por�Kingsley Dennis
04 Junio 2018

del Sitio Web�KingsleyDennis

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Caballo Loco

so�� y se fue al mundo

donde no hay nada m�s

que los esp�ritus de todas las cosas.

Ese es el mundo real que est� detr�s de este,

y todo lo que vemos aqu�

es algo as� como una sombra de aquel,�
Alce Negro

Alce Negro habla�

El hombre moderno,�
escrupulosamente observ�,

que est� en busca de un alma,

y la edad es una era del anhelo.�
Theodore Roszak

Donde termina la tierra bald�a



Quiz�s la raz�n por la que algunos de nosotros sentimos una sensaci�n de p�rdida y anhelo es que, como�nos informa�Alce Negro, estamos viviendo en el mundo de las sombras.

Nuestra realidad de este lado puede ser solo los fantasmas fugaces de un lugar que son m�s reales en otro lugar.�

Por este lado, hemos roto nuestro compromiso con la tierra y nos hemos desinteresado (sin�alma�= privado de alma, esp�ritu o principio) a nosotros mismos del desierto.

Para el siglo I EC, el ensayista�Plutarco�preguntaba:

"�Por qu� los dioses ya no nos hablan?"

Desde hace mucho tiempo, hemos estado tratando de crear una imagen nueva y diferente de nosotros mismos.

Es una imagen donde la humanidad moderna se coloca en el centro de su propio universo.�Aprendemos observando, explorando, experimentando y finalmente disecando y destruyendo el mundo din�mico en el que vivimos.

A partir de esto, la mente moderna comenz� a desarrollar una nueva realidad por s� misma.�

La realidad colectiva en la que ahora residimos no toma amablemente las perspectivas opuestas.�Hemos heredado una conciencia alienada que ve el mundo como una entidad externa: un mundo de objetos que se mueven en movimiento mec�nico.

Esta conciencia enajenada ha sustituido el encanto y el misterio de vivir en un mundo din�mico y animado con un sue�o de lo artificial y, finalmente, de lo irreal.

El paisaje moderno ahora est� m�s disperso con la administraci�n que la aventura.

La imagen central de nuestra era moderna ha sido la del�consumismo:

la capacidad de la persona promedio para comprar los bienes materiales que requieren para tener un nivel de vida decente.

Un nivel de vida, aunque promovido a nosotros a trav�s de nuestros principales medios de comunicaci�n y glamorosa propaganda.�

Recientemente, algunos de nosotros nos hemos dado cuenta de que el�
consumismo�se ha convertido en una forma contempor�nea de terapia de choque para personas insatisfechas que desean comprar su camino hacia la felicidad para escapar del mismo sistema que est�n simult�neamente apoyando.

La f�cil adquisici�n de las cosas se ha centrado m�s en tratar de ocultar la ansiedad como un sustituto de la satisfacci�n.

La vida moderna, especialmente en el Occidente altamente desarrollado, ahora est� llena de gente desfilando sus falsos yoes en lugar de autenticidad.�

La historia moderna de Occidente se ha centrado en la eliminaci�n del misterio, la mente y la magia del mundo que nos rodea.�En el pasado hab�a �reas de vida salvaje que exist�an fuera del orden social, y cada cultura ten�a estas "zonas salvajes" donde la gente bailaba con la gente peque�a en el bosque, emprend�a iniciaciones en cuevas, c�rculos y esquinas dif�ciles de encontrar.

Hab�a rituales paganos, �xtasis locos y zonas desconocidas donde se liberaban las energ�as primarias.�Estos eran los lugares del desierto, donde reinaba el tiempo de los sue�os, y el tiempo del reloj estaba prohibido.

Y ahora estos lugares salvajes son cada vez menos a medida que un nuevo "orden de realidad" se convierte en el manifiesto del d�a.�Ahora somos muchos los que nos sentimos embrujados.�Hemos perdido la presencia del "trascendente" dentro de nuestras sociedades modernas.�

Ahora debemos reconocer que algo ha sucedido:

se ha producido una ruptura, una mutaci�n que nos ha colocado en una etapa "intermedia" entre �pocas.

La vida moderna no est� tanto reescrita como reconfigurada.

Estamos viendo cosas extra�as que ocurren en relaci�n con el tiempo, la velocidad y la distancia.�Es como si ahora el reloj y nuestro sentido del tiempo funcionaran mal.

Este�per�odo ahist�rico�est� fuera de tiempo, hasta que se restablece.�Y aqu�, la posibilidad de la trascendencia permanece como un fantasma.

Estamos en una �poca de�distorsi�n carnavalesca�donde,

  • la 'comida r�pida' es una parodia de nuestra preparaci�n y consumo normal de alimentos

  • el deporte mediatizado es un espect�culo de su forma original

  • la industria de la m�sica es un gran carnaval comercial que se burla de la genuina creatividad.

