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por Tony Cartalucci

29 Noviembre 2017

del Sitio Web JournalNEO
traducci�n de Melvecs
08 Diciembre 2017

del Sitio Web Melvecs

Versi�n original en ingles
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Recientemente se revel�

que la rama de biolog�a molecular

de la 59� Ala M�dica de

la Fuerza A�rea de los Estados Unidos

ha estado recolectando muestras

de tejido sinovial (conectivo) de ARN

espec�ficamente ruso,

lo que provoc� temores en Rusia

de un posible programa de

armas biol�gicas �tnicas espec�ficas

de Estados Unidos.


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El art�culo de TeleSUR, "Temor de 'Bomba �tnica' por confirmaci�n de Recolecci�n de ADN Ruso por la Fuerza A�rea de los Estados Unidos", informar�a:

Rusia ha expresado su preocupaci�n sobre los intentos del ej�rcito de los EE.UU. de recolectar muestras de ADN de ciudadanos rusos, y se�al� el uso potencial de tales muestras biol�gicas con el prop�sito de crear nuevas armas de guerra gen�tica.

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La Fuerza A�rea de los EE.UU. ha tratado de calmar las preocupaciones del Kremlin, se�alando que las muestras solo se utilizar�n para los llamados fines de "investigaci�n" en lugar de para el bioterrorismo.

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Dirigi�ndose a informes rusos, el portavoz del Comando de Educaci�n A�rea y Capacitaci�n A�rea de Estados Unidos, el Capit�n Beau Downey, dijo que su centro seleccion� al azar al pueblo ruso como fuente de material gen�tico en su investigaci�n en curso sobre el sistema musculo-esquel�tico.

El informe tambi�n declarar�a que:

Sin embargo, el uso de muestras de tejidos rusos en el estudio de la USAF aliment� la sospecha de que el Pent�gono contin�a con la esperanza de desarrollar una supuesta "arma biol�gica" dirigida espec�ficamente contra los rusos.

El presidente ruso Vladimir Putin ser�a citado diciendo:

�Sab�an que se est� recolectando material biol�gico en todo el pa�s, de diferentes grupos �tnicos y de personas que viven en diferentes regiones geogr�ficas de la Federaci�n de Rusia?

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La pregunta es:

�porqu� se est� haciendo? Se est� haciendo a prop�sito y profesionalmente...

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Y mientras el ej�rcito de los EE.UU. intentaba ignorar la noci�n de que se estaba investigando alg�n tipo de arma biol�gica espec�fica de cada etnia, la noci�n de tal arma no es nada descabellada.

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Los documentos de pol�tica estadounidenses las han incluido en la planificaci�n geopol�tica y militar a largo plazo de Estados Unidos durante casi dos d�cadas, y la propia Fuerza A�rea de los EE.UU. ha producido documentos sobre las diversas combinaciones con las que tales armas podr�an manifestarse.

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Tambi�n est� la inquietante historia de las naciones alineadas en Occidente que han perseguido armas biol�gicas �tnicas espec�ficas en el pasado, incluido el r�gimen del Apartheid en Sud�frica, que intent� utilizar su programa nacional de vacunaci�n como cobertura para esterilizar de manera encubierta a su poblaci�n negra.

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Documentos de pol�tica de EE.UU. han discutido las armas biol�gicas �tnicas por d�cadas
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Dado que todas las armas biol�gicas y qu�micas son 'ilegales', y dado que las armas �tnicas son especialmente detestables, los pa�ses que realizan investigaciones en estas �reas no se jactan de ello.

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Tampoco los medios corporativos de informaci�n prestan mucha atenci�n.

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No obstante, la revista para personal militar de nivel de comando Military Review fue publicada por el Colegio de Comando y Estado Mayor del Ej�rcito de EE.UU. en Fort Leavenworth, Kansas.

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En Noviembre de 1970 la revista public� un art�culo titulado "Armas �tnicas", cuyo autor es Carl A. Larson, y en el cual se describe la conveniencia y las posibilidades de los pat�genos biol�gicos modificados que afectar�an solo a aquellas razas que hist�ricamente no tienen una defensa natural contra ciertos "inhibidores de enzimas".

