por�
Gilbert Ross�
17 Enero 2018�
del�Sitio�Web SoulHiker

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Los dones de la nada

Los problemas que experimentamos en nuestras vidas y en el mundo (ya sean problemas de relaci�n o hambre en el mundo) provienen de la debilidad energ�tica y la desconexi�n, de nuestra falta de capacidad para sentirnos a nosotros mismos, a los dem�s, a la tierra y c�mo la vida busca moverse y evolucionar a trav�s de nosotros.

El problema no es si actuar o no y "hacer algo", sino qu� es lo que realmente nos impulsa a actuar.

Dan Emmons

Antes de que puedan ingresar a una nueva historia, la mayor�a de las personas, y probablemente tambi�n la mayor�a de las sociedades, primero deben navegar por el pasado.

Entre lo viejo y lo nuevo, hay un espacio vac�o.�Es un momento en el que las lecciones y los aprendizajes de la vieja historia est�n integrados.�Solo cuando ese trabajo se haya realizado, la historia antigua estar� realmente completa.

Entonces, no hay nada, el vac�o pre�ado de lo que todo surge.

Volviendo a la esencia, recuperamos la capacidad de actuar desde la esencia.�Volviendo al espacio entre historias, podemos elegir a partir de la libertad y no del h�bito.

Un buen momento para no hacer nada es cuando te sientes atrapado.�He hecho mucho de nada en la redacci�n de mi libro.�Durante varios d�as intent� escribir la conclusi�n, haciendo girar mis ruedas, produciendo repeticiones poco claras de material anterior.

Cuanto m�s lo hac�a, peor se pon�a.

As� que finalmente abandon� el esfuerzo y simplemente me sent� en el sof�, con un beb� atado a mi pecho, recorriendo mentalmente recorriendo el libro que hab�a escrito, pero sin ninguna agenda para decidir qu� escribir.�Fue desde ese lugar vac�o de donde surgi�, espont�neamente, la conclusi�n.�

No tengas miedo del lugar vac�o.

Es la fuente a la que debemos regresar si queremos ser libres de las historias y los h�bitos que nos atrapan.

Visitando el lugar vac�o

Si estamos atascados y no optamos por visitar el lugar vac�o, con el tiempo terminaremos all� de todos modos.�Puede que est� familiarizado con este proceso a nivel personal.�

El viejo mundo se viene abajo, pero el nuevo a�n no ha surgido.

Todo lo que alguna vez pareci� permanente y real se revela como una especie de alucinaci�n.�No sabes qu� pensar, qu� hacer;�ya no sabes lo que cualquier cosa significa.

La trayectoria de vida que tramaste parece absurda, y no puedes imaginar otra.�Todo es incierto.

Su marco de tiempo se reduce de a�os, a este mes, a esta semana, a hoy;�tal vez hasta el momento presente.�Sin los espejismos del orden que alguna vez parecieron protegerte y filtrar la realidad, te sientes desnudo y vulnerable, pero tambi�n una especie de libertad.�

Las posibilidades que ni siquiera exist�an en la vieja historia ahora se encuentran ante usted, incluso si no tiene idea de c�mo llegar all�.�


El espacio donde

el viejo mundo se desmorona

pero el nuevo a�n no ha surgido.


El desaf�o en nuestra cultura es permitirte estar en ese espacio, confiar en que la siguiente historia surgir� cuando el tiempo intermedio haya terminado, y que lo reconocer�s.

Nuestra cultura quiere que sigamos, que hagamos.�La vieja historia que dejamos atr�s, que generalmente es parte del consenso �La Historia de la Gente�, nos suelta con gran renuencia.

Entonces, por favor, si est�s en el espacio sagrado entre las historias, perm�tete estar all�.�Es aterrador perder las viejas estructuras de seguridad, pero descubrir�s que incluso si pierdes cosas que era impensable perder, estar�s bien.�

Hay un tipo de gracia que nos protege en el espacio entre historias.

