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del Sitio Web�NewDawnMagazine
traducci�n de
Adela Kaufmann � � �
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se cas� con Akhenaton. � � � La afirmaci�n de Ren� Gu�non, sacada de antiguas fuentes esot�ricas, que en el remoto pasado, la primera civilizaci�n de la humanidad surgi� en la zona del �rtico libre de hielo no deja de tener soporte geol�gico. � Seg�n el conocido investigador�J.S. Gordon,
Se�ala que la gran edad de hielo que dur� unos dos millones de a�os, hasta hace unos doce mil a�os, estaba formada por una treintena de peque�as edades de hielo, con intervalos c�lidos de deglaciaci�n polar en medio de ellos, cada uno creando per�odos de miles de a�os de condiciones de clima templado en los polos. � Cualquiera de estos intervalos c�lidos habr�a sido hospitalario a una civilizaci�n circumpolar.�
� �l deriv� su teor�a a partir de la investigaci�n cartogr�fica realizada sobre antiguos�portulanos�o mapas marineros, uno de los cuales hab�a estado en la posesi�n de un almirante turco del siglo 16,�Piri Reis. 2
Otros investigadores, buscando y re-examinando los datos arqueol�gicos existentes de los �ltimos 150 a�os, han llegado a la conclusi�n de la evidencia de artefactos y huesos humanos f�siles encontrados en las capas geol�gicas profundas que los humanos anat�micamente modernos, con una capacidad intelectual moderna han existido desde el principio del per�odo Cuaternario,�hace unos 1,65 millones a�os�- y que eran m�s altos que el hombre moderno y con una�capacidad cerebral de 15-20 por ciento m�s grande. � Estos hallazgos refuerzan la opini�n creciente de muchas personas hoy en d�a que la teor�a de Hapgood, rechazada inicialmente por los cient�ficos de la �poca, tiene serio m�rito.� � En�La Doctrina Secreta, Helena Blavatsky dice que en los tiempos primitivos, la tierra a�n no hab�a densificada por completo y, por tanto, era m�s grande que en la actualidad.� � Todas las formas del cuerpo habr�an sido considerablemente m�s ligeras en peso y con un car�cter m�s pl�stico, el esqueleto todav�a no habiendo endurecido por entonces;�y en consecuencia los seres humanos podr�an haber sido menos afectados por la gravedad y tanto como veinte pies o m�s altos que los actuales. �
Ella cree que en vastas edades ha habido varios cambios violentos en
las condiciones clim�ticas de la tierra, con sus correspondientes
disminuciones de la estatura humana, acompa�adas de muchas
variaciones en la civilizaci�n y la cultura humana.�4 � El hombre de Swanscombe�de Inglaterra tiene un cuarto de mill�n de a�os de edad, mientras que el�hombre de Vertesszollos�de Hungr�a, igualmente moderno en el tipo, se remonta a unos incre�bles 400,000 a 700,000 a�os de antig�edad.�5 � Tales fechas dejan margen en nuestro registro humano de muchas modificaciones del clima y variaciones en la estatura f�sica, desarrollo cultural y condiciones de vida de los seres humanos.� � La Biblia hebrea nos dice:
La informaci�n que figura en el Libro del G�nesis con respecto a los�hijos de Dios, los Antiguos�de tama�o gigante�que una vez vivieron en la tierra - "hombres poderosos de la antig�edad, hombres de renombre" - fue derivado por los escribas hebreos de las escrituras de las razas m�s antiguas de los alrededores, tales como los textos v�dicos de la India, los Vedas y los Puranas, y la�epopeya sumeria de Gilgamesh. � En las ilustraciones sumerias de los hechos de los dioses puede f�cilmente verse que la altura relativa de los Antiguos y los humanos comunes era la de adulto y ni�o: en uno de esos casos, un dios est� sosteniendo a un ser humano en su regazo como si amamantase a un beb�.� � Los egipcios tambi�n crearon estatuas de reyes-dioses de enorme altura yuxtapuestas a peque�as figuras de estatura humana normal;�y aunque estas declaraciones en la piedra pueden haber tenido una intenci�n simb�lica, existe la posibilidad alternativa de que una interpretaci�n totalmente realista se pretender�a, como m�s de un investigador ha sugerido.��
La otra caracter�stica sobresaliente imputada a los Antiguos, a quien Blavatsky llam��los Kumaras, eran sus enormes cr�neos. � Aunque hay menos evidencia en los textos antiguos para apoyar esta leyenda, es un hecho sorprendente que varios�tan enormes cr�neos, en relaci�n con el tama�o de la cara, se han descubierto en el Per�: uno est� en exhibici�n en el museo en Lima.�7� �
Seg�n los informes, otros de similar inmensidad �han sido
encontrados en los alrededores de Egipto y el T�bet, lo que sugiere
una correspondientemente masiva inteligencia.�8 � Encontradas en las ruinas subterr�neas del desierto de�Tel el Amarna�en Egipto, peque�as estatuas conocidas de esta extra�a familia, que inclu�an Nefertiti, esposa de Akenat�n, y sus hijas, presentan otras caracter�sticas inusuales, incluyendo una gran altura. � El cuerpo de una estatua de Nefertiti es descrito a continuaci�n:
De hecho, esto es una igualmente buena descripci�n de la famosa extra�a apariencia de su marido. � Las semejanzas talladas o pintadas de las hijas de Nefertiti, hasta la m�s joven, una simple ni�ita, muestran exactamente las mismas caracter�sticas peculiares de enormes cr�neos sin pelo, cinturas altas, pantorrillas flacas y enormes orejas.
Estos Antiguos, tambi�n conocidos como los�Beni-Elohim ha, los�Hijos de Dios�o�Hijos de la Niebla de Fuego�a quien�los sumerios, afirmaban que hab�an tra�do la civilizaci�n a la humanidad, son un misterio perenne. �
G.I. Gurdjieff�les
considera como adeptos chamanes paleol�ticos, hombres y mujeres que
en el pasado remoto practicaban sus misterios en las cuevas
subterr�neas a lo largo del Syr Darya, en Asia Central, y cuya
evoluci�n, debido a sus pr�cticas espirituales superiores, los
pon�an muy por delante de sus compa�eros.10 � En la antigua tradici�n egipcia se les llama�los "Vigilantes (Watchers) de Pe," Inteligencias divinas que�vigilan�y "gu�an" a �la humanidad, sus progenitores, desde las alturas celestiales. � Alternativamente, podr�an haber sido, como el renombrado te�sofo�G.�de Purucker�sugiere, el remanente sobrante de una raza humana anterior que hab�a encarnado en la Tierra, pero hab�a venido originalmente del�sistema de las Pl�yades, y que hab�a terminado su ciclo racial tal vez millones de a�os atr�s.� �
Hasta hace poco este tipo de preguntas acerca de los Antiguos no
pod�a rentablemente ser preguntado excepto en el contexto de una
sociedad inici�tica cerrada.
A�n m�s extra�o, hasta hace poco el resto del mundo, ni siquiera era consciente de que tales preguntas implicaban materiales de �templo proscritos que hab�an sido prohibidos al mundo exterior durante miles de a�os. � Como ya se ha mencionado en la primera parte de este art�culo (v�ase New Dawn N � 112, enero-febrero de 2009), Ren� Gu�non, uno de los esoteristas m�s destacados de finales del siglo XIX y XX, tuvo problemas por atreverse contra este oculto embargo, en la creencia de que el tiempo se acerca r�pidamente, cuando la humanidad estar�a en necesidad de un mayor nivel de comprensi�n antropol�gica, cosmol�gica y metaf�sica de lo que era posible en su d�a.
