por�Erika Check Hayden
12 Octubre 2016
del Sitio Web�
Nature

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles


Por qu� muchas mutaciones de genes �letales�

Est�n resultando ser inofensivos.


Acechando en los genes de la persona promedio hay alrededor de 54 mutaciones que se ven como si deber�an enfermar o incluso matar a su portador.Pero no lo hacen.Sonia Vallabhesperaba que el gen D178N (genPrP) fuera una de esas mutaciones.

En 2010, Vallabh hab�a visto a su madre morir de una enfermedad misteriosa llamada 'insomnio familiar fatal', en la que prote�nas pri�nicas mal plegadasse agrupan y destruyen el cerebro.

Al a�o siguiente, Sonia fue examinada y se encontr� que ten�a una copia del gen de laprote�na pri�n PRNP con la misma falla gen�tica - D178N - que probablemente hab�a causado la enfermedad de su madre.Era una verdadera sentencia de muerte: la edad promedio del inicio es de 50, y la enfermedad progresa r�pidamente.

Pero era una sentencia que Vallabh, entonces de 26 a�os, iba a aceptar sin luchar.

As� que ella y su marido,Eric Minikel, renunciaron a sus respectivas carreras de derecho y consultor�a de transporte para convertirse en estudiantes graduados en biolog�a.

Su objetivo era aprender todo lo posible sobre el insomnio familiar fatal y qu� es lo que, en todo caso, podr�a hacerse para detenerlo.Una de las tareas m�s importantes fue determinar si la mutaci�n D178N causaba definitivamente la enfermedad.

Pocos habr�an pensado plantear semejante pregunta en los �ltimos a�os, pero la gen�tica m�dica ha estado pasando por un poco de examinaci�n de conciencia.El r�pido ritmo de la investigaci�n gen�mica desde el comienzo del siglo XXI ha incluido en la literatura miles de mutaciones gen�ticas asociadas con la enfermedad y la discapacidad.

Muchas de esas asociaciones son s�lidas, pero las puntuaciones de las mutaciones que una vez sugirieron ser peligrosas o incluso mortales, est�n resultando ser inocuas.

Estos lobos con piel de oveja est�n siendo desenmascarados gracias a uno de los m�s grandes estudios de gen�tica que alguna vez se llevaron a cabo:

el Exome Aggregation Consortium, oExAC.

ExAC es una idea simple.Combina las secuencias de la regi�n codificante de prote�nas del genoma -el exoma- de m�s de 60,000 personas en una sola base de datos, permitiendo a los cient�ficos comparar y comprender lo variable que son.

Sin embargo, el recurso est� teniendo un tremendo impacto en la investigaci�n biom�dica.Adem�s de ayudar a los cient�ficos a tirar falsos v�nculos a la enfermedad gen�tica, est� generando nuevos descubrimientos.

Al mirar m�s de cerca la frecuencia de mutaciones en diferentes poblaciones, los investigadores pueden obtener una perspectiva de lo que muchos genes hacen y c�mo funcionan productos proteicos.


ExAC le ha puesto de cabeza la gen�tica humana, dice el genetistaDavid Goldstein de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.

En lugar de comenzar con una enfermedad o rasgo y trabajando hacia atr�s para encontrar sus bases gen�ticas, los investigadores pueden comenzar con mutaciones que parecen que deber�an tener un efecto interesante e investigar lo que podr�a estar sucediendo en las personas que los albergan.

"Esto realmente es una nueva forma de trabajar", dice.

ExAC tambi�n est� proporcionandouna mejor informaci�n para las familias que enfrentan diagn�sticos gen�ticos.

D178N, por ejemplo, era fuertemente sospechoso de causar enfermedad pri�nica, ya que se hab�a visto en varias personas con la enfermedad y rara vez en otros lugares.Pero antes de ExAC, nadie realmente ten�a el poder de ver cu�n raro era.

Si aparece en las personas m�s frecuentemente que las enfermedades pri�nicas, eso significar�a que el riesgo de contraer la enfermedad de Vallabh es mucho menor de lo previsto.

"Necesit�bamos averiguar si esta mutaci�n nunca se hab�a visto en una poblaci�n sana", dice Minikel.

