por Come Carpentier de Gourdon
Junio de 2011
del sitio Web ExopoliticsJournal

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original


Acerca del autor
Come Carpentier De Gourdon es actualmente el Coordinador del Comit� Editorial de la revista World Affairs, una publicaci�n trimestral dedicada a temas internacionales, patrocinado por la Fundaci�n Kapur Surya (uno de los patrocinadores del "Foro P�blico Mundial para el Di�logo de Civilizaciones") Nuevo Delhi, India.

�l se ha asociado con varias empresas y organizaciones sin fines de lucro. Ellos incluyen el Foro desarme nuclear y la Fundaci�n para el Di�logo Global, Zug, Suiza (2001-2002), la Fundaci�n Tissot Econ�mica de Neuchatel, Suiza (1991-2000), la Comisi�n Mundial de Finanzas de las Naciones Unidas (de 1994 a la fecha ), el Grupo de Empresas FEGAWERK, Suiza (1991-1999), el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible (BUSCO, Par�s, Francia, 1994-1995), Planet India Ltd., de Nueva Delhi, India (desde 1995 hasta la fecha), el Conferencia de Asuntos Internacionales de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos (1985 a 1988), producciones de Orbita, Washington DC, Estados Unidos (1987 a 1989), la Fundaci�n Juntos por la Unidad Global de Caracas, Venezuela y Boulder, Colorado (1990-1992 ) y la Academia Suiza de Ciencias T�cnicas e Ingenier�a (SATW) (1992-1993), entre otras.

Es autor de numerosos trabajos que incluyen una presentaci�n en el Foro Mundial p�blico ded 2006 sobre "El Caso para Exopol�ticas:. Marcando el comienzo de un Di�logo C�smico" Su sitio web es: http://www.comecarpentier.com/




Abstracto

La literatura mitol�gica e hist�rica hind�, escrita a lo largo de m�s de tres o cuatro mil a�os, contiene una serie de referencias bastante detalladas de descripciones de seres vivos no-humanos, "semi-divinos y los diversos reinos visibles e invisibles, que en algunos casos parecen estar localizados en otras dimensiones de la realidad o en universos paralelos.

Tambi�n hay cuentas y reportes de aeronaves y veh�culos para viajes espaciales, as� como de armas de guerra muy poderosas, capaces de provocar una destrucci�n masiva en zonas muy extensas.

Esos veh�culos y herramientas, de acuerdo con esas historias, eran utilizadas tanto por dioses como por seres humanos.

Por otro lado, la evidencia cient�fica contempor�nea y las conclusiones oficiales de varios pa�ses se�alan que esas naves espaciales extremadamente avanzadas, y de humanoides que eran aparentemente no humanos (probablemente "trans-dimensionales") son seres activos en nuestro planeta y en el espacio exterior.

Este documento establece una conexi�n entre aquellas conclusiones independientes, y sugiere que una visi�n actualizada y ampliada de la estructura del universo es necesaria, ya que la cosmolog�a cl�sica es insuficiente para dar cuenta de muchas observaciones.


Introducci�n

Los mitos y leyendas no son aceptados como hechos reales seg�n los m�todos, criterios y conceptos de la ciencia.

Son considerados, ya sea como relatos imaginarios, dise�ados para proporcionar ense�anzas rituales y morales, y tambi�n como espect�culos culturales a la sociedad, o cuentas de ficci�n y simb�licas de acontecimientos antiguos, cuyo car�cter y circunstancias originales fueron, en parte, olvidadas.

La escuela evemerista de pensamiento (nombrada seg�n el mit�grafo griego del siglo 4 Ev�mero, en consonancia con el enfoque esc�ptico de los fil�sofos de Cirenianos) considera a los dioses y a los seres sobrenaturales como representaciones de figuras humanas que fueron, en el curso de siglos o milenios, investidos con atributos humanos supra-divinos o heroicos.

Aunque hay evidencia de que esas interpretaciones socio-hist�ricas se justifican en muchos, si no en todos los casos, tambi�n hay motivo para considerar otra forma de leer esas historias, sin perjuicio de la anteriormente descrita ex�gesis. Ese ser�a el m�todo objetivo, de mente abierta, visto en las descripciones y los hechos denunciados en la mitolog�a y ve c�mo podr�an relacionarse con los eventos actuales o recientes, para los cuales tenemos pruebas cient�ficamente admisibles.

Erich von Daniken es quiz�s el mejor conocido investigador y autor que ha llevado a cabo esta tarea, aunque, inevitablemente, muchas de sus interpretaciones, que son tan atrevidas como para estar en el l�mite exterior de la especulaci�n, se han encontrado con la controversia y el a menudo el rotundo rechazo entre los principales acad�micos.

Debido a que se sabe que los mitos y leyendas son legibles en diversos niveles, desde lo literal a lo psicol�gico y lo metaf�sico, sin olvidar la dimensi�n hist�rica, no vamos a estar haciendo un flaco favor a esta antigua tradici�n, al aceptarlos en principio, como una buena cuenta de buena fe de acontecimientos reales, aunque, obviamente, los adornos literarios y errores inevitables hayan sido insertados en el transcurso del tiempo.

�Cu�les son los factores que hacen que valga la pena e incluso hagan necesario tomar este punto de vista f�ctico, libre de prejuicios?

En primer lugar, los sistemas hind� tradicionales de la cosmogon�a, la metaf�sica y la cosmolog�a fue tomando forma durante muchos siglos, si no miles de a�os y fueron vistos como objetivos y precisos en varias civilizaciones en el �rea de influencia de la India. Siguen siendo respetados e influyentes en el pa�s, en las �reas adyacentes y cada vez m�s, en las regiones del mundo en donde varios aspectos de la cultura hind�-budista, tal como el yoga y las pr�cticas religiosas son conocidas y seguidas.

Por otro lado los recientes descubrimientos cient�ficos tienden a apoyar algunas de las conclusiones y observaciones registradas en muchos de los textos indios filos�ficos y t�cnicos.

En segundo lugar, los fen�menos repetidamente observados y confirmados cient�ficamente no encuentran una explicaci�n satisfactoria de acuerdo con los principios y teor�as cient�ficas, mientras que se contabilizan en la cosmolog�a tradicional hind�.

Por lo tanto, puede ser �til o incluso necesario volver a examinar el cosmos representado por los textos V�dicos y Puranas, con el fin de dar sentido a algunos aspectos enigm�ticos de la realidad universal a la que nos enfrentamos.


Espacio y Tiempo

La ciencia "moderna" se desarroll� bajo la influencia de la racionalidad materialista que sac� sus principios, en parte de la obra �navaja� del te�logo medieval Guillermo de Occam.

Un efecto de esta actitud es que la astronom�a cient�fica (occidental) tuvo su comienzo del m�nimo com�n denominador en cuanto a sus supuestos sobre el espacio y el tiempo y desde un principio descart� las antiguas cronolog�as Indias, las cuales eran consideradas como extravagantes e inveros�miles, especialmente cuando son comparadas con los registros b�blicos hebreos que colocaban la creaci�n del Universo apenas hace s�lo seis mil a�os (4004 A.C.).

En el siglo XIX, los astr�nomos estaban todav�a muy t�midos en sus c�lculos cosmol�gicos y s�lo unos pocos visionarios, como el astr�nomo Camille Flammarion, se atrevieron a describir el universo como posiblemente infinito, o al menos inconcebiblemente grande. S�lo a rega�adientes sus sucesores admitieron que la V�a L�ctea era una galaxia conteniendo miles de millones de estrellas y les tom� a�n m�s tiempo darse cuenta de que era s�lo una de un gran n�mero de galaxias similares o mayores.

Las escalas de tiempo no se expanden f�cilmente en las mentes de los cient�ficos.

Por lo tanto, las �rdenes de magnitudes de los,

  • yugas

  • devavatsaras

  • caturyugas

  • devavatsaras

  • mahayugas

  • manvantaras

  • kalpas,

... de Escrituras de la India, que abarcan miles de billones de a�os solares permanecieron pr�cticamente fuera de su alcance intelectual hasta los avances logrados en los telescopios y en la observaci�n astrof�sica en la primera mitad del siglo XX, gradualmente se fueron reconciliando con el hecho de que el universo no s�lo es m�s grande de lo que nosotros imaginamos, sino que tambi�n, posiblemente, m�s grande que podemos llegar a imaginar o medir.

A la luz de la ciencia, el registro b�blico acerca del cosmos fue hecho por Dios en seis d�as hace apenas unos cuantos miles de a�os aparece como comparativamente primitivo y, contrario a la teor�a del progreso humano linar, las antiguas civilizaciones fundadas en mitayos cosmol�gicos similares aquellos de la India, China, �frica o las Am�ricas pudiera decirse que han retrocedido intelectualmente cuando aprobaron la �ciencia� que vino con el cristianismo.

Hay evidencia de que muchos de los textos recopilados y ensamblados en la Tor� o Antiguo Testamento proceden de fuentes mucho m�s antiguas y sosten�an un significado simb�lico, significando que se hab�a perdido todo cuando fue promovida la interpretaci�n literal.

Las estimaciones de la astronom�a contempor�nea para la edad y el tama�o del cosmos y de sus galaxias y las estrellas son ahora ampliamente congruentes con los n�meros que se encuentran en las escrituras hind�s. Por otro lado, las teor�as de la creaci�n y la materia expuesta en ellos todav�a est�n fuera de los l�mites de la actual visi�n cient�fica del mundo, que los describe como "visiones m�sticas" o especulaciones no probadas a pesar de que en realidad no se pueden refutar.

Sin embargo, el hecho de que algunos anales "mitol�gicos" son asombrosamente exactos o por lo menos plausibles en sus evaluaciones matem�ticas deben incitar a los f�sicos a echar un vistazo m�s de cerca a las descripciones "indias", de la estructura de la realidad.

