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traducci�n de
Adela Kaufmann � � � En nuestro universo, todo es energ�a. Y no hay divisi�n en esa energ�a; es sin forma, infinitamente densa, y est� disponible en todos los puntos del universo en cantidades ilimitadas. � Por lo tanto,
Si todo es energ�a, entonces no hay solidez en ning�n lugar, y es desde este campo infinito de energ�a que toda la creaci�n surge. � Tambi�n hemos discutido en la din�mica de los conjuntos negros�c�mo esta energ�a (el vac�o o el espacio-tiempo) muestra la din�mica de doble toroide en el que el universo se repite en un patr�n fractal en todas las escalas, con singularidad en el centro de cada conexi�n, conectando todas las cosas. � Sin embargo, hay un principio importante aqu� que debemos considerar a la luz de toda esta informaci�n: somos conscientes. � � Tenemos conciencia, y nosotros, con toda probabilidad somos conciencia, ya que nada es f�sico. Por lo tanto, si todo es energ�a indivisible, toda conectada en el nivel m�s fundamental de la creaci�n, entonces no hay separaci�n entre nosotros y todo lo dem�s en el universo, y por lo tanto tenemos que ser como de donde vinimos. � En otras palabras, porque somos inextricablemente e inevitablemente uno con la energ�a infinita del campo unificado, el hecho de que somos conciencia debe significar que somos un reflejo de donde venimos, lo que significa que el universo mismo debe ser consciente tambi�n. � Tenemos conciencia porque la hemos heredado directamente del campo, del que somos una extensi�n indivisible. � Max Planck, a quien nos hemos referido indirectamente en art�culos anteriores discutiendo la m�s peque�a vibraci�n del universo que �l descubri�, la distancia de Planck, es considerado uno de los m�s grandes cient�ficos que han vivido. � Despu�s de muchos a�os de estudio profundo de la f�sica, y en su discurso al recibir el Premio Nobel de F�sica, observ�:
Como hemos explorado juntos,
Como hemos visto, la estructura y la din�mica de la realidad parecen repetirse en un patr�n fractal en todas las escalas del universo, resultando en dimensiones escalares, o divisiones escalares del infinito. � Y si estas din�micas son todo lo que el universo hace, a diversas escalas, y si son de hecho la din�mica del universo, si el universo es consciente, entonces debemos concluir o al menos considerar que esta din�mica de conjuntos negros es el origen de la conciencia. � � O m�s exactamente posible, es la din�mica de la conciencia.� � � � � El origen de la Conciencia � �Podr�a el origen de la conciencia ser la din�mica del doble toroide del vac�o? � Como hemos observado en la naturaleza de la mente y nuestro cerebro hologr�fico, es evidente que la conciencia (y la mente) es independiente del cerebro. Una prueba sencilla es el hecho de que un peque�o porcentaje de la poblaci�n (alrededor del 1%) es consciente durante la anestesia profunda, hay incluso quienes pueden recordar las conversaciones llevadas a cabo por los m�dicos, mientras estaban en cirug�a. � Esto ser�a imposible si la conciencia, y por lo tanto la mente (porque es una funci�n de la conciencia) tuvo su origen en el cerebro debido a que bajo anestesia profunda pr�cticamente todas las funciones superiores del cerebro se apagan, lo que hace dif�ciles y pr�cticamente imposible tareas complejas, tal como recordar una conversaci�n... si era una funci�n del cerebro ser capaz de hacerlo. �� �
Din�mica del Toroide-Dual de los Conjuntos Negros � �
Si esto es cierto, entonces lo �nico que realmente existe es la conciencia. � Y en todas las escalas del universo esta din�mica del doble toroide del conjunto negro crea reiteraciones fractales de la conciencia universal, que son expresiones hologr�ficas de la totalidad. � Si todo es energ�a, y si esta energ�a del vac�o tiene una din�mica espec�fica y una estructura espec�fica (que pronto veremos), entonces l�gicamente, �no deber�a la conciencia tambi�n surgir como una funci�n de las din�micas energ�ticas de la creaci�n? Porque, como hemos visto, todo es energ�a, y la conciencia no surge en el cerebro, por lo tanto, nuestra conciencia debe ser de alguna manera inherente a la din�mica del campo. � Por lo tanto, de acuerdo con el modelo HFU (Holographic Fractal Universe), el origen de la conciencia y esta din�mica del doble toroide est�n inextricablemente ligados. O bien la conciencia produce esta din�mica, o estas din�micas de doble toroide son el origen de la conciencia, o, lo que es m�s probable en mi opini�n, que esta din�mica de doble toroide es la din�mica de la conciencia. � Si esto es cierto, entonces en su centro usted tiene una singularidad. � � Y el origen de su conciencia es un conjunto negro. Usted es una expresi�n fractal del universo, porque usted es conciencia, y si el modelo de Nassim Haramein del HFU es correcto, entonces usted y todos y cada uno de nosotros somos 'conjuntos negros'. Este es el origen de nuestra conciencia, y as� es como somos expresiones hologr�ficas del universo. � A trav�s de cada uno de nosotros tenemos disponible toda la informaci�n y la energ�a del universo. En nuestro centro somos singularidad y por lo tanto somos uno con todo lo dem�s en el universo. � Esta es otra sugerencia de la ley de escala de la materia organizada que ya comentamos en La Din�mica de los Conjuntos Negros. � Un punto de inter�s es que si se hace un gr�fico de la frecuencia en funci�n de radio de la resoluci�n biol�gica del universo - los microt�bulos dentro de las c�lulas (que oscilan entre el 1011 a �1014 Hz) - en el gr�fico, no s�lo lo hace aterrizar directamente en la l�nea, sino que cae casi en el centro exacto de la l�nea, directamente entre las m�s grandes y m�s peque�as resoluciones del conjunto negro en nuestro universo. � Y tenga en cuenta que la relaci�n entre la masa y el radio de la c�lula, obedece a la condici�n de Schwarzschild para un conjunto negro porque cae en la l�nea (v�deo 'Black Whole - Conjunto Negro' a continuaci�n): � � � � � Nassim Haramein Black Whole (Conjunto Negro) �
� � � En otras palabras, usted es el horizonte de sucesos del universo. � Todos lo somos.
Sin embargo, desde nuestra escala de observaci�n somos testigos del m�s magn�fico y hermoso despliegue de la creaci�n, donde la vitalidad de la vida y la creatividad del universo se expresan con mayor claridad, directo en el horizonte de sucesos, incluso entre los dos infinitos de nuestro universo. � Nosotros somos el horizonte de sucesos del universo, y en nuestro centro tenemos una singularidad que nos conecta con el resto del universo, nuestro centro energ�tico del coraz�n. Y eso es lo que sostiene el modelo HFU, que la din�mica y el origen de la conciencia en los seres humanos es la din�mica del doble toroide del conjunto negro ocurriendo en nuestro �mbito local como consecuencia de la singularidad de nuestro centro. � Todas las tradiciones antiguas reiteran que "el universo est� dentro de ti." � Por otra parte, afirman que cuando miramos dentro de nosotros mismos, como a trav�s de la meditaci�n, descubrimos el universo dentro de nosotros, y descubrimos que estamos conectados con todas las cosas. � Como lo hemos visto cient�ficamente, no se producir�a este mismo fen�meno porque tenemos singularidad en nuestro centro? A medida que dirigimos nuestra atenci�n hacia el interior a trav�s de la meditaci�n, colapsamos hacia la singularidad. � Y curiosamente, a trav�s de la meditaci�n constante en realidad se puede sentir este colapso de forma natural. � Cuando dirigimos nuestra atenci�n hacia el interior a trav�s de la meditaci�n, �cu�l es el subproducto?
Estos son los beneficios que la meditaci�n se ha dicho que produce desde hace miles de a�os. Curiosamente, esas son tambi�n las cualidades de la singularidad: la quietud, el silencio, la densidad energ�tica el infinito, y la unidad. � Si esto es cierto, entonces no s�lo es todo en el universo, que tiene estas din�micas conscientes en su propio nivel y en su propia escala, sino que el propio universo no s�lo es consciente, es conciencia.� � � � � |
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