Sin embargo, gran parte del conocimiento considerado como demasiado arcano o demasiado peligroso para el pueblo profano, estaba convencido Gu�non, luego tiene que ser publicado al dominio p�blico. �
Y parece que ten�a raz�n.� � Estos secretos tienen una pertinencia directa con los misteriosos Antiguos, dioses que ellos sugieren, son en realidad seres humanos y� miembros de un quinto reino de la naturaleza.� � As�, el levantamiento del embargo oculto, aliado a una explosi�n de nuevos descubrimientos cient�ficos e hip�tesis, est� haciendo posible abordar el tema de una forma completamente nueva.� � � � �
El Quinto Reino � Sin embargo, el viejo sistema de cuatro reinos, basado en una visi�n deductiva e intuitiva de la verdad y visto como un ejemplo de la�filosof�a perenne, todav�a est� afianzad en la mayor�a de las escuelas esot�ricas occidentales que han surgido desde la �poca medieval:
�... y otros.� � Los proponentes de los cuatro reinos de estas escuelas ven la progresi�n en la Naturaleza como una sucesi�n de mineral inerte a la planta, que est� viva, pero al parecer no consciente, al animal que tiene un poder de razonamiento limitado, pero no es auto-consciente, y al ser humano como el �nico que tiene conciencia de s� mismo y el libre albedr�o consciente. � A estas cuatro clasificaciones definitivas una quinta es ocasionalmente a�adida por los fil�sofos medievales bajo diversos nombres, bastante oscuros e incluso enga�osas;�pero cualquiera que sea la denominaci�n, en los c�rculos esot�ricos cualquier clasificaci�n natural m�s all� de la cuarta es inexistente o s�lo vagamente delineada, careciendo de la atenci�n o la claridad que requiere.�
� Ellos entendieron el objetivo de la evoluci�n humana como siendo una transici�n o resurrecci�n a un estado superior, un reino natural superior, e ilustran la transici�n con admirable precisi�n en los techos de algunas tumbas muy antiguas.12 � En su descripci�n de�los neters�o dioses experimentan la resurrecci�n espiritual, que muestran una hilera de figuras humanas con cabezas de animales que marchan a lo largo de una l�nea de base horizontal, un �valo de color rojo - el "huevo de la metamorfosis" - por encima de cada cabeza, hasta que de repente la l�nea de base se convierte 90 grados a las oscilaciones verticales y una figura en ascenso a lo largo de ella. � Logrando lo que puede ser un cambio biol�gico r�pido en una nueva forma de vida, se transforma en el quinto reino real. � Armados con lo que parece ser el personal de la autoridad espiritual y careciendo d a oval por encima de su cabeza, lo que presumiblemente ha sido absorbido en su ser, se ha transformado en un rey.�13 � En otras palabras, de ser un ser colectivo de un orden inferior, se ha convertido en una singularidad real, un gobernante de todos los reinos inferiores de la quinta.�Petroglifos antiguos de hombres con cabeza de sol son encontrados en varias partes del mundo, pero especialmente en Asia Central, cuentan la misma historia.� � Debido al secreto oculto que ha envuelto el tema del quinto reino durante los �ltimos 2,000 a�os por lo menos, tenemos no alcanzar a comprender su importancia crucial como nuestra verdadera meta evolutiva y la llave a todas esas preguntas que nunca hemos sido capaces de responder. � La inclusi�n de un quinto reino en el orden natural convierte el cuarto reino que nosotros los seres humanos actualmente habitamos en un mero corredor del devenir, un episodio transitorio en el que nos impulsa hacia adelante en un proceso de transformaci�n desde el estado animal detr�s de nosotros a la de la verdad humana por delante, como en efecto que Gautama Buda reconoci�. � La vida, la vida humana, dijo, es el cambio y el sufrimiento del cambio de nunca acabar - y de hecho que es visto como un incesante camino de desarrollo de la inteligencia y la conciencia en el reino verdaderamente humano, el quinto, en el que la mentira solo reposa bien merecida.� � La idea de un potencial quinto reino, un estado de felicidad espiritual y reposo que podemos esperar para disfrutar de alg�n tiempo en el futuro, no es nuevo para nosotros. � Pero lo que los antiguos templos de misterios a trav�s de los maestros esot�ricos modernos como Gu�non se han mostrado reacios a revelar es que el quinto reino no es de un potencial de futuro, sino una realidad existente en el presente, un estado humano supremamente iluminado que coexiste con el nuestro.�Al igual que los otros cuatro reinos de la naturaleza, se ha ampliado y siempre se extender� hacia el pasado y hacia adelante sin l�mites en un futuro igualmente ilimitado, con su propio lugar arquet�pico en el cosmos.� � De hecho, se reconoce esot�ricamente que m�s all� del quinto reino, otros tambi�n existen. � Gordon habla de la cuarta, quinta, sexta y hasta el s�ptimo reino de nuestra naturaleza planetaria.
