por�el Grupo de Investigaci�n GreenMedInfo

13 Octubre 2018�
del�Sitio�Web�GreenMedInfo

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

El pasado de nuestros antepasados vive a trav�s de nosotros:

Una investigaci�n innovadora ilustra c�mo la experiencia de los padres no solo se imprime epigen�ticamente en la descendencia, sino en un n�mero sin precedentes de generaciones futuras.

En lugar de ocurrir en la prolongada escala de tiempo de millones de a�os, el cambio gen�tico puede ocurrir en tiempo biol�gico real a trav�s de nanopart�culas conocidas como�exosomas.

Hasta hace poco, se cre�a que�nuestros genes dictaban nuestro "destino"...

Que estamos programados para las enfermedades que finalmente nos acosar�n en funci�n del c�digo indescifrable, pre-cableado, escrito en piedra en nuestro material gen�tico.

Sin embargo, el�creciente�campo de la epigen�tica�est� volcando estos principios, y marcando el comienzo de una escuela de pensamiento donde la nutrici�n, no la naturaleza, es la influencia predominante cuando se trata de la expresi�n gen�tica y de nuestra libertad o aflicci�n por enfermedades cr�nicas.

Epigen�tica - La desaparici�n del determinismo biol�gico

Epigen�tica o,

el estudio de los mecanismos fisiol�gicos que silencian o activan los genes, abarca procesos que alteran la funci�n de los genes sin cambiar la secuencia de los pares de bases de nucle�tidos en nuestro ADN.

Traducido literalmente para significar,

"adem�s de los cambios en la secuencia gen�tica",

...la epigen�tica incluye procesos tales como,

  • metilaci�n

  • acetilaci�n

  • fosforilaci�n

  • sumolyation

  • ubicuidad

... que puede ser transmitidlo a las c�lulas hijas tras la divisi�n celular.�(1)

La metilaci�n, por ejemplo, es la uni�n de etiquetas de grupos de simples metiloss a las mol�culas de ADN, que pueden reprimir la transcripci�n de un gen cuando se produce en la regi�n de un promotor gen�tico.

Este simple grupo de metilos, o un carbono unido a tres mol�culas de hidr�geno, efectivamente�desactiva el gen.�

Las modificaciones postraduccionales de las prote�nas histonas son otro proceso epigen�tico.�Las histonas�ayudan a empaquetar y condensar la doble h�lice del ADN en el n�cleo celular en un complejo llamado cromatina, que se puede modificar por enzimas, grupos acetilo y formas de ARN llamadas peque�os ARN y microARN de interferencia.�(1)

Estas modificaciones qu�micas de la cromatina influyen en su estructura tridimensional, que a su vez gobierna su accesibilidad para la transcripci�n del ADN y determina si los genes se expresan o no.

Heredamos un alelo, o variante, de cada gen de nuestra madre y el otro de nuestro padre.

Si el resultado de los procesos epigen�ticos es la impronta, un fen�meno en el que uno de los dos alelos de un par de genes est� desactivado, esto puede generar un resultado perjudicial para la salud si el alelo expresado es defectuoso o aumenta nuestra susceptibilidad a infecciones o t�xicos.�(1)

Los estudios enlazan,

  • c�nceres de casi todos los tipos

  • Disfunci�n neuroconductual y cognitiva.

  • enfermedades respiratorias

  • trastornos autoinmunes

  • anomal�as reproductivas

  • enfermedad cardiovascular,

...a los mecanismos epigen�ticos.�(1)

Por ejemplo, el f�rmaco antiarr�tmico card�aco�procainamida�y el agente antihipertensivo�hidralazina�pueden causar lupus en algunas personas al causar patrones aberrantes de metilaci�n del ADN y alterar las v�as de se�alizaci�n.�(1)

Los genes cargan la pistola, el medio ambiente la detona

Los productos farmac�uticos, sin embargo, no son los �nicos agentes que pueden inducir perturbaciones epigen�ticas.

Ya sea que haya nacido por parto vaginal o por ces�rea, amamantado o alimentado con biber�n, criado con una mascota en la casa o infectado con ciertas enfermedades infantiles, todo esto influye en su expresi�n epigen�tica.

