porStuart HameroffyDeepak Chopra

extra�do de "Exploring Frontiers of the Mind-Brain Relationship"

2012

del Sitio WebQuantumConsciousness

recuperado a trav�s del Sitio WebWayBackMachine

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

S. Hameroff (S)
Departments of Anesthesiology and Psychology, Center for Consciousness Studies, The University of Arizona Medical Center, 1501N Campbell Ave, Tucson, AZ 85724, USA
e-mail: [email protected]


D. Chopra
The Chopra Center, 2013 Costa del Mar, Carlsbad, CA 92009, USA

e-mail: [email protected]


A. Moreira-Almeida and F.S. Santos (eds.),

Exploiting Frontiers of the Mind-Brain 79
Relationship, Mindfulness in Behavioral Health, DOI 10.1007/978-l-4614-0647-l_5, � Springer Science+Business Media, LLC 2012

Resumen

El concepto de la conciencia existente fuera del cuerpo (por ejemplo, cercanas a la muerte y experiencias fuera del cuerpo,ECM/EFC, o despu�s de la muerte, indicativo de un 'alma') es un elemento b�sico de las tradiciones religiosas, pero rechazado por la ciencia convencional debido a una aparente falta de explicaci�n racional.

Sin embargo la ciencia convencional basada enteramente en la f�sica cl�sica no puede explicar la conciencia normal en-el-cerebro.

El modelo Penrose-Hameroff 'RO Orq' es un enfoque cualitativo a la conciencia, la conexi�n de los procesos cerebrales (microt�bulos de c�mputos qu�nticos dentro de las neuronas) a las fluctuaciones de la geometr�a fundamental del espacio-tiempo, la estructura a escala fina del universo.

NOTA: Reducci�n Objetiva Orquestada�(RO Orch) es un modelo deconciencia�teorizada por el f�sico te�rico�Sir Roger Penrose�y el�anestesi�logoStuart Hameroff, quienes afirman que la conciencia se deriva de un nivel m�s profundo, a escala m�s fina de actividades qu�nticas dentro de las c�lulas, m�s prevalente en las neuronas del cerebro. Combina enfoques desde �ngulos radicalmente diferentes de la biolog�a molecular, la neurociencia, la f�sica qu�ntica, la farmacolog�a, filosof�a, teor�a de informaci�n qu�ntica y aspectos de la gravedad qu�ntica.

La evidencia reciente de coherencia qu�ntica significativa en los sistemas biol�gicos c�lidos, din�mica a escala libre y la actividad cerebral al final de su vida apoyan la noci�n de una base qu�ntica de la conciencia, que posiblemente podr�a existir independientemente de la biolog�a en diversos planos escalares, en la geometr�a del espacio-tiempo.

SirRoger Penroseno respalda necesariamente estas propuestas que se refieren a sus ideas en la f�sica.

Basado en RO Orq, ofrecemos una hip�tesis cient�fica para un 'alma qu�ntica'.

1 - Cerebro, Mente y Experiencias Cercanas a la Muerte

La idea de que pueda existir la conciencia despu�s de la muerte corporal, generalmente conocida como el "alma", ha sido inherente a las religiones orientales y occidentales durante miles de a�os.

En algunas tradiciones, los recuerdos y la conciencia pueden ser transferidos despu�s de la muerte a otras vidas: la reencarnaci�n.


Adem�s de las creencias basadas en la religi�n, innumerables sujetos han reportado que la conciencia aparentemente se separa del cerebro del sujeto y del cuerpo f�sico. Esto ocurre en conjunci�n con las llamadas experiencias cercanas a la muerte (ECM), m�s t�picamente en pacientes que han sido resucitados despu�s de un paro card�aco (por ejemplo, van Lommel et al 2001, Parnia et al., 2007).

Tales pacientes describen una fenomenolog�a notablemente consistente incluyendo visiones de una luz blanca, estar en un t�nel, los sentimientos de serenidad, conversar con sus seres queridos fallecidos, revisi�n de vida y, en algunos casos, flotar fuera del cuerpo (experiencias fuera del cuerpo - EFC ).

Con frecuencia, los pacientes EFC/ECM tambi�n reportan una p�rdida posterior del miedo a la muerte, y tienden a ser m�s serenos y a aceptar las vicisitudes de la vida (Chopra 2006).


Algo experiencias comparables se han reportado en diversos tipos de estados meditativos y alterados, as� como eventos psicol�gicos traum�ticos, o aparentemente sin causa.Una encuesta de Gallup estima que unos diez millones de estadounidenses han reportado alg�n tipo de ECM/EFC (Chopra 2006).

La drogaketamina, utilizada como anest�sico "disociativo", puede producir reportes subjetivos de conciencia fuera del cuerpo (Jansen 2000), al igual que varias otras drogas psicoactivas.Pero los reportes subjetivos de los efectos inducidos por drogas son claramente diferentes de los de las ECM/EFC (Greyson 1993).


Incapaz de explicar las ECM/EFC, la ciencia moderna en general ignora y se burla de tales reportes como locura no cient�fica, ilusiones debido a la estimulaci�n de regiones cerebrales espec�ficas (Blanke et al., 2004), o a una alucinaci�n debida a la hipoxia (falta de ox�geno; Blackmore 1998).

Pero en respuesta uno puede destacar:

  • reportes subjetivos de ilusiones de imagen corporal son muy limitadas y completamente diferentes de las descripciones ECM/EFC

  • los pacientes hip�xicas est�n agitados, no serenos, y no forman memoria

  • la ciencia moderna no puede explicar la conciencia normal, en-el-cerebro

Este �ltimo punto es fundamental.

ECM/EFC son tipos particulares de conciencia subjetiva, de alguna manera similar a nuestra experiencia consciente todos los d�as (incluyendo sue�os).De c�mo el cerebro produce la conciencia sigue siendo algo desconocido.