En la industria de la m�sica pop, el espect�culo, el show en vivo - el 'espect�culo de carnaval' - es a menudo m�s importante que el m�rito real de la canci�n (incluso cuando el int�rprete hace fono-m�mica, como lo hacen a menudo).

Estamos en un mundo diferente en este momento - o al menos en una realidad aparentemente diferente.�

En este nuevo mundo de diferentes relaciones, s�mbolos y significados nos hemos separado de nuestros puertos.

Estamos hablando de,

el fractal, el quantum, el molecular, los nano, los bots, la inteligencia artificial y la singularidad,

...sin embargo, nos encontramos con que no tenemos una conexi�n emotiva con ninguno de estos t�rminos o sus significados.

Tal vez hemos entrado en�un tiempo vac�o�...



El sentido del vac�o

Con la vida humana perdiendo su referencia a la trascendencia y la noci�n de lo sagrado, existe el peligro omnipresente de que podamos descender a una forma de moralidad humana que carece de cualquier significado real o principios superiores.

No es dif�cil creer que un grado de inercia se ha infiltrado en nuestras sociedades modernas.

El resultado es que muchos de nosotros ahora podemos encontrarnos con un espacio hueco dentro.�Este espacio se convierte en el semillero perfecto para los deseos, las distracciones y las atracciones de los excesos de la modernidad.

Dentro de ese entorno, nos preguntamos si podemos encontrarnos despertando en un mundo donde el sue�o todav�a sue�a y�no podemos distinguir lo que es real.�

Se ha introducido una era de lo cuantificable y a todos, y a todo, se les da una marca o una medida.

Desde que la era industrial trajo el sistema de puntos (los puntajes del marcador) a la educaci�n masiva, hemos estado trayendo n�meros con nosotros.�Antes de eso, los estudiantes eran conocidos como aprendices y pasaban tiempo inmersos en su disciplina aprendiendo sus habilidades.

O aprendieron grandes habilidades o no lo hicieron;�ahora obtienen un 85, un 78, un 66 o un 45.

Ahora todas las instituciones modernas piensan en n�meros y nuestro estado social se cuantifica por esos n�meros, o grados, que nos permiten ingresar a otras zonas especializadas, como los clubes miembros, las instituciones de �lite, o incluso en los libros de calificaci�n de "buen cr�dito".

La naturaleza y capacidad org�nica de una persona se ha reducido a lo cuantificable, y esto mide el valor de un individuo de acuerdo con dichas calificaciones.�Estos n�meros asociados siguen a la persona por el resto de sus vidas, influyendo en sus carreras, asociaciones y libertades sociales.

La sociedad ahora est� pintando por n�meros.

El vac�o hipn�tico que es la vida moderna intenta apaciguarnos con placeres simulados.�A trav�s de nuestra insularidad del desierto trascendente m�s grande, nos hemos aplacado con demasiada facilidad buscando respuestas inadecuadas al significado de la vida.

Al no buscar lo esencial, no podemos esperar ser algo m�s que temporal.

En el siglo pasado, millones de personas en las partes desarrolladas del mundo se distanciaron y se divorciaron de la naturaleza.�Estamos negociando c�mo adaptarnos a un mundo estructurado en un entorno cada vez m�s artificial.

El cambio mutacional est� en marcha y ser� necesario buscar nuevos arreglos.


Una posible falta de comprensi�n puede desconectarnos de un mundo, el que al mismo tiempo est� cada vez m�s conectado.�Durante miles de a�os nuestros antepasados vivieron junto a las fuerzas naturales, aprendieron de los ciclos ambientales y leyeron el mundo que les rodea.

Este desacoplamiento de la naturaleza salvaje no solo favorece los entornos urbanos, sino tambi�n los entornos construidos artificialmente que pronto se convertir�n en "inteligentes".

La profusi�n de lo que se llama 'mega-ciudades' se establece para implementar tecnolog�as 'inteligentes' que ser�n una combinaci�n de informaci�n conectada y de infraestructuras de comunicaci�n.



Un momento de reflexi�n

Se dice que somos las especies m�s desarrolladas y articuladas del planeta Tierra, y sin embargo vivimos en un mundo de reflexiones.�

Estamos condenados a nunca poder ver directamente nuestras propias caras.�Nuestra cara, as� como nuestra "cara verdadera" como ellos dicen, no es visible para nosotros;�y entonces nos guiamos por las reflexiones y sus apariencias.

Hay un cuento del escritor argentino�Jorge Luis Borges�titulado 'Fauna de los espejos' que habla de un momento, durante el reinado del Emperador Amarillo, cuando el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no estaban, como hoy, aislados de uno otro.�[i]

[i] Vea su colecci�n de cuentos�The Book of Imaginary Beings.

