Etimol�gicamente, la palabra conciencia se deriva de la palabra�scire�(saber)
y�cum�o�con�(con).�La conciencia es "conocer con".
�
As� que si usted, la persona, conoce (sabe o est� al tanto),
El f�sico matem�tico�Roger Penrose�ha escrito:
Una visi�n del mundo cient�fico que no llega profundamente a
t�rminos con el problema de la mente consciente no puede tener
pretensiones serias de lo completo...�
�
Yo sostengo que todav�a no hay una teor�a f�sica, biol�gica, o
de c�lculo que se acerque mucho a explicar nuestra conciencia o
inteligencia.�[i]
De hecho, en el pasado (�y a�n hoy en d�a?), algunos cient�ficos
hab�an tomado la posici�n absurda de que la conciencia es una
ilusi�n.
�
Esto, mientras proporciona una raz�n absurda para ignorar el
problema de la conciencia, obviamente falla en saciar la
curiosidad de curiosos sobre c�mo hemos llegado hasta aqu� y qu�
estamos haciendo aqu� como seres conscientes.
�
La filosof�a materialista como la conocemos - derivada de la
visi�n mecanicista del mundo - m�s o menos desde el amanecer de
la Era de la Raz�n, en la d�cada de 1700, manten�a firmemente
que lo que llamamos experiencia surge �nicamente como un
subproducto del funcionamiento interno del cerebro.�Sin cerebro,
no hay conciencia.
�
Pero, �es realmente as� de simple?��Qu� pasa con las funciones
de la conciencia que parecen trascender los l�mites craneales de
nuestras cabezas?
�
La edad de la raz�n dijo que estas fuerzas hab�an existido en la
imaginaci�n del hombre, s�lo la raz�n podr�a mostrar al hombre
la verdad sobre el universo.
"El problema era que�, seg�n Colin Wilson, "el hombre se
convirti� en un pigmeo del pensamiento, y el mundo de los
racionalistas era un lugar de luz del d�a en el que el
aburrimiento, la trivialidad y la ordinariez eran las
verdades finales."�[ii]
La edad de la raz�n glorificaba al racionalista, que, enamorado
de sus interminables meditaciones lineales, fue cegado a las
facultades de la conciencia que realmente les trascend�a:
facultades que le habr�an permitido no s�lo filosofar acerca de
los niveles m�s profundos de la realidad, sino que realmente
acceder a ellos.
"Esta es la gran tragedia del hombre moderno", escribi� el
ocultista, fil�sofo y compositor Dane Rudhyar.
�
"Su muy aclamado esp�ritu cient�fico lo libera de las
compulsiones de estados sub-racionales y subconscientes de
la mente, s�lo para vincularlo a un vac�o racionalismo y un
cuantitativo intelecto anal�tico, los cuales en realidad lo
entierran en un sarc�fago lleno de s�lo el mimetismo de la
vida.
�
Este sarc�fago es la 'megal�polis' - la monstruosa ciudad."�[iii]
Pero algo se mueve en las entra�as de la jungla de asfalto.
�
Una encuesta internacional en l�nea de experiencias paranormales
se encontr� con una abrumadora respuesta, seg�n investigadores
australianos en 2006. La encuesta, sobre los fen�menos que no se
pueden explicar mediante las actuales "leyes" de la ciencia, es
realizado por investigadores de la Universidad de Monash en
Melbourne.
�
Una reciente (para esa �poca) encuesta de Gallup revel� que el
75% de los estadounidenses sostienen al menos una creencia
paranormal, y un sondeo peri�dico del Reino Unido mostr� que el
60% de los brit�nicos acepta la existencia de lo paranormal,
dicen los investigadores.�Seg�n los investigadores, la encuesta
no es acerca de creencias o de si existen fen�menos
parapsicol�gicos, sino que es sobre lo que las personas han
experimentado y el impacto que ha tenido en sus vidas.�
�
Unas 2,000 personas se hab�an puesto en contacto a trav�s de
Internet en el lapso de seis semanas del comienzo de la
encuesta.
�
Un incre�ble 96% de los encuestados afirman haber tenido al
menos un roce con lo paranormal.
�
El ejercicio tiene por objeto medir la frecuencia, el efecto y
la edad de aparici�n de fen�menos inexplicables como
premoniciones, episodios fuera del cuerpo y cercanas a la
muerte, telepat�a y apariciones.
