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traducci�n de
Adela Kaufmann � �
� � � � � � � El estilo de vida minimalista va en aumento. � Definido por la gente que se despojan de lo que poseen hasta lo esencial, esto es una forma de vida que lucha activamente contra la compulsi�n consumista sin descanso para comprar m�s cosas. � Si bien este movimiento - aunque est� creciendo - es a�n peque�o, sus valores est�n siendo tenidas en cuenta por una generaci�n de j�venes que se han alienado por las normas sociales y la presi�n de la sociedad, al darse cuenta de que est�n completamente inundados con cosas que no quieren o no necesitan. � La Generaci�n 'Y' o Generaci�n del Milenio�parece estarse desenamorando r�pidamente de sus posesiones. � Denominado "Generaci�n de Renta," las ideas concomitantes de la transitoriedad y la inseguridad se han filtrado en otras �reas de sus vidas.�A medida que se vuelven m�s libres de ataduras de posesiones y se vuelven m�s desinteresados en la posesi�n, la importancia de las experiencias y autenticidad crece. � Para muchos j�venes, el compromiso entre trabajar largas horas que demandan las modernas exigencias del lugar de trabajo y las recompensas que puede aportar - como finalmente ser capaz de poner un dep�sito inicial en una casa que medio les agrada a los 40, o comprar un modelo apenas mejorado del �ltimo tel�fono m�vil - apenas parece vale la pena. � Los altos precios de la vivienda, el�estancamiento de los salarios, y enormes cantidades de deuda personal han contribuido a esto. � El tradicional�de nueve a cinco ha pr�cticamente desaparecido, y el trabajo se ha vuelto poco fiable e inseguro. � Con mucha gente encontrando que tienen que comprar art�culos incluso bastante sin ostentaci�n, como muebles, financiados, ellos son muy conscientes (sobre todo con la �ltima crisis financiera aguda en su memoria) que todo puede ser quitado de ellos. � Adem�s, en una generaci�n que valora,
...las posesiones est�n siendo vistas como cada vez m�s agobiantes. � Esto es evidente en los sectores m�s ricos de la sociedad.�A pesar de que las consideraciones financieras son ciertamente un factor en el rechazo de la propiedad de la mayor�a de la gente, es la libertad de la propiedad y la responsabilidad que �sta tr�e lo que ha demostrado ser irresistible para los ricos. � El crecimiento del�s�per alquiler de coches�, la aparici�n de exclusivos�clubes de inversi�n de propiedad�, donde se comparten propiedades de lujo en lugar de propiedad, y los ricos alquil�ndonos a nosotros sus propiedades dan fe de ello. � Todo apunta a una �lite que se est�n volviendo cada vez m�s�desinteresado en ser due�o de�nada�, y que en cambio quieren seguir una clase de existencia libre y sin trabas. � Siguiendo esta forma de vida, los acomodados pueden disfrutar de los s�mbolos tradicionales de los super-ricos sin llegar a poseer nada de eso. � El "Billonario sin hogar"�Nicolas Berggruen�particularmente encarna todo este modo de pensar.� � � Nicolas Berggruen � � Viaja por todo el mundo con una peque�a bolsa de ropa y su tel�fono, se aloja en hoteles y llevando un enorme afluente estilo de vida, sin embargo, sin posesiones. � El hecho de que incluso los muy ricos se est�n desenamorando de la idea de propiedad es sorprendente, y muestra que no es solamente la falta de dinero que est� alejando a la gente de la constante adquisici�n de bienes. � Hasta cierto punto, es incluso posible decir que�el minimalismo se ha convertido en un s�mbolo de lujo. � La influencia de la moda no puede ser sobreestimada al considerar esta tendencia. � El movimiento inconformista - posiblemente la tendencia que define la generaci�n del milenio hasta ahora � autenticidad valorada, originalidad y buen gusto (aunque, a veces, esto era o es interpretado como hip�crita, elitista, o insincero), convirtiendo el consumismo "sin sentido" en un reflejo negativo en el car�cter de alguien. � Esto se tradujo en las personas que toman decisiones bien pensadas y compran menos bienes,�con un �nfasis particular en lo hecho a mano y art�culos no corporativos. � De manera lenta, el movimiento de la artesan�a, y el ascenso imparable del "vintage" representa todo esto.