por Kingsley Dennis

07 Septiembre 2020

del Sitio Web KingsleyDennis

Versi�n en ingles







'Un ave del para�so

pintado en una jaula'.
Aurobindo

�Podemos sanar por fin

nuestro trauma colectivo?


�Por qu� justo ahora hay tantas cosas en el mundo que son perjudiciales para nuestro bienestar?

Se dir�a que, de muchas maneras y a muy diferentes niveles, es obvio que hay algo b�sicamente err�neo en c�mo est� el mundo...

Somos una especie de car�cter noble, con un gran esp�ritu, y con un alma sagrada.

La mayor�a de la gente solo desea en sus corazones el mejoramiento de los dem�s:

la equidad, la compasi�n y la comuni�n.

Y aun as� lo que vemos que pasa en el mundo no es otra cosa que una aut�ntica locura.

Tenemos que decirlo tal como es:

estamos experimentando un trauma colectivo a escala global...

En mi trabajo reciente he propuesto la posibilidad de que cierto tipo de infecci�n o contagio mental y/o inconsciente haya producido una forma de irracionalidad - o "locura" - que actualmente ha llegado a normalizarse en nuestro interior de tal manera que apenas reconocemos su presencia. [i]

M�s a�n, esta "presencia" se ha integrado en diversas formas de condicionamiento social (o quiz� incluso las produzca) con el fin de ocultar su existencia.

Esta locura 'normalizada' usurpa los patrones genuinos de pensamiento, con el resultado de que cuando todos compartimos la psicosis colectiva la locura del mundo parece una "caracter�stica normal" de la civilizaci�n humana.

Y a aquellas personas que est�n "despiertas" respecto a la irracionalidad y la locura se las considera "chifladas".

He aqu� un cuento esclarecedor:

Hab�a una vez un rey sabio y poderoso que gobernaba en una remota ciudad de un lejano reino. Y al rey se le tem�a tanto por su poder como por su amor a la sabidur�a.

En el coraz�n de la ciudad hab�a un pozo cuya agua era fresca y cristalina, y todos los habitantes beb�an de ese pozo, incluso el rey y sus cortesanos, porque en la ciudad no hab�a otro pozo.

Una noche mientras todos estaban dormidos, una bruja entr� en la ciudad, verti� en el pozo siete gotas de un extra�o l�quido y dijo:

"A partir de ahora, quienquiera que beba esta agua enloquecer�".

A la ma�ana siguiente todos los habitantes bebieron agua del pozo, excepto el rey y su lord chambel�n, y enseguida todos se volvieron locos, tal como la bruja hab�a predicho.

Durante ese d�a, toda la gente recorr�a los estrechos callejones y las plazas p�blicas cuchicheando entre s�:

"El rey est� loco. Nuestro rey y su lord chambel�n han perdido la raz�n. Como es natural, no podemos ser gobernados por un rey loco.

�Debemos destronarlo!".

Esa noche el rey mand� que le trajesen una copa de oro con agua del pozo. Y cuando se la trajeron, el rey y su lord chambel�n bebieron mucho.

Poco despu�s hubo un gran regocijo en aquella distante ciudad porque el rey y su lord chambel�n hab�an recuperado la raz�n...

El rey y su amor por la sabidur�a (la mente genuina) se corrompieron por las venenosas gotas del l�quido de la bruja (infecci�n/contagio) lo que result� en la epidemia masiva de insensatez (irracionalidad/locura).

Podemos decir que,

esta mente corrupta se ha convertido en la narrativa dominante que influye en el comportamiento social...

Esta enfermedad de irracionalidad es un contagio que infecta las mentes individuales y grupales, as� como inocula todo el conjunto de nuestros sistemas sociales.

La "mente cultural" colectiva se configura continuamente por las narrativas socioculturales dominantes que normalizan nuestros patrones mentales y emocionales de conducta.

A continuaci�n, estas normas se transfieren a mitos culturales que sirven para transmitir y reforzar los sistemas de creencias de la mentalidad de masas.

Terminamos por validar nuestro propio pensamiento corrupto mediante afirmaciones inconscientes...

Esta semilla de psicosis, una vez plantada, aspira a propagarse y fortalecerse a fin de legitimar su propia existencia "l�gica".

Como un c�ncer mental se congracia con nuestras propias conexiones neuronales, m�s como un infiltrado que como un forastero, de manera que no reparamos en su presencia t�xica. Pero ah�, en las profundidades de cualquier persona sensible/sensitiva, persiste una molesta sensaci�n de que algo no-est�-del-todo-bien...

