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del Sitio Web�WakingTimes
traducci�n
de
Adela Kaufmann � � � � � � � � �Fin del Juego para Nuestros Verdugos?? � �Alguna vez has reflexionado sobre lo que podr�a ser el fin �ltimo de los opresores de la humanidad?�Yo s� - y esto es lo que sali�. � Aquellos que est�n en la b�squeda del poder�rara vez est�n satisfechos.�Ellos siempre quieren m�s.�En un acto aparentemente interminable de consumo compulsivo, tratan de dominar o destruir todo lo que se interpone en el camino de su sed de poder. � Las fuerzas que actualmente tienen un poder de control sobre este mundo son de este grupo.�Su objetivo de "dominio del espectro completo" o "dominio total" de varios aspectos de este planeta no es la suma de su ambici�n, es un mero pelda�o en el camino. � �En el camino a qu�? � En el camino a convertirse en�amos del Universo. � El macrocosmos tiene una doble esencia energ�tica: una fuerza hacia fuera en evoluci�n y una implosi�n de fuerza hacia dentro.�Una iridiscencia de la luz y una oscuridad impenetrable.�Un sol abrasador y un agujero negro.�M�ltiples miembros de cada supuesto. � Este tema de la dualidad se juega en todo el macrocosmos y el microcosmos - a trav�s de la totalidad de la vida. � A trav�s de la materia sensible e insensible hasta�abajo a los neutrones, electrones, c�lulas, mol�culas, �tomos y part�culas subat�micas.�En todas partes, la energ�a es dual. La electricidad requiere interacci�n y el choque entre fuerzas opuestas con el fin de ser ese elemento altamente energ�tico que es. � Mientras la evoluci�n del reino animal y vegetal es claramente atra�da y alineada con las ondas vibratorias del�Creador, el hombre tiene una elecci�n: la elecci�n de seguir el llamado del alma - o la decisi�n de no seguir el llamado del alma.�Para evolucionar o de caer en la entrop�a. � Esto hace que el hombre sea una especie bastante �nica... � Cuando examinamos a nosotros mismos, nos encontramos con que tenemos una dualidad de elecci�n en todo lo que decimos y hacemos, en todo momento.�Hay un choque continuo aqu�.�La fricci�n que resulta de este choque proporciona la propulsi�n.�Una propulsi�n, que, al igual que el reino vegetal, aspira a la luz.�Pero s�lo si somos fieles a nuestro llamado. � Constantemente capturando nuestra atenci�n est� una serie de postes indicadores nos atraen hacia diferentes rutas que nos desv�an de nuestra verdadera vocaci�n, cada uno prometiendo mucho en el camino de la riqueza material, el poder para satisfacer el ego y la comodidad f�sica. � El valor neto de nuestra vida depende de cu�l de los dos caminos fundamentales nosotros elegimos como influencia predominante.��Cu�l de estos dos intentos hacemos nuestra principal prioridad.�La voz innata divina de nuestra intuici�n o el motivo ulterior, la atracci�n materialista? � Hay una tercera: la ruta de "seguridad" basada en el miedo... � En el curso de nuestra exploraci�n y reconocimiento del lado oscuro (en nosotros) nos encontramos con muchos s�ntomas de la segunda intenci�n.�Ansias irracionales que tienden a oscurecer y a dar peso a nuestra capacidad para responder a la luz;�a las se�ales del alma. � Debido a las aflicciones que han dominado durante mucho tiempo a la raza humana, nacemos en un mundo predominantemente gobernado por las manifestaciones de estos crasos y mal dirigidos motivos. � Uno de ellos es el deseo de un tipo de energ�a que da la ilusi�n de ser m�s grande, o al menos m�s atractiva que nuestro todav�a sutil poder intuitivo de naturaleza divina. � Este ego alimentado de energ�a tiene un amplio espacio para desarrollarse, porque nuestro poder innato sutil es reconocido - y toma forma - s�lo gradualmente.�Nosotros, por lo tanto, no podemos evitar gastar cantidades considerables de tiempo bajo la influencia de lo que es la ant�tesis de la llamada a la luz.�A pesar del hecho de que esta ant�tesis es, en efecto, una abstracci�n.�Una realidad virtual.�Es la condici�n que sufre este mundo actual 24/7. � El�maestro cham�n de Carlos Castaneda se refiere a esta condici�n�como 'la instalaci�n extranjera'. � Si nos permitimos a nosotros mismos, que fuimos dotados de 'libertad de elecci�n', para tomar este camino abstracto hacia un poder que parece ser mayor que nuestro poder natural innato que est� lentamente desenvolvi�ndose - nos daremos cuenta de que es una carretera muy transitada. � Tan transitada de hecho, que da la impresi�n de ser el �nico camino que podemos tomar - especialmente desde que la gran mayor�a de las personas que conocemos est�n en �l. � No s�lo esto, en la elecci�n de la continuaci�n de un viaje que est� en desacuerdo con la fuerza de nuestras almas, pronto nos encontramos con gu�as, figuras de autoridad y sumos sacerdotes, todos los cuales est�n m�s que dispuestos a suavizar nuestro paso y pacificar m�s nuestro ser interior. � Siga adelante, y surgir�n m�dicos de la oscuridad emerge que permitir�n al viajero de este camino ganar nuevos poderes y habilidades para ayudar a�n m�s a s/sus ambiciones. � Estas habilidades permiten al iniciado empezar a practicar, en la vida cotidiana, una especie de magia negra subliminal.