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por�Bruce Lipton� del�Sitio�Web UpliftConnect
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � �
C�mo la fuerza creadora de la conciencia moldea
nuestra realidad � Aleg�ricamente, podemos imaginar que la sabidur�a del universo se asemeja a una gran monta�a.�Escalamos la monta�a a medida que adquirimos conocimiento.�Nuestro impulso para llegar a la cima de esa monta�a est� impulsado por la noci�n de que con el conocimiento podemos convertirnos en "maestros" de nuestro universo. � Conjura la imagen del gur� omnisciente sentado en la cima de la monta�a.
� A lo largo de su camino, la ciencia se encuentra ocasionalmente con una bifurcaci�n en el camino.��Toman el giro a la izquierda o a la derecha? � Cuando se enfrentan a este dilema, la direcci�n elegida por la ciencia est� determinada por el consenso de cient�ficos interpretando los hechos adquiridos, tal como se entienden en ese momento. � A lo largo de su camino, la ciencia ocasionalmente �encuentra una bifurcaci�n en la carretera.
� Cuando eso sucede, nos enfrentamos a dos opciones:
Desafortunadamente, cuanto m�s invierte la ciencia en un camino particular, m�s dif�cil es para la ciencia dejar de lado las creencias que lo mantienen en ese camino. � Como lo�sugiri� el�historiador�Arnold Toynbee, lo cultural, que incluye lo cient�fico, se adhiere inevitablemente a ideas fijas y patrones r�gidos frente a los imponentes desaf�os. �
Y sin embargo, de entre sus filas surgen minor�as creativas que
resuelven los desaf�os amenazadores con respuestas m�s viables.� � � �
� Desde la revoluci�n cient�fica moderna, comenzando con la publicaci�n de�la observaci�n�de�Cop�rnico�en 1543, la ciencia ha percibido el universo como una m�quina f�sica que opera sobre los principios mec�nicos que luego defini�Newton. � En la cosmovisi�n newtoniana, el universo se define por su realidad material y su operaci�n entendida a trav�s del reduccionismo: el proceso de desarmar la materia y estudiar sus fragmentos. � El conocimiento de las partes del universo y su interacci�n permitir�a a la ciencia predecir y controlar la naturaleza. � Esta noci�n de control est� contenida dentro del determinismo: la creencia de que con el conocimiento de las partes de algo, podemos predecir su comportamiento. � El proceso de desmontar la materia.
y estudiando sus partes y piezas.
� Sin embargo, la aplicaci�n de esta ciencia a los problemas mundiales ha acelerado nuestra aparente desaparici�n.�Es un hecho simple que la sociedad no puede sostenerse a s� misma al seguir adhiri�ndose a su visi�n actual del mundo. �
Por lo tanto, la investigaci�n de vanguardia est� cuestionando
supuestos fundamentales que la ciencia convencional ha sostenido
durante mucho tiempo como dogma.
� La visi�n no�tica enfatiza que la vida se deriva de una integraci�n y coordinaci�n de las partes f�sicas e inmateriales del universo.�La resoluci�n de nuestra crisis global requiere la integraci�n de perspectivas reduccionistas y hol�sticas. � Esta revisi�n de la ciencia convencional est� sembrando minor�as creativas que nos rescatar�n de la extinci�n. � La vida se deriva de una integraci�n y coordinaci�n, tanto de las partes f�sicas como de las inmateriales del universo.
� Cada nivel del edificio est� construido sobre la base cient�fica proporcionada por los niveles inferiores de apoyo.�Cada piso del edificio se distingue como una subespecialidad cient�fica. �
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� Las leyes matem�ticas son absolutas, ciertas e indiscutibles.�Durante siglos, esas leyes se han utilizado para aislar y dividir el universo en componentes medibles separados. � La ciencia futura se construir� sobre nuevas matem�ticas emergentes que enfaticen las disciplinas de�la geometr�a fractal�y�la teor�a del caos. � La ciencia futura se construir� sobre nuevas matem�ticas emergentes. Eso enfatiza las disciplinas de la geometr�a fractal y la teor�a del caos.
