por�
Dreamcatcher
04 Marzo 2019
del Sitio Web�DreamCatcherReality

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles




Como seres humanos, tendemos a encontrarnos en situaciones dif�ciles m�s a menudo de lo que nos gustar�a.

En el momento en que deseamos la liberaci�n y la libertad es el mismo momento en que nos damos cuenta de�nuestro�estado�esclavizado.�

Aquellos pocos que se dan cuenta del estado de servidumbre, comienzan a anhelar la libertad de varias emociones que provienen de la servidumbre, tales como,

  • traumas

  • una sensaci�n de esclavitud

  • complejos

  • depresi�n

  • esperanzas

  • ideales

  • auto juicio

  • lo m�s importante, el miedo ...

Estos sentimientos tienen un efecto vinculante sobre nosotros y hacen que nuestra alma se�sienta avergonzada.

Somos seres imperfectos, basados en varias leyes y restricciones y, sin embargo, a�n sabemos intuitivamente que podemos lograr ese estado de libertad tan deseado.

�Qu� es esta libertad?�

Todos tenemos�libertad de pensamiento, pero somos esclavos de nuestros h�bitos y patrones.

Exigimos�libertad de expresi�n�cuando ni siquiera usamos nuestra libertad de pensamiento.�

Entonces, incluso cuando todos deseamos colectivamente la�libertad, no somos conscientes de lo que�realmente�deseamos.�La mayor�a de las personas se referir�an a la�libertad�como su�capacidad para hacer lo que quieran...

Pero si todos realmente hicieran lo que quisieran, �equivaldr�a eso a la libertad ...?�

�Resultar�a en�Anarqu�a�o caos?



Anarqu�a: Del prefijo griego an- "sin; la ausencia de"

y el nombre griego archon "amo, gobernante".

La anarqu�a NO significa "sin reglas".

Literalmente significa "sin gobernadores, sin amos".

Sin Gobernantes. Sin Amos.

Sin amos y sin esclavos.


Todos deseamos cosas diferentes:

cuando dos personas afirman que desean la�libertad, en realidad significan�cosas completamente diferentes, porque todos tenemos una idea diferente de lo que queremos y nuestro beneficio puede, y lo har�, perjudicar o incluso destruir la vida de otro.

En el fondo, todos comprendemos vagamente que cuando afirmamos que queremos la libertad, esta libertad se asocia de alguna manera con el�camino correcto�o locorrecto, una ruta que colectivamente beneficia a todos.

Pero, �c�mo sabemos lo que es correcto?�

Las religiones�han tratado de actuar como una�br�jula moral, brind�ndonos pautas completas para vivir la vida de la manera correcta, pero�no�han�sido muy efectivas...

En realidad, a pesar de que las personas hablan de la libertad, eso es lo �ltimo que la mayor�a de ellos realmente quieren.

Lo que realmente quieren es ser�licenciosos.�La libertad de la que hablamos es otra forma de esclavitud, sujetos de nuestras propias compulsiones por la situaci�n y el placer.�

Un gran n�mero de personas percibe la libertad �nicamente como la�liberaci�n de fuerzas opresivas externas, como los sistemas pol�ticos o las ideolog�as fascistas.

Sin embargo, en realidad, hay tres tipos de libertades individuales:

  • libertad fisiol�gica

  • libertad psicol�gica

  • libertad espiritual

  1. Nuestras�libertades fisiol�gicas o f�sicas se�relacionan con nuestra existencia externa.�La esclavitud f�sica es cuando nos encontramos encadenados y encerrados entre rejas.�

  2. Nuestra�esclavitud psicol�gica�es algo de lo que la mayor�a ni siquiera son conscientes.�

    Por ejemplo, a una edad temprana, se nos ense�an ideolog�as culturales de la narrativa pol�tica, social o religiosa dominante.

    Nos hace rechazar todo lo dem�s y, en algunos casos, genera descontento y conflicto, ya que tendemos a percibir nuestras creencias como�verdades absolutas.�

    Tales delirios autoinducidos son una de las razones principales de nuestra p�rdida de amor propio y autenticidad.�

    El nacionalismo�es una de las muchas razones por las que sentimos lealtad a los pa�ses a los que pertenecemos.�Estos pa�ses narran una narrativa de libertad.�

    Por ejemplo,�
    los Estados Unidos,�afirma ser el�l�der del mundo 'libre'.�Pero a lo �nico a lo que se refiere es a la libertad f�sica, en forma de libertad de expresi�n.�

  3. Pero cuando se trata de nuestra�libertad espiritual, la misma naci�n fomenta el�consumismo, una faceta de la sociedad que nos une a objetivos materialistas y nos esclaviza espiritualmente sin que nos demos cuenta.�

    Aquellos pocos que han experimentado la libertad espiritual son�libres en pensamiento y en alma, que es la �nica manera de ser completamente aut�nticos.

Sin embargo, tendemos a culpar a nuestros gobiernos, sociedades, religiones, sistemas educativos y padres, pero en realidad, nosotros mismos somos nuestros propios factores limitantes.

Necesitamos tomar conciencia de nuestros propios pensamientos, sentimientos, comportamientos y decisiones...