Recolecci�n de datos

ExAC naci� de la frustraci�n.

En 2012, el genetistaDaniel MacArthurestaba empezando su primer laboratorio, enel Hospital General de Massachusetts(MGH) de Boston.

Quer�a encontrar mutaciones gen�ticas que causan enfermedades musculares raras, y necesitaba dos cosas:

  • secuencias del genoma de las personas con estos trastornos

  • secuencias del genoma de las personas sin ellas

Si una mutaci�n fuera m�s com�n en las personas con un trastorno que en los controles sanos, era l�gico pensar que la mutaci�n era una causa probable.

El problema era que MacArthur no pod�a encontrar suficientes secuencias de las personas no afectadas.Necesitabaun mont�n de exomas, y aunque los investigadores hab�an estado secuenci�ndolas por los miles, los conjuntos de datos existentes no eran lo suficientemente grandes.

Nadie hab�a recopilado lo suficiente en un solo recurso combinado, estandarizado.

Daniel MacArthur convenci� a los investigadores

Compartir datos gen�ticos de decenas de miles de personas.

Sam Goresh para Nature

As� MacArthur empez� a preguntar a sus colegas para compartir sus datos con ellos.

�l era muy adecuado para la tarea:

Era uno de los primeros que adoptaron los medios sociales, sus animados blogs y mordaces comentarios en Twitter le hab�an hecho extraordinariamente populares y de autoridad para un joven cient�fico.

Tambi�n ten�a una posici�n con elInstituto Broaden Cambridge, Massachusetts, una fuente inagotable de secuenciaci�n del genoma.

MacArthur convenci� a los investigadores a compartir los datos de decenas de miles de exomas con �l;la mayor�a estaban de alguna manera conectados con el Instituto Broad.

Todo lo que quedaba era analizar los datos, pero esa no era una tarea trivial.Aunque los genes hab�an sido secuenciados, los datos en bruto se analizaron usando diferentes tipos de software - incluyendo algunos que estaban fuera de fecha.

Si un individuo en la colecci�n mostraba una mutaci�n rara, podr�a ser real - o podr�a ser un artefacto de c�mo los diferentes programas 'llamados' las bases internas, juzgando si eran,

  • As

  • Cs

  • Ts

  • Gs

MacArthur necesitaba algo que normalizar�a este gigantesco conjunto de datos.

Broad hab�a desarrollado un software que extra�a-genomas, pero no estaba a la altura de la tarea de batir a trav�s de la enorme cantidad de datos incluidos en ExAC.

As� que el equipo de MacArthur trabaj� estrechamente con los programadores generales para poner a prueba el software y ampliar sus capacidades.

"Esos fueron unos muy terribles 18 meses", recuerda MacArthur. Nos encontramos con todos los obst�culos imaginables y no ten�an nada que mostrar."

Inter�s personal

Mientras esto suced�a, en abril de 2013, Vallabh estaba aprendiendo c�mo trabajar con c�lulas madre en el MGH mientrasMinikel estudiaba la bioinform�tica.

Minikel se reuni� con MacArthur para el almuerzo y explic� su curiosidad y la de Vallabh acerca de si exist�a el D178N en personas sanas.Admite que estaba impresionado por la reputaci�n de MacArthur.

"Pens� que si pod�a conseguir que �l pensara en mi problema durante media hora, esa ser�a probablemente la cosa m�s importante que suceder�a en toda mi mes", dice Minikel.

Ambos subieron al laboratorio de MacArthur, donde el bioinform�ticoMonkol Lekrealiz� una b�squeda sobre los datos ExAC que hab�an sido analizados hasta el momento - en cerca de 20,000 exomas.

No vieron la mutaci�n de Vallabh.Esa no era una buena noticia, pero m�s optimistas acerca de la exploraci�n de los datos, Minikel se uni� al laboratorio de MacArthur.

En junio de 2014, el equipo de MacArthur y sus colaboradores ten�an un conjunto de datos que confiaban en - exomas de 60,706 personas representando a diversos grupos �tnicos, que cumpl�an con ciertos umbrales de salud y consentimiento.