� En realidad, son una matem�tica simple basada en una ecuaci�n que involucra sumas y multiplicaciones, en la cual el resultado se ingresa nuevamente en la ecuaci�n original y es nuevamente resuelto.�La repetici�n de la ecuaci�n proporciona inherentemente una geometr�a que expresa objetos auto-similares que aparecen en niveles m�s altos o m�s bajos de la magnitud de la ecuaci�n. � La organizaci�n en cualquier nivel de la naturaleza, como las mu�ecas rusas anidadas, refleja un patr�n similar a la organizaci�n que se encuentra en los niveles m�s altos o m�s bajos de la realidad. � Por ejemplo, la estructura y el comportamiento de una c�lula humana se asemejan a la estructura y el comportamiento de un humano, que a su vez se asemeja a la estructura y el comportamiento de la humanidad. � En breve,
La geometr�a fractal hace hincapi� en que el universo f�sico
observable se deriva de la integraci�n y la interconectividad de
todas sus partes.� � En lugar de invocar la competencia como un medio de supervivencia, la nueva visi�n de la naturaleza es impulsada por la cooperaci�n entre las especies viviendo en armon�a con su entorno f�sico. � Debemos reconocer que cada ser humano cuenta, porque cada uno es miembro de un solo organismo. � Cuando estamos en guerra, estamos en guerra contra nosotros mismos.� � � Cada ser humano cuenta, ya que cada uno es un miembro de un solo organismo.
� La din�mica de esas estructuras fractales est� directamente influenciada por la teor�a del caos, una matem�tica que se ocupa de la naturaleza por la cual peque�os cambios pueden causar efectos finales inesperados. � La teor�a del caos�define los procesos mediante los cuales el batir del ala de una mariposa en Asia puede influir en la formaci�n de un tornado en Oklahoma. � Cuando la teor�a del caos se combina con la geometr�a fractal, las matem�ticas predicen a�n m�s las din�micas de comportamiento observadas en nuestra realidad f�sica, desde los patrones clim�ticos hasta la fisiolog�a humana, desde los patrones sociales hasta los precios de mercado en la bolsa de valores. � � �
� Albert Einstein,�Max Planck�y�Werner Heisenberg, entre otros, formularon nuevas teor�as sobre la mec�nica subyacente del universo. Su trabajo sobre la mec�nica cu�ntica revel� que el universo no es un conjunto de partes f�sicas, como lo sugiere la f�sica newtoniana, sino que se deriva de un�enredo hol�stico de�ondas inmateriales de energ�a. � La�mec�nica qu�ntica�revela sorprendentemente que no hay verdadera "fisicalidad" en el universo:
Los �tomos como campos de energ�a interact�an con el espectro
completo de campos de energ�a invisibles que comprenden el universo,
�ntimamente enredados entre s� y con el campo en el que est�n
inmersos. � Los �tomos como campos de energ�a interact�an con toda la gama de campos de energ�a invisibles que componen el universo. �
�Como observadores, estamos personalmente involucrados en la creaci�n de nuestra propia realidad! � Los f�sicos se ven obligados a admitir que el universo es una construcci�n "mental". � El f�sico pionero Sir�James Jeans�escribi�:
Aunque la mec�nica cu�ntica fue reconocida hace ochenta a�os como la mejor descripci�n cient�fica de los mecanismos que crean nuestro universo, la mayor�a de los cient�ficos se aferran r�gidamente a la cosmovisi�n actual orientada a la materia, simplemente porque "parece" dar un mejor sentido a nuestra existencia. � Para lidiar con las contradicciones, la mayor�a de los f�sicos han elegido una salida f�cil: restringen la validez de la teor�a cu�ntica al mundo subat�mico. � El renombrado f�sico te�rico�David Deutsch�escribi�:
� Part�culas subat�micas. � � Sin embargo, las leyes cu�nticas deben sostenerse en todos los niveles de la realidad. � Ya no podemos permitirnos ignorar ese hecho.�Debemos aprender que nuestras creencias, percepciones y actitudes sobre el mundo crean el mundo. � Recientemente, el profesor de f�sica de Johns Hopkins,�R.C. Henry,�sugiri� que lo "super�ramos" y acept�ramos la conclusi�n indiscutible:
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� La nueva qu�mica se ocupa del papel de la vibraci�n en la creaci�n de enlaces moleculares y la conducci�n de interacciones moleculares. � Los campos de energ�a, como los derivados�de tel�fonos celulares�o pensamientos,�interact�an�con�las reacciones qu�micas�e�influyen en ellas. � � Los �tomos se componen de v�rtices giratorios de energ�a inmaterial.