El enfoque cient�fico moderno prevalente de la conciencia dice que el cerebro es como una computadora biol�gica, con 100 mil millones de neuronas y sus disparos axonales y conexiones sin�pticas actuando como redes de informaci�n de 'bits' de estados e interruptores.La variabilidad en las fortalezas sin�pticas mediadas por neurotransmisores qu�micos modela la actividad de red y permite el aprendizaje y funciones inteligentes (Hebb 1949; Crick y Koch 2001; 2004).

Esta visi�n del "cerebro-como-ordenador" es capaz de dar cuenta de complejas funciones cognitivas no conscientes, incluyendo la percepci�n y control de la conducta.Tales funciones cognitivas no conscientes se describen como "modos zombies", "piloto autom�tico", o "problemas f�ciles" (Koch y Crick 2001; Hodgson 2007; Chalmers 1996).

La "facilidad" se deriva de la aparente causa-y-efecto entre las funciones espec�ficas inform�ticas de las neuronas del cerebro, y las acciones y conductas que no implican la voluntad consciente o experiencia fenomenal.


El "problema duro" (Chalmers 1996) es la cuesti�n de c�mo los procesos cognitivos son acompa�ados o conducidos por experiencia fenomenal consciente.

A pesar de la comprensi�n detallada de disparos neuronales, transmisiones sin�pticas, qu�mica neurotransmisora, y computaci�n neuronal, no hay contabilidad de la experiencia consciente, el "yo", el libre albedr�o o "qualia" - la esencia de las percepciones experimentadas.

�C�mo puede el color, la textura y el aroma de una rosa, el mundo de la experiencia, derivarse de los flujos de datos y la actividad electroqu�mica?


La respuesta de acuerdo con la mayor�a de los puntos de vista de la ciencia moderna es que la conciencia emerge de un nivel cr�tico (pero sin especificar) de complejidad computacional neuronal.En la din�mica no lineal, nuevas propiedades emergen en los sistemas jer�rquicos, pero tales sistemas abundan en la naturaleza y la tecnolog�a, sin conciencia, (por ejemplo, los patrones clim�ticos, la Internet).

La idea de que la complejidad computacional per se puede dar cuenta de la conciencia puede ser una mera expresi�n de deseos.


La visi�n del cerebro-como-computadora-neuronal.

  1. Debido a que la computaci�n sin�ptica del se correlaciona con el procesamiento sensorial, a menudo se produce despu�s de haber respondido a esa entrada sensorial (aparentemente consciente), la visi�n convencional de la ciencia moderna es que la conciencia se produce despu�s de los hechos, y que el control consciente es una ilusi�n, la conciencia no est� m�s que de paseo en ese viaje (Dennett 1991; Wegner 2002).

    Al parecer somos, como dice la famosa frase deT.H. Huxley (1893), "espectadores indefensos".

  2. La mejor correlaci�n medible de la conciencia (sincron�a gamma EEG) no se deriva de computaci�n sin�ptica.

    La electroencefalograf�a sincronizada (EEG) en el rango de 30-90 gamma ciclos por segundo (Hertz, "Hz") se produce en varias regiones del cerebro en diferentes momentos concomitantes con la conciencia (Gray y 1989a Singer, b; Engel et al 1991;. Singer 1995; 1999).

    La Sincron�a gamma requiere redes de neuronas interconectadas, no s�lo por las sinapsis qu�micas ax�n-a-dendrita, la base para el c�lculo neuronal reconocido, sino por las sinapsis el�ctricas de cruce de cruce de brecha dendrita a dendrita (Christie y Westbrook 2006; Dermietzel 1998).

    Un punto de vista convencional es que los cruces de brecha en varias neuronas se abren y cierran, permitiendo que zonas m�viles de sincron�a de gamma circulen por el cerebro, mediando la conciencia (Hameroff 2006; 2010).

  3. Como las c�lulas, las neuronas son mucho m�s complejas que simples interruptores.

    Considere el Paramecium unicelular que puede nadar alrededor, encontrar comida y compa�eros, evitar obst�culos, aprender y tener relaciones sexuales, todo ello sin una sola conexi�n sin�ptica.

    Esfuerzos de Inteligencia Artificial (IA) para simular la funci�n del cerebro a�n no simulan nada tan inteligente y �gil.Paramecium utiliza funciones organizativas inteligentes de pol�meros reticulares citoesqueletales llamadas microt�bulos (Sherrington 1953).

    Estos mismos microt�bulos forman la estructura interna de las neuronas del cerebro, regulan las sinapsis y se desintegran en la enfermedad de Alzheimer (por ejemplo Brunden et al. 2011).

    El procesamiento de la informaci�n de microt�bulos puede subyacer la funci�n neuronal.

Incapaz de explicar la conciencia en el cerebro, la ciencia convencional ignora la evidencia aparente de las ECM/EFC, rechazando incluso la posibilidad de que se produzcan.

Hay, sin embargo, enfoques no convencionales, pero cient�ficamente v�lidos a la conciencia, que pueden hacer frente a los tres problemas descritos anteriormente, y adem�s acomodar las ECM/EFC posiblemente como conciencia despu�s de la muerte corporal.

Tales enfoques exploran los estratos de la naturaleza en una escala a�n m�s fina que las reacciones qu�micas y las se�ales el�ctricas en las que se basa la neurociencia, buscando, en su lugar, respuestas convincentes a nivel qu�ntico.

2 - El Mundo Qu�ntico y las Finas Escalas del Universo

La teor�a qu�nticanos dice que los procesos f�sicos se producen en discretos pasos o niveles cuantificados.

Las leyes que rigen lo qu�ntico difieren extra�amente de la realidad predecible de nuestro "mundo" cl�sico cotidiano. En peque�a escala, y en ocasiones a grandes escalas, reinan las extra�as leyes de la mec�nica qu�ntica.

Por ejemplo, pueden existir los �tomos y las part�culas subat�micas qu�nticas en dos o m�s estados o lugares al mismo tiempo, m�s como ondas que como part�culas, y como m�ltiples posibilidades coexistentes conocidas como superposici�n qu�ntica, regidas por una funci�n de onda qu�ntica existente.

