Julio 05, 2011
del Sitio Web
PreventDisease

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original

Ensayos de siembra est�n dise�ados principalmente con una intenci�n enga�osa a aparecer como si responden a una pregunta cient�fica espec�fica, pero lo que realmente hacen es cumplir con los objetivos de mercadeo para las empresas farmac�uticas.

Es este com�n ensayo pseudo-cl�nico empleado por el Lobby Farmac�utico Industrial el que les permite llevar a cabo cientos de ensayos aleatorios cada a�o para hacer que miles de m�dicos a receten nuevos medicamentos.

"Esta pr�ctica - un ensayo de siembra - es pura comercializaci�n bajo el disfraz de la ciencia", escriben Harold Sox y Drummond Rennie, en un editorial de Anales de Medicina Interna.

"El aparente prop�sito es poner a prueba una hip�tesis. El verdadero prop�sito es conseguir que los m�dicos entren en el h�bito de recetar nuevos medicamentos."

En esto, reporteros investigadores - dirigidos por Kevin Hill, del Hospital McLean en Belmont - utilizan documentos obtenidos a trav�s de litigios para analizar la VENTAJA de ensayos de la droga Vioxx, y para demostrar que fue "dise�ado y ejecutado" por la divisi�n de mercadeo de Merck.

Estos documentos hab�an sido previamente la fuente de otras acusaciones de da�os contra Merck (ver esta historia en la revista Nature).

Un ensayo de siembra o prueba de mercadeo es una forma de comercializaci�n dirigida supuestamente en nombre de la investigaci�n, dise�ada a dirigirse al muestreo de productos a v�ctimas seleccionadas del complejo farmac�utico industrial . El principal objetivo de estos ensayos es introducir el concepto de una intervenci�n m�dica en particular - como un f�rmaco o dispositivo m�dico - a los m�dicos, en vez de poner a prueba una hip�tesis cient�fica.

En el proceso de siembra, el departamento de marketing de una empresa farmac�utica recluta a los m�dicos para participar en investigaciones cl�nicas.

La compa��a farmac�utica paga a los m�dicos por su participaci�n, dise�a el estudio, recopila y analiza la informaci�n. El m�dico s�lo tiene que recetar el f�rmaco a sus pacientes.

El t�pico 'ensayo de siembra', sin embargo, no es como un verdadero y apropiado ensayo cl�nico en cuanto a que,

  • no es 'ciego'

  • no hay controles

  • los sujetos no dan su consentimiento informado

  • no se utilizan placebos

En estos ensayos, muchos m�dicos, son inscritos como investigadores, de modo que cada uno s�lo tiene que inscribir algunos pacientes, y la compa��a farmac�utica les paga por cada paciente y ofrece todo el apoyo necesario para el monitoreo y la documentaci�n.

Mientras tanto, la recompensa para los m�dicos participantes es el prestigio de ser un investigador de un ensayo cl�nico, acoplado, en esencia con que no hay penalidad, porque la compa��a farmac�utica reembolsa mucho m�s por el tiempo invertido, que no es mucho, teniendo en cuenta que cada m�dico s�lo tiene que registrar unos pocos pacientes.

En realidad, sin embargo, el dise�o del ensayo es muy ineficiente. Para que una verdadera cuesti�n cient�fica sea probada en un ensayo cl�nico, ser�a mucho m�s eficiente concentrar la acumulaci�n de pacientes en unos pocos centros acad�micos grandes, que puedan encontrar pacientes mucho m�s r�pido y que ya tengan la infraestructura para realizar los ensayos cl�nicos. Sin embargo, para los ensayos de siembra, la pregunta cient�fica est� casi m�s all� del punto, una idea de �ltimo momento.

El verdadero prop�sito, no declarado de tales ensayos es exponer al mayor n�mero posible de m�dicos a usar la droga y as� hacer que se sientan c�modos con ella. El verdadero prop�sito de los estudios de siembra es hacer de estos m�dicos grandes defensores de la nueva droga.

