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21 Marzo 2016
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � � � Es tan dif�cil y peligroso tratar de liberar a la gente que quiere vivir en la esclavitud como lo es tratar de esclavizar a un pueblo que quiere vivir en libertad ".
Nicol�s Maquiavelo �
� � Si es as�, entonces�siga leyendo, con los ojos abiertos y con el coraz�n lleno.�Si no es as�, es el momento de abrir los ojos, y luego levantarse con el coraz�n lleno. � La historia de la esclavitud del hombre hasta el momento, es como dio a conocer el anarquista�Emma Goldman:
�Vamos a analizarlo. � � � � 1. Propiedad
La propiedad es uno de esos 22 conceptos que consiguen enredar y anudar totalmente nuestro cerebro. � Es un choque de,
Deliciosamente parad�jico.�Deliciosamente absurdo.� � Nuestras mentes van de 'esto es m�o!'�estallando con la propiedad orgullosa de,
...que se sale en espiral hacia el nihilismo. � Es de esta manera que el concepto de propiedad est� proporcionalmente enredado con el concepto de la mortalidad.�Y cuando la mayor�a de la gente est� inconsciente viviendo sus vidas en la negaci�n de su propia mortalidad, tenemos una situaci�n en la que la propiedad se convierte en un proceso de superioridad de orgullo de acaparamiento y ego sobrevaluado. � Lleve la econom�a y una cultura que pone un precio a todo lo que en la ecuaci�n, y usted tiene una situaci�n en la que la mayor�a de las personas tienen una malsana visi�n del mundo, de que todo se compra, todo puede ser contenido y convertido en un producto, cualquier cosa puede sostenerse cautiva, y donde la propiedad y un sentido de derecho van a la cabeza de la gente. � Es entonces que el dominio de las necesidades humanas es completo, convirtiendo a los hombres en esclavos utilizando la ilusi�n de su propiedad: � un tipo particularmente insidioso de esclavitud conocida como la esclavitud por deudas ... � � � Soluci�n - El pr�stamo
Entonces, �c�mo hacemos encajar ese aparentemente no encajado c�rculo? � En primer lugar, debemos asegurarnos de caer en este,
Es muy f�cil permanecer en la ignorancia. � Es c�modo ir con el flujo de la visi�n del mundo basada en la propiedad del status quo: ese noventa y cinco por ciento que preferir�a morir antes que pensar. � La capacidad de pensar fuera de la caja es rara por una raz�n: la verdad duele como el demonio... � En efecto, si la ignorancia es felicidad, parece que el conocimiento es dolor.�Especialmente cuando se trata de estar bien informado acerca de nuestra propia mortalidad y por lo tanto conscientes de la hipocres�a �ltima de la propiedad�y�ser propietario. � Pero est� bien. � En lugar de ceder a la disonancia cognitiva.�En lugar de permanecer hip�crita.�En lugar de volverse nihilista.�En lugar de revolcarse en el auto-derrotismo.�Vamos a darle la vuelta al gui�n.�Vamos a invertir la il�gica.�Vamos a darle vuelta a las mesas.�Vamos a llegar a un acuerdo con nuestra propia mortalidad y lanzarnos a un estado de honrar el Lugar y el Espacio con una conciencia existencial de que todos vamos a morir y de c�mo eso est� bien. � Est� bien que la propiedad es una ilusi�n.�Est� bien que la propiedad es solamente siempre temporal.� � Est� bien que no hay permanencia.�Est� bien dejar de lado la idea de que cualquier cosa puede ser pose�da. Est� bien que usted pueda s�lo prestar un espacio, un lugar, o una cosa para una cantidad de tiempo fugaz. � La pregunta final es:
� � � 2. Gobierno
Aqu� est� el argumento del estadista en pocas palabras:
Que cosa...? � Es la �ltima tautolog�a:
Usted entiende la idea.�Cl�sico razonamiento circular. � Hemos sido condicionados a creer que las personas en el gobierno son aptas para gobernar de alguna manera, a pesar de que, en el fondo, todos sabemos que la �nica persona que est� en condiciones de gobernar es a su propia persona.�Y aunque eso es discutible. � Aqu� est�, abajo y sucio:
El gobierno, tal como est�, es�una olla gigante de agua de lenta ebullici�n. � Las personas gobernadas son ignorantes ranas disfrutando los c�lidos consuelos de criatura en la olla. � Ahora,
