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del�Sitio Web�Medium�
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � � � Despu�s de la muerte de�Isaac Newton, una figura m�tica incluso en su propia vida, el poeta�Alexander Pope le�escribi� el siguiente epitafio:
Cuando lees algo as� sobre una figura de la historia, es dif�cil imaginarlos como�mortales. �
La
mayor�a de nosotros no inventamos el c�lculo ni redefinimos la
�ptica en nuestros a�os 20.�Ciertamente no caminamos sentando nuevas
bases para el estudio de la naturaleza.� �
Al
enfrentar las leyes de la naturaleza, abord� su trabajo con
precauci�n reservada.�Sin embargo, cuando trata con sus rivales,
puede ser mezquino y vengativo, no es exactamente la�imagen
estoica de la perfecci�n�que primero se nos ocurre.� �
Te
hace preguntarte cu�n diferente pudo haber sido el mundo si hubiera
estado m�s tentado por esos intereses humanos muy normales.�
Me gusta esto porque te muestra el ni�o en �l, el que podemos reconocer en nuestro propio reflejo, si prestamos atenci�n. � Pero m�s a�n, me gusta porque, a partir de esta imagen humana, podemos sacar algo para nosotros mismos, algo que creo que se est� volviendo m�s relevante hoy. � � �
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Pero
luego, cuando le� su propia descripci�n de c�mo se ve�a desde
dentro, se desvanece.�
En este sentido, el�juego es un acto de aprendizaje. �
M�s
espec�ficamente, es una�forma econ�mica de explorar el mundo�para
obtener ventajas de alto valor.�Para llevarlo a�n m�s lejos, es una
b�squeda de la verdad de�la
realidad�en
la que
queremos efectivamente habitar mientras vivimos y a medida que
envejecemos con el tiempo.�Cuando nace en un entorno cultural
particular, todav�a no tiene todas las herramientas para darle
sentido. � Al igual que Newton, como ni�o, caminas alrededor de diferentes piedras y conchas, las estudias, identificas sus relaciones con el mundo circundante y con otras personas, y luego, bas�ndote en eso, empiezas a almacenar informaci�n que es consistente con tu experiencia como para guiar futuras experiencias. � La clave a tener en cuenta sobre el juego es que debido a que no tiene un El prop�sito completo, los l�mites est�n borrosos, lo que le permite redefinirlos para que pueda ver algo nuevo, algo que proporciona valor de una manera que quiz�s no se haya dado cuenta al actuar fuera del deber.� � � � �
Mezcla de exploraci�n y explotaci�n � Y tiene sentido:
Bas�ndonos en esta relaci�n para jugar, podemos dividir la vida aproximadamente en dos �mbitos de existencia:
Pasas la primera parte de tu vida explorando, viendo y
comprendiendo, pero una vez que parte de ella se ha hundido a un
nivel satisfactorio, comienzas a explotar los frutos que crecen
sobre la base que has puesto.� �
Despu�s de cierto punto, ha aprendido a usar su cuerpo y no necesita
probarlo de diferentes maneras a lo largo de su vida.�Sabes c�mo
correr, y c�mo practicar un deporte que amas, y tiene sentido seguir
haciendo esas cosas a lo largo del tiempo, sin perder nada.� �
Hoy
en d�a, los aspectos sociales y cognitivos son mucho m�s complejos
que antes.�Nuestra cultura est� evolucionando a un ritmo que
significa que si no te mantienes al d�a, entonces ya no entender�s
la verdad de esa realidad mientras vives en ella.� �
Pero
en una cultura que est� cada vez m�s conectada en red, duplicando la
cantidad de informaci�n producida cada pocos a�os, ya no puede haber
una diferencia entre la�exploraci�n�y la�fase de�explotaci�n.� � Continuamente est�n evolucionando a medida que el mundo se desarrolla r�pidamente a nuestro alrededor. � � �
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Nuestros entornos ya no son est�ticos.�Son din�micos de una manera
que significa que si no te mantienes al d�a, esencialmente no est�s
viviendo en la misma realidad social y cognitiva que quienes que te
rodean.� �
Ya
no puedes pasar el tiempo gastando las primeras d�cadas de tu vida
jugando y luego dedicando las �ltimas a trabajar.�El juego y el
trabajo tienen que ocupar el mismo rango.�
Y la respuesta es que,
Los guijarros y las conchas que recogi� Newton nos dieron las leyes elementales de la naturaleza sobre las que hemos construido nuestra�comprensi�n de la realidad. � Nos llevaron a descubrir el conocimiento que ten�amos delante para poder dominar mejor el entorno que nos rodea.�En el siglo 21, la alegr�a no s�lo va a seguir siendo un recuerdo de la infancia. � Ser� la base que utilicemos para construir y validar las verdades de nuestra realidad en constante cambio... � � � |
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