por Lloyd Pye

traducci�n de Adela Kaufmann

del sitio Web HumanOrigins
Versi�n original en ingles



Enmarcando el Cuadro

�C�mo comenz� la vida en la Tierra? Se ha vertido y derramado m�s sangre literal e intelectual procurando contestar esta pregunta que cualquier otra en cualquier aspecto de la ciencia o la religi�n.

�Porqu�? Porque la respuesta, si pudiera ser determinada m�s all� de la duda, nos revelar�a los m�s profundos significados detr�s de nosotros mismos y de todo lo que vemos a nuestro alrededor. M�s importante, esto demoler�a de una sola vez todo el enredo espinoso de pensamiento consciente e inconsciente y creencias que causan m�s matanzas.

Actualmente hay solamente dos explicaciones socialmente aceptables para c�mo la vida lleg� a ser en la Tierra. La Ciencia insiste que se ha desarrollado enteramente por medios naturales, usando solo los materiales a la mano en el joven y temprano planeta, sin ninguna ayuda de fuerzas externas, ya sea que esa fuerza sea divina o extraterrestre.

La Religi�n insiste con igual fervor que la vida fue llevada a la existencia �nica y completamente por medio de un Creador divino llamado por nombres diferentes por las diversas sectas mundiales. Entre estos puntos de vistas tan diametralmente opuestos, no hay traslape, no hay terreno com�n en donde pudiera ser hecha alguna negociaci�n. Cada quien considera su propia posici�n ser totalmente correcta y que la otra est� totalmente equivocada, una certeza alentada por el hecho de que cada una puede abrir grandes agujeros en la l�gica/dogma del otro.

La Ciencia es r�pida en apuntar las abrumadoras pruebas t�cnicas que no podr�a hacer la vida, y, de hecho, no lo hizo, parecen enteras y completas dentro del marco de tiempo restringido bosquejado en la historia b�blica.

Por supuesto, la gente con fe son inmunes a argumentos basados en hechos o l�gica. La Fe requiera que ellos acepten la cuenta b�blica sin importar cuan disonante pueda estar con la realidad. Adem�s, ellos pueden demostrar que no existe ni la m�s m�nima evidencia tangible para apoyar la noci�n de que cualquier especie puede transmutarse hacia otra especia dado el suficiente tiempo y las suficientes mutaciones gen�ticas positiva, lo cual es la roca de fondo de la teor�a de Charles Darwin de la "evoluci�n incremental o gradual.�

En los tempranos 1800s, Darwin visit� las Islas Gal�pagos y observ� que ciertas especies hab�an desarrollado distintas adaptaciones para tratar con varios nichos ambientales encontrados all�. Los Picos del pinz�n fueron modificados por comer fruta, insectos y semillas; los caparazones de tortugas estaban con muescas y sin muescar por el cepillado por altos-arbustos y cepillado por bajos-arbustos.

Cada variaci�n claramente permanec�a parte de la misma ra�z - los pinzones permanec�an pinzones, tortugas segu�an siendo tortugas - pero aquellas modificaciones obvias en partes aisladas del cuerpo condujeron a Darwin a la suposici�n l�gica que cuerpos enteros podr�an cambiar de la misma manera con el curso de mucho m�s tiempo. �He aqu�!

El gradualismo fue concebido y, luego de gestarlo casi por tres d�cadas, naci� en 1859 con la publicaci�n de la marca Sobre El Origen de Las Especies. Desde entonces, Darwin y su trabajo han sido t�picos de intenso y usualmente mordaz debate entre la ciencia y la religi�n.

La iron�a de un sistema pol�tico bipartito cuyos miembros pasan la mayor�a del tiempo disparando brechas en las pol�ticas de cada cual es que se vuelve muy claro para todos mas all� de la beligerancia, que ninguna de las partes sabe ya de que diablos est� hablando.