�
Los resultados hasta el 2006 mostraron que el 70% de los
encuestados cree que un evento inexplicable cambi� sus vidas, en
su mayor�a de una manera positiva.
�
Alrededor del 70% tambi�n afirman haber visto, o�do, o haber
sido tocados por un animal o persona que no estaba all�, el 80%
afirma haber tenido una premonici�n, y casi el 50% record� una
vida anterior.�[iv]�En mayo de 2000, la
Revista Dominical del New York Times public� los resultados de
una encuesta realizada por Blum y Weprin Asociados. Un enorme
81% dijeron que cre�an en la vida despu�s de la muerte.[v]
Pr�cticamente todas estas creencias insin�an (y requieren con el
fin de ser ciertas) la existencia de otros reinos - otros
�mbitos en los que la conciencia puede funcionar.
�
Una encuesta en 2005 realizada por la sociedad paranormal
escocesa mostr� que m�s personas son propensas a creer en
fantasmas y en lo paranormal de las que tienen fe en cualquier
religi�n organizada.�Una encuesta de Gallup realizada en 2005
mostr� que alrededor de tres de cada cuatro estadounidenses
profesan al menos una creencia paranormal.�[vi]
�
Esta es una enorme cantidad de experiencia "paranormal" y
creencia - todo ello en funci�n de la existencia de otros
niveles de la realidad, sin que dicha experiencia pueda s�lo ser
etiquetada como ilusi�n y fantas�a.
�
Mientras que el esc�ptico fan�tico encontrar�a irresistible tal
comodidad y conveniencia no son nuestros objetivos aqu�.�
�
�Sab�as que de diagn�stico de la American Psychiatric
Association Manual Estad�stico de los Trastornos Mentales (DSM)
de la Asociaci�n Psiqui�trica Estadounidense ahora se ha
modificado para que la gente realmente ps�quica ya no sean
considerados "perturbados"?�[vii]
�
�
�
Intuici�n y Creatividad�
Srinivasa Ramanujan�(nacido en la India, 1887-1920) ha
sido llamado el hombre m�s extra�o de todo lo matem�tico,
probablemente en toda la historia de la ciencia.
�
Trabajando aislado de sus compa�eros, este genio fue sin ayuda
de nadie capaz de volver a derivar el valor de cien a�os de matem�ticas occidentales.�Como informa Michio Kaku en
Hiperespacio, la tragedia de su vida es que gran parte de su
trabajo fue desperdiciado redescubriendo la matem�tica
conocida.�[viii]
�
Lo m�s interesante para nosotros, dijo Ramanujan, era que la
diosa Namakkal le inspir� en sus sue�os. En otras palabras, la
fuente de su genio creativo era ese otro reino dentro de su
sue�o, en lugar de la conciencia ordinaria de vigilia.
�
�Existe un v�nculo entre este otro reino de los fen�menos del
sue�o y paranormales?�A primera vista, tal presunci�n parece ser
una extensi�n, pero la reserva del juicio es muy recomendable en
este punto.
�
Carl Jung�(abajo)
una vez dijo:
"Las im�genes y las ideas que contienen los sue�os, posiblemente no pueden explicarse �nicamente en t�rminos de
memoria. Expresan nuevos pensamientos que a�n no han
alcanzado el umbral de la conciencia."�[ix]
�
�
�
Ramanujan parece proporcionar un excelente ejemplo del tipo de
acceso a la informaci�n no ordinaria, la cual los investigadores
paranormales rusos podr�an llamar hiper-comunicaci�n, y �l no es
el �nico entre los especialistas, pioneros, gigantes de la
ciencia, y los llamados gente normal.
�
De hecho, el psiquiatra e investigador pionero de la conciencia�Stanislav
Grof�encontr� que durante experiencias con LSD, sus propios
pacientes eran capaces de acceder al "inconsciente colectivo",
obteniendo conocimiento muy espec�fico, preciso y detallado.
�
En el programa de entrenamiento de LSD para los cient�ficos, se
produjeron conocimientos relevantes en campos tan diversos como,
Ramanujan, suponiendo que realmente recibi� f�rmulas detalladas
en sus sue�os a trav�s del subconsciente, ofrece quiz�s alguna
indicaci�n de cu�n preciso y detallado puede ser este
conocimiento.
�
Como veremos, estas ideas que desaf�an los puntos de vista
freudiano y newtoniano-cartesiano (reduccionista) de la
cosmovisi�n/es abundan en la literatura.
