por Carl Sagan
9 de Octubre, 1989
actualizado por �ltima vez en febrero de 1997
del sitio Web
Chance

traducci�n de Adela Kaufmann

Versi�n original

Una versi�n editada de este art�culo, con recortes que ascienden a un 20 por ciento del texto, fue public� como "beneficios superando el riesgo: Lanzamiento de la Embarcaci�n Galileo", en el peri�dico USA Today, P�gina de Investigaci�n, Martes, 10 de octubre 1989


A finales de este mes de agosto, la nave espacial Voyager 2 vol� a 3,000 millas del polo sur del planeta Neptuno, triunfante concluyendo su exploraci�n de los cuatro planetas gigantes con una fenomenal punter�a interplanetaria.

Nuestro conocimiento del sistema solar ha sido decisivamente reescrito. Nuestra especie ha visitado lo que ahora es conocido como los planetas m�s ultra-perif�ricos conocidos. El lugar del Voyager en la historia humana es seguro.

Ahora que hemos completado el reconocimiento preliminar del sistema solar, tiene sentido explorar en mayor profundidad mundos seleccionados. El siguiente paso es Galileo - que se lanzar� a bordo del transbordador, nominalmente, en octubre o noviembre. Ser� el primer veh�culo espacial en entrar en �rbita alrededor de J�piter, el planeta m�s grande del sistema solar.

Si todo va bien, va a explorar, con mucho mayor detalle que el Voyager, el multi-colorido J�piter, sus cuatro grandes lunas - una con volcanes activos, otra con un posible oc�ano subterr�neo - y su enorme campo magn�tico; Galileo tambi�n dejar� caer una sonda cient�fica directamente en la atm�sfera de J�piter y enviar� de regreso se�ales de radio sobre sus hallazgos all�. Es una misi�n pionera.

Sin embargo, Galileo, lanzado desde la relativamente d�bil configuraci�n actual del transbordador espacial, no puede simplemente hacer una l�nea recta hacia J�piter. En su lugar, debe ejecutar una serie de carambolas a trav�s del sistema solar interior � primero hacia Venus para una ayuda gravitatoria que luego ser� arrojada de nuevo a la Tierra, girando alrededor del Sol una vez m�s hacia la Tierra, donde recibir� un tercer impulso para finalmente ponerse en camino hacia J�piter.

Est� programada para iniciar sus operaciones all� a finales de 1995. Si bien pasar� inclin�ndose por otros mundos, Galileo estar� recogiendo datos - sobre Venus, sobre la Luna, sobre dos mundillos llamados Gaspra e Ida, sobre el gas interplanetario ... y sobre la Tierra. Esto ayudar� a determinar la distribuci�n mundial de gases de efecto invernadero, la situaci�n actual del ominoso agujero en la capa de ozono sobre la Ant�rtida, y el contenido de agua de la atm�sfera superior - central para la comprensi�n del problema del ozono.

Adem�s, sus investigaciones de la atm�sfera de Venus y J�piter prometen mejorar el conocimiento de nuestra propia fr�gil envoltura de aire. Galileo no s�lo estar� explorando otros mundos, sino que nos ayudar� a entender y a proteger este mundo. Galileo es un digno sucesor del Voyager.

Dado que el Voyager tuvo que volar tan lejos del Sol (que parece casi como un brillante punto de luz desde la distancia de Neptuno), no pod�a depender de la luz solar para obtener energ�a. En cambio, fue alimentado por el calor de la desintegraci�n radiactiva del plutonio - todo esto ocurriendo de forma segura, sin el menor contratiempo, en un componente de la nave espacial llamado RTG, por "generador termoel�ctrico de radiois�topos.�

Galileo tambi�n ser� alimentado por plutonio radiactivo. No hay otra alternativa. Para darle energ�a a Galileo por medio de paneles solares, la nave espacial tendr�a que ser tan grande como una casa, para darle energ�a por medio de bater�as agregar�a demasiado peso, tanto que la misi�n nunca volar�a - por lo menos en ning�n veh�culo estadounidense de lanzamiento en existencia, o actualmente en desarrollo. Pero el plutonio puede ser mortal, y el RTG de Galileo ya ha comenzado a alarmar a muchas personas.