Ambos reinos viv�an en armon�a y cada uno pod�a entrar y salir por los espejos.

Sin embargo, una noche, la gente del espejo invadi� la tierra y se produjo una poderosa batalla hasta que finalmente�prevalecieron�las artes m�gicas del�Emperador Amarillo.�Las personas espejo fueron empujadas hacia atr�s y encarceladas en sus espejos, y castigadas al verse obligadas a repetir, como en un sue�o, todas las acciones del mundo de los hombres.

Fueron despojados de su poder y sus formas y reducidos a meros reflejos.

Sin embargo, llegar� un d�a en que el hechizo m�gico se romper� y, poco a poco, estas reflexiones se despertar�n y lentamente diferir�n de nosotros.�Entonces dejar�n de imitar el mundo de los humanos y eventualmente romper�n el vidrio una vez m�s para entrar a la tierra.


Dicen que la vida imita al arte mucho m�s de lo que el arte imita a la vida.�Despu�s de reflexionar, cada cultura y sociedad reclama una porci�n de nuestra psique privada como propia.

Con el estrechamiento de nuestras sensibilidades viene no solo una realidad muy disminuida, as� como tambi�n una perspectiva contra�da por la cual esta forma condensada de percepci�n y visibilidad se convierte en hiper-realidad para nosotros.

Si es verdad que la vida moderna ha amortiguado la llamada del misterio trascendental, entonces es igualmente cierto que ha hecho de la trascendencia una promesa m�s necesaria y a�n m�s dif�cil.

El clamor por la 'muerte del alma' y la incruenta desde el desierto ha ayudado a allanar el camino resbaladizo hacia una hiper-realidad simplificada que ahora est� robando el espect�culo.

Abr�chense los cinturones�



Una charla de Bardo con Aranyani, Diosa Hind� de los Bosques

Autor�(A): Hola Aranyani.��Est�s ah�?�

Aranyani�(Ai): (breve pausa) Hola ... �hola!


A:�Hola Aranyani.��C�mo est�s hoy?�

Ai:��Hoy?��Porqu� hoy?�Yo no tengo d�as como t�.


A:�Ah s�, lo siento.�Estaba pensando en mis propios t�rminos de tiempo.��Es una trampa frecuente!�

Ai:�Est� bien, lo entendemos.�Las trampas est�n ah� para escapar de ellas.�Estoy bien gracias.�Estoy bien.


A:�Eso es bueno para escuchar.�Me alegra saber que est�s bien en medio de toda esta desconexi�n en este momento.�

Ai:��Desconexi�n?�Estoy caminando suavemente por mis bosques.�No hay desconexi�n (otra pausa corta).�Todo est� bien aqu�.

A:�Lo siento, deber�a haber sido m�s espec�fico.�Me refer�a a la desconexi�n entre nosotros, los humanos y el mundo natural.�Parece que hemos hecho un trabajo terrible respetando la naturaleza y nuestro medio ambiente.�

Ai:�Mmm, s�, eso es as�.�No me gusta pasear demasiado cerca de tus civilizaciones.��Pero por qu� lo llamas un trabajo?�Ya ves, ya muestras una forma incorrecta de mirar las cosas.�Tu manera de escoger tus palabras muestra c�mo piensa tu mente.

Cuidar el mundo natural, como lo dices, no es un "trabajo".�Es un reconocimiento de respeto, o interdependencia mutua, y de compasi�n y amor.

A:�Lo siento de nuevo.�S� que uso mis palabras demasiado libremente.�Es la forma en que usamos frases aqu�.�

Ai:�S�, s� c�mo es tu especie.�Por un lado, no escuchas muy bien.�Ustedes se consideran como una especie separada.�Querido, nada est� separado.

Ves espacio entre cuerpos y etiquetas esto como separaci�n.�Pens�is y os comport�is como ni�os, y la naturaleza es tu madre indulgente.

A:�Lo s�, tenemos muchas cosas al frente.��Te importar�a explicar m�s sobre esta relaci�n?

Ai:�(un suave suspiro) Tal vez un poco.�Todo se comunica aqu�, siempre lo ha hecho.�No necesariamente necesitas boca, palabras o letras para comunicarte.�Todo se comunica energ�ticamente, y ustedes los humanos tambi�n est�n en sinton�a con esto.

Se supon�a que todas las partes deb�an trabajar juntas.�Eres extra�o porque olvidaste c�mo escuchar apropiadamente.

Y ahora construyen dispositivos fuera de ustedes mismos para envolver la tierra, pero no los necesitan.�Y habr� un momento en que esto se sabr�, y aprender� a comunicarse correctamente, como siempre se supon�a que deb�a hacerlo, y no con cosas de sus m�quina.

Toda la naturaleza est� viva, �no lo sabes?

