por�Milan Karmeli�
30 Noviembre 2018�
del�Sitio Web�
Collective-Evolution

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

En resumen


Los hechos:�

Todos llevamos una oscuridad interior que deseamos mantener escondida de nosotros mismos y de los dem�s.�Sin entenderlo y enfrentarlo, seguimos sin saberlo.�

Reflexiona sobre:�
�Est�s abierto a satisfacer tu propia totalidad sin establecer las condiciones para este encuentro esencial?��Est�s dispuesto a enfrentar tu propia oscuridad para trascenderla de verdad?

"Lo que m�s necesitas se encuentra donde menos quieres mirar, pero debes buscarlo a prop�sito. Si te persigue, entonces eres la presa; si te enfrentas a ella, puedes trascenderla".

Jordan Peterson

Hay mucho escrito sobre la�sombra�y lo que es.

La direcci�n es clara.�La sombra�es algo que reprimimos y escondemos de los dem�s, y en la mayor�a de los casos, de nosotros mismos.�

�D�nde se origina y qu� podemos hacer para integrarla o curarla?�

Empecemos preguntando,

  • '�Porqu� tenemos una sombra?'

  • �Es porque llevamos la oscuridad en nuestro n�cleo o la sombra toma forma a lo largo de nuestra vida como residuo de miedo, rabia, verg�enza y culpa, y su evitaci�n?�

Yo dir�a un poco de ambos.

En el nivel colectivo humano, llevamos traumas relacionados con el sufrimiento y la agresi�n de nuestros antepasados.�

Pero en su mayor parte, nuestra sombra se desarrolla durante esta vida en forma de una personalidad compleja y sofisticada, que nos mantiene con un sentido de control.�

En el fondo nos sentimos vulnerables, pero intentamos ocultarlo

Nuestro mundo interior es complejo y, para algunos, insoportable.

Continuamente enfrentamos y tememos la exposici�n de nuestra contradictoria complejidad, hacia nosotros mismos y hacia los dem�s.�En lugar de profundizar en la profundidad de nuestra psique e invitar a una mayor conciencia, preferimos protegernos.

Cuanto�m�s conscientes�somos,�m�s responsables�somos de nuestras acciones.

Una de las razones por las que ocultamos tan meticulosamente nuestra sombra es porque no queremos llevar la consecuencia de nuestras acciones.�Y as�, nuestra vulnerabilidad y sombra est�n estrechamente vinculadas.�

Hay muchas formas efectivas de no sentirse vulnerable y conservar un sentido de inocencia.

Cumplir con una moral estricta, adherirse a las ideolog�as, ya sean sociales, pol�ticas o espirituales, o confiar en el dogma religioso, todos logran exactamente esa protecci�n.�El tipo de protecci�n en la que nos abrazamos con sentimientos de rectitud e inocencia.

Esto no implica que no debamos buscar que nuestras acciones sean morales o evitar creer, sino tomar conciencia cuando se usan al servicio de sentirse superiores a los dem�s.

Curiosamente, nuestro deseo de permanecer inocentes es una gran sombra en s� misma.�

Entonces, mientras estamos ocupados reprimiendo y controlando, la sombra se alimenta y crece con cada intento de combatir el rechazo, la humillaci�n o el castigo, as� como las situaciones que nos dejan sinti�ndonos culpables y avergonzados.

Aqu� se incluyen algunos ejemplos de c�mo nuestra sombra oculta nuestra vulnerabilidad.

Digamos que queremos ser reconocidos por algo que hemos hecho.�En lugar de pedir reconocimiento, lo ocultamos a trav�s de la falsa humildad y nos resentimos por no obtener la atenci�n que sentimos que merecemos.

Otro ejemplo es nuestra necesidad de pertenecer y ser importantes para los dem�s.�Pero una vez m�s, en lugar de comunicar esta necesidad, que nos hace vulnerables al rechazo, hacemos que otros se sientan importantes con la esperanza de ser elogiados por nuestras acciones.

Con el tiempo, hemos desarrollado innumerables formas sofisticadas para endulzar nuestras sombras y sentirnos en control.


La integraci�n de la sombra comienza con una honestidad que no busca nada a cambio


Podemos ver que la mayor sombra tiene que ver con intentos de supervivencia de alg�n tipo.

Esto sucede cuando intentamos controlar nuestros entornos comport�ndonos como v�ctimas, obteniendo respeto a trav�s de falsa humildad, superioridad moral y otras formas de manipulaci�n.

Cuando hablamos de integraci�n de sombras, es crucial que seamos precisos en cuanto a cu�les son las facetas de nuestra sombra.�

Queremos, por ejemplo, poder decir, mientras nos abstenemos de cualquier juicio, que,

"Sonr�o a los dem�s para no ser atacado" o "Controlo a mi compa�ero haci�ndolo sentir culpable".

