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10 Diciembre 2015 del Sitio Web�ActivistPost
traducci�n de
Adela Kaufmann � �
� � � � � � � Se entiende que la radiaci�n es f�sicamente da�ina para los que est�n expuestos a ella. � Sin embargo, tambi�n es perjudicial en un nivel social.�Los que se exponen a la radiaci�n forman una nueva clase dentro de la sociedad, que est� discriminada e incluso temida por mucha gente com�n.�Esto sin duda ha sido el caso con el accidente nuclear de Fukushima. � Esta discriminaci�n se ve agravada por el trato del incidente por parte del gobierno y los�principales medios de comunicaci�n. �
Este ensayo discutir� los efectos sociales del�incidente
de�Fukushima,�compar�ndola
con las v�ctimas de Hiroshima y Nagasaki.�Tambi�n
explicar� c�mo los medios de comunicaci�n juegan un papel en esta
discriminaci�n, tratando de entender por qu� la sociedad japonesa
reacciona de tal manera.
Hibakusha�no s�lo tiene que lidiar con la enfermedad por radiaci�n y otros efectos relacionados con los efectos de salud de la bomba (s), sino que tambi�n fueron objeto de mucha discriminaci�n social. � Ellos,
Debido a que no pod�an conseguir trabajo, tambi�n a menudo se encontraban a s� mismos en la pobreza�[4]�y muchos vivido en tuguruios hibakusha separados f�sicamente del resto de la sociedad. � Esta discriminaci�n se debi� a su percepci�n como "contaminado".�[5] � Eran vistos como no aptos para trabajar y como potencialmente productores de ni�os deformes (una preocupaci�n con la que los propios�hibakusha�ten�an que lidiar, con mucho demasiado miedo de reproducirse). � Pero m�s all� de esto, estaba el temor de que el contacto con�hibakusha�dar�a lugar a la contaminaci�n, tal vez una respuesta natural debido a la "todav�a 'misteriosa'"�[6]�la naturaleza de la radiaci�n. � Por otra parte, debido a su car�cter "invisible", incluso aquellos que no muestran se�ales de envenenamiento por radiaci�n fueron discriminados exactamente de la misma manera.� � Veremos que las v�ctimas del incidente de Fukushima han experimentado efectos sociales muy similares, a pesar de la diferencia en el tiempo de m�s de 60 a�os.�Muchas de las v�ctimas de Fukushima se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a la contaminaci�n radiactiva. � En muchos casos, esto puede significar dejar el lugar donde su familia ha residido durante generaciones, es decir,
Han perdido su conexi�n con sus antepasados;�que ya no pueden visitar las tumbas de sus seres queridos u observar adecuadamente los rituales como Obon.�[8] � Tambi�n pierden su sentido de comunidad y su capacidad de participar en la vida comunitaria. � Con esto viene una p�rdida de su forma de ganarse la vida.
Por lo tanto, los evacuados de Fukushima han perdido la �nica manera que ten�an que ganarse la vida. � Esto significa que se vuelven dependientes de subsidios estatales y son generalmente colocados en viviendas temporales, que generalmente son "hacinamientos de mala calidad".�[10] � Sin embargo, sin medios posibles para salirse de all�, esta vivienda se convierte en permanente;�al igual que los hibakusha de Hiroshima/Nagasaki, las v�ctimas de Fukushima a menudo viven en la pobreza.�[11] � Para a�adir a esto, las v�ctimas de Fukushima han recibido discriminaci�n social en sus nuevos hogares.�Los ni�os han sido intimidados en sus nuevas escuelas, y los coches con matr�culas de Fukushima han sido encontrados rayados�[12]�o se les ha negado el servicio en las gasolineras.�[13] � La misma actitud de temor a la contaminaci�n (lo que resulta en un deseo de separarse de la persona contaminada) rodeando a los bombardeos at�micos tambi�n se puede ver aqu�.� � El tratamiento de la planta de Fukushima Incidentes por los medios japoneses agrava el impacto negativo sobre las v�ctimas de Fukushima.�As� como lo hizo con los bombardeos at�micos - la historia de la cual "es en s� misma la historia de la censura militar y la propaganda de los Estados Unidos"�[14]�- un aire de secreto y encubrimiento ha impregnado el tratamiento medi�tico de Fukushima.� � Tom� meses para que el gobierno evacuara a los m�s del �rea de riesgo de Fukushima (lo que significa que muchos habr�n recibido una gran dosis de radiaci�n), alegando que lo hac�an para evitar inculcar "p�nico".�[15] � Desde entonces, se han negado a discutir la radiaci�n, a no dar informaci�n sobre los da�os de la radiaci�n, e incluso han ido tan lejos como para decir radiaci�n es saludable. � El Dr.�Shunichi Yamashita�termin� su presentaci�n p�blica con la conclusi�n:
�l enmarc� sus declaraciones como los esfuerzos para apoyar la salud p�blica, alegando que,
No hay absolutamente ninguna discusi�n negativa acerca de la exposici�n a la radiaci�n en los medios de comunicaci�n, hasta el punto donde los periodistas se arriesgan a ser despedidos si discuten la exposici�n a la radiaci�n en sus art�culos, e incluso los peri�dicos liberales se niegan a imprimir art�culos discutiendo sobre este tema.�[17] � Toda esta represi�n y desinformaci�n crea una gran cantidad de ansiedad a las v�ctimas del incidente. � No pueden estar seguros de hasta qu� punto fueron expuestos a la radiaci�n, �qu� efecto tendr� esta radiaci�n sobre ellos y sus hijos, o qu� tan pronto estos efectos entrar�n en juego. � Sabemos de Chernobyl que la angustia psicol�gica es un efecto grave de los incidentes nucleares:
Adem�s, las v�ctimas han perdido seguramente todo sentido de confianza en el gobierno, lo que lleva a una mayor incertidumbre sobre el mundo que les rodea. � Como�Robert Jacobs�dice:
Los medios de comunicaci�n tambi�n utilizan la t�cnica de reclamar�'radiofobia'�con el fin de hacer que parezca que la radiaci�n no representa una amenaza real, s�lo uno imaginaria. � Esta t�cnica enmarca,
Al pintar este miedo como "irracional", implica que�no hay "ninguna raz�n" para temer la�radiaci�n,�por lo que sugiere que no hay nada malo. � Sin embargo, esto,
Ellos son,
Esencialmente,
Esto tambi�n ocurri� con las v�ctimas de los bombardeos at�micos, por lo que sus dolencias y preocupaciones fueron descartadas como la 'neurosis de la bomba at�mica', una poco saludable,
La falta de informaci�n sobre la exposici�n a la radiaci�n por el gobierno y en los medios de comunicaci�n no s�lo crea ansiedad entre las v�ctimas, sino que tambi�n sirve para agravar la discriminaci�n que reciben. � La discriminaci�n mencionada sucede porque los afectados por el incidente tienen miedo de las v�ctimas, miedo de que de alguna manera pueden contaminarse al entrar en contacto con ellos. � El miedo es creado por lo desconocido;�es humano temer lo que no entendemos. � Es por esto que la falta de informaci�n genera miedo e impide la empat�a;�permitiendo que las v�ctimas a sean vistas como un "otro", creando un estigma social en contra de ellos.� � Con tan horribles recuerdos de los bombardeos at�micos en la mente de los japoneses, parece extra�o que la sociedad japonesa est� reaccionando al incidente de Fukushima de un manera extremadamente similar. � As� que, �por qu� la sociedad reacciona de tal manera? � Para intentar responder a esta pregunta, vamos a dividir a la sociedad en dos grupos: las empresas de energ�a/ nucleares del gobierno, y los japoneses ordinarios. � El nivel de intensidad con la que el primer grupo ha tratado de disminuir la gravedad de los hechos y desviar la culpa a ellos mismos - apelando al bienestar p�blico (evitar el p�nico), 'radiofobia', y la supuesta inocuidad de las radiaciones - conduce a la conclusi�n obvia de que est�n actuando para proteger sus propios intereses. � Empresas como�TEPCO�(Empresa de Energ�a Tokyo Electric) desean seguir funcionando para poder seguir haciendo dinero. � Al parecer, el gobierno tambi�n quiere continuar el uso de la energ�a nuclear.�Esto puede estar relacionado con la estrecha relaci�n de la energ�a nuclear a la guerra y el poder militar, debido a su asociaci�n con las armas nucleares. � No es ning�n secreto que el actual gobierno est� a favor de la restauraci�n de estado militar en Jap�n, como lo demuestran los recientes cambios en el art�culo 9, que en esencia la hacen sin-sentido.�[24]
� La informaci�n acerca de la exposici�n a la radiaci�n podr�a reproducir m�s empat�a con las v�ctimas de Fukushima entre el p�blico, llevando al tema a un nivel m�s personal. � Esta empat�a podr�a causar un n�mero mucho mayor de personas a enojarse con el gobierno y desear que las empresas de energ�a nuclear se hagan responsables.�Es para evitar esta situaci�n que la exposici�n a la radiaci�n es intencionalmente ignorada en los principales medios de comunicaci�n japoneses.� � �Qu� pasa con el pueblo japon�s ordinario;�qu� es lo que hace que muchos tan r�pido discriminen a las v�ctimas de Fukushima?�(Aqu�, por supuesto, estoy generalizando, y yo no pretendo dar a entender que cada persona japonesa individuo es discriminatoria.) � Un factor es, por supuesto, el miedo creado por�la falta de�conocimiento,�que ya hemos discutido.�Otro factor podr�a ser el temor a la contaminaci�n que tiene una larga historia dentro de la sociedad japonesa. � Maya Todeschini�analiza c�mo la discriminaci�n hacia las v�ctimas de la bomba at�mica fue en,
En tercer lugar, tambi�n hay un elemento del efecto espectador, y una manera de pensar de 'no-en-mi-patio trasero'. � Con el fin de romper m�s all� de los estigmas sociales y cuestionar las acciones de los gobiernos y de energ�a nuclear de las empresas, la gente tiene que empezar a hablar.�Pero esto es una cosa muy arriesgada y aterradora que hacer, especialmente a la luz del tratamiento que pueden enfrentar los periodistas si discuten la exposici�n a la radiaci�n. � Al final del d�a, la gente tiene que ganarse la vida, poner comida en la mesa y proteger a sus familias. � Por lo tanto, es mucho m�s f�cil mantener la cabeza hacia abajo y mirar hacia otro lado.� � Como hemos visto, los efectos sociales del accidente nuclear de Fukushima son muchos, entre ellos,
Estos efectos est�n agravados por el tratamiento medi�tico del incidente:
La raz�n de tal reacci�n se puede entender como las empresas del gobierno y de energ�a nuclear protegiendo sus propios intereses, tanto econ�mica como militarmente. � Las concepciones tradicionales de la impureza combinadas con un efecto general de espectador en la sociedad japonesa, tambi�n fomenta la discriminaci�n y permite que el status quo se mantenga. � De esta manera, podemos ver que los efectos sociales de las v�ctimas de Fukushima son complejos y entrelazados, y que sus vidas han cambiado, tal vez irreversiblemente.
� � � Referencias
� � � Bibliograf�a
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