Una demanda ha sido presentada en la Corte del Distrito Federal en Washington, DC - por el Instituto Cr�stico y otras organizaciones religiosas con base en Washington, afiliadas a �stas - para detener el lanzamiento de Galileo en los terrenos en los que pudiera plantear un grave peligro para la salud p�blica. Mientras tanto, la Casa Blanca, despu�s de considerar los peligros, ha dado el visto bueno para el lanzamiento.

Soy un cient�fico que trabaja en el proyecto Galileo, con una participaci�n a largo plazo en exploraci�n planetaria. Tambi�n soy un seguidor de mucho tiempo del Instituto Cr�stico.

Admiraba su exitosa demanda en nombre de la propiedad de Karen Silkwood contra la Corporaci�n Kerr-McGee - acusado de vergonzosa negligencia en la protecci�n de los trabajadores de la industria de los peligros de los residuos radiactivos. (Tambi�n admir� alertas tempranas del Instituto Cr�stico acerca de lo que m�s tarde lleg� a ser conocido como el fiasco Ir�n-Contra.)

La preocupaci�n por el medio ambiente y, especialmente, de la amenaza de una guerra nuclear ha sido un hilo tejido a trav�s de mi vida. Yo era miembro del equipo que descubri� el invierno nuclear; he sido arrestado dos veces en el Sitio de Ensayos Nucleares en Nevada por participar en demostraciones en contra de los continuados ensayos estadounidenses de armas nucleares en la faz del moratorio unilateral Sovi�tico.

Me he opuesto al esquema de La Guerra de las Galaxias de Ronald Reagan desde el momento en que fue propuesto - por motivos que ahora son ampliamente aceptados, en la �ltima d�cada he estado hablando en todo el mundo para advertir sobre el calentamiento de efecto invernadero y el agotamiento de la capa de ozono.

Y en �ltima instancia, no se me puede acusar de aceptaci�n acr�tica de la alta tecnolog�a.

Hace veinte a�os, tambi�n jugu� un papel en las decisiones de la NASA para poner en cuarentena a los astronautas que regresaban de la Luna contra la contingencia poco probable de que pudieran traer de vuelta microorganismos de enfermedades. Result� como se esperaba: no hab�a rastro de agentes pat�genos. Pero hab�a que equilibrar la baja probabilidad de su existencia contra el enorme peligro concebible de salud p�blica que podr�a seguir si hubi�ramos estado equivocados y tales microorganismos s� hubieran existido. Har�a lo mismo hoy.

Me he sentido desgastado sobre el problema del RTG de Galileo durante a�os. A�n lo siento. Hace cuatro a�os, hice arreglos para que la Sociedad Planetaria, el mayor grupo de inter�s espacial en el mundo, comisionara un extenso art�culo presentando ambos lados de la cuesti�n (David Salisbury, "Riesgos de la Radiaci�n y Exploraci�n Planetaria � La Controversia RTG", El Reporte Planetario, mayo-junio 1987). Creo que no hay nada absurdo en ambos lados de este argumento. Muchas personas me han instado a hacer p�blico mi pensamiento sobre esta cuesti�n, y aqu� aprovecho la oportunidad para hacerlo:

�Que tan peligroso es el plutonio?

El autoritario Manual de la F�sica y la Qu�mica, en sus diversas ediciones llama al plutonio "un riesgo radiol�gico muy peligroso" y "uno de los venenos m�s peligrosos conocidos."

Robert Oppenheimer, el director del Proyecto Manhattan, record� en febrero de 1960:

"Si el plutonio alguna vez habr�a prendido fuego, no habr�a quedado nadie en Los Alamos y, probablemente, en gran parte de Nuevo M�xico, es tan terriblemente t�xico. Se quema en ox�geno
(Este comentario es v�lido para el plutonio metal, pero no en la forma de cer�mica a bordo de Galileo.)

Un microgramo de eso - una part�cula demasiado peque�a para poderla ver con el ojo desnudo - si se inhala en los pulmones puede, durante un per�odo de d�cadas, darle c�ncer.

Puesto que Galileo acarrea 50 kilos de plutonio hacia el espacio, est� hipot�ticamente llevando una fatalidad de c�ncer para todos en la Tierra. Se trata de una imposibilidad, de hecho, ya que requiere que el plutonio sea canalizado directamente a los pulmones de todos en la Tierra, en lugar dispersarse y diluirse en la atm�sfera de la Tierra. Pero aqu� es donde se centra la mayor parte de la preocupaci�n (incluida la verdadera angustia reflejada en muchas cartas que he recibido). Es comprensible.

