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por Montalk 30 Junio 2005 del Sitio Web�Montalk
traducci�n de
Adela Kaufmann � � �
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� � � � � � � � � Dice un antiguo axioma herm�tico que�todo es mente, todo vibra. � Debido a que cada ser vivo es consciente de manera �nica, cada ser vivo lleva una firma vibratoria �nica.�El alma emite un amplio espectro de vibraciones, que a trav�s del principio de la resonancia atrae un espectro correspondiente de experiencias. � Las almas de una frecuencia com�n comparten reinos comunes de experiencia y tienden a cruzarse en la vida.
� Por ejemplo, la�din�mica reino�explica c�mo nuestras experiencias diarias son los efectos finales de procesos hiperdimensionales, por qu� las personas con mentalidad de v�ctima o depredador se atraen entre s�, c�mo la disonancia entre individuos atrae desencadenantes sincr�nicos de confrontaci�n, de c�mo el aprendizaje de una lecci�n antes de tiempo impide que se manifieste como experiencia, por qu� un coraz�n puro lo protege a uno del peligro, y de c�mo la partida personal de caminos y el inminente cambio son diferentes grados de precisi�n del mismo fen�meno. � � � � �
� La amplitud es intensidad, frecuencia� la rapidez de la fluctuaci�n, y fase la alineaci�n o cronometraje de una onda.�Para que una onda exista y se propague debe haber una�fuente�y�un medio, que genera vibraciones y que las lleva hacia el exterior.�Por ejemplo, una cuerda de guitarra inicia vibraciones que viajan a trav�s del aire en forma de picos alternantes y bajones en la presi�n de aire.
� Esto significa que el�campo vibratorio del alma�(tambi�n conocido como el�aura) se compone de campos y ondas mucho m�s sutiles que los campos el�ctricos o magn�ticos, por lo que los instrumentos convencionales no pueden detectar el aura.�Sin embargo, este campo est� lleno de energ�a moldeada e informaci�n - la esencia misma de pensamiento�y�emoci�n.
� La f�sica cu�ntica calcula futuros probables y la conciencia selecciona cu�l de ellos va a experimentar.�Pero mientras que la ciencia convencional dice que los efectos cu�nticos se limitan a la escala subat�mica, aqu� reconocemos que tal vez los fen�menos cu�nticos son igualmente activos en el mundo macrosc�pico y en realidad conducen la progresi�n de nuestras experiencias.
� La situaci�n es similar para los ba�istas flotando en un r�o a una velocidad igual, cada nadador relativamente estacionario al otro, pero vi�ndose unos a otros, ellos podr�an concluir que est�n en aguas tranquilas, que el movimiento en el agua s�lo es evidente si se mira hacia abajo y se observan los peque�os remolinos alrededor.�La ciencia convencional s�lo mira hacia abajo y no se da cuenta de que una masiva corriente cu�ntica es lo que nos mueve a trav�s del tiempo. � Pero, �c�mo exactamente la consciencia manifiesta la experiencia? � � � � �
� T�cnicamente, este multiverso puede ser llamado "vector de estado" o "funci�n de onda" de la realidad.�Se trata de un holograma fractal que enfoca siempre hacia el futuro.�El propio fractal no cambia, es s�lo nuestra mente que se mueve a trav�s de �l, y por lo tanto genera por s� mismo la ilusi�n del espacio y tiempo.�Para entender este proceso, hay que entender c�mo funcionan los hologramas.
� Despu�s de que se desarrolla la pel�cula, la misma iluminaci�n l�ser ser� modulada en fase e� intensidad por el patr�n y reproducir� la informaci�n codificada, proyect�ndola a partir de una r�plica visual del objeto.�La naturaleza de la imagen proyectada desde un holograma depende del �ngulo, intensidad y frecuencia (color) del l�ser.
� El �ngulo y la regi�n de iluminaci�n decide qu� informaci�n en particular de la gama disponible se ha seleccionado para su proyecci�n.�En el caso de la pel�cula hologr�fica, la imagen proyectada gira con una rotaci�n en �ngulo del l�ser de incidencia, o cambia a una imagen diferente si el l�ser brilla sobre una parte de la pel�cula en la que se registr� un objeto diferente. � El �ngulo y la posici�n son los dos tipos de fases, por lo que es la fase la que selecciona a partir de un rango dado qu� imagen proyectar�.
� De ello se desprende que nosotros, como unidades individuales de conciencia, somos el l�ser iluminador.�El color del l�ser es la frecuencia de nuestras emociones, su fase nuestros patrones de pensamiento, y su amplitud nuestro nivel de intenciones.
� Un fractal es infinitamente complejo y permite enfocar hacia adentro o hacia afuera sin l�mite.�Cada nivel de enfoque (zoom) hacia adentro es un subconjunto de todos los zooms anteriores.� � En nuestro estado actual, estamos enfocando en el fractal y percibiendo este movimiento como un avance hacia el futuro.�Y, naturalmente, el futuro es un subconjunto de todos los futuros probables anteriores, aunque la verdad, el tiempo es ilusorio porque todos los niveles del fractal existen simult�neamente. � Una vez m�s, este fractal es hologr�fico, nosotros iluminamos porciones del mismo, de acuerdo con nuestra naturaleza emocional,� pensamientos e intenci�n. � � � � �
� Por lo tanto nuestra conciencia vibra con un espectro de frecuencias y, por consiguiente accede desde el holograma un espectro de arquetipos experienciales. Cada persona tiene un espectro vibratorio �nico, aunque diferentes individuos pueden compartir ciertas frecuencias.� � Este espectro identifica no s�lo la composici�n alma, sino tambi�n el propio camino �nico de aprendizaje en la vida.�Nuestro temperamento refleja nuestra naturaleza del alma y determina el reino de nuestras experiencias.