Si usted,

es sedentario, reza, fuma, medita, hace yoga, tiene una extensa red de apoyo social o est�n alejados de su comunidad,

...todas sus elecciones de estilo de vida juegan con su riesgo de que la enfermedad opere a trav�s de mecanismos de�epigen�tica.�

De hecho, los�Centros para el Control de Enfermedades�(CDC) afirman que la gen�tica representa solo el 10% de las enfermedades, mientras que el 90% restante se debe a variables ambientales.�(2)

Un art�culo publicado en la�Public Library of Science One�(PLoS One) titulado Los factores gen�ticos no son las causas principales de las enfermedades cr�nicas" se hace eco de estas afirmaciones, citando que la enfermedad cr�nica es solo de 16.4% gen�tica y 84.6% ambiental.�(3)

Estos conceptos tienen sentido a la luz de la investigaci�n sobre la�exposici�n, la medida acumulativa de todos los insultos ambientales en que incurre un individuo durante su ciclo de vida que determina la susceptibilidad a las enfermedades.�(4)

Al delinear la totalidad de las exposiciones a las que un individuo est� sujeto a lo largo de su vida, la exposici�n puede subdividirse en tres dominios superpuestos e interrelacionados.

Un segmento de la exposici�n llamado ambiente interno est� compuesto por procesos innatos al cuerpo que inciden en el medio celular.�Esto abarca hormonas y otros mensajeros celulares, estr�s oxidativo, inflamaci�n, peroxidaci�n lip�dica, morfolog�a corporal, microbiota intestinal, envejecimiento y estr�s bioqu�mico.�(5)

Otra parte de la exposici�n, el entorno externo espec�fico, consiste en exposiciones que incluyen pat�genos, radiaci�n, contaminantes qu�micos y contaminantes e intervenciones m�dicas, as� como elementos diet�ticos, de estilo de vida y ocupacionales.�
(5)

A un nivel sociocultural y ecol�gico a�n m�s amplio est� el segmento de la exposici�n denominado�entorno externo general, que puede circunscribir factores como el estr�s psicol�gico, el estatus socioecon�mico, las variables geopol�ticas, el logro educativo, la residencia urbana o rural y el clima.�(5)


Herencia transgeneracional del cambio epigen�tico - Los disruptores endocrinos desencadenan la infertilidad en las generaciones futuras

Los cient�ficos especularon anteriormente que los cambios epigen�ticos desaparecen�con cada nueva generaci�n�durante la gametog�nesis, la formaci�n de espermatozoides y �vulos, y despu�s de la fertilizaci�n.

Sin embargo, esta teor�a fue cuestionada por primera vez por una investigaci�n publicada en la revista Science, que demostr� que la exposici�n transitoria de ratas pre�adas al insecticida metoxicloro, un compuesto estrog�nico, o el fungicida vinclozolina, un compuesto antiandrog�nico, dio como resultado un aumento en la incidencia de infertilidad masculina y disminuci�n del esperma. Producci�n y viabilidad en el 90% de los machos de cuatro generaciones posteriores que fueron rastreados.�(1)

M�s notablemente, estos efectos reproductivos fueron asociados con desajustes en los patrones de metilaci�n del ADN en la l�nea germinal, lo que sugiere que los cambios epigen�ticos se transmiten a las generaciones futuras.

Los autores concluyeron,

"La capacidad de un factor ambiental (por ejemplo, un disruptor endocrino) para reprogramar la l�nea germinal y promover un estado de enfermedad transgeneracional tiene implicaciones significativas para la biolog�a evolutiva y la etiolog�a de la enfermedad".

(6) - p.�1466

Esto puede sugerir que los productos para el cuidado personal con fragancias endocrinas y los productos de limpieza comerciales a los que todos estamos expuestos pueden desencadenar problemas de fertilidad en m�ltiples generaciones futuras.

Herencia transgeneracional de los episodios traum�ticos: la experiencia de los padres, las formas, los rasgos de la descendencia

Adem�s, las experiencias traum�ticas pueden transmitirse a las generaciones futuras a trav�s de la epigen�tica como una forma de informar a la progenie sobre la informaci�n relevante necesaria para su supervivencia.�(7)

En un estudio, los investigadores introdujeron la�acetofenona, una�sustancia qu�mica similar a la cereza,�en las c�maras de los ratones mientras administraban descargas el�ctricas, lo que condicionaba a los ratones a temer el olor.�(7)