Entonces esta realidad corrupta llega a internalizarse de manera que la gente se adapta a una forma de "nueva normalidad" y a cualquiera que diga lo que piensa o cuestione este "paradigma de normalidad" se le considera raro, exc�ntrico o, en el peor de los casos, un hereje chiflado.

Una categor�a atribuida m�s recientemente a tales personas es la de "te�ricos de la conspiraci�n" que es,

un menosprecio para descartar a las personas con ideas o pensamientos contrarios a esta "norma"...

Y aquellas personas que parecen aceptar e incentivar tales normas son r�pidamente conducidas "al redil" y apoyadas por los sistemas ortodoxos establecidos.

La mayor�a de quienes apoyan y propagan la enfermedad de la irracionalidad no est�n en tratamiento psiqui�trico sino que,

gestionan la mayor parte de nuestras instituciones sociales, pol�ticas y financieras...!

Una gran mayor�a de los portadores asintom�ticos, desconocedores de este contagio mental, tambi�n se pueden encontrar en las calles, las tiendas, y por todas partes en la sociedad.

Los puestos de gran poder, en especial, representan esta irracionalidad, y a menudo a sabiendas, ya que esta apoya y fortalece la continuidad de su propia estructura de poder.

Una mente irracional corrompe, pero una mente irracional en una posici�n de poder corrompe por completo...


La mente irracional

La presencia de la mente irracional es como una enfermedad del alma, y se manifiesta como una perturbaci�n en el inconsciente colectivo.

Justo como cualquier otro virus o agente pat�geno, busca extenderse por s� mismo infectando tantos portadores como sea posible. Aquellas personas que portan la mente irracional (ya sea a sabiendas o no) act�an como transmisores y amplificadores, reforzando su frecuencia dentro de la consciencia colectiva.

Una "posesi�n" colectiva tambi�n puede denominarse epidemia ps�quica, o perturbaci�n en el campo.

Tales trastornos pueden tener diversos efectos sobre la salud mental y el bienestar de la gente. Con el tiempo, esta mentalidad desequilibrada se estabiliza en una forma de trauma que luego se proyecta externamente.

La gente que lo padece puede llevarlo dentro de s� misma como un trauma "indefinible", y es com�n que esto derive hacia el alcoholismo, las b�squedas hedonistas, las adicciones, y otras dependencias como una manera de hacer frente, o escapar, a una sensaci�n de hast�o, apat�a, o simplemente de desenga�o del mundo.

Cuando una persona se siente traumatizada, se hace vulnerable a una programaci�n mental adicional y a una variedad de influencias y persuasiones externas.

Tambi�n puede ser algo muy sutil...

Nuestras sociedades modernas se han construido sigilosamente con maneras de aprovechar esta vulnerabilidad a la influencia y la persuasi�n externas.

El monje Thomas Merton dijo que las sociedades modernas sufren una crisis de cordura:

"Los problemas de las naciones son los problemas de la gente mentalmente trastornada, pero magnificados un millar de veces porque tienen la plena aprobaci�n imperturbable de una sociedad esquizoide, unas estructuras nacionales esquizoides y unos complejos militares y empresariales esquizoides." [ii]

Si las instituciones modernas est�n infectadas por un sistema corrupto e irracional de patrones de pensamiento, en tal caso, como sugiere Merton, esta inestabilidad se amplificar� y empeorar�.

Los traumas individuales son aprobados y apoyados institucionalmente dentro de una cultura que ha fundamentado sus normas sociales en tales irracionalidades.

Lo irracional se ha abierto paso y se ha implantado como la "norma racional est�ndar". Quiz� no sea de extra�ar que la gente sea tan susceptible a esta corrupci�n mental cuando le llega vestida con piel de cordero.

Como siempre ocurre, las personas m�s vulnerables son normalmente,

aquellas que est�n condicionadas a la autoridad y/o la pasividad...

Este rasgo, desafortunadamente, es uno de los primeros que se implantan a trav�s de la escolarizaci�n obligatoria.

De igual modo, las personas que son f�cilmente influenciables por las opiniones externas y que son propensas al pensamiento de grupo, est�n entre los primeros que entregan su independencia mental a fuentes externas.

La mente irracional se aprovecha de esos individuos de "pensamiento grupal" ya que la "mente de masas" de la humanidad ayuda a la transmisi�n y la proliferaci�n del trauma ps�quico.

Como el famoso psiquiatra R.D. Laing dijo en una ocasi�n:

"el estado de alienaci�n, de estar dormido, de haber perdido el juicio, es el estado del hombre normal� los hombres normales quiz� hayan matado 100.000.000 de sus semejantes en los �ltimos cincuenta a�os". [iii]

Tal vez la percepci�n consciente sea nuestro mayor ant�doto frente a la mente irracional.