Lanzaron ExAC ese mes de octubre en la reuni�n anual de laSociedad Americana de Gen�tica Humana(SAG), en San Diego, California.Inmediatamente, los investigadores y los m�dicos reconocieron que los datos podr�an ayudar a la refundici�n de su comprensi�n de los riesgos gen�ticos.

Muchos estudios de asociaci�n de la enfermedad, sobre todo en los �ltimos a�os, han identificado mutaciones pat�genas simplemente porque los cient�ficos que realizaban los an�lisis de un grupo de personas con un trastorno encontraron mutaciones que parec�an ser las culpables, pero no las encontraron en personas sanas.

Pero es posible queno estaban buscando lo suficiente, o en las poblaciones adecuadas.La base de datos de gen�tica �sana" ha tendido a provenir principalmente de personas de ascendencia europea, que pueden sesgar los resultados.

En agosto de este a�o, el grupo de MacArthur public�1su an�lisis de los datos ExAC enNature, revelando que muchas mutaciones que se cre�an perjudiciales probablemente no lo son.

En un an�lisis, el grupo identific� 192 variantes que se hab�a pensado previamente que eran pat�genos, pero resultaron ser relativamente comunes.Los cient�ficos revisaron los documentos sobre estas variantes, buscando indicios plausibles que, efectivamente causaron la enfermedad, pero pudieron encontrar pruebas s�lidas de s�lo nueve de ellos.

La mayor�a son benignos en realidad, de acuerdo con los est�ndares establecidos por elColegio Americano de Medicina Gen�tica y Gen�mica(ACGM), y muchos ahora se han reclasificado como tal.

Un trabajo similar promete tener un impacto directo en la pr�ctica m�dica.

En un documento complementario,2�el genetistaHugh Watkinsde la Universidad de Oxford, Reino Unido, analiz� los genes asociados con ciertos tipos de miocardiopat�a que causan debilitamiento gradual del m�sculo del coraz�n.

Sin ser detectados, pueden conducir a la muerte s�bita, y se ha vuelto bastante com�n examinar a los familiares de las personas con las condiciones de mutaciones gen�ticas asociadas con ellos.

Aquellos encontrados de tener un riesgo gen�tico eran a veces aconsejados de conseguir un desfibrilador implantado, que proporciona descargas el�ctricas al coraz�n si �ste parece estar latiendo de forma anormal.

Watkins cheque� la base de datos ExAC para obtener informaci�n sobre los genes que han sido asociados con estas enfermedades del coraz�n, y encontr� que muchas mutaciones son demasiado comunes entre las personas sanas de ser pat�genos.

Alrededor de 60 genes han sido implicados como albergando mutaciones pat�genas que causan una forma de la enfermedad;El an�lisis de Watkins revel� que 40 de estos probablemente no llevan ning�n v�nculo.

Esto era preocupante.

"Si usted tiene un riesgo gen�tico que usted cree que est� prediciendo la enfermedad, pero no lo est�, puede terminar haciendo cosas dr�sticas que pueden da�ar a alguien", dice Watkins.

Incluso algunas de las mutaciones que parecen ser fiables relacionadas con la enfermedad no son una apuesta segura � tal como aquellas dePRNP.

Definitivamente, hay mutaciones en el gen que causa la enfermedad, pero algunas variantes podr�an no ser pat�genos o podr�an elevar el riesgo s�lo ligeramente (ver�'The Deadly Mutations that Weren't').

Para averiguar el estado de D178N, Vallabh y Minikel reunieron datos gen�ticos de m�s de 16,000 personas que hab�an sido diagnosticados con enfermedades pri�nicas, y los compararon con los datos de casi 600,000 otras, incluidos los participantes ExAC.3

LAS MUTACIONES LETALES QUE NO LO ERAN

LAS enfermedades del Pri�n son transtornos neuro-degenerativos raros causados por prote�nas de Prion mal plegadas. Aproximadamente 63 mutaciones en el gen PRNP han sido vinculadas a ellas, pero hasta ahora ha sido dif�cil estimar la probabilidad de que una dada variante va a resultar en enfermedad, una medida conocida como infiltraci�n. Los datos compilados por el consorcio Exome Aggregation (ExAC) pueden ayudar.