� Cada individuo proyecta y ocupa un territorio �nico, pero no necesariamente independiente; algunas frecuencias son m�s o menos compartidas y dan cuenta de la realidad consensual y experiencias mutuas. � Por lo tanto, los reinos pueden cruzarse, sustituirse, o ser subconjuntos de otros reinos. � � � � � Reinos como Temas de Experiencia� � Los habitantes de dos reinos que se cruzan inevitablemente cruzan caminos e intercambian lecciones.� � Estas lecciones son de una naturaleza arquet�pica determinadas a qu� parte del holograma ambos reinos com�nmente tienen acceso.
� La diferencia puede ser peque�a entre el profesor y el estudiante o adulto y un ni�o, o grande entre el hombre y el animal o el ser hiperdimensional y el hombre.�Las peque�as diferencias dan cuenta de las diferencias en el nivel de comprensi�n mientras que las grandes diferencias entre los reinos dan lugar a diferencias de percepci�n. Esto simplemente significa que uno tiene un espectro vibratorio que comprende y supera al otro.
� Y si se ven obligados a interactuar o comunicarse, podr�a haber malentendidos mutuos y falta de inter�s en el mejor y aversi�n o confrontaci�n en el peor.�Cuando la diferencia entre los reinos es extrema, los seres de cada reino ni siquiera pueden percibirse f�sicamente entre s�.
� La importancia de un personaje no est� determinada por la frecuencia con la que interactuamos con ellos, sino que cu�n significativo lo hacemos.�Podemos cruzar caminos con un personaje de fondo todos los d�as, tal vez un vecino o un compa�ero de trabajo y no dejan m�s que una impresi�n descolorida en nuestras almas. � Otros podemos encontrarlos s�lo una vez en la vida durante una experiencia tan significativa que nos marca de por vida. � � � � �
� A veces no podemos ver el punto que otro est� tratando de hacer, o no podemos entender por qu� hacen lo que hacen, lo que indica que nuestro reino no se extiende hacia ciertas regiones del holograma con las que ellos est�n familiarizados.�As�, en un nivel mundano, los reinos delinean aquello con lo que usted puede identificarse y notar.
� Este concepto es f�cil de entender si se tiene en cuenta la interpretaci�n mundana de "reino". � Cuando se encuentra con alguien cuyo reino es un subconjunto de los suyos, por ejemplo un ni�o peque�o que a�n tiene que aprender las lecciones que usted ya ha aprendido, usted puede elegir simplificar el lenguaje y la comunicaci�n a su nivel.� � A menudo, esto requiere el uso de met�foras que ellos pueden comprender. Asimismo�las entidades hiperdimensionales�se envuelven en formas visuales que nosotros podemos comprender. � Estas formas visuales son expresiones alternativas de sus arquetipos vibratorios, as� como las met�foras son expresiones alternas de significado. � � � � � �[Si la f�sica le da dolor de cabeza, vaya directamente a "Metaf�sica de la Din�mica de los Reinos"]
� Las funciones de onda pueden ser pensadas como una nube de posibilidades de las cuales s�lo una posibilidad se manifiesta cuando es observada.�Es una peque�a regi�n del holograma universal desde donde es proyectado un �ngulo de informaci�n.�Las funciones de� las ondas cu�nticas son la base f�sica de los "reinos" y los reinos definen el alcance de nuestras funciones de onda personales. � A diferencia de los electrones, nosotros somos incre�blemente complejos, y la funci�n de onda de nuestro ser es mucho m�s rica en su composici�n que la de cualquier part�cula subat�mica.�Sin embargo, los principios de la�f�sica cu�ntica�son tan v�lidos para nosotros en el reino macrosc�pico como para los electrones en el reino subat�mico. � En la escala macrosc�pica estos principios cu�nticos se manifiestan como principios de la din�mica reino. � � � � �
� Quien sea que lea el instrumento bloquea fase con su funci�n de onda y al final, la part�cula observada, instrumento, y observador, todos ocupan la misma realidad teniendo cero fase de diferencia entre ellos. � Esta fase es una cantidad f�sica y es com�nmente llamada "fase geom�trica" o "baya fase" o "fase de Aharonov-Bohm" (diferentes nombres para la misma fase en diferentes situaciones).�Esta fase no es m�s que la alineaci�n f�sica de la funci�n de onda.�Para repetir, para que dos cosas compartan la misma realidad e interact�en causalmente entre s� deben tener cero diferencia de fase entre ellos.
