por�Brendan D. Murphy
6 Abril 2015

del Sitio Web�GlobalFreedomMovement

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Con tanta gente (muchos son de hecho ic�nicos personajes hist�ricos) que experimentan lo que supuestamente no deber�an, el individuo razonable podr�a ser perdonado por preguntarse si hay algo m�s a la conciencia de lo que nuestros materialistas paradigmas nos quieren hacer creer.

�Podemos ir m�s all� de cuestionar la legitimidad de las supuestas teor�as materialistas ortodoxas que reducen la conciencia a un mero epifen�meno (subproducto) de la materia f�sica (el cerebro) e incluso - ojala no sea as� - sugieren que ellas no son meramente incompletas, sino que en realidad son tipos de supersticiones en s� mismas?

La Cuesti�n de la Conciencia por Brendan D. Murphy, autor�THE GRAND ILLUSION: A SYNTHESIS OF SCIENCE AND SPIRITUALITY � BOOK 1

El siguiente pasaje es un extracto del cap�tulo 1 de 'La Gran Ilusi�n':

Etimol�gicamente, la palabra conciencia se deriva de la palabra�scire�(saber) y�cum�o�con�(con).�La conciencia es "conocer con".

As� que si usted, la persona, conoce (sabe o est� al tanto),

  • �Con qui�n est� usted haciendo cognici�n?

  • �Hay m�s conciencia que el ego freudiano y el inconsciente?

El f�sico matem�tico�Roger Penrose�ha escrito:

Una visi�n del mundo cient�fico que no llega profundamente a t�rminos con el problema de la mente consciente no puede tener pretensiones serias de lo completo...�

Yo sostengo que todav�a no hay una teor�a f�sica, biol�gica, o de c�lculo que se acerque mucho a explicar nuestra conciencia o inteligencia.�[i]

De hecho, en el pasado (�y a�n hoy en d�a?), algunos cient�ficos hab�an tomado la posici�n absurda de que la conciencia es una ilusi�n.

Esto, mientras proporciona una raz�n absurda para ignorar el problema de la conciencia, obviamente falla en saciar la curiosidad de curiosos sobre c�mo hemos llegado hasta aqu� y qu� estamos haciendo aqu� como seres conscientes.

La filosof�a materialista como la conocemos - derivada de la visi�n mecanicista del mundo - m�s o menos desde el amanecer de la Era de la Raz�n, en la d�cada de 1700, manten�a firmemente que lo que llamamos experiencia surge �nicamente como un subproducto del funcionamiento interno del cerebro.�Sin cerebro, no hay conciencia.

Pero, �es realmente as� de simple?��Qu� pasa con las funciones de la conciencia que parecen trascender los l�mites craneales de nuestras cabezas?

La edad de la raz�n dijo que estas fuerzas hab�an existido en la imaginaci�n del hombre, s�lo la raz�n podr�a mostrar al hombre la verdad sobre el universo.

"El problema era que�, seg�n Colin Wilson, "el hombre se convirti� en un pigmeo del pensamiento, y el mundo de los racionalistas era un lugar de luz del d�a en el que el aburrimiento, la trivialidad y la ordinariez eran las verdades finales."�[ii]

La edad de la raz�n glorificaba al racionalista, que, enamorado de sus interminables meditaciones lineales, fue cegado a las facultades de la conciencia que realmente les trascend�a: facultades que le habr�an permitido no s�lo filosofar acerca de los niveles m�s profundos de la realidad, sino que realmente acceder a ellos.

"Esta es la gran tragedia del hombre moderno", escribi� el ocultista, fil�sofo y compositor Dane Rudhyar.

"Su muy aclamado esp�ritu cient�fico lo libera de las compulsiones de estados sub-racionales y subconscientes de la mente, s�lo para vincularlo a un vac�o racionalismo y un cuantitativo intelecto anal�tico, los cuales en realidad lo entierran en un sarc�fago lleno de s�lo el mimetismo de la vida.

Este sarc�fago es la 'megal�polis' - la monstruosa ciudad."�[iii]

Pero algo se mueve en las entra�as de la jungla de asfalto.

Una encuesta internacional en l�nea de experiencias paranormales se encontr� con una abrumadora respuesta, seg�n investigadores australianos en 2006. La encuesta, sobre los fen�menos que no se pueden explicar mediante las actuales "leyes" de la ciencia, es realizado por investigadores de la Universidad de Monash en Melbourne.

