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por Come Carpentier de Gourdon
Junio de 2011
del sitio Web ExopoliticsJournal
traducci�n de
Adela Kaufmann
Versi�n
original
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Acerca del autor
Come Carpentier De Gourdon es actualmente el Coordinador del Comit�
Editorial de la revista World Affairs, una publicaci�n trimestral
dedicada a temas internacionales, patrocinado por la Fundaci�n Kapur
Surya (uno de los patrocinadores del "Foro P�blico Mundial para el
Di�logo de Civilizaciones") Nuevo Delhi, India.
�l se ha asociado
con varias empresas y organizaciones sin fines de lucro. Ellos
incluyen el Foro desarme nuclear y la Fundaci�n para el Di�logo
Global, Zug, Suiza (2001-2002), la Fundaci�n Tissot Econ�mica de Neuchatel, Suiza (1991-2000), la Comisi�n Mundial de Finanzas de las
Naciones Unidas (de 1994 a la fecha ), el Grupo de Empresas FEGAWERK,
Suiza (1991-1999), el Consejo Empresarial para el Desarrollo
Sostenible (BUSCO, Par�s, Francia, 1994-1995), Planet India Ltd., de
Nueva Delhi, India (desde 1995 hasta la fecha), el Conferencia de
Asuntos Internacionales de la Universidad de Colorado en Boulder,
Estados Unidos (1985 a 1988), producciones de Orbita, Washington DC,
Estados Unidos (1987 a 1989), la Fundaci�n Juntos por la Unidad
Global de Caracas, Venezuela y Boulder, Colorado (1990-1992 ) y la
Academia Suiza de Ciencias T�cnicas e Ingenier�a (SATW) (1992-1993),
entre otras.
Es autor de numerosos trabajos que incluyen una
presentaci�n en el Foro Mundial p�blico ded 2006 sobre "El Caso para
Exopol�ticas:. Marcando el comienzo de un Di�logo C�smico" Su sitio
web es:
http://www.comecarpentier.com/�
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Abstracto
La literatura mitol�gica e hist�rica hind�, escrita a lo largo de
m�s de tres o cuatro mil a�os, contiene una serie de referencias
bastante detalladas de descripciones de seres vivos no-humanos,
"semi-divinos y los diversos reinos visibles e invisibles, que en
algunos casos parecen estar localizados en otras dimensiones de la
realidad o en universos paralelos.
Tambi�n hay cuentas y reportes de aeronaves y veh�culos para viajes
espaciales, as� como de armas de guerra muy poderosas, capaces de
provocar una destrucci�n masiva en zonas muy extensas.
Esos veh�culos y herramientas, de acuerdo con esas historias, eran
utilizadas tanto por dioses como por seres humanos.
Por otro lado, la evidencia cient�fica contempor�nea y las
conclusiones oficiales de varios pa�ses se�alan que esas naves
espaciales extremadamente avanzadas, y de humanoides que eran
aparentemente no humanos (probablemente "trans-dimensionales") son
seres activos en nuestro planeta y en el espacio exterior.
Este documento establece una conexi�n entre aquellas conclusiones
independientes, y sugiere que una visi�n actualizada y ampliada de
la estructura del universo es necesaria, ya que la cosmolog�a
cl�sica es insuficiente para dar cuenta de muchas observaciones.
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Introducci�n
Los mitos y leyendas no son aceptados como hechos reales seg�n los
m�todos, criterios y conceptos de la ciencia.
Son considerados, ya sea como relatos imaginarios, dise�ados para
proporcionar ense�anzas rituales y morales, y tambi�n como
espect�culos culturales a la sociedad, o cuentas de ficci�n y
simb�licas de acontecimientos antiguos, cuyo car�cter y
circunstancias originales fueron, en parte, olvidadas.
La escuela evemerista de pensamiento (nombrada seg�n el mit�grafo
griego del siglo 4
Ev�mero, en consonancia con el enfoque
esc�ptico de los fil�sofos de Cirenianos) considera a los dioses y a
los seres sobrenaturales como representaciones de figuras humanas
que fueron, en el curso de siglos o milenios, investidos con
atributos humanos supra-divinos o heroicos.
Aunque hay evidencia de que esas interpretaciones socio-hist�ricas
se justifican en muchos, si no en todos los casos, tambi�n hay
motivo para considerar otra forma de leer esas historias, sin
perjuicio de la anteriormente descrita ex�gesis. Ese ser�a el m�todo
objetivo, de mente abierta, visto en las descripciones y los hechos
denunciados en la mitolog�a y ve c�mo podr�an relacionarse con los
eventos actuales o recientes, para los cuales tenemos pruebas
cient�ficamente admisibles.
Erich von Daniken es quiz�s el mejor conocido investigador y autor
que ha llevado a cabo esta tarea, aunque, inevitablemente, muchas de
sus interpretaciones, que son tan atrevidas como para estar en el
l�mite exterior de la especulaci�n, se han encontrado con la
controversia y el a menudo el rotundo rechazo entre los principales
acad�micos.
Debido a que se sabe que los mitos y leyendas son legibles en
diversos niveles, desde lo literal a lo psicol�gico y lo metaf�sico,
sin olvidar la dimensi�n hist�rica, no vamos a estar haciendo un
flaco favor a esta antigua tradici�n, al aceptarlos en principio,
como una buena cuenta de buena fe de acontecimientos reales, aunque,
obviamente, los adornos literarios y errores inevitables hayan sido
insertados en el transcurso del tiempo.
�Cu�les son los factores que hacen que valga la pena e incluso hagan
necesario tomar este punto de vista f�ctico, libre de prejuicios?
En primer lugar, los sistemas hind� tradicionales de la cosmogon�a,
la metaf�sica y la cosmolog�a fue tomando forma durante muchos
siglos, si no miles de a�os y fueron vistos como objetivos y
precisos en varias civilizaciones en el �rea de influencia de la
India. Siguen siendo respetados e influyentes en el pa�s, en las
�reas adyacentes y cada vez m�s, en las regiones del mundo en donde
varios aspectos de la cultura hind�-budista, tal como el yoga y las
pr�cticas religiosas son conocidas y seguidas.
Por otro lado los recientes descubrimientos cient�ficos tienden a
apoyar algunas de las conclusiones y observaciones registradas en
muchos de los textos indios filos�ficos y t�cnicos.
En segundo lugar, los fen�menos repetidamente observados y
confirmados cient�ficamente no encuentran una explicaci�n
satisfactoria de acuerdo con los principios y teor�as cient�ficas,
mientras que se contabilizan en la cosmolog�a tradicional hind�.
Por lo tanto, puede ser �til o incluso necesario volver a examinar
el cosmos representado por los
textos V�dicos y Puranas, con el fin
de dar sentido a algunos aspectos enigm�ticos de la realidad
universal a la que nos enfrentamos.
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Espacio y Tiempo
La ciencia "moderna" se desarroll� bajo la influencia de la
racionalidad materialista que sac� sus principios, en parte de la
obra �navaja� del
te�logo medieval Guillermo de Occam.
Un efecto de esta actitud es que la astronom�a cient�fica
(occidental) tuvo su comienzo del m�nimo com�n denominador en cuanto
a sus supuestos sobre el espacio y el tiempo y desde un principio
descart� las antiguas cronolog�as Indias, las cuales eran
consideradas como extravagantes e inveros�miles, especialmente
cuando son comparadas con los registros b�blicos hebreos que
colocaban la creaci�n del Universo apenas hace s�lo seis mil a�os
(4004 A.C.).
En el siglo XIX, los astr�nomos estaban todav�a muy t�midos en sus
c�lculos cosmol�gicos y s�lo unos pocos visionarios, como el
astr�nomo Camille Flammarion, se atrevieron a describir el universo
como posiblemente infinito, o al menos inconcebiblemente grande.
S�lo a rega�adientes sus sucesores admitieron que la V�a L�ctea era
una galaxia conteniendo miles de millones de estrellas y les tom�
a�n m�s tiempo darse cuenta de que era s�lo una de un gran n�mero de
galaxias similares o mayores.
Las escalas de tiempo no se expanden f�cilmente en las mentes de los
cient�ficos.
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Por lo tanto, las �rdenes de magnitudes de los,
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yugas
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devavatsaras
-
caturyugas
-
devavatsaras
-
mahayugas
-
manvantaras
-
kalpas,
... de Escrituras de la India, que abarcan miles de billones de a�os
solares permanecieron pr�cticamente fuera de su alcance intelectual
hasta los avances logrados en los telescopios y en la observaci�n
astrof�sica en la primera mitad del siglo XX, gradualmente se fueron
reconciliando con el hecho de que el universo no s�lo es m�s grande
de lo que nosotros imaginamos, sino que tambi�n, posiblemente, m�s
grande que podemos llegar a imaginar o medir.
A la luz de la ciencia, el registro b�blico acerca del cosmos fue
hecho por Dios en seis d�as hace apenas unos cuantos miles de a�os
aparece como comparativamente primitivo y, contrario a la teor�a del
progreso humano linar, las antiguas civilizaciones fundadas en
mitayos cosmol�gicos similares aquellos de la India, China, �frica o
las Am�ricas pudiera decirse que han retrocedido intelectualmente
cuando aprobaron la �ciencia� que vino con el cristianismo.
Hay evidencia de que muchos de los textos recopilados y ensamblados
en la Tor� o Antiguo Testamento proceden de fuentes mucho m�s
antiguas y sosten�an un significado simb�lico, significando que se
hab�a perdido todo cuando fue promovida la interpretaci�n literal.
Las estimaciones de la astronom�a contempor�nea para la edad y el
tama�o del cosmos y de sus galaxias y las estrellas son ahora
ampliamente congruentes con los n�meros que se encuentran en las
escrituras hind�s. Por otro lado, las teor�as de la creaci�n y la
materia expuesta en ellos todav�a est�n fuera de los l�mites de la
actual visi�n cient�fica del mundo, que los describe como "visiones
m�sticas" o especulaciones no probadas a pesar de que en realidad no
se pueden refutar.
