por�Robert Lanza, MD
25 Octubre 2012
del Sitio Web�RobertLanzaBiocentrism

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Todas las generaciones pasadas, un cient�fico observ� una vez, vivieron y murieron en un mundo de ilusiones.

Prof�ticamente, esto fue dicho antes de la teor�a de la relatividad de Einstein, la mec�nica cu�ntica, y el descubrimiento de los �tomos y el ADN.�Nosotros, en el siglo XXI, no somos diferentes.�Nos despertamos por la ma�ana y creemos que estamos aqu� por arte de magia.

Sin embargo, cuando examinamos las cosas de las que estamos hechos con nuestros microscopios de materia, los cient�ficos han descubierto que las part�culas parecen surgir a la existencia con propiedades reales�s�lo cuando las observamos.

"Seguir� siendo notable", dijo el f�sico Nobel Eugene Wigner, que sent� las bases de la teor�a de la simetr�a en la mec�nica cu�ntica "en cualquier forma que nuestros conceptos futuros pudieran desarrollarse, que el estudio mismo del mundo externo llevaba a la conclusi�n de que el contenido de la conciencia es una �ltima realidad".

Resulta que el mundo no es el lugar duro, fr�o en el que nos imaginamos despertar por la ma�ana.�Creemos que estamos compuestos de peque�as bolas muertas perdidas de material rebotando como bolas de billar sobre una mesa de billar.

Werner Heisenberg, premio Nobel, cuyo principio de incertidumbre demostr� que esto no era el caso, una vez coment�:

"La ciencia contempor�nea, hoy m�s que en cualquier otro momento anterior, se ha visto obligada por la naturaleza misma de plantear de nuevo la cuesti�n de la posibilidad de comprender la realidad de los procesos mentales."

Los cient�ficos una vez pensaron que los resultados experimentales de�la teor�a cu�ntica�(tales como la materia�que existe�simult�neamente�en diferentes estados) se limita a los objetos subat�micos.

Esto nos salv� de tener que aceptar la conclusi�n l�gica de que los seres vivos, como t� y yo y el gato de Schrodinger, podr�a estar tanto vivo como muerto al mismo tiempo.

Pero, �ay!�Ahora los cient�ficos de la Universidad de Viena han llevado a cabo un experimento (Nature Communications 2, 263, 2011 -�Interferencia Cu�ntica de grandes mol�culas org�nicas) que muestra que esta rareza cu�ntica entra en el mundo en general.

Markus Arndt�y sus colegas estudiaron gigantescas mol�culas org�nicas compuestas de m�s de 400 �tomos, y confirm� que esta extra�a dualidad cu�ntica (la materia existiendo como part�culas y ondasde probabilidad) se extiende a la escala humana del mundo en el que vivimos.�

Pero los cient�ficos est�n empezando s�lo a perforar la superficie de la realidad.�Al igual que el resto de la humanidad, nos despertamos cada ma�ana en el presente.�Hay escaleras� debajo de nosotros que parecemos haber subido, hay escaleras por encima de nosotros que van hacia arriba, hacia el futuro desconocido.�

Pero nuestra mente est� a la puerta por la que entramos y nos da los recuerdos con los que ocupamos nuestro d�a.�Todo es ordenado y predecible.�Somos como p�jaros cuc� que aparecen a trav�s de una puerta cada ma�ana.�Nos imaginamos tambi�n el conjunto de relojer�a en marcha en el principio de los tiempos.�

Hace un siglo,�Einstein�demostr� que�el espacio y el tiempo�no son realidades absolutas.

Pero desde entonces, ha habido una explosi�n extraordinaria y sin precedentes de descubrimientos, incluyendo el experimento de la doble rendija, el entrelazamiento cu�ntico, y la observaci�n de que todas las leyes, fuerzas y constantes del universo parecen estar bien afinadas para la vida.

El Biocentrismo�le da a las cosas el pr�ximo paso, trayendo nuestra visi�n del mundo hasta la fecha con los hechos.�El espacio y el tiempo no son s�lo relativos al observador, pero no son m�s que herramientas de la mente para poner todo junto - son el lenguaje de la conciencia.

Hace muchos a�os, Einstein llev� a cabo�un experimento mental, y trat� de imaginar c�mo ser�a viajar en un rayo de luz.�En el esp�ritu de esta tradici�n, llev� a cabo mi propio experimento mental anoche mientras yo estaba en la cama con los ojos cerrados.

Unas pocas manchas de luz aparecieron en alg�n lugar de mi mente.�Al concentrarme, me di cuenta de que pod�a convertirlos en muy v�vidas estructuras tridimensionales.�Y sin mucho m�s esfuerzo, fui capaz de hacer que se movieran en el tiempo, e incluso arremolinarse de manera caleidosc�pica.

Esto confirm� lo que ya sab�a como m�dico - ya sea en sue�os o esquizofrenia (o el consumo de drogas), que�la mente tiene la capacidad de crear realidades espacio-temporales como carne y hueso como la que usted est� experimentando ahora mismo.


Y esto me lleva de nuevo al punto central de este art�culo - que todos los hechos experimentales apuntan a la conclusi�n de que�la realidad espacio-temporal es un fen�meno determinado por el observador.

Como�John Wheeler, el gran f�sico que acu�� el t�rmino "agujero negro" y "agujero de gusano", dijo una vez,

"Ning�n fen�meno es un fen�meno hasta que es un fen�meno observado."

Es aqu� por fin, donde nos acercamos a la frontera imaginaria de nosotros mismos, la frontera boscosa donde en el viejo cuento de hadas, la zorra y la liebre se daban las buenas noches.

Al morir, todos sabemos, hay una ruptura en la conciencia, y as� tambi�n, una ruptura en la continuidad de la conexi�n de los tiempos y lugares.

Sin espacio ni tiempo, las concepciones newtonianas del orden y predicci�n segura no tienen ning�n significado.�En realidad se puede tomar cualquier momento, pasado o futuro, como su nuevo marco de referencia, y estimar todos los otros eventos relativos al mismo.�

�D�nde, pues, te encontrar�s a ti mismo cuando mueras?

En escaleras que, como dijo Emerson, puede ser intercaladas en cualquier lugar,

"Como las que Hermes gan� con los dados de la luna, que Osiris podr�a nacer".

Pensamos que el pasado es pasado y el futuro, es futuro.�Pero como Einstein se dio cuenta, este simplemente no es el caso.�

Cuando mueres,�te despertar�s en el presente�- al igual que lo hiciste esta ma�ana...