� Metaf�sicamente hablando, mientras que la fase geom�trica es una propiedad de la materia, la fase esot�rica es puramente una propiedad de la conciencia. � Las fases geom�trica y esot�rica son solo los componentes reales e imaginarios de una fase "cuaterni�n", caracterizando la alineaci�n de las funciones de onda tanto mentales como materiales.
� �Qu� hay de la regi�n de iluminaci�n y frecuencia del l�ser? �stos corresponder�an a la fase esot�rica.� � Los pensamientos, las emociones y la intenci�n forman la fase esot�rica para determinar qu� parte del holograma se ilumina, esto especifica el propio reino.�La fase geom�trica entonces selecciona qu� experiencias tangibles manifiesta desde el determinado rango de futuros probables. � Para que la mente experimente un futuro probable espec�fico, debe obtener a la vez el enganche de la fase esot�rica y geom�trica.�En conjunto, las fases geom�trica y esot�rica determinan d�nde estamos situados en el fractal hologr�fico universal en cualquier momento en el tiempo. � Nuestro reino es por lo tanto una funci�n de onda que se extiende desde esta ubicaci�n esf�rica hacia el exterior en todas las direcciones del espacio, el tiempo y dimensi�n. � � � � �
� Estos son los bloques de construcci�n de los campos el�ctricos y magn�ticos y son comparativamente m�s simples en estructura.�Mientras que los campos magn�ticos son an�logos a un paquete de v�rtices de agua, los campos potenciales son m�s parecidos a las corrientes de agua.� � Al desenroscar un campo magn�tico uno puede generar un llano campo potencial capaz de cambiar la fase geom�trica de un electr�n, por ejemplo.�Existe la tecnolog�a para crear estos campos y permitir la manipulaci�n de la fase geom�trica.
� Este campo sub-electromagn�tico se extiende esf�ricamente hacia el exterior en el holograma universal, iluminando las regiones dentro de la proximidad f�sica, temporal y dimensional.�Este capullo brillante define el reino de uno.
� Se necesita tecnolog�a especializada, algunas de las cuales han sido patentadas y el resto restringidas de su uso por avanzadas facciones militares y alien�genas.
� Pero debido a que el aura es s�lo el componente f�sico, aunque sutil, de todo el campo vibratorio y el resto estando en un espacio imaginario, los reinos tambi�n pueden extenderse a trav�s de la mente-espacio y caer con el grado de proximidad consciente.� � Dos personas m�s all� del alcance del rango del aura de cada uno a�n podr�an compartir sus reinos a trav�s de proximidad mental y emocional.�Las relaciones de larga distancia o foros de discusi�n en Internet son algunos ejemplos.
� Esta �ltima se deja a elecci�n personal y circunstancia. � Los elementos arquet�picos dentro de la conciencia se convierten en patrones simb�licos en el aura que resuenan y atraen experiencias correspondientes desde el holograma universal. � � � Metaf�sica de la Din�mica de los Reinos
� Como se ha explicado,�la conciencia�genera un campo que resuena y atrae experiencia significativa.�Pero lo que es significativo para una persona puede ser noticia vieja para otra.�De ah� que sus vibraciones del alma esbozan su camino de aprendizaje emocional - cuales secuencia de experiencias son significativas y tienen suficiente carga emocional para catalizar su crecimiento espiritual. � Las emociones como sabemos son motivadores sustitutos.�Esto significa que nos empujan a hacer aquello que est� m�s all� de nuestra motivaci�n normal.�Sin emoci�n, hacemos s�lo aquello que est� dentro de nuestra comprensi�n y programaci�n hacer.�Ese es nuestro estado natural de ser, nuestro reino en equilibrio.
� Como se afirma en�Mensajeros del Alba, las emociones nos pueden llevar a otras dimensiones.�Mudarse a un estado� de un reino diferente puede ser simple como cambiando su actitud y con ello accediendo a una secuencia de experiencias felices o tan profundo como� cambiarse fuera de esta realidad a una densidad superior. � Cuando el l�ser cambia de color, saca partes del holograma que antes eran inaccesibles.
� Esto implica enriquecer y ampliar el espectro vibratorio de uno y aumentar la intensidad de la iluminaci�n.�Cuanto m�s rico es el espectro, m�s cerca se mueve hacia la luz blanca que contiene todos los colores, significando esto que est� llegando m�s cerca� la conciencia para unificarse con el holograma y la Fuente que lo grab�.
� As� que nosotros esencialmente permitimos la manifestaci�n lo que m�s necesitamos experimentar.
� Una vez que una lecci�n que se ha aprendido, el nuevo estado de equilibrio ya no invita a esos tipos de experiencias porque la brecha est� llena, pero al fallar en aprender la lecci�n deja el espacio un poco m�s amplio que antes.�Esto es por qu� el no aprender una lecci�n la primera vez hace que se repita de varias formas de creciente gravedad.