Esta reacci�n se transmiti� a dos generaciones sucesivas, que se estremecieron significativamente m�s en presencia de acetofenona a pesar de no haberse encontrado con ella, en comparaci�n con los descendientes de ratones que no hab�an recibido este acondicionamiento.�(7)

El estudio sugiere que ciertas caracter�sticas del entorno sensorial parental experimentado antes de la concepci�n pueden remodelar el sistema nervioso sensorial y la neuroanatom�a en las generaciones posteriores concebidas.�(7)

Se observaron alteraciones en las estructuras cerebrales que procesan los est�mulos olfativos, as� como una representaci�n mejorada del receptor que percibe el olor en comparaci�n con los ratones de control y su progenie.�(7)

Estos cambios fueron transmitidos por mecanismos epigen�ticos, como lo demuestra la evidencia de que los genes sensibles a la acetofenona en ratones temerosos, estaban hipometilados, lo que puede haber aumentado la expresi�n de los genes del receptor de olor durante el desarrollo, llev�ndolos a la sensibilidad a la acetofenona.�(7)

La experiencia humana de hambrunas y la tragedia abarca generaciones

El�estudio con ratones, que ilustra c�mo las c�lulas germinales (�vulos y espermatozoides) exhiben una plasticidad din�mica y adaptabilidad en respuesta a las se�ales ambientales, se refleja en estudios en humanos.

Por ejemplo, las exposiciones a ciertos factores estresantes, como la inanici�n durante el per�odo gestacional, se asocian con malos resultados de salud para los hijos.

Se ha demostrado que las mujeres que sufren hambre antes de la concepci�n de su descendencia dan a luz a ni�os con una salud mental y una calidad de vida m�s bajos auto-reportada, por ejemplo.�(8)

Estudios similares destacan que,

"La exposici�n a la hambruna materna en el momento de la concepci�n se ha relacionado con la prevalencia de trastornos afectivos mayores, trastornos de personalidad antisocial, esquizofrenia, disminuci�n del volumen intracraneal y anomal�as cong�nitas del sistema nervioso central".�(8)

La exposici�n gestacional a la hambruna holandesa de mediados del siglo XX tambi�n se asocia con una menor percepci�n de salud�(9), as� como con una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, hipertensi�n y obesidad en los hijos.�(8)

La desnutrici�n materna durante el embarazo conduce a la adiposidad neonatal, que es un predictor de la obesidad futura�(10)�en los nietos.�(11)

El impacto de la epigen�tica tambi�n se ejemplifica mediante la investigaci�n sobre los efectos intergeneracionales del trauma, que ilumina que los descendientes de personas que sobrevivieron al Holocausto exhiben perfiles hormonales de estr�s anormales y, en particular, una baja producci�n de cortisol.�(12)

Debido a su respuesta alterada de cortisol y la reactividad al estr�s alterada, los ni�os de los sobrevivientes del Holocausto a menudo corren un mayor riesgo de padecer�trastorno de estr�s postraum�tico�(TDEP), ansiedad y depresi�n.�(13)


La exposici�n intrauterina al estr�s materno en forma de violencia de pareja durante el embarazo tambi�n puede provocar cambios en el estado de metilaci�n del�receptor de glucocorticoides�(GR) de sus hijos adolescentes.�(14)

Estos estudios sugieren que la experiencia individual de un trauma puede predisponer a sus descendientes a,

  • enfermedad mental

  • problemas de comportamiento

  • anomal�as psicol�gicas,

...debido a,

"programaci�n epigen�tica transgeneracional de genes que operan en el eje hipot�lamo-hip�fisis-suprarrenal",

...un complejo conjunto de interacciones entre las gl�ndulas endocrinas que determinan la respuesta al estr�s y la resistencia.�(14)

Las c�lulas corporales transmiten informaci�n gen�tica directamente a las c�lulas esperm�ticas

No solo eso, sino que los estudios revelan que la informaci�n gen�tica puede transferirse a trav�s de la l�nea germinal de una especie en tiempo real.

Estos hallazgos que cambian de paradigma anulan la l�gica convencional que postula que el cambio gen�tico ocurre en la escala de tiempo prolongada de cientos de miles o incluso millones de a�os.

En un estudio relativamente reciente, se encontr� que los exosomas eran el medio a trav�s del cual la informaci�n se transfer�a de las c�lulas som�ticas a los gametos.

