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traducci�n de
Adela Kaufmann � � �Hay un nivel superior del ser?��O no somos m�s que un conjunto de �tomos - m�s polvo girando alrededor del centro de la galaxia?� � James Watson,�descubridor de la estructura del ADN, dijo una vez:
Para m�, ese
alguien fue Eliot Stellar,�rector de la Universidad de
Pensilvania, y Presidente del Comit� de Derechos Humanos de la
Academia Nacional de Ciencias.� � Este sentimiento me trajo a la escuela de medicina para compilar un libro indicando sugerencias para los cambios necesarios, ofreciendo as� una visi�n multifac�tica de d�nde estaba la ciencia y� hacia donde ten�a la intenci�n de ir. �
Invit� al
Secretario General de las Naciones Unidas, la Organizaci�n Mundial
de la Salud, y premios Nobel, entre otros.�La respuesta fue
abrumadora, disipando cualquier duda que ten�a sobre la necesidad
del libro.� � El Decano de Estudiantes estaba convencido de que el proyecto fracasar�a y molestar�a a mucha gente importante. � Pero en mi opini�n, esto no era su preocupaci�n.�Le dije esto en su oficina, cuando me orden� que enviara cartas a los contribuyentes.�Cuando me negu�, me dijo que no me graduar�a si no lo hac�a.�Le dije que ya ten�a lo que hab�a venido a buscar - una educaci�n en medicina, no un pedazo de papel. � Cuando la conversaci�n se calent�, dijo,
Me puse de pie (y se�alando con el dedo) respond�:
Me dijo que
mejor encontrara a un miembro de la facultad que me defienda.�As�
que fui donde Eliot Stellar.� � Yo estaba en profunda m----- , pero Stellar estaba detr�s de m�.
Una noche Stellar me llam� a casa. � Estaba tratando de poner un poco de paz, y me dijo que me merec�a el t�tulo de m�dico.
En ese momento escuch� a su esposa, Betty, decir en el fondo,
Muchos a�os m�s tarde me estaba tomando un carro hacia la ciudad y tom� un asiento vac�o al lado de una mujer bien vestida. � Se volvi� hacia m� y dijo:
Eliot Stellar
muri� en 1993, mi mentor, y uno de los m�s grandes psic�logos
fisiol�gicos que jam�s haya vivido, y podr�a decirse que era el ser
humano m�s decente que alguna vez� haya conocido.� � Uno no puede dejar de acercarse a�Dios�o al�cielo�que fundirse a uno mismo con el orden universal de las cosas. � Eliot Stellar se hab�a convertido en parte de una realidad superior.
Esta no es la filosof�a de reposo.�La ciencia tambi�n est� empezando a comprender la naturaleza no lineal de la realidad. � Heisenberg, el f�sico Nobel cuyo principio de incertidumbre transform� nuestra comprensi�n del mundo, una vez coment�:
�Ay!�La prueba tiene el peso de una roca. � �Nuestra visi�n fluir� para siempre a su alrededor?� �
Experimento (PhysRevLett 49, 91,
1982 -�Experimental Realization of
Einstein-Podolsky-Rosen-Bohm Gedanken Experiment - A New Violation
of Bell's Inequalities)
tras experimento (Nature
459, 683, 2009�-�Entangled Mechanical Oscillators)
se sigue demostrando que las part�culas entrelazadas act�an como si no
hubiese
espacio o tiempo separ�ndolas, un resultado que es inteligible s�lo
si asumimos que la mente trasciende la existencia de las cosas en el
espacio y el tiempo.� � Heinz Pagels,�el estimado f�sico te�rico, una vez dijo:
Aunque la conclusi�n de Pagels est� bien, no se trata s�lo de su conciencia la que es la �nica, es la nuestra.
De acuerdo al biocentrismo, la mente trasciende el espacio y el tiempo en que son sus herramientas, y no al rev�s. � Esta concepci�n de la realidad se disuelve la individualidad humana.
Las paredes del espacio y el tiempo son ilusorias.�Somos todas formas ef�meras de una individualidad superior a nosotros mismos, eternos incluso cuando morimos. � Este es el preludio indispensable a la inmortalidad, y su forma m�s elevada, estamos obligados a recordar las palabras del poeta Ingl�s John Donne,
A�os despu�s de graduarme de la escuela de medicina, me encontr� con el Decano en el pasillo. � Me estrech� la mano y dijo:
Me felicit� por mi libro "La Ciencia M�dica y los Avances en la Salud �Mundial - Medical Science and the Advancement of World Health", que dediqu� a�Eliot Stellar�- quien me ense�� que hay m�s en la vida, que la danza de los �tomos descritos en los libros de nuestra ciencia. � Lo echo de menos... � � � |
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