Una reciente (para esa �poca) encuesta de Gallup revel� que el 75% de los estadounidenses sostienen al menos una creencia paranormal, y un sondeo peri�dico del Reino Unido mostr� que el 60% de los brit�nicos acepta la existencia de lo paranormal, dicen los investigadores.�Seg�n los investigadores, la encuesta no es acerca de creencias o de si existen fen�menos parapsicol�gicos, sino que es sobre lo que las personas han experimentado y el impacto que ha tenido en sus vidas.�

Unas 2,000 personas se hab�an puesto en contacto a trav�s de Internet en el lapso de seis semanas del comienzo de la encuesta.

Un incre�ble 96% de los encuestados afirman haber tenido al menos un roce con lo paranormal.

El ejercicio tiene por objeto medir la frecuencia, el efecto y la edad de aparici�n de fen�menos inexplicables como premoniciones, episodios fuera del cuerpo y cercanas a la muerte, telepat�a y apariciones.

Los resultados hasta el 2006 mostraron que el 70% de los encuestados cree que un evento inexplicable cambi� sus vidas, en su mayor�a de una manera positiva.

Alrededor del 70% tambi�n afirman haber visto, o�do, o haber sido tocados por un animal o persona que no estaba all�, el 80% afirma haber tenido una premonici�n, y casi el 50% record� una vida anterior.�[iv]�En mayo de 2000, la Revista Dominical del New York Times public� los resultados de una encuesta realizada por Blum y Weprin Asociados. Un enorme 81% dijeron que cre�an en la vida despu�s de la muerte.[v]

Pr�cticamente todas estas creencias insin�an (y requieren con el fin de ser ciertas) la existencia de otros reinos - otros �mbitos en los que la conciencia puede funcionar.

Una encuesta en 2005 realizada por la sociedad paranormal escocesa mostr� que m�s personas son propensas a creer en fantasmas y en lo paranormal de las que tienen fe en cualquier religi�n organizada.�Una encuesta de Gallup realizada en 2005 mostr� que alrededor de tres de cada cuatro estadounidenses profesan al menos una creencia paranormal.�[vi]

Esta es una enorme cantidad de experiencia "paranormal" y creencia - todo ello en funci�n de la existencia de otros niveles de la realidad, sin que dicha experiencia pueda s�lo ser etiquetada como ilusi�n y fantas�a.

Mientras que el esc�ptico fan�tico encontrar�a irresistible tal comodidad y conveniencia no son nuestros objetivos aqu�.�

�Sab�as que de diagn�stico de la American Psychiatric Association Manual Estad�stico de los Trastornos Mentales (DSM) de la Asociaci�n Psiqui�trica Estadounidense ahora se ha modificado para que la gente realmente ps�quica ya no sean considerados "perturbados"?�[vii]


Intuici�n y Creatividad�

Srinivasa Ramanujan�(nacido en la India, 1887-1920) ha sido llamado el hombre m�s extra�o de todo lo matem�tico, probablemente en toda la historia de la ciencia.

Trabajando aislado de sus compa�eros, este genio fue sin ayuda de nadie capaz de volver a derivar el valor de cien a�os de matem�ticas occidentales.�Como informa Michio Kaku en Hiperespacio, la tragedia de su vida es que gran parte de su trabajo fue desperdiciado redescubriendo la matem�tica conocida.�[viii]

Lo m�s interesante para nosotros, dijo Ramanujan, era que la diosa Namakkal le inspir� en sus sue�os. En otras palabras, la fuente de su genio creativo era ese otro reino dentro de su sue�o, en lugar de la conciencia ordinaria de vigilia.

�Existe un v�nculo entre este otro reino de los fen�menos del sue�o y paranormales?�A primera vista, tal presunci�n parece ser una extensi�n, pero la reserva del juicio es muy recomendable en este punto.

Carl Jung�(abajo) una vez dijo:

"Las im�genes y las ideas que contienen los sue�os, posiblemente no pueden explicarse �nicamente en t�rminos de memoria. Expresan nuevos pensamientos que a�n no han alcanzado el umbral de la conciencia."�[ix]

Ramanujan parece proporcionar un excelente ejemplo del tipo de acceso a la informaci�n no ordinaria, la cual los investigadores paranormales rusos podr�an llamar hiper-comunicaci�n, y �l no es el �nico entre los especialistas, pioneros, gigantes de la ciencia, y los llamados gente normal.

De hecho, el psiquiatra e investigador pionero de la conciencia�Stanislav Grof�encontr� que durante experiencias con LSD, sus propios pacientes eran capaces de acceder al "inconsciente colectivo", obteniendo conocimiento muy espec�fico, preciso y detallado.