Este experimento implic� un xenotrasplante, un proceso en el que las c�lulas vivas de una especie se injertan en un receptor de otra especie.�Espec�ficamente, las c�lulas tumorales de melanoma humano dise�adas gen�ticamente para expresar genes para una enzima trazadora fluorescente llamada pl�smido que codifica EGFP se trasplantaron a ratones.

Los experimentadores encontraron que las mol�culas que contienen informaci�n que contienen el trazador EGFP se liberaron en la sangre de los animales.�(15)

Las Exosomas o,

"ves�culas membranosas especializadas de tama�o nanom�trico, derivadas de compartimentos endoc�ticos que son liberados por muchos tipos de c�lulas" fueron encontrados entre las mol�culas rastreables EGFP.

(16) - p.�447

Los exosomas, que son sintetizados por todas las c�lulas vegetales y animales, contienen distintos repertorios de prote�nas y se crean cuando se produce una brotaci�n interna desde la membrana de los cuerpos multivesiculares (MVB), un tipo de org�nulo que sirve como un compartimento de clasificaci�n unido a la membrana dentro de las c�lulas eucari�ticas.�(16)

Los exosomas contienen microARN (miARN) y peque�o ARN, tipos de ARN no codificante involucrados en la regulaci�n de la expresi�n g�nica.�(16)

En este estudio, los exosomas administraron ARN a las c�lulas esperm�ticas maduras (espermatozoides) y permanecieron almacenados all�.�(15)

Los investigadores destacan que este tipo de ARN puede comportarse como un,

"determinante transgeneracional de variaciones epigen�ticas hereditarias y que el ARN espermatozoico puede transportar y entregar informaci�n que causa variaciones fenot�picas en la progenie".�(15)

En otras palabras, el ARN llevado a los espermatozoides por exosomas puede presidir la expresi�n g�nica de una manera que cambia los rasgos observables y el riesgo de enfermedad de la descendencia, as� como su morfolog�a, desarrollo y fisiolog�a.�

Este estudio fue el primero en dilucidar la transferencia de informaci�n mediada por ARN de las c�lulas som�ticas a las germinales, que fundamentalmente anula lo que se conoce como la�
barrera de Weisman, un principio que establece que el movimiento de informaci�n hereditaria de los genes a las c�lulas del cuerpo es unidireccional, y que la informaci�n transmitida por el huevo y el esperma a las generaciones futuras sigue siendo independiente de las c�lulas som�ticas y la experiencia de los padres.�(15)

Adem�s, esto puede tener implicaciones para el riesgo de c�ncer, ya que los exosomas contienen vastas cantidades de informaci�n gen�tica que pueden ser fuente de transferencia lateral de genes.�(17)�y se liberan abundantemente de las c�lulas tumorales.�(18)

Esto puede conciliarse con el hecho de que se han observado ves�culas parecidas a exosomas en varios mam�feros�(19), incluidos los humanos, muy cerca de los espermatozoides en estructuras anat�micas como el epid�dimo y en el fluido seminal.�(19)

Estos exosomas pueden luego propagarse a las generaciones futuras con fertilizaci�n y aumentar el riesgo de c�ncer en la descendencia.�(20)

Los investigadores concluyeron que las c�lulas esperm�ticas pueden actuar como dep�sitos finales de informaci�n derivada de c�lulas som�ticas, lo que sugiere que los insultos epigen�ticos a las c�lulas de nuestro cuerpo pueden transmitirse a las generaciones futuras.

Esta noci�n confirma la teor�a evolutiva de la "herencia suave" propuesta por el naturalista franc�s�Jean-Baptiste Lamarck, seg�n la cual las caracter�sticas adquiridas a lo largo de la vida de un organismo se transmiten a la descendencia, un concepto que la gen�tica moderna rechaz� antes de que apareciera la epigen�tica.

