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New Dawn No. 120�-
Mayo-Junio 2010 del Sitio Web�NewDawnMagazine
traducci�n
de
Adela Kaufmann � �
� � � � � � � � Los Estados Superiores de Conciencia�(ESC) - o�el experiencias�del despertar, como prefiero llamarlas - son momentos de revelaci�n, cuando percibimos la realidad con una mayor intensidad. �
El mundo que nos rodea vuelve a la vida, y est� lleno de un ambiente
de armon�a y sentido.�Una
fuerza de esp�ritu parece impregnar todas las cosas, y los espacios
entre ellas, trayendo todo a la unidad.
� El mundo material entero se puede disolver en un oc�ano de irradiaci�n espiritual.� � Estas experiencias algunas veces son asociadas con la meditaci�n, la naturaleza o las drogas psicod�licas, pero,
Los neurocient�ficos generalmente creen que las ESC son causados por�cambios en la actividad cerebral. � Sin embargo, s�lo porque los ESC o experiencias del despertar parecen estar asociadas con ciertos estados cerebrales, no necesariamente significa que los estados cerebrales produzcan las experiencias. � Podr�a ser al rev�s - la actividad el�ctrica incrementada en los l�bulos frontales, o una menor actividad en la parte posterior del l�bulo parietal superior, simplemente podr�a ser muy f�cilmente el resultado de estados superiores de conciencia en lugar de la causa.� � Lo veo que hay dos tipos b�sicos de experiencias del despertar, que tienen dos causas distintas.
� El primer tipo son experiencias salvajes, ext�ticas que suceden cuando la�homeostasia normal�de nuestro cerebro y �rganos es interrumpida.�Esta es un "laguna" de la que seres humanos han hecho uso a trav�s de la historia.�Es por esto que siempre ha habido una relaci�n entre el ayuno y la espiritualidad, por ejemplo. � Una prolongada falta de alimentos parece hacer m�s flexible el agarre que la conciencia ordinaria tiene sobre nosotros m�s flojamente, y nos acerca a una visi�n despierta del mundo. � El ayuno nos pone "fuera de la homeostasis� al causar cambios fisiol�gicos, tales como un menor nivel de glucosa en la sangre, altos niveles de insulina y una temperatura inferior del cuerpo.� � Los pueblos ind�genas a menudo ayunan y se privan de sue�o como una preparaci�n para el trabajo de rituales, danza y visi�n, utilizando la privaci�n f�sica como una forma de "purificarse" a s� mismos. � La�b�squeda de la visi�n�era un ejercicio espiritual utilizado por algunos pueblos nativos americanos como una forma de formar el poder espiritual y la comunicaci�n con los esp�ritus.�La persona ir�a a un lugar solitario - a menudo la cima de una monta�a - y permanecer�a all� durante hasta cuatro d�as, ayunando y exponi�ndose a los elementos (por lo general casi no llevaban ropa, aunque el clima era fr�o). � �l o ella tratar�an de alcanzar un estado de atenci�n completa a su entorno, ya que�los poderes sagrados podr�an tratar de comunicarse con ellos�en cualquier momento. � Como resultado, podr�an experimentar un estado superior de conciencia (es decir, superior a su bajo nivel normal de estado superior), con fuertes sentimientos de paz y un sentido de conexi�n con el mundo natural, y tambi�n se les dar�a conocimiento especial - como un mensaje o una nueva canci�n o danza - de los esp�ritus� � En la antigua Grecia y - en un momento posterior - en todo el Oriente Medio y el Imperio Romano, un gran n�mero de sectas esot�ricas exist�an fuera de las religiones convencionales. � Estos "cultos de misterio� estaban usualmente centrados en torno a dioses particulares, pero en lugar de s�lo adorarlos, los participantes anhelaban convertirse en uno con los dioses, o ser pose�dos por ellos. � Ellos ayunaban y no dorm�an antes de las ceremonias, y utilizaban una variedad de otros m�todos de interrupci�n de la homeostasis durante ellas: � ellos tomar�an drogas, se golpeaban a s� mismos, y bailaban fren�ticamente, para poder - en las palabras del antiguo fil�sofo�Proclo, que obserbava los misterios de primera mano - "llenarse de divino asombro". El dolor tambi�n puede ser utilizado�como una manera de inducir experiencias del despertar. � Podemos ver esto en la larga tradici�n del ascetismo, por ejemplo, que se extiende a trav�s de todas�las religiones del mundo�y tradiciones espirituales.�Un asceta es alguien que deliberadamente niega las necesidades de su cuerpo, y se causa dolor y malestar a s� mismo, ya sea a trav�s del ayuno, abstinencia de los placeres sensuales y comodidades, o golpe�ndose f�sicamente o da��ndose a s� mismo. � Esto suena como�sadismo, y para algunos ascetas probablemente lo era.