Con�ctate con otros
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Durante tiempos dif�ciles, es com�n querer retirarse del
mundo.�
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Esto puede deberse a diversas razones, como sentimientos
de verg�enza, miedo a ser juzgado o no querer ser una carga para
los dem�s.
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Aunque no hay nada malo en querer soledad en los momentos
dif�ciles, tambi�n es importante que se mantenga en contacto con
la gente, al menos hasta cierto punto.
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Las investigaciones�muestran
que el riesgo de desarrollar un trastorno de estr�s
postraum�tico es mayor para las personas que carecen de apoyo
social postraum�tico (tenga en cuenta que, incluso si tiene
amigos y familiares, si evita verlos o hablar con ellos por
completo, sea imposible que te ayuden).
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Las personas que eligen conectarse con los dem�s y cultivar sus
relaciones, en lugar de aislarse, tienden a mejorar para hacer
frente a una dificultad y crecer a trav�s de su experiencia.
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El apoyo social emocional e instrumental que recibe de sus
relaciones �ntimas y de sus comunidades tambi�n puede darle la
motivaci�n para manejar el estr�s de una manera saludable.
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Por lo tanto, cuando las dificultades sean abrumadoras, intente
comunicarse con otras personas que puedan brindarle apoyo.
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Hay algunas formas diferentes de hacer esto.�Uno es simplemente
hablando de lo que est� pasando.�Puede ser frustrante hablar con
alguien que simplemente finge que est� escuchando o que lo
juzga, as� que trate de encontrar a alguien que lo acepte y que
sepa escuchar.
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Tambi�n puede intentar hacerles saber de antemano que todo lo
que necesita es que lo escuchen.
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Otro enfoque es pedir espec�ficamente ayuda instrumental, como
informaci�n, consejos o ayuda con las tareas diarias.�Las
personas m�s resilientes suelen ser conscientes de que no pueden
resolver todos los problemas por s� mismas.
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Puede que le resulte especialmente dif�cil pedir ayuda si est�
acostumbrado a manejar los problemas por su cuenta o si
considera que depender de los dem�s es un signo de debilidad.
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Trate de recordar que se necesita valor para pedir ayuda, y
estar necesitado simplemente significa que es humano.
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Aqu� hay algunas ideas m�s sobre c�mo conectarse con otros y
obtener apoyo:��
Si usted hace ejercicio o va a dar un paseo, trate de invitar a
alguien m�s.
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Comprom�tete a llamar o enviar correos electr�nicos a tus seres
queridos con regularidad.�
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Aprovecha el poder del juego: r�ete con tus amigos r�ete de t�
mismo.
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Si hay grupos sociales que comparten un inter�s o pasatiempo
com�n, �nete a ellos para intercambiar ideas o para conocer
gente nueva.
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Apoya a otros de manera informal o mediante organizaciones
voluntarias;�ayudar a los dem�s nos hace sentir felices y
valorados.
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Lo m�s importante es que no esperes a que ocurra un desastre
para conectarte;�aseg�rate de tener relaciones de apoyo que
nutran tu sentido de autoestima y necesidad de intimidad, lo que
a su vez puede contribuir a la resiliencia.
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Si est�s f�sicamente distante de tus seres queridos, busca
formas de conectarte socialmente con regularidad.
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Incluso la presencia y el apoyo de una peque�a cantidad de
personas en las que puede confiar pueden marcar una gran
diferencia cuando la adversidad golpea.
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Acepta y c�ntrate en lo que puedes controlar
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Hace unos siete a�os, me diagnosticaron�neuropat�a perif�rica,
que es un tipo de da�o nervioso.
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Para m�, esta condici�n cr�nica se manifiesta como un dolor
agudo constante y una sensaci�n de ardor en los pies.�Mi vida
fue miserable durante seis meses antes del diagn�stico, y el
dolor era insoportable.
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Apenas pod�a caminar durante cinco minutos a la vez.�Tras el
diagn�stico, me recetaron un medicamento que alivi� mi dolor.
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Aunque ahora es manejable, el dolor siempre est� ah� y
probablemente tomar� medicamentos por el resto de mi vida.
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Durante los primeros meses, tuve dificultades para aceptar
esto.�En ese entonces,�ten�a 35 a�os�y hab�a sido muy activo
f�sicamente antes de desarrollar esta enfermedad.
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Al menos cien veces me pregunt� c�mo era posible.�Rechazarme y
culparme a m� mismo, a los dem�s o al mundo pareci� proporcionar
alg�n alivio, pero no me llev� a ninguna parte.
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Entonces, un d�a decid� dejar de luchar con mi dolor y empezar a
reconocerlo.�Esto no significaba que me gustara la situaci�n, la
odiaba, pero me brind� el espacio para comenzar a ser proactivo
y encontrar estrategias de afrontamiento efectivas.