Cualquier juicio de lo que descubrimos en nosotros mismos es un intento oculto de victimizarnos y encontrar excusas.

El 'porqu�' es de importancia secundaria aqu�, porque la lista de razones es interminable y la fuente absoluta es dif�cil de identificar, pero el impulso de limitar nuestra vulnerabilidad sigue ah�.�

Este puede ser un buen momento para decir que la integraci�n de la sombra no se trata de la redenci�n, sino de la comprensi�n del funcionamiento interno de la vulnerabilidad y la protecci�n, que est�n estrechamente relacionados con nuestro sentido de supervivencia, tanto f�sica como emocional.�

Adem�s, queremos enfrentar nuestras sombras, no para sentirnos mejor o m�s ligeros en el futuro, sino para estar m�s integrados dentro de nosotros mismos y disminuir la sensaci�n de separaci�n que produce la sombra.

Queremos devolver la integridad que viene con la responsabilidad de pertenecer a una historia y cultura que experimenta mucho sufrimiento y es m�s grande que nuestro ser individual.

Integrar nuestra sombra implica permitir que la oscuridad sea parte de nosotros, sin el deseo de superarla.

Abandonemos la esperanza de una vida sin dolor.

Cuando nos enfrentamos a nuestra sombra, queremos ser due�os del todo.

  • agresi�n

  • temor

  • ego�smo

  • codicia,

... viviendo dentro de nosotros.

Queremos aclarar, ante todo, c�mo jugamos los juegos de�poder�y buscamos el control.�Este reconocimiento no necesariamente reduce el da�o a nosotros mismos ni a los dem�s, ni nos permite cambiar.

No hay un resultado seguro de integrar la sombra y eso es una p�ldora dif�cil de tragar.

Lo que estamos "haciendo" simplemente, es traer algo oculto a la luz, sin el intento de hacerlo m�s o menos significativo o dram�tico, sino m�s bien verlo tal como es, volvernos m�s conscientes.�

Cuanto m�s emocionalmente inducimos a la caracterizaci�n de nuestra sombra, menos integraci�n tiene lugar.�La integraci�n de la sombra debe ser�un acto no dram�tico, rodeado de un toque de frialdad, donde observamos en qui�n nos hemos convertido.

Sentiremos el dolor de las mentiras, la traici�n y el dolor a los dem�s durante esta observaci�n.�Y en el proceso de hacerlo, reprimir el juicio, positivo o negativo, es un verdadero desaf�o.

�C�mo es posible 'no comentar' sobre lo que consideramos como una experiencia personal?

Necesitamos entender que cualquier comentario tambi�n contiene el intento de cambiar la experiencia, ya sea liber�ndonos o castig�ndonos.


Curando la sombra es un proceso m�gico en el que somos participantes, no el director

El gran desaf�o en la integraci�n de la sombra es aumentar nuestra capacidad para estar o tener una experiencia sin tener la capacidad de cambiarla.

Lo que se ha hecho est� en el pasado y no se puede deshacer;�solo se puede sostener y si se sostiene con paciencia, pueden surgir y verse m�s facetas.�Como cuando un ni�o se lesiona a s� mismo, solo podemos hacer que compartan el dolor de esperar a que se produzca la curaci�n, pero la magia de la curaci�n tiene su propia y misteriosa l�nea de tiempo.�

Cuando somos due�os de nuestra sombra, nos coloca en un lugar indefenso y humilde.

Nos muestra nuestras limitaciones y eso es algo que no queremos sentir.�Maximizando nuestro potencial para nuestros propios sentimientos de grandeza es solo otra sombra.�

Reconocer la limitaci�n de nuestro potencial, sin minimizar nuestra fuerza ni ejercer una falsa humildad, nos permite compartir nuestra luz.�

La vida viene con muchas limitaciones y la sombra intenta interferir con la vida misma.�Enfrentar nuestra sombra es un acto espiritual al abrazarnos y permitir que incluyamos un poco m�s de nuestra totalidad humana.

A trav�s de esta experiencia, podemos ponernos en contacto con una humildad y simplicidad, que a menudo puede tocar algo en nuestro n�cleo, lo cual es m�sticamente significativo y en expansi�n.�

La integraci�n proviene de un lugar que no es dram�tico, porque el drama siempre toma partido, y nos hace perder la simplicidad del reconocimiento de la complejidad humana.

La integraci�n de las sombras es un proceso de por vida e incluso un proceso m�gico.

Sucede cuando somos completamente sinceros, renunciamos a todos los tratos con�Dios�o el destino y nos entregamos a lo que esencialmente somos:

vulnerables...

Queremos invitar a sentir el dolor que nuestra sombra nos revela, sin buscar la redenci�n.�En cierto modo, cada vez que decimos s� a una parte de la sombra en nosotros, acordamos volver a entrar en la vulnerabilidad continua de ser humano.�

Aqu� es donde comienza la integraci�n...