porV.Susan Ferguson

2013

del Sitio WebMetaphysicalMusing

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

A medida que la Internet nos ha tra�do un mayor acceso al mundo, somos a�n m�s conscientes de la brutalidad sin fin de la existencia humana.

En s�nscrito, la palabra placer y el dolor son a menudo escritos en una sola palabra: sukhaduhkha.

La sabidur�a en igualar el placer y el dolor siempre me ha parecido un entendimiento que s�lo pod�a surgir de una civilizaci�n antigua con un sentido profundo, incluso primordial de la historia - una cultura venerable que con el tiempo hab�an experimentado en repetidas ocasiones todas las etapas ineludibles, ineluctables, inevitables de todas las civilizaciones, las recurrencias c�clicas de pureza inicial y la cohesi�n, seguidas por desorden consecuente corrupci�n y decadencia.

A�n as�, la pregunta persiste.

�Por qu� el Creador eligi� hacer de este plano de existencia, este planeta Tierra tan brutal?

  • Los tibetanos llaman el plano de la tierra el Reino de la Resistencia.

  • Los suf�es ven la vida como un crisol sagrado en el que nos formamos, desafiamos, forjamos y templamos.

  • La fe cristiana ve la vida como un valle en el cual cada uno de nosotros caminamos solos, a medida que avanzamos hacia la muerte y el Juicio.

  • Los Shaivites de Cachemira entienden la vida como el Juego [Lila o drama divino] de la Unidad que est� Velada dentro de nosotros - est� disfrutando de todo, incluso de la brutalidad!

El santo y erudito Shaivita de Cachemira,Swami Lakshmanjooha dicho,

"Todo el mundo est� sufriendo. Todo el mundo est� disfrutando del sufrimiento."

Las Redes que Tejemos

La historia revela la capacidad sorprendente del hombre para
la locura de masas y la crueldad demencial.

�Qu� es el bien, el prop�sito del dolor, el sufrimiento, la decadencia y tanta brutalidad extrema?Una respuesta es simplemente que en un universo de polaridad, un extremo de la pureza y la bondad no puede existir sin el otro extremo, es decir, la contaminaci�n y el mal.

En elholograma ilusorio temporal, todo se pudre.Es simple f�sica, o m�s bien metaf�sica.

Una explicaci�n orientada m�s occidental de la finalidad para tales energ�as brutales y destructivas es ofrecido por el lenguaje directo, con los pies en la tierra del fil�sofo americanoEric Hofferen su cl�sico libro astuto y perspicaz, 'El Verdadero Creyente - Reflexiones Sobre la Naturaleza de los Movimientos de Masas�- The True Believer - Thoughts on the Nature of Mass Movements' [1951]:

"Los desechados y rechazados [de cualquier sociedad] a menudo son la materia prima del futuro de una naci�n. Lo que los constructores de piedra rechazan se convierte en la piedra angular de un nuevo mundo. Una naci�n sin heces ni descontentos es ordenada, decente, tranquila y agradable, pero tal vez sin la semilla de lo que vendr�.

No era la iron�a de la historia que los no deseados en los pa�ses de Europa deber�an haber cruzado el oc�ano para construir un mundo nuevo en el continente [norteamericano].S�lo ellos pod�an hacerlo. "

A partir de esta evaluaci�n pragm�tica podemos acercarnos a la idea de que aquellos que consideramos que son la escoria de la sociedad, los perdedores, y las diversas formas de erosi�n de la contaminaci�n, qu�mica o ideol�gica - son, de hecho, el almac�n de semillas de nuevas formas.

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Las bacterias y los virus, que destruyen las c�lulas vivas debilitadas, han estado con nosotros siempre.En un universo c�clico, debe haber energ�as que se desintegran, disuelven y se destruyen.

A menudo, estos se esconden m�s all� de nuestra vista, descomponiendo materia bajo las rocas, en la p�trida baba asquerosa de la basura, o silenciosamente al acecho dentro de nuestros cuerpos humanos.�

"S�lo ellos pod�an hacerlo!"

A veces se encuentran en los descontentos, los alienados, inadaptados que en culpar a otros de sus "vidas estropeadas" [las palabras de Hoffer] el derrocar el orden existente.