�Tambi�n es probable que algunos ascetas fueron motivados por m�rbido�odio a s� mismos y sentimientos neur�ticos de culpa hacia el sexo y otros procesos corporales, lo que les despertaba el deseo de castigarse a s� mismos.� � No hace falta decir que infligirse dolor a uno mismo, o forzarse a no dormir o alimentarse, son maneras casi ideales de trascender la conciencia ordinaria.�Aunque algunos ascetas aparentemente lograron seguir tortur�ndose a s� mismos durante a�os e incluso d�cadas, obviamente hay un alto riesgo de graves lesiones personales o la muerte por negligencia propia. � Aparte de los famosos ascetas como�San Sime�n Estilita�y�Enrique de Suso, hubo probablemente muchos otros que siguieron pr�cticas similares, pero no vivieron lo suficiente para ganar ning�n reconocimiento. �
Como a corto plazo�la
tecnolog�a espiritual del ascetismo�es
bastante in�til de todos modos,�uno
puede obtener una breve visi�n de una realidad superior, pero esto
s�lo dura mientras la qu�mica que el dolor y el sufrimiento han
producido cambia dentro de uno.�Su
cuerpo siempre vuelve a la homeostasis, y uno siempre vuelve a la
constre�ida conciencia normal.
� Si sabemos que todo lo que realmente est� haciendo un asceta al torturarse a s� mismo es cambiar su qu�mica normal, entonces sin duda, se podr�a decir, que ser�a m�s sensato simplemente interferir con esta qu�mica directamente � tomando drogas, por ejemplo, lo que nos dar�a el mismo efecto, pero no implicar�a ningunas lesiones auto-infringidas.� � Los seres humanos siempre hemos usado drogas como medio de intensificar o�alterar la conciencia. � Los primeros conquistadores indoeuropeos de la India adoraban su bebida�Soma, que la mayor�a de estudiosos creen que era hecha de hongos m�gicos, mientras que los iniciados de los misterios de Eleusis griegos utilizaron una bebida psicoactiva llamada�kykeon. � Los pueblos ind�genas a menudo usan drogas para fines espirituales tambi�n: los nativos americanos ingieren plantas sagradas como�setas-mosca ag�rica�y peyote, mientras que los abor�genes australianos tienen una poderosa forma de tabaco llamada�pituri. � En las circunstancias adecuadas - y el estado de �nimo correcto - los psicof�rmacos pueden, al parecer, llevar nuestras mentes fuera del 'molde' de la conciencia ordinaria, y nos dar� acceso a realidades m�s amplias y m�s intensas. � � � �
Intensificando la Energ�a de Vida � Normalmente hay un flujo continuo de nuestra energ�a vital - se utiliza a trav�s de la actividad mental (como la cognici�n, la concentraci�n y percepci�n) y a trav�s de nuestras emociones e instintos. � Pero a veces, cuando estamos relajados, bastante inactivos y nuestras mentes est�n tranquilas, este flujo de salida o energ�a disminuye.�La energ�a vital se concentra dentro de nosotros, lo que genera una experiencia de despertar.� � Esta es la raz�n por la cual la meditaci�n a menudo genera experiencias espirituales. � Cuando nos sentamos a meditar, nos llevamos a nosotros mismos fuera de la cinta de las tareas y actividades diarias durante un tiempo, y nos sentamos en silencio y cerramos los ojos, de modo que no usamos tanta energ�a vital a trav�s de la concentraci�n y la percepci�n. � Nuestro 'parloteo pensado' se ralentiza tambi�n, y nosotros normalmente nos volvemos libres de actividad emocional y deseo sexual.�Como resultado, despu�s de la meditaci�n existe una concentraci�n interna de nuestra energ�a vital, se concentra y se intensifica en lugar de dispersarse y disiparse.� � Podemos ver que la meditaci�n es un intento consciente de construir una intensificaci�n de energ�a vital y as� generar experiencias que despiertan, pero hay muchas situaciones en las que esto ocurre espont�neamente.�Esta es la raz�n por la cual la naturaleza es un disparador tan poderoso para despertar experiencias, por ejemplo. � La belleza de la naturaleza puede tener un efecto similar al de un mantra en la meditaci�n, dirigiendo la atenci�n lejos del parloteo del ego-mente.�La actividad cognitiva puede desaparecer, hasta que la energ�a vital se intensifica, trayendo una sensaci�n de paz interior y plenitud y mayor conciencia del mundo fenom�nico.� �
Los deportes pueden provocar experiencias de despertar tambi�n.�Esto
es particularmente cierto en los deportes que implican largos
per�odos de mon�tona actividad r�tmica, como correr larga distancia
o la nadar.�La
actividad en s� sirve como un dispositivo de enfoque, y aquieta el
parloteo del ego-mente.