Sin embargo, el hecho de que algunos anales "mitol�gicos" son
asombrosamente exactos o por lo menos plausibles en sus evaluaciones
matem�ticas deben incitar a los f�sicos a echar un vistazo m�s de
cerca a las descripciones "indias", de la estructura de la realidad.
Se puede decir en unas pocas l�neas que las diversas escuelas de
hind�es, budistas y jainistas de f�sica ense�an que hay varios
campos paralelos de realidad dentro de nuestro universo, compuesto
por diferentes sustancias, o, m�s exactamente, de la misma sustancia
en diferentes niveles de densidades. El material subyacente, desde
donde se origina todo, es indefinible, pero que generalmente es
llamado Brahman o Prakriti, que puede definirse como el suelo
original de la conciencia.
Podemos detectarlo en lo que la astrof�sica contempor�neo llama
materia oscura del cosmos, que parece que conforma hasta el 96% del
total.
A partir de ese sustrato inicial surgen una serie de reinos, primero
el causal (karana), el sutil (s�ksma) y, finalmente, el campo de la
material f�sica o bruta (sthula), compuesto por las combinaciones de
los cinco elementos b�sicos - en realidad, "estados de campos de
energ�a "que nosotros definimos como �ter, fuego, aire, agua y
tierra - en diversos grados.
Por lo tanto, lo que podemos experimentar y observar de acuerdo con
nuestros m�todos cient�ficos es todo o casi todo en este mundo
particular de la materia, llamado Bhu que est� rodeado y permeado
por otros trece
lokas (la palabra griega logos se deriva de la misma
ra�z, como es el lat�n locus: lugar), en orden descendente seis
planos superiores:
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Satya
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Jana
-
Mahar
-
Svara (el cielo de los devas o seres brillantes)
-
Bhuva y los siete inferiores, mundos subterr�neos, a veces
impropiamente descritos como infiernos:
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Atala
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Vitala
-
�Sutala
-
Talatala
-
Rasatala
-
Mahatala
-
Patala
Esas esferas "conc�ntricas" pueden ser consideradas como lugares
geogr�ficos, situados por encima o por debajo de la superficie de la
Tierra o incluso continentes f�sicos, pero estos nombres parecen ser
generalmente de otros niveles de existencia, no topogr�ficamente
eliminados de la nuestra, pero paralelamente, desplegados en
dimensiones extra-sensoriales que existen m�s all� de las tres a�os
y media en la que vivimos (tomando el tiempo como una media-dimensi�n,
ya que no podemos revertirlo f�sicamente a nuestro nivel de la
realidad).
Algunas escrituras budistas, basadas en el mismo sistema cosmol�gico,
se refieren a un sinn�mero de mundos que componen el "chiliocosmos"
o galaxias extendidas por todo el espacio.
Se dice que el hombre se ha encarnado en este mundo (el Kamadhatu o
reino del deseo) desde la esfera m�s alta de los devas Abhasvara (dioses
de pura luz).Todos esos planos, muchos de los cuales son invisibles
e imperceptibles para los "humanos normales" son considerados como
llenos de vida como la nuestra.
Que contienen sus propios elementos, plantas y animales, incluyendo
algunos similares a los seres humanos en forma y comportamiento.
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Los mundos paralelos se encuentran en constante contacto con el
nuestro porque, a diferencia de nosotros, la mayor�a de sus
habitantes son conscientes de nuestra existencia, nos observan y de
hecho se entrometen en nuestro espacio-tiempo, por lo general "por
debajo del radar" de nuestra conciencia.
Naturalmente, todo el tiempo que permanezcan en sus respectivos
�mbitos, pueden escapar de todos los criterios de detecci�n
cient�fica, ya que estos �ltimos se formulan en el supuesto de que
s�lo existe la creaci�n perceptible y cuantificable.
Sin embargo, ciertos seres humanos tambi�n pueden acceder a esos
otros mundos, ya sea debido a dones y poderes especiales o por medio
de un entrenamiento intensivo ps�quico y espiritual o de pr�cticas
m�gicas, que autom�ticamente violan las reglas del juego cient�fico,
establecido en la �poca de la Ilustraci�n, de manera que sus
experiencias son ignoradas como inv�lidas por definici�n.
Es revelador que los criterios de la pruebas que generalmente son
confirmadas por la metodolog�a cient�fica, son consideradas
insuficientes en los casos que violan las leyes de la naturaleza,
tal como esta es definida por la "ciencia".
En esta actitud, el "establecimiento del conocimiento" se mantiene
fiel al dogma:
Non potest sicut non est: no puede ser, por lo tanto no es, o en una
versi�n m�s suave "las afirmaciones extraordinarias requieren
pruebas extraordinarias".
El mapa espacial del cosmos que acabamos de esbozar es reflejado en
un orden cronol�gico que ya hemos aludido.
Cada ciclo de vida, se dice que est� dividido en cuatro edades
duraci�n y virtud disminuida: el Satya o Kriti, Treta, Dwapara y
Kali yugas. Al desplazarse la creaci�n m�s lejos de su fuente, su
pureza se reduce y su luz disminuye.
La duraci�n real de los yugas, que es interpretada diversamente
seg�n las fuentes consultadas, es menos importante que la noci�n de
que a medida que disminuye la era, se desvanece el poder espiritual
y la tecnolog�a se vuelve cada vez m�s frecuente y sofisticada.
Ya que estamos en la era de Kali, a la que entramos hace m�s de
cinco mil a�os atr�s, nuestras facultades espirituales y ps�quicas
se dice que se han reducido a una mera sombra de su poder original,
estamos presenciando el surgimiento de tecnolog�as avanzadas que nos
permiten aventurarnos cada vez m�s profundamente en el espacio
exterior y visitar otros cuerpos planetarios.
Las Escrituras Pur�nicas dicen que mientras que en el Satya Yuga,
los humanos ten�an todos los dones que ahora consideramos como
sobrenaturales.
En el Treta Yuga tuvieron que utilizar los mantras (o f�rmulas
verbales) para acceder a esos poderes, o al control de sus
Vimanas
(veh�culos
voladores) y tambi�n sus armas (astras y shastras), porque la guerra
se hab�a convertido en un hecho de la vida para entonces. En el
Dvapara Yuga, necesitaban yantras (signos y dibujos m�gicos).
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La
ciencia y la tecnolog�a son mencionadas e incluso descritas, pero
son consideradas como muletas construidas por el ser humano en
degeneraci�n, con el fin de compensar la p�rdida de las facultades
naturales.
En el Kali Yuga, como era previsible, debieron ser construidas y
operadas m�quinas (kritakas) con metales y otras sustancias
materiales, y propulsadas por energ�a f�sica generada por la quema
de sustancias o de otra manera el aprovechamiento de sustancias
materiales.
Los Mantras, Yantras y Tantras todav�a existen, aunque muchos, al
parecer se perdieron, pero ya que su poder est� en lo invisible o
por lo menos en niveles de la existencia espiritual y ps�quica
matem�ticamente imposibles de cuantificar, no son considerados
relevantes por nuestros l�deres tecn�cratas e intelectuales. El
poder de nuestras tecnolog�as est�, por tanto, parad�jicamente,
arraigado a nuestras limitaciones como especie que ese descrita como
una sombra de su glorioso ser original.
Despu�s de haber hecho reportes sin sentido cr�tico de lo que se
afirma en las Escrituras, podemos se�alar que cuentas similares de
la evoluci�n son encontradas en muchos otros textos sagrados y
antiguos a trav�s de todo el mundo.
Hay una tradici�n casi universal detr�s de la creencia de que la
humanidad moderna es la encarnaci�n descendiente de formas de vida
muy superiores, y no el resultado de una larga y gradual progresi�n
lineal, como lo sostiene la moderna Teor�a de la Evoluci�n (TdE).
Otras consecuencias importantes de la historia de la India
tradicional sobre el mundo es que los medios materiales para
transmitir el conocimiento y para el mantenimiento de registros,
como la escritura y, m�s recientemente, la grabaci�n o filmaci�n no
eran necesarios en �pocas anteriores ya que la comunicaci�n oral o
telep�tica y la memorizaci�n eran m�todos muy superiores para la
adquisici�n y conservaci�n de la informaci�n, y sobre todo la
sabidur�a.
As�, los progresos realizados en esas �reas no denotan ning�n
adelanto de la barbarie a la verdadera humanidad, sino que
constituyen, en su lugar, un sustituto imperfecto de los poderes
perdidos y las habilidades de nuestros remotos antepasados o
predecesores en este planeta.
La extraordinaria calidad y profundidad de los remanentes textos
v�dicos, aparentemente consignados en la memoria en forma oral
durante incontables siglos, parecen confirmar el perfeccionamiento y
la elevaci�n de la civilizaci�n que ellos preservaron con una
precisi�n perfecta hasta nuestros d�as.
El argumento de que se originaron en una cultura altamente
evolucionada, dotada con t�cnicas espirituales y cognitivas ahora
perdidas, por lo tanto, es plausible, y encuentra un eco en la
doctrina de Plat�n, que describe la invenci�n de la escritura como
un efecto de la p�rdida de la sabidur�a primitiva.
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Otros Mundos y Sus Habitantes
Al contrario de los humanos modernos, las criaturas descritas a lo
largo de la antigua literatura hind� y medieval, no han disminuido,
sino que se han mantenido en su estado original, con todas las
facultades y atribuciones que les son asignadas.
Aunque pudieran haberse vuelto m�s discretas, tal vez simplemente
porque nuestro crecimiento en "densidad" f�sica nos ha despojado de
la mayor parte de nuestros medios extra-sensoriales de percepci�n.
Como se dijo antes, la mentalidad materialista, esc�ptica o
agn�stica que las sociedades occidentales han exportado a todo el
planeta en los �ltimos dos o tres siglos, ha desempe�ado un
importante papel en la deportaci�n de todo el saber tradicional con
la "tierra de nadie" de las leyendas primitivas o ficci�n �tnica .
Sin embargo, desde los or�genes, los textos indios registran a los
seres humanos mezcl�ndose e interactuando con los diversos dioses,
genios y "demonios" (en el griego, ambiguo o "buen" sentido del
t�rmino) y, a menudo se casaron con ellos, dando a luz a seres
h�bridos.