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Larson figur� como jefe del "Departamento de Gen�tica Humana en el Instituto de Gen�tica, Lund, Suecia", adem�s de ser un m�dico con licencia.

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El autor se�ala que la variaci�n gen�tica entre las razas se refleja en las diferencias concurrentes en la tolerancia de varias sustancias.

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Como ejemplo, se ha observado que grandes segmentos de poblaciones del sudeste asi�tico muestran hist�ricamente una intolerancia a la lactosa, debido a la casi ausencia de la enzima lactasa en el sistema digestivo.

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Un arma qu�mica o biol�gica (CBW) que aprovecha esta varianza gen�tica podr�a matar o incapacitar poblaciones enteras, dejando a los ej�rcitos invasores relativamente indemnes, siempre que sean �tnicamente homog�neos, o los miembros en riesgo, al menos, estuvieran preparados para tolerar el ataque.

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En efecto, el veneno o virus no ser�an reconocidos por sus cuerpos.

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Larson es a�n m�s expl�cito de una manera que probablemente nunca llegue a la prensa convencional.

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En un pasaje que enorgullecer�a al Doctor Strangelove, reflexiona incontrolablemente sobre las posibilidades de los qu�micos gen�ticamente sensibles para someter a las poblaciones enemigas:

"Las fuerzas amigas usar�an discriminadamente incapacitantes en situaciones complicadas para dar a amigos y enemigos un breve per�odo de descanso forzado para clasificarlos.

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Por persuasi�n gentil, ayudados por psicoqu�micos, los civiles en ciudades enemigas podr�an ser reeducados. El adversario usar�a incapacitantes para economizar a aquellos a quienes podr�a usar como esclavos".

Esto fue publicado en una revista profesional seria y formal, le�da por estrategas militares estadounidenses.

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Se concluye con la afirmaci�n de que,

"las funciones de la vida [ahora] se encuentran al descubierto para el ataque."

Seg�n Charles Piller y Keith Yamamoto en su libro Gene Wars de 1988, el art�culo de Larson fue la primera vez que se abord� p�blicamente el tema de las CBW con objetivos �tnicos, y que en "los c�rculos privados militares era una noticia antigua".

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Los autores declaran adem�s que en 1951, Mechanicsburg, PA Naval Supply Depot fue el sitio de una prueba clasificada utilizando un organismo benigno entregado al personal para imitar el comportamiento de una arma biol�gica real:

"De acuerdo con los documentos desclasificados a finales de 1970, el sitio fue elegido porque,

'Dentro de este sistema se emplean grandes cantidades de trabajadores, incluidos muchos negros, cuya incapacitaci�n afectar�a seriamente el funcionamiento del sistema de suministro'."

Los trabajadores negros en el Dep�sito eran supuestamente m�s susceptibles a una cepa de la Fiebre del Valle que los blancos, pero en lugar de usar el virus real, se utiliz� un organismo f�ngico sustitutivo.

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En el informe del Proyecto Neoconservador para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC) 2000 titulado, "Reconstrucci�n de las Defensas de los Estados Unidos - Rebuilding America's Defenses", afirma:

La proliferaci�n de los misiles bal�sticos y de crucero y de los veh�culos a�reos no tripulados de largo alcance (UAV) facilitar� la proyecci�n del poder militar en todo el mundo.

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Las municiones mismas ser�n cada vez m�s precisas, mientras que los nuevos m�todos de ataque, electr�nicos, "no letales", biol�gicos, estar�n m�s ampliamente disponibles.

(p.71)

Tambi�n declar�:

Aunque puede tomar varias d�cadas para que el proceso de transformaci�n se desarrolle, con el tiempo, el arte de la guerra en el aire, la tierra y el mar ser� muy diferente de lo que es hoy, y el "combate" probablemente tendr� lugar en nuevas dimensiones: en el espacio, el "ciber-espacio" y tal vez el mundo de los microbios.

(p.72)

Y finalmente:

Y las formas avanzadas de guerra biol�gica que pueden "apuntar" a genotipos espec�ficos pueden transformar la guerra biol�gica del reino del terror a una herramienta pol�ticamente �til.