En el programa de entrenamiento de LSD para los cient�ficos, se produjeron conocimientos relevantes en campos tan diversos como,

  • cosmog�nesis

  • la naturaleza del espacio y el tiempo

  • la f�sica subat�mica

  • etolog�a

  • psicolog�a animal

  • historia

  • antropolog�a

  • sociolog�a

  • pol�tica

  • religi�n comparativa

  • filosof�a

  • gen�tica

  • obstetricia

  • medicina psicosom�tica

  • psicolog�a

  • psicopatolog�a

  • tanatolog�a�[x]

Ramanujan, suponiendo que realmente recibi� f�rmulas detalladas en sus sue�os a trav�s del subconsciente, ofrece quiz�s alguna indicaci�n de cu�n preciso y detallado puede ser este conocimiento.

Como veremos, estas ideas que desaf�an los puntos de vista freudiano y newtoniano-cartesiano (reduccionista) de la cosmovisi�n/es abundan en la literatura.

En 1862 el qu�mico�Friedrich August von Kekul� famosamente lleg� a la soluci�n para la f�rmula qu�mica del benceno en un sue�o en el que vio el anillo de benceno en la forma de una serpiente que se muerde la cola - un s�mbolo arquet�pico en s� mismo - el Ouroburos.

En una suprema iron�a hist�rica, los principios de Descartes de lo que finalmente se convirti� en la filosof�a mecanicista se originaron a partir de un sue�o en la v�spera del d�a de San Martin de 1619 en la que el "�ngel de la Verdad", le explic� que las matem�ticas eran la clave para desentra�ar los secretos de la Naturaleza!�[xi]

Del mismo modo,

Nikola Tesla�construy� el generador el�ctrico... despu�s de que el dise�o completo del mismo se le apareci� en gran detalle en una visi�n.

El dise�o para el experimento que llev� al descubrimiento ganador del Premio Nobel de la transmisi�n qu�mica de los impulsos nerviosos le ocurri� al fisi�logo Otto Leowi mientras dorm�a.

Albert Einstein descubri� los principios b�sicos de su teor�a especial de la relatividad en un estado inusual de la mente,�de acuerdo con su descripci�n, la mayor�a de las ideas vinieron a �l en forma de sensaciones kinest�sicas.�[xii]

Einstein hab�a dicho:

"La tarea suprema del f�sico es llegar a esas leyes elementales universales desde donde el cosmos puede ser construido por pura deducci�n.

No hay un camino l�gico para estas leyes,�s�lo la intuici�n, que descansa sobre la comprensi�n simp�tica de la experiencia, puede llegar a ellos". [xiii]

Muchos de los grandes cient�ficos han dicho cosas muy similares.

A partir de la nada, una visi�n o comprensi�n reveladora los golpea, como si de repente la descargaran en sus mentes desde alg�n repositorio conceptual esot�rico.�

Es interesante que muchas personas se encuentran en sue�os l�cidos pudiendo aprender habilidades que se traducen directamente en la vida real de vigilia o que pueden resolver problemas en estado de sue�o consciente, que en el mundo f�sico los hab�a confundido, y por otra parte, estas soluciones realmente funcionan.�[ xiv]

Francis Crick�estaba bajo la influencia del LSD en 1953 en el momento en que percibi� la forma de doble h�lice y desenmara��la estructura del ADN.�[xv]

El qu�mico�D.I. Mendeleyev�vio toda su tabla peri�dica de los elementos de una noche en un sue�o.�Y, por supuesto, muchos de los mejores y m�s exitosos artistas musicales de la historia llegaron a su mejor material bajo la influencia de una droga u otra.�

Oprah Winfrey�dice,

"Mis habilidades empresariales han venido de ser guiado por mi yo interior - mi intuici�n."�[xvi]

Ella no est� sola entre la abundante financieramente.

Los investigadores han probado a exitosos directores generales de las empresas por su capacidad de ver el futuro, como por ejemplo mediante la predicci�n de una serie de n�meros que ser�n mostrados m�s adelante.

Encontraron que los directores generales que son buenos en esto suelen ser aquellos que tambi�n son muy exitosos en el manejo de sus empresas, mientras que los directores generales que no tienen esta capacidad tienden a tener tasas de �xito mediocre en sus corporaciones.