Se puede decir en unas pocas l�neas que las diversas escuelas de hind�es, budistas y jainistas de f�sica ense�an que hay varios campos paralelos de realidad dentro de nuestro universo, compuesto por diferentes sustancias, o, m�s exactamente, de la misma sustancia en diferentes niveles de densidades. El material subyacente, desde donde se origina todo, es indefinible, pero que generalmente es llamado Brahman o Prakriti, que puede definirse como el suelo original de la conciencia.

Podemos detectarlo en lo que la astrof�sica contempor�neo llama materia oscura del cosmos, que parece que conforma hasta el 96% del total.

A partir de ese sustrato inicial surgen una serie de reinos, primero el causal (karana), el sutil (s�ksma) y, finalmente, el campo de la material f�sica o bruta (sthula), compuesto por las combinaciones de los cinco elementos b�sicos - en realidad, "estados de campos de energ�a "que nosotros definimos como �ter, fuego, aire, agua y tierra - en diversos grados.

Por lo tanto, lo que podemos experimentar y observar de acuerdo con nuestros m�todos cient�ficos es todo o casi todo en este mundo particular de la materia, llamado Bhu que est� rodeado y permeado por otros trece lokas (la palabra griega logos se deriva de la misma ra�z, como es el lat�n locus: lugar), en orden descendente seis planos superiores:

  • Satya

  • Jana

  • Mahar

  • Svara (el cielo de los devas o seres brillantes)

  • Bhuva y los siete inferiores, mundos subterr�neos, a veces impropiamente descritos como infiernos:

    • Atala

    • Vitala

    • �Sutala

    • Talatala

    • Rasatala

    • Mahatala

    • Patala

Esas esferas "conc�ntricas" pueden ser consideradas como lugares geogr�ficos, situados por encima o por debajo de la superficie de la Tierra o incluso continentes f�sicos, pero estos nombres parecen ser generalmente de otros niveles de existencia, no topogr�ficamente eliminados de la nuestra, pero paralelamente, desplegados en dimensiones extra-sensoriales que existen m�s all� de las tres a�os y media en la que vivimos (tomando el tiempo como una media-dimensi�n, ya que no podemos revertirlo f�sicamente a nuestro nivel de la realidad).

Algunas escrituras budistas, basadas en el mismo sistema cosmol�gico, se refieren a un sinn�mero de mundos que componen el "chiliocosmos" o galaxias extendidas por todo el espacio.

Se dice que el hombre se ha encarnado en este mundo (el Kamadhatu o reino del deseo) desde la esfera m�s alta de los devas Abhasvara (dioses de pura luz).Todos esos planos, muchos de los cuales son invisibles e imperceptibles para los "humanos normales" son considerados como llenos de vida como la nuestra.

Que contienen sus propios elementos, plantas y animales, incluyendo algunos similares a los seres humanos en forma y comportamiento.

Los mundos paralelos se encuentran en constante contacto con el nuestro porque, a diferencia de nosotros, la mayor�a de sus habitantes son conscientes de nuestra existencia, nos observan y de hecho se entrometen en nuestro espacio-tiempo, por lo general "por debajo del radar" de nuestra conciencia.

Naturalmente, todo el tiempo que permanezcan en sus respectivos �mbitos, pueden escapar de todos los criterios de detecci�n cient�fica, ya que estos �ltimos se formulan en el supuesto de que s�lo existe la creaci�n perceptible y cuantificable.

Sin embargo, ciertos seres humanos tambi�n pueden acceder a esos otros mundos, ya sea debido a dones y poderes especiales o por medio de un entrenamiento intensivo ps�quico y espiritual o de pr�cticas m�gicas, que autom�ticamente violan las reglas del juego cient�fico, establecido en la �poca de la Ilustraci�n, de manera que sus experiencias son ignoradas como inv�lidas por definici�n.

Es revelador que los criterios de la pruebas que generalmente son confirmadas por la metodolog�a cient�fica, son consideradas insuficientes en los casos que violan las leyes de la naturaleza, tal como esta es definida por la "ciencia".

En esta actitud, el "establecimiento del conocimiento" se mantiene fiel al dogma:

Non potest sicut non est: no puede ser, por lo tanto no es, o en una versi�n m�s suave "las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias".

El mapa espacial del cosmos que acabamos de esbozar es reflejado en un orden cronol�gico que ya hemos aludido.

Cada ciclo de vida, se dice que est� dividido en cuatro edades duraci�n y virtud disminuida: el Satya o Kriti, Treta, Dwapara y Kali yugas. Al desplazarse la creaci�n m�s lejos de su fuente, su pureza se reduce y su luz disminuye.

La duraci�n real de los yugas, que es interpretada diversamente seg�n las fuentes consultadas, es menos importante que la noci�n de que a medida que disminuye la era, se desvanece el poder espiritual y la tecnolog�a se vuelve cada vez m�s frecuente y sofisticada.

Ya que estamos en la era de Kali, a la que entramos hace m�s de cinco mil a�os atr�s, nuestras facultades espirituales y ps�quicas se dice que se han reducido a una mera sombra de su poder original, estamos presenciando el surgimiento de tecnolog�as avanzadas que nos permiten aventurarnos cada vez m�s profundamente en el espacio exterior y visitar otros cuerpos planetarios.

Las Escrituras Pur�nicas dicen que mientras que en el Satya Yuga, los humanos ten�an todos los dones que ahora consideramos como sobrenaturales.

En el Treta Yuga tuvieron que utilizar los mantras (o f�rmulas verbales) para acceder a esos poderes, o al control de sus Vimanas (veh�culos voladores) y tambi�n sus armas (astras y shastras), porque la guerra se hab�a convertido en un hecho de la vida para entonces. En el Dvapara Yuga, necesitaban yantras (signos y dibujos m�gicos).

La ciencia y la tecnolog�a son mencionadas e incluso descritas, pero son consideradas como muletas construidas por el ser humano en degeneraci�n, con el fin de compensar la p�rdida de las facultades naturales.

En el Kali Yuga, como era previsible, debieron ser construidas y operadas m�quinas (kritakas) con metales y otras sustancias materiales, y propulsadas por energ�a f�sica generada por la quema de sustancias o de otra manera el aprovechamiento de sustancias materiales.

Los Mantras, Yantras y Tantras todav�a existen, aunque muchos, al parecer se perdieron, pero ya que su poder est� en lo invisible o por lo menos en niveles de la existencia espiritual y ps�quica matem�ticamente imposibles de cuantificar, no son considerados relevantes por nuestros l�deres tecn�cratas e intelectuales. El poder de nuestras tecnolog�as est�, por tanto, parad�jicamente, arraigado a nuestras limitaciones como especie que ese descrita como una sombra de su glorioso ser original.

Despu�s de haber hecho reportes sin sentido cr�tico de lo que se afirma en las Escrituras, podemos se�alar que cuentas similares de la evoluci�n son encontradas en muchos otros textos sagrados y antiguos a trav�s de todo el mundo.

Hay una tradici�n casi universal detr�s de la creencia de que la humanidad moderna es la encarnaci�n descendiente de formas de vida muy superiores, y no el resultado de una larga y gradual progresi�n lineal, como lo sostiene la moderna Teor�a de la Evoluci�n (TdE).

Otras consecuencias importantes de la historia de la India tradicional sobre el mundo es que los medios materiales para transmitir el conocimiento y para el mantenimiento de registros, como la escritura y, m�s recientemente, la grabaci�n o filmaci�n no eran necesarios en �pocas anteriores ya que la comunicaci�n oral o telep�tica y la memorizaci�n eran m�todos muy superiores para la adquisici�n y conservaci�n de la informaci�n, y sobre todo la sabidur�a.

As�, los progresos realizados en esas �reas no denotan ning�n adelanto de la barbarie a la verdadera humanidad, sino que constituyen, en su lugar, un sustituto imperfecto de los poderes perdidos y las habilidades de nuestros remotos antepasados o predecesores en este planeta.

La extraordinaria calidad y profundidad de los remanentes textos v�dicos, aparentemente consignados en la memoria en forma oral durante incontables siglos, parecen confirmar el perfeccionamiento y la elevaci�n de la civilizaci�n que ellos preservaron con una precisi�n perfecta hasta nuestros d�as.

El argumento de que se originaron en una cultura altamente evolucionada, dotada con t�cnicas espirituales y cognitivas ahora perdidas, por lo tanto, es plausible, y encuentra un eco en la doctrina de Plat�n, que describe la invenci�n de la escritura como un efecto de la p�rdida de la sabidur�a primitiva.


Otros Mundos y Sus Habitantes

Al contrario de los humanos modernos, las criaturas descritas a lo largo de la antigua literatura hind� y medieval, no han disminuido, sino que se han mantenido en su estado original, con todas las facultades y atribuciones que les son asignadas.

Aunque pudieran haberse vuelto m�s discretas, tal vez simplemente porque nuestro crecimiento en "densidad" f�sica nos ha despojado de la mayor parte de nuestros medios extra-sensoriales de percepci�n. Como se dijo antes, la mentalidad materialista, esc�ptica o agn�stica que las sociedades occidentales han exportado a todo el planeta en los �ltimos dos o tres siglos, ha desempe�ado un importante papel en la deportaci�n de todo el saber tradicional con la "tierra de nadie" de las leyendas primitivas o ficci�n �tnica .

Sin embargo, desde los or�genes, los textos indios registran a los seres humanos mezcl�ndose e interactuando con los diversos dioses, genios y "demonios" (en el griego, ambiguo o "buen" sentido del t�rmino) y, a menudo se casaron con ellos, dando a luz a seres h�bridos.

Algunos hombres y mujeres de gran m�rito y talento se convert�an en dioses y se elevaban al cielo m�s alto, mientras que otros eran semi-demon�acos y se mov�an libremente entre varios mundos. Ciertas criaturas sobrenaturales se dice que dcienden de ancestros humanos, como los rakshasas que fueron engendrados por el Rishi Pulastya v�dico.