(p.72 )

M�s recientemente, en 2010, la Fuerza A�rea de los EE.UU. en un documento de contra-proliferaci�n titulado "Biotecnolog�a - Pat�genos Gen�ticamente Modificados", enumerar�a varias formas en que podr�an desplegarse esas armas:

El grupo JASON, compuesto por cient�ficos acad�micos, se desempe�� como asesor t�cnico del gobierno de los EE.UU.

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Su estudio gener� seis amplias clases de pat�genos gen�ticamente modificados que podr�an representar serias amenazas para la sociedad.

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Estos incluyen, pero no se limitan a, armas biol�gicas binarias, genes de dise�o, terapia g�nica como arma, virus sigilosos, enfermedades de intercambio de hu�spedes y enfermedades de dise�o.

El documento discute la posibilidad de una,

"enfermedad que podr�a aniquilar a toda la poblaci�n o a cierto grupo �tnico".

Aunque el documento afirma que su prop�sito es estudiar tales armas como un medio para desarrollar defensas contra ellas, la historia de Estados Unidos como un agresor militar global y la �nica naci�n en la Tierra que alguna vez ha manejado armas nucleares contra otro estado-naci�n sugiere una gran probabilidad de que si tales armas pueden ser producidas, los Estados Unidos ya las han almacenado, si no ya las han desplegado.

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Proyecto Coast de Sud�frica entonces y Biotecnolog�a ahora

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La noci�n de que Occidente usa tales armas ya tiene un precedente alarmante.

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Con respecto al r�gimen de apartheid de Sud�frica, el informe de las Naciones Unidas titulado Proyecto Coast - Programa de Guerra Qu�mica y Biol�gica del Apartheid explicar�a:

Hubo cierta interacci�n entre Roodeplaat Research Laboratories (RRL) y Delta G [laboratorios de armas biol�gicas y qu�micas respectivamente], con Delta G tomando algunos de los proyectos de bioqu�mica de RRL y RRL realizando pruebas en animales de algunos productos de Delta G.

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Un ejemplo de esta interacci�n fue el trabajo antifertilidad.

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De acuerdo con los documentos de RRL [Roodeplaat Research Laboratories], la instalaci�n ten�a una serie de proyectos registrados destinados a desarrollar una vacuna contra la fertilidad.

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Este fue un proyecto personal del primer director gerente de RRL, el Dr. Daniel Goosen. Goosen, que hab�a investigado los trasplantes de embriones, le dijo a la TRC que �l y Basson hab�an discutido la posibilidad de desarrollar una vacuna antifertilidad que pudiera administrarse selectivamente, sin el conocimiento del receptor.

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La intenci�n, dijo, era administrarla a las mujeres negras de Sud�frica sin su conocimiento.

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En ese momento, la tecnolog�a parece no haber estado lo suficientemente madura como para realizar las ambiciones del r�gimen del Apartheid.

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Sin embargo, la tecnolog�a no solo existe en la actualidad, hay ejemplos de que se est� utilizando con un efecto espectacular -hasta ahora para bien-, pero podr�a usarse con la misma facilidad para el mal.

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El documento de la Fuerza A�rea de EE.UU. antes mencionado entrar�a en detalles con respecto a cada arma incluida en la lista, incluida una llamada terapia g�nica:

La terapia g�nica podr�a ser la soluci�n m�gica para el tratamiento de enfermedades gen�ticas humanas.

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Este proceso implica reemplazar un gen malo con un gen bueno para normalizar la condici�n del receptor. La transferencia del gen "saludable" requiere un vector para alcanzar su objetivo.

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Los vectores com�nmente utilizados son "virus que han sido gen�ticamente alterados para transportar ADN humano normal", como "retrovirus, adenovirus, virus adeno-asociados y virus del herpes simple".

La terapia g�nica ya se ha utilizado durante los ensayos cl�nicos para curar de forma permanente todo, desde c�nceres de sangre hasta trastornos gen�ticos raros.

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The New York Times, en un art�culo titulado, "Terapia G�nica crea Piel de Reemplazo para salvar a un Ni�o Moribundo", informar�a sobre uno de los �ltimos avances utilizando la tecnolog�a, indicando:

Los m�dicos en Europa utilizaron la terapia g�nica para producir l�minas de piel sana que salvaron la vida de un ni�o con una enfermedad gen�tica que hab�a destruido la mayor parte de su piel, inform� el equipo el mi�rcoles en la revista Nature.

