por�Iam Saums

21 Noviembre 2018

del�Sitio�Web�IamSaums

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

"Respira"...



B�squedas huecas


La realidad social es una ilusi�n.�Es una proyecci�n subjetiva de distracci�n dise�ada para desmantelar nuestra creatividad, conciencia y el fundamento de nuestro ser.

Cada uno de nosotros es energ�ticamente, emocionalmente, intelectualmente e instintivamente �nico.�Por lo tanto, nuestra verdadera expresi�n y destino en este mundo es contrario a la naturaleza de la sociedad.

La densidad de la realidad distorsiona la fuerza creativa de nuestra imaginaci�n e interrumpe nuestra capacidad para cumplir nuestra visi�n personal.�La mayor�a de nosotros ni siquiera estamos presentes a nuestro prop�sito o c�mo manifestarlo en nuestras vidas.

Hay muy pocas oportunidades en la sociedad contempor�nea para que nuestra alma se exprese y mucho menos prospere.�


Al sur del centro


Hay una gran cantidad de elementos en la realidad social espec�ficamente dise�ados para mantenernos ansiosos, comprometidos y, de lo contrario, preocupados por todo, adem�s de nuestro destino personal.

Cuanto m�s nos�divertimos, nos�distraemos�o nos�entretenemos, menos probabilidades tenemos de transformarnos a nosotros mismos y al mundo...

Antes de poder crear o experimentar nuestra vida, �sta es atacada por una gran cantidad de est�mulos que provocan nuestras reacciones de enojo, negaci�n, indiferencia e inutilidad.�Estos aspectos de nuestra experiencia diaria dificultan nuestra capacidad para conectarnos y relacionarnos�con el universo.

Eventualmente nos convertimos en un invento de la mente y el cuerpo sin coraz�n ni alma.



Instinto primigenio


La supervivencia es el�est�ndar�de la vida cotidiana...

Nuestra naturaleza social innata a menudo dicta una experiencia y una percepci�n estrechas y superficiales.�Estamos condicionados a existir en energ�as ca�ticas de reactividad instintiva, intelectual y emocional.

La competencia, la desesperaci�n y el ego�smo ciegan nuestra visi�n, manipulan nuestros pensamientos y corrompen nuestros sentimientos.

Suprime nuestra mente y coraz�n iluminados, en �ltima instancia, comprometiendo nuestra relaci�n con nuestra intuici�n y nuestra alma.�Asesinamos a una parte de nosotros mismos todos los d�as con nuestro cinismo, miedo e incertidumbre.

Nuestro�deseo de sobrevivir�supera nuestra capacidad de prosperar.



Humo y espejos


Nuestra mente es un bosque intrincado en el que frecuentemente vagamos y nos perdemos.

Los pensamientos a menudo activan nuestro sentido de ansiedad, duda e irrelevancia.�Los sue�os rotos y las promesas rondan nuestras vidas.�Permitimos que nuestras mentes se contaminen con la autodenominaci�n, la confusi�n y la sospecha mientras inventamos un poder y una seguridad no aut�nticos.

Nuestras percepciones de nosotros mismos, de los dem�s y de la realidad, a menudo se transforman en delirios err�neos y fantaseados.

El escudo que ejercemos contra el mundo es el conocimiento al que estamos vinculados y condicionados por a�os de�educaci�n�y�religi�n�institucionalizadas�a costa de nuestra creatividad.

Mares tormentosos


Todav�a tenemos que ara�ar la superficie de nuestra conciencia y expresi�n emocional.

Nuestro ego�toma el control de nuestra existencia y nos influye para que nos comprometamos de manera reactiva y dependamos de la realidad social.�Cuando experimentamos emociones, a menudo es un encuentro bipolar dealeatorias y frecuentes altas y bajas.

Solemos sentirnos abrumados por los sentimientos de ira, culpa, p�rdida y tristeza.

Nuestra adicci�n y obsesi�n con las emociones negativas nos limita al cinismo perpetuo y la resignaci�n.�Amortiza nuestra experiencia de felicidad, amor, parentesco y �xito.

Las agendas de nuestra mente superan constantemente las posibilidades de nuestro coraz�n.�

"Siente"...