Sin embargo, aquellos parados fuera de la refriega de la ciencia-religi�n no se vuelven beligerantes y dicen,

�Ustedes, ambos est�n equivocados. Hasta un idiota puede ver eso. Encuentren otra explicaci�n.�

�No! En esta atm�sfera emocionalmente cargada, casi todos parecen obligados a elegir ya sea uno otro bando, como si la b�squeda de un terreno medio m�s objetivo, de alguna manera es causa de una aniquilaci�n instant�nea.

Tal es el peaje psicol�gico provocado en todos nosotros por la adopci�n de la actitud de �no tomar prisioneros de ambos bandos luchando por nuestros corazones y nuestras mentes con relaci�n a este tema.


Los Hechos Ser�n Siempre Hechos

Porque los de la fe insisten en ser inmunes a argumentos basados en hechos, ellos mismos se retiran de las discusiones serias de c�mo pudo la vida realmente llegar a ser en la Tierra.

As�, si alguien leyendo esto tiene una visi�n del mundo basada en revelaci�n divina, mejor pare aqu� y pase a otra cosa. A usted no le gustar� (por decir poco) lo que est� a punto de leer. Ni, de hecho, en este tema, tampoco les gustar� a quienes creen que lo que postula la ciencia est� m�s all� de cualquier duda v�lida. Como resulta, y como fue observado anteriormente, ning�n lado de este sistema bipartito conoce nada de lo que se est� hablando.

Para avanzar, debemos asignar un nombre para aquellos quienes creen que la vida surgi� espont�neamente a la existencia de una masa inorg�nica de qu�micos, flotando por all� en los tempranos mares prehist�ricos de la Tierra.

Llam�moslos Darvinistas, un t�rmino a menudo usado para este fin. Los Darvinistas se han ocupado de una dif�cil parte a jugar, porque aquellos mares prebi�ticos ten�an que existir en un cierto grado de frescura para que los qu�micos inorg�nicos flotando en ellos pudieran unirse hacia mol�culas complejas.

Cualquier persona que haya tomado la materia qu�mica en la secundaria conoce y sabe que una de las mejores formas de romper v�nculos qu�micos es poni�ndoles calor.

Dado que esta es una realidad muy bien conocida, los Darvinistas r�pidamente postulan que la primera chispa de vida, sin duda alguna, se habr�a encendido a s� misma en alg�n tiempo despu�s de que el umbral continental fuese alcanzado, hace aproximadamente 2.5 billones de a�os. A este punto, la tierra habr�a existido como tierra, y los mares como mares, aunque ni cercanamente en la misma forma en que los conocemos ahora. Pero el agua en esos mares habr�a sido lo suficientemente fresca como para permitir las reacciones qu�micas en cadena requeridas por �animaci�n espont�nea�.

As�, pues, entre los Darvinistas surgi� un amplio consenso que la animaci�n espont�nea de la vida tendr�a que haber ocurrido (de nuevo, porque ellos no le dan cabida a la posibilidad de intervenci�n for�nea, divino o extraterrestre), y tendr�a que haber ocurrido no antes del umbral continental de hace 2.5 billones de a�os.

Estas suposiciones fueron cre�das y ense�adas por todo el mundo, con un fervor que deja verdes de envidia a los fundamentalistas religiosos. Adem�s, fueron ense�ados como hechos, porque esto es lo que la ciencia hace inevitablemente. Alcanza un consenso acerca de un sistema se suposiciones en un campo que no domina totalmente, luego estas suposiciones, son cre�das como dogmas y ense�adas como hechos, hasta que los hechos reales llegan a conocerse.

A veces, tales �hechos� consensos tienen una corta duraci�n (como la suposici�n de Isaac Newton de que la velocidad de la luz era una medida relativa, dur� solamente 200 a�os), mientras que otras soportan como percebes en la parte inferior de nuestra conciencia (que el universo se expande obstinadamente m�s all� de cada medida finita dada para el).

