5 Enero 2012
del Sitio Web PreventDisease

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original

La cuarta dimensi�n es ahora nuestra arena.

Cuando se le pidi� a Edgar Cayce a dar una definici�n simple de esta dimensi�n, contest� con una sola palabra: "idea".

Independientemente, el psiquiatra Carl Jung dio exactamente la misma definici�n de una sola palabra. La cuarta dimensi�n es el reino de las ideas, el mundo de la imaginaci�n en el que podemos hacer que cualquier cosa suceda.

Es un mundo grande, infinito, sin duda lo suficientemente grande como para que uno se pierda en �l a menos que sepa el secreto de la navegaci�n.

La conciencia de cuarta dimensi�n es la conciencia del punto, la longitud, la anchura, la altura, el volumen y el tiempo.

La cuarta dimensi�n es tambi�n conocida como el Plano Astral, y la conciencia primaria de esta dimensi�n es el cuerpo astral, que es tambi�n conocido como el "hombre superior".

Debido a que el salto de octava de la vibraci�n de la tercera a la cuarta dimensi�n, el cuerpo astral es de una vibraci�n m�s elevada conocida como la percepci�n cuatro- dimensional et�rea del pasado, presente, y el futuro es m�s fluido, al ir cambiando las leyes del tiempo y el espacio.

En la cuarta dimensi�n, podemos reintegrar nuestra identidad de grupo, sin la p�rdida de nuestro ego personal, ya que es la �ltima vibraci�n en donde los veh�culos f�sicos son utilizados para contener la conciencia individual. Sin embargo, debido a la naturaleza fluida del tiempo y el espacio, nuestras formas astrales, naturalmente se transforman.

Por lo tanto, hay una gran movilidad de la forma. Es el reino de los "metamorfos" de los que habla la mitolog�a.

Un cham�n o persona santa que puede cambiar de forma ha aprendido a anclar su forma astral sobre la tercera dimensi�n tan completamente que puede cambiar temporalmente su forma tridimensional.

DrunvaloMelchizedek, autor de varios libros sobre la conciencia, declar� que la cuarta dimensi�n es,

"Mil veces m�s interesante que aqu� [3� dimensi�n].

Cada respiraci�n es como una eternidad, es tan especial. Hemos perdido nuestra conexi�n con Dios aqu� y no nos acordamos de lo que es tener a Dios en nosotros ya nuestro alrededor, movi�ndose a trav�s de nosotros, y estando �ntimamente relacionado con Dios, de modo que, lo que sea que est� pensando y lo que usted est� sintiendo es directamente creado.

Usted podr�a ir a la cuarta dimensi�n y recrear realmente la tercera dimensi�n... usted r�pidamente se da cuenta que lo que est� pensando comienza a suceder, y la idea de que estamos separados se vuelve muy r�pidamente en algo sin sentido".

Esta divertida paradoja muestra el problema de discutir la cuarta dimensi�n con las condiciones derivadas del mundo tridimensional.

Incluso decir "movimiento" en la cuarta dimensi�n se est� prestando del mundo tridimensional del tiempo y el espacio. Tal vez ser�a mejor decir "cambios" en lugar de movimiento, cuando se discute la cuarta dimensi�n, ya que podemos "viajar" en la cuarta dimensi�n sin movernos en absoluto. En realidad no viajamos, sino que m�s bien cambiamos nuestras intenciones y por lo tanto tambi�n el patr�n de nuestra experiencia.

Contemplar la cuarta dimensi�n es un ejercicio muy �til.

La cuarta dimensi�n ofrece una adici�n novedosa e intrigante a nuestra visi�n del mundo que se est� volviendo particularmente importante hoy en d�a. Proporciona la necesaria etapa en la que podemos experimentar la realidad del alma. En un tiempo en donde m�s y m�s gente est� deseando tener una relaci�n con el alma, es importante contar con su propia naturaleza de la cuarta dimensi�n.

Gran parte de nuestra vida de la tercera dimensi�n tambi�n existe en la cuarta dimensi�n en un formato de una vibraci�n m�s elevada, pero no somos conscientes de ello debido a que la realidad no est� en sinton�a con nuestro tiempo y espacio f�sico. Podemos tener un sue�o de toda una vida y despertarnos para encontrar que s�lo han pasado cinco minutos de nuestro tiempo f�sico.

Nuestra realidad astral, as� como nuestras encarnaciones f�sicas no son perceptibles para nosotros mismos en la tercera dimensi�n, a menos que nos hayamos recordado nuestra conciencia multidimensional.