Este �ltimo es identificado como una de las estrellas en la constelaci�n del Carro de la Osa Mayor (Pheida en la astronom�a moderna) y por lo tanto su propia naturaleza es a la vez terrenal y celestial, al igual que los otros seis rishis demi�rgicos de la cosmolog�a India. La Osa Mayor apunta hacia el Polo Norte o el eje c�smico, donde la cosmolog�a v�dica localiza el santo monte Meru, el hogar de los dioses.

All� est� el origen del famoso simbolismo �rtico "indo-ario" adoptado en determinados c�rculos esot�ricos, de la Europa de los los siglos 19 y principios del siglo 20.

Las ciencias de la yoga y el tantra son conocidas por dar a sus practicantes avanzados la posibilidad de explorar otras dimensiones y vivir por lo menos temporalmente en ellas, dependiendo del nivel de dominio alcanzado en las t�cnicas. As�, los universos paralelos pueden estar cerrados para los seres humanos m�s comunes pero no son tan misteriosos a los que conocen las ense�anzas de los videntes.

Entre los seres que viven en ellos, algunos de los m�s cercanos a los seres humanos son,

  • pitris

  • pisacha

  • bhutas

  • yakshas

  • nagas

  • gandharvas

  • kinnaras

  • ganas

  • rakshasas

  • asuras

  • garudas

  • suparnas

  • vidyadharas

  • devas

...sin ning�n orden en particular.

Aunque no todos ellos, son descritos detalladamente, hay suficientes referencias a ellos en los textos Vedas y Puranas, as� como en el Ramayana, el Mahabharata y en textos posteriores para formar una imagen bastante completa de lo que representan.

Muchos estudiosos han concluido que esas criaturas aparentemente sobrenaturales don, de hecho, caracterizaciones tot�micas de las diferentes poblaciones tribales y naciones extranjeras, pero, aparte de esa interpretaci�n naturalista, hay que ver tambi�n la posibilidad de que ellos son o han estado, de hecho, realmente en existencia, como muchas observaciones actuales podr�an bien confirmar.

Los Pitris son entre los m�s cercanos a los seres humanos vivos. Al igual que los Manes griegos son las almas de los antepasados muertos que habitan la dimensi�n astral. Los Pisachas y Bhutas son similares a los fantasmas o esp�ritus de la tradici�n occidental y, a veces tienen las caracter�sticas de los duendes.

Los Yakshas suelen ser esp�ritus protectores del pueblo y a menudo act�an como deidades guardianas de tesoros subterr�neos, bosques y manantiales. Su monarca Kubera, que tambi�n gobierna sobre los gandharvas es el dios de la riqueza yd el metal y es el "emperador" del barrio Norte o polar.

El reino yaksha, se dice que se encuentra alrededor del Monte Kailash en el Himalaya occidental, se llama Alaka y es rico en oro.

En la misma regi�n est�n los Garudas, m�ticos hombres-�guila o humanoides voladores, se dice que tienen caras blancas y cuerpos dorados, as� como grandes alas de color rojo, y provienen de Hiranmaya y que son bastante similares a los Suparnas, tambi�n con rostros humanos y alados.

Los Nagas, a menudo localizados en la misma amplia regi�n - y cuya morada subterr�nea (el Patala) se sit�a en el T�bet, que es accesible a trav�s de una abertura secreta del mismo nombre, situada bajo el templo-palacio de Lhasa (el Potala) - se describen como serpientes o dragones pero pueden asumir formas humanas y, al igual que varios de esos fabulosos seres, de hecho, "cambian de forma", si optamos por utilizar un t�rmino contempor�neo de la ciencia-ficci�n.

Los Gandharvas, a la vez guerreros y m�sicos sirven a los devas y se dividen en veintisiete tribus, muchas de las cuales residen en los jardines encantados de Citraratha, al norte del Kailash. Ellos tambi�n son seres a�reos, cuyo ancestro o gobernante, se dice que es el gran m�sico rishi Narada.

Si los Apsaras evocan, tanto a los n�yades, nereidas y valquirias de la imaginaci�n occidental, por su apariencia y su relaci�n con el agua y el cielo, los kimpurusas tienen caras de le�n, y son criaturas antropomorfas, y los kinnaras tienen cabezas de caballo, como Hayagriva, el icono "demon�aco" hind� y budista quien es a menudo llamado su l�der.

Ellos tienen una clara relaci�n etimol�gica con los centauros griegos (kentauri).

Sus consortes, los kinnaris, sin embargo, son mitad p�jaro, mitad mujer. Los ganas son peces enanos, a menudo seres deformes que est�n asociados con minerales subterr�neos y secretos, al igual que sus equivalentes occidentales (leprechauns o duendes) y su nombre es asociado con los genios �rabes, de quienes se dice que son "hechos de puro fuego sin humo" (posiblemente de luz astral).

En un plano m�s elevado est�n los "dioses" m�s altos, los Rudras, Maruts, Adityas y Vasus que habitan en los reinos m�s sutiles. Significativamente uno de los Adityas (hijos de Aditi: el espacio infinito) es Tvastr, el arquitecto y constructor del universo y el carpintero de los veh�culos voladores que acarrean los dioses a trav�s de los cielos.

Entre los Asuras, los poderosos rivales de los "seres brillantes", est� Maya ("el hacedor"), otro demiurgo c�smico que dise�� el Vimana Pushpaka, descrito en el Ramayana como el carro volador de Kubera �que parec�a una nube de luz en el cielo", tomado de �l por su envidioso y ambicioso hermano Ravana, rey de los Rakshasas de Lanka.

Los rakshasas son tambi�n super-seres humanos que tienen todo tipo de poderes m�gicos y prodigiosos. Su nombre proviene de la ra�z raksh: proteger, lo que indica que, aunque son considerados como fuerzas generalmente crueles y destructivos en el hinduismo cl�sico, (aunque capaces de "redenci�n") originalmente eran ambivalentes, como la mayor�a de otros tipos de humanos divinos, o supra-humanos.

A�n m�s enigm�ticos son los vidyadharas (titulares de la sabidur�a), seres semi-divinos, a menudo situados en remotas regiones del Himalaya y son descritos como poseedores de muchas habilidades fant�sticas como volar, cambiar de forma y hacerse invisibles. A veces son citados como asistentes de Rudra Shiva, el Se�or de la Monta�a C�smica que es "el destructor de mundos".

Su monarca es Kandarpabali, de acuerdo con la Hitopadesa y ellos son los guardianes de la sabidur�a t�ntrica y la ciencia "sobrenatural".

Muchos de esos seres son, en efecto, asociado con las grandes cadenas monta�osas en la frontera India en el Norte y alrededor del Meru polar, seg�n la geograf�a tradicional. Aunque muchos eruditos interpretan esta nomenclatura como describiendo, en traje mitol�gico, a las poblaciones tribales y reinos situados en la cordillera del Himalaya superior y en el altiplano tibetano, otros tienden a verlos como seres imaginarios con los que la fantas�a po�tica rellena las inaccesibles fortalezas nevadas que cubren el horizonte.

Sin embargo uno tambi�n puede considerar la posibilidad de que haya habido grupos de seres "descendidos desde arriba" o de su domicilio boreal en las tierras altas, como lo registra la tradici�n cham�nica original y pre-budista de la religi�n Bon de del T�bet.

Los libros de Bon tienen su origen en Dropa Shenrab Miwoche que, hace m�s de 18.000 a�os vino desde el reino oculto de Shambhala, volando en el Rig Tagzig Olmo Lug (espacio) y ense�ando la forma original de la religi�n v�dica entregada a �l por su propio maestro Shelha o Shiwa Okar (tal vez el Shiva hind�).

El Mito de Bon acerca de la fuente inicial de toda la sabidur�a parece haber inspirado la doctrina budista de los Reyes ocultos (o Kulikas) de Shambhala, que tienen su sede en la maravillosa ciudad de Kalapa donde presiden sobre el rito secreto de la Rueda del Tiempo ( Kalachakra).

En total, ser�n treinta y dos se�ores de Shambhala, cada una gobernando durante un siglo, desde el primero, Suchandra, (Dawa Sangpo, en tibetano) hasta el �ltimo, Raudra Chakrin o Trakpo Cholkhorchen que vendr� en el siglo XXIV de la era com�n, con el contempor�neo ser Aniruddha o Nagakpo, el 21 � en la l�nea.

En la cuenca del Tarim del Turquest�n chino y las zonas perif�ricas, as� como en Mongolia, hay muchas leyendas relacionadas acerca de Shambala y Agartha y algunos intrigantes restos arqueol�gicos (piedras Dropa y momias en Baian Kara Ula), llevand a los arque�logos chinos a especular sobre or�genes "fuera de este mundo".

Es en esa amplia regi�n que la cosmolog�a tao�sta sit�a el Hsi Tien, el Para�so Occidental de la Se�ora de las ciruelas de oro de la inmortalidad, Hsi Wang Mu. Se dice que es la Tierra Santa de Asia Central de Belovodye descrita por los viejos creyentes ortodoxos, Raskolniki.

El fil�sofo esot�rico franc�s, Saint Yves d'Alveydre, en sus varios libros, particularmente en su Misi�n de l'Inde en Europe, escrito en 1886 bajo la inspiraci�n de algunos maestros espirituales hind�, afirm� haber visitado Agartha en su cuerpo astral hace diez a�os y haber sido iniciado a su lengua sagrada, llamada Vatan.

�l lo describe como el centro neur�lgico y principal santuario de Paradesa:

"La tierra m�s alta" en Samskrt, (el nombre de donde se deriva el para�so, seg�n �l).