PRNP

En datos de la secuencia g�nica de 16,025 personas con enfermedad del prion, algunas mutaciones en PRNP son bastante comunes:

Aqu�, los cient�ficos han asumido generalmente infiltraci�n completa. Si usted tiene una de estas mutaciones, usted contraer� la enfermedad.

ESTUDIO CON LA BASE DE DATOS ExAC

Ocurrencia de enfermedad pri�nica total: en cada 1,000,000 por a�o.

ExAC contiene las secuencias de la prote�na-codificaci�n 60,706 personas.

N�mero de personas con mutaciones de PRNP en ExAC: 1,7

n�mero real de personas con mutaciones: 52

10 personas en ExAC tienen esta mutaci�n, lo que sugiere que probablemente no causa la enfermedad o que plantea riesgo s�lo marginalmente:
-0,1% infiltraci�n

2 personas tienen esta mutaci�n, lo que sugiere que puede aumentar el riesgo s�lo ligeramente:
-8% infiltraci�n

Nadie en la base de datos tiene esta mutaci�n, lo que significa que es probable que sea causal:
-100% infiltraci�n

Estimaciones previas de infiltraci�n para todas las

mutaciones pueden ser revisadas compartiendo la

base de datos de la enfermedad con ExAC.

La pareja se encontr� que 52 personas en ExAC ten�an mutaciones PRNP que se han relacionado con enfermedades pri�nicas, pero basados en la prevalencia de la enfermedad, habr�an esperado ver tal vez dos.

Minikel calcula que algunas de estas mutaciones letales supuestamente elevaban ligeramente el riesgo de enfermedad pri�nica de una persona;algunos parec�an no estar relacionados con la enfermedad pri�nica en absoluto.

Este trabajo proporciona una visi�n para la gente comoAlice Uflacker.

En 2011, el padre de Uflacker, Renan, muri� a causa dela enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una enfermedad pri�nica que causa un r�pido deterioro mental y f�sico.Ten�a 62 a�os. Alice descubri� que llevaba una mutaci�n PRNPllamada V210I, que hab�a sido relacionada con la enfermedad de su padre en estudios previos.

Tres a�os m�s tarde, ella aprendi� de Minikel que la mutaci�n confiere, a lo sumo, un peque�o riesgo de la enfermedad.La informaci�n era muy �til, y el resultado l�gico;su abuela hab�a vivido a 93 a pesar de tener la misma mutaci�n.

Vallabh y Minikel no encontrar�an tal alivio, sin embargo.D178N estuvo ausente de los otros genomas que consultaron, y sigue siendo altamente probable que cause enfermedad pri�nica.

Minikel y Vallabh ya hab�an empezado a sospechar tanto, a medida que Minikel excavaba en los datos.

"Durante todo el camino hubo confirmaci�n gradual de lo que est�bamos asumiendo todos modos," dice Minikel.No hubo ning�n momento en el que dijimos, 'Ah, esta es la peor de las noticias.'Ya hab�amos conseguido la peor noticia�.

Nocaut humanos

ExAC est� revelando mucho acerca de los genes a trav�s de la frecuencia de las mutaciones.

MacArthur y su equipo encontraron1de 3,200 genes que casi nunca mutan seriamente en ninguno de los genomas ExAC - una se�al de que estos genes son importantes.Y, sin embargo el 72% de ellos nunca antes han sido relacionados con la enfermedad.Los investigadores est�n ansiosos por estudiar si algunos de estos genes tienen partes no apreciadas en la enfermedad.

Por el contrario, el grupo ha encontrado cerca de 180,000 casos de mutaciones tan graves que vuelven sus productos proteicos completamente inactivos.Los cient�ficos han estudiado durante mucho tiempo los genes, noque�ndolos en animales tales como ratones, de modo que no funcionen.

Al observar los s�ntomas que se desarrollan, pueden estudiar lo que hacen los genes.Pero eso nunca ha sido posible en los seres humanos.

