por�Willow Tohi�
04 Agosto 2012

del Sitio Web�NaturalNews

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Toma una�Coca-Cola�y una sonrisa.�O, si usted es parte de la "nueva generaci�n", una�Pepsi.

Una degustaci�n de esas�excito-toxinas�y usted no tendr� que preocuparse acerca de c�lulas fetales abortadas o productos qu�micos que causan c�ncer.�Despu�s de todo, �qui�n quiere pensar en la diabetes tipo 2 cuando lo que quieren es una dulce recompensa, y un momento para relajarse?�


Pero esa es la peor clase de mal, �no?��Del tipo astuto, amable, insidioso?�El tipo de cosa de la cual usted tiene que estar siempre atento, no sea que se impregne en s� en la conciencia colectiva.�

Usted puede estar pensando, '�En serio?���Vamos all� con refrescos ?!'�La respuesta es, s�.�

Al menos un bi�logo l�der ha salido y explica por qu� debemos evitar las sodas, y todas las bebidas gaseosas.�

�Qu� sucede cuando usted bebe refrescos carbonatados?


La naturaleza altamente adictiva de los edulcorantes utilizados en los refrescos significa que funciona como una droga de entrada.

Dispara el az�car en la sangre, desequilibra la flora digestiva, hace crecer la levadura que luego exige m�s y m�s y m�s.�Los efectos secundarios de la proliferaci�n de la Candida pueden ser muy perjudiciales y causar estragos en los estados de �nimo y las relaciones, as� como la salud.�

La carbonataci�n (agua carbonatada, �cido fosf�rico) significa que la bebida es muy �cida, lo que hace que su cuerpo desprenda el calcio de los huesos para mantener el pH sangu�neo adecuado.

Toma alrededor de 25 vasos de ocho oz de agua para neutralizar lo que un refresco 16 onzas hace a su pH de la sangre.�Eso es un doble da�o para los dientes - el az�car come el esmalte, y roba el calcio tambi�n. Peque�as cantidades de cafe�na no le har�n da�o, pero hay mucho mejores fuentes, m�s saludables y m�s naturales de cafe�na.�

�Qui�n sabe lo que hay en las recetas secretas de sabor, adem�s de m�s productos qu�micos.�Si usted est� a dieta, el aspartame es a�n m�s peligroso.�Es una neurotoxina con 92 efectos secundarios conocidos para su salud, y es 180 veces m�s dulce que el az�car de ca�a.

Y una �ltima parte de la basura en la lista de ingredientes: los aditivos colorantes.�



Los riesgos


M�ltiples estudios a largo plazo muestran que tanto los refrescos regulares como los de dieta aumentan en gran medida, el riesgo de:

  • ataque de coraz�n

  • enfermedades del coraz�n

  • presi�n arterial alta (hipertensi�n)

  • derrame cerebral

  • osteoporosis

  • diabetes tipo 2

  • s�ndrome metab�lico (triglic�ridos elevados)

  • h�gado graso

  • fallas hep�ticas

  • obesidad�

La exposici�n al az�car l�quido en realidad hace que los genes en los m�sculos cambien su comportamiento en tan s�lo dos bebidas azucaradas por semana durante un mes.�

M�s consumo durante un per�odo de tiempo m�s largo aumenta las probabilidades de que los cambios sean permanentes.� En realidad cambia nuestro metabolismo.�

Los an�lisis de sangre muestran niveles da�inos de inflamaci�n en los vasos sangu�neos de los bebedores de refrescos carbonatados, as� como disminuci�n de los niveles de HDL colesterol (bueno), que es crucial para la salud del sistema vascular.�

Los investigadores ahora est�n diciendo que la promoci�n de los edulcorantes artificiales, incluyendo el jarabe de ma�z de alta fructosa, aspartame y Splenda, como alternativas saludables a az�car no son aconsejables.�

La dulzura de las alternativas artificiales es tan dulce que hace que los usuarios anhelen m�s, incluso cuando no tienen sed.�Le da 'una mayor preferencia por las cosas dulces en la boca' sin reducir el consumo de alimentos para compensar el incremento en las calor�as.�Inclina a la gente hacia un incremento de las calor�as, y una dieta alta en sal.�

Edulcorantes alternativos sobrecargan los mecanismos construidos en el cuerpo de regulaci�n del az�car en la sangre.

Confunden la capacidad del cuerpo para compensar y procesar el flujo de productos qu�micos y calor�as.�Ellos tambi�n vienen con riesgos adicionales para la salud, tales como los m�ltiples efectos secundarios de aspartame, que van desde migra�as a la depresi�n, ceguera hasta el tinnitus, ataques de taquicardia, s�lo para nombrar unos pocos.��


Para agravar el problema, el consumo de refrescos, incluyendo otra bebidas gaseosas que se hacen pasar por opciones m�s saludables, aumentan el apetito por la comida chatarra.�La capacidad del cuerpo para hacer frente a aumentos de az�car en la sangre se vuelve cada vez m�s ineficiente e ineficaz, lo que lleva a niveles m�s altos de glucosa en ayunas, resistencia a la insulina, y en �ltima instancia conduce a la diabetes tipo 2.

El uso a largo plazo puede conducir al c�ncer de p�ncreas o hep�tico.�

El cambio no siempre es progreso.�Cuando la mayor�a de nosotros �ramos ni�os, tom�bamos quiz�s refrescos soda de 12 o 16 onzas en una botella de vidrio, hecho con az�car de verdad, por semana.�Todav�a era un art�culo de lujo, como estaban destinadas a ser la mayor�a de golosinas azucaradas.�Las dietas tambi�n eran diferentes entonces, al igual que el nivel de ejercicio f�sico de los ni�os y adultos.

Desde 1985, el consumo de refrescos de la persona promedio se ha elevado de 10 galones al a�o a m�s de 25 galones.�En estos d�as no es raro ver a soda en los biberones, mientras que los ni�os mayores toman 40 a 60 onzas, en promedio, por d�a.�Estamos programando a nuestros hijos para una mala salud y para ser diab�ticos desde el principio.�

Hay un movimiento para obtener etiquetas de advertencia, tales como las de los cigarrillos, a�adidas a los refrescos.�Tambi�n hay personas que quieren gravar las bebidas tanto para hacerlas menos disponibles y moverlas de nuevo a una como condici�n de lujo, as� como para financiar el tratamiento de los problemas de salud que crean, de nuevo, al igual que los cigarrillos.�Algunas personas tambi�n quieren que los refrescos sean retirados de los men�s de todos los ni�os.�

No es novedad que la soda sea mala para usted.��Qu� tan mala es le podr�a venir un poco como de sorpresa.�El problema es que la mayor�a de nosotros no quiere saber.�

Pero�es demasiado peligroso seguir ignor�ndolo.

Recuerde, cuando usted siente sed, su cuerpo est� pidiendo una cosa y s�lo una cosa:� agua.

Fuentes