�
En 1862 el qu�mico�Friedrich August von Kekul�
famosamente lleg� a la soluci�n para la f�rmula qu�mica
del benceno en un sue�o en el que vio el anillo de benceno en la
forma de una serpiente que se muerde la cola - un s�mbolo
arquet�pico en s� mismo - el Ouroburos.
�
En una suprema iron�a hist�rica, los principios de Descartes de
lo que finalmente se convirti� en la filosof�a mecanicista se
originaron a partir de un sue�o en la v�spera del d�a de San Martin de 1619 en la que el "�ngel de la Verdad", le explic� que
las matem�ticas eran la clave para desentra�ar los secretos de
la Naturaleza!�[xi]
�
Del mismo modo,
Nikola Tesla�construy�
el generador el�ctrico... despu�s de que el dise�o completo del
mismo se le apareci� en gran detalle en una visi�n.
�
El dise�o para el experimento que llev� al descubrimiento
ganador del Premio Nobel de la transmisi�n qu�mica de los
impulsos nerviosos le ocurri� al fisi�logo Otto Leowi mientras
dorm�a.
�
Albert Einstein descubri� los principios b�sicos de su teor�a
especial de la relatividad en un estado inusual de la mente,�de
acuerdo con su descripci�n, la mayor�a de las ideas vinieron a
�l en forma de sensaciones kinest�sicas.�[xii]
Einstein hab�a dicho:
"La tarea suprema del f�sico es llegar a esas leyes elementales
universales desde donde el cosmos puede ser construido por pura
deducci�n.
�
No hay un camino l�gico para estas leyes,�s�lo la intuici�n, que
descansa sobre la comprensi�n simp�tica de la experiencia, puede
llegar a ellos". [xiii]
Muchos de los grandes cient�ficos han dicho cosas muy similares.
�
A partir de la nada, una visi�n o comprensi�n reveladora los
golpea, como si de repente la descargaran en sus mentes desde
alg�n repositorio conceptual esot�rico.�
�
Es interesante que
muchas personas se encuentran en sue�os l�cidos pudiendo
aprender habilidades que se traducen directamente en la vida
real de vigilia o que pueden resolver problemas en estado de
sue�o consciente, que en el mundo f�sico los hab�a confundido, y
por otra parte, estas soluciones realmente funcionan.�[
xiv]
�
Francis Crick�estaba
bajo la influencia del LSD en 1953 en el momento en que percibi�
la forma de doble h�lice y desenmara��la
estructura del ADN.�[xv]
�
El qu�mico�D.I. Mendeleyev�vio toda su tabla peri�dica de
los elementos de una noche en un sue�o.�Y, por supuesto, muchos
de los mejores y m�s exitosos artistas musicales de la historia
llegaron a su mejor material bajo la influencia de una droga u
otra.�
�
Oprah Winfrey�dice,
"Mis habilidades empresariales han venido de ser guiado por mi
yo interior - mi intuici�n."�[xvi]
Ella no est� sola entre la abundante financieramente.
�
Los investigadores han probado a exitosos directores generales
de las empresas por su capacidad de ver el futuro, como por
ejemplo mediante la predicci�n de una serie de n�meros que ser�n
mostrados m�s adelante.
�
Encontraron que los directores generales que son buenos en esto
suelen ser aquellos que tambi�n son muy exitosos en el manejo de
sus empresas, mientras que los directores generales que no
tienen esta capacidad tienden a tener tasas de �xito mediocre en
sus corporaciones.
"En un estudio," dice el Dr. Larry Dossey, "experimentadores
fueron capaces de predecir de antemano los m�s exitosos balances
de las empresas por lo bien que los directores ejecutivos
salieron en pruebas que med�an su capacidad de predecir el
futuro, como una cadena de n�meros que ser�n mostrados m�s
adelante ".�[xvii]
En 1982, el St. Louis Business Journal prob� c�mo le ir�a a un
ps�quico contra agentes profesionales de la bolsa durante un
per�odo de seis meses, e inform� que el ps�quico, que no ten�a
entrenamiento formal en las operaciones del mercado de valores o
de an�lisis, super� a 18 de 19 corredores de bolsa
profesionales.