"En un estudio," dice el Dr. Larry Dossey, "experimentadores fueron capaces de predecir de antemano los m�s exitosos balances de las empresas por lo bien que los directores ejecutivos salieron en pruebas que med�an su capacidad de predecir el futuro, como una cadena de n�meros que ser�n mostrados m�s adelante ".�[xvii]

En 1982, el St. Louis Business Journal prob� c�mo le ir�a a un ps�quico contra agentes profesionales de la bolsa durante un per�odo de seis meses, e inform� que el ps�quico, que no ten�a entrenamiento formal en las operaciones del mercado de valores o de an�lisis, super� a 18 de 19 corredores de bolsa profesionales.

Durante el per�odo de prueba, el Promedio del Dow Jones Industrial cay� un 8%, pero las acciones de los ps�quicos subieron un promedio de 17,2%, mientras que el �nico corredor que le gan� logr� el 17,4%.�[xviii]

El grupo de investigaci�n del pes f�sico e investigador Russel Targ�de Delphi Asociados logr� pronosticar ps�quicamente durante nueve semanas consecutivas las fluctuaciones en los mercados de futuros mercados de productos b�sicos de plata, gan�ndoles un ordenado 120,000 d�lares.�[xix]

Las t�cnicas pes * est�n desempe�ando un papel cada vez m�s importante de Wall Street, seg�n fuentes de�Dean Radin.�[xx]

*�Pes es un t�rmino para los fen�menos parapsicol�gicos (ocultos) que se derivan del griego, pes, vig�sima tercera letra del alfabeto griego,�de la psique griega, "mente, alma." Utilizada por primera vez en un contexto parapsicol�gico por el bi�logo B.P. Wiesner, fue primero utilizado en forma impresa por el psic�logo brit�nico Robert Thouless en 1942.

En 1987�Richard S. Broughton, el cient�fico y ex presidente de la Asociaci�n de Parapsicolog�a, se�al� la naturaleza de servicio de pes y la ventaja competitiva que proporciona a menudo en la�lucha por la supervivencia�- los darwinistas se regocijan�[xxi]

Muchos cient�ficos han tenido profundas intereses en campos m�s all� del alcance de la ciencia de su �poca.

Por ejemplo,�Isaac Newton�fue un alquimista obsesivo�[xxii]�y mas�n en busca de la manera de transformar la conciencia,�Thomas Edison�construy� m�quinas para tratar de facilitar la comunicaci�n con los muertos, y�Marie Curie�asisti� a sesiones de espiritismo.

La lista de estos eminentes cient�ficos con intereses entusiastas en lo paranormal sigue y sigue.

�Es una sugerencia cre�ble que todos ellos estaban simplemente enga�ados en la prosecuci�n de estas �reas por astutos charlatanes o, pensamiento ilusorio?�Estamos a punto de ver que claramente es m�s que esto.

Incluso�Freud, cuya actitud hacia el ocultismo era originalmente negativa, cambi� de tono cuando madur� y aprendi� m�s sobre �l, sugiriendo, en un documento de 1949 llamado�Psicoan�lisis y Telepat�a, una uni�n entre psicoanalistas y ocultistas:

"[U] no podr�a esperar una simpat�a mutua entre los dos... Una alianza de, y una colaboraci�n entre el psicoan�lisis y los ocultistas parecer�a ser plausible y prometedor."�[xxiii]

�Qu� pasa con aquellos cient�ficos y profesionales de hoy en d�a que tienen experiencias en el reino "paranormal"?

Brian Weiss�, psiquiatra, terapeuta y autor, escribi�:

El respetado presidente de un departamento cl�nico importante en mi hospital es un hombre que es admirado internacionalmente por su experiencia.�Le habla a su padre fallecido, quien varias veces lo ha protegido de un grave peligro.

Otro profesor tiene sue�os que proporcionan los pasos que faltan o soluciones a sus complejos experimentos de investigaci�n.�Los sue�os son siempre correctos.

Otro bien conocido m�dico general sabe qui�n le est� llamando por tel�fono antes de que �l conteste...�[xxiv]

Si estas ideas provienen de un solo hombre, imagine qu� otra cosa podr�amos estar perdiendo.

No hay vacas sagradas

Con tanta gente (muchos son de hecho ic�nicos personajes hist�ricos) experimentan lo no est�n supuestos a experimentar, el individuo razonable podr�a ser perdonado por preguntarse si hay algo m�s a la conciencia que nuestros paradigmas materialistas nos ellos quieren hacer creer.