De la misma manera, la fluctuante velocidad de la luz de Newton fue volcada de la misma manera por la teor�a de la relatividad de Albert Einstein, el origen continental de la vida fue soplado fuera del agua, por as� decirlo, por descubrimientos en los a�os setenta, que indican que los or�genes de la vida eran mucho m�s antiguos de lo que se hab�a anticipado. Tan antiguos, de hecho, que iban hacia atr�s casi hasta el punto de coalici�n, hace 4.5 billones de a�os, cuando el Sol se hab�a encendido y los protoplanetas hab�an tomado las formas y posiciones generales que mantienen hoy en d�a.

En �ltima instancia, la cifra de 4.0 billones de a�os se convirti� en el nuevo punto de partida para la vida en la Tierra, basado en estromatolitos fosilizados descubiertos en Australia, que se fecharon hasta de 3.6 billones de a�os de antig�edad.

Para los Darvinistas esto signific� literalmente irse de la sart�n al fuego mismo, porque hace 4.0 billones de a�os, la proto-Tierra no era nada m�s que un caldero de lava en plena ebullici�n, lava en proceso de enfriamiento y vapor, aproximadamente tan lejos de ser una incubadora para la vida incipiente de lo que podr�a imaginarse.

En resumen y de entrada, all� encontramos la primera grieta del palo, Charles Darwin era, como ellos dicen en el sur, un p�jaro carpintero explotado.


Limbo De lo Perdido

Los estromatolitos fosilizados descubiertos en Australia han sido producidos por los cuerpos muertos de billones de bacterias procari�ticas, las muy primeras formas de vida conocidas de haber existido en el planeta. Son tambi�n las m�s simples de todas, sin n�cleo para poder contener su ADN. Sin embargo, en t�rminos relativos, las procariotas no son simples en absoluto.

Son docenas de veces m�s grandes que un t�pico virus, con cientos de filamentos de ADN en vez de los cinco a diez de los virus m�s simples. As� pues, es claro que las procariotas son criaturas extremadamente sofisticadas con relaci�n a lo que uno podr�a asumir que fue la primera forma de vida auto-animada, lo cual puede plausiblemente ser imaginado como incluso m�s peque�o que el virus m�s peque�o.

(A prop�sito, los virus no est�n presentes en este escenario, porque t�cnicamente no est�n �vivos� en el sentido cl�sico. Para estar completamente vivo significa tener la habilidad de ingerir el alimento del ambiente inmediato, convertir ese alimento en energ�a, expulsar la basura y reproducirse indefinidamente. Los virus necesitan un anfitri�n vivo para prosperar, aunque pueden y de hecho se reproducen a s� mismos cuando se han instalado en un anfitri�n conveniente. As�, pues, parece seguro asumir que los anfitriones preceden a os virus en cada caso).

Es innecesario decir, el descubrimiento de procariotas fosilizados de hace 3.5 billones de a�os dejaron a los cient�ficos dando vueltas. Sin embargo, porque tantas de sus teor�as han sido volcadas en el pasado, ellos sab�an c�mo reaccionar sin p�nico o estridencia. Ellos tomaron una decisi�n colectiva de solamente susurrar en la oscuridad y seguir adelante como si nada hubiera cambiado. Y nada cambi�.

Ning�n libro de texto fue re-escrito para acomodar el nuevo descubrimiento. Los maestros continuaron ense�ando la teor�a de la animaci�n espont�nea como lo hab�an estado haciendo durante d�cadas. Los estromatolitos fueron consignados al misterioso limbo, donde se fueron a morar tambi�n todas las OOPARTES (artefactos fuera de lugar), mientras los cient�ficos afanosamente anticipaban la siguiente bomba.

No tuvieron que esperar mucho. A finales de los a�os ochenta, un bi�logo llamado Carl Woese descubri� que no solo apareci� vida en la tierra en la forma de procariotas alrededor de hace unos 4.0 billones de a�os, sino que hab�a m�s de una clase. Woese encontr� que lo que siempre hab�a sido considerado una sola criatura era, de hecho, dos tipos distintos a quien el nombr� archaea y verdadera bacteria.