El sugiere que este reino es en parte subterr�neo, debajo de los Himalayas y al menos parcialmente oculto en otra dimensi�n, lo que lo hace invisible e inaccesible para la mayor�a de las personas que no son invitados a el.


Saint Yves ofrece varios otros detalles sobre este misterioso imperio cuya poblaci�n se eval�a en unos veinte millones.

A�ade que est� rodeado por varios reinos tributarios, gobernados por sus respectivos Rajas y que esta confederaci�n llega a cuarenta millones de personas en total. La jerarqu�a gobernante consiste, en orden ascendente de yoguis, panditas, bhagwandases (que son 360) y por encima de ellos, de doce gur�s mundiales, encabezados por el triunvirato supremo de Brihatma (depositario de la autoridad espiritual), el Mahatma (encargado con poder jur�dico) y el Mahanga que es el ejecutor ejecutivo.

Saint Yves, que era socialmente prominente y disfrut� de un gran respeto en los c�rculos esot�ricos, estaba tan seguro de los conocimientos que hab�a adquirido sobre Agartha, que escribi� cartas al Papa, a la reina-emperatriz Victoria y al Zar Alejandro III de Rusia para ofrecer su introducci�n a los gobernadores de ese reino escondido, con el fin de permitir que el Mahatma y su corte de salieran al aire libre y pusieran a disposici�n el formidable tesoro de conocimiento acumulado en las grandes bibliotecas subterr�neas mantenidas por los eruditos de Agartha en todo el planeta.

�l escribi� que todos los registros de los tiempos pasados desde los albores de los tiempos y el conocimiento cient�fico infinitamente m�s avanzado que el de sus contempor�neos, estaba disponible en esos archivos, recopilados en los �ltimos cincuenta y cinco mil a�os desde los d�as de Manu.

Cit� al te�logo m�stico y erudito sueco del siglo 18, Emmanuel Swedenborg, que hab�a descrito, viendo a trav�s de sus facultades extrasensoriales, los anales de la historia olvidada de los or�genes humanos, enterrado en las profundidades de las estepas de Asia Central.

La tradici�n registrada por Yves Saint influy� en una serie de posteriores investigadores esot�ricos, como Ren� Guenon y Fernando Ossendowski y Nicholas Roerich.

Todos escribieron sobre o buscaron la morada del "rey del mundo" en alg�n lugar entre el Himalaya y Mongolia.

D'Alveydre indica que los habitantes y gobernantes de Paradesa son humanos, a pesar de que existen en un estado muy avanzado de evoluci�n, lo que les da los atributos de divinidad, pero se�ala que en el curso de sus investigaciones sobre el universo, tanto debajo de la superficie de la tierra y en "las alturas", los Agartianos han descubierto varias especies inteligentes, algunos de los cuales son similares a los humanos mientras que otros parecen ser h�bridos de hombres y varios tipos de animales.

Dice adem�s que utilizan "dirigibles" (zeppelines) para explorar el cielo y en las regiones arriba, pero que esa podr�a ser una alusi�n a una nave espacial de un tipo desconocido para �l, que en su edad, s�lo se pod�a entender el principio de los aerostatos puesto que el principio de la aeronave "m�s pesada que el aire" era considerada como poco realista por la mayor�a.

Tambi�n vinculado a la tradici�n de Agartha est�n las leyendas de las ciudades subterr�neas sagradas de Shonshe y Shangwa en el Turkest�n oriental, refugios de la antigua raza celestial Uigur que se cree que abandonaron el mundo visible despu�s de un gran cataclismo muchos miles de a�os atr�s.

En el Mahabharata, a la morada de los Devas se conoce como Uttara Kurus, al norte del T�bet y del reino de los gandharvas (generalmente, equiparado con el actual Afganist�n y Asia Central).

Pudiera ser la versi�n Samskrt del Homero Hiperb�reo.



Veh�culos Celestiales

Como hemos visto, algunas de las criaturas fant�sticas aludidas en el cap�tulo anterior, ya sea totalmente "divinas", o al menos la mitad-humanas se dice que vuelan en carros celestiales, y ocupan armas extraordinariamente poderosas y tienen la capacidad de llevar a cabo muchas acciones m�gicas, como el cambio de forma, aumentando su tama�o a proporciones colosales, o inversamente, la reducci�n a la escala de un mosquito o un �tomo, y as� sucesivamente.

Tales habilidades son, sin embargo tambi�n accesibles a los grandes yoguis, de modo que no hay una separaci�n clara entre los seres humanos y otros seres vivos.

Las armas de los inmortales, que son un regalo de los dioses o adquiridas a trav�s de una combinaci�n de conocimientos t�cnicos y extraordinaria penitencia y concentraci�n mental (tapas) tienen capacidades casi infinitas, como se demuestra a trav�s de muchos Puranas, as� como en el curso de las grandes epopeyas.

  • la Agneyastra produce un fuego muy intenso que no puede ser apagado, y todo lo abrasa a cenizas

  • Varunastra provoca lluvias diluvianas que inundan todo un pa�s

  • la Suryastra crea un resplandor que ciega y paraliza a todos los que lo ven

  • la Vayavastra desata r�fagas o explosiones de aire como-tornados que pueden derrumbar los m�s fuertes edificios y hacer estragos en el paisaje

  • la sanmohana induce a la poblaci�n objetivo o ej�rcito en un trance colectivo o una alucinaci�n

  • la Tvastra desencadena tal confusi�n y p�nico que las personas expuestas a �l pueden luchar entre s� sin raz�n hasta la muerte

El chakra Sudarshan (o rueda de fuego) de Vishnu es irresistiblemente destructiva, pero s�lo puede utilizarse una vez, porque el segundo lanzamiento funciona como boomerang y que puede aniquilar a quien lo dispara, as� como a su tropa.


Se trata de un misil "inteligente" como lo indica el nombre de Sudarshan (que todo lo ve) y que esto irresistiblemente trae a la mente la rueda celestial "llena de ojos", descrita por Ezequiel en su profec�a b�blica.

El kaumodaki es el mazo de Visnu, cuyos efectos tambi�n son devastadores e irresistibles. El Indravajra es un rayo de luz ardiente, un rayo "l�ser" que es dirigido y disparado a trav�s de un escudo circular que act�a como una especie de reflector.

Por �ltimo, el Narayanastra, Pashupatastra y, sobre todo la Brahmastra son tan letales que extingen toda la vida en el �rea en que son desatados y causan da�os a largo plazo y fatales para el ecosistema.

No es necesario se�alar que muchas de las caracter�sticas y los efectos de las m�ticas armas son muy similares a las capacidades de las armas qu�micas, bal�sticas, meteorol�gicas, electromagn�ticas y nucleares que han sido desarrolladas por las potencias militares m�s avanzadas, o son visualizadas por planificadores y cient�ficos estrat�gicos para el futuro.

Aunque la respuesta t�pica de los acad�micos es que tales descripciones se limitan a reflejar la gran imaginaci�n de los antiguos bardos, la abundancia de alusiones misteriosamente t�cnicas parece indicar la transmisi�n de un conocimiento emp�rico muy antiguo.

Por ejemplo, en el Mahabharata, Krishna, cuando su oponente Saubha se hace invisible en el campo de batalla, le dispara a �l una flecha o un misil guiado por sonido a alcanzar su objetivo.

Los Vimanas son de muchos tipos y son descritos a lo largo de un largo y rico per�odo de la literatura hind� antigua y medieval. En el Mahabharata sus constructores se dice que son los yavanas, un pueblo del oeste que ha sido identificado con los griegos por muchas fuentes m�s tarde, pero que probablemente se refiere a una gran familia de occidental indoeuropea dee naciones o tribus.

Sin embargo, la religi�n minorista del jainismo, que es extremadamente antigua, y ha grabado que algunos de sus gu�as iluminados (Tirthankaras) vinieron al mundo en Vimanas jayanta.

En textos posteriores algunas veinticinco formas de Vimanas de diversos tama�os, desde el peque�o al gigantesco (ciudades celestiales) son descritas en algunos detalles bastante grandes. En el lenguaje de la arquitectura, un Vimana es una torre o un edificio que tiene siete pisos y es el nombre espec�fico de la aguja que se levanta por encima del santuario (garbhabriha: casa del huevo o germen) de un templo.

M�s recientes tratados s�nscritos como el Visnudharmottaram, el Aparajitaprachcha, el Abhilasirtharta Chintamani y el Narada y Kasyapa Silpa Sastras contienen informaci�n sobre los detalles de la construcci�n y el funcionamiento de Vimanas.

La fuente m�s conocida, la Samarangana Sutradhara, atribuida al rey Bhoja de Dhara del siglo 11 y su inmensa academia cient�fica y literaria tiene lo siguiente que decir sobre esos veh�culos espaciales:

"Fuerte y durable debe ser hecho el cuerpo de la Vimana, como un gran p�jaro de vuelo, de material ligero.

En el interior hay que poner el motor de mercurio con su caliente aparato de hierro por debajo. Por medio del poder latente en el mercurio, el cual establece el torbellino de conducci�n en marcha, un hombre sentado en el interior puede viajar una gran distancia en el cielo.

Los movimientos de un Vimana son tales que puede ascender verticalmente, ascender y descender verticalmente o moverse hacia delante o hacia atr�s. Con la ayuda de las m�quinas, los seres humanos pueden volar por el aire y los seres celestiales pueden venir a la tierra". (Cap�tulo 1, 95-100)

El mismo texto describe robots bio-mec�nicos usados como guardias y soldados.

(ibid., 101-107)

De lo anterior podemos concluir que la literatura hind� sagrada, hist�rica y t�cnica sabe de muchos diversos mundos y dimensiones y de varios tipos de seres que se mueven generalmente de ida y vuelta entre esas dimensiones, al igual que nosotros probablemente lo hacemos inconscientemente.