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Cuanto m�s aceptaba mi situaci�n y mi dolor, menos dolor sent�a.
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Un�estudio�que
involucr� la inducci�n experimental de dolor en�62 hombres
y�mujeres mostr� la efectividad de la aceptaci�n: aquellos a los
que se les ense�� la aceptaci�n experimentaron menos dolor
sensorial en comparaci�n con un grupo de control que us�
distracci�n simple.
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Tenga en cuenta que la�aceptaci�n�no se trata de�rendirse�o�dejar
de fumar.�Se trata de darse cuenta de lo que est� sucediendo
y permitir que existan experiencias desagradables, sin intentar
cambiarlas o negarlas.
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Con aceptaci�n, puede optar por hacer lo que realmente le
importa y seguir sus valores m�s f�cilmente.
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En su libro�Una
Mente Liberada�(2019),
el psic�logo estadounidense�Steven
Hayes,
fundador de�ACT�(Acceptance
and Commitment Therapy), explica maravillosamente la aceptaci�n,
escribiendo que nos permite 'sentir y recordar plenamente en el
presente' reconociendo as� todos nuestros experiencias,
incluidas las dolorosas, como regalos.
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�l a�ade:
"No todos reaccionan bien, algunos de ellos lloran y tienen
miedo, pero todos son preciosos".
Para m�, la aceptaci�n llev� a la acci�n.�
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En lugar de golpearme
la cabeza contra la pared, eleg� ser proactivo y redise�ar mi
vida:
correr era imposible, pero pod�a nadar, caminar media hora o
hacer ejercicio con pesas siempre que estuviera sentado.
Como conferencista, me encantaba estar de pie y moverme, pero
aprend� a estar sentada en el aula al menos una parte del
tiempo.
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Planifiqu� mis viajes y vacaciones de manera que no aumentara
enormemente mi dolor, como dar paseos m�s cortos por la ciudad o
evitar las largas colas.
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Cuando la adversidad golpea, preg�ntese: "�Qu� puedo hacer en
esta situaci�n?"�y redirija su energ�a hacia temas en los que
pueda influir.
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En el caso de la pandemia actual, por supuesto que no se puede
luchar contra su existencia, pero al aceptarla gentilmente con
todas sus limitaciones y molestias, tendr� la oportunidad de
centrar su atenci�n en las cosas sobre las que s� tiene control.
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Como uno de mis pensadores favoritos, el psiquiatra�Viktor
Frankl�escribi� en�Man's
Search for Meaning�(1946):
"Cuando ya no podemos cambiar una situaci�n... tenemos el
desaf�o de cambiarnos a nosotros mismos".
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Practica permanecer con la incomodidad de ciertas emociones.
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Si eres como muchas personas, podr�as intentar evitar tus
emociones inc�modas alej�ndolas.�
Podr�as pensar que esto te da
el control...
El problema es que, incluso si tienes un �xito temporal en la
regulaci�n de la incomodidad de esta manera, cuando usas la
evitaci�n como una estrategia de afrontamiento predeterminada,
se volver� contraproducente y evitar� que te vuelvas resiliente
a los factores estresantes de la vida.
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Un�estudio�diario
que�involucr� a decenas de voluntarios mostr� c�mo, cuanto m�s
intentaban las personas evitar o controlar sus emociones en un
d�a determinado, menos tend�an a disfrutar de sus actividades
ese d�a y m�s emociones negativas sent�an.
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Cuando lo piensas, esto es intuitivo; por supuesto, ser� un
desaf�o disfrutar de la vida si evitas constantemente las
emociones o intentas detenerlas, porque no podr�s concentrarte
en el momento presente, ni tendr�s los recursos que necesitas
para realmente participar en tus tareas y actividades diarias.
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Claro, est� bien usar la evasi�n en ciertas circunstancias para
regular tus emociones, pero no permitas que se convierta en algo
habitual.�
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En su lugar,
intenta establecer un tipo diferente de
relaci�n con tus emociones...
Por ejemplo, la pr�xima vez que sientas emociones dif�ciles, en
lugar de alejarlas, preg�ntate qu� es exactamente lo que
sientes.
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Evita usar frases gen�ricas como "Me siento mal" y trata de ser
lo m�s espec�fico posible, como,
"Me siento
decepcionado/culpable/frustrado"...
Etiquetar tus emociones ayudar� a disminuir su intensidad.�
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S�
curioso y aprende m�s sobre ellas.�
�Qu� te dice la
emoci�n?�
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�Cu�l es su prop�sito?�
Si te sientes decepcionado porque tu hijo te ha mentido, tu
emoci�n podr�a estar apuntando al valor de la honestidad en tu
vida.
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Algunas emociones se sienten dif�ciles, pero cada emoci�n tiene
una funci�n.