Este inesperado y sorpresivo descubrimiento aclar� algo m�s all� de cualquier sombra de duda:

La Vida no pudo haber evolucionado en la Tierra.

Para que apareciera tan temprano como lo hizo seg�n el registro f�sil, y que consistiera de dos diversos y relativamente sofisticados tipos de bacteria, signific� una animaci�n espont�nea que simplemente no ocurri�.

Este descubrimiento ha sido recibido con el mismo rotundo silencio como el descubrimiento del estromatolito. Ning�n libro de texto fue reescrito para acomodarlo. Ning�n maestro ha cambiado lo que est� ense�ando. Usted puede encontrarse con un maestro de biolog�a de secundaria a quien los fundamentalistas religiosos no han todav�a aterrorizado al silencio, vaya a su sal�n de clase y usted los encontrar� alegremente ense�ando que la animaci�n espont�nea es c�mo lleg� a existir la vida en la Tierra.

Mencione las palabras �estromatolita� o �procariote� y usted obtendr� ce�os fruncidos de confusi�n tanto de maestros como de estudiantes.

Para todos los efectos y prop�sitos, esta es una informaci�n desconocida, retenida de aquellos quienes m�s necesitar�an conocerla, solamente porque no encaja con el actual paradigma aceptado construido alrededor de la ya vencida teor�a del gradualismo de Charles Darwin.


Intervenci�n For�nea


Los implacables ataques en curso al gradualismo por parte de los fundamentalistas religiosos es la principal raz�n por la cual los cient�ficos no pueden permitirse diseminar estas verdades a trav�s de la ense�anza.

Si los fundamentalistas mantuvieran sus opiniones y teor�as dentro de las iglesias, en donde pertenecen, los cient�ficos estar�an mucho m�s aptos (si no inclinados) a reconocer que la realidad no coincide con sus propias teor�as. Pero porque los fundamentalistas andan tan cercanamente detr�s de ellos, golpeando ruidosamente a las puertas de sus propios territorios, escuelas, los cient�ficos no tienen m�s opci�n de mantenerlos a raya por cualquier medio posible, lo cual incluye apoyar una explicaci�n sobre los or�genes de la vida que ya ha estado devaluada por m�s de dos d�cadas.

Otra raz�n por la cual los cient�ficos se resisten a diseminar la verdad es que esto cambiar�a profundamente el paisaje financiero para muchos de ellos.

Considere los miles de millones de d�lares de impuestos y subvenciones financieras que se gastan cada a�o tratando de contestar una sola pregunta: �Existe la vida m�s all� de la Tierra?

La realidad de dos tipos de procariotas apareciendo repentinamente, virtualmente de la noche a la ma�ana, aproximadamente hace unos 4.0 billones de a�os proporciona un abrumador testimonio de que la respuesta a esto es un claro y conciso ��S�!�.

Claramente, la vida no hubiera podido animarse espont�neamente desde qu�micos inorg�nicos en mares compuestos de lava en plena ebullici�n en vez de en aguas relativamente frescas. As�, miles de millones de d�lares de financiamientos se desvanecer�an, si los cient�ficos siquiera concedieran abiertamente que la vida debi� haber llegado a la Tierra de alguna otra parte, porque obviamente no se pudo haber originado aqu�.

Una tercera raz�n por la cual los cient�ficos evitan diseminar este conocimiento es que la animaci�n espont�nea es un principio fundamental de su teor�a corolaria, la teor�a de la evoluci�n humana.

Como en la vida, en general, los cient�ficos insisten que la humanidad es un producto de la misma serie de prolongadas y graduales mutaciones gen�ticas que, ellos sienten, produjeron cada cosa viva en la Tierra, Y, de nuevo, todo esto ha sido hecho por procesos naturales dentro de los confines del planeta, sin intervenci�n for�nea de ninguna clase, ya sea divina o extraterrestre.