Algunos hombres y mujeres de gran m�rito y talento se convert�an en
dioses y se elevaban al cielo m�s alto, mientras que otros eran
semi-demon�acos y se mov�an libremente entre varios mundos. Ciertas
criaturas sobrenaturales se dice que dcienden de ancestros humanos,
como los rakshasas que fueron engendrados por el
Rishi Pulastya
v�dico.
Este �ltimo es identificado como una de las estrellas en la
constelaci�n del
Carro de la Osa Mayor (Pheida en la astronom�a moderna) y por
lo tanto su propia naturaleza es a la vez terrenal y celestial, al
igual que los otros seis rishis demi�rgicos de la cosmolog�a India.
La Osa Mayor apunta hacia el Polo Norte o el eje c�smico, donde la
cosmolog�a v�dica localiza el santo monte Meru, el hogar de los
dioses.
All� est� el origen del famoso simbolismo �rtico "indo-ario"
adoptado en determinados c�rculos esot�ricos, de la Europa de los
los siglos 19 y principios del siglo 20.
Las ciencias de la yoga y el tantra son conocidas por dar a sus
practicantes avanzados la posibilidad de explorar otras dimensiones
y vivir por lo menos temporalmente en ellas, dependiendo del nivel
de dominio alcanzado en las t�cnicas. As�, los universos paralelos
pueden estar cerrados para los seres humanos m�s comunes pero no son
tan misteriosos a los que conocen las ense�anzas de los videntes.
Entre los seres que viven en ellos, algunos de los m�s cercanos a
los seres humanos son,
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pitris
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pisacha
-
bhutas
-
yakshas
-
nagas
-
gandharvas
-
kinnaras
-
ganas
-
rakshasas
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asuras
-
garudas
-
suparnas
-
vidyadharas
-
devas
...sin ning�n orden en particular.
Aunque no todos ellos, son descritos detalladamente, hay suficientes
referencias a ellos en los textos Vedas y Puranas, as� como en el
Ramayana, el Mahabharata y en textos posteriores para formar una
imagen bastante completa de lo que representan.
Muchos estudiosos han concluido que esas criaturas aparentemente
sobrenaturales don, de hecho, caracterizaciones tot�micas de las
diferentes poblaciones tribales y naciones extranjeras, pero, aparte
de esa interpretaci�n naturalista, hay que ver tambi�n la
posibilidad de que ellos son o han estado, de hecho, realmente en
existencia, como muchas observaciones actuales podr�an bien
confirmar.
Los Pitris son entre los m�s cercanos a los seres humanos vivos. Al
igual que los Manes griegos son las almas de los antepasados muertos
que habitan
la dimensi�n astral. Los Pisachas y Bhutas son similares
a los fantasmas o esp�ritus de la tradici�n occidental y, a veces
tienen las caracter�sticas de los duendes.
Los Yakshas suelen ser esp�ritus protectores del pueblo y a menudo
act�an como deidades guardianas de tesoros subterr�neos, bosques y
manantiales. Su monarca Kubera, que tambi�n gobierna sobre los
gandharvas es el dios de la riqueza yd el metal y es el "emperador"
del barrio Norte o polar.
El reino yaksha, se dice que se encuentra alrededor del Monte
Kailash en el Himalaya occidental, se llama Alaka y es rico en oro.
En la misma regi�n est�n los Garudas, m�ticos hombres-�guila o
humanoides voladores, se dice que tienen caras blancas y cuerpos
dorados, as� como grandes alas de color rojo, y provienen de
Hiranmaya y que son bastante similares a los Suparnas, tambi�n con
rostros humanos y alados.
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Los Nagas, a menudo localizados en la misma amplia regi�n - y cuya
morada subterr�nea (el Patala) se sit�a en el T�bet, que es
accesible a trav�s de una abertura secreta del mismo nombre, situada
bajo el templo-palacio de Lhasa (el Potala) - se describen como
serpientes o dragones pero pueden asumir formas humanas y, al igual
que varios de esos fabulosos seres, de hecho, "cambian de forma", si
optamos por utilizar un t�rmino contempor�neo de la ciencia-ficci�n.
Los Gandharvas, a la vez guerreros y m�sicos sirven a los devas y se
dividen en veintisiete tribus, muchas de las cuales residen en los
jardines encantados de Citraratha, al norte del Kailash. Ellos
tambi�n son seres a�reos, cuyo ancestro o gobernante, se dice que es
el gran m�sico rishi Narada.
Si los Apsaras evocan, tanto a los n�yades, nereidas y valquirias de
la imaginaci�n occidental, por su apariencia y su relaci�n con el
agua y el cielo, los kimpurusas tienen caras de le�n, y son
criaturas antropomorfas, y los kinnaras tienen cabezas de caballo,
como Hayagriva, el icono "demon�aco" hind� y budista quien es a
menudo llamado su l�der.
Ellos tienen una clara relaci�n etimol�gica con los centauros
griegos (kentauri).
Sus consortes, los kinnaris, sin embargo, son mitad p�jaro, mitad
mujer. Los ganas son peces enanos, a menudo seres deformes que est�n
asociados con minerales subterr�neos y secretos, al igual que sus
equivalentes occidentales (leprechauns o duendes) y su nombre es
asociado con los genios �rabes, de quienes se dice que son "hechos
de puro fuego sin humo" (posiblemente de luz astral).
En un plano m�s elevado est�n los "dioses" m�s altos, los Rudras,
Maruts, Adityas y Vasus que habitan en los reinos m�s sutiles.
Significativamente uno de los Adityas (hijos de Aditi: el espacio
infinito) es Tvastr, el arquitecto y constructor del universo y el
carpintero de los veh�culos voladores que acarrean los dioses a
trav�s de los cielos.
Entre los Asuras, los poderosos rivales de los "seres brillantes",
est� Maya ("el hacedor"), otro demiurgo c�smico que dise�� el Vimana
Pushpaka, descrito en el Ramayana como el carro volador de Kubera
�que parec�a una nube de luz en el cielo", tomado de �l por su
envidioso y ambicioso hermano Ravana, rey de los Rakshasas de Lanka.
Los rakshasas son tambi�n super-seres humanos que tienen todo tipo
de poderes m�gicos y prodigiosos. Su nombre proviene de la ra�z
raksh: proteger, lo que indica que, aunque son considerados como
fuerzas generalmente crueles y destructivos en el hinduismo cl�sico,
(aunque capaces de "redenci�n") originalmente eran ambivalentes,
como la mayor�a de otros tipos de humanos divinos, o supra-humanos.
A�n m�s enigm�ticos son los vidyadharas (titulares de la sabidur�a),
seres semi-divinos, a menudo situados en remotas regiones del
Himalaya y son descritos como poseedores de muchas habilidades
fant�sticas como volar, cambiar de forma y hacerse invisibles. A
veces son citados como asistentes de Rudra Shiva, el Se�or de la
Monta�a C�smica que es "el destructor de mundos".
Su monarca es Kandarpabali, de acuerdo con la
Hitopadesa y ellos
son los guardianes de la sabidur�a t�ntrica y la ciencia "sobrenatural".
Muchos de esos seres son, en efecto, asociado con las grandes
cadenas monta�osas en la frontera India en el Norte y alrededor del
Meru polar, seg�n la geograf�a tradicional. Aunque muchos eruditos
interpretan esta nomenclatura como describiendo, en traje mitol�gico,
a las poblaciones tribales y reinos situados en la cordillera del
Himalaya superior y en el altiplano tibetano, otros tienden a verlos
como seres imaginarios con los que la fantas�a po�tica rellena las
inaccesibles fortalezas nevadas que cubren el horizonte.
Sin embargo uno tambi�n puede considerar la posibilidad de que haya
habido grupos de seres "descendidos desde arriba" o de su domicilio
boreal en las tierras altas, como lo registra la tradici�n cham�nica
original y pre-budista de la religi�n Bon de del T�bet.
Los libros de Bon tienen su origen en Dropa Shenrab Miwoche que,
hace m�s de 18.000 a�os vino desde el reino oculto de Shambhala,
volando en el Rig Tagzig Olmo Lug (espacio) y ense�ando la forma
original de la religi�n v�dica entregada a �l por su propio maestro
Shelha o Shiwa Okar (tal vez el Shiva hind�).
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El
Mito de Bon acerca de la fuente inicial de toda la sabidur�a
parece haber inspirado la doctrina budista de los Reyes ocultos (o
Kulikas) de Shambhala, que tienen su sede en la maravillosa ciudad
de Kalapa donde presiden sobre el rito secreto de la Rueda del
Tiempo ( Kalachakra).
En total, ser�n treinta y dos se�ores de Shambhala, cada una
gobernando durante un siglo, desde el primero, Suchandra, (Dawa
Sangpo, en tibetano) hasta el �ltimo, Raudra Chakrin o Trakpo
Cholkhorchen que vendr� en el siglo XXIV de la era com�n, con el
contempor�neo ser Aniruddha o Nagakpo, el 21 � en la l�nea.
En la cuenca del Tarim del Turquest�n chino y las zonas perif�ricas,
as� como en Mongolia, hay muchas leyendas relacionadas acerca de
Shambala y Agartha y algunos intrigantes restos arqueol�gicos (piedras
Dropa y momias en Baian Kara Ula), llevand a los arque�logos chinos
a especular sobre or�genes "fuera de este mundo".
Es en esa amplia regi�n que la cosmolog�a tao�sta sit�a el Hsi Tien,
el Para�so Occidental de la Se�ora de las ciruelas de oro de la
inmortalidad, Hsi Wang Mu. Se dice que es la Tierra Santa de Asia
Central de Belovodye descrita por los viejos creyentes ortodoxos,
Raskolniki.
El fil�sofo esot�rico franc�s, Saint Yves d'Alveydre, en sus varios
libros, particularmente en su Misi�n de l'Inde en Europe, escrito en
1886 bajo la inspiraci�n de algunos maestros espirituales hind�,
afirm� haber visitado Agartha en su cuerpo astral hace diez a�os y
haber sido iniciado a su lengua sagrada, llamada Vatan.
�l lo describe como el centro neur�lgico y principal santuario de
Paradesa:
"La tierra m�s alta" en Samskrt, (el nombre de donde se deriva el
para�so, seg�n �l).