Dada esta perspectiva, muchas posibilidades se abren, que no fueron previamente viables en nuestra visi�n del mundo.� � Seg�n esta perspectiva,�los Antiguos de leyenda sumeria- acadia�y los�dioses de los babilonios y los asirios fueron el florecimiento final de nivel superior de un ser humano anterior de un ciclo de muchos millones de a�os, �su privilegio siendo el de orientar la evoluci�n del siguiente ciclo - el nuestro. � Liberado por su avanzado desarrollo de las condiciones limitantes de transici�n a la humanidad de cuarto nivel, el universo estaba abierto a ellos, porque se dice que el quinto reino del espacio-tiempo posee m�ltiples dimensiones incomprensibles e inaccesibles a los reinos inferiores.�Estos llamados dioses pod�an viajar entre las estrellas en las corrientes de energ�a supramundanas, desconocidas para nosotros, encarnando en otros cuerpos estelares o en el planeta Tierra a surgir la necesidad, y retir�ndose como quisieran en las dimensiones invisibles a sus cargos en la Tierra.� � En el escenario anterior, no s�lo� nuestro pasado est� implicado en esta nueva perspectiva;�nuestro futuro est� igualmente involucrado. � A medida que ascendemos con creciente rapidez hacia estados superiores de conciencia y por lo tanto a la proximidad con el quinto reino, estamos encontrando a los Antiguos en sus diversas formas de otros mundos descendiendo para venir a nuestro encuentro. � Como parte del gran orden humano, ellos son nuestro futuro y nuestro pasado.�Nos encontraremos con el hecho de que la humanidad est� en casa en todas partes del universo y su vida no tiene principio ni fin;�es co-eterna con el cosmos.�
� La autoridad real y el poder para gobernar con sabidur�a descansa en la habilidad del iniciado de ascender el axis mundi o �rbol del mundo al centro divino de la creaci�n en el cenit de los cielos. � All�, y s�lo all�, se encontrar� con la deificaci�n;�all� �l ser� capaz de acceder a los poderes celestiales de los que todos los impulsos de gobernaci�n, creatividad y sabidur�a emanan;�all� se encontrar� con la libertad del mundo espiritual.� � Esta idea de�volver a casa a las estrellas�est� impl�cita en todos los sistemas tribales de t�tem se encuentran en las primeras sociedades cham�nicas de todo el mundo, pero fue m�s plenamente en su forma religiosa cuando la idea de la realeza - de la dominaci�n jer�rquica desde arriba - incaut� as sociedades neol�ticas al final de la �ltima Edad de Hielo. � John Major Jenkins, investigador principal de la antigua cosmolog�a, dice:
Dicho monarca se alza como mucho m�s que una figura decorativa ejemplar o un s�mbolo administrativo en el coraz�n de su reino;�se ha convertido, en virtud de su conquista del �rbol del mundo, en un camino de una sola v�a hacia un nuevo orden de ser para el conjunto de su sociedad. � De la misma manera, por lo que Jenkins cree, en ciertos momentos cr�ticos de la historia de la Tierra, esta odisea de la transformaci�n hasta el pilar c�smico al Centro divino en el cenit es posible para la raza en su conjunto, que de esta manera avanza m�s hacia su pr�xima objetivo evolutivo - el reino celestial, el quinto.� � � � �
Revisi�n de la religi�n del Pilar
� El autor brit�nico muy conocido�Trevor Ravenscroft�compara el �rbol de la Vida con,
La copa del �rbol, dice,
El �rbol es, pues, una met�fora de los procesos arquet�picos del cosmos que se cree subyacen toda actividad evolutiva.� � Desde los primeros tiempos, el �rbol del Mundo fue central para el chamanismo de las tribus n�madas de las estepas de Asia Central, como lo fue m�s tarde para la religi�n solar de las comunidades arias asentadas de esa regi�n.�En efecto, si hemos de creer a�Plat�n, en los d�as antes del diluvio universal y el hundimiento de la Atl�ntida, el �rbol del Mundo se caracteriz� tambi�n en la religi�n primitiva de la Atl�ntida con su sistema mon�rquico, su culto guerrero del toro y su planificaci�n conc�ntrica de la ciudad;�y seg�n Blavatsky, era este sistema solar el que finalmente se trasplant� por grandes migraciones en Asia Central.