ahora.�El poder agarra y tropieza.�Una percepci�n correctiva del orden natural de las cosas est� recuperando aprecio.

Si somos especies holobiontes, y el componente microbiano de esa ecuaci�n eclipsa y supera en 200 veces la contribuci�n gen�tica del genoma humano (4.5 millones de genes contribuidos por los versos microbianos 23.000 genes contribuidos por el ser humano (y �rdenes de magnitud m�s no codificables ARN por estos microbios!), El papel de la mujer en la ecuaci�n tiene una importancia profunda, dominante y asim�trica.�

A medida que avanza la revoluci�n de tipo copernicano del descubrimiento del microbioma, pero esta vez en orden inverso (amplificando profundamente la importancia de la Tierra en el sistema solar, no diluy�ndola en relevancia a trav�s de su proyecci�n y re-contextualizaci�n diminuta en el infinito, y como lo describi� Pascal, el aterrador espacio del Gran Objeto), llegamos a comprender que los l�mites entre el yo corporal y el otro, los microbios en y sobre nuestro cuerpo, y la biosfera en su conjunto, son permeables e interpenetrantes.

Insultar a la tierra con un biocida (por ejemplo, Roundup/2,4 D) es da�ar al yo, da�arse uno mismo...

Todas las�cosas est�n�conectadas...

La ley moral emerge de nuevo a trav�s de la �ptica de la ciencia, pero habla de una sabidur�a que se experimenta corporalmente, visceralmente, como una certeza de saber.�

Dada esta vista,

�C�mo, entonces, podr�a la comunidad cient�fica aceptar la idea como propuesta de que exist�a un flujo organizativo "de arriba abajo" y que de alguna manera era capaz de coordinar la complejidad infinita de las especies individuales, de modo que participaron en una forma rudimentaria de s�per-inteligencia?

Quiero decir, para nosotros, viviendo en este m�rmol azul milagroso en el espacio infinito, es evidente que la maquinaria torpe de�los genes ego�stas que claman por el dominio unos de otros no podr�a haber conducido a una simbiosis altamente organizada, simbi�tica e incluso aparentemente objetiva, resultado de miles de millones de a�os de evoluci�n.

Pero, como dice la historia, la ciencia (como un sistema de creencias; el cientificismo) solo reconoce lo que ha decidido que puede resultar real.�

Una �tica no �tica, encuentra la sustancia y el simbolismo de lo correcto y lo incorrecto EN las cosas mismas y sus relaciones.�Y si existe un "orden natural" o un "equilibrio arm�nico natural", tambi�n hay formas, m�todos, deberes y obligaciones.

�Y qu� es lo que refleja el orden natural mejor que la biolog�a y la relaci�n y orden naturales entre las cosas?

Por ejemplo, nuestros cuerpos tienen un imperativo evolutivo para segregar ciertas prote�nas para atraer ciertas bacterias, que, a su vez, tienen un imperativo evolutivo para habitarnos comensalmente.�Si este orden natural se interrumpe a trav�s de alimentos falsos, radion�clidos antropog�nicos o exposiciones qu�micas, por ejemplo, esto es una violaci�n contra la �tica, que resulta en una consecuencia natural (causa-efecto, karma).

Y as�, la ley moral est� incrustada en las cosas mismas y no una externalidad.�La decisi�n, sin embargo, es una especie de "externalidad".

�La elecci�n es ese ingrediente m�gico que crea o destruye el mundo.�La elecci�n, tambi�n, no elegir, esto es tan real, en cuanto a la �tica, como la elecci�n.�Una �tica sobrepuesta lleva al "activismo" a su esfera adecuada de comprensi�n, como una respuesta natural a las amenazas al orden natural.�

En el horizonte de esta era de ciencia�post-gen�mica,�post-Ciencia, donde a los fen�menos mismos (a la "Verdad" con V may�scula) se le permite hablar, articular, y se revela a s� misma (es decir, el dominio de
fenomenog�a y, la sangre del coraz�n y de la vida, de toda investigaci�n cient�fica verdadera),�la hip�tesis de Gaia repentinamente�tiene sentido...

La vida, el milagro, nunca se presta bien a la objetivaci�n.

El Logos cuando se aplic� a Bios, se convirti� en una disciplina (bio-log�a) para deconstruir sistem�ticamente el conjunto, el milagro, en sus partes, mat�ndolo al mismo tiempo.

�Qu� qued�?�Una cosa muerta, cuyo principio de vida, se cre�a, fue sacrificada (a menudo literalmente a trav�s de vivisecci�n) para extraer y abstraer el "conocimiento".

Pero el dedo apuntando a la luna nunca ser� la luna.�

El genoma completamente completado de una especie, la nuestra o una levadura, no es equivalente a su verdadero significado, valor o estado ontol�gico (es decir, la realidad).�

Esta ha sido la ilusi�n que ha permeado toda la empresa de la ciencia.


En �ltima instancia, creo que este nuevo estudio habla de la creciente conciencia en nuestra era de que nuestros cuerpos son uno con el cuerpo de la Tierra (ontolog�a de la carne), que me recuerda un pasaje de�Stewart W. Holmes:

"�C�mo podemos preocuparnos y agitarnos bajo el aspecto de la eternidad - bajo la tranquila mirada del antiguo Tao?

La sal del mar est� en nuestra sangre;�el calcio de las rocas est� en nuestros huesos,�los genes de diez mil generaciones de robustos progenitores est�n en nuestras c�lulas.�El sol brilla y sonre�mos.�Los vientos rugen y nos inclinamos ante ellos.

Las flores se abren y nos regocijamos.�La tierra es nuestro gran hogar".