Otra propiedad qu�ntica es el enredo "no local", en la que los componentes de un sistema espacialmente separados permanecen unificados y conectados (Penrose, 1989).


La f�sica elude la extra�eza de la mec�nica qu�ntica estrictamente dividiendo lo macro/cl�sico y lo micro cl�sica y, manteniendo los dos mundos aparte.Sin embargo, la conciencia tiende un puente de alguna manera la macro/cl�sica y dominios micro/qu�ntico, equivalente al sujeto - divisi�n del objeto.�La Conciencia existe precisamente en el l�mite entre lo qu�ntico y lo cl�sico.


En nuestra experiencia consciente, no vemos superposiciones - posibilidades de onda coexistiendo.Vemos los objetos y part�culas como cosas materiales en lugares y estados espec�ficos.Esto se debe en parte a la escala.Una ballena jorobada salta al mar, a pesar del hecho de que los �tomos y las part�culas subat�micas que componen la ballena pueden ocupar posiciones inciertas o incluso m�ltiples en el reino invisible de posibilidades.

Pero incluso cuando los sistemas qu�nticos peque�os se miden o se observan, alguna manera, �stos eligen estados definidos.


La cuesti�n de por qu� no vemos superposiciones qu�nticas en nuestro mundo cl�sico cotidiano es conocido como el "problema de la medida", que ha dado lugar a diversas interpretaciones de la mec�nica qu�ntica.Los primeros experimentos del pionero qu�ntico Niels Bohr y otros parec�an mostrar que las superposiciones qu�nticas, cuando eran medidas por una m�quina, se quedaban como m�ltiples posibilidades hasta que un humano consciente observaba los resultados.

Bohr lleg� a la conclusi�n de que la observaci�n consciente "colapsaba la funci�n de onda", que las superposiciones observadas persistieron hasta ser observadas, en cuyo instante se redujeron o se derrumbaron a determinados estados definidos (la elecci�n de los estados siendo al azar).

En este enfoque, la conciencia causa la reducci�n de estado qu�ntico, colocando la conciencia fuera de la ciencia.

Erwin Schrodinger�objet� a trav�s de su todav�a famoso experimento mental en el que el destino de un gato en una caja est� vinculado a una superposici�n qu�ntica.

De acuerdo con la interpretaci�n de Copenhague (as�-nombrado despu�s por el origen dan�s de Bohr), el Gato de Schr�dinger est� tanto muerto como vivo hasta que se abre la caja y el gato es observado.El experimento pretend�a ridiculizar a Copenhague, pero la pregunta sigue siendo: �qu� tan grandes pueden volverse las superposiciones?


Otra interpretaci�n popular es la opini�n de los m�ltiples mundos (Everett, 1957) en la que las superposiciones son en realidad separaciones, cada posibilidad evolucionando su propio universo distinto. Esto resulta enuna multitud de universos coexistentes.


Otro enfoque es la decoherencia, en el que la interacci�n con el mundo cl�sico erosiona los estados qu�nticos.Pero la decoherencia no aborda los sistemas qu�nticos aislados.

Finalmente, varios tipos dereducci�n objetiva(RO) proponen que los umbrales objetivos espec�ficos causan la reducci�n del estado qu�ntico.


Uno en particular o la teor�a RO fue propuesta por el f�sico brit�nico SirRoger Penrose(1989), quien comenz� abordando el car�cter fundamental de la superposici�n.Extendi� la teor�a general de la relatividad de Einstein, en la que la materia es esencialmente la curvatura del espacio-tiempo, a la escala de Planck (10-33 cm), el nivel m�s b�sico del universo.

Una part�cula en un estado o ubicaci�n ser�a una curvatura espec�fica en la geometr�a espacio-tiempo, y la misma part�cula en otra ubicaci�n ser�a curvatura en la direcci�n opuesta, extendi�ndose hacia abajo a la escala de Planck.

La superposici�n de ambos lugares puede ser vista como curvaturas simult�neas en direcciones opuestas, y por lo tanto, de acuerdo con Penrose, una separaci�n, burbuja o ampolla en el tejido mismo de la realidad.


Si tales separaciones de espacio-tiempo fueran a continuar y evolucionar, el universo se bifurcar�a, dando lugar a universos paralelos como los descritos en la visi�n de los m�ltiples mundos apoyada por muchos f�sicos y cosm�logos, incluyendo aStephen Hawking(Hawking y Mlodinow 2010).

Pero Penrose ha sugerido que tales separaciones de espacio-tiempo son inestables y se reducir�n, o se contraer�n a un estado en particular o ubicaci�n en un momento determinado, debido a un umbral objetivo intr�nseco a la estructura fina del universo, como burbujas de jab�n infinitesimalmente peque�as estallando una faceta u otra, dando forma y creando una nueva realidad.

Penrose tambi�n sugiere que cada RO, o auto-colapso -esencialmente una ondulaci�n o recocido cuantificado en la geometr�a fundamental del espacio-tiempo� resulta en un momento de experiencia consciente.


Esto est� en contradicci�n directa con la interpretaci�n de Copenhague en la que la conciencia es la ciencia exterior, causando externamente reducci�n por observaci�n.

En la RO de Penrose, la conciencia ES reducci�n (un tipo particular de reducci�n).As�, la RO de Penrose es la �nica visi�n del mundo incorporando conciencia en el universo.


La RO de Penrose difiere de otra forma importante de Copenhague y de la decoherencia en el que determinados estados cl�sicos son seleccionados al azar de entre las posibilidades s�per posicionadas.Las selecciones en la RO de Penrose no son al azar, sino la influencia de la informaci�n incrustada en la geometr�a fundamental del espacio-tiempo, informaci�n que Penrose caracteriza como valores plat�nicos(Penrose, 1989).


El fil�sofo griegoPlat�ndescribe un mundo abstracto de pura forma, verdad matem�tica, y valores �ticos y est�ticos.