Podemos ir m�s all� de cuestionar la legitimidad de las asumidas teor�as materialistas ortodoxas que reducen la conciencia a un mero epifen�meno (subproducto) de la materia f�sica (el cerebro) e incluso - Dios no lo quiera - sugieren que no s�lo son meramente incompletas, sino que son en realidad tipos de supersticiones en s� mismas.

W. Heitler, f�sico te�rico de la Universidad de Zurich, as� lo cree y dice en su libro�El hombre y la ciencia:

La creencia en un universo mecanicista es una superstici�n moderna... basado en una serie m�s o menos extensa de hechos correctos, hechos que posteriormente son generalizados sin justificaci�n, y, finalmente, tan distorsionados que se vuelven grotescos...

La "superstici�n de las brujas" les cost� a innumerables mujeres inocentes su vida, de la manera m�s cruel.

La superstici�n mecanicista es m�s peligrosa... Cuando una vez que hemos llegado a un punto de ver en el hombre meramente un compleja m�quina compleja, �qu� importa si lo destruimos?�[xxv]

El proceso de generalizar sin justificaci�n, como Heitler lo pone, es esencialmente el proceso de la l�gica inductiva que es el pan y la mantequilla proverbial de la ciencia te�rica, a partir de datos o conceptos particulares y luego extrapolarlo o derivar generalizaciones m�s amplias (que pueden o no pueden ser exactas).

Como veremos con las perspectivas mecano-materialistas, muchas de estas amplias generalizaciones son inexactas.

Un ejemplo:

los cient�ficos descubren que los estados de ondas cerebrales y procesos neuroqu�micos afectan y alteran los estados de conciencia y percepci�n.

A partir de esto, el cient�fico materialista llega a la conclusi�n (interpreta) que la conciencia es, por tanto, un fen�meno enteramente basado en el cerebro.�La l�gica inductiva es una gran manera de equivocarse sin dejar de ser completamente l�gico dentro de un marco determinado.

La l�gica deductiva funciona a la inversa:

usted comienza con conclusiones/premisas m�s amplias y trata de sacar los hechos m�s detallados.

Esto tambi�n, obviamente, tiene sus limitaciones.

Usted podr�a cometer el error opuesto. Por ejemplo, alguien tiene una "experiencia fuera del cuerpo" y concluye que, puesto que todav�a pod�an percibir mientras estaba completamente separado del cerebro y el cuerpo, por lo tanto, el cerebro no tiene nada que ver con la conciencia humana.�Este es un ejemplo tonto, pero puede ilustrar el punto.

Por cierto, la palabra tibetana para el cuerpo es�l�, que significa�algo que dejas atr�s, como�equipaje�.�[xxvi]

Podr�an los tibetanos saber algo que nosotros los occidentales sofisticados no sabemos?�

Expondr� con confianza desde el primer momento que la conciencia no surge del cerebro.�Sin embargo, una vez anclado por el cerebro, el cerebro interviene en la experiencia consciente (a menos que la conciencia est� completamente separada del cerebro como en la "experiencia cercana a la muerte", en particular, la que nos ocuparemos m�s adelante).

"�S�! Dice el te�rico cu�ntico, porque al cambiar el aparato de medici�n ciertamente cambia aquello que puede ser medido, y por lo tanto, cambia el evento."�[xxvii]

El Investigador canadiense del cerebro y especialista, Dr.�Michael Persinger�, quien descubri� conexiones entre campos�electromagn�ticos y cambios en el l�bulo temporal del cerebro (EM), estableci� que la exposici�n a campos magn�ticos d�biles puede inducir estados alterados de conciencia que recuerdan experiencias ps�quicas y m�sticas, la detecci�n de una "presencia", experiencias de "Dios", y otros efectos f�sicos.

El l�bulo temporal ha sido vinculado a experiencias fuera del cuerpo y experiencias m�sticas, as� como a sentimientos de disociaci�n y alucinaciones, por el neurocient�fico�Peter Brugger�.�[xxviii]

Este tipo de estudios en el naciente campo de la neuro-teolog�a muestran, de hecho, la mediaci�n de la experiencia consciente por el cerebro, pero deducir de estos hechos que el cerebro realmente genera conciencia donde antes no hab�a ninguna es un salto injustificado y contraproducente de fe.�

El cerebro act�a, como lo han puesto autores como Grof, como una "v�lvula de reducci�n" de la conciencia, ajust�ndola y alter�ndola, actuando como un conducto en lugar del generador.

Por ejemplo:

estudios en las experiencias cercanas a la muerte (tratadas aqu�, pero en mayor profundidad en 'La Gran Ilusi�n 2') revelan los estados trascendentes de conciencia pueden ser experimentados por personas que est�n cl�nicamente muertas, sin la funci�n cerebral o se�ales de vida en todo.