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Son excelentes fuentes de informaci�n sobre uno mismo, nuestros
valores y darse cuenta si hay cosas que deseas cambiar en su
vida.
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Al�jate de tus pensamientos
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Como asesor profesional y psicoterapeuta, he visto a muchos
clientes a lo largo de los a�os que se han quedado atrapados en
las historias destructivas que se cuentan a s� mismos sobre una
situaci�n o evento en sus vidas.
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Constantemente nos contamos historias sobre qu� tipo de persona
somos, sobre nuestras relaciones o nuestra vida en general.
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Aunque este es un proceso �til para dar sentido a nuestros
pensamientos, algunos de ellos no son �tiles.�
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Por ejemplo,
despu�s de un divorcio, algunos de mis clientes creen que son un
fracaso, que nunca volver�n a tener una relaci�n amorosa o que
siempre tomar�n malas decisiones.
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Sin embargo, estos pensamientos son solo pensamientos, no
necesariamente reflejan la verdad completa.
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Cuando las personas creen este tipo de pensamientos relacionados
con uno mismo, a menudo evitan o se retiran, ambas estrategias
de afrontamiento in�tiles a largo plazo.
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En este tipo de situaciones, ayudo a mis clientes a separarse de
sus pensamientos;�es decir, poner distancia entre ellos y sus
pensamientos.
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En ACT, esto se conoce como�defusi�n.
Cuando nos defusionamos, nos fijamos�en�nuestros
pensamientos, y no�desde�ellos.
Esto no significa que un pensamiento en particular desaparecer�,
pero s� significa que est� eligiendo no dejarse llevar por su
contenido in�til.
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Simplemente da un paso atr�s y observa tus pensamientos a medida
que van y vienen.
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Volviendo al ejemplo del divorcio, cuando mis clientes piensan
que son un fracaso o que siempre tomar�n malas decisiones, les
pido que vean si pueden ver estos pensamientos como palabras, no
como hechos.
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Una t�cnica que encuentro particularmente �til es�agradecer a
la mente.
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Es posible que tu mente te cuente todo tipo de historias, pero
literalmente puedes agradecerle diciendo:
'Gracias por tu opini�n, pero estoy bien' o 'Gracias, te
escucho.�Creo que prescindir�' o 'Est� bien, gracias.��Algo
m�s?'
Este ejercicio te mostrar� que tienes la opci�n de creer en tus
pensamientos e ir a donde ellos quieren que vayas (por ejemplo,
retirarte de la vida social), o reconocerlos, pero no dejarse
atrapar por su contenido, y en su lugar ir a donde quieras.
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Cuando te enfrentes a una dificultad, sal de tu historia,
observ�ndola y viendo tus pensamientos simplemente como
pensamientos, no como hechos.
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Recuerda, no tienes que creer en todas las historias que te
cuentas a ti mismo.
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Replantea las dificultades como un desaf�o
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Otra estrategia para desarrollar la resiliencia es�encontrar�oportunidades
de�crecimiento�en la adversidad.
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Muchas personas me han dicho que han encontrado esto
especialmente �til para hacer frente a emociones desagradables y
pensamientos negativos durante la pandemia.
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Por ejemplo, tengo un colega con dos hijos que dijo que est�
agradecido por el tiempo extra con sus hijos, ahora que trabaja
desde casa.
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Una clienta me dijo que, a pesar de estar aislada de su familia
durante mucho tiempo y sentirse frustrada y asustada, ve la
pandemia como una oportunidad para hacer una reflexi�n interna y
aprender a sentirse m�s c�moda con la incomodidad.
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Las personas que generalmente ven los factores estresantes como
un desaf�o y una oportunidad para crecer, en lugar de
percibirlos como una amenaza, es m�s probable que los enfrenten
mejor y menos probabilidades de experimentar resultados
negativos de bienestar.
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Te sorprender�a saber cu�ntas oportunidades se pueden encontrar
en una situaci�n estresante, o incluso en un evento traum�tico
de la vida; viendo las cosas de esta manera se conoce
formalmente como "reevaluaci�n cognitiva" o "reencuadre
cognitivo".
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Para ayudar a cultivar esta mentalidad y respaldar tu capacidad
de recuperaci�n, intenta hacerte preguntas como,
'�Qu� puedo aprender de esta situaci�n?'
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'�Qu� oportunidad tengo de crecer?'
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'�Qu� podr�a ser beneficioso sobre este evento negativo?'
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'�Hay algo por lo que pueda estar agradecido?'
Sin�embargo,�no confundas este enfoque con el�pensamiento
positivo.
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No est�s negando lo negativo ni tratando de pensar en positivo.�
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M�s bien,�est� convirtiendo su situaci�n en una fuente de�inspiraci�n�y
encontrando oportunidades significativas en ella.