...y usted tiene una receta para un pueblo deseando-autoridad, amante del populismo, gente co-dependiente del estado que de alguna manera creen que las personas no pueden conducirse a s� mismos, as� que vamos a votar por algunas personas que tampoco pueden conducirse a s� mismos a que nos gu�en. � �Ding ding ding ...! � Soluci�n: No necesitamos maestros, o gobernantes o presidentes, o reinas, o emperadores - necesitamos aprender�c�mo conducirnos�a nosotros mismos.� � � � Soluci�n - Anarqu�a
Lo que el mundo necesita es m�s auto-maestr�a, no m�s obediencia.� � La democracia a trav�s de la anarqu�a siempre ser� superior a la democracia a trav�s de la plutocracia.�Nuestro problema no es necesariamente que tenemos demasiadas leyes malas, es que tenemos demasiadas personas que los siguen ciegamente.�Teniendo suficiente conciencia sobre la corrupci�n del estado y suficientes personas dispuestas a practicar la desobediencia civil, esas leyes malas, simplemente se desintegrar�an. � S�lo significaron algo alguna vez a causa de un contrato social antiguo y obsoleto, para empezar. � Como�Marcos Passio�dijo,
No siga ciegamente malas leyes.�Aprenda de ellas como un profesional para poder romperlas como un maestro.� � Aqu� est� la cosa:
De hecho, en realidad podemos tener reglas m�s saludables sin que los gobernantes inadvertidamente est�n tratando de mantener su propio poder.�Adem�s, el liderazgo b�sico de la anarqu�a impide que cualquier persona se vuelva corrupta, y mucho menos dese corromper absolutamente. � As� que libere su imaginaci�n de la prisi�n de,
Debemos construir desde la base;�restablecer los modos saludables, sostenibles, e interdependientes de autogobierno.�Ser� un marat�n, no un sprint. � Vamos a tener que luchar contra el poder corrupto.�Tendremos que pelear con ovejas codependientes con miedo de desprenderse de su piel.�Vamos a tener que dar la vuelta al gui�n con una reforma constitucional completa.�Claro, es m�s f�cil decirlo que hacerlo. � Pero como dijo una vez�Spinoza�,
� � � 3. La religi�n
�Cu�l es la�funci�n de la religi�n? � La presentaci�n de lo inexplicable por lo imposible con el fin de robar las mentes de los que no piensan. � La religi�n intenta forzar nuestras mentes a transformar los�misteriosos mitos�en�hechos incuestionables. � En lugar de permitir que los mitos sean misteriosos reinos donde nuestra imaginaci�n puede jugar, la religi�n les convierte en hechos terribles con agendas graves que terminan causando ansiedad innecesaria en el mundo real. � La religi�n atrofia la creatividad.�Encoge el �rgano de nuestra imaginaci�n. � Como�Deepak Chopra�conjetur�,
Ni que decir que la religi�n es un mal uso de la imaginaci�n. � Pero no hay que ser demasiado duros con nosotros mismos cuando se trata de religi�n.�Al igual que la mayor�a de nosotros fuimos acondicionados a ser dependiente del estado, la mayor�a de nosotros fuimos acondicionados a pensar religiosamente. � Y por ello, probablemente la mejor manera de abordar el tema es con una actitud similar a la�de Guy Harrison:
A veces todo lo que tenemos que hacer para poner las cosas en perspectiva es tomar una respiraci�n profunda y darse cuenta de que somos un muy peque�os y confusas especies en un universo de otra manera antigua y bien afinado. � � � Soluci�n - Espiritualidad
Donde la religi�n se aferra, la�espiritualidad�deja ir. � Cuando la mente religiosa est� cerrada por la creencia, la mente espiritual es abierta por el asombro.�Los pensadores espirituales son aquellos que est�n dispuestos a utilizar sus mentes sin prejuicios y sin temor a entender las cosas que chocan con su propia forma de pensar sobre las cosas. � Ellos son libres de ser creativos, de pensar m�s all� de sesgo, en contraposici�n a la�incuestionable mente religiosa que est� sujeta a la tiran�a de la creencia. � Como�Salman Rushdie�advirti�:
Aqu� est� la cosa:
Al final,
El ensayo y error de todo esto es arduo, en el mejor, y hay prisiones y las trampas en abundancia. � Pero si podemos abordar los problemas fundamentales de nuestro tropiezo - propiedad;�gobierno;�y religi�n - con valor, sentido del humor, y capacidad de sacrificar nuestra auto- seriedad, entonces tal vez podamos hacer el viaje un poco m�s imaginativo y,�Dios�no lo quiera, un poco m�s agradable ... � � � |
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