�El poder de "salirse con la suya" en todo lo que uno hace.�Tomar posesi�n de lo que uno desea poseer.�Adaptarse a la oscuridad y cada vez m�s en negaci�n de la luz. � En �ltima instancia aterrizar como siervos obedientes a la jerarqu�a del lado oscuro... � Entregarse plenamente uno mismo a 'la instalaci�n extranjera' es seguir una secuencia inversa para la especie humana.�Simbolizada por la cruz gamada nazi, un antiguo s�mbolo de paz invertido, y una de las principales herramientas de los 'traviesos arcontes'�al servicio de sus amos oscuros. � La mayor�a de quienes se meten en peregrinaci�n sat�nica del lado oscuro nunca consiguen el santuario interior, por suerte.�Sin embargo, se hacen a s� mismos (y a otros) un gran da�o a lo largo del camino.�Pero aquellos que s� reciben una puerta abierta al interior del santuario, se convierten en los proveedores escogidos de una l�gica invertida para el planeta. � Tal gente se manifiesta en cualquier parte donde las insensibles posiciones de poder jer�rquico y control sean dominantes. � En este mundo invertido, nuestra divinidad innata se volvi� de adentro hacia afuera, convirti�ndose en una inmersi�n casi total en el narcisismo ateo: la marca de la bestia - una de cuyas manifestaciones m�s flagrante es nuestra sociedad de consumo desenfrenado. � Llevado a su punto m�s bajo, la b�squeda del poder toma la forma de un consumo total del todo,�la subyugaci�n completa del�Creador�y su sustituci�n por un falso �dolo que adquiere las caracter�sticas de un dios en su propio derecho.�El resumen, un dios insensible de poder divino privado de sus derechos. � Es este�h�brido extraterrestre�que sembr� su camino en una tierra inocente en �pocas pasadas, robando el oro de un ed�n impoluto. � El juego final de nuestros verdugos siempre ha sido el de poseer este bendito planeta y chupar de �l todo vestigio de amor, pasi�n y compasi�n.�Debido a que proporcionan el combustible para el proceso mediante el cual se puede alcanzar el punto omega oscuro;�el universo divino conquistado, para ser sustituido por�una farsa de realidad virtual transhumana. � Este es el mundo donde entra cualquier ser que elige libremente seguir el llamado de la 'instalaci�n extranjera' en lugar del�Creador Supremo. � La dualidad no tiene t�rmino medio de 'tierra de nadie'.�Al no estar en el camino de la verdad una est� en el camino de la mentira;�y si no se corrige (y hay muchas oportunidades para la correcci�n) este camino termina en un agujero negro. � Para aquellos que abrazan completamente una marcha hacia el agujero negro, el mundo no es suficiente.�Para el buscador eterno del poder, y aquellos impulsados por un profundo miedo a lo desconocido, s�lo la posesi�n de todo el universo parece probable que logre saciar su vac�o interior. � Sin embargo, ese apetito aparentemente insaciable nunca conseguir� su ansiada saciedad. � Como lo que dichas entidades no comprenden plenamente, es que todos los intentos de subyugar al�Creador�deben en �ltima instancia resultar in�tiles.�Para el acto mismo de intentar detonadores - en alg�n lugar profundo en el universo - un movimiento opuesto.�El renacimiento de la luz de vida.�Un contrapunto que no puede ser limitado. � A medida que esta fuerza crece en intensidad, sentimos renacer nuestra propia aceleraci�n.�No s�lo esto, sino tambi�n que los protagonistas envenenados de la oscuridad, a pesar de su descarada arrogancia, tiemblan. � Nosotros, que presionamos hacia adelante, enfrentando la empu�adura aparentemente impenetrable que nuestros verdugos tienen sobre nosotros, nos quemamos en el interior con una insaciable pasi�n de cumplimiento de nuestra misi�n.�Esta pasi�n es transformadora. � Nos trae a nuestro�Punto Omega.�Todo lo contrario del Juego Final del entr�pico lado oscuro. � Aqu�, en nuestro Punto Omega, nos encontramos ofreciendo todo nuestro apoyo para este gran universo que nos dio la vida, en primer lugar.�Irrumpimos con el amor que anhelamos compartir, dar de vuelta. � Y es aqu�, en este momento por excelencia, que nuestros�Creadores�atestiguan aquello que '�l es' - y nosotros- aquello que 'somos nosotros'.�Y nosotros somos lo mismo. � Totalmente unidos en una Unidad que disfraza la dualidad que le dio vida. � � � |
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