Hoffer cuenta a los fan�ticos pol�ticos y religiosos, como Hitler, Lenin y otros entre estos "verdaderos creyentes" que a lo largo de la historia han asesinado a miles de personas en nombre de la verdad.

Eric Hoffer trabaj� en los muelles de San Francisco como estibador en la d�cada de 1940.�

�l era autodidacta y sus experiencias en el mundo del trabajo f�sico combinado con una falta de torre de marfil de acondicionamiento intelectual, que es tan a menudo extra�da de cualquier vida real, y por lo tanto produce una extraordinaria visi�n de la condici�n humana.

Le� por primera vez 'El Verdadero Creyente' en la escuela secundaria, tal vez en 1962, y admito que yo no pod�a y no pude haber entendido eso en aquellos d�as - pero incluso en mis tiernos verdes de la adolescencia, me di cuenta de que hab�a algo profundamente cierto en este libro.

Debido a los recientesrumores de revoluci�n, record� y, por tanto rele� este cl�sico, que fue reeditado en 2010.

Hoffer hace inequ�vocamente claro que lo que motiva al verdadero creyente en el fanatismo es su propia carencia.

Son como �l dice los descontentos, los pobres, los desempleados, los inadaptados, marginados, las minor�as, los j�venes adolescentes, el ambicioso, el obsesionado, impotente en mente o cuerpo, el excesivamente ego�sta, el aburrido y los pecadores.

"... Ellos son totalmente sin reverencia hacia el presente. Ellos ven sus vidas y al presente como estropeado sin remedio y que est�n dispuestos a gastar y desperdiciar:. Ah� su imprudencia y su voluntad al caos y la anarqu�a...

As�, se encuentran entre los primeros reclutas de revoluciones, migraciones masivas, y de los movimientos religiosos, raciales y chovinistas, y ellos imprimen su huella en estos levantamientos y movimientos ", que forman el car�cter de las naciones y la historia.

La brutalidad de la Historia Humana

En su libro '
Comanches - La historia de un pueblo - Comanches - The History of a People' [1974], el historiadorT.R. Fehrenbachnos advierte que ignorando las brutalidades de la historia de la humanidad nos deja vulnerables:

"El hecho de que los estadounidenses, en su mayor�a, tienden a rechazar una visi�n tr�gica de la existencia humana es probablemente la mayor fuente de dificultad en la comprensi�n de la historia de la Am�rica amerindia.

Los pueblos [los comanches] eran totalmente fieles a s� mismos de principio a fin, y esta fidelidad los destruy�.Sus destructores [tanto el espa�ol y los estadounidenses] tambi�n fueron fieles a s� mismos, y no podr�a haber sido de otra manera".

Este ingenuo rechazo para ver la existencia humana como tragedia c�clica y cat�strofe es particularmente americana - y algo que yo s� muy bien despu�s de haber crecido en los Estados Unidos despu�s la Segunda Guerra Mundial.

Yo me cri� con optimismo, sobre "el progreso es nuestro producto m�s importante", y la mentalidad de 'poder hacerlo'.

La obra deEdward Bernayshab�a saturado a mi pa�s en la Avenida Madison de publicidad y propaganda, un bizarro y dominante miasma prevalente y enga�o que fue dise�ado para promover el comercio.

Por supuesto sospechamos de otra manera y las atrocidades en Viet Nam obligaron a la rebeli�n de una generaci�n contra el sistema de creencias prevaleciente.

Una vez m�s de T.R. Fehrenbach:

"La historia es brutal, y el futuro peligro s�lo radica en omitir u oscurecer las continuas brutalidades del hombre. Generaciones que han sido protegidas de las brutalidades del pasado est�n mal equipadas para hacer frente a aquellos de sus propios tiempos.".

La brutalidad es descomposici�n, el catalizador de disoluci�n amenazando todas las formas establecidas.La vida en la Tierra es a menudo una locura de masas.Uno de estos fue la Europa del siglo 14, cuando las plagas conocidas comola Muerte Negraazotaron a miles.

La historiadoraBarbara W. Tuchmanprev� una perspectiva c�clica en su libro, "Un Espejo Distante - El calamitoso siglo 14 - A Distant Mirror - The Calamitous 14th Century" [1978]:

"Los supervivientes de la plaga, encontr�ndose a s� mismos ni destruidos ni mejorados, no pudieron descubrir ning�n prop�sito divino en el dolor que hab�an sufrido.