El sugiere que este reino es en parte subterr�neo, debajo de los
Himalayas y al menos parcialmente oculto en otra dimensi�n, lo que
lo hace invisible e inaccesible para la mayor�a de las personas que
no son invitados a el.
Saint Yves ofrece varios otros detalles sobre este misterioso
imperio cuya poblaci�n se eval�a en unos veinte millones.
A�ade que est� rodeado por varios reinos tributarios, gobernados por
sus respectivos Rajas y que esta confederaci�n llega a cuarenta
millones de personas en total. La jerarqu�a gobernante consiste, en
orden ascendente de yoguis, panditas, bhagwandases (que son 360) y
por encima de ellos, de doce gur�s mundiales, encabezados por el
triunvirato supremo de Brihatma (depositario de la autoridad
espiritual), el Mahatma (encargado con poder jur�dico) y el Mahanga
que es el ejecutor ejecutivo.
Saint Yves, que era socialmente prominente y disfrut� de un gran
respeto en los c�rculos esot�ricos, estaba tan seguro de los
conocimientos que hab�a adquirido sobre Agartha, que escribi� cartas
al Papa, a la reina-emperatriz Victoria y al Zar Alejandro III de
Rusia para ofrecer su introducci�n a los gobernadores de ese reino
escondido, con el fin de permitir que el Mahatma y su corte de
salieran al aire libre y pusieran a disposici�n el formidable tesoro
de conocimiento acumulado en las grandes bibliotecas subterr�neas
mantenidas por los eruditos de Agartha en todo el planeta.
�l escribi� que todos los registros de los tiempos pasados desde los
albores de los tiempos y el conocimiento cient�fico infinitamente
m�s avanzado que el de sus contempor�neos, estaba disponible en esos
archivos, recopilados en los �ltimos cincuenta y cinco mil a�os
desde los d�as de Manu.
Cit� al te�logo m�stico y erudito sueco del siglo 18, Emmanuel
Swedenborg, que hab�a descrito, viendo a trav�s de sus facultades
extrasensoriales, los anales de la historia olvidada de los or�genes
humanos, enterrado en las profundidades de las estepas de Asia
Central.
La tradici�n registrada por Yves Saint influy� en una serie de
posteriores investigadores esot�ricos, como Ren� Guenon y Fernando Ossendowski y
Nicholas Roerich.
Todos escribieron sobre o buscaron la morada del "rey del mundo" en
alg�n lugar entre el Himalaya y Mongolia.
D'Alveydre indica que los habitantes y gobernantes de Paradesa son
humanos, a pesar de que existen en un estado muy avanzado de
evoluci�n, lo que les da los atributos de divinidad, pero se�ala que
en el curso de sus investigaciones sobre el universo, tanto debajo
de la superficie de la tierra y en "las alturas", los Agartianos han
descubierto varias especies inteligentes, algunos de los cuales son
similares a los humanos mientras que otros parecen ser h�bridos de
hombres y varios tipos de animales.
Dice adem�s que utilizan "dirigibles" (zeppelines) para explorar el
cielo y en las regiones arriba, pero que esa podr�a ser una alusi�n
a una nave espacial de un tipo desconocido para �l, que en su edad,
s�lo se pod�a entender el principio de los aerostatos puesto que el
principio de la aeronave "m�s pesada que el aire" era considerada
como poco realista por la mayor�a.
Tambi�n vinculado a la tradici�n de Agartha est�n las leyendas de
las ciudades subterr�neas sagradas de Shonshe y Shangwa en el
Turkest�n oriental, refugios de la antigua raza celestial Uigur que
se cree que abandonaron el mundo visible despu�s de un gran
cataclismo muchos miles de a�os atr�s.
En el Mahabharata, a la morada de los Devas se conoce como
Uttara
Kurus, al norte del T�bet y del reino de los gandharvas (generalmente,
equiparado con el actual Afganist�n y Asia Central).
Pudiera ser la versi�n Samskrt del Homero Hiperb�reo.
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Veh�culos Celestiales
Como hemos visto, algunas de las criaturas fant�sticas aludidas en
el cap�tulo anterior, ya sea totalmente "divinas", o al menos la
mitad-humanas se dice que vuelan en carros celestiales, y ocupan
armas extraordinariamente poderosas y tienen la capacidad de llevar
a cabo muchas acciones m�gicas, como el cambio de forma, aumentando
su tama�o a proporciones colosales, o inversamente, la reducci�n a
la escala de un mosquito o un �tomo, y as� sucesivamente.
Tales habilidades son, sin embargo tambi�n accesibles a los grandes
yoguis, de modo que no hay una separaci�n clara entre los seres
humanos y otros seres vivos.
Las armas de los inmortales, que son un regalo de los dioses o
adquiridas a trav�s de una combinaci�n de conocimientos t�cnicos y
extraordinaria penitencia y concentraci�n mental (tapas) tienen
capacidades casi infinitas, como se demuestra a trav�s de muchos
Puranas, as� como en el curso de las grandes epopeyas.
-
la Agneyastra produce un fuego muy intenso que no puede ser
apagado, y todo lo abrasa a cenizas
-
Varunastra provoca lluvias diluvianas que inundan todo un pa�s
-
la Suryastra crea un resplandor que ciega y paraliza a todos los
que lo ven
-
la Vayavastra desata r�fagas o explosiones de aire como-tornados
que pueden derrumbar los m�s fuertes edificios y hacer estragos en
el paisaje
-
la sanmohana induce a la poblaci�n objetivo o ej�rcito en un
trance colectivo o una alucinaci�n
-
la Tvastra desencadena tal confusi�n y p�nico que las personas
expuestas a �l pueden luchar entre s� sin raz�n hasta la muerte
El chakra Sudarshan (o rueda de fuego) de Vishnu es
irresistiblemente destructiva, pero s�lo puede utilizarse una vez,
porque el segundo lanzamiento funciona como boomerang y que puede
aniquilar a quien lo dispara, as� como a su tropa.
Se trata de un misil "inteligente" como lo indica el nombre de
Sudarshan (que todo lo ve) y que esto irresistiblemente trae a la
mente
la rueda celestial "llena de ojos", descrita por Ezequiel en
su profec�a b�blica.
El kaumodaki es el mazo de Visnu, cuyos efectos tambi�n son
devastadores e irresistibles. El Indravajra es un rayo de luz
ardiente, un rayo "l�ser" que es dirigido y disparado a trav�s de un
escudo circular que act�a como una especie de reflector.
Por �ltimo, el Narayanastra, Pashupatastra y, sobre todo la
Brahmastra son tan letales que extingen toda la vida en el �rea en
que son desatados y causan da�os a largo plazo y fatales para el
ecosistema.
No es necesario se�alar que muchas de las caracter�sticas y los
efectos de las m�ticas armas son muy similares a las capacidades de
las armas qu�micas, bal�sticas, meteorol�gicas, electromagn�ticas y
nucleares que han sido desarrolladas por las potencias militares m�s
avanzadas, o son visualizadas por planificadores y cient�ficos
estrat�gicos para el futuro.
Aunque la respuesta t�pica de los acad�micos es que tales
descripciones se limitan a reflejar la gran imaginaci�n de los
antiguos bardos, la abundancia de alusiones misteriosamente t�cnicas
parece indicar la transmisi�n de un conocimiento emp�rico muy
antiguo.
Por ejemplo, en
el Mahabharata, Krishna, cuando su oponente Saubha
se hace invisible en el campo de batalla, le dispara a �l una flecha
o un misil guiado por sonido a alcanzar su objetivo.
Los
Vimanas
son de muchos tipos y son descritos a lo largo de un
largo y rico per�odo de la literatura hind� antigua y medieval. En
el Mahabharata sus constructores se dice que son los yavanas, un
pueblo del oeste que ha sido identificado con los griegos por muchas
fuentes m�s tarde, pero que probablemente se refiere a una gran
familia de occidental indoeuropea dee naciones o tribus.
Sin embargo, la religi�n minorista del jainismo, que es
extremadamente antigua, y ha grabado que algunos de sus gu�as
iluminados (Tirthankaras) vinieron al mundo en Vimanas jayanta.
En textos posteriores algunas veinticinco formas de Vimanas de
diversos tama�os, desde el peque�o al gigantesco (ciudades
celestiales) son descritas en algunos detalles bastante grandes. En
el lenguaje de la arquitectura, un Vimana es una torre o un edificio
que tiene siete pisos y es el nombre espec�fico de la aguja que se
levanta por encima del santuario (garbhabriha: casa del huevo o
germen) de un templo.
M�s recientes
tratados s�nscritos como el Visnudharmottaram, el
Aparajitaprachcha, el Abhilasirtharta Chintamani y el Narada y
Kasyapa Silpa Sastras contienen informaci�n sobre los detalles de la
construcci�n y el funcionamiento de Vimanas.
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La
fuente m�s conocida, la
Samarangana Sutradhara, atribuida al rey
Bhoja de Dhara del siglo 11 y su inmensa academia cient�fica y
literaria tiene lo siguiente que decir sobre esos veh�culos
espaciales:
"Fuerte y durable debe ser hecho el cuerpo de la Vimana, como un
gran p�jaro de vuelo, de material ligero.
En el interior hay que poner el motor de mercurio con su caliente
aparato de hierro por debajo. Por medio del poder latente en el
mercurio, el cual establece el torbellino de conducci�n en marcha,
un hombre sentado en el interior puede viajar una gran distancia en
el cielo.
Los movimientos de un Vimana son tales que puede ascender
verticalmente, ascender y descender verticalmente o moverse hacia
delante o hacia atr�s. Con la ayuda de las m�quinas, los seres
humanos pueden volar por el aire y los seres celestiales pueden
venir a la tierra". (Cap�tulo 1, 95-100)
El mismo texto describe robots bio-mec�nicos usados como guardias y
soldados.
(ibid., 101-107)
De lo anterior podemos concluir que la literatura hind� sagrada,
hist�rica y t�cnica sabe de muchos diversos mundos y dimensiones y
de varios tipos de seres que se mueven generalmente de ida y vuelta
entre esas dimensiones, al igual que nosotros probablemente lo
hacemos inconscientemente.
