por�Frank M. Wanderer�
20 Octubre 2016

del�Sitio�Web�TheMindUnleashed

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles


Hoy en d�a, est� claro para casi todos los buscadores espirituales que vivimos en�
la era del despertar.�Sin embargo, lo que es el despertar es lo m�s mal interpretado.

Muchas personas piensan que el�despertar�y la�iluminaci�n�son lo mismo, es un evento �nico:

�Est� sucediendo por una vez y ya est�!

Por el contrario, la verdad es que la�iluminaci�n es unproceso�que en realidad es una serie de despertares.

Echemos un vistazo a los tres puntos de inflexi�n m�s importantes durante el despertar.

El despertar de la identificaci�n

Cada momento de vigilia de nuestra vida se ajusta a una historia personal con nuestro propio Ser en su enfoque.

Nuestra vida solo puede ser interpretada dentro del marco de esa historia.�La raz�n de esto es que nos identificamos con la voz del Ego, el narrador de nuestra propia historia, tan cerca que nuestra historia personal se convierte en la base de toda nuestra vida.�

�Qu� significa esta identificaci�n?�Significa que nos identificamos con un formulario (por ejemplo, nuestro nombre) que originalmente no nos pertenec�a (todos nacemos sin nombre), pero a trav�s de la identificaci�n, este formulario espec�fico se ha convertido en parte de nuestra existencia.�


Una mirada m�s cercana a esa historia personal revelar� que nuestra historia interna consiste en un tejido de experiencias y pensamientos.

Pensamientos que explican nuestras experiencias, pensamientos que creemos y con los que identificamos, pensamientos que proporcionar�n los cimientos de nuestra autodeterminaci�n.

Nuestra historia personal nos mantiene bajo su hechizo, en un estado hipn�tico en el que toda nuestra atenci�n est� dedicada a la voz interior y la historia que cuenta.

De esta manera, abandonamos nuestro estado de alerta, el mundo pasa a nuestro lado, porque solo nos concentramos en los elementos de la realidad que parecen confirmar nuestra historia personal.�Por lo tanto, perdemos nuestro control sobre las dimensiones m�s profundas de la vida.

Las dimensiones m�s profundas est�n presentes en nuestra vida, pero perdemos contacto con ellas debido a nuestra falta de vigilancia.�

La pregunta puede surgir en nosotros,

�Somos realmente id�nticos a nuestra propia historia personal, o quiz�s somos m�s que eso?

Todo el mundo tiene una vaga sospecha de que nuestra historia personal no refleja la realidad, de hecho, estamos en un nivel m�s profundo que eso.�

Cuando aparentemente todo est� bien en nuestra historia personal, logramos nuestros objetivos, estamos felices, y la vaga sospecha se desvanece por completo en nosotros, y�nuestra identificaci�n con nuestra historia personal se�vuelve m�s poderosa.

Sin embargo, hay momentos en nuestra vida en los que nada parece tener �xito, por lo que somos infelices y sufrimos.

La sospecha se refuerza en nosotros y tendemos a creer que somos m�s que el conjunto de pensamientos que constituyen nuestra historia personal.�Nos damos cuenta de que somos m�s que simples pensamientos.�


Si tomamos conciencia de nuestra propia historia personal que nos contamos a nosotros mismos, tenemos la oportunidad de despertarnos del hechizo hipn�tico de nuestra historia personal.

Este es el primer punto de inflexi�n importante en el proceso de despertar.

Despertando del Ego

Cuando la Conciencia se identifica con una forma,�
aparece el Ego.

El Ego siempre significa alg�n tipo de identificaci�n, autodeterminaci�n,

soy un hombre, soy un padre, soy un ingl�s, soy cristiano, etc.

El ego, por lo tanto, se basa en nuestra identificaci�n con las cosas que son importantes para nuestro ego.�El ego es la figura central de nuestra historia personal, basada en el pasado y mirando hacia el futuro.�

Los componentes del ego son,

  • pensamientos

  • emociones

  • recuerdos (con los cuales la persona se identifica como "mi historia")

  • roles inconscientes fijos

  • Identificaciones colectivas (nacionalidad, religi�n, etc.)

La mayor�a de las personas se identifican completamente con estos componentes del Ego, y para ellos no existe un "exterior" de esto.�

La identificaci�n del Ego con las cosas (objeto, el propio cuerpo de la persona, forma de pensar) crea el v�nculo del individuo con varias cosas.�El Ego (y por lo tanto la persona espiritualmente inconsciente) experimenta su existencia a trav�s de la posesi�n de varios objetos.

La satisfacci�n proporcionada por el sentido de posesi�n es, sin embargo, breve, por lo que el individuo generalmente persigue nuevos objetos.

Hay una poderosa motivaci�n detr�s de esta actividad del individuo, una demanda psicol�gica para obtener m�s, el sentido inconsciente de "todav�a no es suficiente", y este sentimiento aflora en la necesidad de querer m�s.�Este deseo es una fuerza motriz m�s poderosa para el Ego que el deseo de poseer.