�
Durante el per�odo de prueba, el Promedio del Dow Jones
Industrial cay� un 8%, pero las acciones de los ps�quicos
subieron un promedio de 17,2%, mientras que el �nico corredor
que le gan� logr� el 17,4%.�[xviii]
�
El grupo de investigaci�n del pes f�sico e investigador
Russel Targ�de
Delphi Asociados logr� pronosticar ps�quicamente durante nueve
semanas consecutivas las fluctuaciones en los mercados de
futuros mercados de productos b�sicos de plata, gan�ndoles un
ordenado 120,000 d�lares.�[xix]
�
Las t�cnicas pes * est�n desempe�ando un papel cada vez m�s
importante de Wall Street, seg�n fuentes de�Dean Radin.�[xx]
�
�
*�Pes es un t�rmino para los fen�menos parapsicol�gicos (ocultos) que
se derivan del griego, pes, vig�sima tercera letra del alfabeto
griego,�de la psique griega, "mente, alma." Utilizada por
primera vez en un contexto parapsicol�gico por el bi�logo B.P.
Wiesner, fue primero utilizado en forma impresa por el psic�logo
brit�nico Robert Thouless en 1942.
�
�
En 1987�Richard S. Broughton, el cient�fico y ex
presidente de la Asociaci�n de Parapsicolog�a, se�al� la
naturaleza de servicio de pes y la ventaja competitiva que
proporciona a menudo en la�lucha por la supervivencia�- los darwinistas se regocijan�[xxi]
Muchos cient�ficos han tenido profundas intereses en campos m�s
all� del alcance de la ciencia de su �poca.
�
Por ejemplo,�Isaac Newton�fue un alquimista obsesivo�[xxii]�y
mas�n en busca de la manera de transformar la conciencia,�Thomas
Edison�construy� m�quinas para tratar de facilitar la
comunicaci�n con los muertos, y�Marie Curie�asisti� a
sesiones de espiritismo.
�
La lista de estos eminentes cient�ficos con intereses
entusiastas en lo paranormal sigue y sigue.
�
�Es una sugerencia cre�ble que todos ellos estaban simplemente
enga�ados en la prosecuci�n de estas �reas por astutos
charlatanes o, pensamiento ilusorio?�Estamos a punto de ver que
claramente es m�s que esto.
�
Incluso�Freud, cuya actitud hacia el ocultismo era
originalmente negativa, cambi� de tono cuando madur� y aprendi�
m�s sobre �l, sugiriendo, en un documento de 1949 llamado�Psicoan�lisis
y Telepat�a, una uni�n entre psicoanalistas y ocultistas:
"[U] no podr�a esperar una simpat�a mutua entre los dos... Una
alianza de, y una colaboraci�n entre el psicoan�lisis y los
ocultistas parecer�a ser plausible y prometedor."�[xxiii]
�Qu� pasa con aquellos cient�ficos y profesionales de hoy en d�a
que tienen experiencias en el reino "paranormal"?
�
Brian Weiss�,
psiquiatra, terapeuta y autor, escribi�:
El respetado presidente de un departamento cl�nico importante en
mi hospital es un hombre que es admirado internacionalmente por
su experiencia.�Le habla a su padre fallecido, quien varias
veces lo ha protegido de un grave peligro.
�
Otro profesor tiene sue�os que proporcionan los pasos que faltan
o soluciones a sus complejos experimentos de investigaci�n.�Los
sue�os son siempre correctos.
�
Otro bien conocido m�dico general sabe qui�n le est� llamando
por tel�fono antes de que �l conteste...�[xxiv]
Si estas ideas provienen de un solo hombre, imagine qu� otra
cosa podr�amos estar perdiendo.
�
�
�
�
No hay vacas sagradas
Con tanta gente (muchos son de hecho ic�nicos personajes
hist�ricos) experimentan lo no est�n supuestos a experimentar,
el individuo razonable podr�a ser perdonado por preguntarse si
hay algo m�s a la conciencia que nuestros paradigmas
materialistas nos ellos quieren hacer creer.
�
�
Podemos ir m�s all� de cuestionar la legitimidad de las asumidas
teor�as materialistas ortodoxas que reducen la conciencia a un
mero epifen�meno (subproducto) de la materia f�sica (el cerebro)
e incluso - Dios no lo quiera - sugieren que no s�lo son
meramente incompletas, sino que son en realidad tipos de
supersticiones en s� mismas.
�
W. Heitler,
f�sico te�rico de la Universidad de Zurich, as� lo cree y dice
en su libro�El hombre y la ciencia:
La creencia en un universo mecanicista es una superstici�n
moderna... basado en una serie m�s o menos extensa de hechos
correctos, hechos que posteriormente son generalizados sin
justificaci�n, y, finalmente, tan distorsionados que se
vuelven grotescos...