El verdadero prop�sito de los ensayos de siembra es la comercializaci�n, no la ciencia. (Respectful Insolence)

"�Por qu� una compa��a farmac�utica se toma los costos y la molestia de llevar a cabo un ensayo involucrando a cientos de profesionales - cada uno reclutando unos pocos pacientes - cuando un estudio basado en unos pocos grandes centros m�dicos pueden lograr los mismos fines cient�ficos mucho m�s eficientemente?

El punto principal del ensayo de siembra no es para obtener informaci�n de alta calidad cient�fica: Se trata de cambiar los h�bitos de prescripci�n de un gran n�mero de m�dicos ", como se indica en el editorial escrito por Sox y Ronnie.

Seg�n un art�culo publicado en la edici�n del 27 de junio de la revista Archivos de Medicina Interna, un estudio cl�nico de la gabapentina, que estaba supuesta a estudiar las dosis de la droga, y en realidad no era otra cosa que un ensayo de siembra dise�ado para exponer a m�s m�dicos a la droga y, finalmente, enga�arlos a recetar m�s del medicamento.

Lamentablemente, el cuestionable ensayo gabapentina, denominado "Estudio de Neurontin - Valoraci�n del efecto y perfil de seguridad - Study of Neurontin - Titrate to Effect, Profile of Safety�, result� no s�lo es uno, sino en dos art�culos que fueron publicados en las principales revistas m�dicas.

Sin embargo, cuando consultores independientes revisaron la documentaci�n del ensayo se dispararon todo tipo de alarmas.

Para empezar el estudio fue dise�ado chapuceramente. Fue a la vez sin control y no- ciego, haciendo que loa informaci�n que sali� de �l fuese dudosa en el mejor de los casos. Pero a�n los peores documentos en el estudio escandalosamente sugirieran que el equipo de mercadeo de Pfizer pudiera haber estado involucrado en la recolecci�n de datos!

De hecho, los documentos parecen sugerir que los de mercadeo supervisaron el juicio en s�... s�lo los resultados finales... como un excelente veh�culo promocional para su vaca de dinero en efectivo, la gabapentina.

En 1994, un art�culo en el New England Journal de Medicina, escrito por el ex comisionado de la FDA , David Kessler et al. establece que:

Algunos ensayos patrocinados por la empresa de medicamentos aprobados no parecen ser de prop�sito cient�fico para nada. Debido a que son, de hecho, velados intentos para atraer a los m�dicos a prescribir un nuevo medicamento comercializado por la empresa, que son a menudo referidos como "ensayos de siembra."

Caracter�sticas que distinguen tales ensayos de los rigurosos estudios cient�ficos incluyen el uso de un dise�o que no es compatible con los objetivos de investigaci�n indicados, la contrataci�n de investigadores, no por ser expertos o investigadores principales, sino porque recetan frecuentemente los productos que compiten en la misma clase terap�utica, pagos desproporcionadamente altos dados a "investigadores" por su trabajo (aunque el trabajo s�lo consista en escribir recetas del medicamento), el patrocinio de los estudios de las ventas de la compa��a y la divisi�n de marketing en vez de su departamento de investigaci�n, requisitos m�nimos de datos, y recopilaci�n de datos que son de poco o de ning�n valor a la empresa.

T�picamente, estas pruebas incluyen la introducci�n de un nuevo f�rmaco en una clase terap�utica de multitudes. El �xito de tal nuevo producto pudiera depender de deshacer los h�bitos de los m�dicos de recetar un f�rmaco econ�mico, m�s consolidado de la competencia.

(Kessler et al., 1994)

Una soluci�n burocr�tica, tal como confiar en los consejos de revisiones institucionales, pudiera ayudarnos a liberarnos de los ensayos de siembra, pero simplemente haciendo brillar una luz sobre su existencia pudiera ya haber sembrado las semillas de su destrucci�n.

El siguiente paso ser�a un consenso social de que no es correcto enga�ar a los comit�s institucionales de revisi�n y a los participantes acerca del verdadero prop�sito de un ensayo.

Otra soluci�n ser�a simplemente deshacernos de las Grandes Farmac�uticas todos juntos!