Ofreciendo validez a sus afirmaciones, muchos han regresado con informaci�n verdadera obtenida mientras estaban muertos (a veces desde lugares distantes) que ellos - a la que ellos, de acuerdo con la teor�a del cerebro-como-generador - no deber�an haber tenido conocimiento, y mucho menos acceso.

Del mismo modo, el respetado ingeniero inform�tico y autor�Bernardo Kastrup�se�ala que, contrariamente a la creencia aceptada, los psicod�licos producen "alucinaciones", no mediante la estimulaci�n de la actividad cerebral, sino reduci�ndola.

"La reducci�n de la actividad del cerebro afecta el mecanismo de filtro/localizaci�n, permitiendo escapar temporal y parcialmente su atrapamiento y acercarse a percibir la realidad como realmente es."�[xxix]

Seg�n el elocuente metaf�sico y co-fundador de la teosof�a de Helena Petrovna Blavatsky, el profesor�George T. Ladd�, un psic�logo y fil�sofo, observ� a finales de 1800 que el,

"Supuesto de que la mente es un ser real, con el que el cerebro puede actuar, y que puede actuar en el cuerpo a trav�s del cerebro, es el �nico compatible con todos los hechos de experiencia."�[xxx]

Nada ha cambiado desde entonces.

M�s recientemente, la revelaci�n del f�sico�Amit Goswami era que �l hab�a estado buscando en vano una descripci�n de la conciencia dentro de la ciencia, cuando,

"en cambio, lo que yo y otros tenemos que buscar es una descripci�n de la ciencia dentro de la conciencia."�[xxxi]

Era (y es), de hecho, el primer enfoque que se hab�a metido tanto en el camino de avanzar nuestra comprensi�n de la conciencia.

El fallecido compa�ero f�sico Evan Walker fue m�s espec�fico, al comentar que,

"La comprensi�n de los fen�menos pes y de conciencia deben constituir la base de una mejor comprensi�n de la mec�nica cu�ntica." [xxxii]

Notas finales

[i] Ver Penrose, Shadows of the Mind.

[ii] Colin Wilson, The Occult, Introduction.

[iii] Rudhyar, Culture, Crisis and Creativity, 27.

[iv] www.abc.net.au/science/news/stories/2006/1791144.htm

[v] Grosso, Experiencing the Next World Now, xv�xvi.

[vi] Jones, PSIence, 24.

[vii] Atwater, The Big Book of Near-Death Experiences, 141.

[viii] Ver Kaku, Hyperspace.

[ix] Jung, Man and His Symbols.

[x] Grof, LSD Psychotherapy, 261.

[xi] Sheldrake, The Presence of the Past, 25.

[xii] Grof, LSD Psychotherapy, 261. See also R.A. Wilson, Cosmic Trigger, Part 1, for some fascinating background on Tesla and his insights.

[xiii] Einstein, Principles of Research, 1918.

[xiv] See LaBerge & Rheingold, Exploring the World of Lucid Dreaming, 8, 9.

[xv] Hancock, Supernatural, 281�3.

[xvi] Larry Dossey interview in New Dawn, Special Issue No. 9.

[xvii] Ibid.

[xviii] Mishlove, The Roots of Consciousness, 249�50. Ebook.

[xix] Targ, Why I Believe in ESP & Why You Should Too, New Dawn Special Issue 6(4), 2012.

[xx] Radin, The Conscious Universe, 223.

[xxi] Jones, 205.

[xxii] See White, Isaac Newton.

[xxiii] Ancient and Modern Science: Psychology: Part VII. Theosophy, 83(11), 1995.

[xxiv] Weiss, Many Lives, Many Masters, 128�9.

[xxv] Quoting from Man and Science by W. Heitler. Taken to its extreme, Darwinian theory was the state-sanctioned science adopted and promoted by Nazi Germany's �Aryan� ruling class. (Lipton & Bhaerman, 117.)

[xxvi] Sogyal Rinpoche, The Tibetan Book of Living and Dying, 20.

[xxvii] Goswami, The Self-Aware Universe, 170.

[xxviii] Jones, 76.

[xxix] Ver Kastrup.

[xxx] Blavatsky, Studies in Occultism.

[xxxi] Ver Goswami, The Self-Aware Universe.

[xxxii] Schoch & Yonavjak, The Parapsychology Revolution, 114�15.