No es que no perder� su matrimonio, su dinero, su trabajo o su salud.�De hecho, es muy probable que pierda alguna de estas cosas.�Es que descubrir�s que incluso habiendo perdido eso, todav�a est�s bien.

Te encontrar�s en contacto m�s cercano con algo mucho m�s precioso;�algo que el fuego no puede quemar y los ladrones no pueden robar, algo que nadie puede tomar y que no se puede perder.�A veces lo perdemos de vista, pero siempre est� ah�, esper�ndonos.

Este es el lugar de descanso al que volvemos cuando la vieja historia se desmorona.�Libre de su niebla, ahora podemos recibir una visi�n verdadera del siguiente mundo, la pr�xima historia, la pr�xima fase de vida.

Del matrimonio de esta visi�n y este vac�o, nace un gran poder.�

Escrib�,

"Posibilidades que ni siquiera exist�an en la vieja historia se encuentran ante ti, incluso si no tienes idea de c�mo llegar all�".

Esta es una descripci�n bastante buena de un lugar al que nos acercamos colectivamente.�Aquellos de nosotros que, de diversas maneras, hemos abandonado la antigua 'Historia del Pueblo', somos los �rganos de percepci�n del cuerpo humano colectivo.

Cuando la civilizaci�n como un todo entre en el espacio entre historias, estar� lista para recibir estas visiones, estas tecnolog�as y formas sociales de interrelaci�n.

Cuando colectivamente ingresamos

el espacio entre historias,

podemos alcanzar nuevos potenciales.


Dejando la vieja 'Historia del Pueblo�

La civilizaci�n�todav�a no est� all�.

En este momento, la mayor�a de las personas todav�a creen t�citamente que las soluciones antiguas funcionar�n.�Se elige un nuevo presidente, se anuncia un nuevo invento, se proclama un repunte de la econom�a y la esperanza vuelve a brotar.�Tal vez las cosas volver�n a la normalidad.�Tal vez se reanude el ascenso de la humanidad.

Hoy todav�a es posible, sin un esfuerzo extenuante de negaci�n o pretensi�n, imaginar que estamos en un momento dif�cil.

Podemos superarlo, si descubrimos nuevas fuentes de petr�leo, construimos m�s infraestructura para encender el crecimiento econ�mico, resolvemos el rompecabezas molecular de la autoinmunidad, desplegamos m�s drones para protegernos del terrorismo y la delincuencia, manipulamos gen�ticamente cultivos para obtener mayores rendimientos y colocamos un colorante blanco en cemento para que refleje los rayos del sol y disminuya el calentamiento global.�

Dado que todos estos esfuerzos pueden producir consecuencias no deseadas incluso peores que los problemas que pretenden resolver, no es dif�cil ver que la sabidur�a de no hacer nada.

Como describir� m�s adelante, esto no implica que el activista deba centrarse en la obstrucci�n.

No hacer nada surge naturalmente de la ruptura de la historia que hab�an motivado las viejas acciones, llam�ndonos, por lo tanto, a hacer lo que podamos para acelerar la desaparici�n de esa historia.

Mi hermano - cuya claridad de mente es relativamente pr�stina porque rara vez lee algo escrito despu�s de 1900, me describi� su visi�n de c�mo se manifestar� finalmente el cambio.

Un grupo de bur�cratas y l�deres estar�n sentados, pregunt�ndose qu� hacer con la nueva crisis financiera.

Todas las pol�ticas habituales del banco central, los rescates financieros, los recortes de los tipos de inter�s, la flexibilizaci�n cuantitativa, etc. estar�n sobre la mesa, pero los l�deres simplemente no ser�n capaces de enfrentarse a ellos.

"A la mierda", dir�n.�"Vamos a pescar".

No Hacer Nada

surge naturalmente del colapso

de la "vieja historia" y los "viejos hechos".


En alg�n momento, vamos a tener que parar.�Solo det�ngase, sin ninguna idea de qu� hacer.