Fuego del coraz�n


El coraz�n�es la clave para abrir la puerta de entrada de la�multidimensionalidad.

Emite una poderosa energ�a electromagn�tica que desconcierta incluso a nuestra imaginaci�n.�Esta fuerza vital es el n�cleo de nuestro ser.�Es lo que une nuestro cuerpo y mente con nuestra intuici�n y alma.

El coraz�n interact�a con el universo y es el centro de nuestra fuente personal.

Es el epicentro de nuestra creatividad y el canal a trav�s del cual expresamos nuestro esp�ritu en el mundo.�Nuestro coraz�n es el fuego eterno que purifica nuestros pensamientos y acciones y transforma nuestras experiencias emocionales.�

Cuando estamos presentes en nuestro coraz�n, trascendemos lo ordinario y nos convertimos en extraordinarios.�


H�lice de Percepci�n


La intuici�n es la espiral sagrada que desempe�a nuestra herencia del ser inmortal.

Cuando hacemos una sinergia de nuestra intuici�n con el equilibrio de nuestro instinto, intelecto y emoci�n, nos liberamos de la dualidad de la realidad social.�La imaginaci�n reemplaza al ego a medida que trascendemos la dimensi�n terrestre.�Nuestro ser se expande en una experiencia infinita.

Nos transformamos en una expresi�n del universo.

La�energ�a de nuestra conciencia�nos conecta con nuestro esp�ritu.�La intuici�n es el puente que conecta nuestra creatividad con nuestra realidad.�Es el origen de nuestra transformaci�n.

El prop�sito de nuestra alma es intentar que nuestra visi�n se convierta en nuestra posibilidad.�


El Coraz�n del Fuego


La mejor ilustraci�n de nuestra multidimensionalidad es nuestra alma.

El equilibrio de nuestro cuerpo, mente, coraz�n e intuici�n lo manifiesta en nuestra vida diaria.�Cuando somos seducidos por la dualidad de instinto e intelecto, nuestra uni�n con nuestro coraz�n y esp�ritu se rompe y regresamos a los patrones predeterminados de la existencia ordinaria.

Cuando estamos siendo una expresi�n de nuestra alma, nuestra creatividad inspira lo extraordinario.

Esto nos permite convertirnos en nuestro potencial como seres espirituales que viven una experiencia humana.�C�mo, por qu� y qui�nes elegimos para transformar nuestra realidad.

Nuestra alma�es nuestra conexi�n con el universo y nuestra posibilidad de cumplir con nuestro prop�sito.



Un cambio en el prop�sito


Nuestras experiencias reflejan las elecciones que hacemos, nuestra expresi�n de ser y nuestro compromiso de caminar por nuestra verdad.

La intenci�n que aplicamos a nuestra vida es lo que fortalece nuestro prop�sito.�Nuestro potencial completo existe cuando soltamos todo lo que ya no nos sirve a nosotros ni a nuestras comunidades.�Es dentro de este claro que nace la posibilidad.

Todos los d�as tenemos la oportunidad de cambiar nuestra energ�a y convertirnos en un recipiente del universo.�Esto nos permite sostener la alquimia vital de nuestro esp�ritu, coraz�n, mente y cuerpo.

Manifestamos nuestro prop�sito cuando nos relacionamos con la fuente de todo lo que es y siempre ser�.

Siendo del Universo


Todo lo que emulamos en la realidad social es todo lo�que�no�somos...

Invertimos en las historias que nosotros y otros inventamos sobre nosotros, porque tenemos miedo y / o no estamos dispuestos a creer en nosotros mismos.�Somos un ser infinito de energ�a eterna con posibilidades extraordinarias m�s all� incluso de nuestra imaginaci�n.

Hemos sido, somos y seremos siempre una expresi�n de multidimensionalidad.�Dentro de cada uno de nosotros est� la clave de cada misterio.�Tenemos la oportunidad de potenciar nuestra vida en cada momento de nuestra experiencia.

Cuando imaginamos, creamos y manifestamos nuestro prop�sito, el universo se alinea con nuestra intenci�n y nuestra alma se convierte en la fuente de nuestro ser.


"S�"...