Si vamos a adquirir una perspectiva m�s amplia quiz� sea importante observar,

  • los grandes eventos

  • las acciones humanas

  • la propaganda

  • las perturbaciones sociales

  • las luchas de poder,

...y todo lo dem�s, desde el punto de vista del trauma colectivo de la mente irracional.

Los modernos patrones de pensamiento humano han sido condicionados en torno a rasgos tales como la codicia, la competici�n, la ambici�n, el materialismo y el ego�smo; todas son caracter�sticas que se�alan una carencia de autenticidad.

La mente irracional busca desarrollar dentro del individuo mayores grados de falta de veracidad y ausencia de empat�a. La escena mundial est� plagada de semejantes personalidades.

El peligro de la mente irracional es que la resistencia tambi�n puede ayudar a propagarla.

Es decir, la gente que comienza a oponerse a esta mentalidad corrupta a fin de sobrevivir, a menudo se encuentra adoptando sus valores.

Es el tipo de pensamiento de,

"si no puedes vencerlos, �nete a ellos"...

Parecer�a que la humanidad est� luchando colectivamente para despertar de su propio estado de sue�o traum�tico.



Bajo el hechizo irracional

A menudo los m�sticos, los sabios y las tradiciones de sabidur�a han dicho que la humanidad est� dormida colectivamente...

La ignorancia que tenemos de este estado, y la ausencia de un conocimiento real del mismo, indica que estamos dormidos.

Cuanto m�s cultivemos esta mente irracional dentro de nuestras sociedades y culturas, m�s personas se comportar�n y vivir�n como aut�matas.

Viviremos dentro de un rango m�s ajustado de est�mulos condicionados que programan las opiniones espec�ficas y los patrones de pensamiento que validan el control de lo irracional sobre nosotros.

Una persona que est� m�s condicionada a obedecer es m�s susceptible a la sumisi�n y al control externo.

Esta podr�a ser ciertamente la raz�n por la cual nuestros sistemas de autoridad establecen �rdenes r�gidas de control y obediencia, por ejemplo cuando viajamos, pasamos por los aeropuertos, o somos seguidos y localizados, etc�tera.

Puede parecerse a una preparaci�n para un comportamiento automatizado como requisito para una mente autom�tica.

El pensador George Gurdjieff escribi�:

"Las culturas contempor�neas requieren aut�matas.

E indudablemente la gente est� perdiendo sus h�bitos adquiridos de independencia y convirti�ndose en aut�matas, en piezas de las m�quinas�

El hombre se est� volviendo un esclavo voluntario. Ya no necesita cadenas. Empieza a encari�arse con su esclavitud, a enorgullecerse de ella.

Y esto es la cosa m�s terrible que le puede suceder a un hombre". [iv]

Adoptando la mentalidad de la mente irracional, estamos participando en nuestra propia supresi�n y promoviendo la conducta de un aut�mata.

Tenemos que reconocer que muchos de nuestros sistemas sociales de turno se han establecido para corroborar y reforzar la mentalidad consensuada.

Nuestro despertar genuino de este trauma no puede proceder de ning�n "movimiento de masas" sino solo de aquellas personas que pueden pensar y actuar independientemente.

El primer paso que podemos dar es aceptar la posibilidad de que el contagio de la mente irracional exista.

El texto gn�stico El Evangelio de Felipe dice:

"Mientras que la ra�z de la maldad est� oculta, es fuerte.

Pero cuando se la reconoce se disuelve. Cuando se revela, perece�".

El peligro reside en nuestra distracci�n, en nuestro desconocimiento.

Actualmente es necesario ver la mente irracional por lo que es:

su reconocimiento y confirmaci�n son clave.

Si no podemos aportar armon�a y sentido com�n al mundo que nos rodea, al menos deber�amos hacerlo para nosotros mismos.

Es hora de despertar de este sue�o maldito y sanar por fin nuestro trauma individual y colectivo...


Referencias

[i] V�ase Healing the Wounded Mind - The Psychosis of the Modern World and the Search for the Self.

[ii] Citado en Levy, Paul. 2013. Dispelling Wetiko - Breaking the Curse of Evil. Berkeley, CA: North Atlantic Books.

[iii] Citado en Levy, Paul. 2013. Dispelling Wetiko - Breaking the Curse of Evil. Berkeley, CA: North Atlantic Books.

[iv] Ouspensky, PD. 1950. In Search of the Miraculous - Fragments of an Unknown Teaching. London: Routledge & Kegan Paul.