� � De oeste a este y de norte a sur, entonces, la religi�n Pilar en sus diversas formas parece haber reinado universalmente como sistema primordial de creencia de la Tierra, el destino del hombre siendo visto como el retorno definitivo de su alma a trav�s del �rbol del mundo de los poderosos reinos de las estrellas.� � D�nde, pues, en el planeta est� este �rbol del mundo que los hebreos llamaban la Escalera de Jacob?�Aunque ser�a natural asumir que es sin�nimo de eje norte-sur de rotaci�n de la Tierra, tal no es el caso. � Seg�n Gu�non, ha habido varias posiciones sucesivas del Eje Mundial sobre la superficie del globo que lo distinguen, ya sea del eje norte-sur de rotaci�n o el eje magn�tico. � La apertura de la tradici�n metaf�sica secreta, afirma que b�sicamente se necesita nada menos que un nuevo modelo del mundo si vamos a entender la verdadera naturaleza del Eje del Mundo.� � La realidad esot�rica, expresada hace mucho tiempo en las ense�anzas Pilar, es que el tierra incorpora un principio que la conecta en todo momento a un mundo espiritual mayor de la misma manera que un reflejo de espejo est� conectado intr�nsecamente a la realidad. � En virtud de este hecho, la tierra es multi-dimensional en estructura - como de hecho ha propuesto el f�sico�David Bohm� en su teor�a de un orden universal implicado que est� detr�s del orden f�sico expl�cito como su plantilla energ�tica - y esto modifica radicalmente todo lo que podemos decir sobre el planeta, en la forma en que lo medimos y describimos.� � La religi�n Pilar proyecta una visi�n del mundo muy diferente a la nuestra.� � El planeta fue considerado como un organismo vivo con su propia jerarqu�a de inteligencias elementales, adem�s de una jerarqu�a de�inteligencias solares�o�devas, trabajando en la organizaci�n y manejando la totalidad, y que nosotros llamamos hoy la obra de la Naturaleza. � El �rbol del Mundo, en la India conocido como el monte�Meru, se cree que es en el coraz�n de este gran complejo din�mico, un canal de energ�a evolutiva corriendo a trav�s del centro del planeta, un camino de transformaci�n psico-espiritual del mismo orden que la siete veces ruta espinal de la conciencia funcionando a trav�s del cuerpo humano.� � De hecho, el nombre Meru est� conectado a la palabra s�nscrita�merudanda, es decir, una columna vertebral, y por lo tanto el �rbol del mundo puede estar m�s cualificado como la columna vertebral del planeta, un sistema de chakras an�logo� al del sistema vertebral humano, con siete o nueve nudos de aumentar el conocimiento psico-espiritual que culmina en el Centro C�smico en la cumbre. � Estos nodos se forma clarividente percibe como una sucesi�n de puertas de enlace hasta el tronco del �rbol que conduce a planos superiores de existencia, y por lo tanto la entrada final al Centro C�smico fue llamada la Puerta Norte.� � La tesis neoplat�nica de Gu�non contiene el concepto de un �ter universal, el renombrado "fluido cu�ntico" por la ciencia moderna, y afirma que detr�s del cuerpo f�sico terrestre radica su plantilla espiritual, una red pre-f�sica o et�rica permanente de fuerzas que delinean la estructura planetaria en su forma esencial. � En este cuerpo de luz interior - o, seg�n la cosmolog�a v�dica lo llama, el�cuerpo vajra�- se encuentra el Eje del Mundo, la fuente et�rica y el regulador inteligente de todas las energ�as del planeta. � Al comienzo de cada gran ciclo temporal - y con esto Gu�non quiere decir que en la �ltima ronda del Zod�aco,�un A�o Sideral de 25,920 a�os�- los dos cuerpos est�n en alineaci�n pr�cticamente perfecta, pero a medida que el ciclo avanza se produce la separaci�n, y el cuerpo f�sico recae cada vez m�s fuera de la alineaci�n con su plantilla espiritual.� � Esto no alineamiento o inclinacion lejos del cuerpo planetario de su plantilla interior es el resultado de su diferenciaci�n entre s�, que tiene el efecto de crear todas las tensiones terrenales y vicisitudes de tiempo y el cambio que conocemos tan bien, sin embargo, es la pre-condici�n necesaria para el crecimiento evolutivo. � De esta circunstancia viene todo el sufrimiento del devenir, todos los llamados males de nuestra existencia terrenal.