�
La "superstici�n de las brujas" les cost� a innumerables
mujeres inocentes su vida, de la manera m�s cruel.
�
La superstici�n mecanicista es m�s peligrosa... Cuando una
vez que hemos llegado a un punto de ver en el hombre
meramente un compleja m�quina compleja, �qu� importa si lo
destruimos?�[xxv]
El proceso de generalizar sin justificaci�n, como Heitler lo
pone, es esencialmente el proceso de la l�gica inductiva que es
el pan y la mantequilla proverbial de la ciencia te�rica, a
partir de datos o conceptos particulares y luego extrapolarlo o
derivar generalizaciones m�s amplias (que pueden o no pueden ser
exactas).
�
Como veremos con las perspectivas mecano-materialistas, muchas
de estas amplias generalizaciones son inexactas.
�
Un ejemplo:
los cient�ficos descubren que los estados de ondas
cerebrales y procesos neuroqu�micos afectan y alteran los
estados de conciencia y percepci�n.
�
A partir de esto, el cient�fico materialista llega a la
conclusi�n (interpreta) que la conciencia es, por tanto, un
fen�meno enteramente basado en el cerebro.�La l�gica
inductiva es una gran manera de equivocarse sin dejar de ser
completamente l�gico dentro de un marco determinado.
La l�gica deductiva funciona a la inversa:
usted comienza con conclusiones/premisas m�s amplias y trata
de sacar los hechos m�s detallados.
Esto tambi�n, obviamente, tiene sus limitaciones.
�
Usted podr�a cometer el error opuesto. Por ejemplo, alguien
tiene una "experiencia fuera del cuerpo" y concluye que, puesto
que todav�a pod�an percibir mientras estaba completamente
separado del cerebro y el cuerpo, por lo tanto, el cerebro no
tiene nada que ver con la conciencia humana.�Este es un ejemplo
tonto, pero puede ilustrar el punto.
�
Por cierto, la palabra tibetana para el cuerpo es�l�,
que significa�algo que dejas atr�s, como�equipaje�.�[xxvi]
�
�Podr�an
los tibetanos saber algo que nosotros los occidentales
sofisticados no sabemos?�
�
Expondr� con confianza desde el primer momento que la conciencia
no surge del cerebro.�Sin embargo, una vez anclado por el
cerebro, el cerebro interviene en la experiencia consciente (a
menos que la conciencia est� completamente separada del cerebro
como en la "experiencia cercana a la muerte", en particular, la
que nos ocuparemos m�s adelante).
"�S�! Dice el te�rico cu�ntico, porque al cambiar el aparato
de medici�n ciertamente cambia aquello que puede ser medido,
y por lo tanto, cambia el evento."�[xxvii]
El
Investigador canadiense del cerebro y especialista, Dr.�Michael
Persinger�, quien descubri� conexiones entre campos�electromagn�ticos y cambios en el l�bulo temporal del cerebro (EM), estableci� que
la exposici�n a campos magn�ticos d�biles puede inducir estados
alterados de conciencia que recuerdan experiencias ps�quicas y
m�sticas, la detecci�n de una "presencia", experiencias de
"Dios", y otros efectos f�sicos.
�
El l�bulo temporal ha sido vinculado a experiencias fuera del
cuerpo y experiencias m�sticas, as� como a sentimientos de
disociaci�n y alucinaciones, por el neurocient�fico�Peter
Brugger�.�[xxviii]
�
Este tipo de estudios en el naciente campo de la neuro-teolog�a
muestran, de hecho, la mediaci�n de la experiencia consciente
por el cerebro, pero deducir de estos hechos que el cerebro
realmente genera conciencia donde antes no hab�a ninguna es un
salto injustificado y contraproducente de fe.�
�
El cerebro act�a, como lo han puesto autores como Grof, como una
"v�lvula de reducci�n" de la conciencia, ajust�ndola y
alter�ndola, actuando como un conducto en lugar del generador.
�
Por
ejemplo:
estudios en las experiencias cercanas a la muerte (tratadas
aqu�, pero en mayor profundidad en 'La Gran Ilusi�n 2')
revelan los estados trascendentes de conciencia pueden ser
experimentados por personas que est�n cl�nicamente muertas,
sin la funci�n cerebral o se�ales de vida en todo.