Penrose sugiere dichosvalores plat�nicos, junto con los precursores de las leyes f�sicas, constantes, fuerzas y conciencia, existen literalmente como patrones en el espacio-tiempo fundamental, codificados en la geometr�a a escala de Planck.


La f�sica nos dice que el universo es como es, y por lo tanto capaz de sustentar vida y conciencia, porque 20 o m�s constantes f�sicas y leyes que ella dicta toman valores muy espec�ficos.Si alguno de estos variase ligeramente, no estar�amos aqu�, por lo que los valores exactos y nuestra presencia en el universo son al parecer una coincidencia de asombrosamente baja probabilidad, semejante a ganar la loter�a c�smica.

El "principio antr�pico" aborda la cuesti�n de por qu� estos valores son lo que son, y tiene varias interpretaciones (por ejemplo, Davies 2006).

El m�s com�n es tautol�gico - que estamos en el universo particular universo que tiene estos valores espec�ficos simplemente porque tiene esos valores.Si no fuera as�, no estar�amos aqu�.Para muchos f�sicos y fil�sofos, la respuesta tautol�gica se relaciona con las m�ltiples visiones del mundo, que este universo con conciencia es uno en una multitud de universos, los otros teniendo diferentes constantes f�sicas y careciendo de vida y conciencia.


Esta es la opini�n expuesta porHawkingyMlodinowen su libroGrand Design(Hawking y Mlodinow 2010) en el que afirman la "Teor�a- M" (un derivado de la teor�a de cuerdas) con un n�mero casi infinito de universos paralelos, todos los dem�s careciendo de conciencia.


Penrose sugiere otra posibilidad que evita la necesidad de m�ltiples universos.Los valores de las constantes f�sicas que definen nuestro universo pueden ser codificados en la estructura fina del universo mismo, junto con la verdad matem�tica, los valores plat�nicos, y precursores de masa, giro, carga, y conciencia.Las ra�ces de la conciencia pueden as� extenderse al nivel m�s b�sico del universo.

Penrose ha propuesto tambi�n que nuestro universo es serial, queel Big Bangfue precedido por una iteraci�n anterior, y antes de que la otra y as� sucesivamente (Penrose 2010).

A diferencia de la idea de universos paralelos que no se ha probado (y probablemente no es comprobable), la propuesta de Penrose para universos seriales es apoyada por la evidencia de la radiaci�n del fondo c�smico de microondas (Gurzadyan y Penrose 2010).

Tal vez las constantes f�sicas, precursores conscientes, y los valores plat�nicos incrustados en la estructura fina del universo mutan y evolucionan con cada ciclo cosmol�gico.

�Cu�l es la estructura fina del universo?

El mundo material est� compuesto de �tomos y part�culas subat�micas.Pero los �tomos (~10-8 cm) son en su mayor�a espacio vac�o, como es el espacio entre los �tomos.

Si descendemos en la escala de los �tomos, eventualmente alcanzamos el nivel s�tano de la realidad, la geometr�a a escala de Planck a 10-33 cm, con aspereza, irregularidad, e informaci�n.


Las descripciones de la geometr�a a escala de Planck incluyen la teor�a de cuerdas y la gravedad qu�ntica de bucles.La teor�a de cuerdas, en el que las cuerdas a escala dePlanck vibran a frecuencias espec�ficas en correlaci�n con las part�culas fundamentales, tiene varios problemas.Carece de geometr�a de fondo (por ejemplo, en el que las cuerdas vibran) y requiere m�ltiples dimensiones no comprobables (Penrose, 2004).


Otro enfoque, la gravedad qu�ntica de bucles representa la geometr�a espacio-tiempo como cuantificada en volumen de p�xeles, pol�gonos a escala de Planck cuyos bordes pueden ser considerados como giro irreductible cuyas longitudes tambi�n var�an, pero el promedio es de 10-33 cm.

Los vol�menes Planck evolucionan y cambian con el tiempo, transmitiendo informaci�n como una tela de ara�a tri-dimensional de giro.De alguna manera, la geometr�a espacio-tiempo es tambi�n no local, seg�n lo revelado por experimentos de enredo (Nadeau y Kafatos 2001), y tal vez hologr�fica (por ejemplo, Susskind 1994).

Podr�a la informaci�n a escala de Planck afectar la biolog�a?


La evidencia reciente sugiere que la informaci�n a escala de Planck pudiera repetirse a escalas incrementadas en la geometr�a del espacio-tiempo, alcanzando a la escala de los sistemas biol�gicos.

El detector de ondas brit�nico-alem�n GEO 600, cerca de Hannover, Alemania ha registrado consistentemente un ruido como-fractal que aparentemente emana de las fluctuaciones de la escala de Planck, repitiendo cada pocas �rdenes de magnitud en el tama�o y la frecuencia de la longitud y el tiempo de Planck (10-33cm; 10-43s) a tama�o y el tiempo biomolecular (10-8cm; 10-2s, Hogan 2008; Chown 2009).

En alg�n momento (o en realidad en alg�n borde complejo, o superficie) en esta jerarqu�a de escala, el mundo qu�ntico microsc�pico pasa al mundo cl�sico.Si esta transici�n es debido al RO de Penrose, la conciencia se produce como un proceso en este borde entre los mundos qu�ntico y cl�sico.


Esta idea de que la conciencia es de alguna manera intr�nseca del universo es comparable con vistas puramente subjetivas sobre la conciencia que se remonta miles de a�os en la India.La tradici�n v�dica y antiguos textos sagrados derivan su nombre de la palabra s�nscrita Veda, para conocimiento.

La rama m�s filos�fica de Veda es Vedanta - literalmente, "el fin de los Vedas".

En Vedanta, la conciencia lo es todo, y se manifiesta, o crea la realidad.En este punto de vista (tomado por uno de nosotros, DC, que difieren ligeramente de la argumentaci�n presentada en este art�culo), la conciencia es el sujeto y el objeto, tanto qu�ntico como cl�sico.