La antigua India tambi�n mantuvo la memoria - tal vez refrescada por ocasionales o frecuentes observaciones - o de naves espaciales construidas artificialmente impulsadas por energ�a ps�quica o mec�nica, y capaces de moverse en el aire, como tambi�n sobre y debajo del agua.

Ahora podemos hacer una r�pida revisi�n de los reportes relativamente recientes y contempor�neos que concuerdan con las leyendas hind�s, anales y cr�nicas, y as� dar razones para creer que estos antiguos relatos est�n basados en experiencia real o por lo menos en evidencia visual.



Registros Modernos y Observaciones

Incluso si nos abstenemos de remontarnos al siglo 19, o incluso a tiempos a�n m�s antiguos, en donde existen algunos reportes (e incluso algunas cuantas fotograf�as antiguas) de aeronaves desconocidas con criaturas "no humanas" que descendieron del cielo, pero para lo cual se pudiera carecer de evidencia dura, hay que recordar que algunas declaraciones importantes, realizadas por importantes figuras de la ciencia y por l�deres militares, indican, m�s all� de toda duda razonable, que el conocimiento de "seres superiores" ha existido por m�s de un siglo entre la �lite tecnocr�tica de nuestras sociedades.

Parece que por alguna raz�n poco clara, un s�per-humano, no- terrenal, o al menos una presencia no- terrenal se le manifest� en un n�mero de personas en Europa y Am�rica poco despu�s de la Primera Guerra Mundial.

Como si esa gran crisis de la civilizaci�n, que marc� el final de una �poca, hubiera provocado un gran inter�s "desde arriba". Avistamientos de OVNIs, e incluso aterrizajes fueron reportados en los Estados Unidos y en Alemania y se formaron algunas sociedades secretas, supuestamente bajo la gu�a de seres de otros mundos.

Los m�s influyentes fueron los rumores de sociedades que, nunca fueron hist�ricamente establecidas, como Sol Negro y Sociedad Vril en Baviera y en el ahora bien conocido Grupo Thule.

La Sociedad Vril, nombrada en honor a la energ�a c�smica de la vida, que es equivalente a Prana en s�nscrito, se inspir� en un joven y hermosa m�dium, Mar�a Orsic, que afirmaba estar en contacto con un grupo muy avanzado de seres de un planeta alrededor de la gigantesca estrella de Aldebar�n (Rohini en astronom�a en s�nscrito) dentro de la constelaci�n de Tauro.

Aquellos seres supuestamente le enviaban mensajes peri�dicos y por lo tanto transmit�an informaci�n de alto nivel cient�fico, dise�ada para capacitar a los miembros del grupo para producir energ�a inagotable, no contaminante y construir aviones capaces de volar a una velocidad pr�cticamente ilimitada, con el fin de alcanzar las estrellas.

Los datos canalizados por Mar�a Orsic y otros "Vrile�os" (j�venes mujeres m�diums) fueron interpretados por el profesor W.Schumann, de la Universidad T�cnica de Munich y fueron utilizados para tratar de construir los "platillos voladores", a partir de un primer prototipo probado sin �xito, ya en 1922, sobre un lago de Baviera.

El programa fue llevado adelante m�s adelante por el Tercer Reich, bajo la supervisi�n de su Divisi�n SS E-IV, ya que algunos miembros de los grupos Vril y Thule (cerrados por la Gestapo, como la mayor�a de otras sociedades secretas) se convirtieron en funcionarios de alto rango del nuevo r�gimen.

A pesar de una gran controversia rodeando la extensi�n y la tasa de �xito del programa de construcci�n de naves �Haunebu" y "Vril", no hay duda de que los alemanes experimentaron a lo largo de los a�os de guerra tecnolog�as girosc�picas y turborreactores de "discos voladores" - a la par de las tecnolog�as m�s convencionales de cohetes V1 y V2, construidos por Willy Ley y Wernher von Braun - a trav�s de este tipo de embarcaciones como el RFZ-1, probada por primera vez en 1934, y la posterior y superior RFZ-2 se cree que alcanzaron impresionantes niveles de rendimiento.

El general Hans Kammler de las SS, quien organiz� el uso de mano de obra prisionera de los campos de concentraci�n para el programa de armamento espacial dirigido por el general Dornberger, supuestamente supervis� el esfuerzo de la R&D en propulsi�n anti-gravedad.

Es significativo que la tecnolog�a de propulsi�n se dice que consist�a b�sicamente en el montaje de "Tachyonadores Thule", esferas de mercurio rotando verticalmente, en concordancia con lo que algunos de los Shastras hind�es describen en los Vimanas.

Como dice el profesor Hermann Oberth, uno de los padres de los programas espaciales alemanEs y estadounidenses m�s tarde, y el mentor principal de von Braun, lo resumi� sucintamente que fueron ayudados por "gente de otros mundos".

En paralelo con el esfuerzo de investigaci�n alem�n, hay pruebas documentales de que Benito Mussolini fue informado por sus funcionarios en la ca�da o el aterrizaje de un OVNI (un aerom�vil sconosciuto: aeronave desconocida) en la provincia de Veneto de Italia a finales de 1932 y orden� personalmente, en sus propias instrucciones telegr�ficas que fuera destruido a "plomo fundido", as� como que fuera mantenido un "silencio total", instruyendo, adem�s, a los medios estatales que describieran el objeto como un meteorito en sus publicaciones.

La evidencia de esto se presenta en forma de facs�miles de los telegramas del dictador reproducidos en el libro "Contattismi di Massa" (2005) de Stefano Breccia (publicado en Ingl�s como "Contactos masivos" - Authorhouse, 2009).

Mussolini - que poco despu�s cre� la Unidad de Investigaci�n RS/33 dedicada a nuevas tecnolog�as, con la participaci�n de Guglielmo Marconi, el inventor de la radio - resultar�a ser uno de muchos estadistas confrontados a evidencia material de este tipo, y, como casi todos los dem�s, lo trat� como un asunto de alto secreto de seguridad nacional.

Una alusi�n semi-ir�nica al descubrimiento clandestino puede ser detectada en el famoso discurso del Duce a la Federaci�n de Sindicatos Fascistas en el Teatro Adriano en Roma el, 23 de febrero � de 1941, en el que dijo:

"En cualquier caso, es m�s plausible que los Estados Unidos (fueran) invadidos, en vez de por las tropas del Eje, por los habitantes del planeta Marte, no tan conocidos, pero parecen m�s bien guerreros que han de venir desde el espacio sideral en inimaginables fortalezas volantes".

La investigaci�n alemana de bal�stica y asuntos relacionados con el espacio, obviamente, de sumo inter�s para los principales vencedores de la guerra, los Estados Unidos, la Uni�n Sovi�tica y Gran Breta�a, hicieron grandes esfuerzos para identificar y "limpiar" la evidencia y el equipo que encontraron cuando invadieron el pa�s.

Los programas espaciales estadounidenses y sovi�ticos se puede decir que surgieron de las cenizas de los logros y planes del Tercer Reich para ganar el dominio del espacio a�reo y de salir de la atm�sfera.

Los esc�pticos han argumentado que Vril es el nombre de una fuerza c�smica psico-f�sica descrita por primera vez en el 1871 en la novela "Vril - El Poder De La Raza Viene - Vril - The Power of the Coming Race" del escritor brit�nico y ocultista Lord Bulwer Lytton, el famoso autor de los �ltimos d�as de Pompeya, y que, por ser un nombre ficticio, dif�cilmente podr�a haber sido adoptado como un s�mbolo y una meta por una sociedad alemana oculta de investigaci�n.

Sin embargo hay que se�alar que Vril, la energ�a esencial en luz, sonido y electromagnetismo, que Bulwer Lytton asocia con una raza de gigantes de origen indo-ario, viven en una red de profundas cavernas subterr�neas y est�n dotados de "conocimiento Enoquiano", fueron considerados como reales por eminentes estudiosos de la �poca, por no hablar de otros ocultistas como Helena P. Blavatsky y sus colegas te�sofos.

Por un lado, el ind�logo Louis Jacolliot quien se desempe�� como c�nsul de Francia en Calcuta, en la segunda mitad de siglo 19, mencion� el Vril como el poder invisible aprovechado por los jainistas iniciados que conoci� en Gujarat y en Mysore y que describi� en su libro Tradiciones de los indo-europeos (1876), demostrando que el nombre fue utilizado en un contexto de no-ficci�n para dar cuenta de fen�menos reales.

Otra referencia a los Vril en un contexto de la India se encuentra en los escritos de Saint Yves d'Alveydre y yo personalmente he escuchado los testimonios de al menos dos personas, que anteriormente no sab�an nada sobre la literatura anteriormente mencionada, que hab�a escuchado de sus familiares durante la Segunda Guerra Mundial sobre las armas secretas estaban siendo desarrolladas por los dirigentes alemanes y hechas posibles por el descubrimiento de la energ�a Vril.

Tales relatos de la �poca muestran al menos que las historias se hab�an extendido en la sociedad civil alemana e italiana y puede haber habido un poco de fuego detr�s de ese humo.



El Enigma Polar

La conexi�n alemana con una "potencia alien�gena� durante la Segunda Guerra Mundial sigue siendo un asunto de coyuntura y especulaci�n hasta que haya sido encontrada m�s documentaci�n o se haga p�blica.

Una declaraci�n enigm�tica fue pronunciada por el almirante del Reich Doenitz durante su juicio en Nuremberg, en el sentido de que el Reich hab�a mantenido "una fortificaci�n invisible en medio de los hielos eternos", interpretado por muchos como un indicio de un remanente de una base secreta de los nazis cerca del Polo Sur.

En este sentido algunas interesantes pistas de eventos bien establecidos pueden ser recuperados.