�Por qu� no escuchamos similares preocupaciones expresadas acerca del lanzamiento del Voyager o del Viking (que tambi�n llevaba RTG's)?

Debido a que fue en otra �poca - antes de Chernobyl, antes del Challenger, antes de las revelaciones acerca de Rocky Flats, antes de ponernos serios acerca de la protecci�n del planeta. Un a�o antes del desastre de Chernobyl, un viceministro sovi�tico de la industria de la energ�a anunci� que los ingenieros sovi�ticos estaban convencidos de que tendr�an que esperar 100.000 a�os antes de que el reactor de fisi�n de Chernobyl tuviera un accidente grave.


Menos de un a�o antes de la explosi�n del Challenger, los portavoces de la NASA y el personal del contratista nos aseguraron que al tipo de tasa vigente en ese momento del lanzamiento, tendr�a que esperar diez mil a�os antes que pudiera haber un fracasado lanzamiento catastr�fico. Cientos de agentes del FBI desciendo a las instalaciones del Departamento de Energ�a de Rocky Flats en Colorado han aumentado los temores justificados de negligencia criminal por parte del gobierno de los EE.UU., donde se traslapan la salud p�blica y la energ�a nuclear.

El Departamento de Energ�a y el Departamento de Defensa han minimizado sistem�ticamente los peligros de la energ�a nuclear y de armas nucleares. Estos casos despertaron v�lido escepticismo sobre estimados de probabilidades patrocinados por el gobierno que est�n destinados a calmar al p�blico. El escepticismo acerca de la credibilidad del gobierno es, en mi opini�n, saludable. No se puede mantener una democracia sin ello. Me gustar�a ver mucho m�s de esto.

�Cu�les son los peligros reales sobre el plutonio de Galileo?

  1. En primer lugar, no puede explotar. Dada la configuraci�n y la cantidad de plutonio, no hay ning�n peligro concebible de una explosi�n nuclear.

  2. En segundo lugar, si la explosi�n del Challenger ocurriera de nuevo con Galileo, no habr�a peligro de plutonio. Se caer�a a la Tierra en masas s�lidas, contenidas dentro de sus escudos de protecci�n. Nadie se lo inhalar�a. El peligro surge cuando el plutonio se cae en part�culas respirables muy peque�as, o cuando es vaporizado - convertido en �tomos.

�Existe alguna circunstancia plausible en la cual esto podr�a suceder?

Hay algunos modos de fallo - explosiones justo despu�s del lanzamiento, por ejemplo, en el que las piezas de metal, improbablemente, se vayan precipitando a trav�s de los escudos de protecci�n de grafito y las envolturas de iridio que rodean los trozos de plutonio - que voy ignorar aqu�, porque liberan mucho menos plutonio que la preocupante falla potencial: la posibilidad de que el plutonio sea vaporizado durante una fiera reentrada accidental de Galileo en la atm�sfera de la Tierra.

En su segundo paso por la Tierra, Galileo est� programado a desviarse de nuestro planeta por lo menos en 200 millas.

�Qu� pasar�a si la trayectoria se desv�a un poco m�s y golpea la Tierra?

Luego, entrando a la atm�sfera de la Tierra a 30.000 millas por hora, podr�a quemarse, no es garantizado, incluso pudiera ser improbable, pero existe la posibilidad de que los 50 kilos de plutonio se vaporicen. Algo del plutonio r�pidamente se asentar�a, algo del mismo ser� extensamente acarreado por los vientos y por la circulaci�n general de la atm�sfera de la Tierra. Se diluir�a enormemente en el aire.

Algunas personas respirar�an m�s el plutonio y otras menos durante los pr�ximos 50 a�os, pero no es probable recibir tanta radiaci�n de esta fuente como en una sola radiograf�a dental de rayos X. Pero hay una peque�a posibilidad de contraer c�ncer de tal rayo-X. En nuestra ignorancia, no sabemos lo que provocar�an estas bajas dosis de radiaci�n.