La antigua India tambi�n mantuvo la memoria - tal vez refrescada por
ocasionales o frecuentes observaciones - o de naves espaciales
construidas artificialmente impulsadas por energ�a ps�quica o
mec�nica, y capaces de moverse en el aire, como tambi�n sobre y
debajo del agua.
Ahora podemos hacer una r�pida revisi�n de los reportes
relativamente recientes y contempor�neos que concuerdan con las
leyendas hind�s, anales y cr�nicas, y as� dar razones para creer que
estos antiguos relatos est�n basados en experiencia real o por lo
menos en evidencia visual.
Registros Modernos y Observaciones
Incluso si nos abstenemos de remontarnos al siglo 19, o incluso a
tiempos a�n m�s antiguos, en donde existen algunos reportes (e
incluso algunas cuantas fotograf�as antiguas) de aeronaves
desconocidas con criaturas "no humanas" que descendieron del cielo,
pero para lo cual se pudiera carecer de evidencia dura, hay que
recordar que algunas declaraciones importantes, realizadas por
importantes figuras de la ciencia y por l�deres militares, indican,
m�s all� de toda duda razonable, que el conocimiento de "seres
superiores" ha existido por m�s de un siglo entre la �lite
tecnocr�tica de nuestras sociedades.
Parece que por alguna raz�n poco clara, un s�per-humano, no-
terrenal, o al menos una presencia no- terrenal se le manifest� en
un n�mero de personas en Europa y Am�rica poco despu�s de la Primera
Guerra Mundial.
Como si esa gran crisis de la civilizaci�n, que marc� el final de
una �poca, hubiera provocado un gran inter�s "desde arriba".
Avistamientos de OVNIs, e incluso aterrizajes fueron reportados en
los Estados Unidos y en Alemania y se formaron algunas sociedades
secretas, supuestamente bajo la gu�a de seres de otros mundos.
Los m�s influyentes fueron los rumores de sociedades que, nunca
fueron hist�ricamente establecidas, como Sol Negro y Sociedad Vril
en Baviera y en el ahora bien conocido
Grupo Thule.
La
Sociedad Vril, nombrada en honor a la energ�a c�smica de la
vida, que es equivalente a Prana en s�nscrito, se inspir� en un
joven y hermosa m�dium, Mar�a Orsic, que afirmaba estar en contacto
con un grupo muy avanzado de seres de un planeta alrededor de la
gigantesca estrella de Aldebar�n (Rohini en astronom�a en s�nscrito)
dentro de la constelaci�n de Tauro.
Aquellos seres supuestamente le enviaban mensajes peri�dicos y por
lo tanto transmit�an informaci�n de alto nivel cient�fico, dise�ada
para capacitar a los miembros del grupo para producir energ�a
inagotable, no contaminante y construir aviones capaces de volar a
una velocidad pr�cticamente ilimitada, con el fin de alcanzar las
estrellas.
Los datos canalizados por Mar�a Orsic y otros "Vrile�os" (j�venes
mujeres m�diums) fueron interpretados por el profesor W.Schumann,
de la Universidad T�cnica de Munich y fueron utilizados para tratar
de construir los "platillos voladores", a partir de un primer
prototipo probado sin �xito, ya en 1922, sobre un lago de Baviera.
El programa fue llevado adelante m�s adelante por el Tercer Reich,
bajo la supervisi�n de su Divisi�n SS E-IV, ya que algunos miembros
de los grupos Vril y Thule (cerrados por la Gestapo, como la mayor�a
de otras sociedades secretas) se convirtieron en funcionarios de
alto rango del nuevo r�gimen.
A pesar de una gran controversia rodeando la extensi�n y la tasa de
�xito del programa de construcci�n de
naves �Haunebu" y "Vril", no
hay duda de que los alemanes experimentaron a lo largo de los a�os
de guerra tecnolog�as girosc�picas y turborreactores de "discos
voladores" - a la par de las tecnolog�as m�s convencionales de
cohetes V1 y V2, construidos por Willy Ley y Wernher von Braun - a
trav�s de este tipo de embarcaciones como el RFZ-1, probada por
primera vez en 1934, y la posterior y superior RFZ-2 se cree que
alcanzaron impresionantes niveles de rendimiento.
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El general Hans Kammler de las SS, quien organiz� el uso de mano de
obra prisionera de los campos de concentraci�n para el programa de
armamento espacial dirigido por el general Dornberger, supuestamente
supervis� el esfuerzo de la R&D en propulsi�n anti-gravedad.
Es significativo que la tecnolog�a de propulsi�n se dice que
consist�a b�sicamente en el montaje de "Tachyonadores Thule",
esferas de mercurio rotando verticalmente, en concordancia con lo
que algunos de los Shastras hind�es describen en los Vimanas.
Como dice el profesor Hermann Oberth, uno de los padres de los
programas espaciales alemanEs y estadounidenses m�s tarde, y el
mentor principal de von Braun, lo resumi� sucintamente que fueron
ayudados por "gente de otros mundos".
En paralelo con el esfuerzo de investigaci�n alem�n, hay pruebas
documentales de que Benito Mussolini fue informado por sus
funcionarios en la ca�da o el aterrizaje de un OVNI (un aerom�vil sconosciuto: aeronave desconocida) en la provincia de Veneto de
Italia a finales de 1932 y orden� personalmente, en sus propias
instrucciones telegr�ficas que fuera destruido a "plomo fundido",
as� como que fuera mantenido un "silencio total", instruyendo,
adem�s, a los medios estatales que describieran el objeto como un
meteorito en sus publicaciones.
La evidencia de esto se presenta en forma de facs�miles de los
telegramas del dictador reproducidos en el libro "Contattismi di
Massa" (2005) de Stefano Breccia (publicado en Ingl�s como
"Contactos masivos" - Authorhouse, 2009).
Mussolini - que poco despu�s cre� la Unidad de Investigaci�n RS/33
dedicada a nuevas tecnolog�as, con la participaci�n de Guglielmo
Marconi, el inventor de la radio - resultar�a ser uno de muchos
estadistas confrontados a evidencia material de este tipo, y, como
casi todos los dem�s, lo trat� como un asunto de alto secreto de
seguridad nacional.
Una alusi�n semi-ir�nica al descubrimiento clandestino puede ser
detectada en el famoso discurso del Duce a la Federaci�n de
Sindicatos Fascistas en el Teatro Adriano en Roma el, 23 de febrero
� de 1941, en el que dijo:
"En cualquier caso, es m�s plausible que los Estados Unidos (fueran)
invadidos, en vez de por las tropas del Eje, por los habitantes del
planeta Marte, no tan conocidos, pero parecen m�s bien guerreros que
han de venir desde el espacio sideral en inimaginables fortalezas
volantes".
La investigaci�n alemana de bal�stica y asuntos relacionados con el
espacio, obviamente, de sumo inter�s para los principales vencedores
de la guerra, los Estados Unidos, la Uni�n Sovi�tica y Gran Breta�a,
hicieron grandes esfuerzos para identificar y "limpiar" la evidencia
y el equipo que encontraron cuando invadieron el pa�s.
Los programas espaciales estadounidenses y sovi�ticos se puede decir
que surgieron de las cenizas de los logros y planes del Tercer Reich
para ganar el dominio del espacio a�reo y de salir de la atm�sfera.
Los esc�pticos han argumentado que Vril es el nombre de una fuerza
c�smica psico-f�sica descrita por primera vez en el 1871 en la
novela "Vril - El Poder De La Raza Viene - Vril
- The Power of
the Coming Race" del escritor brit�nico y
ocultista Lord Bulwer Lytton, el famoso autor de los �ltimos d�as
de Pompeya, y que, por ser un nombre ficticio, dif�cilmente podr�a
haber sido adoptado como un s�mbolo y una meta por una sociedad
alemana oculta de investigaci�n.
Sin embargo hay que se�alar que Vril, la energ�a esencial en luz,
sonido y electromagnetismo, que Bulwer Lytton asocia con una raza de
gigantes de origen indo-ario, viven en una red de profundas cavernas
subterr�neas y est�n dotados de "conocimiento Enoquiano", fueron
considerados como reales por eminentes estudiosos de la �poca, por
no hablar de otros ocultistas como Helena P. Blavatsky y sus colegas
te�sofos.
Por un lado, el ind�logo Louis Jacolliot quien se desempe�� como
c�nsul de Francia en Calcuta, en la segunda mitad de siglo 19,
mencion� el Vril como el poder invisible aprovechado por los
jainistas iniciados que conoci� en Gujarat y en Mysore y que
describi� en su libro Tradiciones de los indo-europeos (1876),
demostrando que el nombre fue utilizado en un contexto de no-ficci�n
para dar cuenta de fen�menos reales.
Otra referencia a los Vril en un contexto de la India se encuentra
en los escritos de Saint Yves d'Alveydre y yo personalmente he
escuchado los testimonios de al menos dos personas, que
anteriormente no sab�an nada sobre la literatura anteriormente
mencionada, que hab�a escuchado de sus familiares durante la Segunda
Guerra Mundial sobre las armas secretas estaban siendo desarrolladas
por los dirigentes alemanes y hechas posibles por el descubrimiento
de la energ�a Vril.
Tales relatos de la �poca muestran al menos que las historias se
hab�an extendido en la sociedad civil alemana e italiana y puede
haber habido un poco de fuego detr�s de ese humo.
El Enigma Polar
La conexi�n alemana con una "potencia alien�gena� durante la Segunda
Guerra Mundial sigue siendo un asunto de coyuntura y especulaci�n
hasta que haya sido encontrada m�s documentaci�n o se haga p�blica.
Una declaraci�n enigm�tica fue pronunciada por el almirante del
Reich Doenitz durante su juicio en Nuremberg, en el sentido de que
el Reich hab�a mantenido "una fortificaci�n invisible en medio de
los hielos eternos", interpretado por muchos como un indicio de un
remanente de una base secreta de los nazis cerca
del Polo Sur.
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En este sentido algunas interesantes pistas de eventos bien
establecidos pueden ser recuperados.