A finales de 1946, apenas un a�o despu�s del fin de la guerra, cuando "cohetes fantasmas" estaban siendo reportados por la OSS (la precursora de la CIA) en Suecia, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Forrestal, encargado de la Operaci�n Salto Alto� (Operation High Jump) en la Ant�rtida, una gran armada, consistiendo de dos grandes embarcaciones, naves de comando anfibio, el Mount Olympus estadounidense y el portaaviones estadounidense Philippine Sea, 13 buques de apoyo, dos hidroaviones, 15 otros aviones, helic�pteros y otros 6 buques tripulados por 4.700 hombres y comandados por el pionero de la exploraci�n polar, el almirante Richard Byrd.

La operaci�n, sorprendentemente grande y bien armada para una misi�n "cient�fica" en una zona deshabitada del mundo iba a durar hasta el oto�o de 1947, pero fue bruscamente interrumpida a principios de marzo, luego de un encuentro con algo inesperado y bastante molesto.

Un reportado diario secreto del Almirante Byrd, firmado 24 de diciembre de 1956 apareci� varios a�os despu�s de su fallecimiento, el 11 de marzo de 1957. Hasta el momento no hay confirmaci�n alguna de su autenticidad, pero algunas de las declaraciones cr�pticas hechas por Byrd en su viaje de regreso de la Ant�rtida, parecen prestarle cierta plausibilidad.

La entrevista de Byrd con el periodista Lee von Atta del INS (Nuevo Servicio Internacional) y publicada en el diario chileno El Mercurio el 5 de marzo de 1947 dice lo siguiente:

"El almirante Byrd advirti� hoy de la necesidad de los Estados Unidos de adoptar medidas de protecci�n contra la posibilidad de una invasi�n del pa�s por aviones enemigos procedentes de las regiones polares".

Sobre las razones para la terminaci�n de la expedici�n de seis meses de anticipaci�n, dijo:

"La m�s importante de las observaciones y descubrimientos realizados fue de la situaci�n pol�tica actual en lo que respecta a la seguridad de los Estados Unidos" y pidi� "al pa�s permanecer en un estado de alerta y vigilancia. Estamos abandonando la regi�n despu�s de hacer importantes descubrimientos geogr�ficos".

Teniendo en cuenta que los Estados Unidos era en ese momento la �nica potencia nuclear - la URSS dar�a una gran sorpresa en agosto de 1949 detonando su propia bomba at�mica - y el ganador absoluto del conflicto mundial reciente, mientras que la mayor parte del mundo, incluyendo Europa Occidental, China, Jap�n y la URSS, estaban en ruinas y estaban todav�a bajo dominio colonial u ocupaci�n estadounidense, la advertencia dada por Byrd no es f�cil de explicar.

La Uni�n Sovi�tica se hab�a convertido en el nuevo enemigo, pero Estados Unidos no pod�a temer la posibilidad que oleadas de bombarderos del Ej�rcito Rojo fueran todo el camino hasta el Polo Sur en su camino a Am�rica del Norte, y el Pent�gono ten�a medios suficientes para rechazar cualquier ataque a�reo "bolchevique".

Con toda probabilidad, Byrd se refer�a a un claro y presente peligro que no era sovi�tico, y que no pod�a identificar p�blicamente.

Si aceptamos su diario secreto como genuino, entonces debemos creer que, de acuerdo con sus propias palabras, mientras volaba sobre la Ant�rtida desde el campo base "Peque�a America IV" en la bah�a de las Ballenas, por el 2 de febrero de 1947,, �l fue "interceptado" y escoltado por "una nave en forma de disco" que lo llev� a una extensa instalaci�n subterr�nea llamada "el dominio de Arionni" donde se reuni� con el l�der de un misterioso grupo de hombres de apariencia escandinava, que hablaba ingl�s con acento alem�n y que le advirtieron sobre las pruebas a las que ser�a enfrentada la humanidad en las pr�ximas d�cadas.

Byrd registra, adem�s, en su diario, que a su regreso a los Estados Unidos, present� su cuenta secreta a Forrestal y fue interrogado en el Pent�gono durante seis horas y media, el 11 de marzo de 1947.



Una Presencia en Aumento

Ese mismo a�o que vio la independencia de la India y Pakist�n, la creaci�n de Israel y de varios otros acontecimientos internacionales importantes, fue especialmente agitada en el frente "alien�gena".

Es bien sabido que en junio de ese a�o, tres meses despu�s del regreso de Byrd, muchos peri�dicos estadounidenses llevaron el reporte del aviador Kenneth Arnold sobre el avistamiento de un escuadr�n de �alas voladoras� en forma de media luna desliz�ndose silenciosamente "como un platillo" en el aire, sobre el Estado de Washington a 1200 millas n�uticas por hora.

�l era un testigo y un experto de alta credibilidad, de manera que su testimonio era incuestionable, que no exist�a a�n ninguna una pol�tica oficial para negar los reportes de OVNIs

Entre el 4 y el 6 de julio, una o varias embarcaciones, al parecer en forma de medialuna, tambi�n se estrellaron o fueron derribadas en el desierto de Nuevo M�xico, cerca de Roswell en el �rea general de los Alamos, Arenas blancas y Alamo Gordo (el centro neur�lgico del Proyecto Manhattan, todav�a en curso), seg�n anunci� el portavoz del ej�rcito local, en los peri�dicos y en la radio, lo que provoc� una oleada de actividad en el Gobierno de los Estados Unidos, que r�pidamente orden� a las autoridades militares correspondientes a la edici�n y tiraje se retractaran por Orden Ejecutiva y apresuraron el paso de la draconiana y secreta Ley Nacional de Seguridad en el oto�o de ese a�o.

Ya sea por coincidencia o no, el diario Forrrestal de 3,000 tirajes diarios se salt� completamente el periodo comprendido entre el 03 de julio y el 14. Posteriormente, las alertas y accidentes OVNIs fueron "bloqueados", y tratados con la misma mezcla de estricta alarma y censura apenas disimulada.

En septiembre, el Comando A�reo Estrat�gico envi� un ala de bombarderos B-29 en una misi�n para el �rtico, bas�ndolas en Fort Richardson, Alaska, posiblemente en respuesta a la advertencia de precauci�n del Almirante Byrd sobre el peligro de ataque desde los polos. Al igual que los registros de la operaci�n Salto Alto, las metas y los resultados de esa misi�n fueron clasificados (hechos secretos).

Menos de dos a�os m�s tarde, las circunstancias de crisis mental de Forrestal y su posterior muerte por suicidio en circunstancias que nunca fueron debidamente investigadas, mientras estaba bajo vigilancia de 24 horas en el Hospital Naval de Bethesda, prestaron apoyo a las teor�as sobre un siniestro e importante secreto que pudo haber sido sospechado por el liderazgo de Estados Unidos durante la guerra y al menos en parte descubierto por Byrd durante El Salto De Altura La Misi�n de la Ant�rtida .

Ese secreto ha sido desde entonces mantenido por determinadas personas y agencias en el gobierno de los Estados Unidos, si juzgamos por la cantidad de indicios disponibles en los registros p�blicos.

Fue establecido por sus bi�grafos que el ex secretario de Defensa estaba bajo fuerte estr�s el 28 marzo de 1949, cuando el presidente Truman le hizo presentar su dimisi�n, momento en el cual el Secretario de la Fuerza A�rea, Stuart Symington le dijo algo en confianza que parece haberlo empujado "por el borde".

Al d�a siguiente, Forrestal fue trasladado a la casa del futuro secretario de Defensa, Robert Lovett en la Florida, bajo supervisi�n militar, y colocado bajo el cuidado de un psiquiatra naval, quien en gran medida lo medic�, y luego lo ingres� en Bethesda el 2 de abril, como paciente interno. Su diario fue trasladado a la Casa Blanca por orden de Truman.

Richard Dolan, en su cap�tulo detallado sobre la muerte de Forrestal incluy� en su libro "OVNIS y el Estado de seguridad Nacional - Parte I - UFOs and The National Security State - Part I", se�ala que a muy poca gente se le permiti� reunirse con �l (su hermano Enrique tuvo que pedirlo varias veces antes de poder visitarle) y que incluso su propio confesores religiosos fueron inexplicablemente mantenidos fuera de la Armada por los cuidadores de la Naval que supervisaban su cuidado (Forrestal fue un cat�lico romano practicante).

Por otro lado, Truman, su sucesor en el Departamento de Defensa, Louis Johnson, su viejo enemigo Stuart Symington y algunos otros altos funcionarios gubernamentales le llamaban, aunque �l no hab�a pedido verlos. Truman estaba obviamente preocupado por cualquier documento descubierto o grabaciones que pudieran haber sido guardadas por sus antiguos miembros del gabinete, y en agosto de 1949, Louis Johnson le envi� un memorando confidencial asegur�ndole que no hab�an grabaciones de voz ni ning�n otro documento relativo a la conversaci�n que Truman mantuvo con Forrestal .

Efectivamente, Forrestal se hab�a convertido en un prisionero de la Marina de los Estados Unidos. Parece que la preocupaci�n del gobierno era evitar revelaciones del antiguo miembro del gabinete que termin� con su vida (o lo hicieron hacerlo) el 22 de mayo de 1949, la noche antes que su hermano lo llevara a casa despu�s de su aparente recuperaci�n.

Incidentalmente, uno de los primos del Secretario de la Fuerza A�rea, Stuart Symington, quien no es otro que Fife Symington que, mientras fue gobernador de Arizona, el 13 de marzo de 1997, fue uno de los miles de desconcertados testigos de las espectaculares "Luces de Phoenix", descritas como el paso de una silenciosa nave de 2000 a 3000 pies de ancho, en forma de delta negro mate luciendo una fila de deslumbrantes luces sobre la ciudad.