Ofreciendo validez a sus afirmaciones, muchos han regresado con
informaci�n verdadera obtenida mientras estaban muertos (a veces
desde lugares distantes) que ellos - a la que ellos, de acuerdo
con la teor�a del cerebro-como-generador - no deber�an haber
tenido conocimiento, y mucho menos acceso.
�
Del mismo modo, el respetado ingeniero inform�tico y autor�Bernardo
Kastrup�se�ala que, contrariamente a la creencia aceptada,
los psicod�licos producen "alucinaciones", no mediante la
estimulaci�n de la actividad cerebral, sino reduci�ndola.
"La reducci�n de la actividad del cerebro afecta el
mecanismo de filtro/localizaci�n, permitiendo escapar
temporal y parcialmente su atrapamiento y acercarse a
percibir la realidad como realmente es."�[xxix]
Seg�n el elocuente metaf�sico y co-fundador de la teosof�a de
Helena Petrovna Blavatsky, el profesor�George T. Ladd�,
un psic�logo y fil�sofo, observ� a finales de 1800 que el,
"Supuesto de que la mente es un ser real, con el que el
cerebro puede actuar, y que puede actuar en el cuerpo a
trav�s del cerebro, es el �nico compatible con todos los
hechos de experiencia."�[xxx]
Nada ha cambiado desde entonces.
�
M�s recientemente, la revelaci�n del f�sico�Amit Goswami era que �l hab�a estado buscando en vano una descripci�n de la
conciencia dentro de la ciencia, cuando,
"en cambio, lo que yo y otros tenemos que buscar es una
descripci�n de la ciencia dentro de la conciencia."�[xxxi]
Era (y es), de hecho, el primer enfoque que se hab�a metido
tanto en el camino de avanzar nuestra comprensi�n de la
conciencia.
�
El fallecido compa�ero f�sico Evan Walker fue m�s espec�fico,
al comentar que,
"La comprensi�n de los fen�menos pes y de conciencia deben
constituir la base de una mejor comprensi�n de la mec�nica
cu�ntica." [xxxii]
�
�
�
Notas finales
[i] Ver Penrose, Shadows of the Mind.
[ii] Colin Wilson, The Occult, Introduction.
[iii] Rudhyar, Culture, Crisis and Creativity, 27.
[iv]
www.abc.net.au/science/news/stories/2006/1791144.htm
[v] Grosso, Experiencing the Next World Now, xv�xvi.
[vi] Jones, PSIence, 24.
[vii] Atwater, The Big Book of Near-Death Experiences, 141.
[viii] Ver Kaku, Hyperspace.
[ix] Jung, Man and His Symbols.
[x] Grof, LSD Psychotherapy, 261.
[xi] Sheldrake, The Presence of the Past, 25.
[xii] Grof, LSD Psychotherapy, 261. See also R.A. Wilson,
Cosmic Trigger, Part 1, for some fascinating background on
Tesla and his insights.
[xiii] Einstein,
Principles of Research,
1918.
[xiv] See LaBerge & Rheingold, Exploring the World of Lucid
Dreaming, 8, 9.
[xv] Hancock, Supernatural, 281�3.
[xvi] Larry Dossey interview in New Dawn, Special Issue No.
9.
[xvii] Ibid.
[xviii] Mishlove, The Roots of Consciousness, 249�50. Ebook.
[xix] Targ, Why I Believe in ESP & Why You Should Too, New
Dawn Special Issue 6(4), 2012.
[xx] Radin,
The Conscious Universe,
223.
[xxi] Jones, 205.
[xxii] See White, Isaac Newton.
[xxiii]
Ancient and Modern Science:
Psychology: Part VII. Theosophy, 83(11), 1995.
[xxiv] Weiss, Many Lives, Many Masters, 128�9.
[xxv]
Quoting from Man and Science
by W. Heitler. Taken to its extreme, Darwinian theory was
the state-sanctioned science adopted and promoted by Nazi
Germany's �Aryan� ruling class. (Lipton & Bhaerman, 117.)
[xxvi] Sogyal Rinpoche, The Tibetan Book of Living and
Dying, 20.
[xxvii] Goswami, The Self-Aware Universe, 170.
[xxviii] Jones, 76.
[xxix] Ver Kastrup.
[xxx] Blavatsky,
Studies in Occultism.
[xxxi] Ver Goswami,
The Self-Aware Universe.
[xxxii] Schoch & Yonavjak, The Parapsychology Revolution,
114�15.