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Este no fue el primer uso del tratamiento, que agrega la terapia g�nica a una t�cnica desarrollada para desarrollar injertos de piel para las v�ctimas de quemaduras.

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Pero era, con mucho, la mayor superficie corporal jam�s cubierta en un paciente con un trastorno gen�tico: nueve pies cuadrados.

Uno podr�a imaginar un arma maliciosa usada en reversa para eliminar los genes que mantienen una piel sana, causando que la piel de la v�ctima se ampolle y se caiga.

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Al utilizar la terapia g�nica como arma, el informe de la Fuerza A�rea de EE.UU. se�alar�a:

Se espera que la terapia gen�tica gane popularidad. Continuar� mejorando e indudablemente podr�a ser elegido como un arma biol�gica.

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El r�pido crecimiento de la biotecnolog�a podr�a generar m�s oportunidades para encontrar nuevas formas de combatir enfermedades o crear otras nuevas.

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Las naciones que est�n equipadas para manejar la biotecnolog�a probablemente consideren la terapia g�nica como un arma biol�gica viable.

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A los grupos o individuos que carecen de los recursos o la financiaci�n les resultar� dif�cil producir esta arma biol�gica.

Con respecto a los "virus furtivos", una variaci�n de la t�cnica de terapia g�nica militarizada, el informe dice:

El concepto b�sico de esta arma biol�gica potencial es "producir una infecci�n v�rica cr�ptica estrechamente regulada que puede entrar y propagarse en las c�lulas humanas usando vectores" (similar a la terapia g�nica) y luego permanecer latente durante un per�odo de tiempo hasta que se desencadene por un ataque interno o se�al externa.

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La se�al entonces podr�a estimular al virus para causar un da�o severo al sistema.

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Los virus furtivos tambi�n se pueden adaptar para infectar en secreto a una poblaci�n objetivo durante un per�odo prolongado utilizando la amenaza de activaci�n para chantajear al objetivo.

Con las terapias gen�ticas ya aprobadas para la venta en la Uni�n Europea y los Estados Unidos, y con m�s en camino, no est� fuera del alcance la posibilidad de que las terapias gen�ticas secretas y militarizadas tambi�n est�n ya desarrolladas y esperando, o ya desplegadas como "virus furtivos".

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'Balas �tnicas' de Israel
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A fines de la d�cada de 1990, se inform� que Israel hab�a creado con �xito un arma biogen�tica dise�ada espec�ficamente para atacar �rabes y �nicamente �rabes.

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Un recorte de prensa archivado a partir de informes de 1998 dice:

"Seg�n un informe del Jerusalem Post que cita el Informe Extranjero con sede en Londres, Israel ha desarrollado con �xito lo que se llama una "bala �tnica", que se centrar� �nicamente en los �rabes.

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El informe cita un "informe no confirmado" que se origin� en Sud�frica, que detalla c�mo los cient�ficos israel�es han fabricado un arma biol�gica hecha a medida para atacar objetivos con el sistema gen�tico �rabe.

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Los estudios a largo plazo de jud�os iraqu�es se acreditaron con proporcionar el c�digo gen�tico necesario para apuntar a los �rabes.

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Seg�n el informe, el programa de balas �tnicas se desarroll� originalmente para su uso en el Apartheid de Sud�frica para su uso contra los negros.

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Cient�ficos de ambos pa�ses trabajaron juntos para el desarrollo del programa israel�.

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Los funcionarios israel�es se negaron a confirmar la existencia de la "bala �tnica", pero uno le dijo al bolet�n informativo:

"Tenemos una cesta llena de sorpresas estrat�gicas que no dudaremos en utilizar si consideramos que el Estado de Israel est� en grave peligro".

En 1998, la popular revista de tecnolog�a con sede en los EE.UU.

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Wired inform� que Israel estaba trabajando en un agente biol�gico,

"que da�ar�a a los �rabes y dejar�a a los jud�os sin afectaciones".

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"Se ha reportado que Israel desarrolla un arma biol�gica que da�ar� a los �rabes y no afectar� a los jud�os, seg�n un informe del Sunday Times de Londres.

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El informe, que cita fuentes militares israel�es y de inteligencia occidental, dice que los cient�ficos est�n tratando de identificar los genes distintivos que llevan los �rabes para crear una bacteria o virus gen�ticamente modificado.