Despu�s de intentar ridiculizar el avistamiento en una conferencia de prensa, hizo que uno de su personal portara una m�scara de un "alien�gena gris", Symington a�os m�s tarde, cuando ya estaba fuera de servicio se disculp� y reconoci� r�pidamente ante las c�maras en el Club Nacional de Prensa de Washington DC que lo que hab�a visto era, de hecho, "alguna forma de nave extraterrestre".

El "factor ET" parece operar a trav�s de generaciones para algunas familias.

Por supuesto, hay muchos asuntos en los que Forrestal debe haber tenido informaci�n muy privilegiada que podr�a haber causado angustia a Truman si hubiera hablado, pero una intrigante pista fue proporcionada por el general Arthur Exon, el ex oficial jefe de la Base A�rea de Wright Patterson (el sitio del Comando de Material A�reo) en 1990, cuando declar� que Stuart Symington hab�a sido miembro de los "Unholy 13" que controlaban las pol�ticas sobre los asuntos relacionados con OVNIs en el Gobierno.

Ese grupo es casi seguro que es el "ultra-secreto" MJ-12 o Comit� Majestic, seg�n se informa, nombrado por Truman y por Forrestal para manejar la situaci�n de los alien�genas, en el que Forrestal estaba.

Una colecci�n exhaustiva de s�lidos y confirmados reportes de avistamientos y encuentros alien�genas compilado desde 1947 hasta nuestros d�as podr�a llenar muchos libros (que ya se han escrito), y por lo tanto s�lo podemos mencionar brevemente algunos de los registros m�s incuestionables.

Es importante se�alar, como ya hemos se�alado antes, que desde la segunda mitad de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se hab�an embarcado, no s�lo en el m�ximo secreto, el exorbitantemente caro Proyecto Manhattan (s�lo el Laboratorio de Oak Ridge consume una sexta parte de toda la energ�a el�ctrica producida en el pa�s durante los a�os de guerra), sino tambi�n de un elaborado programa para ganar la posesi�n de toda la investigaci�n avanzada y la tecnolog�a a ser encontrada en el Tercer Reich, a trav�s de la JIOA (Agencia de Inteligencia Conjunta de Objetivos).

Cientos de cient�ficos e ingenieros "nazi" fueron identificados y seleccionados para translado a los Estados Unidos en la creencia de que pod�an aportar una contribuci�n inestimable a la m�quina de guerra de Estados Unidos, as� como a la econom�a civil.

No menos de 86 ingenieros aeron�uticos y 127 cient�ficos de cohetes, entre ellos von Braun, y su jefe Dornberger, fueron el blanco de la operaci�n Lusty (tecnolog�a secreta de la Fuerza A�rea Alemana - Luftwaffe) de un total de unos 1.600 hombres. A partir de 1945, la mayor�a fueron tra�dos a los Estados Unidos despu�s de ser detenidos secretamente, a menudo en violaci�n de la Convenci�n de Ginebra, ya la Cruz Roja fue mantenida en la oscuridad acerca de su ubicaci�n.

Adem�s, con el fin de eludir una legislaci�n de Estados Unidos prohibiendo el asilo a aquellos relacionados directamente con el r�gimen nazi, quienes podr�an ser responsables de cr�menes de guerra, fueron provistos por la OSS con documentos falsos.

La operaci�n de alta prioridad, conocida primero como Overcast-Cubierto y m�s tarde como Paperclip refleja la hipocres�a o por lo menos la ambig�edad moral del todopoderoso complejo militar, que ignor� las leyes nacionales e internacionales con el fin de lograr sus objetivos, siguiendo los pasos del Proyecto Manhattan, coordinado por el Dr. Vannevar Bush, fundador y jefe de la secreta Oficina de Investigaci�n Cient�fica y Desarrollo (OSRD).

Tambi�n se cree que Bush cre� y dirigi� el MJ-12, que, de acuerdo a la correspondencia clasificada de ese tiempo se mantuvo en un nivel secreto m�s alto que aquel de su ahora famoso predecesor fabricante de la bomba at�mica.

La Operaci�n Lusty adquiri� y almacen� en su sede el Comando de Material A�reo en Wright Field, Ohio (m�s tarde Base de la Fuerza A�rea de Wright Patterson) m�s de 16.000 art�culos, con un peso de 6.200 toneladas, de las listas negras de "equipos extranjeros" de las potencias del Eje, en su mayor�a relacionadas con aeron�utica y bal�stica. Dado que a�n no hab�a una Fuerza A�rea Independiente de Estados Unidos en esos momentos, la autoridad supervisora era el �Escritorio del Ej�rcito de Informaci�n de Tecnolog�a Extranjera" en el Pent�gono.

El fallecido coronel Philip J Corso, un oficial de alto nivel de inteligencia militar, ha afirmado en sus memorias que dicho servicio tambi�n recibi� y mantuvo una "tecnolog�a extraterrestre" recuperada a bordo de los discos voladores capturados.

No hay escapatoria a la conclusi�n de que unos Estados Unidos hegem�nicos, pero paranoicos, como consecuencia de la mayor guerra del siglo 20, r�pidamente se preparaban para una nueva confrontaci�n, no s�lo con el poder comunista en Rusia y en China, sino tambi�n con una agencia aparentemente no-humana de fuera de este mundo, que en primer lugar se crey� que ten�an su origen en o por debajo de los polos, que es definida como una secreta, pero importante amenaza.

El presidente Truman, ampliamente informado sobre los avistamientos de OVNIs y encuentros con su oficial de enlace militar, el coronel Robert Landry, que, al igual que todos los funcionarios que lo conocen, han estado desconcertados por las frecuentes visitas de la "desconocida aeronave inteligente" a las instalaciones estrat�gicas m�s sensibles y restringidas del pa�s, incluyendo las instalaciones Arenas Blancas y Alamo Gordo.

Enfrentado al Cuerpo de Prensa de la Casa Blanca el 4 de abril de 1950:

"Les puedo asegurar que los platillos voladores, dado que existen no son constru�dos por ning�n poder en la Tierra".

Los a�os siguientes habr�an de ser testigos de miles de avistamientos y varios espectaculares vuelos de OVNIs de muchas de las capitales del mundo, especialmente sobre Washington DC, as� como tambi�n sobre las bases de la Fuerza A�rea y las centrales nucleares de los Estados Unidos y de las otras grandes potencias.

En 1952, poco despu�s de los masivos sobrevuelos sobre la Casa Blanca y el Pent�gono por los OVNIs, el 19 de enero, el Presidente hizo que el General Hoyt Vandenberg Sanford, el Jefe de la Fuerza A�rea dijera que hab�a sido confirmado que no eran ni rusos ni americanos, y que el gobierno no conoc�a su identidad u origen.

Sin embargo Vandenberg, un ex director de la CIA, hab�a sido directamente asociado con el manejo oficial del incidente de Roswell en 1947, y est� considerado como un miembro del Majestic 12.

En 1948, hab�a en parte descartado, sin dar sus razones, pero aparentemente por razones de seguridad nacional, la "estimaci�n de la situaci�n", agregado a su propio reporte del personal de USAF Proyecto Sign sobre los OVNIs, a favor de un origen extraterrestre. El reporte fue posteriormente quemado por orden suya en 1950. La evidencia de un intento de encubrimiento parece abrumadora.

Vale la pena se�alar que los documentos personales del General se guardan en los Archivos Nacionales, donde est�n clasificados (inaccesibles para el p�blico). De este modo podr�a decirse que sab�a m�s de lo que p�blicamente declar� en 1952 sobre la naturaleza de los veh�culos voladores que hab�an sobrevolado la capital federal.

Otros oficiales superiores fueron m�s abiertos, como fue demostrado por el general George Ramey, subjefe de personal de la Fuerza A�rea para operaciones, el 29 de julio de 1952, cuando dio una conferencia de prensa en la que, de acuerdo con el peri�dico El Examinador de San Francisco, dijo lo siguiente: Que aviones de propulsi�n hab�an sido colocados en 24 horas de alerta a nivel nacional contra los platillos voladores, con �rdenes de derribarlos si se negaban a aterrizar.

Seg�n el reportero Robert Gardner, el general Benjamin Childlaw, GOC, del Comando de Defensa A�rea en febrero de 1953 le dijo de manera significativa:

Las tomamos en serio (los platillos volantes) si tenemos en cuenta que hemos perdido muchos hombres y aviones tratando de interceptarlos.

En Europa y en el otro lado de la cortina de hierro, oficiales militares de alto rango de la Uni�n Sovi�tica estaban haciendo comentarios similares, aunque por lo general fueron censurados o minimizados en loslos medios de comunicaci�n estatales.

Rumores apoyados por fuentes �internas� cre�bles se extendieron acerca del Presidente Eisenhower reuni�ndose en dos ocasiones con visitantes alien�genas de apariencia �n�rdica a bordo de su nave espacial en dos bases de Fuerzas A�reas en 1954, pero si eso pas� o no, no podemos ignorar el revelador anuncio de Wernher von Braun en 1959:

"Nos encontramos frente a poderes que son mucho m�s fuertes de lo que hasta ahora supon�amos, y cuya base es actualmente desconocida para nosotros. M�s no puedo decir actualmente. Estamos empe�ados en entrar en contacto m�s estrecho con estos poderes, y dentro de seis o nueve meses, puede ser posible hablar con m�s precisi�n sobre el asunto ".
(Citado en M�s Arriba de lo Ultra Secreto, por Timothy Good, 1988)

Von Braun parece haberse acercado al misterio OVNI con una mente abierta y una disposici�n m�s bien optimista, pero esa no era la mentalidad de los generales y funcionarios civiles que dirig�an el Pent�gono y las agencias de inteligencia.

Ellos, obviamente, ve�an enemigos potenciales en los visitantes desconocidos y llamaron a la movilizaci�n mental y t�cnica a los m�s altos nivel del gobierno en contra de lo que percib�an como una formidable amenaza.