� Qu� experiencias son importantes para uno puede ser incomprensible o innecesariamente duro para otro.�De c�mo se manifiesta el arquetipo de lecci�n como experiencia depende de la capacidad de respuesta emocional del individuo en cuesti�n.�Algunos aprenden mejor con la compasi�n y la alegr�a, otros con miedo y dolor - lo que sea m�s eficiente como motivador sustituto. �
Cada emoci�n
tiene una frecuencia determinada (una oscilaci�n en la fase
esot�rica) y como el l�ser accediendo a una capa hologr�fica en
particular de acuerdo con su frecuencia, las personas con diferentes
temperamentos tienen acceso a las diferentes capas del holograma y
de ese modo atraen diferentes futuros probables para cualquier
arquetipo de lecci�n dado.� Por lo tanto, es el temperamento el que m�s influye significativamente en la naturaleza de las propias experiencias personales.�El temperamento es simplemente una actitud de vida y clima emocional, el espectro de frecuencias en las que el alma, en su estado actual, naturalmente, puede resonar.�Mide nuestra capacidad de respuesta a las oportunidades de aprendizaje.�Podemos colocar temperamento en una escala con reactividad programada en el extremo inferior y actividad consciente en el extremo superior.�
� La materia es perfectamente reactiva y determinista, para cada acci�n hay una reacci�n igual y opuesta.�Las personas con bajas frecuencias vibratorias son altamente reactivas y a merced de las influencias externas.
� En contraste con las reacciones, las acciones son no deterministas ya que se derivan de verdadera elecci�n en lugar de ser el efecto de una causa determinada.
� Pero debido a que cada experiencia de aprendizaje ofrece una elecci�n en c�mo proceder, siempre existe la oportunidad de subir la escala de frecuencia y ser m�s consciente y menos reactivo, que a su vez hace menos abrasivas las experiencias de vida. � � � � � Decisiones colectivas y lecciones
� Las lagunas en este campo invitan a clases colectivas y experiencias.�Este campo colectivo se refuerza a s� mismo, ya que ejerce repulsi�n a cualquier persona o cosa cuyo espectro sea disonante con la frecuencia colectiva.�Por ejemplo, las personas que entran en el campo o bien ser�n repelidos o atra�dos, dependiendo de cu�n cerca coincidan sus perfiles auricos con el del colectivo.
� Acercarse demasiado a un �rea con vibraciones muy disonantes a la propia puede evocar sentimientos de desasosiego, asfixia, o p�nico, entrar en zonas con vibraciones resonantes invitar� a los sentimientos de comodidad y vitalidad.
� En otras palabras, cuando es hora de que alguien se mude a un lugar m�s fruct�fero, se manifiestan eventos improbables para forzar la reubicaci�n.
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� Cuando sutil, estas batallas tienen lugar, no tanto con confrontaci�n, como con el establecimiento de frecuencias dominantes que agobian y subconscientemente repelen el lado opuesto.�Debido a que la amplitud de vibraci�n es el factor decisivo, unos pocos individuos con bajas vibraciones, pero fuertes pueden invadir un grupo m�s grande con vibraciones superiores, pero m�s d�biles, o al menos amortiguar sus frecuencias y, por tanto arrastrarlas hacia abajo.�
� Por ejemplo, toma s�lo unos pocos individuos muy "negativos" o fragmentados unirse e infectar un tablero de mensajes si el miembro es inconsciente y d�bil en su vibraci�n.�Ellos no tienen que ser violentos u hostiles, s�lo firmes y fuertemente arraigados en sus bajas vibraciones. � Otros miembros pueden interpretar los sentimientos crecientes de apat�a emocional o inquietud como propios y retirar sus fuerzas del campo colectivo por falta de entusiasmo, lo que permite que domine una baja vibraci�n y repela a todos los miembros presentes y futuros de inclinaci�n positiva.�Y si la disonancia es especialmente fuerte, una visible confrontaci�n estallar� y forzar� la expulsi�n de individuos disonantes con lals vibraciones dominantes del reino colectivo.
� Los seres� hiperdimensionales est�n m�s all� del tiempo lineal y lo que es para nosotros una gama de futuros posibles, presentes, pasados es simult�neamente su territorio nativo. � Ellos poseen un mayor grado de libertad que nosotros navegando por el holograma. � � � � �
� Pero una�guerra hiperdimensional�se libra en un campo de batalla hiperdimensional extendi�ndose hacia adelante y hacia atr�s en el tiempo y hacia los lados a trav�s de dimensiones paralelas.� � Nuestras vibraciones del alma y el reino que elegimos ocupar determinan qu� futuros probables accedemos, o alternativamente, a que territorio hiperdimensional nos conectamos y reforzamos de ese modo.�La guerra hiperdimensional es ampliamente combatida�a trav�s de nosotros, a trav�s de las frecuencias que elegimos sostener.
� S�lo el primero es ventajoso a la tiran�a.�Por lo tanto las�fuerzas hiperdimensionales�de opresi�n tienen de un inter�s fundamental en la reducci�n de la frecuencia de aquellos que quieren esclavizar, a fin de que los esclavizados atraigan subyugaci�n como su modo preferido de aprendizaje.
� Recuerde que el bloqueo de fase es necesario para que las dos cosas interact�en causalmente, para que las sutilezas de la din�mica del reino hiperdimensional se evaporen y dejen s�lo las leyes f�sicas de causa y efecto. � Al resonar dentro de su espectro de frecuencias, usted de adentra en su territorio hiperdimensional y adquiere la capacidad de dominar f�sicamente. � � � � � Din�mica de reinos de abducciones
� Hay un sinn�mero de personas, incluido yo mismo, que hemos sido blanco para la eliminaci�n.�La pregunta es �por qu� los secuestradores no se limitan a matar a sus objetivos.�A veces lo hacen, pero s�lo porque a veces pueden hacerlo.