De esta manera, los espermatozoides son capaces de asimilar espont�neamente mol�culas de ADN y ARN ex�genas, comport�ndose como vector de su genoma nativo y de material gen�tico extra�o extracromos�mico que es,

"luego entregado a los ovocitos en la fertilizaci�n con la generaci�n subsiguiente de animales modificados fenot�picamente".�(15)

Los cambios Epigen�ticos perduran m�s de lo que se hab�a predicho

En un estudio reciente, gusanos nematodos fueron manipulados para albergar un transg�n para una prote�na fluorescente, que hizo que los gusanos brillaran bajo la luz ultravioleta cuando fue activado el gen.�(21)

Cuando los gusanos fueron incubados a una temperatura ambiente de 20� C (68� Fahrenheit), un brillo insignificante fue observado, lo que indica una baja actividad del transg�n.�(21)

Sin embargo, la transferencia de los gusanos a un clima m�s c�lido de 25� C (77� F) estimul� la expresi�n del gen, ya que los gusanos brillaban intensamente.�(22)

Adem�s, se encontr� que esta alteraci�n inducida por la temperatura en la expresi�n g�nica persist�a durante al menos�14 generaciones, lo que representa la preservaci�n de los recuerdos epigen�ticos del cambio ambiental en un n�mero de generaciones sin precedentes.�(21)

En otras palabras, los gusanos transmitieron recuerdos de las condiciones ambientales pasadas a sus descendientes, a trav�s del veh�culo del cambio epigen�tico, como una forma de preparar a sus descendientes para las condiciones ambientales prevalecientes y asegurar su supervivencia.�

Direcciones futuras: �A d�nde vamos desde aqu�?�

En conjunto, la investigaci�n mencionada desaf�a�
las leyes mendelianas�tradicionales�de la gen�tica, que postulan que la herencia gen�tica se produce exclusivamente a trav�s de la reproducci�n sexual y que los rasgos se transmiten a los descendientes a trav�s de los cromosomas que se encuentran en las c�lulas de la l�nea germinal y nunca a trav�s de las c�lulas som�ticas (corporales).

Efectivamente, esto prueba la existencia de�una herencia transgeneracional no mendeliana, donde los rasgos separados de los genes cromos�micos se transmiten a la progenie, lo que resulta en fenotipos persistentes que perduran a trav�s de las generaciones.�(22)

Esta investigaci�n imparte un nuevo significado al principio de la administraci�n de siete generaciones, ense�ada por los nativos americanos, que exige que consideremos�el bienestar de las siete generaciones venideras�en cada una de nuestras decisiones.

No solo debemos incorporar este enfoque en las pr�cticas de sostenibilidad ambiental, sino que tambi�n deber�amos considerar c�mo las condiciones a las que sometemos nuestros cuerpos,

  • la contaminaci�n y los t�xicos que impregnan el paisaje y que impregnan nuestros cuerpos

  • el suelo desprovisto de nutrientes que engendra alimentos pobres en micronutrientes

  • las interrupciones de nuestro ritmo circadiano debido a la ubicuidad de los dispositivos electr�nicos

  • nuestro divorcio de la naturaleza y la desaparici�n de nuestras afiliaciones tribales,

... puede traducirse en efectos de mala salud y calidad de vida disminuida para un n�mero previamente inseguro de generaciones posteriores.�

Los peligros de la agricultura moderna, la revoluci�n industrial y la vida contempor�nea son los

"conductores conocidos o sospechosos detr�s de procesos epigen�ticos... incluyendo metales pesados, pesticidas, gases de escape diesel, humo de tabaco, hidrocarburos arom�ticos polic�clicos, hormonas, radioactividad, virus, bacterias y nutrientes b�sicos".

(1) - p.�A160

De manera casual, sin embargo, muchos insumos como el ejercicio, la atenci�n plena y los componentes bioactivos en frutas y verduras como, por ejemplo,

  • sulforafano en vegetales cruc�feros

  • resveratrol de uvas rojas

  • genistein de la soja

  • sulfuro de dialilo del ajo

  • la curcumina de la c�rcuma

  • beta�na de remolacha

  • catequina del t� verde,

... puede modificar favorablemente los fen�menos epigen�ticos,

"ya sea inhibiendo directamente las enzimas que catalizan la metilaci�n del ADN o las modificaciones de histonas, o alterando la disponibilidad de sustratos necesarios para esas reacciones enzim�ticas".

(23), p.�8

Esto por excelencia subraya que,

  • el aire que respiramos

  • la comida que comemos

  • los pensamientos que permitimos

  • las toxinas a las que estamos expuestos

  • las experiencias que vivimos,

... puede perseverar en nuestros descendientes y permanecer en nuestra progenie mucho despu�s de que nos hayamos ido.

Debemos ser�conscientes de los efectos de�nuestras acciones, ya que provocan un�efecto domin��a trav�s de las arenas proverbiales del tiempo...

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