Declaraciones en el registro, de los principales hombres de uniforme, tales como Nathan Twining, Childlaw Benjamin y Douglas MacArthur dan fe de ello.

Este �ltimo emiti� una severa advertencia a la clase graduanda de 1962, el 12 de mayo en la Academia de West Point, posiblemente dejando escapar m�s de lo que sus compa�eros deseaban, cuando habl� del,

"Conflicto final entre una raza humana unida y fuerzas siniestras de otra galaxia planetaria".

Ya entonces, quiz�s desde el momento de la transmisi�n de Orson Welles de la invasi�n de Marte en octubre de 1938, el fen�meno OVNI-ET se hab�a convertido en parte de la cultura popular a trav�s de innumerables libros, programas de radio, pel�culas y series de televisi�n.

La informaci�n se hab�a extendido cada vez m�s extensamente, a pesar de que estar rodeada de una cantidad igualmente grande de desinformaci�n, generando un clima de confusi�n general.

En a�os recientes, los documentos clasificados de los gobiernos de varios pa�ses, incluyendo los Ministerios de Defensa de Gran Breta�a, Francia, Brasil, Per� y M�xico, de una sola vez proporcionaron evidencia de la existencia de seres extraterrestres piloteando naves voladoras muy avanzadas y aterrizando en la tierra.

Uno de los reportes publicados por el Ministerio de Defensa del Reino Unido en julio de 2010 indica que el primer ministro Winston Churchill hab�a acordado con el general Eisenhower encubrir los encuentros cercanos entre aviones militares y los OVNIs durante la guerra, en aras de la seguridad nacional y estabilidad social. Es revelador que Churchill estaba preocupado de que la religi�n podr�a ser fatalmente da�ada como resultado de la divulgaci�n p�blica de los incidentes.

Sin embargo, al lado de los avances tecnol�gicos y desarrollos militares conectados con la reacci�n oficial ante el fen�meno OVNI, se produjo un efecto espiritual, menos visible. El General Dornberger ocupaba un alto cargo en la Corporaci�n Bell Aerospace, en la que estaba asociado con Arthur M. Young, el visionario ingeniero e inventor que fund� el Instituto para el Estudio de la Conciencia.

Young y el investigador Andrija Puharich eran ambos miembros de la Fundaci�n de la Mesa Redonda, en Glen Cove, Maine, que actuaba como un "canal" para una serie de mensajes supuestamente enviados por una asamblea de autoridades extra-terrestres designadas como el Consejo de los Nueve, a trav�s de un m�dium visitante de la India, el respetado maestro espiritual y clarividente de la India Maharshi Nyayaratna DG Vinod de Mumbai, conocido por muchos de las figuras l�deres de la India en el tiempo de la Independencia, incluyendo a Mahatma Gandhi, Sri Aurobindo y Rabindranath Tagore y quien hab�a sido invitado a los Estados Unidos por la Universidad de Duke.

Se dicen que Los Nueve inspiraron a Gene Roddenberry a crear su inmensamente exitosa serie de televisi�n Star Trek.

Vinod alcanz� gran fama en el mundo de la investigaci�n ESP como conferencista y colabor� con varias universidades e institutos especializados en los Estados Unidos (como el centro de la investigaci�n parapsicol�gica Dr. Pfeiffer en Spring Valley, Nueva York) y Europa. Se reuni� con figuras de la talla de Jung, Aldous Huxley, Eistein y Millikan.

La Fundaci�n Mesa Redonda fue apoyada por el prestigioso Instituto de Investigaci�n Stanford (SRI), cuyo director era entonces el Dr. Harold Puthoff, un pionero en estudos para-normales relacionados con OVNIs.

Una organizaci�n relacionada fue el Instituto Jason que se centr� en asuntos relacionados con defensa, y por ello estaba relacionada a la CIA, cuyos diversos, y por lo general infames programas para investigar y poner a prueba el potencial para la guerra de la mente, relacionada con operaciones clandestinas, tales como MK Ultra y Artichoke, guardan relaci�n con la observaci�n y la investigaci�n de los OVNIs, como lo reconoce el conocido investigador H.P.Albarelli, miembro fundador de La Verdad en Am�rica del Norte y la Comisi�n de Responsabilidad en la experimentaci�n humana y autor de Un Terrible Error: el asesinato de Frank Olson y los Secretos Experimentos de la Guerra Fr�a de la CIA (2010), aunque la naturaleza exacta de la relaci�n es a menudo dif�cil de evaluar.

Parece que hay una forma de cooperaci�n entre algunos "Alien�genas" y aquellas agencias de los Estados Unidos, a menos que estos �ltimos est�� simplemente tratando de utilizar la informaci�n que obtienen de esos seres.

Pistas similares se pueden obtener de otros gobiernos en un momento u otro. Por ejemplo, el Presidente de la Rep�blica rusa budista de Kalmykia, Kirsan Ilyumzhinov declar� en 2010, en un programa de prime time en la televisi�n rusa que hab�a sido secuestrado en 1997 en su casa de Mosc� por "alien�genas amarillos vestidos de cosmonautas" a bordo de una nave espacial y le dijeron que "no estaban listos" para interactuar p�blicamente con la humanidad.

Esta declaraci�n provoc� una carta oficial de un diputado de la Duma, el Parlamento ruso, el presidente Dimitri Medvedev buscando una aclaraci�n sobre el significado de este testimonio y sus implicaciones para la seguridad nacional.

Sin embargo ninguna hay respuesta del jefe de Estado ruso parece haber llegado hasta el momento, y su silencio pudiera ser una evidencia m�s del profundo dilema en el que muchos estados se encuentran.

En 2009, la esposa del entonces Primer Ministro japon�s Hatoyama reiter� a los medios de comunicaci�n que hab�a sido "llevada a Venus" en un OVNI.



Mensajes Codificados

Uno de los fen�menos m�s desconcertantes pero espiritual y est�ticamente agradables es generalmente, considerado como un corolario de la presencia de OVNIs es la frecuente aparici�n de los "c�rculos en los cultivos" en varias partes del mundo, pero m�s a menudo en Inglaterra.

La extraordinaria complejidad de esos patrones geom�tricos, cuyas formas y dise�os muy parecidos a los yantras y mandalas indios denota no s�lo una tecnolog�a desconocida y muy sofisticada - al parecer utilizando haces de microondas - para producirlos, por lo general en la oscuridad de la noche y en cuesti�n de segundos, sin ning�n agente visible estando presente (a excepci�n de algunas luces movi�ndose r�pidamente que desaparecen tan repentinamente como se manifiestan), sino tambi�n una profunda familiaridad con la geometr�a sagrada del mundo antiguo y con las matem�ticas avanzadas y las leyes biof�sicas.

Ha sido demostrado por varios eruditos en el tema que los "c�rculos", a veces contienen elaboradas formulaciones cient�ficas y revelan nuevas ecuaciones y leyes f�sicas.

Los intentos de los esc�pticos profesionales para "desacreditar" el misterio consiguiendo bromistas para dibujar algunos de los patrones relativamente m�s crudos o simples de los campos, con la ayuda de cuerdas y otras herramientas primitivas, pertenecen a la pol�tica sistem�tica de negar por completo la realidad "para-normal", rechazando declaraciones por medio de endebles pseudo-explicaciones.

Ellos no cambian nada a la realidad del fen�meno de los c�rculos de cosechas, y sin importar que muchas personas no est�n familiarizadas con los hechos, han sido llevadas a creer.

Fotograf�as de la NASA tomadas en el espacio exterior han sido interpretadas por algunos expertos de mostrar algunos de los gigantescos objetos artificiales que parecen ser "naves espaciales masiva" aludidas, por el astrof�sico Stephen Hawking en un reciente documental de televisi�n sobre cosmolog�a y ciudades volantes y lokas celestiales descritas en algunos los antiguos textos indios.

A�n m�s sorprendentes son algunas im�genes genuinas, sin retoques ni correcciones con Photoshop mostrando OVNIs, a veces de un tama�o muy grande, como casi invisibles o transparentes, como si se movieran en la periferia de nuestro universo f�sico o por lo menos en el borde de la percepci�n electromagn�tica. Por lo tanto, parecen pertenecer a otras dimensiones a menudo descritas en los textos antiguos, as� como tambi�n por gigantescas contempor�neos "ocultistas".

Por tanto, es mucho m�s f�cil de entender por qu� esa faceta de la realidad ha sido generalmente descartada o ignorada por las investigaciones cient�ficas de la corriente principal.

Vamos a dar la �ltima palabra al eminente psicoanalista Carl Gustav Jung, que hizo considerables investigaciones sobre el tema de los OVNIs y que lleg� a la conclusi�n:

Sigue siendo un hecho establecido, apoyado por numerosas observaciones, que los OVNIs no s�lo han sido vistos visualmente sino que tambi�n han sido recogidos en la pantalla del radar y han dejado huellas en la placa fotogr�fica.

Todo se reduce a nada menos que esto: que, o bien proyecciones ps�quicas devuelven un eco de radar, o bien la aparici�n de objetos reales proporciona una oportunidad para proyecciones mitol�gicas".
(A Fresh Look at Flying Saucers, Time, August 4th, 1967 - Una nueva mirada a los platillos voladores, Time, 04 de agosto 1967)

Entonces, �estar� llegando desde el remoto pasado a la mayor�a de los continentes la mitolog�a ind�gena y la historia antigua (Itihasa: "as� fue"), entre otros, registrando una era en la cual los seres humanos reconoc�an la presencia de los dioses o los "resplandecientes", comunic�ndose desde varios "cielos" y dimensiones, e interactuando con ellos en muchos aspectos?

Si es as�, nuestra moderna "visi�n cient�fica del mundo" necesita una dr�stica revisi�n y correcci�n de la historia de nuestros or�genes, la cual pudiera ser muy diferente de lo que se ense�a en las escuelas.