� El cuerpo se deriva estructuralmente de m�s de cien mil mol�culas de prote�nas diferentes.�Las prote�nas cambian de forma en respuesta a las se�ales: vibraciones arm�nicas en el campo.�El movimiento colectivo de prote�nas genera los comportamientos que nosotros observamos como 'vida'. � Las se�ales que controlan la vida se originan a partir de sustancias qu�micas f�sicas y ondas de energ�a inmateriales.�La interfaz de energ�a-prote�na es la uni�n de la conexi�n mente-cuerpo. � A trav�s de un proceso llamado�acoplamiento electro-conformacional, los comportamientos de las prote�nas pueden ser influenciados por los campos vibracionales neuronales derivados de procesos conscientes (TY Tsong, 'Descifrando las tendencias del lenguaje de las c�lulas' en ciencias bioqu�micas 14:89, 1989). � � � �
Cuarto piso: la nueva biolog�a los organismos se diseccionan en c�lulas, y las c�lulas en partes moleculares,
El nuevo plan de estudios percibe a las c�lulas y los organismos como comunidades integradas que se enredan f�sica y energ�ticamente dentro de su entorno. � El nuevo holismo biol�gico respalda�la hip�tesis de�James Lovelock�que la Tierra y la biosfera representan una sola entidad viviente y respiratoria conocida como Gaia. � El estudio de la fisiolog�a de Gaia, que enfatiza la participaci�n e integraci�n de todos los organismos de la Tierra, nos volver� a familiarizar con nuestra conexi�n con el planeta y con nuestro antiguo papel como cuidadores del Jard�n. � Participaci�n e integraci�n. de todos los organismos de la tierra.
� La epigen�tica, que literalmente se traduce como "control sobre los genes", un segundo c�digo gen�tico recientemente reconocido que controla la actividad y la programaci�n del ADN de un organismo. � Este nuevo mecanismo hereditario revela c�mo el comportamiento y la actividad gen�tica est�n controlados por la percepci�n de un organismo de su entorno. � La diferencia fundamental entre el antiguo c�digo gen�tico del ADN y la nueva epigen�tica es que la idea anterior respalda el determinismo gen�tico, la creencia de que los genes predeterminan y controlan nuestros rasgos fisiol�gicos y de comportamiento, mientras que la epigen�tica reconoce que nuestras percepciones del entorno, incluida�nuestra conciencia, activamente y controlan nuestros genes. � A trav�s de los mecanismos epigen�ticos, la conciencia aplicada puede usarse para dar forma a nuestra biolog�a y hacernos "amos" de nuestras propias vidas. � � �
� Durante siglos, nuestra perspectiva materialista descart� la mente y la conciencia inmateriales como un epifen�meno del cuerpo mec�nico.�Percibimos que la acci�n de los genes y los neuroqu�micos, el hardware del sistema nervioso central, era responsable de nuestros comportamientos y disfunciones. � Sin embargo, la base de la mec�nica cu�ntica, la qu�mica vibracional y los mecanismos de control epigen�tico proporcionan una comprensi�n nueva y profunda de la psicolog�a: � El entorno, junto con las percepciones de la mente, controla el comportamiento y la gen�tica de la biolog�a. � �En lugar de ser "programados" por nuestros genes, nuestras vidas est�n controladas por nuestras propias percepciones de las experiencias de vida! � � En lugar de ser 'programados' por nuestros genes, nuestras vidas est�n controladas por nuestras propias percepciones de las experiencias de vida.
� La psicolog�a de la energ�a se centrar�a en el software de la�conciencia�de�programaci�n en�lugar del�hardware fisicoqu�mico�que expresa de manera mec�nica el comportamiento. � La psicolog�a energ�tica impacta directamente la programaci�n subconsciente en lugar de tratar de manipular la gen�tica, la fisiolog�a y el comportamiento.�Esta nueva comprensi�n tambi�n ayudar� a los padres a reconocer el poder que tienen las percepciones fundamentales en la programaci�n de la mente subconsciente. � Este reconocimiento puede llevar a experiencias de desarrollo que mejorar�n la salud, la inteligencia y la felicidad de nuestros hijos. � � �
� La ciencia no�tica�enfatiza que la estructura del universo est� hecha a imagen de su campo subyacente. � El car�cter f�sico de los �tomos, prote�nas, c�lulas y personas est� controlado por energ�as inmateriales que colectivamente forman ese campo.�La comunidad celular que comprende a cada ser humano responde a un espectro �nico del campo de energ�a del universo. � Este espectro �nico, denominado por muchos como alma o esp�ritu, representa una fuerza m�vil invisible que est� en resonancia arm�nica con nuestros cuerpos f�sicos. � Esta es la fuerza creativa detr�s de la conciencia que da forma a�nuestra realidad f�sica.� � La conciencia no�tica revela que colectivamente somos el "campo" encarnado.�Cada uno de nosotros es 'informaci�n' manifestando y experimentando una realidad f�sica.�Integrando y equilibrando el conocimiento de nuestra conciencia no�tica en nuestra conciencia f�sica nos capacitar� para convertirnos en verdaderos creadores de nuestras experiencias de vida. � Cuando tal entendimiento reine, nosotros y la Tierra tendremos la oportunidad una vez m�s de crear el�Jard�n del Ed�n...� � � � |
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