A finales de 1946, apenas un a�o despu�s del fin de la guerra,
cuando "cohetes fantasmas" estaban siendo reportados por la OSS (la
precursora de la CIA) en Suecia, el Secretario de Defensa de los
Estados Unidos, James Forrestal, encargado de la Operaci�n Salto
Alto� (Operation High Jump)
en la Ant�rtida, una gran armada, consistiendo de dos grandes
embarcaciones, naves de comando anfibio, el Mount Olympus
estadounidense y el portaaviones estadounidense Philippine Sea, 13
buques de apoyo, dos hidroaviones, 15 otros aviones, helic�pteros y
otros 6 buques tripulados por 4.700 hombres y comandados por el
pionero de la exploraci�n polar, el almirante Richard Byrd.
La operaci�n, sorprendentemente grande y bien armada para una misi�n
"cient�fica" en una zona deshabitada del mundo iba a durar hasta el
oto�o de 1947, pero fue bruscamente interrumpida a principios de
marzo, luego de un encuentro con algo inesperado y bastante molesto.
Un reportado diario secreto del
Almirante Byrd, firmado 24 de
diciembre de 1956 apareci� varios a�os despu�s de su fallecimiento,
el 11 de marzo de 1957. Hasta el momento no hay confirmaci�n alguna
de su autenticidad, pero algunas de las declaraciones cr�pticas
hechas por Byrd en su viaje de regreso de la Ant�rtida, parecen
prestarle cierta plausibilidad.
La entrevista de Byrd con el periodista Lee von Atta del INS (Nuevo
Servicio Internacional) y publicada en el diario chileno El Mercurio
el 5 de marzo de 1947 dice lo siguiente:
"El almirante Byrd advirti� hoy de la necesidad de los Estados
Unidos de adoptar medidas de protecci�n contra la posibilidad de una
invasi�n del pa�s por aviones enemigos procedentes de las regiones
polares".
Sobre las razones para la terminaci�n de la expedici�n de seis meses
de anticipaci�n, dijo:
"La m�s importante de las observaciones y descubrimientos realizados
fue de la situaci�n pol�tica actual en lo que respecta a la
seguridad de los Estados Unidos" y pidi� "al pa�s permanecer en un
estado de alerta y vigilancia. Estamos abandonando la regi�n despu�s
de hacer importantes descubrimientos geogr�ficos".
Teniendo en cuenta que los Estados Unidos era en ese momento la
�nica potencia nuclear - la URSS dar�a una gran sorpresa en agosto
de 1949 detonando su propia bomba at�mica - y el ganador absoluto
del conflicto mundial reciente, mientras que la mayor parte del
mundo, incluyendo Europa Occidental, China, Jap�n y la URSS,
estaban en ruinas y estaban todav�a bajo dominio colonial u
ocupaci�n estadounidense, la advertencia dada por Byrd no es f�cil
de explicar.
La Uni�n Sovi�tica se hab�a convertido en el nuevo enemigo, pero
Estados Unidos no pod�a temer la posibilidad que oleadas de
bombarderos del Ej�rcito Rojo fueran todo el camino hasta el Polo
Sur en su camino a Am�rica del Norte, y el Pent�gono ten�a medios
suficientes para rechazar cualquier ataque a�reo "bolchevique".
Con toda probabilidad, Byrd se refer�a a un claro y presente peligro
que no era sovi�tico, y que no pod�a identificar p�blicamente.
Si aceptamos su diario secreto como genuino, entonces debemos creer
que, de acuerdo con sus propias palabras, mientras volaba sobre la
Ant�rtida desde el campo base "Peque�a America IV" en la bah�a de
las Ballenas, por el 2 de febrero de 1947,, �l fue "interceptado" y
escoltado por "una nave en forma de disco" que lo llev� a una
extensa instalaci�n subterr�nea llamada "el dominio de Arionni"
donde se reuni� con el l�der de un misterioso grupo de hombres de
apariencia escandinava, que hablaba ingl�s con acento alem�n y que
le advirtieron sobre las pruebas a las que ser�a enfrentada la
humanidad en las pr�ximas d�cadas.
Byrd registra, adem�s, en su diario, que a su regreso a los Estados
Unidos, present� su cuenta secreta a Forrestal y fue interrogado en
el Pent�gono durante seis horas y media, el 11 de marzo de 1947.
Una Presencia
en Aumento
Ese mismo a�o que vio la independencia de la India y Pakist�n, la
creaci�n de Israel y de varios otros acontecimientos internacionales
importantes, fue especialmente agitada en el frente "alien�gena".
Es bien sabido que en junio de ese a�o, tres meses despu�s del
regreso de Byrd, muchos peri�dicos estadounidenses llevaron el
reporte del aviador
Kenneth Arnold
sobre el avistamiento de un
escuadr�n de �alas voladoras� en forma de media luna desliz�ndose
silenciosamente "como un platillo" en el aire, sobre el Estado de
Washington a 1200 millas n�uticas por hora.
�l era un testigo y un experto de alta credibilidad, de manera que
su testimonio era incuestionable, que no exist�a a�n ninguna una
pol�tica oficial para negar los reportes de OVNIs
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Entre el 4 y el 6 de julio, una o varias embarcaciones, al parecer
en forma de medialuna, tambi�n
se estrellaron o fueron derribadas
en el desierto de Nuevo M�xico, cerca de Roswell en el �rea general
de los Alamos, Arenas blancas y Alamo Gordo (el centro neur�lgico
del Proyecto Manhattan, todav�a en curso), seg�n anunci� el portavoz
del ej�rcito local, en los peri�dicos y en la radio, lo que provoc�
una oleada de actividad en el Gobierno de los Estados Unidos, que
r�pidamente orden� a las autoridades militares correspondientes a la
edici�n y tiraje se retractaran por Orden Ejecutiva y apresuraron el
paso de la draconiana y secreta Ley Nacional de Seguridad en el
oto�o de ese a�o.
Ya sea por coincidencia o no, el diario Forrrestal de 3,000 tirajes
diarios se salt� completamente el periodo comprendido entre el 03 de
julio y el 14. Posteriormente, las alertas y accidentes OVNIs fueron
"bloqueados", y tratados con la misma mezcla de estricta alarma y
censura apenas disimulada.
En septiembre, el Comando A�reo Estrat�gico envi� un ala de
bombarderos B-29 en una misi�n para el �rtico, bas�ndolas en Fort
Richardson, Alaska, posiblemente en respuesta a la advertencia de
precauci�n del Almirante Byrd sobre el peligro de ataque desde los
polos. Al igual que los registros de la operaci�n Salto Alto, las
metas y los resultados de esa misi�n fueron clasificados (hechos
secretos).
Menos de dos a�os m�s tarde, las circunstancias de crisis mental de
Forrestal y su posterior muerte por suicidio en circunstancias que
nunca fueron debidamente investigadas, mientras estaba bajo
vigilancia de 24 horas en el Hospital Naval de Bethesda, prestaron
apoyo a las teor�as sobre un siniestro e importante secreto que pudo
haber sido sospechado por el liderazgo de Estados Unidos durante la
guerra y al menos en parte descubierto por Byrd durante El Salto De
Altura La Misi�n de la Ant�rtida .
Ese secreto ha sido desde entonces mantenido por determinadas
personas y agencias en el gobierno de los Estados Unidos, si
juzgamos por la cantidad de indicios disponibles en los registros
p�blicos.
Fue establecido por sus bi�grafos que el ex secretario de Defensa
estaba bajo fuerte estr�s el 28 marzo de 1949, cuando el presidente
Truman le hizo presentar su dimisi�n, momento en el cual el
Secretario de la Fuerza A�rea, Stuart Symington le dijo algo en
confianza que parece haberlo empujado "por el borde".
Al d�a siguiente, Forrestal fue trasladado a la casa del futuro
secretario de Defensa, Robert Lovett en la Florida, bajo supervisi�n
militar, y colocado bajo el cuidado de un psiquiatra naval, quien en
gran medida lo medic�, y luego lo ingres� en Bethesda el 2 de abril,
como paciente interno. Su diario fue trasladado a la Casa Blanca por
orden de Truman.
Richard Dolan, en su cap�tulo detallado sobre la muerte de Forrestal incluy� en su libro "OVNIS y el Estado de seguridad
Nacional - Parte I - UFOs and
The National Security State - Part I", se�ala que a muy poca gente se le permiti�
reunirse con �l (su hermano Enrique tuvo que pedirlo varias veces
antes de poder visitarle) y que incluso su propio confesores
religiosos fueron inexplicablemente mantenidos fuera de la Armada
por los cuidadores de la Naval que supervisaban su cuidado
(Forrestal fue un cat�lico romano practicante).
Por otro lado, Truman, su sucesor en el Departamento de Defensa,
Louis Johnson, su viejo enemigo Stuart Symington y algunos otros
altos funcionarios gubernamentales le llamaban, aunque �l no hab�a
pedido verlos. Truman estaba obviamente preocupado por cualquier
documento descubierto o grabaciones que pudieran haber sido
guardadas por sus antiguos miembros del gabinete, y en agosto de
1949, Louis Johnson le envi� un memorando confidencial asegur�ndole
que no hab�an grabaciones de voz ni ning�n otro documento relativo a
la conversaci�n que Truman mantuvo con Forrestal .
Efectivamente, Forrestal se hab�a convertido en un prisionero de la
Marina de los Estados Unidos. Parece que la preocupaci�n del
gobierno era evitar revelaciones del antiguo miembro del gabinete
que termin� con su vida (o lo hicieron hacerlo) el 22 de mayo de
1949, la noche antes que su hermano lo llevara a casa despu�s de su
aparente recuperaci�n.
Incidentalmente, uno de los primos del Secretario de la Fuerza
A�rea, Stuart Symington, quien no es otro que Fife Symington que,
mientras fue gobernador de Arizona, el 13 de marzo de 1997, fue uno
de los miles de desconcertados testigos de las espectaculares "Luces
de Phoenix", descritas como el paso de una silenciosa nave de 2000 a
3000 pies de ancho, en forma de delta negro mate luciendo una fila
de deslumbrantes luces sobre la ciudad.
