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por�Lisa
Renee�
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � � � Cuando nos damos cuenta de c�mo la conciencia de la pobreza est� siendo incorporada a las mentes materialistas que se activan y alimentan a la m�quina de la econom�a consumista global, podemos ver que uno de los objetivos principales es mantener a los individuos sintiendo una presi�n constante y una preocupaci�n por�ganar posesiones materiales�y la evaluaci�n de su acceso a los recursos que equivalen a un�estado�personal�, seguridad o poder... � Este mismo�condicionamiento social�est� dirigido directamente a las comunidades de ascensi�n espiritual o aquellas que se est�n promocionando en gran medida en las redes sociales hacia la industria de la conciencia, para manipular los impulsos instintivos m�s bajos y hacer que las personas compren o aprueben muchas formas de�consumismo espiritual�y lo etiqueten como "siendo consciente". � Al atacar y difundir espec�ficamente los�temores de la�conciencia de pobreza�dise�ados para generar inseguridad, duda y desesperaci�n en las masas, alimentan la deificaci�n de los valores materialistas en todo el mundo, y esto causa una infecci�n en muchas modalidades espirituales. �
El
consumismo�se
ha convertido en la principal religi�n mundial, que capitaliza la
inseguridad y los temores de supervivencia de las personas para
vender y comercializar continuamente l�neas de ensamblaje de
productos, y es prudente recordar que los productos espirituales
tambi�n son usados de la misma manera.� � Las campa�as de marketing se est�n utilizando con todas las notas clave del consumidor para atraer a un gran n�mero de seguidores espirituales, y se est�n presentando y promocionando al p�blico a trav�s de�las redes sociales�y YouTube. � Las personas que generalmente no est�n equipadas con un fuerte discernimiento y un cultivado medidor de estupideces, tienen la tendencia de ceder su poder personal a una influencia externa, como un�tipo de gur�,�conciencia grupal�o un�movimiento de consumismo espiritual que se�comercializa como una "autoridad espiritual". � Demasiadas personas est�n creyendo que la�espiritualidad, la�expansi�n de la conciencia�y la�iluminaci�n�se pueden lograr a trav�s del camino de la espiritualidad del consumidor y de los expertos autoproclamados que se llaman a s� mismos "maestros". �
Pueden comprar iluminaci�n, tener una vida espiritual glamorosa
colgando en los planos gal�cticos, en lugar de comprometerse con el
trabajo interno m�s profundo de despejar la sombra, observando al
ego ingobernable en acci�n y corrigiendo patrones abusivos de
comportamiento.� � Las personas que son materialistas y motivadas externamente tienden a equiparar su valor, importancia y estima en su riqueza acumulada, estatus y posesiones. � Sin embargo, el mismo escollo es com�n bajo la etiqueta de�espiritualidad�o�conciencia superior, una raza de consumismo espiritual que se comercializa como�iluminaci�n�para obtener un nivel comercializado de estado espiritual falso. �
La
creencia de que la iluminaci�n se puede lograr a trav�s de la
gratificaci�n instant�nea y la limpieza de la superficie de la vida,
mientras se ignora el trabajo emocional interno m�s profundo que
conduce a la responsabilidad personal y una mayor integridad.�
Estas�cualidades no �ticas�pueden manifestarse de manera bastante agresiva en lo que se puede etiquetar como una comunidad espiritual, o en la industria que ha surgido en torno a temas que promueven el desarrollo de una mayor conciencia. � Por lo tanto, cuando una comunidad u organizaci�n espiritual opera con este punto ciego a todo volumen, tambi�n comprometer�n el comportamiento �tico y humano para acumular los recursos y las posesiones que desean, a fin de obtener m�s poder para su causa. � Tal vez justifiquen que la toma de poder es�requerida para servir al "bien mayor", sienten que tienen una misi�n m�s importante que los dem�s a su alrededor. � Tal vez se hayan considerado a s� mismos como los l�deres de un movimiento de masas para el cambio de conciencia necesario, y como muchos otros que les han precedido, est�n dejando el mismo rastro de da�o emocional y destrucci�n a su paso. � Un l�der espiritual es un servidor de la gente, y mantiene compasi�n y empat�a por los dem�s es el hito principal de estar dedicado al camino de la ascensi�n espiritual. � De lo contrario, puede divagar r�pidamente en una trampa de conciencia con delirios astrales de grandeza que causan una ca�da de la ra�z de los abusos de poder repetidos. �
�Cu�ntas veces hemos visto la misma historia, diferentes �pocas,
diferentes personas que trabajan en las comunidades espirituales,
pero la misma narrativa abusiva se repite una y otra vez, y pasa
desapercibida y no se reconoce?� � Estas son las lecciones importantes del pasado que permanecen sin aprender... � Lo que no aprendemos, lo seguimos repitiendo.�Si estudiamos a los gur�s espirituales y a las comunidades espirituales en los �ltimos a�os, uno comenzar� a ver un patr�n muy perturbador de graves abusos de poder. � Cuando se otorg� un poder absoluto y se corrompi� por completo, esto hizo que la misi�n del grupo fallara. �
El
campo grupal de la comunidad comienza a ahogarse en las mismas
fuerzas oscuras arquet�picas masivas que prefieren usar la traici�n
espiritual y las t�cticas de manipulaci�n v�ctima-victimario para
continuar la divisi�n y conquistar la agenda dentro de ese grupo.� � Esto significa que deben hacer�el acuerdo�o el�pacto faustiano�para renunciar a la soberan�a personal y muchas veces prostituirse, debido a qui�n est� realmente detr�s de los abusos de poder y al control de la estructura espiritual. � Lo primero que hacen estas fuerzas oscuras es encontrar el punto de presi�n de la persona espiritualmente ambiciosa y trabajar para comprometer la integridad personal y descarrilar la actualizaci�n espiritual, a fin de explotar las adicciones y debilidades a trav�s del chantaje psicol�gico y emocional. � Una persona emocionalmente inestable es una persona de mente d�bil que es f�cilmente pose�da, por lo tanto, es manipulada f�cilmente por sus impulsos incontrolables hasta que se corrompe tan completamente, su cuerpo f�sico se usa para satisfacer los caprichos de las fuerzas oscuras que controlan sus impulsos instintivos. � Los impulsos instintivos no son conductas iluminadas:
Por lo tanto,�el consumismo espiritual�puede ser altamente adictivo para el cuerpo instintivo, ya que es comercializado como entretenimiento y como una p�ldora de felicidad astral. �
Esta
es la raz�n principal por la que tantas personas son v�ctimas de sus
reacciones instintivas e indulgencias personales transferidas al
consumismo espiritual, lo que conduce a un r�pido declive
espiritual, lo que exacerba a�n m�s las conductas poco �ticas y los
abusos de poder.� � Tal vez esta semana provaremos,
Algo que podemos agregar a nuestro sistema operativo que ofrece traer cambios, ayudar a elevar nuestros instintos b�sicos, hacernos sentir m�s en forma, m�s amables o m�s pac�ficos. � Por lo general, esto viene con limitaciones subconscientes, que ponen un alto interno a un cambio excesivo, que nos incomodar�a o perturbar�a la forma en que nos vemos o nos relacionamos con el mundo que nos rodea. � Esta descripci�n del consumismo espiritual puede parecer un callo, pero hay una cualidad superficial de bienestar asociada con el mercadeo y la monetizaci�n de la espiritualidad y la autoayuda, que funciona casi como un cebo y un interruptor. �
El
cebo y el interruptor tienen la deshonestidad en su n�cleo, en el
marketing utilizado para enga�ar a nuestra mente a pensar que
estamos comprando un producto que nos har� espiritualmente fuertes y