La Conciencia es todo lo que hay (Chopra 2001).


El RO de Penrose (y el RO Orq de Penrose-Hameroff) mantiene que el mundo cl�sico existe por su cuenta.

La conciencia es un proceso en el l�mite entre los mundos qu�nticos y cl�sicos, el proceso consistiendo de discretas ondas cuantificadas en la estructura a escala fina del universo, transiciones entre sujeto y objeto.

3 - Conciencia Qu�ntica - Reducci�n Objetiva Orquestada ("RO Orq")

La teor�a de Penrose-Hameroff de "reducci�n objetiva orquestada" ("RO Orq") propone que la conciencia depende de c�lculos qu�nticos en estructuras llamadas microt�bulos dentro de las neuronas del cerebro, produci�ndose concomitantemente y apoyan el nivel sin�ptico neuronal computacional (Penrose y Hameroff 1995; Hameroff y Penrose 1996a, b; Hameroff 1998a, b; Hameroff et al., 2002).


Los microt�bulos son pol�meros cil�ndricos de la prote�na "tubulina", y los componentes principales del citoesqueleto celular que se auto-ensambla para configurar la arquitectura intracelular, crean y regulan las sinapsis, y se comunican entre las estructuras de membrana y los genes en el n�cleo celular.

Adem�s del apoyo similar al hueso, los microt�bulos y otros componentes del citoesqueleto parecen actuar como el sistema nervioso de la c�lula, su "ordenador de a bordo," continuamente remodelando y diferenciando.

En enrejados de microt�bulos, se proponen estados de tubulinas individuales para actuar como estados "bits", como en los ordenadores cl�sicos y aut�matas moleculares (Hameroff y Watt 1982;. Rasmussen et al 1990).El procesamiento a nivel de microt�bulos aumenta inmensamente la capacidad de procesamiento de informaci�n neuronal.

En lugar de unos pocos (sin�pticas) bits por neurona por segundo, 108 tubulinas por neurona cambiando coherentemente en megahertz (106 Hz) dan potencialmente 1014 operaciones, o bits por segundo por neurona.


Pero el aumento de procesamiento de la informaci�n por s� solo no resuelve todos los problemas relacionados con la conciencia en el cerebro.

El Penrose Hameroff RO Orq propone adem�s que las tubulinas pueden ser bits qu�nticos, o "qubits" en los microt�bulos de los ordenadores qu�nticos y que tales computaciones qu�nticas conectan las funciones cerebrales conscientes al nivel m�s b�sico del universo.


Esto abre la puerta a la conciencia de ser no local, y en algunos casos, posiblemente, sin ataduras con el cuerpo y el cerebro.Estas especulaciones se basan en las ideas de la f�sica presentadas por Sir Roger Penrose.Debe quedar claro que Sir Roger no respalda necesariamente las especulaciones m�s desarrolladas aqu�, y por lo general evita las conexiones entre la ciencia, la religi�n y la espiritualidad.


Penrose defini� el auto-colapso RO de superposiciones (debido a las separaciones en la geometr�a del espacio-tiempo) y momentos de conciencia por E = h/t.

'E' es la auto-energ�a gravitacional de un objeto (o su equivalente en geometr�a espacio-tiempo) separada de s� misma.h es la constante de Planck (m�s de 2K) y t es el tiempo en que se produce RO.

E puede ser calculado sobre la base de factores que incluyen,

  • la masa del objeto

  • el nivel en el que el objeto se separa de s� mismo, es decir, toda su masa, los �tomos individuales, los n�cleos at�micos, o part�culas subat�micas

  • la distancia de separaci�n espacial, hasta qu� punto el objeto, o su geometr�a espacio-tiempo se separa de s� mismo

Si una superposici�n de auto-energ�a E evoluciona y evitala decoherenciapara llegar al tiempo t, se produce un momento RO de la conciencia.


Debido a la relaci�n inversa, cuanto mayor sea la masa y la separaci�n espacial E, m�s breve es el tiempo t en el que se producen los momentos RO o conscientes.�Las superposiciones E deben evitar la decoherencia (es decir, el sistema qu�ntico debe ser aislado del medio ambiente cl�sico) hasta que se alcance el tiempo t.

Por lo tanto, las condiciones para el RO de Penrose y los momentos conscientes son bastante estrictas.


Penrose y Hameroff sugieren que tales condiciones han evolucionado en el cerebro, espec�ficamente en los microt�bulos dentro de las neuronas del cerebro, y que los microt�bulos realizan c�lculos qu�nticos que son "orquestados" por las entradas sin�pticas y la neurofisiolog�a, aislada de decoherencia, y terminada por el RO de Penrose, por lo tanto, orquestando la reducci�n objetiva "RO Orq".

Se proponen superposiciones qu�nticas microt�bulos E para extender y enredar de neurona a neurona a trav�s de uniones (que median la sincron�a gamma), lo que permite una selectiva coherencia qu�ntica a nivel cerebral, entre los microt�bulos.

Se sugiere evitar la decoherencia a trav�s del bombeo coherente, gelificaci�n actina, agua ordenada y resonancias topol�gicas.

Los eventos RO tambi�n conllevan efectos en tiempo atr�s, consistentes con la evidencia de derivaci�n hacia atr�s de la experiencia consciente en el cerebro (Libet 1979).El entrelazamiento con el futuro puede permitir la acci�n consciente en tiempo real, y rescatar la conciencia del lamentable papel de la ilusi�n epifenomenal (Hameroff 2007).


El RO Orq ha sido criticado desde su creaci�n en 1995, principalmente debido a que los ordenadores qu�nticos tecnol�gicos construidos en laboratorio requieren extremo fr�o para evitar la decoherencia por vibraciones t�rmicas, y el cerebro opera a temperaturas c�lidas biol�gicas (por ejemplo, Tegmark 2000; Hagan et al., 2001).