Como describ� con los ejemplos del desarme y la permacultura, estamos perdidos en un infierno con un mapa que nos lleva en c�rculos, sin una salida.

Para salir, tendremos que soltar el mapa y mirar alrededor.

Un caso de 'qu� me importa'

Cuando tu vieja historia lleg� a su fin, o llega a su fin, �acaso est�s contrayendo un caso del �qu�-me-importa�?�La procrastinaci�n, la pereza, los intentos poco entusiastas, la realizaci�n de los movimientos, todo indica que la vieja historia ya no te est� motivando.

Lo que una vez tuvo sentido, ya no tiene sentido.

Est�s comenzando a retirarte de ese mundo.

La sociedad hace todo lo posible para persuadirte de que te resistas a esa retirada, que, cuando es resistida, se llama depresi�n.�Se requieren medios motivacionales y qu�micos cada vez m�s potentes para mantenernos enfocados en aquello en lo que no queremos centrarnos, para mantenernos motivados para hacer aquello que no nos importa.�Si el miedo a la pobreza no funciona, entonces tal vez lo haga la medicaci�n psiqui�trica.

Cualquier cosa para mantenerlo participando en los negocios como de costumbre.�


Esa depresi�n que hace imposible participar en�rgicamente en la vida tal como es ofrecida tambi�n tiene una expresi�n colectiva.�Al carecer de un sentido convincente de prop�sito o destino, nuestra sociedad se debate sin entusiasmo entre movimientos.

La "depresi�n" se manifiesta en el sentido econ�mico, ya que el instrumento de nuestra voluntad colectiva, el dinero, se estanca.�Ya no hay suficiente para hacer nada grandioso.�Al igual que la insulina en el diab�tico resistente a la insulina, las autoridades monetarias bombean cada vez m�s, con cada vez menos efecto.

Lo que una vez habr�a desatado un auge econ�mico ahora apenas es suficiente para evitar que la econom�a se estanque.

La par�lisis econ�mica podr�a ser la forma en que aparece esta 'parada'.�Pero podr�a ser cualquier cosa que nos obligue a renunciar a nuestra historia y sus representaciones, de una vez por todas.

El arte de no hacer nada

No hacer nada no es una sugerencia universal;�es espec�fico para el momento en que termina una historia y entramos en el espacio entre las historias.

Estoy pintando aqu� desde el principio taoista del�wu-wei.�Algunas veces traducida como 'no-hacer', una mejor traducci�n podr�a ser �no-artificio� o 'no-forzar'.

Significa libertad del acto reflexivo:

actuar cuando es el momento de actuar, no actuar cuando no es el momento de actuar.�

La acci�n se alinea as� con el movimiento natural de las cosas al servicio de lo que quiere nacer.


En lugar de forzar, intente no hacer Wu-wei,

que puede traducirse como 'no hacer', o mejor a�n

'no-artilugio' o 'no forzado'.

En esto, me inspiro en un bello verso del�Tao Te Ching.

Este verso es extremadamente denso, con m�ltiples significados y capas de significado, y no he encontrado una traducci�n que resalte lo que estoy diciendo aqu�.

Por lo tanto, la siguiente es mi propia traducci�n.

Es la �ltima mitad del vers�culo 16 - si comparamos las traducciones existentes, te sorprender�s de lo mucho que difieren.

Todas las cosas regresan a su ra�z.�

Volviendo a la ra�z, hay quietud.�

En la quietud, el verdadero prop�sito regresa.�

Esto es lo que es real�.

Conociendo lo real, hay claridad.�

No conociendo lo real, acciones tontas traen desastre.�

De saber que lo real proviene de la amplitud,

de la�amplitud viene la imparcialidad,

de la�imparcialidad viene la soberan�a,

de la�soberan�a viene lo que es natural.�

Lo que viene naturalmente, es el Tao.�

Del Tao viene lo que dura,�
persistiendo m�s all� de uno mismo.