� Lo mismo puede decirse de los individuos cuyas�auras son d�biles, como es el caso de�los toxic�manos cr�nicos (drogadictos).�Adem�s, las auras de los ni�os peque�os no est�n completamente formadas, porque el alma no se ha asentado completamente en el cuerpo, por lo que sus reinos son mucho m�s f�ciles de penetrar que los de los adultos. � Los secuestros tienen lugar con mayor frecuencia durante la infancia, cuando la mente es maleable y el reino f�cilmente traspasado, permitiendo la instalaci�n oportuna de los sistemas de programaci�n mental.
� Las abducciones emplean tecnolog�a hiperdimensional de teletransportaci�n�que moment�neamente lo saca a uno del plano f�sico.�Esto presenta ciertos problemas para los secuestradores, ya que el camino m�s viable para la fase de sincronizaci�n debe ser moment�neamente abandonado.� � Esto corta el hilo de la causalidad que de otro modo proporcionar�a una clara l�nea de continuidad entre la elecci�n encarnativa del individuo a someterse a las leyes de la fisicalidad y la incidencia final en manos de los secuestradores.
� As�, el m�todo preferido de la manipulaci�n es la programaci�n mental.�En un nivel superior, el individuo permite la explotaci�n de sus debilidades, porque siempre hay una posibilidad marginal para el aprendizaje de una lecci�n y el parcheo de la debilidad. � Por ejemplo,�la programaci�n mental�es permitida s�lo porque el individuo puede, a trav�s del auto-control y auto-observaci�n, volverse cada vez m�s centrado y consciente si �l o ella elige ser activo y no reactivo.� � Cada experiencia atra�da puede mover hacia arriba o hacia abajo la escala de frecuencia en funci�n de c�mo se elige percibir y utilizar estas experiencias.�Es lamentable, sin embargo, que muchos abducidos sucumben y en alg�n nivel eligen el camino de la manipulaci�n posterior e incluso la muerte.
� En los casos m�s afortunados en los que el individuo tiene suficiente defensas residuales�no causales�para evitar las peores consecuencias, pero mucho m�s se puede hacer durante esos secuestros que a trav�s de procedimientos m�s convencionales que implican la teletransportaci�n a grandes distancias. � Estas oportunidades son frecuentemente utilizadas para instalar nuevo "hardware" y "software", tal vez implantes y sistemas subconscientes de codificaci�n proporcion�ndoles facilidad de programaci�n a distancia a modo que futuros secuestros no sean necesarios. � Las facciones militares/gubernamentales est�n muy interesados en esta tecnolog�a.�Les permite enviar se�ales de programaci�n de objetivos a distancia en cualquier momento y en cualquier lugar.�No es raro para los secuestrados que sean hipn�ticamente programados para viajar a un lugar peligroso donde pueden ser f�sicamente secuestrados. � As� que a pesar de las limitaciones de los reinos, las fuerzas hostiles son expertas en aprovechar sus recursos. � � � � �
� Algunas personas est�n m�s en sinton�a con las vibraciones de baja frecuencia y experimentan la presencia de entidades negativas mucho m�s objetivamente que aquellos cuyas vibraciones est�n principalmente en otras partes del espectro, �stas �ltimas encuentran las fuerzas hostiles mucho m�s subjetiva, fugaz, y ambiguamente.
Estas son las caracter�sticas de frecuencias m�s bajas que lo hacen a uno reactivo, f�cilmente previsible, y por lo tanto f�cilmente controlable.�Los abducidos que sufren la variedad m�s indudable de encuentros con entidades hostiles suelen ser neur�ticos, obsesivos, temerosos, y / o paranoicos.
� En cada vuelta del ciclo hay opci�n de recuperar el control de las propias emociones y la reactividad a trav�s de la pr�ctica de la indiferencia, la tranquilidad, y una actitud positiva.
� El hilo causal establecido por dicho pacto es dif�cil pero no imposible de cortar, hacerlo implica renunciar a los acuerdos anteriores y elevar la propia frecuencia y conciencia. � � � � �
Depresores de los Reinos� � Pero esto requiere esfuerzo, porque estamos inmersos en campos ambientales que pueden sesgar los nuestros.�Algunos de estos campos son de origen�astrol�gico� y fluct�an con los diferentes ciclos lunares y planetarios.�Otros ejemplos son los reinos colectivos generados por las reuniones f�sicas o mentales de los individuos.
� La rejilla conductora formada por�las estelas qu�micas�tambi�n puede crear vibrantes campos potenciales que suprimen el equilibrio mental y emocional, as� como la integridad �urica de las poblaciones irradiadas. � A veces no es necesario usar tales m�todos avanzados... a menudo m�todos m�s crudos para manipular el pensamiento y las emociones son empleados que simplemente tiran fuera de balance los niveles neuroqu�micos y hormonales. � Sin embargo, es importante recordar que la frecuencia de alma temporalmente puede caerse cuando es dominada por campos ambientales sub-electromagn�ticos, como cuando uno est� dentro de la proximidad mental o f�sica de una fuente de frecuencia baja. � Desde luego es posible rechazar tales influencias si uno es suficientemente consciente, vitalizado, y centrado. Cuando los campos de frecuencia ambientales bajos se amplifican, se siente como si alguien hubiese levantado la "gravedad" y es necesaria m�s fuerza para quedarse erguido y equilibrado.� � Es posible que durante tales tiempos conectarse mentalmente con una esfera de frecuencias m�s altas y por lo tanto permanecer centrado.�Esto requiere una meditaci�n interior y la contemplaci�n de ideales m�s altos y arquetipos.