� � Tal cosmolog�a espiritual del universo es la expresi�n de una gran inteligencia entro de la cual est�n las ideas inmutables o plantillas de forma, todo el ser en un estado de armon�a y orden ideal.�Pero aunque el mundo espiritual del Ser puro es inmutable, el estado natural de su reflexi�n, hologr�ficamente proyectado sobre un plano inferior y por lo tanto un objeto de diferenciaci�n, es llegar a estar fuera del centro en relaci�n al mismo y, por tanto, en el movimiento compensatorio perpetuo. � Esta es la "ca�da" b�blica de la humanidad sin la cual no habr�a ning�n proceso evolutivo. � Con la separaci�n del plano f�sico, se crea el movimiento, y comiza el sufrimiento del cambio;�para el proceso de aumentar la diferenciaci�n del cuerpo f�sico de su fondo espiritual se inflige en el planeta y en todas sus formas de vida una perturbaci�n local, la angustia del movimiento, del desequilibrio, del ajuste continuo a nuevas condiciones y nuevas demandas evolutivas - pero tambi�n a. la posibilidad de alcanzar un mayor estado de ser � Podemos resumir esta cosmolog�a oculta de este modo:
Hoy en d�a este misterioso�no�meno�conocido tambi�n como,
...aparentemente se ha desplazado hacia el sur. � Clarividentemente visible, tiene su escenario en la regi�n interior de Asia delineado por la cuenca del Tarim y del anillo que le rodea de grandes cadenas monta�osas.� � Dentro de los l�mites de este vasto cerco de monta�a, se cree que el Eje del Mundo ha variado su ubicaci�n de vez en cuando.�Pero dondequiera que se encuentre, siempre permanece funcionalmente polar;�siempre es el punto de origen central - o como los pueblos antiguos lo llamaban, el�omphalos�(ombligo)del planeta, el lugar de la primera creaci�n - de donde las grandes olas de aculturaci�n han sido peri�dicamente emitidas.� � En�Alineaci�n Gal�ctica�Jenkins presenta una imagen cosmol�gica similar.��l llama el Eje del Mundo el eje de la evoluci�n, por implicaci�n de un tercer eje terrestre actualmente desconocido para la ciencia.� � Ps�quicamente accesible, esta gran corriente de energ�a consciente psico-espiritual que corre por el centro de la tierra se considera hoy que emerge en alg�n lugar al norte de Cachemira, de altos vuelos en el espacio interestelar por encima del Pamir.�17 � Es en esa vecindad, al pie del �rbol del Mundo, que los pueblos de Asia Central han situado tradicionalmente el reino oculto de los Antiguos conocido como Shambhala, un centro inici�tico accesible en tanto en el plano f�sico, et�reo y astral.� � El�Puerta Norte, afirma Jenkins, puede ser vista como algo an�logo, a un nivel c�smico, a la gl�ndula pineal en el sistema humano, que es el centro m�s interior y creativo en el hombre y,
�l ve el Centro C�smico a la cabeza del Eje del Mundo como para cumplir la misma funci�n en un contexto planetario. � Sin embargo, mientras que Ren� Gu�non ha postulado un importante cambio polar-a-solar del Centro C�smico en la adoraci�n del hombre en alg�n momento remoto en la antig�edad, Jenkins ha argumentado que este cambio ser� m�s comprensible como un cambio de-polar-a-gal�ctico.� � Hace miles de a�os, sacerdotes-astr�nomos se dieron cuenta de que aproximadamente cada 6,450 a�os la Puerta Norte se alinean con el centro de la galaxia, y que esos momentos ofrec�an una oportunidad evolutiva que no tiene precio para toda la raza. � Es un hecho astron�mico, dice Jenkins,
Jenkins equipara la evoluci�n espiritual de la humanidad con esta alineaci�n peri�dica de la Tierra con el plano gal�ctico y el Centro Gal�ctico. � La idea de que �ste estimula la conciencia en este planeta, �l dice,
Gordon tambi�n observa que la tierra est� sujeta a estaciones celestiales de unos 6,480 a�os,