Del mismo modo, el poeta�Ted Hughes�a menudo experiment� un estado de meditaci�n mientras pescaba.��l se da cuenta de c�mo la poes�a depende de la capacidad de concentrar intensamente la mente, y cree que �l adquiri� esta habilidad a trav�s de la pesca. � �l describe el efecto de mirar un flotador por per�odos largos:
Esta tambi�n puede ser parte de la raz�n de la conexi�n entre el sexo y estados espirituales. � El puro placer de las relaciones sexuales puede cambiar nuestra atenci�n lejos de la mente-ego, la cual puede caer en el silencio, como resultado, provocando lo que�D.H. Lawrence�describe como,
Al mismo tiempo, el sexo puede liberar nuevas energ�as dentro de nosotros, la energ�a que normalmente es latente, pero puede surgir y dispararse a trav�s de nosotros como electricidad. � � �
� Estos �ltimos tienen m�s riesgos f�sicos y psicol�gicos.�Las experiencias de drogas (y otros estados de alteraci�n de la homeostasis) producen una poderosa explosi�n que inmoviliza el ego, y si esta explosi�n se repite peri�dicamente, la estructura del ego puede disolverse, y nunca ser capaz de volver a esa forma por s� misma.� � En cierto sentido, las experiencias de alteraci�n de la homeostasis solamente son realmente un atajo tambi�n.�Es como si acabamos de tropezar con un defecto en los mecanismos de la conciencia, una especie de cl�usula legal que nos da una manera r�pida y f�cil de escapar a la conciencia ordinaria, y lo estamos explotando. � Se podr�a comparar a los escolares enga�ando a su maestro a salir de la sala para poder disfrutar de unos minutos de libertad mientras que ella est� lejos - pero la maestra siempre vuelve de nuevo, por supuesto, y luego todo vuelve a la normalidad. � Por otra parte, los estados de intensificaci�n de Energ�a pueden provocar un cambio permanente de una forma m�s org�nica y positiva. � Pueden cambiar la estructura de la psique sin da�arla, y crear progresivamente un nuevo estado del ser, de modo que la vigilia no se convierte en una experiencia temporal, sino en un estado permanente.� � Esto no es para menospreciar la importancia de los estados superiores de conciencia inducidos por drogas u otros estados de alta homeostasis�Pueden venir como un rayo ca�do del cielo, rompiendo a trav�s del mundo familiar dado por sentado y hacernos conscientes de que las altas esferas de la realidad s� existen.� � Para algunas personas, sus primeras�experiencias con los psicod�licos�podr�an tener el mismo efecto que experimentar destellos de visi�n normal completa podr�a tener sobre un hombre que ha estado parcialmente ciego toda su vida sin darse cuenta. � La poderosa realidad trascendente a la que han estado expuestos a tambi�n podr�a provocar un cambio en su personalidad, al menos durante los siguientes meses, y tal vez incluso a�os.�Puede que sean m�s humildes, menos materialistas o ego�stas, y les d� un sentido de seguridad o esperanza, haci�ndoles conscientes de que el mundo es m�s significativo y armonioso de lo que hab�an cre�do.� � Para muchas personas, las experiencias del despertar inducidas por drogas han sido la a partir de un viaje espiritual, anim�ndoles a investigar las tradiciones espirituales orientales o pr�cticas de cambio de conciencia m�s confiables y saludables. � Esto es lo que pas� con el profesor de Harvard�Richard Alpert, por ejemplo, que fue uno de los pioneros de la investigaci�n sobre drogas psicod�licas. � Llev� a cabo experimentos con psilocibina en la Universidad de Harvard con�Timothy Leary�en 1962, y continu� estudiando los efectos de la psicodelia, incluso despu�s de haber sido expulsado de la universidad. � Sin embargo, Alpert r�pidamente se desilusi�n con las drogas, dudando de que podr�an llevar a un cambio permanente, y viaj� a la India, donde aprendi� el yoga y la meditaci�n, y tom� el nombre de�Ram Dass. � Ha pasado el resto de su vida explorando las pr�cticas espirituales y ense�anzas y difundiendo la sabidur�a que ha encontrado.�
� Como el erudito religioso�Huston Smith�dijo,
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