Despu�s de intentar ridiculizar el avistamiento en una conferencia
de prensa, hizo que uno de su personal portara una m�scara de un
"alien�gena gris", Symington a�os m�s tarde, cuando ya estaba fuera
de servicio se disculp� y reconoci� r�pidamente ante las c�maras en
el Club Nacional de Prensa de Washington DC que lo que hab�a visto
era, de hecho, "alguna forma de nave extraterrestre".
El "factor ET" parece operar a trav�s de generaciones para algunas
familias.
Por supuesto, hay muchos asuntos en los que Forrestal debe haber
tenido informaci�n muy privilegiada que podr�a haber causado
angustia a Truman si hubiera hablado, pero una intrigante pista fue
proporcionada por el general Arthur Exon, el ex oficial jefe de la
Base A�rea de Wright Patterson (el sitio del Comando de Material
A�reo) en 1990, cuando declar� que Stuart Symington hab�a sido
miembro de los "Unholy 13" que controlaban las pol�ticas sobre los
asuntos relacionados con OVNIs en el Gobierno.
Ese grupo es casi seguro que es el "ultra-secreto"
MJ-12 o Comit�
Majestic, seg�n se informa, nombrado por Truman y por Forrestal
para manejar la situaci�n de los alien�genas, en el que Forrestal
estaba.
Una colecci�n exhaustiva de s�lidos y confirmados reportes de
avistamientos y encuentros alien�genas compilado desde 1947 hasta
nuestros d�as podr�a llenar muchos libros (que ya se han escrito), y
por lo tanto s�lo podemos mencionar brevemente algunos de los
registros m�s incuestionables.
Es importante se�alar, como ya hemos se�alado antes, que desde la
segunda mitad de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se
hab�an embarcado, no s�lo en el m�ximo secreto, el exorbitantemente
caro Proyecto Manhattan (s�lo el Laboratorio de Oak Ridge consume
una sexta parte de toda la energ�a el�ctrica producida en el pa�s
durante los a�os de guerra), sino tambi�n de un elaborado programa
para ganar la posesi�n de toda la investigaci�n avanzada y la
tecnolog�a a ser encontrada en el Tercer Reich, a trav�s de la JIOA
(Agencia de Inteligencia Conjunta de Objetivos).
Cientos de cient�ficos e ingenieros "nazi" fueron identificados y
seleccionados para translado a los Estados Unidos en la creencia de
que pod�an aportar una contribuci�n inestimable a la m�quina de
guerra de Estados Unidos, as� como a la econom�a civil.
No menos de 86 ingenieros aeron�uticos y 127 cient�ficos de cohetes,
entre ellos von Braun, y su jefe Dornberger, fueron el blanco de
la operaci�n Lusty (tecnolog�a secreta de la Fuerza A�rea Alemana -
Luftwaffe) de un total de unos 1.600 hombres. A partir de 1945, la
mayor�a fueron tra�dos a los Estados Unidos despu�s de ser detenidos
secretamente, a menudo en violaci�n de la Convenci�n de Ginebra, ya
la Cruz Roja fue mantenida en la oscuridad acerca de su ubicaci�n.
Adem�s, con el fin de eludir una legislaci�n de Estados Unidos
prohibiendo el asilo a aquellos relacionados directamente con el
r�gimen nazi, quienes podr�an ser responsables de cr�menes de
guerra, fueron provistos por la OSS con documentos falsos.
La operaci�n de alta prioridad, conocida primero como
Overcast-Cubierto y m�s tarde como
Paperclip
refleja la hipocres�a o
por lo menos la ambig�edad moral del todopoderoso complejo militar,
que ignor� las leyes nacionales e internacionales con el fin de
lograr sus objetivos, siguiendo los pasos del Proyecto Manhattan,
coordinado por el Dr. Vannevar Bush, fundador y jefe de la secreta
Oficina de Investigaci�n Cient�fica y Desarrollo (OSRD).
Tambi�n se cree que Bush cre� y dirigi� el MJ-12, que, de acuerdo a
la correspondencia clasificada de ese tiempo se mantuvo en un nivel
secreto m�s alto que aquel de su ahora famoso predecesor fabricante
de la bomba at�mica.
La Operaci�n Lusty adquiri� y almacen� en su sede el Comando de
Material A�reo en Wright Field, Ohio (m�s tarde Base de la Fuerza
A�rea de Wright Patterson) m�s de 16.000 art�culos, con un peso de
6.200 toneladas, de las listas negras de "equipos extranjeros" de
las potencias del Eje, en su mayor�a relacionadas con aeron�utica y
bal�stica. Dado que a�n no hab�a una Fuerza A�rea Independiente de
Estados Unidos en esos momentos, la autoridad supervisora era el
�Escritorio del Ej�rcito de Informaci�n de Tecnolog�a Extranjera" en
el Pent�gono.
El fallecido coronel
Philip J Corso, un oficial de alto nivel de
inteligencia militar, ha afirmado en sus memorias que dicho servicio
tambi�n recibi� y mantuvo una "tecnolog�a extraterrestre" recuperada
a bordo de los discos voladores capturados.
No hay escapatoria a la conclusi�n de que unos Estados Unidos
hegem�nicos, pero paranoicos, como consecuencia de la mayor guerra
del siglo 20, r�pidamente se preparaban para una nueva
confrontaci�n, no s�lo con el poder comunista en Rusia y en China,
sino tambi�n con una agencia aparentemente no-humana de fuera de
este mundo, que en primer lugar se crey� que ten�an su origen en o
por debajo de los polos, que es definida como una secreta, pero
importante amenaza.
El presidente Truman, ampliamente informado sobre los avistamientos
de OVNIs y encuentros con su oficial de enlace militar, el coronel
Robert Landry, que, al igual que todos los funcionarios que lo
conocen, han estado desconcertados por las frecuentes visitas de la
"desconocida aeronave inteligente" a las instalaciones estrat�gicas
m�s sensibles y restringidas del pa�s, incluyendo las instalaciones
Arenas Blancas y Alamo Gordo.
Enfrentado al Cuerpo de Prensa de la Casa Blanca el 4 de abril de
1950:
"Les puedo asegurar que los platillos voladores, dado que existen no
son constru�dos por ning�n poder en la Tierra".
Los a�os siguientes habr�an de ser testigos de miles de
avistamientos y varios espectaculares vuelos de OVNIs de muchas de
las capitales del mundo,
especialmente sobre Washington DC, as� como
tambi�n sobre las bases de la Fuerza A�rea y las centrales nucleares
de los Estados Unidos y de las otras grandes potencias.
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En 1952, poco despu�s de los masivos sobrevuelos sobre la Casa
Blanca y el Pent�gono por los OVNIs, el 19 de enero, el Presidente
hizo que el General Hoyt Vandenberg Sanford, el Jefe de la Fuerza
A�rea dijera que hab�a sido confirmado que no eran ni rusos ni
americanos, y que el gobierno no conoc�a su identidad u origen.
Sin embargo Vandenberg, un ex director de la CIA, hab�a sido
directamente asociado con el manejo oficial del incidente de Roswell
en 1947, y est� considerado como un miembro del Majestic 12.
En 1948, hab�a en parte descartado, sin dar sus razones, pero
aparentemente por razones de seguridad nacional, la "estimaci�n de
la situaci�n", agregado a su propio reporte del personal de USAF
Proyecto Sign sobre los OVNIs, a favor de un origen
extraterrestre. El reporte fue posteriormente quemado por orden suya
en 1950. La evidencia de un intento de encubrimiento parece
abrumadora.
Vale la pena se�alar que los documentos personales del General se
guardan en los Archivos Nacionales, donde est�n clasificados
(inaccesibles para el p�blico). De este modo podr�a decirse que
sab�a m�s de lo que p�blicamente declar� en 1952 sobre la naturaleza
de los veh�culos voladores que hab�an sobrevolado la capital
federal.
Otros oficiales superiores fueron m�s abiertos, como fue demostrado
por el general George Ramey, subjefe de personal de la Fuerza A�rea
para operaciones, el 29 de julio de 1952, cuando dio una conferencia
de prensa en la que, de acuerdo con el peri�dico El Examinador de
San Francisco, dijo lo siguiente: Que aviones de propulsi�n hab�an
sido colocados en 24 horas de alerta a nivel nacional contra los
platillos voladores, con �rdenes de derribarlos si se negaban a
aterrizar.
Seg�n el reportero Robert Gardner, el general Benjamin Childlaw, GOC, del Comando de Defensa A�rea en febrero de 1953 le dijo de
manera significativa:
Las tomamos en serio (los platillos volantes) si tenemos en cuenta
que hemos perdido muchos hombres y aviones tratando de
interceptarlos.
En Europa y en el otro lado de la cortina de hierro, oficiales
militares de alto rango de la Uni�n Sovi�tica estaban haciendo
comentarios similares, aunque por lo general fueron censurados o
minimizados en loslos medios de comunicaci�n estatales.
Rumores apoyados por fuentes �internas� cre�bles se extendieron
acerca del Presidente
Eisenhower reuni�ndose en dos ocasiones con
visitantes alien�genas de apariencia �n�rdica a bordo de su nave
espacial en dos bases de Fuerzas A�reas en 1954, pero si eso pas� o
no, no podemos ignorar el revelador anuncio de Wernher von Braun en
1959:
"Nos encontramos frente a poderes que son mucho m�s fuertes de lo
que hasta ahora supon�amos, y cuya base es actualmente desconocida
para nosotros. M�s no puedo decir actualmente. Estamos empe�ados en
entrar en contacto m�s estrecho con estos poderes, y dentro de seis
o nueve meses, puede ser posible hablar con m�s precisi�n sobre el
asunto ". (Citado en M�s Arriba de lo Ultra Secreto, por Timothy Good, 1988)
Von Braun parece haberse acercado al misterio OVNI con una mente
abierta y una disposici�n m�s bien optimista, pero esa no era la
mentalidad de los generales y funcionarios civiles que dirig�an el
Pent�gono y las agencias de inteligencia.
Ellos, obviamente, ve�an enemigos potenciales en los visitantes
desconocidos y llamaron a la movilizaci�n mental y t�cnica a los m�s
altos nivel del gobierno en contra de lo que percib�an como una
formidable amenaza.
