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por�Elizabeth
Whitney� del Sitio Web�RealitySandwich�
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � �
� � � Hace unas semanas, hab�a un gran alboroto acerca del fin del�calendario maya. �
La
mayor parte era�desinformaci�n
por�los
medios de comunicaci�n�que
insist�an en referirse a ello como una predicci�n para el�fin
del mundo.�Nadie
que tenga un conocimiento real de la cultura maya dicho nada por
el estilo.�Siendo
los medios de comunicaci�n� qui�n y qu�, hubo poco esfuerzo para
aclarar el significado de la calibraci�n de un punto final en el
tipo de calendario que manten�an los mayas.� �
Una
era mundial es una inmensa estaci�n de conciencia manifestada en
el plano f�sico.�Los
mayas, seres muy avanzados, crearon una cultura f�sica para
ense�ar la conciencia del tiempo, la esencia de lo que es que el
tiempo es conciencia.�Ahora
hemos entrado en la era mundial en la que vamos a aprender y a
vivir esa realidad.� � Tambi�n se podr�a caracterizar como el ciclo en el que nos separamos de la naturaleza.�Literalmente comenz� con la distorsi�n del calendario de su papel primordial como una forma social que armonizaba la actividad humana con el orden sincr�nico de toda la creaci�n en una herramienta para controlar a la humanidad a trav�s del gobierno, la guerra, los impuestos, la deuda y la polic�a. � Los d�as de fiesta - vacaciones - de las antiguas sociedades matriarcales de la anterior era mundial estaban ligados a fen�menos naturales tales como estaciones, idas y venidas celestes � muy similar al punto � de los ritmos del cuerpo femenino.� � Todos nosotros estamos viviendo a trav�s de la transformaci�n de una �poca a otra, de una forma de pensamiento dominante a otra. � Estamos recuper�ndonos de la intensa experiencia de un drama de�oscuridad versus luz al desarrollarse la era de la historia en la lucha por encontrar destellos redentores de armon�a en un mundo cada vez m�s distorsionado.�Esto sigue siendo el mundo que nos saluda diariamente en forma de "noticias": ejemplos horrendos de la humanidad viviendo una psic�tica y suicida misi�n de falta de armon�a en todos los frentes. �
T�cnicamente, nada de eso es una buena noticia, ya que pertenece
a la era mundial que se ha acabado.�Sin
embargo, los consolidados y reactivos h�bitos de los medios de
comunicaci�n siguen sirvi�ndolo al p�blico.� � Usted mantiene bombeando el pedal del acelerador por costumbre, pero el coche est� rodando hasta detenerse.�Cuando la marea cambia, hay un per�odo inicial de caos, a medida que el agua que se ha tirado de un lado se reorganiza para responder a estar siendo tirada en el sentido opuesto.� �
�Qu�
impuls� la previa era mundial? Los pensamientos programados en
el camino en donde el macro-programa de que el tiempo es igual a
dinero (el calendario irregular de doce meses), ya no nutre m�s
a la nueva era mundial - pero al ruidoso coche todav�a le queda
un poco de impulso.� � Las estructuras de la vieja era est�n colapsando. � V�alas irse.
Demasiados tienen muy poco y muy pocos tienen demasiado, y el
inevitable resultado de esa falta de armon�a es el�caos.�(Bedlam�es
una palabra que se deriva del nombre de un hospital psiqui�trico
de Londres.)� � Tal vez ser� m�s como el Hombre Quem�ndose y menos como quemar la casa. �
Estamos viendo el poder de la celebraci�n, meditaci�n y formas
sincronizadas de danza para llevar a cabo la renovaci�n de la
esperanza y la aspiraci�n.�La
largamente suprimida energ�a femenina, una vez encarnada en la
autoridad del tiempo natural est� regresando, as� como tambi�n
est� regresando el Calendario de las 13 Lunas del Tiempo
Natural.� � Las personas sensibles est�n de acuerdo en que las cosas han cambiado y notan el sutil poder de proyectar armon�a personal interna en situaciones sociales.�El apetito por los valores de crianza arquet�picos de lo femenino es innegable.�Estamos cansados de la guerra y la violencia como herramientas para no poder resolver nada. � Es mejor llegar y quitar el dolor que infligir m�s dolor.�
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La
armonizaci�n de todos los seres con el orden sincr�nico del
universo es la invitaci�n que abrir� nuestra conciencia a
inmenso campo de inteligencia c�smica que nos rodea.� � � � |
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