El �rbol es considerado como un sistema de chakras planetarios an�logos a aquellos de la Tantrica individual en la pr�ctica del yoga kundalini. � Incluso cuando la consciencia y�guica asciende el sistema espinal, activando as� una secuencia de siete chakras jer�rquicamente ordenados o v�rtices de energ�a psico-espirituales que alteran de manera sutil la totalidad del espectro de la conciencia, la ascensi�n del alma racial hasta el �rbol del Mundo en ciertos intervalos procesionales de aprox..6, 450 (o 6,480) a�os se corresponden con la apertura de una sucesi�n de puertas de enlace celestes para la humanidad en su conjunto.� � En cada puerta de acceso abierta, las inundaciones por las energ�as creativas divinas precipitan ciertas modificaciones psicol�gicas y culturales en la sociedad;�los cambios de tipolog�a del cuerpo humano;�nuevas deidades, aparecen nuevas costumbres;�los avances de la tecnolog�a de material o cambia su base, se pone en marcha una nueva civilizaci�n mundial fundada en verdades reci�n imperativas. � Es un momento de suprema importancia evolutiva, una iniciaci�n colectiva quiz�s mejor que transmite las ense�anzas de la religi�n de los misterios Mitraicos.� � Este importante culto grecorromano floreci� hasta el siglo IV, cuando se extingui� debido al cristianismo.�Siete esferas planetarias se abrieron al buscador a trav�s de los siete grados de iniciaci�n Mitraica, lo que le permite, en �ltima instancia ascender a lo m�s alto, del Padre (Saturno). � Sin embargo, m�s all� del s�ptimo nivel estaba una ense�anza secreta que revela un nivel de octavo y noveno o "casa" donde se encontraba el Sol hiperc�smico.� � Esta luminaria hiperc�smica, esta "estrella de estrellas" como el primer fil�sofo del siglo�Philo Judeo de Alejandr�a llam�, fue identificado con el Centro Gal�ctico, al que se acced�a s�lo a trav�s de la octava y novena "puerta" celestial encima de la de Saturno.21 � Esta secreta v�a de escape de la gravedad de la Tierra hacia la libertad del Universo ha sido celosamente guardada por la tradici�n oculta y todav�a no est� completamente revelada.�
...cuando la luz divina del Centro de la V�a L�ctea se derrama a trav�s de las v�lvulas abiertas del Eje del Mundo e irradia la tierra y todos sus habitantes durante un determinado intervalo de tiempo. � Es en ese intervalo cr�tico que las grandes mutaciones evolutivas tienen lugar, las civilizaciones son derrocadas y reintegradas en formas radicalmente nuevas y existe la posibilidad de que el quinto reino se realice por lo menos por algunos miembros de la humanidad del cuarto reino. � �Jenkins es s�lo uno de innumerables observadores que creen Que tal momento tan hist�rico ha vuelto a llegar. � De hecho, por ahora, millones de personas est�n viendo y esperando el final-del-mundo�la fecha maya de 2012 CE, creyendo que era el comienzo de una nueva era del mundo... un paso m�s en el camino hacia el quinto reino.� � � � �
Eurasia Despierta � Recuerdo bien el informe en los medios de comunicaci�n, porque de inmediato un grito de angustia y aprensi�n subi� al otro lado de la India;�por ello era conocido por la mayor�a de los astr�logos hind�es que este raro evento estelar, ocurriendo s�lo cuatro veces en el ciclo de precesi�n de 26,000 a�os, en efecto, presagia grandes inundaciones y cambios clim�ticos catastr�ficos.� � En respuesta, el naciente movimiento de la Nueva Era de la �poca predijo el retorno de la raza Antigua, la posibilidad de un cambio de polos, el nacimiento de una nueva raza de clarividentes. � Para los esot�ricos en general, la conjunci�n signific� una nueva era del mundo y una iniciaci�n psico-espiritual inminente de la humanidad colectiva, con toda la agitaci�n social e ideol�gica impl�cita en tal evento.�Y confirmando la teor�a posterior de John Major Jenkins, la conjunci�n fue vista por algunos observadores de estrellas como el primer signo de una revoluci�n que se avecina en los asuntos mundiales geopol�ticos, con el auge de Asia y el declive de la hegemon�a angloamericana occidental.� � En el momento todas estas predicciones eran consideradas como incre�bles y bastante inveros�miles. � Pero casi cincuenta a�os despu�s, los acontecimientos presagiados en 1962 ahora se est�n cristalizando como realidades post-milenaristas. � Es inquietante que,