Los ataques ps�quicos requieren que una entidad use la intenci�n meterse dentro de la proximidad mental de un objetivo y desatar una andanada de energ�a de baja frecuencia. � Estos intentos de dominar el propio campo del blanco y lograr el bloqueo de fase, despu�s de lo cual pueden proceder las formas causales de da�o (tal como se especifica a trav�s de la visualizaci�n).
A menudo, este arquetipo de conflicto se extiende hacia los�reinos hiperdimensionales�y se correlaciona con las batallas que tienen lugar en otras dimensiones, cuyos efectos se derraman en nuestro reino, por lo que nuestras experiencias personales a menudo reflejan "las batallas entre los dioses". � Curiosamente, ya sea si sucumbimos a las frecuencias m�s bajas o elegimos "capear el temporal" puede afectar el resultado de esas escaramuzas hiperdimensionales. � Para que un reino influya en el otro requiere un cierto grado de entrelazamiento mutuo. Algunas nubes reflejan la presencia de�naves hiperdimensionales�flotando m�s all� del velo dimensional.
� Las Naves-Nubes pertenecientes a entidades oscuras irradian un intenso campo de baja frecuencia que puede inducir sentimientos de fatalidad o agresi�n en la poblaci�n abajo y un extra�o comportamiento defensivo en los animales. � � � � Mientras m�s oscura es la energ�a, m�s presagios trae la nube y� m�s violentas las tormentas que se precipitan. � Estas naves tienden a reunirse cerca de los puntos cr�ticos en la l�nea de tiempo donde la realidad es m�s f�cilmente influenciada en su beneficio.� � Al acercarse lo suficiente al lugar y la hora de una "interesante" regi�n del holograma, las entidades oscuras pueden leer con mayor precisi�n las trayectorias locales de futuros probables y calcular las manipulaciones que son necesarias para asegurar un futuro probable m�s devastador. � En el caso de los desastres humanos, esto ayuda a la mayor�extracci�n de energ�a de fuerza vital. � � � � �
� Para que dos reinos intercambien energ�a� deben compartir cierto grado de resonancia.�Cuanto m�s d�bil es la resonancia, m�s energ�a se necesita para que las entidades de un reino a afecten directamente a los de otro. � Las entidades negativas no est�n por lo general en plena resonancia con sus objetivos y por lo tanto limitados en lo que pueden hacer directamente a ellos.�Sin embargo, con energ�a adicional ellos pueden compensar la resonancia d�bil e impactar reinos que de lo contrario est�n m�s all� de su influencia.
Para cada frecuencia de vibraci�n, el alma puede emitir�loosh�(t�rmino gen�rico para energ�a emocional)�en esa frecuencia. � Podr�amos hacer una comparaci�n a la energ�a l�ser de un color particular.�Las entidades con las frecuencias bajas de alma consumen energ�a de una frecuencia baja.
� Otras fuentes de energ�a incluyen�rituales ocultos y religiosos.�El culto dominical ofrece cantidades de energ�a "masivas" y proporciona a las fuerzas negativas m�s f�ciles oportunidades de ataque el domingo que los otros d�as de la semana. � La luna�juega un papel importante en la captaci�n de energ�a mediante la pulsaci�n frecuencias globales dos veces al mes y el inicio de un verdadero frenes� de alimentaci�n para las entidades negativas, esto es lo que�Gurdjieff�entiende por� la humanidad siendo alimento para la luna�. � � � � �
� Esta operaci�n consiste en tres pasos:�
El acoso es el acto de leer los puntos d�biles de un blanco y moverse a la posici�n para explotar esas debilidades.� � Esto se logra a trav�s de monitoreo remoto o muestreo directo del campo �urico.�Los m�todos de control remoto incluyen�la visi�n remota�y los datos recogidos a trav�s de implantes neurales.
� Tales abducidos pudieran ser, ya sea teletransportados a una base subterr�nea o bajo trance hipn�tico dictar informaci�n acerca de los objetivos asignados, o si est� implantados con tecnolog�a de programaci�n mental remota pueden ser utilizados como tales mientras duermen en sus camas.
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Por lo menos
esto proporciona una lectura inmediata de las propias
vulnerabilidades, y en su mayor�a empuja hacia un profundo miedo y
paranoia que lo pone a uno todav�a m�s cerca de su territorio
vibratoria.�El aura tambi�n puede muestrearse cuando un objetivo
interact�a cara a cara con ciertos individuos implantados.� � La sobre-reacci�n exagerada a estas experiencias disruptivas pudiera disminuir a�n m�s la frecuencia y permitir una ronda m�s intensiva de programaci�n y hostigamiento.�A trav�s de este proceso, los programadores pueden derribar al suelo a un objetivo descuidado.