As�, si la animaci�n espont�nea sale por la ventana, entonces el temido espectro de la intervenci�n for�nea entrar�a a tomar su lugar, y esa idea es tan un anatema para los cient�ficos que ellos preferir�an tratar con la mir�ada de verg�enzas causadas por su icono explotado y su teor�a claramente en quiebra.


Entonces, �Cu�l es la respuesta?

La vida vino a la Tierra de alguna otra parte � punto. Vino a la Tierra entera y completa, en gran volumen y en dos formas que eran invulnerables al m�s hostil de los ambientes imaginables.

Dadas estas realidades comprobadas e innegables, ya es tiempo de hacer el espantoso salto mental que pocos, si acaso alg�n cient�fico o te�logo haya estado dispuesto o haya sido capaz de hacer: �La vida fue sembrada aqu�!

All� est� en la mesa� la vida fue sembrada aqu� La Tierra no se ha partido abierta. No han llovido rayos y truenos. El tiempo sigue su marcha. Parece seguro discutir m�s la idea.

Si la vida realmente fue sembrada aqu�, �c�mo pudo haber sucedido esto? Por accidente� o (susurrado) deliberadamente?

Bien, la idea de una siembra accidental ha sido explorada en considerable detalle por un sorprendente n�mero de pensadores que no son de la corriente principal, e incluso por unos pocos cient�ficos con credenciales (el astr�nomo brit�nico, Fred Hoyle siendo quiz�s el m�s renombrado).

La teor�a de la �sembradura accidental� es llamada panspermia, y la idea detr�s es que la vida bacteriana vino a la Tierra en cometas o asteroides, arribando desde planetas en donde hab�a existido antes que estallaran y enviaran pedazos chocando a trav�s del espacio para colisionar algunos milenios m�s tarde con nuestro planeta apenas en formaci�n.

Una variaci�n de esta teor�a es llamada panspermia dirigida, la cual reemplaza a cometas y asteroides con c�psulas lanzadas por civilizaciones alien�genas para que atravesaran el espacio por milenios y deliberadamente se anidaran en nuestro planeta apenas en formaci�n. Sin embargo, la idea de una direcci�n consciente de cualquier fuente m�s all� de los confines de la Tierra es tan abominable como siempre para la ciencia, por lo que la panspermia dirigida han sido acogidas con cort�s burla y desaprobaci�n por parte del establecimiento.

Pero para algo tan evidente como la panspermia no-dirigida desaf�a el principio cient�fico de que toda vida comienza y termina dentro de los confines de la tierra, es marginalmente aceptable como una posibilidad alternativa. Ha habido serias tentativas en marcha, para tratar de determinar si las materias primas para la vida pueden ser encontradas en cometas.

El punto a notarse ac� es que nadie quiere dar un paso adelante al podio y sugerir lo obvio, que es que alguna entidad o entidades de alguna parte m�s all� del sistema solar vinieron ac� cuando este planeta estaba apenas formado y por cualquier raz�n que fuese decidieron sembrarlo con dos tipos de procariotas, las formas m�s robustas de bacterias de las que estamos conscientes y, por todo lo que sabemos, son criaturas dise�adas a prop�sito para que sean capaces de florecer o prosperar en absolutamente cualquier ambiente en el universo.

(Entienda que los procariotas existen hoy en d�a as� como lo hicieron hace 4.0 billones de a�os� sin cambio alguno, adaptadores indestructibles, microsc�picos, con la capacidad �nica de convertir cualquier infierno en un cielo. Pero m�s acerca de eso en un momento).

Si tomamos el salto sugerido y aceptamos la noci�n de la panspermia dirigida en la escena, nos confrontamos, entonces, con una pl�tora de preguntas de seguimiento.