Sin embargo, en los �ltimos 5 a�os numerosos experimentos han demostrado coherencia qu�ntica a temperaturas c�lidas en las prote�nas involucradas en fotos�ntesis, canales de iones y otras biomol�culas (Engel et al. 2007).

El Dr.Anirban Bandyopadhyay(2010) en el Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales en Tsukuba, Jap�n tiene evidencia preliminar de coherencia qu�ntica, conductancia qu�ntica topol�gica, y tiempos de decoherencia de una d�cima de milisegundo o m�s en los microt�bulos individuales a temperaturas c�lidas.

Para el RO Orq y la biolog�a qu�ntica, el futuro es bastante brillante.

�Puede el RO Orq dar cuenta de las ECM/EFC y, posiblemente, de una vida en el m�s all�?


4 - RO Orq, ECM, y Estados Alterados

El RO Orq asume que la conciencia normalmente se produce en el cerebro humano en alrededor de 40 Hz, es decir, 40 momentos conscientes por segundo, lo que corresponde con la sincron�a gamma en el EEG, el mejor correlato medible de la conciencia.

Ya que � = 25 ms (1/40 s), por E = h/t, E se corresponde con nanogramos de tubulinas superposicionadas (~1011 tubulinas) distribuidas en microt�bulos en miles de neuronas conectadas por uniones gap (y gl�a), sigue siendo una muy peque�a, fracci�n del cerebro (un total de ~1020 tubulinas, 100 mil millones de neuronas).


En principio, RO y RO Orq (y por lo tanto los momentos conscientes) pueden ocurrir en cualquier escala, en cualquier tipo de medio, siempre y cuando las superposiciones eviten la decoherencia.

Por lo tanto E = h/t predice un amplio espectro de posibles momentos conscientes, al igual que el espectro electromagn�tico para fotones.

Las grandes superposiciones E alcanzar�n r�pidamente el umbral (y tendr�n experiencias m�s intensas) mientras que las peque�as superposiciones E requerir�n tiempos m�s largos y tendr�n experiencias d�biles (intensidad proporcional a E).

Por ejemplo, un solo electr�n superposicionado (peque�o E, larga f), si es aislado de la decoherencia ambiental alcanzar�a el umbral s�lo despu�s de diez millones de a�os, y tienen un momento de extremadamente baja intensidad de conciencia.

Superposiciones de mayor tama�o (grande E, peque�a t) alcanzar�n el umbral r�pidamente y tienen una conciencia de mayor intensidad.

Pero la decoherencia debe evitarse hasta que se produce el tiempo t y RO.Los niveles m�s altos de conciencia implicar�an Es m�s grandes (m�s tubulinas, m�s neuronas y una parte m�s grande del cerebro), y m�s cortas t, por lo tanto frecuencias m�s altas.


La meditaci�n v�dica, la contemplaci�n y la autorreflexi�n de exploraci�n de conciencia ha llevado a descripciones de estados expandidos de conciencia o iluminaci�n que implica 14 niveles diferentes, "planos astrales" o "lokas".

Los lokas son retratados comomundos distintos, reinos o planos de existenciaque difieren del mundo de 3 dimensiones de nuestra experiencia de vigilia cotidiana.

Los textos v�dicos dicen que cada plano o realidad experimentada tiene un rango de frecuencia caracter�stica, y es accedido o alcanzado cuando se corresponde con la frecuencia de la conciencia del sujeto (Chopra 2001).


Los monjes tibetanos llegan a 80 Hz de sincron�a gamma durante la meditaci�n (Lutz et al. 2004), presumiblemente, un estado alterado superior, con el doble de eventos conscientes por segundo, cada uno en mayor intensidad.

La magneto-encefalograf�a ha grabado se�ales coherentes en el rango de un kilohertz (1000 Hz) de cerebro humano (Papadelis et al. 2009), y efectos de frecuencia m�s alta (megahercios, gigahercios, terahercios) han sido medido en microt�bulos dentro de las neuronas (Bandyopadhyay 2010).

�Podr�a la conciencia cambiar niveles a frecuencias m�s altas y una mayor participaci�n del cerebro en estados alterados y mejorados?


Las se�ales el�ctricas se producen en el cerebro de una manera auto-similar a diferentes escalas espaciales y temporales, una din�mica libre de escala (He et al. 2010).

Esto tambi�n se llamaruido rosa, proporcional a l/fa, donde 'f' es la frecuencia y 'a' las separaciones en escala (por ejemplo, �rdenes espaciales y temporales de magnitud) en el que la informaci�n se repite, de forma similar a un fractal u holograma.


Estructura fractal o como-hologr�ficatambi�n ocurre en redes de neuronas en "peque�o mundo" y "gran mundo", jerarqu�as anidadas de redes dentro de redes, dentro de redes.Y dentro de las neuronas est�n las redes citoesqueletales incluyendo microt�bulos que tambi�n pueden procesar la informaci�n.�La din�mica sin escala se produce tanto temporal como estructuralmente en el cerebro, en capas o sistemas de procesamiento de informaci�n con las relaciones tanto de abajo hacia arriba como de arriba hacia abajo.


En estados alterados, el proceso de conciencia puede cambiar a diferentes planos, o escalas en el cerebro, con frecuencias m�s altas (t peque�a), mayor intensidad, y m�s grande.


'E', en t�rminos de n�mero de microt�bulos involucrados, neuronas, y el volumen de capacidad cerebral.La conciencia ocurriendo por E = h/t normalmente a 40 Hz (cada momento consciente implicando aproximadamente una millon�sima parte de microt�bulos del cerebro) podr�a transicionar a frecuencias m�s altas en, digamos niveles de 10 kHz, megahercios, gigahercios y terahercios.

Estos incluir�an proporciones cada vez mayores de neuronas del cerebro y microt�bulos.Estos niveles implicar�an, respectivamente, 1/10,000, 1/100, y, para gigahercios de la conciencia, todo el cerebro.