�En tal atm�sfera, la compra sin fin de cosas podr�a ser vista como burda y torpe, un fracaso en apreciar las cosas menos tangibles y m�s importantes en la vida.�Esto se combina con las preocupaciones ambientales genuinamente sentidas. � La gente est� cada vez m�s consciente del impacto que la producci�n constante de art�culos de usar y tirar tiene sobre el mundo que les rodea y est�n optando por salir de las pr�cticas perjudiciales para el ambiente. � Las mejoras tecnol�gicas tambi�n juegan un papel. � La generaci�n del milenio se han estado alejando de la idea de la propiedad porque el concepto en s� mismo se ha vuelto tan intangible.�Ahora, la mayor parte de nuestro consumo de m�sica, libros, juegos y pel�culas implica una transacci�n en la que no se intercambia absolutamente nada f�sico. � Es posible poseer una biblioteca entera de literatura y no poseer un solo libro f�sico, y como la gente del milenio comienza a jugar sus vidas en las redes sociales con tanta o con m�s intensidad que su vida en el mundo real, la ilusi�n de algo puede ser tan valioso como su contrapartida tangible. � Esto se puede ver en todas partes en Internet. � Compartir fotos de la comida en un buen restaurante est� convirtiendo r�pidamente en tan importante como la experiencia de comer en realidad la comida. Muchos j�venes, ya sea conscientes o no, est�n constantemente construyendo su "marca personal", algo et�reo que puede ser mucho m�s ventajoso que cualquier posesi�n material.�En este caso, tener los s�mbolos materiales de un cierto estilo de vida no es un medio tan importante como la�que parece�tenerlos. � Aqu� es donde realmente entra en foco el valor incrementado que la gente del Milenio ha colocado en las experiencias. � En Instagram, Twitter, Pinterest, o Facebook, fotograf�as bellamente posadas de destinos de viajes en todo el mundo van a tener mucha m�s tracci�n con una audiencia que una imagen del estado de arte de una televisi�n reci�n comprada. � En este contexto,�la televisi�n es banal, y puede incluso dar una impresi�n de personalidad superficial y carente de imaginaci�n. � En los (en gran medida fuertemente editadas y enormemente idealizadas) fotos de aventuras y experiencias, los del nuevo milenio pueden clavar sus colores al m�stil, transmitiendo la impresi�n de que son una persona interesante y reflexiva. � Tal vez lo m�s pertinente, la gente - incluso aquellos que pueden permitirse el lujo de comprar en cualquier exceso del capitalismo desean - han comenzado a darse cuenta de que las constantes oleadas de adquisici�n y descarte de cosas no les hace felices.�En el mundo desarrollado, la humanidad vive en el estado m�s seguro y m�s c�modo que nunca ha logrado, sin embargo, muchos a�n sienten insatisfechos e incluso a veces realmente miserables. � El n�mero de estadounidenses tan afectado por�problemas de salud mental�que califican para la�Seguridad de Ingreso Suplementario�(SSI) o�Seguro de Incapacidad del Seguro Social�(SSDI) aument� casi dos veces y media entre 1987 y 2007, y esto se refleja en otros pa�ses de todo el mundo . � En este entorno, las personas todav�a est�n buscando a su alrededor m�s significado. � Trabajando constantemente simplemente para comprar la segunda mejor opci�n ha demostrado ser vac�o y poco satisfactorio para muchas personas, incluso si tienen la suerte de ser capaces de permitirse el lujo que muchas personas han encontrado. � Si bien los factores obvios como la creciente popularidad del movimiento minimalista y las personas activamente deshaci�ndose de las cosas que poseen es el ejemplo m�s notable de este sentimiento, que es algo que se puede sentir a trav�s de la generaci�n del milenio. � A medida que la tecnolog�a sigue avanzando, la conservaci�n y las cuestiones ecol�gicas se vuelven cada vez m�s marcadas, y el mundo real, material pierde el favor ante el que puede ser encontrado en l�nea, el concepto de propiedad podr�a encontrarse volvi�ndose cada vez m�s irrelevante. � Con la gente del nuevo milenio gradualmente�desenamor�ndose de sus posesiones�, podr�an ser las generaciones que les siguen ser las pioneras de�un nuevo modo de vida, lejos de la mentalidad consumista que han definido las �ltimas d�cadas. � � � |
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