En el peor de los casos, podr�a haber una oportunidad adicional de aproximadamente 1 en 10 millones de contraer c�ncer si todo el plutonio de Galileo fuera a vaporizarse en el aire de arriba. Eso es el equivalente de que se produzca c�ncer de hueso y otros tipos de c�ncer en aproximadamente un millar de personas en todo el mundo.

Tambi�n pudiera no haber efectos de salud para nada. Simplemente, no lo sabemos. (Recuerde, estas personas est�n en riesgo s�lo si, improbablemente, Galileo se quema en la atm�sfera de la Tierra en su camino de regreso de Venus.)

Hay dos maneras de ver esto: una oportunidad en 10 millones son probabilidades a muy largo plazo � m�s seguro en 50 a�os, por ejemplo, que tomando un �nico vuelo a�reo comercial durante unas pocas horas. Por dicho est�ndar, el riesgo es insignificante. Pero cuando vuelo en un avi�n, lo hago voluntariamente y, supuestamente estoy plenamente consciente de los peligros. No es asunto del gobierno, o de algunos cient�ficos obsesionados con J�piter, disminuir mi esperanza de vida sin consultare siquiera.

Alrededor de 1.000 muertes, en m�s de 50 a�os, en una poblaci�n mundial que para entonces ser� de 10 millones de personas, parece muy peque�a. Pero si alguien querido para m� es una de esas personas, ya no encuentro esas probabilidades c�modamente peque�as.

Entonces yo me debo preguntar: �por qu� importar�a si es alguien querido para m�? �No deber�a haber la misma preocupaci�n por la salud de todos en la Tierra?

Pero todav�a no hemos preguntado qu� tan probable es que Galileo, en lugar de pivotar por la Tierra, accidentalmente colisionara con ella. Aqu� creo que las estimaciones de probabilidad son fiables.

No son realizadas por el Departamento de Energ�a o por contratistas de la NASA, sino por el Laboratorio de Propulsi�n a Chorro (Jet Propulsion Laboratory - JPL), dirigido por el Instituto de Tecnolog�a de California.

  • Por un lado, JPL - responsable del proyecto Galileo - tiene un enorme inter�s creado en ver la nave espacial lanzada con �xito.

  • Por otra parte, el Registro JPL sobre la evaluaci�n de riesgos es excelente.

Estas son las personas responsables del Voyager y de la mayor�a de otras misiones rob�ticas de los Estados Unidos de Am�rica a otros planetas, las personas con m�s experiencia en la Tierra en navegaci�n interplanetaria y los inventores de la asistencia de la gravedad.

El programa de seguridad para contener el plutonio en el RTG de Galileo y para la comprensi�n de los riesgos le ha costado a la NASA cerca de 50 millones de d�lares.

Los ingenieros de JPL han enumerado las contingencias remotas: La nave espacial podr�a ser golpeado por un meteorito en el espacio interplanetario y por accidente reorientarse hacia la Tierra. Puede haber un error de programaci�n por lo que la nave espacial se desviar�a mucho m�s cerca de la Tierra de lo que se hab�a previsto.

Pudiera haber un disparo accidental en el motor a bordo del cohete que tendr�a el mismo efecto. Hay muchas posibilidades. Cada una de ellos es muy poco probable. Incluso de ocurrir, no habr�a mucho peligro, porque si Galileo se queda paralizado de alguna manera, la nave puede ser comandada a alterar su trayectoria.

Cuando los ingenieros de JPL suman todas las fuentes posibles de errores de trayectoria y sus probabilidades, adem�s de la posibilidad de que el error har� que la nave golpee la Tierra en lugar de desviarse de ella por una mayor distancia, m�s la probabilidad de que simult�neamente la nave no responder� a los comandos desde la Tierra, ellos confieren una estimaci�n global de la probabilidad de un impacto accidental. Este n�mero es de 1 en 2 millones.

As�, que hay s�lo 1 posibilidad entre 2 millones de que en lugar de pivotar por la Tierra y ser lanzado a J�piter, Galileo se desplomar� en llamas en la atm�sfera de la Tierra, se fragmentar�, se quemar� y liberar� su combustible en forma de vapor de di�xido de plutonio en nuestra atm�sfera. Si eso sucede, s�lo entonces existe la posibilidad de que alrededor de 1000 personas puedan sufrir de c�ncer en los pr�ximos 50 a�os - aunque, en nuestra ignorancia, podr�a ser que incluso ni una sola persona salga lesionada, ni siquiera una sola persona.