  • �Fueron todos los planetas sembrados o solamente la Tierra?

  • �Porqu� la Tierra?

  • �Porqu�, si era una caldera hirviendo?

  • �Porqu� no un par de billones de a�os m�s tarde, cuando se hubiera enfriado un poco?

Todas muy buenas preguntas, y muchas como �stas pueden ser construidas. Pero todas nos alejan del tema fundamental de porqu� alguien o (para ser justos) algo quisiera traer vida ac�, en primer lugar, ya sea a la proto-Tierra o a cualquier otro protoplaneta?

Y esto nos lleva a la pregunta principal, una pregunta que pocos de nosotros nos sentimos c�modos contemplando: �Est� la Tierra siendo deliberadamente terraformada?


Bienvenidos a la Granja de Hormigas

El concepto de terraformar, de hecho, conjura im�genes de la reciente pel�cula �Antz� (Hormigas). Sin embargo, para todo lo que sabemos, esto es exactamente lo que nosotros, los humanos�y todas las otras formas de vida, de hecho�somos: jugadores en un escenario que a nosotros nos parece inmenso, pero (visualice la c�mara retrocediendo, al final de �Antz�), en realidad es solamente una �nfima orbe a trav�s de la inmensidad de un universo aparentemente infinito.

Un inquietante e incluso poco probable escenario, pero uno que debe ser abordado.

Bien, �y que? �Qu� si solo somos unos pocos jugadores en una pel�cula c�smica que ha estado film�ndose durante 4.0 billones de a�os? Mientras hemos sido dejados solos para hacer nuestro trabajo y vivir nuestras vidas en una paz relativa, �D�nde est� el da�o en ello?

�Es esta fant�stica idea realmente posible? �Ser� siquiera remotamente plausible?

Considere los hechos como los conocemos que son, no los hechos como hemos sido enga�ados a creer por aquellos en quienes confiamos de informarnos correctamente. La simple verdad es que la vida vino a nuestro planeta cuando la Tierra no ten�a nada que albergar un malvavisco tostado a nivel-gal�ctico. Las formas de vida fueron tra�das, los dos procariotas, resultaron ser las m�s sencillas y m�s duraderas criaturas de las que estamos conscientes.

Y lo m�s importante de todo es que tienen la capacidad �nica de producir ox�geno como resultado de sus procesos metab�licos.

�Porqu� ox�geno? �Porqu� es tan importante?

Porque sin una atm�sfera basada en ox�geno, la vida, tal como la conocemos actualmente es imposible. Por supuesto, los organismos anaer�bicos viven perfectamente bien sin el, pero no ser�an buenos vecinos o compa�eros sociales. No, el ox�geno es esencial para la vida compleja tal y como la conocemos, y es muy posible que sea necesario para formas de vida superiores en todas partes. Si este es el caso, si el ox�geno es el ingrediente clave para la vida a trav�s del universo, entonces, desde la perspectiva de un terraformador trayendo una carga de procariotas a este sistema solar hace 4.0 billones de a�os comienza a hacer sentido.

Pong�monos en sus zapatos (o lo que sea que usen) durante un momento. Como especie son de algunos millones o incluso billones de a�os en su ciclo de vida.

El espacio y el tiempo no significa nada para ellos. Atravesando el universo es como una impulsi�n a trav�s de Tejas para nosotros� un poco larga pero factible. As�, al ellos viajar alrededor, hacen un punto buscando lugares para establecer vida, y hace unos 4.0 billones de a�os, ellos avistaron a un sistema solar (en este caso el nuestro), haciendo all� su puerto.

Toman un buen impulso y se toman un lugar. A este punto, todo protoplaneta es tanto un caldero hirviente como lo era la proto-Tierra, por lo que espolvorean los procariotas en todos ellos con la esperanza que a uno o m�s se les permita prosperar.

