por�
Jeff Wilson

28 Febrero 2016

del Sitio Web�TheSpiritScience

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

A medida que crecemos, somos m�s conscientes, y el amor, nuestros pensamientos y acciones cambian tambi�n.

Esto se debe no s�lo a nuestros objetivos cambiantes, sino tambi�n a los recursos que extraemos siendo m�s productivos.�A medida que 'despertamos' al mundo como es en verdad, la verdad de todo esto nos cambia desde el n�cleo hacia el exterior.

Aun somos humanos, por lo que todav�a experimentamos y proyectamos negatividad, pero la magnitud y la duraci�n del tiempo son cambios negativos.�

Todav�a me enojo con algunas cosas bastante tontas, pero donde antes yo me convert�a en una bola de rabia y autodestrucci�n, lo acepto como es y sonr�o a mi coraz�n.

Doy gracias por ser capaz de experimentar una serie de emociones, y a trav�s de ese amor y aceptaci�n, mi rabia desaparece.�A trav�s de los a�os de experiencia y aprendizaje, he llegado a entender las trampas a las que la vida nos puede enga�ar a entrar.

Aqu� est� una lista de algunas de esas emociones y conceptos que usted deja ir de forma natural al alcanzar niveles superiores de conciencia.


El odio

Habl� un poco de esto, pero la ira y el odio son tristemente aspectos dominantes de nuestra sociedad.

La ira es como un fuego en nuestras almas, que nubla los ojos de humo y ahoga las expresiones verdaderas.�El sentimiento de enojo es nauseabundo y totalmente destructivo.�Despu�s de pasar el tiempo suficiente en la presencia del amor, el odio nos hace sentir mal f�sicamente.

La fuerza percibida que proviene de la ira, es vista como de una dimensi�n y como improductiva.


Los celos

Los celos es un descendiente directo del pensamiento comparativo.

Nos fijamos en lo que tenemos y hacemos comparaciones con otros. Entonces juzgamos las dos partes de los elementos superficiales.�A medida que crecemos como personas y llenamos nuestras vidas de amor y obras de compasi�n, dejamos de preocuparnos por lo que otros tienen.

Reconocemos nuestros propios �xitos y fracasos como valiosos e irremplazables.�Esto hace valiosas y sin precio nuestras propias �pertenencias� mentales y espirituales.

La alegr�a unida a experiencias y seres queridos nos ha mostrado la fragilidad de la b�squeda de objetos f�sicos.�Al ver a otros con una comprensi�n m�s profunda o una forma expresa con m�s fuerza del amor, estamos contentos de haber sido testigo de ello.

Estamos llenos de alegr�a por el �xito de otros, porque todo el mundo merece ser feliz.

El miedo al fracaso

Para usted poder construir su conciencia y preparar sus herramientas de la atenci�n plena, usted sin duda ha tropezado m�s de una vez.

Pero a medida que nos hacemos mayores y m�s sabios, tenemos cada vez menos miedo de golpearnos las rodillas.

Sabemos que el da�o del fracaso s�lo se extiende hasta una lecci�n no aprendida.�Damos la bienvenida a todas las oportunidades de crecimiento y conocimiento.

Nuestras 'herramientas' no ser�an tan agudas si nunca hubieran sido 'agudizadas', por el sufrimiento.


La inseguridad

Esta hija del pensamiento comparativo es normalmente una de las primeras formaciones negativas que nos dejan.�La inseguridad no puede prevalecer donde hay aceptaci�n, amor y esperanza para el futuro.

Recordemos que somos una forma perfecta y en constante evoluci�n de belleza.

Ansiedad

El futuro y el pasado no son m�s que misterios e historias.

No permitimos que lo desconocido nos cause malestar.�Lo hemos enfrentado muchas veces y hemos sobrevivido para mejor.


La venganza

Si alguien nos hace da�o, el impulso natural en un momento es de�devolver el favor.

A medida que conquistamos nuestras propias formaciones negativas, llegamos a reconocer el dolor que alimenta los antagonistas en nuestra vida.�Nosotros no los odiamos, no queremos inyectar m�s negatividad en el mundo.

Al mantenerse cuidadoso de los da�os potenciales, los evitamos o tratamos de salvarlos de la negatividad de sus acciones.