� Para los desafortunados destinatarios, la curiosidad no les� lleva a ninguna parte, sino a�n m�s a la trampa.�Que estas experiencias inexplicables o misteriosas son reales es innegable, sin embargo, son a menudo se�uelos vac�os de un significado m�s profundo.�Tratando de encontrar un significado m�s profundo es simplemente abrir la puerta a m�s de lo mismo, y de esta manera la vida puede volverse realmente extra�a y la locura no es un resultado poco com�n. � Cada ca�da en la frecuencia baja otro puente sobre el foso del castillo. � � � � �
� Funcionan como s�mbolos on�ricos de vigilia y comunican la presencia de algo significativo por debajo del umbral de la conciencia.�Las sincronicidades�tienden a aparecer durante la actividad hiperdimensional�o antes de los eventos con carga emocional y expansiones en la conciencia.� � En general,�son ya sea los precursores de una expansi�n del reino o una penetraci�n del reino.
� Estas coincidencias significativas comparten la misma base arquet�pica que el evento emocional que ha generado la onda de choque; la onda comparte la frecuencia de su fuente.�As�, las sincronicidades a menudo preceden a las experiencias de aprendizaje y llevan un car�cter simb�lico que refleja la naturaleza del acontecimiento inminente. � De hecho, cualquier perturbaci�n en la frontera del reino inevitablemente va a generar sincron�as precursoras que dan informaci�n acerca de la fuente de interferencias. � Una inminente penetraci�n de reino, por ejemplo, ser� precedido por presagios de sincronicidades como�ag�eros�o el�avistamiento de cierto n�mero de advertencias.�Debido a los filtros de arquetipo a trav�s de un l�xico simb�lico antes de la manifestaci�n, la misma advertencia puede manifestarse de forma diferente para diferentes personas en funci�n de cuales s�mbolos encuentran significativos. � Algunos s�mbolos son m�s universales que otros.�La interpretaci�n de ellos debe ser manejada de manera similar que al interpretar s�mbolos on�ricos. � � � � �
� Esto significa que un probable futuro se manifiesta para todos, debido a que todos de alguna manera dan cabida a las necesidades de aprendizaje de cada individuo.�Cuanto mayor es la disonancia entre las personas que contribuyen a un campo colectivo, m�s retorcido e improbable debe ser este futuro para suavizar las discontinuidades.
� Por las razones ya expuestas, pueden atraer formas evidentes de acoso y una gran cantidad de�extra�os fen�menos paranormales�que la mayor�a de la gente no podemos imaginar y mucho menos creer.��Qu� pasa si entran en un reino colectivo cuyo espectro vibratorio es muy diferente al suyo, por ejemplo en alg�n lugar p�blico con mucha gente promedio que requiere una experiencia relativamente mundana? � Entonces la realidad se contorsionar� para dar cabida a ambos reinos, aunque a veces sin mucho �xito cuando surgen fallos extra�os indicando grietas en la ilusi�n. En lugar de ver alien�genas o entidades demon�acas en p�blico, lo que sin duda asustar�a a todos los dem�s, sus experiencias de monitoreo y hostigamiento vendr�n a trav�s de elementos que parezcan ordinarios para la gente com�n. � De esta manera ambos pueden tener su reino y vivirlo tambi�n.�Pueden escuchar algunas frases cr�pticas murmurando al azar un poco demasiado extra�as para ser mera coincidencia, podr�an notar a la vente observ�ndolos y sigui�ndolos, podr�an encontrarse con acosadores cuyos ojos indican la presencia moment�nea de un ser demon�aco. � Pero para todos los dem�s estos veh�culos de acoso parecen caracteres ordinarios: el hombre sin hogar por la gasolinera, aparentemente pidiendo a alguien monedas, el grupo de comensales participando en un poco de observar a la gente, el chico que sirve caf� poni�ndose un poco de mal humor con alg�n cliente.
� Una prueba objetiva es la que puede traer las experiencias de un reino forzosamente a otro, sin pasar por el proceso de aprendizaje y de violar el libre albedr�o.
� Si la discontinuidad es extrema, uno se encuentra con las m�s extra�as sincronicidades positivas y caracteres �tiles. � � � � � N�meros primos como reinos arquet�picos
� A trav�s de este reino colectivo, los subconjuntos pueden entrar en mutua fase de bloqueo porque todos ellos "encajan" en su n�mero.�Por ejemplo, los reinos 2 y 3 se adaptan perfectamente al reino colectivo 6. Los reinos 7, 9 y 11 encajan perfectamente en el colectivo 693.
� De c�mo esto se entrelaza con extra�as experiencias causadas por las discontinuidades de frecuencia se ilustra como sigue: considerar un campo colectivo formado por individuos en los reinos 2, 4, y 5.�El campo colectivo es 20, un n�mero bastante com�n. � Entonces digamos que alguien con el reino 53 entra.�El campo colectivo salta a 1060 para acomodar a todos, lo que indica un nivel bastante alto de improbabilidad y extra�eza.�Esto simplemente significa que un futuro mucho menos probable es atra�do cuando existe abrasi�n entre las vibraciones.�Tambi�n ilustra por qu� la disonancia entre los individuos produce escenarios improbables de confrontaci�n y separaci�n.
