por Silvio Gonz�lez Lamar

Jefe del Departamento de Difusi�n de Prensa Latina
21 Junio 2009

del Sitio Web ContraLinea

Estados Unidos ha �extraviado� 11 bombas nucleares en todo el mundo.

M�s del 50 por ciento de los artefactos fueron perdidos en su propio territorio.

En manos �terroristas�, las armas de destrucci�n masiva podr�an ser rehabilitadas. Accidentes, negligencia y corrupci�n, entre las causas de los �extrav�os�.

Ese pa�s, sin ning�n tipo de sanci�n.


Flechas Rotas, en el argot militar del Pent�gono, es la clave para designar las bombas nucleares que Estados Unidos ha extraviado por negligencias o accidentes desde la �poca de la Guerra Fr�a hasta el presente, que ya suman un total de 11 artefactos.

En estos momentos, la org�a at�mica estadounidense ya ha dejado una impronta imborrable a lo largo y ancho del planeta, desde las heladas tierras de Groenlandia hasta los oscuros pantanos del sure�o estado de Georgia.

En un periodo de cinco a�os perdieron seis proyectiles nucleares en su propio territorio y otros cinco en lugares del Pac�fico, el Atl�ntico y el Mediterr�neo.

La oficina del inspector general del Pent�gono reconoci� el pasado octubre que estaban desaparecidos desde un destructor de la Marina hasta varios cohetes tierra-aire.

El valor de los armamentos que est�n en �paradero desconocido� se calcula en 8 mil millones de d�lares.

Stephen Schwartz, autor del libro sobre el programa nuclear norteamericano Atomic Audit, se�al� que a�n existen muchos secretos nucleares de los cuales no sabemos absolutamente nada.

Los medios de prensa de ese pa�s asumen una evidente complicidad con los gobernantes para mantener a la opini�n p�blica ajena a este grave y peligroso problema, declar� Joseph Mengano, director ejecutivo del proyecto sobre radiaci�n y salud.

El ex-oficial de la Central Intelligence Agency, Bert Soleau, que ahora trabaja para la empresa de salvamento Assure, manifest� que no ser�a raro que grupos terroristas localizaran las bombas perdidas y les extrajeran los materiales necesarios para la construcci�n de un proyectil nuclear artesanal.

Ken Groves, experto en armas nucleares de la Sociedad de Salud F�sica, que durante 26 a�os estuvo en la Marina, apunt� que el nivel de radiaci�n de estas bombas es indetectable porque fueron hechas para resistir condiciones extremas y dejan escapar s�lo cantidades casi insignificantes de uranio y plutonio.

El probable impacto medioambiental de estas bombas desaparecidas y el prolongado ocultamiento del Pent�gono sobre el estado en que se encuentran hacen imposible poder tener una idea clara de cu�les ser�an las verdaderas consecuencias de todos estos errores militares, argument� el representante republicano por Georgia, Jack Kingston.

  • El primero de estos incidentes ocurri� el 13 de febrero de 1950 cerca de Texas, cuando un bombardero B-36 sufri� una aver�a y lanz� al mar una bomba at�mica de 30 kilotones que transportaba.

  • El 10 de marzo de 1956 un B-47 que trasladaba dos artefactos de 3.4 megatones desapareci� cuando volaba sobre el Mediterr�neo.

  • El 5 de febrero de 1958 un B-47 choc� en el aire con un caza F-86 y su piloto, el mayor Howard Richardson, tuvo que dejar caer una bomba de hidr�geno en los pantanos de Savannah, en Georgia, donde ha permanecido durante los �ltimos 50 a�os.

  • Un mes m�s tarde, otro B-47 accidentalmente dej� caer otra bomba H en la cercan�a de Florence en Carolina del Sur, cuya explosi�n caus� graves da�os materiales y varios heridos, aunque su carga nuclear afortunadamente no explot�.

  • El 24 de enero de 1961 un B-52 con dos bombas de 24 megatones se estrell� cuando despegaba de la Base Goldsboro, en Carolina del Norte. Una de las armas se hundi� en los pantanos y no ha sido encontrada hasta el presente.

  • El 5 de diciembre de 1965 un A-4 Skyhawk que transportaba una cabeza nuclear de 1 megat�n cay� al mar cuando intentaba aterrizar en el portaviones Ticonderoga y nunca se pudo recuperar.

  • El 16 de enero de 1966 un B-52 con cuatro bombas de hidr�geno se precipit� a tierra cuando intentaba reabastecerse de combustible en pleno vuelo cerca del poblado espa�ol de Palomares, en Almer�a.

    Dos de los artefactos esparcieron radioactividad en una vasta zona. Una de las bombas de Palomares fue localizada por un mini submarino a 2 mil 850 pies de profundidad, donde a�n permanece.

  • El 21 de enero de 1968 un accidente similar ocurri� cuando un B-52 se incendi� en pleno vuelo sobre Groenlandia con cuatro bombas de hidr�genos que contaminaron una amplia zona.

    Los soldados norteamericanos contaban con equipamiento protector contra la radiaci�n, pero los daneses de Groenlandia y los espa�oles del incidente en Palomares comenzaron a enfermarse meses despu�s de c�ncer y problemas en la sangre, sin que el Pent�gono les diera ninguna indemnizaci�n o tratamiento m�dico.

  • El 21 de mayo de 1968 el submarino USS Scorpion se hundi� a 750 kil�metros de las Islas Azores con dos armas nucleares de 250 kilotones cada una.

Sucesos como �stos equivalen a poner a toda la humanidad en una especie de jaque perpetuo.

Vale la pena preguntarse qu� reacci�n tendr�a Estados Unidos si cualquier otro pa�s extraviara durante varias d�cadas nada menos que 11 potentes artefactos nucleares cerca de sus litorales y grandes urbes.

El presidente estadounidense Barack Obama podr�a proponerse rescatar estos artefactos mort�feros perdidos en el olvido, opin� Arjun Makhijani, experto en f�sica nuclear y asesor de Naciones Unidas.