m�s evolucionados de lo que realmente somos.� � Los retiros que rayan la superficie y nos permiten sentir algo, nos permiten marcar una casilla que luego se convierte en un,
Por lo tanto, la configuraci�n es ignorar las banderas rojas y la debilidad emocional en la vida cotidiana, porque el temor de enfrentar problemas m�s profundos y tener que hacer cambios en el estilo de vida es demasiado abrumador. � El desarrollo espiritual consiste en sacar el ego negativo del asiento del conductor y estar abierto y dispuesto a sentir los cambios que deben suceder al ser honestos con nosotros mismos. � Si realmente somos honestos, podemos saber que debemos cambiar, pero nos enfrentaremos a una prueba de responsabilidad propia. �
En
el mercado espiritual del consumidor, podemos transferir esa
responsabilidad a otra cosa, y pretender que en realidad estamos
haciendo algo�espiritual�porque pagamos por un producto o
escuchamos a un tipo de gur� que prometi� el�despertar.� � Debemos difundir ese valor y servicio a los dem�s, a fin de seguir circulando la energ�a del dinero para intercambiar con otros que tambi�n contribuyan al bienestar general de la comunidad a su manera. � Cuando valoramos a los seres humanos y lo que aportan, el valor se inserta en el trabajo, servicio o producto que es intercambiado. El dinero recibido debe representar el intercambio de valor razonable de ese trabajo.�El dinero recibido representa el valor de su trabajo, tiempo, energ�a, talentos y contribuci�n. �
Cuando usted
gasta ese dinero, est� dejando de lado el valor creado y honrando el
valor que otra persona ha creado.� � Tambi�n es interesante ver a los que se han posicionado como�maestros espirituales, abusar del poder con tanta frecuencia, durmiendo con los estudiantes o lanzando rabietas donde son verbalmente abusivos. � Estos son algunos de los problemas con�la espiritualidad del consumidor, donde invertimos tiempo y dinero en un producto, una t�cnica, una tradici�n o un artificio al convertirlo en parte de nuestra rutina y, posiblemente, de nuestro tejido social. � Alguien puede tener a�os de "pr�ctica" como �sta colgando en la superficie de la espiritualidad, pero luego son derribados como un castillo de naipes por eventos de adversidad relativamente peque�os. � Las personas pueden cambiar entre estos estados de ego inferior y frecuencia m�s alta (moment�neamente) y el tiempo que tengan estados de frecuencia superior sostenida es el sello distintivo de la madurez espiritual y el dominio sobre las energ�as personales. � Cuando las personas pierden su centro, se asustan o arremeten, est�n ante un�berrinche del ego, y cuando lo hacen es la se�al de violencia interna, fragmentaci�n y la necesidad de una curaci�n espiritual integradora.�La violencia interna generada por las tres capas de programaci�n de ego y control mental que no se resuelven resultar� en rabietas orientadas al control. �
Esta
es una pieza importante para recordar por qu� algunos seres nunca
desv�an su enfoque para participar en estrategias de combate que son
violentas, y eligen permanecer en paz y mantener un coraz�n puro y
amoroso incluso en las interacciones m�s dif�ciles.� � Cuando somos honestos y responsables acerca de nuestro compromiso personal para mejorarnos a nosotros mismos, es este compromiso de hacer lo que sea necesario, lo que nos lleva m�s all� de nuestras zonas de comodidad y, de hecho, nos hace personas m�s fuertes y m�s equilibradas. � Este es el momento de tomar un papel activo en sanarnos a nosotros mismos, sanar nuestras vidas para convertirnos en personas saludables y equilibradas. � Cuando podemos identificar�comportamientos emocionalmente destructivos�y estamos dispuestos a tomar medidas para sanar nuestros pensamientos y emociones, nos capacitamos para dar pasos que nos gu�en hacia la libertad espiritual...� � � � |
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