Ahora, los investigadores est�n ansiosos por estudiar estos noqueos naturales humanos naturales para comprender lo que pueden revelar acerca de c�mo se desarrollan las enfermedades o c�mo pueden ser curados.MacArthur y otros investigadores se est�n preparando para dar prioridad a que los genes humanos noqueados para el estudio y c�mo contactar con las personas que los portan para m�s estudios.

Pero tendr� que esperar hasta que se complete la segunda fase de ExAC.

Cuando sea presentado en la reuni�n de SAG en Vancouver, Canad�, este mes, va a duplicar el tama�o del conjunto de datos de 135,000 exomas e incluir� unas 15,000 secuencias de todo el genoma, lo que deber�a permitir a los investigadores explorar las mutaciones en las regiones reguladoras del genoma que son no capturadas por secuenciaci�n del exoma.

ExAC se est� convirtiendo en una herramienta est�ndar en la gen�tica m�dica.

Los laboratorios cl�nicos de todo el mundo ahora revisar�n antes de decirle a un paciente que un fallo en particular en su genoma podr�a estar enferm�ndolos.Si la mutaci�n es com�n en ExAC, es poco probable que sea nocivo.

La genetistaLeslie Bieseckeren edelInstituto Nacional de Investigaci�n del Genoma Humanoen Bethesda, Maryland, dice que su laboratorio utiliza ExAC diariamente en el cuidado del paciente.

"Es un factor cr�tico que tomamos en consideraci�n para cada variante," dice.

�l y otros genetistas ahora se est�n embarcando en unminucioso c�lculo con la literatura gen�ticaque probablemente tomar� a�os.

ExAC tambi�n ha llevado a casa un punto que Goldstein y otros investigadores han hecho en repetidas ocasiones:

que fallar al no incluir a personas de pa�ses asi�ticos, africanos, latinos y otras ascendencias no europeas est� frenando la comprensi�n de c�mo los genes influyen en la enfermedad mediantela limitaci�n de la vista de la diversidad gen�tica humana.

Ahora hay un nuevo impulso para incluir grupos sub-representados en los estudios previstos enlazando la gen�tica y la informaci�n de salud en un gran n�mero de personas, tales como laIniciativa de Medicina de precisi�n estadounidense.

Para Vallabh y Minikel, ExAC proporciona una confirmaci�n desalentadora, pero tambi�n una prometedora idea.

Los estudios de Minikel han identificado3�a tres personas en ExAC con mutaciones que deben silenciar una de las dos copias del gen de la prote�na pri�nica.Si son capaces de vivir con una cantidad limitada de funcionamiento de la prote�na, tal vez un f�rmaco podr�a silenciar la prote�na defectuosa en Vallabh, evitando la agregaci�n de priones y la progresi�n de la enfermedad, sin efectos secundarios peligrosos.

Minikel se puso en contacto con uno de los individuos, un hombre en Suecia, que accedi� a donar algunas c�lulas para la investigaci�n.

Minikel y Vallabh se han unido ahora el laboratorio bioqu�mico deStuart Schreiberen el Instituto Broad, donde est�n trabajando a tiempo completo para encontrar f�rmacos candidatos para el tratamiento de las enfermedades pri�nicas.

La pareja ejemplifica el reto de traducir los datos ExAC en beneficios cl�nicos reales.

"No podemos echarnos para atr�s de esto", dice Vallabh.Tenemos que ir a trav�s de esto."

Su situaci�n no pod�a ser m�s ilustrativa de lo que est� en juego: Vallabh tiene ahora 32 a�os de edad - s�lo 20 a�os m�s joven de lo que era su madre cuando muri�.

Ella no tiene tiempo que perder.

Referencias

  1. Lek, M. et al.Naturaleza 536, 285-291 (2016) -Analysis of Protein-Coding Genetic Variation in 60,706 Humans.�

  2. Walsh, R. et al.Medicina Gen�tica.(2016) -Reassessment of Mendelian Gene Pathogenicity Using 7,855 Cardiomyopathy Cases and 60,706 Reference Samples.�

  3. Minikel, EV et al.Sci.Trad.Medicina.8, 322ra9 (2016) -Quantifying Prion Disease Penetrance Using Large Population Control Cohorts.