A:�S�, algunos de nosotros lo hacemos;�pero no lo suficiente, desafortunadamente.�

Ai:�Sab�ais mejor antes, hace mucho tiempo.

A:�S�, tengo la sensaci�n de que s�.�Sin embargo, ahora tenemos que aprender a saber de otra manera diferente.�

Ai:�Bueno ... (pausa larga)

A:�Hola, �est�s ah�, Aranyani?�

Ai:�Oh, s�, lo siento, estaba bailando.�Tengo una melod�a en mi cabeza.�Me lo han dado desde los �rboles.

A:��Maravilloso!�Estaba diciendo que tenemos que aprender a saber de una manera diferente.�

Ai:�Eso no es realmente as�.�Aprender, saber y todas estas cosas, es todo lo mejor.�Vives demasiado en vuestras cabezas.�Siempre piensas que necesitas agarrarte a algo - para saber mejor, y cosas por el estilo.

Dir�a que tienes que abrir m�s, y recordar todo lo que se coloc� dentro de ti.�Ahora vienes a un lugar diferente ...�


A:�S�, gracias.��Y a qu� te refieres con "llegar a un lugar diferente"?


Ai:�Quiero decir que ya no est�is en vuestras peque�as unidades tribales.�Ahora est�is en toda la tierra.�Crecisteis y os conectasteis como deber�as, y ahora est�s llegando a un momento en el que realmente puedes ayudar a la tierra.�


A: �Te refieres como especie global?

Ai:�(risas) T� y tus palabras elegantes.�S�, os est�is conectando m�s fuertemente con el cuerpo de Gaia ahora.�Pronto encontrarais que vuestras mentes est�n siendo cambiadas por vosotros.��Eso deber�a ser divertido!�


A:�Ah, �y qu� quieres decir con eso?

Ai:�(tararea) No creo que deba revelar demasiado ahora.�No muchos de ustedes os hab�is dado cuenta de que vuestras mentes est�n en sinton�a con Gaia, la conciencia de vuestro planeta.

�La conciencia no es solo esos pensamientos en tu cabeza, tonto!�(risas)�Este es el lenguaje verdadero, el lenguaje natural, y est� en todas partes.�Este lenguaje fluye a trav�s de los �rboles, las plantas, los animales y a trav�s de Gaia.

Hay un lenguaje que conecta, y los humanos est�n desconectados de esto.�S�, esa es la verdadera desconexi�n.�Habla de desconectarse de la naturaleza, pero en realidad es la desconexi�n de vuestro idioma compartido.

Vosotros habl�is en lenguas, pero solo balbuce�is palabras tontas.

A:�S�, es verdad, hablamos mucho.�

Ai:�Balbuceo, balbuceo, s� lo haces!�Como esa historia, d�ganse.�Vosotros lo llam�is la Torre de Babel, �verdad?

A:�S�, eso es verdad.�Y es una analog�a perfecta.�Intentamos construir una torre hacia nuestro Creador y terminamos divididos en idiomas a trav�s de nuestra ignorancia.�

Ai:�S�, eso es todo all� mismo.�Vosotros fuisteis desconectados a trav�s de vuestra ignorancia.

A:�Mm ... s� (suspiros)�

Ai:�No te preocupes, cari�o.�A�n lo ten�is todo dentro de vosotros.�Vuestra conexi�n con el Origen y el lenguaje universal todav�a est� all�.�Y tampoco est�s desconectado de nosotros.�Siempre est�s con nosotros, y siempre lo has estado.

A:�Est� bien, claro.�Y gracias.�Pero al estar contigo siempre �no estamos empeorando el equilibrio de la naturaleza?�

Ai:�Oh, queridos, siempre se trata de vosotros, �no?�D�jame decirte que la naturaleza es mucho m�s capaz de cuidarse a s� misma que t�.�Las cosas cambian, s�.

Y est�is haciendo un desastre y no arreglando vuestro desorden, como ni�os.�Esto es verdad tambi�n.�Sin embargo, suceden muchas m�s cosas que no est�n en vuestras manos: esa es la Naturaleza.�Ella est� mucho m�s all� de tu comprensi�n de ella.

Piensas en estas cosas separadas dentro de la Naturaleza, como los �rboles y los bosques, y los r�os.�Pero todav�a no puedes verlos como todos juntos como un Ser maravilloso.�Ella es un Ser mucho m�s all� de tus peque�as mentes.�Y ella se preocupa por ti.

�Ni�os peque�os, despertad!

A:�S�, s�.


Ai:�Sed m�s alegre y ama las cosas que tienes y que te rodean.�La desconexi�n de la que hablas es menos de la Naturaleza y m�s de ti mismo (empieza a cantar)�


A:�Eso es muy cierto, gracias.

Ai:�Tengo que irme ahora ... adi�oos (la voz se desvanece en la distancia)�


A:�S�, gracias Aranyani - �adi�s!