Lo que saben los terraformadores es que si los procariotas ultimadamente prevalecen, entonces, con el transcurrir del tiempo, trillones de ellos producir�n suficiente ox�geno para, primero, a su vez, convertir todo el hierro en enfriamiento del planeta a �xido de hierro (herrumbre). Una vez que esto est� hecho� despu�s de, digamos, un bill�n de a�os (lo cual, recuerden, no significa nada para los terraformadores) � el ox�geno producido por los procariotas ser� libre de comenzar a saturar las aguas de los mares y la atm�sfera arriba. Cuando ocurre la suficiente saturaci�n (digamos, otro bill�n de a�os), los terraformadores pueden comenzar a introducir cada vez m�s complejas formas de vida al planeta.

Esto podr�a incluir, por ejemplo, a los eucariotes, la segunda forma de vida de la Tierra, otra bacteria de una sola c�lula, la cual claramente apareci� (m�s bien evolucion�) tan repentinamente como los procariotas hace (�sorpresa!) alrededor de 2.0 billones de a�os.

Los Eucariotes son distintivos, porque son la primera forma de vida con un n�cleo, el cual es la marca registrada de toda vida en la tierra excepto por los procariotas. Nosotros, los humanos, somos criaturas eucari�ticas. Pero estos segundos inmigrantes, (los cuales, como los procariotas, existen todav�a tal y como lo hicieron cuanto arribaron ac�) eran mucho m�s grandes que sus predecesores, m�s fr�giles y m�s eficientes produciendo ox�geno.

Despu�s de establecer la primera parte de su programa, los terraformadores esperan pacientemente, mientras el protoplaneta se enfr�a lo suficiente para poder introducir �verdaderas� formas de vida. Al llegar el momento, a partir de hace alrededor de hace medio bill�n de a�os, formas de vida superiores se introducen por medio de lo que hoy es denominado �Explosi�n C�mbrica�.

Miles de formas altamente complejas aparecen virtualmente de la noche a la ma�ana, machos y hembras, depredadores y presas, vi�ndose como nada vivo en la actualidad. Esto es lo que realmente ocurri�.

Los terraformadores contin�an supervisando su proyecto. Ellos observan que la Tierra sufre cat�strofes peri�dicas que eliminan del 50 al 90% de todas las formas de vida superiores. (Tales acontecimientos de extinciones masivas han, de hecho, ocurrido cinco veces, siendo la �ltima la extinci�n cret�cea de hace 65 millones de a�os, la cual barri� totalmente a los dinosaurios).

Ellos esperan unos pocos miles de a�os despu�s de cada acontecimiento, mientras el planeta recupera de nuevo su equilibrio bi�tico, luego lo vuelven a surtir con nuevas plantas y animales que pueden abrirse su camino en el ambiente posterior a la cat�strofe. Esto, tambi�n, es corroborado por el registro f�sil, el cual los cient�ficos tratan de explicar con una adici�n Darviniana de las especies, llamada �equilibrio puntuado�.

Por indignante y escandaloso como pudiera parecer a primera vista el escenario arriba descrito, da la cuenta de la verdadera, real y literal evidencia mucho mejor que, ya sea el Darvinismo o el Creacionismo lo han hecho o har�n alguna vez� Esto produce la m�s amarga iron�a de todo el debate. Con pilares de evidencia concreta apoyando la intervenci�n for�nea como el modo del origen de la vida en la Tierra, el concepto es ignorado hasta el punto de la supresi�n, tanto en c�rculos cient�ficos o religiosos.

Esto es, por supuesto, comprensible, porque para discutirlo abiertamente pudiera darle una credibilidad que ninguna de las partes puede permitirse en la actualidad. Ambos tienen sus manos muy ocupadas manteniendo la batalla los unos contra los otros, de modo que lo �ltimo que quiere o necesita cualquiera de los bandos es una tercera rueda tratando de estrellar su parte.

Sin embargo, esa tercera rueda ha llegado, y est� rodando su camino.