Declaraciones en el registro, de los principales hombres de
uniforme, tales como Nathan Twining, Childlaw Benjamin y
Douglas
MacArthur dan fe de ello.
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Este �ltimo emiti� una severa advertencia a la clase graduanda de
1962, el 12 de mayo en la Academia de West Point, posiblemente
dejando escapar m�s de lo que sus compa�eros deseaban, cuando habl�
del,
"Conflicto final entre una raza humana unida y fuerzas siniestras de
otra galaxia planetaria".
Ya entonces, quiz�s desde el momento de la transmisi�n de Orson
Welles de la invasi�n de Marte en octubre de 1938, el fen�meno
OVNI-ET se hab�a convertido en parte de la cultura popular a trav�s
de innumerables libros, programas de radio, pel�culas y series de
televisi�n.
La informaci�n se hab�a extendido cada vez m�s extensamente, a pesar
de que estar rodeada de una cantidad igualmente grande de
desinformaci�n, generando un clima de confusi�n general.
En a�os recientes, los documentos clasificados de los gobiernos de
varios pa�ses, incluyendo los Ministerios de Defensa de Gran
Breta�a, Francia, Brasil, Per� y M�xico, de una sola vez
proporcionaron evidencia de la existencia de seres extraterrestres
piloteando naves voladoras muy avanzadas y aterrizando en la tierra.
Uno de los reportes publicados por el Ministerio de Defensa del
Reino Unido en julio de 2010 indica que el primer ministro Winston
Churchill hab�a acordado con el general Eisenhower encubrir los
encuentros cercanos entre aviones militares y los OVNIs durante la
guerra, en aras de la seguridad nacional y estabilidad social. Es
revelador que Churchill estaba preocupado de que la religi�n podr�a
ser fatalmente da�ada como resultado de la divulgaci�n p�blica de
los incidentes.
Sin embargo, al lado de los avances tecnol�gicos y desarrollos
militares conectados con la reacci�n oficial ante el fen�meno OVNI,
se produjo un efecto espiritual, menos visible. El General
Dornberger ocupaba un alto cargo en la Corporaci�n Bell Aerospace,
en la que estaba asociado con Arthur M. Young, el visionario
ingeniero e inventor que fund� el Instituto para el Estudio de la
Conciencia.
Young y el investigador
Andrija Puharich
eran ambos miembros de la
Fundaci�n de la Mesa Redonda, en Glen Cove, Maine, que actuaba como
un "canal" para una serie de mensajes supuestamente enviados por una
asamblea de autoridades extra-terrestres designadas como
el Consejo
de los Nueve, a trav�s de un m�dium visitante de la India, el
respetado maestro espiritual y clarividente de la India Maharshi Nyayaratna DG Vinod de Mumbai, conocido por muchos de las figuras
l�deres de la India en el tiempo de la Independencia, incluyendo a
Mahatma Gandhi, Sri Aurobindo y Rabindranath Tagore y quien hab�a
sido invitado a los Estados Unidos por la Universidad de Duke.
Se dicen que Los Nueve inspiraron a Gene Roddenberry a crear su
inmensamente exitosa serie de televisi�n Star Trek.
Vinod alcanz� gran fama en el mundo de la investigaci�n ESP como
conferencista y colabor� con varias universidades e institutos
especializados en los Estados Unidos (como el centro de la
investigaci�n parapsicol�gica Dr. Pfeiffer en Spring Valley, Nueva
York) y Europa. Se reuni� con figuras de la talla de Jung, Aldous
Huxley, Eistein y Millikan.
La Fundaci�n Mesa Redonda fue apoyada por el prestigioso Instituto
de Investigaci�n Stanford (SRI), cuyo director era entonces el Dr.
Harold Puthoff, un pionero en estudos para-normales relacionados
con OVNIs.
Una organizaci�n relacionada fue el Instituto Jason que se centr� en
asuntos relacionados con defensa, y por ello estaba relacionada a la
CIA, cuyos diversos, y por lo general infames programas para
investigar y poner a prueba el potencial para la guerra de la mente,
relacionada con operaciones clandestinas, tales como
MK Ultra
y
Artichoke, guardan relaci�n con la observaci�n y la investigaci�n de
los OVNIs, como lo reconoce el conocido investigador H.P.Albarelli, miembro fundador de
La Verdad en Am�rica del Norte y la Comisi�n
de Responsabilidad en la experimentaci�n humana y autor de Un
Terrible Error: el asesinato de Frank Olson y los Secretos
Experimentos de la Guerra Fr�a de la CIA (2010), aunque la
naturaleza exacta de la relaci�n es a menudo dif�cil de evaluar.
Parece que hay una forma de cooperaci�n entre algunos "Alien�genas"
y aquellas agencias de los Estados Unidos, a menos que estos �ltimos
est�� simplemente tratando de utilizar la informaci�n que obtienen
de esos seres.
Pistas similares se pueden obtener de otros gobiernos en un momento
u otro. Por ejemplo, el Presidente de la Rep�blica rusa budista de
Kalmykia, Kirsan Ilyumzhinov declar� en 2010, en un programa de
prime time en la televisi�n rusa que hab�a sido secuestrado en 1997
en su casa de Mosc� por "alien�genas amarillos vestidos de
cosmonautas" a bordo de una nave espacial y le dijeron que "no
estaban listos" para interactuar p�blicamente con la humanidad.
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Esta declaraci�n provoc� una carta oficial de un diputado de la
Duma, el Parlamento ruso, el presidente Dimitri Medvedev buscando
una aclaraci�n sobre el significado de este testimonio y sus
implicaciones para la seguridad nacional.
Sin embargo ninguna hay respuesta del jefe de Estado ruso parece
haber llegado hasta el momento, y su silencio pudiera ser una
evidencia m�s del profundo dilema en el que muchos estados se
encuentran.
En 2009, la esposa del entonces Primer Ministro japon�s Hatoyama
reiter� a los medios de comunicaci�n que hab�a sido "llevada a
Venus" en un OVNI.
Mensajes Codificados
Uno de los fen�menos m�s desconcertantes pero espiritual y
est�ticamente agradables es generalmente, considerado como un
corolario de la presencia de OVNIs es la frecuente aparici�n de los
"c�rculos
en los cultivos" en varias partes del mundo, pero m�s a
menudo en Inglaterra.
La extraordinaria complejidad de esos patrones geom�tricos, cuyas
formas y dise�os muy parecidos a los yantras y mandalas indios
denota no s�lo una tecnolog�a desconocida y muy sofisticada - al
parecer utilizando haces de microondas - para producirlos, por lo
general en la oscuridad de la noche y en cuesti�n de segundos, sin
ning�n agente visible estando presente (a excepci�n de algunas luces
movi�ndose r�pidamente que desaparecen tan repentinamente como se
manifiestan), sino tambi�n una profunda familiaridad con la
geometr�a sagrada del mundo antiguo y con las matem�ticas avanzadas
y las leyes biof�sicas.
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Ha sido demostrado por varios eruditos en el tema que los
"c�rculos", a veces contienen elaboradas formulaciones cient�ficas y
revelan nuevas ecuaciones y leyes f�sicas.
Los intentos de los esc�pticos profesionales para "desacreditar" el
misterio consiguiendo bromistas para dibujar algunos de los patrones
relativamente m�s crudos o simples de los campos, con la ayuda de
cuerdas y otras herramientas primitivas, pertenecen a la pol�tica
sistem�tica de negar por completo la realidad "para-normal",
rechazando declaraciones por medio de endebles pseudo-explicaciones.
Ellos no cambian nada a la realidad del fen�meno de los c�rculos de
cosechas, y sin importar que muchas personas no est�n familiarizadas
con los hechos, han sido llevadas a creer.
Fotograf�as de la NASA tomadas en el espacio exterior han sido
interpretadas por algunos expertos de mostrar algunos de los
gigantescos objetos artificiales que parecen ser "naves espaciales
masiva" aludidas, por el astrof�sico Stephen Hawking en un reciente
documental de televisi�n sobre cosmolog�a y ciudades volantes y lokas celestiales descritas en algunos los antiguos textos indios.
A�n m�s sorprendentes son algunas im�genes genuinas, sin retoques ni
correcciones con Photoshop mostrando OVNIs, a veces de un tama�o muy
grande, como casi invisibles o transparentes, como si se movieran en
la periferia de nuestro universo f�sico o por lo menos en el borde
de la percepci�n electromagn�tica. Por lo tanto, parecen pertenecer
a otras dimensiones a menudo descritas en los textos antiguos, as�
como tambi�n por gigantescas contempor�neos "ocultistas".
Por tanto, es mucho m�s f�cil de entender por qu� esa faceta de la
realidad ha sido generalmente descartada o ignorada por las
investigaciones cient�ficas de la corriente principal.
Vamos a dar la �ltima palabra al eminente psicoanalista Carl Gustav
Jung, que hizo considerables investigaciones sobre el tema de los OVNIs y que lleg� a la conclusi�n:
Sigue siendo un hecho establecido, apoyado por numerosas
observaciones, que los OVNIs no s�lo han sido vistos visualmente
sino que tambi�n han sido recogidos en la pantalla del radar y han
dejado huellas en la placa fotogr�fica.
Todo se reduce a nada menos que esto: que, o bien proyecciones
ps�quicas devuelven un eco de radar, o bien la aparici�n de objetos
reales proporciona una oportunidad para proyecciones mitol�gicas".
(A Fresh Look at Flying Saucers, Time, August 4th, 1967
- Una nueva
mirada a los platillos voladores, Time, 04 de agosto 1967)
Entonces, �estar� llegando desde el remoto pasado a la mayor�a de
los continentes la mitolog�a ind�gena y la historia antigua
(Itihasa: "as� fue"), entre otros, registrando una era en la cual
los seres humanos reconoc�an la presencia de los dioses o los
"resplandecientes", comunic�ndose desde varios "cielos" y
dimensiones, e interactuando con ellos en muchos aspectos?
Si es as�, nuestra moderna "visi�n cient�fica del mundo" necesita
una dr�stica revisi�n y correcci�n de la historia de nuestros
or�genes, la cual pudiera ser muy diferente de lo que se ense�a en
las escuelas.
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