� Para ilustrar, nosotros en la tercera dimensi�n podemos ocupar el reino 39, mientras que los seres hiperdimensionales son nativos de campo 13 - pueden optar a la fase de bloqueo con nosotros si as� lo desean, o permanecer fuera de nuestro rango de percepci�n. � Menor n�mero de reino significa menor longitud de onda y una frecuencia m�s alta.
� La existencia f�sica es el �ltimo subconjunto de todos los reinos.�Es la arena a trav�s de la cual los seres pueden optar por participar en la interacci�n causal mutua.�El reino colectivo de toda la conciencia en este universo puede ser grande, pero no es infinito.�As� que la frecuencia de la fisicalidad es infinitesimal, pero no id�ntica a cero, de ah� la existencia de la energ�a del punto cero.
� Los n�meros primos por lo tanto, se refieren a las "frecuencias eigen=(propias)" de la Creaci�n.� � Cada n�mero primo representa un arquetipo universal �nico cuyos m�ltiplos arm�nicos generan los diversos reinos y futuros probables asociados a ese arquetipo.�Por ejemplo, si 3 es el reino fundamental de la alegr�a, entonces reinos 3, 6, 9, 12, etc. ... son reinos donde la alegr�a es la t�nica fundamental de vibraci�n, aunque cada reino abarca una diversa expresi�n de alegr�a que se vuelve m�s distorsionada con los n�meros m�s altos de reinos.
� En t�rminos realistas, nosotros, como individuos tenemos un�espectro de frecuencias�y por lo tanto un�espectro de n�meros de reinos�definiendo nuestro reino personal.�Los componentes de los n�meros primos representan lecciones que hemos aprendido bien, mientras que los componentes no-primos son los que tenemos que aprender todav�a.�El aprendizaje es c�clico, cada arquetipo revisado con mayor claridad y precisi�n que antes.
� El n�mero primo m�s alto es el demiurgo�Ormethion�que suscita en el umbral del olvido.�El reino 1 vibra con el arquetipo del amor infinito, es el hogar del Creador Primario.�Es el reino primario, todos los otros son subconjuntos. � As� como 1 divide a todos, tambi�n el Creador preside sobre todos. � � � � �
� El fen�meno de la polarizaci�n se inicia con un mutuo desinter�s entre individuos de caminos poco comunes.�Es posible que haya enfrentamiento y separaci�n, o simplemente la circunstancia puede traer una divisi�n suave de sendas.�Pero a medida que pasa el tiempo y la gente se re�ne en sus reinos colectivos m�s armoniosos, el abismo entre estos reinos ser� tan profundo que al final incluso el intercambio colectivo de la percepci�n y la experiencia ser� cortado. � Las necesidades de aprendizaje de�cada reino colectivo�pueden llegar a ser tan contradictorias entre s� que ya no comparten el mismo espacio, la misma l�nea de tiempo, la misma densidad. � Esto implicar�a una�divisi�n de l�nea de tiempo, cada reino principal siguiendo una trayectoria diferente en el futuro que mejor se adapte a las necesidades colectivas de aprendizaje de sus habitantes.� � Lo que inclinar� la copa queda por verse. � � � � �
� Algunas�fuerzas hiperdimensionales�conscientes del inminente cambio�est�n contando con la supresi�n masiva de frecuencias para bloquear a la humanidad en un futuro probable donde estas fuerzas cosechen el m�ximo de energ�a y puedan retener el control, ya sea en esta densidad o en o en la siguiente.�Esto puede implicar cualquier cosa, desde la p�rdida masiva de vidas hasta la asimilaci�n gen�tica y la esclavitud espiritual. � Una opci�n colectiva para elegir tal escenario ser�a consentir suficiente libre albedr�o para dar rienda suelta a esas fuerzas para volver a escribir la historia con el fin de expandir y consolidar el control en el presente y el futuro.�Hasta cierto punto, esto ya ha ocurrido y el mundo tal como lo conocemos hoy en d�a es el resultado final de la m�s reciente�revisi�n de l�nea de tiempo. � Y sin embargo, el tiempo sigue su curso y el futuro "final"� sigue abierto. � Esto nos lleva a lo que nosotros como individuos podemos hacer.�Las fuentes m�s sabias dicen que simplemente debemos ser nosotros mismos, recordar qui�nes somos y de irradiar la esencia de nuestra alma.�De hecho, somos�los anclajes de frecuencia.�La vibraci�n que tenemos determina el reino que establecemos, y nuestro reino contribuye al reino colectivo.
� Esto ayuda a aquellos que de otro modo ser�an inconscientemente aplastados por los campos de baja frecuencia existentes.�Es recomendable tomar acci�n y hacer algo cuando se le llama, pero mientras tanto simplemente aferrarse a su centro es suficiente.�Esto le pone en el camino alto fuera del alcance y de la vista de los elementos m�s oscuros y despeja el camino para que otros vengan con usted. � Mantenga su equilibrio a trav�s de la turbulencia y af�rrese firmemente a su m�stil cuando las sirenas lo quieran atraer al agua. � Brille como un faro en medio de la niebla.� � � |
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