No hay tal cosa como una seguridad absoluta. Para evaluar los riesgos, ser� necesario evaluar las probabilidades. Si hubiera una posibilidad de 50-50 de que incluso una persona muriera a causa del lanzamiento de Galileo, yo estar�a en contra de ella. Pero debe llegar un momento en que llego a la conclusi�n de que el riesgo sea tan m�nimo que se vuelva aceptable. Diversas personas pueden dibujar esa l�nea en distintos lugares. Una oportunidad en un mill�n de que 1000 personas murieran es, en cierto sentido, una posibilidad entre mil de que una sola persona muriera.

Esto es en alguna parte alrededor de mi umbral.

Es por eso que me parece la decisi�n de Galileo de manera agonizante. Pero teniendo en cuenta la historia de la incompetencia del gobierno o peor en materia de salud p�blica, habida cuenta de los resultados probables cient�fica (incluida la posibilidad de que muchas m�s vidas podr�an salvarse a causa de los descubrimientos de Galileo), y la evaluaci�n de la magnitud de baja del riesgo, mi voto personal es poner en marcha.

Mi evaluaci�n de las naves espaciales en �rbita de la Tierra es muy diferente. Aqu� la luz del sol es lo suficientemente fuerte para proporcionar la energ�a. Aqu� las fuentes qu�micas de energ�a se pueden llevar hacia arriba. Y aqu� � donde el plutonio se garantiza a bajar, tarde o temprano - se encuentra el mayor peligro. La actitud de las potencias espaciales sobre esta cuesti�n ha sido a menudo irresponsable.

En 1964, un sat�lite del Departamento Estadounidense de Defensa acarreando un RTG s� entr� en la atm�sfera de la Tierra y dispers� plutonio-238 a gran altura, pero esto no fue un accidente - fue dise�ado para dispersar su plutonio por todo el mundo.

As� es que no se incluy� ninguna cubierta protectora para reducir al m�nimo la dispersi�n de plutonio. Ning�n pensamiento oficial parece haber tenido la posibilidad de que podr�a ser una mala idea distribuir plutonio mortal en todo el planeta. Un peligro a�n m�s grave que la RTG son los reactores de energ�a - en los cuales la fisi�n nuclear se est� produciendo en la �rbita de la Tierra.

El autor del delito principal aqu� ha sido la Uni�n Sovi�tica, especialmente en sus sat�lites de radar dise�ados para seguir las actividades de los buques de guerra estadounidenses en todo el mundo. Su fallido sat�lite Cosmos 954 distribuy� disparos o pedazos de plutonio por todo el oeste de Canad�.

La Federaci�n de Cient�ficos Estadounidenses con sede en Washington, (FAS), los Cient�ficos Sovi�ticos en Contra de la Guerra y de la Amenaza Nuclear con sede en Mosc�, y el Proyecto de Ley HR 966, introducida este a�o, todos proponen, en las palabras de la ley de la C�mara, que,

"Deber� prohibirse el uso de fuentes de energ�a nuclear en �rbita alrededor de la Tierra", aunque las "fuentes de energ�a nuclear para una base lunar o para el espacio profundo y para las misiones de exploraci�n cient�fica no debe ser limitadas".

El Presidente de la FAS, el Presidente del grupo Sovi�tico, y el representante George Brown, patrocinador del Proyecto de C�mara, por unanimidad apoyan el lanzamiento de Galileo.

Termino con una petici�n para mayor consistencia. Hay cuestiones- incluyendo la guerra nuclear (accidental o deliberada), el calentamiento global con efecto invernadero, el agotamiento de la capa de ozono, el SIDA, la injusticia social y econ�mica y la crisis de la poblaci�n mundial - donde la combinaci�n de la probabilidad y las consecuencias son enormemente m�s peligrosas que el plutonio de Galileo.

Quisiera instar a todos los interesados acerca de la RTG Galileo - incluidos los cient�ficos, ingenieros y funcionarios del gobierno que por primera vez se han visto obligados a pensar seriamente sobre este asunto, debido a la protesta p�blica - a dedicar una parte proporcional de pasi�n, sabidur�a y duro trabajo para estas actividades (e inactividades) que realmente ponen en peligro a la familia humana.

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