Una transformaci�n en la conciencia humana est� en marcha;�y cada vez hay m�s evidencia de que los grandes cambios naturales, socio-pol�ticos y de conciencia que estamos viendo ahora son irreversibles, para bien o para mal.� � Quiz�s la se�al m�s significativa de los tiempos habr� de encontrarse en la creciente visi�n de una Eurasia unificada entre los principales pa�ses asi�ticos como China, Mongolia, India, Ir�n (y tambi�n Brasil), as� como Kazajst�n y muchos otros de los estados musulmanes de Asia Central. � Incluido en este creciente bloque del Este est� Rusia, que, desde la ca�da del r�gimen sovi�tico, se est� alejando cada vez m�s de Europa Occidental y hacia Asia en su b�squeda de identidad. � Geogr�ficamente, el pa�s m�s grande en la tierra, se extiende a la derecha a trav�s del norte de Asia del Este de Europa hasta el Mar de Bering.� � Rusia est� redescubriendo sus ra�ces eslavas;�y sobre todo desde el descubrimiento de Arkaim y la Tierra de Ciudades en los Urales del sur, tambi�n est� explorando su pasado ario y sus conexiones m�s recientes al Imperio Mongol de Genghis Khan, quien subyug� la totalidad del corredor de Eurasia hasta Europa oriental en el siglo XIII. � De hecho, para muchos de los intelectuales rusos, la tolerancia universal y la libertad de los dogmas de la antigua religi�n pilar de los pueblos turco/mongoles tiene un gran valencia y est� desplazando al cristianismo y al Islam en la estima popular.
Ha habido una serie de profec�as famosas sobre el futuro papel fundamental de Rusia en los asuntos del mundo en general, en particular los de�Rudolf Steiner�y�Edgar Cayce, as� como los de Gerard Encausse, el altamente respetado maestro ocultista franc�s que fue bajo el seud�nimo de�Papus�(1865 - 1916). � El autor�Mehmet Sabeheddin�se�ala que,
Muchos otros han visto a Rusia como destinada a continuar el trabajo de Genghis Khan, que transform� los conglomerados tribales n�madas de las estepas de Eurasia en un sistema pol�tico unificado y magn�ficamente organizado que revolucion� la vida internacional en los siglos venideros.� � A trav�s de las estepas, donde durante siglos incontables un crisol de pueblos, religiones e imperios de cada trimestre han negociado y peleado y se hundi� con sus ciudades bajo las arenas del desierto, un esp�ritu de renacimiento, da reforma ecum�nica, est�, sin duda, tomando agarre.� � Desde el Lejano Oriente hasta Mosc� y desde Altai a Ir�n, una fuerza de contrapeso, identificables con la potencia espiritual invisible de Shambhala, est� inspir�ndose en toda la regi�n.�Musulmanes, budistas, zoro�stricos, cristianos, jud�os, tao�stas y chamanes est�n encontrando un terreno com�n en una visi�n unitiva del futuro. � En respuesta a la colonizaci�n angloamericana militarista que ha dominado por mucho tiempo el hemisferio asi�tico, este nuevo clima de la regi�n es un buen augurio para el reequilibrio de fuerzas espirituales, culturales y econ�micas del globo.� � El paso a convertir el tenue concepto de Eurasia en una realidad geopol�tica compuesta por numerosas naciones independientes pero fuertemente asociadas comprometidas con la amistad este-Oeste deben ser consideradas como una fuerza para la renovaci�n, para la curaci�n de la ruptura Atlante/ Hiperb�rea que hace mucho tiempo rompi� la unidad primordial de la vida del planeta.� � El actual empuje busca recuperar la unidad del antiguo acuerdo �rtico y exponer nuevos t�rminos para un futuro viable para la humanidad.� � Lo que es realmente notable es que estamos siendo testigos de todo esto ocurriendo en Asia Central en un tiempo de gran significado astrol�gico, cuando las estrellas de nuevo auguran extremo peligro y oportunidad extrema para la vida de la Tierra.
� Notas al pie
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