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Seg�n los informes, la 'etno-bomba' es la respuesta de Israel a la amenaza de que Iraq est� a solo unas semanas de completar sus propias armas biol�gicas.

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El programa 'etno-bomba' se basa en las instalaciones de investigaci�n de Israel Tesyona. Los cient�ficos est�n tratando de usar virus y bacterias para alterar el ADN dentro de las c�lulas vivas y atacar solo a las c�lulas que tienen genes �rabes.

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La tarea es muy compleja porque tanto los �rabes como los jud�os son pueblos sem�ticos. Pero seg�n el informe, los israel�es han logrado aislar las caracter�sticas particulares de ciertos �rabes, 'particularmente el pueblo iraqu�'.

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Dedi Zucker, un miembro del parlamento israel�, denunci� la investigaci�n en el Sunday Times.

'Moralmente, en base a nuestra historia, y nuestra tradici�n y nuestra experiencia, tal arma es monstruosa y debe ser negada'.

El mes pasado, Foreign Report afirm� que Israel estaba siguiendo los ignominiosos pasos de la investigaci�n de la era del apartheid, en sus supuestos esfuerzos por desarrollar una 'bala �tnica'."

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Desarrollo e Implementaci�n

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Estados Unidos mantiene una red global de laboratorios m�dicos militares y centros de investigaci�n.

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Adem�s de la 59ava Ala M�dica involucrada en la recolecci�n de material gen�tico ruso, los EE.UU. cubren toda la regi�n del sudeste asi�tico desde Bangkok, Tailandia, con su Instituto de Investigaci�n de las Fuerzas Armadas de Ciencias M�dicas (AFRIMS).

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Si bien p�blicamente afirma que existe para,

"llevar a cabo investigaci�n m�dica avanzada y vigilancia de enfermedades para desarrollar y evaluar productos m�dicos, vacunas y diagn�sticos para proteger al personal del Departamento de Defensa contra amenazas de enfermedades infecciosas",

...su personal, equipo e investigaci�n podr�an f�cilmente ser utilizados para prop�sitos duales en la creaci�n de cualquiera de las armas biol�gicas espec�ficas por etnias hasta ahora "te�ricas".

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El sitio Web de la Embajada de EE.UU. en Tailandia afirma que AFRIMS es la mayor de una red mundial de laboratorios m�dicos militares y afirma:

"AFRIMS es el mayor de una red mundial de Laboratorios de Investigaci�n M�dica en el Exterior del Departamento de Defensa de EE.UU. con laboratorios hermanos en Per�, Kenia, Egipto y las Rep�blicas de Georgia y Singapur.

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USAMD-AFRIMS tiene casi 460 miembros del personal (predominantemente tailand�s y estadounidense) y un presupuesto de investigaci�n anual de aproximadamente $ 30-35 millones."

Con laboratorios en Am�rica del Sur, Europa, �frica y Asia, y mediante el uso de subcontratistas, el ej�rcito de los EE.UU. tiene acceso a una variedad de materiales e instalaciones gen�ticas para realizar investigaciones y desarrollar todas las armas que sus propios documentos de pol�ticas han descrito.

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A trav�s de los programas financiados por el Departamento de Estado de EE.UU., los EE.UU. podr�an crear f�cilmente campa�as de "vacuna" y "cl�nicas" para ofrecer las armas biol�gicas descritas anteriormente de varias maneras.

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El Proyecto de Diversidad del Genoma Humano (HGDP) tiene como objetivo recolectar muestras biol�gicas de diferentes grupos de poblaci�n en todo el mundo, con el objetivo de construir una base de datos representativa de la diversidad gen�tica humana.

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Denunciando el proyecto desde su inicio, algunas comunidades ind�genas, ONGs y organizaciones de derechos humanos se han opuesto a los objetivos del HGDP en base a cuestiones percibidas de racismo cient�fico, colonialismo, biocolonialismo, consentimiento informado y la perspectiva de una guerra biol�gica.

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Por su parte, el Proyecto del Genoma Humano tiene su sede en el laboratorio de Cold Springs Harbor en Long Island, Nueva York.