As�, los estados alterados de conciencia pueden involucrar la trascendencia a profundos niveles m�s intensos de la experiencia, los niveles m�s profundos de la realidad, por ejemplo, en consonancia con los v�dicos
planos astrales o lokas, y la iluminaci�n alcanzada por la meditaci�n y las pr�cticas espirituales.

Tales estados mejorados, alterados, no tienen por qu� implicar dimensiones o universos alternativos, sino m�s profundamente una geometr�a a escala m�s fina a niveles o escalas como- hologr�ficas no locales en �ste universo.


Como dec�an los Beatles (Lennon y McCartney, 1968):

"Cuanto m�s profundo vayas, m�s alto vuelas, cuanto m�s alto vuelas m�s profundo vas."

En cualquier frecuencia, RO Orq, la conciencia en el cerebro est� ocurriendo en la geometr�a fundamental del espacio-tiempo, localizada en los microt�bulos neuronales del cerebro e impulsados por los procesos metab�licos.

Cuando la sangre deja de fluir, los microt�bulos, inactivados o destruidos (por ejemplo, ECM/EFC, muerte) por falta de energ�a y careciendo de ox�geno, es concebible que la informaci�n qu�ntica que constituye la conciencia pudiera cambiarse a planos m�s profundos y seguir existiendo puramente en la geometr�a del espacio-tiempo, fuera del cerebro, distribuido no localmente.

El movimiento de la conciencia a planos m�s profundos podr�a ser responsable de las ECM/EFC, as� como, posiblemente, un alma separada del cuerpo.


5 - Actividad cerebral al final-de-la-vida

La actividad cerebral de sincron�a gamma en el EEG es conocida de correlacionarse con la conciencia normal.

Han sido desarrollados monitores capaces de medir y detectar la sincron�a gamma y otros correlatos de conciencia, para su uso durante la anestesia para proporcionar un indicador de la profundidad de la anestesia y prevenir la conciencia intra-operatoria, es decir, para evitar que los pacientes sean conscientes cuando se supone que deben ser anestesiados e inconscientes.

Por ejemplo el monitor "BIS" (Aspect Medical Systems, Newton MA) registra y procesa el EEG frontal para producir un "�ndice biespectral" digital o n�mero BIS en una escala de 0 a 100.Un n�mero BIS de 0 es igual silencio EEG y 80-100 es el valor esperado en un adulto consciente totalmente despierto con la sincron�a gamma.

Se recomienda que se mantenga un n�mero BIS entre 40 y 60 para la anestesia general.El monitor "SEDLine" (Hospira, Lake Forest, IL) tambi�n registra EEG frontal y produce un �ndice comparable 0-100.


En los �ltimos a�os, estos monitores se han aplicado fuera de la anestesiolog�a, por ejemplo, a los pacientes moribundos o cerca del momento de la muerte, revelando actividad cerebral sorprendente final de su vida �til.


En un estudio publicado en la Revista de Medicina Paliativa, Chawla et al.(2009) inform� sobre siete pacientes en estado cr�tico de quienes se les estaba retirando el soporte vital (medicamentos, ventilaci�n por m�quina), permiti�ndoles morir en paz.

Como por protocolo, ellos fueron monitorizados con un BIS o monitor de cerebro SEDLine durante el proceso de morir.Mientras estaban con apoyo de vida los pacientes estaban neurol�gicamente intactos, pero fuertemente sedados, con n�meros BIS o SEDLine cerca de 40 o superior.

Cuando se les quit� el apoyo, el BIS/SEDLine generalmente disminu�a a menos de 20 despu�s de varios minutos, aproximadamente a la hora en que ocurr�a la muerte card�aca.

Este se caracterizaba por la falta de presi�n arterial medible o pulso funcional.Luego, en la muerte, en todos los siete pacientes de muerte postcard�aca, hubo un estallido de actividad como se indic� por el aumento brusco de la BIS o SEDLine a entre 60 y (en la mayor�a de los casos) 80 o superior.Despu�s de un per�odo de tal actividad yendo desde 90 a 20 min, la actividad ca�a bruscamente a casi cero.


El n�mero SEDLine se deriva de un algoritmo patentado que incluye datos de EEG.En un paciente, se analizaron datos SEDLine y revelaron la explosi�n actividad cerebral a la muerte postcard�aca incluyendo sincron�a gamma, un indicador de percepci�n consciente.

Chawla�et al.plante� la posibilidad de que la actividad medida a la muerte cerebral postcard�aca podr�a correlacionarse con las ECM/EFC.Por supuesto, los pacientes murieron, as� que no tenemos la confirmaci�n de que se produjeron tales experiencias.


En otro estudio publicado en la revista Anestesia y Analgesia, Auyong et al.(2010) se describieron tres pacientes con lesiones cerebrales a quienes se les retir� el apoyo m�dico y ventilatorio antes de la donaci�n de �rganos de la "muerte postcard�aca" (Csete 2010)

Estos pacientes estaban irremediablemente da�ados del cerebro, pero t�cnicamente no estaban muertos cerebralmente.Sus familias consintieron a la retirada del apoyo y a la donaci�n de �rganos.Estos pacientes pod�an morir "naturalmente" despu�s de la retirada del apoyo, sus cuerpos llevados r�pidamente a cirug�a para la donaci�n de �rganos.


Los tres pacientes en el estudioAuyong, antes de la retirada del apoyo ten�a n�meros de BIS de 40 o inferiores, con uno cerca de cero.Poco despu�s de la retirada, cerca del momento de la muerte cardiaca, el n�mero BIS se redujo a la baja y luego se dispar� a aproximadamente 80 en los tres casos, y permaneci� all� durante 30 a 90 segundos.

El n�mero entonces bruscamente volvi� a cerca de cero, seguido despu�s por la declaraci�n de la muerte y la donaci�n de �rganos.Se consideraron y se excluyeron varias fuentes de artefactos para la actividad cerebral al final de su vida.


