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traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � � � Los lectores est�n abiertos a la expansi�n de las investigaciones cient�ficas para incluir el�reino de la�conciencia,�o como se sugiri� en la�Conferencia de la Ciencia y la�No-Dualidad,�una ciencia "basada en el Observador" para tener en cuenta las conclusiones de la f�sica cu�ntica. � En SAND, conferenciantes como�Bernardo Kastrup�discuten su libro, �Por qu� el materialismo es Tonter�a, y Menas Kafatos�y�Jay Kumar�han presentado conceptos convincentes para ampliar nuestra ciencia. � Estas dos diapositivas proporcionan una visi�n general. El Dr. Kafatos ha comparado los aspectos esenciales de una nueva ciencia basada en la Observaci�n con nuestro paradigma actual: � �
� � El Dr. Kumar muestra la limitada astilla de las energ�as observables y medibles que nuestros sentidos y entonces nuestros instrumentos ofrecen: � � � Hacia Adelante: Ciencia Obs-b versus Ciencia Obj-b
� � Y otro destacado cient�fico, el doctor�Robert�Lanza,�ha propuesto la teor�a del�"biocentrismo"�para empezar a dar cuenta de las limitaciones de nuestra visi�n de la realidad y ampliarlo m�s all� de nuestra propia estrecha capacidad sensorial. � Al reconocer estas tendencias somos llevados a la idea de que nuestra propia conciencia es fundamental para cualquier perspectiva cient�fica real y viable, y por lo general esto lleva a una discusi�n de "dimensiones" superiores. � Los escritores de ciencia ficci�n que quieren hacer viajes en el tiempo han hablado a menudo del tiempo como una "cuarta dimensi�n" y por supuesto la teor�a de la relatividad de Einstein abord� la noci�n del "espacio-tiempo" como una funci�n de una curvatura en todo el espacio, y los experimentos han confirmado muchas de sus teor�as. � (Vale la pena tener en cuenta que la legendaria serie�Twilight Zone�se refer�a a una cuarta dimensi�n del �tiempo�). � Pero cuando miramos hacia fuera en el espacio, lo que significar�a otra dimensi�n y podemos empezar a conceptualizarlo de alguna manera significativa? � La met�fora y la analog�a son un enfoque com�n y en la pel�cula�Flatland,�los animadores hicieron una excelente serie de vi�etas que demuestran c�mo nuestra tercera dimensi�n (el eje X en 3D) podr�a afectar a los habitantes de un mundo limitado a s�lo dos dimensiones. � � �
� � � Un m�stico y fil�sofo que es poco conocido y ampliamente ignorado por la ciencia convencional fue�G.I.�Gurdjieff,�de cuyas ideas tambi�n he�escrito un poco para�Collective Evolution�(en una revisi�n de�la biograf�a de William Patrick Patterson de�Gurdjieff.) � Gran parte de la ense�anza de Gurdjieff era enigm�tica pero alude a la capacidad de conectar energ�ticamdente con inteligencias superiores en otras dimensiones, cambiando su ser alqu�micamente - a fin de poder recibir este tipo de influencias. � Lo que me fascina sobre el enfoque de Gurdjieff es su resonancia con las ideas herm�ticas de los niveles del cosmos - el concepto de "Como es arriba, es abajo" - para empezar a describir si no explicar la posible existencia de mundos infinitos - y abordar, por ejemplo, el experiencia inexplicable de mirar a las estrellas y no encontrar un "afuera" y meditar lo suficiente como para no encontrar a uno mismo o un "interior". � Esto me llev� al descubrimiento de la obra de�Rodney Collin La Teor�a de la Influencia Celestial�que trata de proporcionar m�s detalles de c�mo la cosmolog�a de Gurdjieff podr�a desarrollarse. � Collin era un alumno directo de�PD�Ouspensky,�un estudiante de Gurdjieff que se fue por su cuenta, pero cuyo cl�sico�"En Busca de lo�Milagroso" es un fiel relato de su trabajo con el propio Gurdjieff. � Encontr� el trabajo de Collin fascinante porque comienza a reconstruir una jerarqu�a de mundos que al menos tiene sentido po�tico y parece resonar con algo de la astrof�sica moderna. � El trabajo de Collin tambi�n comienza a colocar a la humanidad misma en la posici�n de ser capaz de discernir estas relaciones desde su posici�n "mediana" y su potencial para evolucionar tanto intelectual como espiritualmente. � Esto resuena con la obra de�Schwaller de�Lubicz,�un arque�logo independiente que sostuvo que el Templo de Luxor en realidad era un modelo de la fisonom�a humana del ser humano final (Fara�n) como plantilla para el desarrollo humano dentro de la�ciencia sagrada del antiguo�Egipto. � He aqu� una breve descripci�n de la jerarqu�a de la cosmolog�a de Collin:
Como una nota al pie:
El punto sobresaliente aqu� que resuena de nuevo con otras ense�anzas m�sticas es que nuestro sistema solar tiene su propio "a�o" en el que gira alrededor del sistema estelar binario de Sirio - entre nuestro propio a�o solar y la rotaci�n del�sistema Sirio�alrededor de la V�a L�ctea. � Por supuesto, recientemente los astr�nomos han descubierto miles de millones de nuevas galaxias e incluso encontrado c�mulos gal�cticos que parecen moverse en otros patrones de rotaci�n. � Desde la perspectiva de Collin, sin embargo, nuestra capacidad para medir estos movimientos es an�loga a una c�lula en el cuerpo humano siendo capaz de discernir, potencialmente, la revoluci�n de la tierra alrededor del sol - es de una escala infinitamente mayor, pero la relaci�n (como es arriba es abajo) puede ser intuida. � Y en cada nivel del cosmos m�s alto por encima ser�a accesible s�lo desde la perspectiva de un "punto";�es decir, desde la m�s estrecha de frecuencias, pero a�n con el potencial de recibir informaci�n - si el receptor se ha sintonizado (humano o instrumento) correctamente.
Estas son las preguntas que deben ser seriamente abordadas por cualquier ciencia que no da por sentado la objetividad de la investigaci�n humana. � Una maravillosa pel�cula cl�sica de ciencia ficci�n que comenz� a ara�ar la superficie de esta investigaci�n fue�El incre�ble hombre menguante,�que caracteriz� los legendarios efectos especiales de�Ray�Harryhousen. � Observe a un hombre que ha entrado de alguna manera el mundo "nano" y tiene que batallar con criaturas que ahora son mucho m�s grandes, como una ara�a y un gato, y que, finalmente, se contrae a donde �l puede experimentar el mundo tal como es desde una escala cada vez m�s peque�a . � � � |
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