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El sitio exacto de la notoria Oficina de Investigaci�n Eugen�sica la cual fue fundada en 1910 por la familia Harriman. El Proyecto del Genoma Humano es, por lo tanto, una continuaci�n directa del movimiento eugen�sico que comenz� en la primera parte del siglo XX.

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En 1993, RAFI (Rural Advancement Foundation International), ahora Grupo ETC (Grupo de Acci�n sobre Erosi�n, Tecnolog�a y Concentraci�n) tambi�n expres� su preocupaci�n por la reuni�n de material gen�tico humano.
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Cuando se trata del desarrollo de "etnobombas", es el estudio de los SNP lo que m�s preocupa a Edward Hammond, director del Sunshine Project y antiguo miembro del personal de RAFI.

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El enfoque principal del Proyecto Sunshine es evitar que nuevos avances en biotecnolog�a se apliquen con fines militares.

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En 1999, la British Medical Association BMA emiti� un informe llamado "Biotecnolog�a, Armas y Humanidad", que advirti� que el conocimiento gen�tico podr�a ser mal utilizado para desarrollar armas dirigidas a grupos �tnicos espec�ficos.

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El resumen ejecutivo del informe declar�:

"En las �ltimas d�cadas, los r�pidos avances en la biolog�a molecular han permitido intercambiar el material hereditario (ADN) de diferentes organismos.

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El Proyecto del Genoma Humano y los Proyectos de Diversidad del Genoma Humano est�n permitiendo la identificaci�n de la codificaci�n gen�tica humana y las diferencias en el material gen�tico normal entre diferentes grupos �tnicos.

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Durante las conferencias de revisi�n en la BTWC, los gobiernos nacionales expresaron un creciente nivel de preocupaci�n por el uso potencial del conocimiento gen�tico en el desarrollo de una nueva generaci�n de armas biol�gicas y tox�nicas.

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La investigaci�n leg�tima de agentes microbiol�gicos, relacionados tanto con el desarrollo de agentes para uso, por ejemplo, en la agricultura, como para mejorar la respuesta m�dica a agentes que causan enfermedades, puede ser dif�cil de distinguir de la investigaci�n con el maligno prop�sito de producir armas m�s efectivas."

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En diciembre de 2017 se report� que DARPA estaba invirtiendo $100 millones en tecnolog�as de extinci�n gen�tica que podr�an eliminar los mosquitos de la malaria, roedores invasores u otras especies.

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La tecnolog�a podr�a utilizarse para eliminar ciertas plagas, pero expertos de la ONU dicen que los temores sobre posibles usos militares y las consecuencias involuntarias refuerzan el argumento a favor de la prohibici�n.

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Luchando en la oscuridad y arrojando algo de luz

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El documento de la Fuerza A�rea de los Estados Unidos tambi�n se�alar�a:

Los ataques de guerra biol�gica pueden parecerse a un fen�meno de brote de enfermedad natural y ser�a muy dif�cil rastrear la fuente, descontando as� las acciones del perpetrador.

Y, de hecho, las naciones sin la capacidad de secuenciar, detectar y reaccionar de forma independiente a las armas biol�gicas gen�ticas �tnicas espec�ficas ya podr�an haber sido atacadas, o podr�an ser atacadas en cualquier momento sin ning�n medio de saberlo, y mucho menos de reaccionar.

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Por otro lado, las naciones con no solo una industria biotecnol�gica bien desarrollada, sino tambi�n con laboratorios militares enfocados en detectar y lanzar una guerra biol�gica con tales armas - para ellos ser�a como pelear una guerra contra un enemigo con los ojos vendados.

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Para eliminar la venda, los gobiernos y las instituciones militares de todo el mundo, as� como las comunidades y las instituciones locales, necesitar�an desarrollar y tener acceso a un medio r�pido y eficiente para secuenciar el ADN, detectar anormalidades y desarrollar posibles terapias gen�ticas correctivas para reparar o "parchar" el ADN malicioso militarizado introducido en una poblaci�n.

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La vigilancia de la guerra biol�gica tendr�a que hacerse no solo a trav�s de la poblaci�n de una naci�n, sino tambi�n a trav�s de su suministro de alimentos y agua, as� como su ganado, la vida silvestre y las poblaciones de insectos.

