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por�Paul Cudenec del�Sitio Web�Network23-PaulCudenec
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � �
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Es la energ�a que afirma la vida que, una y otra vez, es bloqueada
por el complejo de control t�xico; su impulso se desvi�, como vimos,
hacia los callejones sin salida del�nacionalismo, el�estatismo�o�el
enga�o corporativo... �
Cuando estas fuerzas vitales, reprimidas durante tanto tiempo,
surgen juntas en nuestros corazones y nuestras mentes, pueden
provocar una poderosa ola de�revuelta�contra la
opresi�n... Este elemento es,
La cultura dominante ha trabajado duro para sofocar esta dimensi�n, no solo negando su existencia a trav�s de su mentalidad materialista moderna unidimensional, sino encerr�ndola dentro de las estructuras r�gidas y sin vida, as� como dogmas de la�religi�n que sirve al poder�y desvi�ndola hacia cultos o malsanas�pseudo-espiritualidades�superficiales�que�predican la pasividad�y no representan una amenaza para su gobierno. � � � �
Como en el plano pol�tico, estas caricaturas grotescas de la
aut�ntica espiritualidad se utilizan para desacreditar lo real, para
mantenernos encadenados en los s�tanos de la servidumbre e incapaces
de beber del conocimiento que nos liberar�a para remontarnos.
Si limpiamos de nuestro coraz�n las capas acumuladas de la
corrupci�n de nuestra cultura, podemos permitir que la luz brille a
trav�s de nosotros, como siempre fue la intenci�n.
No podemos tener�miedo�a la muerte, porque�somos�el Todo y el Todo nunca muere. �
Nuestra vida individual es simplemente una acci�n del Todo y nuestro
deber, en este rol vital, es llevar a cabo esa acci�n lo mejor que
podamos y con la cabeza en alto. �
Millones y millones de nosotros que nos hemos liberado del laberinto
del enga�o pol�tico para exigir la devoluci�n de nuestra tierra
robada y nuestra libertad robada ser�a una fuerza poderosa. � � � |
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