Obviamente no podemos decir si la actividad cerebral al final de su vida de hecho est� relacionada con ECM/EFC, o incluso, posiblemente, el alma saliendo del cuerpo.Tampoco sabemos c�mo com�nmente ocurre (diez de cada diez en los dos estudios citados).Aparte de esas cuestiones, permanece el misterio en cuanto a c�mo se produce la actividad del cerebro en el tejido metab�licamente muerto, al no recibir el flujo de sangre u ox�geno, y carente de mecanismos para eliminar los metabolitos t�xicos.


Algunos describen la actividad de final de la vida �til del cerebro como no funcional, como una generalizada despolarizaci�n neuronal.

Chawla et al.�sugiri� que el exceso de potasio extracelular podr�a causar espasmos neuronales de "�ltimo suspiro" de la actividad a trav�s de todo el cerebro.Otra de las causas que se sugiere que es inducida por la muerte neuronal programada inducida-por-el-calcio por apoptosis.Pero esas explicaciones parecen incapaces de dar cuenta de la sincron�a coherente organizada a escala general durante la actividad cerebral al final de su vida.


Si la actividad cerebral al final de la vida se correlaciona con una consciente fenomenolog�a ECM/EFC y/o el alma saliendo del cuerpo, todav�a nos enfrentamos a la cuesti�n de c�mo/por qu� la actividad consciente, o incluso la actividad sincronizada de cualquier tipo est� ocurriendo en el cerebro casi muerto.Pero hay posibilidades l�gicas.


Los requerimientos de energ�a para la conciencia pueden ser peque�os en comparaci�n con las funciones cerebrales no conscientes, especialmente si la conciencia se produce principalmente en las dendritas y en los cuerpos celulares en lugar de disparos axonales.�La hipoxia neuronal y la acidosis desactivar�an las bombas ATPasa sodio-potasio, evitando potenciales de acci�n axonal, pero ahorrando temporalmente la menor actividad de dendr�ticas de energ�a.

La conciencia como un proceso qu�ntico de baja energ�a puede transitoriamente florecer si se deterioran los mecanismos de decoherencia dependientes de la energ�a que lo causan, resultando en una explosi�n transitoria de conciencia mejorada.


En el contexto RO Orq, la conciencia ocurre como un proceso en el nivel de geometr�a fundamental del espacio-tiempo.Cuando el cerebro est� bajo coacci�n, sus procesos de informaci�n qu�ntica concebibles que constituyen la conciencia se disipan al universo no local en general.

Una perspectiva dualista, en la que un campo separado de informaci�n espiritual a�n sin definir constituye la conciencia fuera del cuerpo, podr�a no ser necesario.

Una vida en el m�s all�, un alma-como-informaci�n - qu�ntica real abandonando el cuerpo y persistiendo como fluctuaciones enredadas en m�ltiples escalas, o planos en la geometr�a del espacio-tiempo qu�ntico, puede ser cient�ficamente posible.

6 - Conclusi�n - El Alma Qu�ntica

Los intentos de la ciencia y la filosof�a convencional de basar la conciencia estrictamente en la f�sica cl�sica, rechazando la posibilidad de lano-localidad qu�nticaen la conciencia, incluyendo la persistencia fuera del cuerpo seg�n lo indicado por ECM/EFC, la tradici�n religiosa, y los recuerdos anecd�ticos que sugieren la reencarnaci�n.

Pero la evidencia en los �ltimos a�os vincula las funciones biol�gicas de los procesos qu�nticos, elevando la probabilidad de que la conciencia dependa de los efectos qu�nticos no locales en el cerebro.

Eso a su vez sugiere que el "problema duro" de la naturaleza de la experiencia consciente requiere una visi�n del mundo en el que la conciencia o sus precursores son componentes irreducibles de la realidad, la geometr�a fundamental del espacio-tiempo en la escala de Planck.

Max Planck�(1931) era clarividente cuando dijo:

"Considero la conciencia como fundamental. No podemos llegar detr�s de la conciencia."

Las tradiciones espirituales v�dicas y otras tienen supuestos similares;la conciencia y el conocimiento son intr�nsecos al universo.


�Como llegaron ah�?

La f�sicoPaola Zizziha propuesto que el per�odo de r�pida inflaci�n durante el muy temprano Big Bang fue caracterizado por la superposici�n de m�ltiples universos posibles.

Por E = fr/t, Zizzi (2004) ha calculado que el fin de la inflaci�n y la selecci�n de este universo fue causado por un momento consciente c�smico en un instante particular durante elBig Bang(el "Gran Guau).

Tal vez los posibles universos estaban relacionados con un universo anterior, Penrose (2010) ha propuesto en "Ciclos de Tiempo," a nuestro universo mutando y evolucionando con cada renacimiento.


El modelo de de conciencia de Penrose-Hameroff RO Orq propone una conexi�n entre los procesos cerebrales qu�nticos y la geometr�a fundamental del espacio-tiempo.En este estudio consideramos RO Orq en el contexto de los reportes anecd�ticos de experiencias ECM/EFC, as� como evidencia circunstancial para la vida en el m�s all�, la reencarnaci�n, y el potencial de la conciencia qu�ntica en la geometr�a del espacio-tiempo.

Concluimos que el concepto de un "alma qu�ntica" es cient�ficamente plausible.


El "alma qu�ntica" implica la conciencia en el cerebro como lo describe RO Orq, as� como las caracter�sticas no locales, incluyendo:

  1. La interconexi�n a trav�s de enredos entre los seres vivos y el universo

  2. El contacto con la sabidur�a c�smica/valores plat�nicos incrustado como informaci�n qu�ntica en la geometr�a fundamental del espacio-tiempo

  3. La conciencia como patrones en la geometr�a del espacio-tiempo no local fractal/hologr�fica similar, capaces de existir en planos m�s profundos y en escala independiente de la biolog�a

Presentamos un enfoque secular, cient�fico consistente con todas las religiones y la ciencia conocida.

Con el advenimiento de la biolog�a qu�ntica, la no localidad en la conciencia debe ser tomada en serio, potencialmente construyendo un puente entre la ciencia y la espiritualidad.

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