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Los cultivos gen�ticamente modificados se han dise�ado para atacar y desactivar genes en insectos y podr�an utilizarse con la misma facilidad para atacar genes humanos.

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En el art�culo de Science Daily, "Cultivos que Matan las Plagas al Apagar sus Genes", declara:

"Las plantas se encuentran entre muchos eucariotas que pueden 'apagar' uno o m�s de sus genes mediante el uso de un proceso llamado interferencia de ARN para bloquear la traducci�n de prote�nas.

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Los investigadores ahora est�n armando esto mediante cultivos de ingenier�a para producir fragmentos de ARN espec�ficos que, tras la ingesti�n por insectos, inician la interferencia de ARN para apagar un gen diana esencial para la vida o la reproducci�n, matando o esterilizando a los insectos."

Todav�a se est�n realizando estudios para determinar qu� da�o le causan a la salud humana los organismos modificados gen�ticamente (OMG) en su estado actual.

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Descubrir y reaccionar a los OMG furtivos y militarizados ser� a�n m�s dif�cil.

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El uso de mosquitos gen�ticamente modificados para administrar "vacunas" presenta otro posible vector para la biotecnolog�a militarizada.

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La naturaleza cada vez m�s "global" de muchos programas de vacunaci�n es tambi�n un peligro inminente, especialmente porque estos programas est�n dirigidos principalmente por potencias occidentales, muchas de las cuales protegieron, cooperaron e incluso ayudaron e instigaron al r�gimen de apartheid sudafricano, incluso con sus diversos programas de armas.

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La biotecnolog�a no es solo una cuesti�n de econom�a. Es una cuesti�n de 'seguridad' nacional...

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Permitir que las empresas extranjeras que representan a intereses extranjeros comprometidos o nebulosos produzcan vacunas para usos humanos o veterinarios o alterar los genomas de los cultivos agr�colas de un pa�s para obtener los beneficios percibidos no puede superar las amenazas posibles y actualizadas.

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En un mundo donde la guerra se extiende al espacio cibern�tico y gen�tico, las naciones que carecen de sistemas de salud humanos independientes capaces de producir sus propias vacunas o manejar su propia biodiversidad se encuentran tan indefensas como naciones sin ej�rcitos, marinas o fuerzas a�reas.

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Por muy impresionantes que sean las capacidades militares convencionales de una naci�n, carecen de una planificaci�n y defensa adecuadas con respecto a esta nueva y creciente amenaza biotecnol�gica que mitiga todas las ventajas posibles y maximiza esta debilidad fatal.

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Si la gen�tica es una forma de informaci�n viviente, los conceptos familiares para los expertos en seguridad de TI pueden ser �tiles para explicar c�mo protegerse contra el "c�digo" malicioso introducido en nuestros sistemas vivos.

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La capacidad de "escanear" nuestro ADN y detectar c�digo malicioso, eliminarlo o parchearlo, y desarrollar medidas de protecci�n contra �l, incluido el "respaldo" de genomas individuales de forma biol�gica y digital, no impedir� por completo que las armas biol�gicas generen da�os, pero mitigar�n su impacto - transformando un posible exterminio de una etnia o raza entera a un brote contagioso, relativamente menor.

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No podemos estar seguros de cu�ntos estados est�n tratando de desarrollar armas gen�ticas.

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Pero podemos estar seguros de que las entidades que intentan desarrollarlas son estados (tal vez con la ayuda de grandes contratistas corporativos) y no grupos terroristas.

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Esto se debe a que solo los estados pueden administrar la compleja ciencia que requiere la investigaci�n gen�tica.

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La Dra. Claire Fraser, presidenta y directora del Instituto de Investigaci�n Gen�mica (Tigr) dice que aunque los datos gen�ticos sobre los pat�genos humanos son p�blicos, nadie sabe lo suficiente como para convertir esta informaci�n en armas biol�gicas.

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Por supuesto, una vez que los estados crean estas armas, es posible que los grupos terroristas las compren o las roben.

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La integraci�n de la biotecnolog�a en la planificaci�n e implementaci�n de la seguridad nacional de una naci�n ya no es opcional ni especulativa.

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Si ya existen las herramientas para manipular y dirigir genes para bien, entonces tambi�n existen las herramientas para abusar de ellos.

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