La cuarta dimensi�n es el reino que sostiene la conciencia de los componentes de primera y segunda dimensi�n de nuestro cuerpo tridimensional, as� como todas las experiencias del pasado de esta vida nuestra y todas las otras vidas de la tercera dimensi�n. Podemos ampliar nuestra conciencia de la tercera dimensi�n hacia la cuarta dimensi�n a trav�s de ganar conciencia de los mecanismos internos de nuestro cuerpo f�sico, al recordar nuestros sue�os, y tener experiencias intensas de pasi�n, emoci�n, creatividad, y/o espiritualidad.

El plano astral es el reino de la vida on�rica.

Cuando estamos "dormidos", no somos conscientes en la tercera dimensi�n, pero somos conscientes en la cuarta dimensi�n. El cuerpo astral de la cuarta dimensi�n posee avanzados sue�os, imaginaci�n, capacidad ps�quica, intuici�n, magia y creatividad. A medida que expandimos nuestra mente a la frecuencia de la cuarta dimensi�n podemos experimentar cada vez m�s de estas cualidades mientras estemos en nuestra forma f�sica.

El autor de Desarrollo Espiritual - Una Gu�a A Liberar A Su Alma, Richard Barrett se�al� que,

"Hemos bloqueado esta perspectiva, acondicionados con la tercera dimensi�n", cuando se le pregunt� por qu� no estamos m�s conscientes de las realidades de la cuarta dimensi�n.

La conciencia f�sica es tridimensional, la conciencia del alma es de la cuarta dimensi�n.

La conciencia tridimensional tiene las cualidades b�sicas, explica Barrett, de tiempo, espacio y materia. Estas cualidades crean la experiencia de la separaci�n, la muerte y la masa. La conciencia de cuarta dimensi�n, por otra parte, tiene las cualidades b�sicas de la atemporalidad, la no-espacialidad y la energ�a. Estas cualidades crean las experiencias de unidad, el ser y el flujo. En la cuarta dimensi�n, hay conciencia de la eternidad, donde el pasado y el futuro coexisten simult�neamente.

Hay conciencia de la omnipresencia, en la que todo est� ubicado justo aqu�.

En otras palabras, el aqu� y ahora es el "Hogar Central" de la cuarta dimensi�n. Hay un sentido en el aqu� y ahora de una sensaci�n permanente de ser. Ese ser no es de cosas, sino de energ�a.

Como lo dice Barrett,

"En la cuarta dimensi�n de conciencia existe un s�lo un momento eterno que llamamos ahora y todo existe en formas de energ�a."

Algunas personas nacen con una conexi�n innata con su ser de la cuarta dimensi�n y deben "trabajar" para anclar su conciencia en un mundo de tercera dimensi�n que a menudo se siente ajeno y hostil.

Otros nacen sin esta conexi�n despertada, y por lo general se sienten m�s c�modos y "en casa" dentro del paradigma de la tercera dimensi�n.

Estas personas a menudo se sienten aisladas de las porciones dimensionales m�s elevadas de s� mismos e incluso pueden no creer que siquiera exista el "yo superior".

Sin embargo, nuestro cuerpo astral existe, y su vibraci�n m�s alta es nuestro Gu�a Espiritual. Al igual que una persona en la cima de la monta�a puede observar y guiar a los residentes del valle abajo, nuestro ser superior astral puede observar sobre la tercera dimensi�n y guiarnos. A trav�s de la percepci�n expandida de nosotros mismos del Yo de la cuarta dimensi�n podemos crear grandes cambios en nuestro mundo f�sico.

Sin embargo, la cuarta dimensi�n a�n tiene la polarizaci�n de la luz y la oscuridad, y este reino no es necesariamente m�s amoroso, sobre todo en los sub-planos inferiores. En la cuarta dimensi�n el pensamiento y los sentimientos crean una realidad mucho m�s r�pidamente que en la tercera dimensi�n, y el miedo puede crear el mal con tanta facilidad como el amor puede crear la belleza y la alegr�a.

La emoci�n del miedo, y una fijaci�n en las circunstancias externas son s�ntomas de apego al mundo 3-D.

  • El amor es una expresi�n de la cuarta, una conciencia en com�n de todas las formas de energ�a de nuestra unidad esencial.

  • La intenci�n es el secreto de la navegaci�n en este campo.

Algo muy importante para nosotros es buscar la intenci�n del alma que hay detr�s de cada experiencia, para ver lo que estamos tratando de aprender. En el an�lisis final, la lecci�n m�s importante es que nuestros ideales se convierten en nuestros destinos.

�Cual es el tuyo?