Los sentimientos inc�modos, la imprudencia, el aburrimiento, el estr�s y la insatisfacci�n son, en gran medida, producto del insatisfecho anhelo de obtener m�s.�


Los pensamientos como,

"Es m�o", "Lo quiero", "Lo necesito", "No es suficiente",

...pertenecen a la estructura del ego.

El contenido del Ego cambia con el tiempo;�Se sustituye por nuevos contenidos.�Sin embargo, ning�n contenido es capaz de satisfacer duramente al Ego mientras la estructura del Ego permanece en su lugar.

El individuo sigue buscando algo diferente, algo que promete una mayor satisfacci�n, haciendo que el sentido de s� mismo del individuo sea m�s completo.�


El Ego intenta elevar las formas (incluyendo su propia forma) a la eternidad, lo cual es imposible.

Esta intenci�n del Ego ser� la fuente de todos los sufrimientos, porque su mundo de formas colapsar� como un castillo de arena despu�s de un tiempo, hasta que la muerte arrebate la �ltima de las formas:

el cuerpo del mismo.

Vino con las manos vac�as de Nada, y as� es como volver� all�.

El �nico tesoro que podr�a llevar consigo es su�vigilia, pero el Ego considera que no vale nada en el mundo de las formas, ya que no era un medio para aumentar el poder.�

El Ego�no�es�malo, simplemente es�inconsciente.�El ego es el sue�o m�s profundo de la Conciencia.

Si un individuo puede notar y observar las funciones del Ego, �l o ella podr�n trascenderlo.�En ese caso, el individuo que ha estado buscando una percepci�n m�s completa del yo reconocer� que siempre ha estado all�, pero las funciones del Ego, la identificaci�n con los objetos y los pensamientos, lo han puesto en un segundo plano.

Una de las formas de trascender el Ego no es reaccionar de todo coraz�n al caleidoscopio de pensamientos y emociones en constante cambio, sino concentrarse en la conciencia alerta en segundo plano.�

En la mayor�a de las personas, el t�rmino "conciencia" se identifica con ese Ego socialmente condicionado.�En algunas personas, esta identificaci�n es tan poderosa que desconocen que su vida est� gobernada por una mente socialmente condicionada.�

Aquellos que pueden ir m�s all� de esa identificaci�n con la mente reconocen este estado de condicionamiento social y tambi�n pueden dejar atr�s el condicionamiento social.�Tal persona no se identificar� con la mente sino, cada vez m�s, con�la Conciencia.

El estado de alerta, por lo tanto, controlar� la mente cada vez m�s y se manifestar� a trav�s de la mente calmada.�
forma cesa, se genera un nuevo espacio entre nosotros y la forma, y ​​somos capaces de ver y reconocer que somos. No es id�ntico a esa forma.

Con la disoluci�n de la identificaci�n, el Ego tambi�n desaparece.

Este es el segundo punto de inflexi�n importante en el proceso de despertar.

Despertar en estado de alerta

La puerta de entrada que nos lleva a las dimensiones m�s profundas de la vida es estado de alerta, que aparece como resultado de la liberaci�n de nuestra atenci�n del estado hipn�tico de escuchar nuestra historia personal.

El nuevo estado de alerta nos permite aprender sobre nosotros mismos sin identificarnos con nuestros pensamientos y emociones.�

Lo que experimentamos por primera vez en este nuevo estado de alerta m�s all� de nuestros pensamientos y emociones es la integridad de la existencia.�En ese estado, toda fragmentaci�n desaparece de nuestra vida, reconocemos el espacio interior de nuestra existencia, nuestra felicidad interior y tranquilidad.

Nos sentimos como en casa en nuestra propia piel, y nos damos cuenta de que nuestra conciencia alerta est� libre de todo tipo de pensamientos y emociones.�

En ese estado de Conciencia se nos abre una dimensi�n completamente nueva de la existencia, que nos muestra la Existencia desde una perspectiva completamente nueva.

La unidad detr�s de las controversias se revela ante nuestros ojos, y ya no insistimos en mirar el lado soleado de la vida, ya que tambi�n podemos descubrir la belleza en el lado oscuro.�

Aceptamos la vida tal como es, y no se hace bajo presi�n, ya que esa aceptaci�n es el resultado de nuestra completa libertad.�La libertad es, a su vez, un fruto de nuestro escape del�mundo de las Formas.

Hemos comprendido y experimentado el proceso de despertar.

Ha llegado el momento de que tomemos el control de nuestra mente cuando las circunstancias lo requieran.�Cuando no necesitamos el trabajo de la mente directamente, d�mosle un poco de descanso.�

Todo estar� tranquilo en nosotros.

Estamos�m�s all� de todo bien y mal, somos una mera Conciencia que no analiza ni juzga, solo contempla.�Nos damos cuenta de que el alma que contempla vive en todo el mundo, por lo que las diferencias entre los seres humanos son solo superficiales, y en el fondo todos somos iguales.

Experimentar esa unidad nos traer� el �xtasis de la Vida, la alegr�a perfecta de la Existencia.