Los prop�sitos de Dios eran generalmente misteriosos, pero este flagelo hab�a sido demasiado terrible para ser aceptado sin cuestionar.Si un desastre de tal magnitud, el m�s letal jam�s conocido, era un mero acto sin sentido de Dios, o tal vez no la obra de Dios en absoluto, entonces los absolutos de un orden fijo fueron soltados de sus amarras.

Las mentes que se abrieron para dejar estas preguntas podr�an nunca m�s ser cerradas.Una vez que las personas contemplan la posibilidad de cambio en un orden fijo, el fin de una era de comunicaci�n apareci� a la vista, y el turno de la conciencia individual que le esperaba.

En esa medida, la Muerte Negra podr�a haber sido el principio no- reconocido del hombre moderno ".

�Tom� una cat�strofe tan enorme para comenzar la erosi�n del sistema feudal, que durante siglos rob� a la mayor�a de los hombres de su libertad, riqueza y creatividad?

Nosotros, los humanos parecemos capaces de acostumbrarnos a cualquier cosa y tendemos a resistirnos al cambio.Esta compulsi�n de comportamientos repetidos se deriva de lo que se llama las GUNAS en la ense�anza metaf�sica del s�nscrito.

El significado literal de la palabra s�nscritagunases "nudos" - y por lo tanto se refiere a los modos de comportamiento humano que se forman a partir de las acumulaciones de nuestros propios pensamientos y actos, y que nos unen y nos atan, tejiendo nuestra conciencia en el holograma ilusorio temporal.

Nosotros creamos estos nudos durante incontables vidas a medida que pasamos a trav�s de los interminables ciclos de tiempo.

He explicadolas gunasen detalle en art�culos anteriores e incluyen los siguientes enlaces.

"Lo que no deseas hacer, a trav�s de la ilusi�n, es lo que habr�s de hacer..."

Lasgunasson nuestra propia creaci�n y son los modos como-Borgs de nuestras inclinaciones, tendencias y compulsiones que forman nuestra programaci�n gen�tica, nuestra naturaleza humana individual.

Obligados como estamos por nuestras propias "naturalezas" somos impulsados a repetir patrones que nos atraen a ciertas experiencias, para determinados grupos de personas, tal vez v�nculos ancestrales, e incluso nacionalidades, razas y afinidades religiosas.

La mayor�a de nosotrosno tenemos idea de c�mo controlamos estamos por nuestros propios mecanismos de programaci�n, por lo que la mayor�a permanece inconsciente al pasar de una vida a otra.

Todos estamos obligados por nuestrasgunas.

Los textos s�nscritos ense�an que, de hecho, somos impotentes para actuar en contra de nuestra propia naturaleza.

Enel Bhagavad Gita, Krishna le dice a Arjuna a pesar de su renuencia temporal para hacerlo, Arjuna luchar�, porque �l es un guerrero Rajasic y luchar, por lo tanto, es su naturaleza.

"No es lo que no deseas hacer, a trav�s de la ilusi�n,

Deber�s hacer eso
contra tu voluntad, Arjuna,
Obligado por tu propio karma, nacido de su propia naturaleza material ".
Bhagavad Gita, XVIII.60; traducido por Winthrop Sargeant

Nuestro libre albedr�o reside �nicamente en la Ilustraci�n, en la observaci�n y el desapego a nuestras tendencias habituales y compulsiones.

Nos convertimos en,

"El observador, observando lo observado", como dijo el sabio Krishnamurti.

De otra manera nos quedaremos en este universo de polaridad brutal, atrapados en las redes que tejemos enla esclavitud de las ilusionesen ciclos cada vez m�s recurrentes, yuga tras yuga, manvantara despu�s manvantara, kalpa tras kalpa - un mundo sin fin.

Los
ciclos de tiemposon estados de conciencia; son simplemente los estados colectivos de conciencia.Recuerde que nosotros vinimos aqu� voluntariamente para disfrutar el crisol que los tibetanos llaman alReino de la Resistencia.

Fue nuestra elecci�n, por lo que debe ser que en nuestro estado original, esta ubicaci�n del plano de la tierra parec�a una aventura desafiante, una prueba emocionante.

Quiz�s el cansancio con todo, especialmente la brutalidad es una se�al de que estamos de hecho listos para volver a casa!